Capítulo 1
VÍCTOR
Hoy es un día muy especial, y es que hoy mi hermana vuelve a la manada, pero no lo hace sola, con ella viene una persona que he estado esperando desde que tenía 19 años.
Cuando cumplí 39 años, le pedí a mi madre que me ayudara a encontrar a mi mate, puesto que fue la edad que mi madre nos impuso, pero al tocarme, ella no sintió nada.
- Probablemente, tu mate sea humana y aún no ha nacido – esas fueron las palabras de mi madre, palabras que ya le había dicho a mi hermana Cala, cuando ella, a la misma edad, le pregunto por su mate.
Al principio nadie creyó que fuera extraño, puesto que no éramos los primeros en esta posición, por lo que los tres, puesto que años después se nos unió nuestro hermano Haran, algunos años después volvimos a preguntarle por nuestras parejas, recibiendo la misma respuesta, y aunque al principio no le dimos tanta importancia, pero conforme nos íbamos acercando a los 100 años, comenzamos a preocuparnos, puesto que de ser nuestra mate una humana, había probabilidades de no encontrarla a tiempo y una vez más fue mi madre quien nos tranquilizó.
- Los de los 100 años es una tontería, la diosa Luna nunca dejaría a los suyos desamparados, su mate aparecerá cuando sea el momento sin importar el tiempo – nos dijo mi madre cuando mi hermana cumplió 100, en ese entonces yo tenía 94 y mi hermano Haran 89.
Pero pocos años después de que nos dijera eso, comenzaron los problemas, mi madre ya no era capaz de encontrar a las parejas destinadas de muchos lobos, lo que empezó con nosotros y nuestros primos, se extendió a más lobos, al punto que había veces en la que ya no sentía nada, y entonces es cuando la diosa hablo con ella.
Entre los lobos podía haber más de un gran Alfa, un lobo cuya dimensiones eran más grandes que las de un lobo promedio, un lobo superior en fuerza, velocidad y agilidad, un líder nato, entre nosotros había 3, mi abuelo, quien ya era muy mayor, mi padre y mi hermana mayor, pero al parecer solo podía haber un buscador y la degradación de los poderes de mi madre estaba relacionada con la llegada del nuevo buscador, siendo la pareja destinada de mi hermana Cala, la última visión que tuvo mi madre.
Como Alfa de alfas, la pareja de mi hermana era nada más ni nada menos que el nuevo buscador, un joven de nombre Nolan Suche, un joven que lamentablemente había quedado huérfano en un accidente automovilístico.
Cuando mi hermana fue a su búsqueda, él aún era un niño, por lo que Cala tuve que esperar a que creciera lo suficiente para contarle la verdad, y ese día al fin había llegado. Hace unas semanas mi hermana partió por él, y al fin estaba de vuelta, por lo que esperábamos ansiosos a Cala y a Nolan.
- ¿Aún no llegan? – me pregunta Lucio. Él es mi primo, el menor de los hijos de mi tía Donia, y también espera con ansias la llegada de Nolan.
- No, aún no, tu hermana se sentirá muy mal al saber que esperas a alguien más y no a ella – le digo a Lucio, quien mira fijamente el cielo, con la esperanza de ver el avión de Cala y Nolan, así como Laia, la beta de mi hermana y mi prima, hija mayor de mi tía Donia, con su pareja, un joven llamado Luca, y el mejor amigo de Nolan, él es la razón por la que demoraron tanto, puesto que debieron esperar a que cumpliera la mayoría de edad y pudiera dejar el orfanato sin tanto problema, puesto que como Nolan, Luca también era huérfano.
- No tiene derecho a enojarse, ella ya encontró a su mate, nosotros no – dice Elisa, mi otra prima y hermana menor de Laia.
- Ja, ja, ja, en eso tengo que darles la razón – les digo y entonces los vemos.
- Han llegado, han llegado – grita Haran y todos nos dirigimos a su encuentro.
Las primeras en llegar a nuestro lado son Cala y Laia, a las que recibimos con abrazos y mucho, mucho amor. Por su lado, sus mates lucen un tanto renuentes a acercarse, y bueno, no los culpo, somos algo, muy, intensos, entonces mi madre interviene y así ambos jóvenes se unieron al abrazo familiar.
