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Un Pecado Prohibido

Prólogo

Tenía una relación con el mejor chico que pude imaginarme nunca, apenas llevábamos cuatro meses de relación.

Se llama Adam nos conocimos en el instituto cuando me tuve que cambiar de país por cuestiones de trabajo de mis padres cuando decidieron abrir su propio negocio.

Siempre había estado muy unida a mis padres y no dude en mudarme con ellos aunque eso implicará dejar mi vida que llevaba, mis amigos, mi centro atrás, todo.

Dicen que los cambios no siempre tienen por qué ser malos…

Pero cuando llegue a otro país donde era completamente diferente a donde me crie dude de esa frase por momentos.

Hasta que lo conocí…

No tenía amigos en ese momento así que Adam fue para mi como una esperanza de que las cosas cambiarían a mejor como yo deseaba.

Adam no era el mas popular del instituto pero tampoco entraba en la categoría de ser un friki total aunque amaba los videojuegos y era un estudiante ejemplar.

Para mi desde el primer día que lo conocí al comienzo de las clases me pareció un chico divertido y amable que al poco tiempo me hizo sentir como si estuviera en casa, esa sensación de sentirte protegida y súper cómoda con esa persona especial.

Esa sensación era única que no cambiaria por nada del mundo.

Al principio nuestra relación era solo una amistad como muchas de las relaciones al comienzo cuando conoces a esa persona, hasta que pasa el tiempo y los sentimientos se hacen mas grandes terminando por gustarte mas que un simple amigo.

Las cosas fueron cambiando entre nosotros dos terminando por decidir por mutuo acuerdo intentarlo.

Funciono aunque eso es lo que yo pensaba, un novio cariñoso, atento, inteligente, guapo, reservado, lo tenia todo lo que podía desear una chica de mi edad, pero como todo en esta vida también tenia sus contra que comencé a ver cuando tuvimos nuestras primeras discusiones demostrándome que era algo celoso.

Lo primero que piensas es que es una cosa “normal” donde siempre en una relación va a ver altas y bajas, pero nunca imagine que el primer problema de nuestra relación fuera que Adam quisiera avanzar demasiado en tan poco tiempo y por eso tuviéramos demasiadas discusiones.

Solo llevábamos cuatro meses de relación y el quería dar un paso mas queriendo tener sexo conmigo.

No era como las demás chicas, no había experimentado tanto con los chicos y quería que mi primera vez fuera especial.

Así que pensé que si le presentaba a mis padres y el me presentaba a los suyos se daría cuenta que de verdad me tomaba nuestra relación enserio.

Solo quería que viera que solo le quería a él no a nadie más.

Pero lo que nunca imagine que eso me llevaría a un encuentro que lo cambio todo en nuestra relación y que me terminaría replanteando todo.

Un día se me ocurrió la brillante idea de sorprenderlo presentándome en su casa donde nunca había estado, cuando me abrieron apareció el hombre mas sexy y hermoso que había visto jamás.

Se parecía muchísimo a mi novio Adam así que en ese momento lo primero que se me paso por la cabeza fue que era un hermano mayor que no me había dicho que tenia.

Sus razones tendría si decidió no contarme de su existencia, así que con ese pensamiento termine aceptando la invitación con él supuesto hermano mientras hacia tiempo hasta que llegara mi novio.

Lo que nunca me imagine que ese acontecimiento se terminaría convirtiendo en una locura, en un antes y un después en mi vida cuando Adam llego a su casa con esa gran sonrisa que siempre le caracterizaba dirigiéndose a el no como su hermano mayor si no como su padre.

A mi corta edad no pensaba que las acciones tendrían tantas consecuencias y que muchas personas saldrían dañadas…

¿Podremos superar todos los baches que se interpongan en nuestros caminos?

¿Ganara nuestro amor juvenil?

Convertirse en la villana de la historia por dejarme llevar por mis sentimientos nunca resultó fácil de superar…

[...]

Bienvenid@ a está nueva historia antes de empezar con los primeros capítulos quiero que leas este pequeño mensaje con atención para que luego no haya dudas ni reclamos entre los capítulos ☺️

Llevo más de 4 años en esta aplicación creando novelas de toda clase, por lo tanto, he llegado a topar con lectores "tóxicos".

Antes ponía metas de me gustas para subir el siguiente capítulo, pero deje de hacerlo eso significa que no tendréis capítulos cada vez que se llegue a la meta, gracias a esa opción tenéis algunas veces más de dos capítulos al día, pero como esa opción deje de ofrecerla tendréis capítulos cada vez que yo pueda escribir y publicarlos.

Por lo tanto por más que pidais o reclaméis que suba el capítulo no conseguireis nada.

Recuerden que no somos robots que nos tiramos todas las horas del día enfrente de un ordenador para complaceros a vosotras, tenemos una vida, trabajo, familiares, situaciones que nos pasan, etc. Por eso os pido paciencia yo me ofrezco a actualizar la novela cada que vez que pueda, ya que también en estos momentos sigo teniendo en emisión la 5 parte de mi saga de los diablos.

Las que sean nuevas y nunca han leído ninguna novela mía bienvenidas espero que disfruten y os guste tanto como yo escribirla.

Pueden apoyarme totalmente gratuitamente dejando su voto semanal, sus puntos diarios comentando mucho y lo más importante dejando vuestro 👍🏼 una opción de saber que os gusta lo que subo para vosotras.

Os dejo mi red social @mishistoriascontadasenpapel

Por favor si van a opinar de la novela que siempre sea con respeto tanto hacia mis lectoras como a mí, todos pueden opinar libremente, pero quien falte el respeto será totalmente bloqueado no me pienso desgastar por nadie.

Esta novela tendrá temas que para algunas pueden ser temas tabú, es solo una novela ficticia aunque algunas situaciones puedan coincidir con la vida real.

Dicho esto espero que disfruten gracias una vez más por confiar en mí y dar una oportunidad a otra de mis nuevas novelas, besitos de vuestra escritora Miriam 💜 Att: Diabla 😘

Capítulo 1

Todos los derechos reservados

Los primeros rayos de sol comenzaban a entrar por la ventana avisándome que un nuevo día comenzaba, me costaba muchos días despertarme por eso me ponía mas de tres alarmas y dos de ellas ya habían sonado apagándolas al momento sin destaparme queriendo seguir durmiendo.

Pero entonces cuando estaba por volver a caer en un sueño profundo escucho a alguien llamarme de fondo.

-¡Amanda! ¡Vamos Amanda! ¡Vas a llegar tarde como no muevas ese culo! – me tapo aun mas con las sabanas soltando un gruñido, no entendía porque tenia que montar casi todos los días un escándalo. - ¡No me hagas subir Amanda! ¡Luego llegaras tarde! – suspiro removiéndome mientras seguía escuchando desde abajo la odiosa voz de mi madre, esto era así todas las mañanas de ese modo.

Tenía tiempo de sobra pero mi madre le gustaba siempre estar en todos los lados antes de tiempo por lo tanto quería que yo hiciera lo mismo.

-Cinco minutos más por favor… - suplico tapándome de nuevo.

-¡Amanda García levántate ahora mismo! – abro de golpe mis ojos al ver como me llamaba por mis apellidos.

Cuando me llamaba así ya no estaba de broma terminaba saliendo a flote su carácter de madre mandona.

Me estiro en la cama todo lo que mi cuerpo me permitía pegando un salto corriendo hacia el baño.

Después de una ducha rápida me vestí con unos vaqueros ajustados y una camiseta simple, cogí la mochila sin olvidar mí móvil.

Al bajar las escaleras me encontré con mis padres en la cocina terminando ambos su desayuno.

-Buenos días mi pequeñaja – me saluda mi padre.

-Buenos días papa – sonrió negando con mi cabeza antes de darle un beso en su mejilla.

Le había dicho miles de veces que no me llamara de esa manera ya que lo hacia desde que era bien pequeña, pero esa costumbre nunca desaparecía por más que creciera.

Mi madre deja un plato con mi desayuno en el mismo lado que siempre me sentaba.