Todos rápidamente nos dijimos a la manada donde es Elisa quien hace la pregunta que todos deseábamos hacer, y aunque su madre la regaña, a Nolan no le importó y prometió que nos reuniríamos en una hora para poder consultarlo, algo que nos llenó de alegría a todos.
Al caer la tarde, los 4 esperábamos ansiosos a que Nolan bajara.
- Perdón por la tardanza – nos dijo el joven, quien acaba de llegar.
- No te preocupes – le dice Haran, quien va por una silla para que Nolan se siente.
Ya con Nolan acomodado, los cuatro discutimos un poco para ver en qué orden pasaremos. Al final, optamos por orden de edad, siendo yo el mayor, y por ende el primero en pasar.
Como solía hacerlo mi madre, Nolan comenzó a hacerme una serie de preguntas sobre mí, preguntas que contesté con mucha alegría y entonces, una vez termino, él tomó mi mano y pude ver cómo sus ojos se nublaron y supe que la había encontrado.
- Veo una ciudad, es de noche, la luna brilla con intensidad, viejo por las calles y puedo ver un letrero: “visita Lincht, la Ciudad de la Luz”. Entro a un edificio, en este se encuentra mucha gente reunida, es un club, allí hay una mujer, ella se encuentra bailando en el escenario, su cabello negro con las puntas teñidas de verde azulado, contrasta perfectamente con su piel blanca y con sus ojos, del mismo color que las puntas de su cabello “Tara Mutig”, ese es su nombre – me termina de decir Nolan, y yo sin dudarlo lo abrazo.
- Gracias, gracias – le digo y salgo de allí para preparar todo para irme.
Nolan me dio mucha información valiosa, como, la apariencia de mi mate, en que cuidad vive y en donde trabaja, que es allí donde iré a buscarla, por lo comienzo a buscar vuelos para Lincht, más tarde avisaré a mis padres sobre mi partida, sé que ellos se alegraran por mí, puesto que ambos saben lo mucho que he esperado este momento.
Una vez consigo el boleto, comenzó a preparar mi equipaje, y cuando estoy a punto de acabarlo, mi hermano Haran entra a mi habitación.
- Compra otro boleto, hermanito, que yo voy contigo – me dice mi hermano con una sonrisa.
- ¿En serio? – le pregunto mientras tomo mi laptop para hacer lo que me pidió.
- Si, la verdad Nolan no me dijo mucho sobre mi mate, solo que estaba íntimamente relacionada con la tuya, y que si por casualidad no la encontraba en mi viaje contigo, él me diría más sobre ella en 8 años, lo que me hace pensar que aún es muy joven, pero eso poco me importa, quiero conocerla, y si en verdad aún es una infanta, esperaré por ella – me dice Haran muy seguro de sí mismo.
- En ese caso, prepara tus cosas, salimos mañana por la mañana – le digo y mi hermano se va a su habitación a preparar su equipaje.
Esa noche mi hermano y yo le comunicamos a nuestra familia sobre nuestra partida, algo que todos ya esperaban, y obviamente Haran y yo no seremos los únicos en irnos, todos mis primos también irán a buscar a sus compañeros destinados.
A la mañana siguiente, a primera hora, mi hermano y yo salimos de la manada rumbo al aeropuerto. Ambos no podemos ser más felices, puesto que pronto conoceremos a nuestras mates, las mujeres por las que hemos estado esperando toda nuestra vida.
🎈🎈🎈🎈
Hola a tod@s 👋👋👋
Aquí está, como lo prometí, la continuación de mi historia “la Buscadora de Mates”, espero que les guste.
Como algunos ya sabrán, estoy escribiendo una tetralogía, y son esas cuatro historias mi prioridad, por lo que esta historia la actualizaré siempre que tenga la oportunidad. Intentaré no demorar demasiado entre cada capítulo.
Por leer mis historias, son los mejores 💕💕❤.
TARA
Estoy más que agotada, quién dijo alguna vez que ser stripper es fácil, nunca lo ha intentado, es algo muy pesado, el desgaste físico en cada coreografía es considerable, y si a eso le agregamos el horario nocturno, bueno es desbastador, pero la paga lo vale, el salario es bueno, pero las propinas son aún mejores, en los mejores días, puedo ganar el salario de un mes en una noche, algo que me viene de perlas si tomamos en cuenta la cantidad de deudas que tenemos.