Hoy se trataba panceta con huevos revueltos acompañado de un zumo.

-Más te vale que comas rápido Amanda es tarde, siempre llegas tarde a los sitios al final te terminaran bajando las notas – no era lo mío llegar una media hora antes como algunas hacían para ver llegar al grupo de futbol americano que casi siempre iban juntos a todos lados.

-Tranquila mama nunca llego tarde y puedo entrar un minuto antes sin recibir una sanción – la contesto viendo como hace una mueca para después sonreír.

-¿Te espera Adam para ir juntos al instituto? – automáticamente me sonrojo.

Ella sabia que entre Adam y yo había algo más que una simple amistad.

Lo bueno y que agradecía de su parte era que no me presionara nunca a contarla las cosas, sabia que llegaría el momento en que se lo contaría.

-No, nos encontraremos en la entrada del instituto el siempre va con su grupo de amigos – tomo un poco del zumo viendo como mi padre levanta su mirada del periódico.

Adam estaba dentro del equipo de futbol americano por eso siempre nos veíamos en la entrada.

El vivía en unos vecindarios que quedaban lejos de mi casa su calle era de casas lujosas así que venir a buscarme hasta mi casa implicaría tener que levantarme mucho más pronto.

-Cariño se que estas en un nuevo centro que aún estas empezando a conocer a gente nueva y que es difícil al comienzo todo pero… ¿No puedes hacer también amigas? Y tú mejor amiga Ariel de siempre no cuenta, yo se que tú relación con Adam va más allá pero no todo es eso, te la pasas últimamente mas tiempo con él y no te das tiempo para ti misma – comenta de la nada mi padre.

¿Qué podía decir? Mi padre odiaba a cualquier chico que se acercara a mí, aunque solo fuera un simple amigo o alguien conocido que se acercara para saludarme.

Se que no era nada en contra de Adam personalmente pero igualmente ya me acostumbre a la forma que tenia mi padre en un intento de ser sobre protector conmigo cuando se trataba de chicos.

-Deja a tu hija Bruno, solo lleva cuatro meses como mucho aquí no siempre es fácil hacer amigos tan rápido yo se que terminará por hacer amistades con chicas, además Adam es un buen chico que lo sepas – sin poder evitarlo me rio sabiendo que esta conversación se convertirá en un debate.

-¿Así? Y tu eres una experta cotilla por eso sabes que es un buen chico – bromea mi padre retando la haciendo que mi madre se ría y reciba de su parte un golpecito en su hombro.

Eran como el gato y el ratón pero aun así se amaban.

-Es mi bebe todavía es algo que no puedo evitar las madres no lo podemos evitar – pongo mis ojos en blanco.

-Amanda recuerda que tienes que cortarte el pelo lo tienes demasiado largo… - aquí vamos de nuevo, pienso.

-Papa sabes que siempre que voy a la peluquería los pido que me corten las puntas y terminan cortándome de más no me gusta tenerlo tan corto – con eso cojo mi mochila que había dejado encima de la silla, me acerco a él dándole otro beso en su mejilla. – Acepta de una vez que me gusta tener el pelo así de largo porque así me parezco más a Rapunzel, adiós mami os amo… - mi padre suelta una pequeña carcajada cuando me escucha.

Cuando abro la puerta los escucho a ambos despedirse de mí con besos.

Ya afuera cojo mi bici quitándola el candado del árbol para después dirigirme al instituto.

Sinceramente me gustaba más ir en bicicleta al centro antes que coger el autobús que te ofrecía el instituto.

Cuando llego me encuentro con Adam en la entrada con su moto como siempre, se le veía muy guapo con esa chaqueta de cuero que tenía puesta dándole ese toque de chico malo como en los libros.

Su pelo era oscuro, su piel ligeramente bronceada, sus labios eran gruesos y sus ojos, madre mía… sus ojos lo que más me gustaba de él, eran preciosos.

Los tenía de color caramelo con ese brillo especial en su mirada cada vez que posaba su mirada en mí.

Era perfecto y lo mejor de todo que era mi novio, porque candidatas no le faltaban aún así termino fijándose en mí como yo en él.

-Hola bombón de caramelo – le saludo con una gran sonrisa.

-Amanda… no me llames así – me dice con ese tono de advertencia antes de acercarse y darme un beso.

-Si te lo digo es porque lo eres – le pico. – Eres muy sexy – por su comisura se le asoma una pequeña sonrisa.

Rodeo mis brazos alrededor de su cuello besándolo de nuevo.

Me sentía feliz, afortunada cada vez que estaba con él, era un lindo chico.

¿Se me notaba demasiado lo enamorada que estaba de él?

-Hoy hay una nueva fiesta pero es en la mansión de amigo Ismael esa que tiene piscina, una sala de cine y una habitación de juegos, ¿Quieres venir conmigo? – me pregunta rodeándome con su brazo mi cintura.

Intento que no se me note mi malestar cuando lo escucho, este era uno de los primeros problemas de Adam solo quería ir a fiestas, todas las que hacían él se apuntaba.

No es que no me guste que salga con sus amigos pero si seguía así sus notas bajarían.

Yo sin embargo era todo lo contrario, había acudido solo a una fiesta desde que había llegado porque tenia que quedarme en casa estudiando para poder sacar excelentes notas que me dieran la oportunidad de entrar a una de las mejores universidades del país.

Aunque nos mudáramos a otro país para que mis padres abrieran su primer negocio no éramos ricos.

Si llegábamos a sobrevivir era en parte gracias a mi padre que era él que tenia el taller de coches y se que no tienen dinero suficiente para pagarme una universidad por eso tenia que esforzarme todos los días al máximo para un futuro tener la oportunidad de entrar a una lista de espera en una buena universidad hasta que me llamarán.

Tampoco era yo aquí una genia pero si podía conseguir una beca gracias a mis notas y no pagarla mejor me ahorraría muchas preocupaciones y problemas.

Podía subir más mis notas y una excelente recomendación por parte de los profesores si me apuntaba a los deportes que realizaba el centro pero no era una aficionada así que eso lo descarte desde él primer día.

Por lo tanto graduarme con las mejores notas era mi principal objetivo aparte de ponerme a trabajar a tiempo completo ayudando a mis padres.

A veces trabajaba en el taller con mí padre no sabia mucho sobre coches pero aportaba lo suficiente.

-Si no tengo tanto lío seguro que voy sabes que tengo que ayudar a mis padres con él trabajo y me queda luego poco tiempo cuando termino – le contesto.

Él al escucharme pone sus ojos en blanco demostrándome que no me termina de entender.

En eso éramos muy diferentes...

No se tenía que preocupar por casi nada solo por graduarse ya está, lo tenía todo y según me contó en su momento su familia tenía dinero.

-Amanda siempre tenemos tareas todos los días, ¿No puedes ni por un día tomarte el día libre sin coger un libro? Quiero que vengas conmigo a esa fiesta, solo será está noche no te pido nada más – no era cierto, mañana abría otro fiesta y así sucesivamente ya hemos tenido esta conversación varias veces, con esto quiero decir que él primer mes que cumplimos siendo novios por no decirle que no iba a las fiestas con él fui a una, la primera en una casa de un amigo las demás en locales nocturnos jugándomela a que mis notas bajarán.

Y justamente eso paso, por ir me atrase en las materias y me costo mucho esfuerzo volver a ponerme al día.

-Tengo matemáticas ahora, ¿Te parece si nos vemos más tarde? – le digo cambiando de tema.

-En el almuerzo – doy un paso hacia atrás dispuesta a irme pero él me da un ligero tirón sin soltarme mirándome a los ojos. – Piénsatelo al menos antes de negarte como siempre haces cada vez que te pido salir juntos – me aguanto las ganas de soltar un suspiro.

Siempre me pedía ir a fiestas y no otros lugares, sinceramente este tema me tenía cada vez más cansada.

A lo mejor pensaba erróneamente y nuestra relación no era tan perfecta como quería creer.

-Lo pensare mi amor – le doy un rápido beso entrando al centro caminando por el pasillo hasta llegar a la zona de las taquillas cogiendo mis libros.