Llego a casa ya al amanecer, y al entrar veo que mi padre me está esperando en la cocina, y puedo ver el alivio que cruza su rostro al verme entrar.
- Pa, deberías estar descansando – le digo y tomo los mangos de su silla de ruedas y comienzo a dirigirme a su habitación para llevarlo a descansar.
- Tara, hija, no tengo sueño, fue una noche tranquila – me dice mi padre, quien detiene su silla con las manos y me impide que lo siga empujando.
Yo rápidamente le doy vuelta a la silla, y me inclino para estar a su altura y verlo fijamente a los ojos, puesto que estos nunca me mienten.
- Bueno, te creo, preparé el desayuno para ti y para Emma, y luego subiré a dormir un rato – le digo a mi padre, aliviada por saber que Emma pasó una buena noche.
- Yo te ayudo, hija, así terminamos antes y podrás irte a dormir pronto – me dice mi padre y yo gustosa acepto su ayuda.
Mi padre y yo cocinamos un muy nutritivo desayuno, del cual yo como un poco y subo a mi habitación a descansar. Ya mi padre levantará a Emma más tarde y recalentará la comida para ella.
Emma es mi hermanita menor, y vaya que es menor, puesto que tenemos una diferencia de 17 años entre nosotras, prácticamente ella podría pasar por mi hija sin ningún problema.
Emma es la hija planeada, la hija esperada, mientras que yo fui la sorpresa, un accidente, aunque, según me dijeron mis padres, toda mi vida, fui una muy bella sorpresa.
Mis padres me tuvieron muy jóvenes, mi madre tenía 16 años y mi padre 17 cuando nací, claramente fui un accidente, pero a pesar de que ambos eran muy jóvenes, ellos nunca me hicieron sentir que fui un error, y dieron todo de sí para darme una vida buena y estable, no recuerdo mucho de mi infancia, pero por lo que me contaron mis padres, fue una época difícil, y es que yo era un bebe, y por ende no era nada barata, pero con esfuerzo y perseverancia, lograron tener una vida estable, si bien no éramos ricos, si teníamos un estilo de vida estable, donde mis padres tenían un trabajo bien remunerado y a la vez eran capaces de cuidar de mí y pasar tiempo en familia, éramos felices, yo los amaba y ellos me amaban a mí, cuando cumplí 17 años, mis padres decidieron tener otro hijo, y así llego Emma a la familia, debo de admitir que los primeros años la odiaba, era ruidosa, sucia y muchas veces tuve que cuidarla en contra de mi voluntad, en vez de irme a divertirme con mis amigos, lo que para una adolescente era la peor, pero con los años, esa pequeña y ruidosa criatura supo ganarse mi corazón, y con 4 años, Emma ya me había conquistado.
La verdad es que no fui a la universidad, no había nada que me interesa de verdad, por lo que una vez terminé la preparatoria, comencé a buscar trabajo, y si bien a mis padres esto no les agrado mucho, me apoyaron, demostrándome, una vez más, lo increíbles que eran.
Trabaje desde los 18 hasta los 22 como recepcionista en consultorio odontológico, debo de decir que tuve suerte, puesto que había personas mejor preparadas que yo para el puesto, pero mi carisma y empatía me dieron el trabajo, allí aprendí varias cosas, pero nada que me llamara mucho la atención, así que ser odontóloga no estaba en mis planes.
Todo era perfecto, con 22 años tenía un trabajo estable, y ya había ahorrado lo suficiente como para independizarme de mis padres, pero eso nunca paso, con solo 5 años a Emma le diagnosticaron leucemia, ese fue un duro golpe para todos, todos mis ahorros se fueron en tratamiento para mi hermanita, pero a pesar de eso, y de que daba todo mi salario para su tratamiento, no era suficiente, por los que yo tuve que renunciar, mis padres, que ganaban más que yo, por lo que empezaron trabajar horas extras mientras yo me volvía la enfermera a tiempo completo de Emma, de esa manera ahorrábamos algo de dinero y mi hermana no se quedaba sola en casa, cuando Emma pasaba temporadas en el hospital yo buscaba trabajos de medio tiempo para contribuir con los gastos, pero nada parecía suficiente, las cuentas de hospital crecían y crecían.
Y como si con lo ocurrido con Emma no fuera suficiente, la vida decido golpearnos nuevamente, mis padres volvían del trabajo, agotados, lo que causo que mi madre, quien estaba manejando, se durmiera al volante, causando que tuvieran un accidente, mi madre murió en el acto y mi padre estuvo internado por meses, y como consecuencia del accidente perdió la movilidad el parte inferior de su cuerpo, y si bien no fue una inmovilidad total, más bien fue algo parcial, ya no podría volver a caminar, lo que causo que lo despidieran de su trabajo.
La muerte de mi madre y la temporada que pasó mi padre en el hospital, fueron las peores experiencias de mi vida. Afortunadamente, por esa época Emma entró en recesión, por lo que se encontraba estable, así que pude dedicarme por completo a mi padre.
Conseguí varios trabajos para solventar las cuentas del hospital de mi padre, así como los medicamentos de mi hermana, y la deuda que una teníamos por ella, pero no era suficiente, ganaba muy poco.
Fue en uno de esos tantos trabajos, que conocí a Álvaro. Álvaro es el dueño de un club exclusivo para caballeros, y estaba buscando bailarinas para su club y yo le parecí perfecta.
- Eres muy hermosa, y se nota que tiene un cuerpo precioso, estoy seguro de que lograrás mucho en mi club, si te interesa, llámame – me dijo cuándo lo conocí, y me dio su tarjeta.
Aunque al principio pensé en negarme, al leer el salario que escribió en la tarjeta, no lo dudé y acepté, era más de lo que ganaba en todos mis trabajos juntos, y a pesar de que no estaba muy convencida con eso de desnudarme en público, el dinero lo valía.
Así comencé mi carrera como stripper profesional, al principio fue difícil, sobre todo porque mis compañeras no eran muy amables que digamos, pero con el tiempo fui consiguiendo experiencia y ahora soy de las mejores.
Al principio a mi padre no le agrado mucho la idea, pero en su condición actual le era muy difícil conseguir un trabajo, y le era aún más complicado conseguir un trabajo en el que le pagaran tan bien como a mí, además de que lamentablemente la enfermedad de Emma volvió, y necesitábamos el dinero más que nunca, así que resignado acepto.
Llevo ya 3 años en esto y las cosas no han estado tan mal, si bien siempre hay alguien que quiera pasarse de listo, el señor Álvaro siempre cuida a sus chicas, por lo que no he tenido experiencias desagradables en el trabajo, es más, las personas fuera del club son los que más me juzgan al saber a lo que me dedico, esa es una de las razones por las que mis relaciones personales no son la mejores, con lo de mi hermana y posteriormente con el accidente de mis padres, todos mis amigos me dieron la espalda, si ya no podía salir a divertirme con ellos, ya no era parte de su vida y en cuanto a parejas se trata, todos los hombres salen corriendo cuando se enteran de mi situación familiar, y si eso no los espanta, mi trabajo si lo hace, en conclusión solo me he encontrado con imbéciles totales, pero no pierdo la esperanza de encontrar al hombre indicado, mis padres vivieron un amor de cuento y yo deseo lo mismo para mí y sé que el hombre para mí está allá afuera.
TARA
Estoy completamente dormida, cuando de repente algo me cae encima, despertándome de golpe.
- Hermana – oigo que Emma me llama, y descubro que fue lo que me cayó encima, mi hermana.
- Emma, baja en este instante, no vayas a despertar a tu hermana – oigo que le grita mi padre, y si el salto saca aire de Emma no me levanto, el grito de mi padre seguro lo hacía.
- Muy tarde, ya estoy despierta – le grito a mi padre y veo fijamente a mi hermana y pongo mi mejor cara de enojo - ¿Por qué me despertaste? – le pregunto cortante, a lo que mi hermana baja la cabeza arrepentida.
- No quise despertarte, solamente quería dormir contigo, pero me resbalé – me dice arrepentida por lo que hizo.
- Sabes que no me importa que duermas conmigo, pero debes de tener cuidado, necesito descansar y lo sabes – le digo a la vez que miro el reloj.
Son las 12 del día, lo que significa que ya he dormido al menos 5 horas, lo que es un muy buen tiempo, por lo que me levanto y comienzo a cambiarme para el día.
- ¿No dormirás otro rato? – me pregunta mi hermanita, y puedo ver que se siente culpable por haberme levantado antes.
- No, ya es tarde, además tomaré una siesta antes de irme al trabajo, así que no te preocupes mucho, Emma, estoy bien, solo intenta ser más cuidadosa para la próxima, ¿sí? – le digo, a lo que ella asiente y se va de mi habitación dejándome sola.
Me visto rápido y me dirijo al piso inferior a ver a mi familia, mi habitación es la única que está en el piso de arriba, mi padre y hermana duermen en el piso de abajo, mi padre no puede subir escaleras por obvias razones, y mi hermana duerme abajo para comodidad de mi padre, ya que así la puede cuidar mejor.
Hace unos meses, el cáncer volvió, siendo esta la tercera vez, la primera fue cuando tenía 5, la segunda cuando tenía 8 y ahora volvió nuevamente, con 10 años, es muy triste tener que volver a ver a mi hermana pasar por este proceso, las quimioterapias la deterioran terriblemente, además de que la misma enfermedad la debilita enormemente, como en todo, hay días malos y días buenos, si es que se les puede llamar buenos, y cada día que pasa sin que ella tenga una crisis es un logro, mi padre y yo tenemos mucho miedo que la tercera sea la vencida, y que esta vez Emma ya no resista, y aunque intentamos ser positivos el doctor nos has dicho que es una posibilidad.
Paso lo que queda de la mañana y la tarde junto a mi familia, si algo me han enseñado todas esas horribles experiencias, es aprovechar el tiempo que tengas para estar al lado de las personas que quieres, porque nunca sabes si será la última vez que los puedes ver, así que para mí cada día es especial, porque estoy a lado de mis seres queridos.
A las 4 de la tarde vuelvo a mi habitación a dormir un rato, puesto que a las 6:30 debo de estar en el trabajo, para ensayar y prepararme para la noche, puesto que el club abre sus puertas a las 9.
Llego puntual a mi trabajo y todo transcurre normal, sin ningún inconveniente, práctico un poco en una de las plataformas que hay en el lugar, y treinta minutos antes de que se abran las puertas, voy a los vestidores a prepararme, me maquillo, me peino y me pongo el atuendo que se me asigno, y cuando llaga mi turno salgo a dar lo mejor de mí.
Mi baile comienza normal, todo es igual que el día anterior, pero entonces lo siento, siento una mirada penetrante, algo que nunca antes había sentido, ni cuando comencé en esto, y al buscar el lugar de origen de aquella sensación, lo veo, el hombre más increíblemente atractivo que mis ojos hayan visto, alto, de complexión atlética, con una bella piel morena, de cabello castaño y unos hermosos y penetrantes ojos verde oscuro que me dejan sin aliento, por unos segundos me pierdo en sus ojos, causando que trastabille un poco, algo que me hace salir de mi ensoñación, por lo que me riño mentalmente y continuo con mi espectáculo, al terminar vuelvo a los vestidores y puedo notar que no me fue tan bien con las propinas, algo lógico, tomando en cuenta mi descuido, pero eso ahora poco me importa, puesto que mi cabeza no puede dejar de pensar en aquel hombre.
- Tara, un cliente pidió un baile privado, te espera en la habitación 2 – me avisa Carlos, uno de los de seguridad.
- Enterada – le digo, y vuelvo a colocarme mi atuendo y me dirijo a dicha habitación.
Los bailes privados son un servicio extra que ofrece el club, y para nosotras las bailarinas es una fuente más de dinero, puesto que en estos bailes, las propinas sueles ser mejores, ya que solo los más adinerados pueden pagarlos, además de que no toca un porcentaje de lo que el cliente paga por dicho baile, así que, contenta por recibir algo extra hoy, salgo rumbo a la habitación 2.
Las habitaciones para los bailes privados son estancias circulares, cuyo perímetro consiste en un enorme sofá de cuero negro, y en medio de la habitación se encuentra una tarima para la o las bailarinas.
Al entrar siento como mi alma cae al piso al ver que solo hay un hombre allí, lo que significa que no abra tantas propinas como creí en un principio, pero mi desilusión se desvanece por completo cuando el hombre, el cual estaba de espaldas, se da la vuelta y lo reconozco como el nombre que llamo mi atención hace un rato, y quedo literalmente inmóvil ante su presencia.
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