Odiaba las clases de matemáticas porque el profesor no era agradable con ninguno de sus alumnos.

Después de algunas clases me encuentro con Ariel mi mejor amiga, ella estuvo conmigo en mi infancia hasta que sus padres se tuvieron que mudar como los míos así que imaginaros la alegría cuando volvimos a reencontrarnos después de estar varios años separadas.

Ambas teníamos el mismo horario así que cada vez que podíamos quedábamos para estudiar juntas y hacer las tareas que nos mandaban

-¡Amanda! ¿Que tal nos despertamos hoy? – sonríe.

Ella era rubia y muy hermosa.

-Pues no tan bien como me gustaría – le contesto sincera.

-Espera – se lleva una de sus manos a su barbilla haciendo que pensaba. – Déjame adivinar – hace una pausa de varios segundos aposta. - ¿Ese no tan bien se trata de Adam? – asiento.

-Seguro que ya te habrás imaginado lo que me pidió hoy y no estás equivocada – suspiro. - ¿A quien demonios se le ocurre hacer una fiesta en su casa un lunes? – en mi tono de voz se notaba mi irritación.

-Solo a Ismael junto con sus otros amiguitos del equipo solo para juntarse con las porristas que son sus parejas como Adam – me detengo observándola. - ¿No has pensando alguna vez que Adam quiere que todo el mundo te vea con él para aludir que tiene novia nueva? Ya sabes cómo acabó su última relación como te conté en su momento – pongo una mueca.

-Como si fuera de su propiedad – niego descartándolo al momento. - ¿Tu vas a ir? – le pregunto mirándome ella como en plan “¿Lo dices enserio?”

-Tengo examen de italiano mañana así que no, ya sabemos como son las fiestas de Ismael que no terminan hasta el amanecer y yo paso de mañana parecer una zombi por los pasillos – aparto un mechón de mi pelo suspirando.

Ay dios…

-Madre mía tendré que decirle que no ahora y él para nada estará contento – ya me imaginaba lo que me iba a decir.

-Ya sabes como es, tú le dices que vaya que no hay ningún problema que se lo pase genial, él se divertirá y al día siguiente lo arregláis como otras veces es imposible que se resista a tus encantos –me sonríe burlona.

Bastante fácil se escuchaba, pero en mi cabeza ya estaba escuchando la voz de Adam diciéndome que no voy porque tengo otro en su arrebato de cabreo, lo de siempre vamos.

-No es tan fácil decírselo como se escucha de tú boca – entramos en la cafetería poniéndonos en la cola para coger nuestro almuerzo.

-Amanda no quiero asustarte y mucho menos ser una completa paranoica pero creo que tu novio no nos quita la mirada de encima… - no me hacia falta mirar por encima de mi hombro para saber que Adam estaba solo a unos metros de nosotras.

-Si, será mejor que se lo diga cuanto antes – le digo despidiéndome de ella.

-Suerte tú puedes - evito poner los ojos en blanco dedicándole una ultima sonrisa sacándole mi lengua.

Tomo una gran respiración cuando avanzo hacía la mesa donde estaba Adam.

-¿Qué tal te fue en tú clase de matemáticas? Sé que no te cae nada bien tú profesor – me pregunta cuando me siento a su lado.

-Lo mismo de siempre aburrido, ¿Y Las tuyas? – abro mi zumo.

-Nada nuevo , ¿Ya pensaste lo que dije? – suspiro.

-Veras no voy a poder ir Adam, sabes lo importante que es para mi las notas porque de verdad necesito la beca – el me mira molesto.

-Amanda siempre me dices lo mismo nunca quieres salir conmigo cuando te lo pido – intento no poner mis ojos en blanco delante de el.

-Si Adam lo que más quiero es salir contigo pero no un lunes y menos una fiesta, acabamos de comenzar la semana sabes que los findes de semana salimos juntos – le recuerdo.

-Juro que te quiero pero a veces me das a pensar que tu no me quieres como yo, eres muy complicada me haces hasta pensar que me ocultas algo – frunzo mi ceño.

-No te oculto nada Adam – le suelto algo molesta.

-Pues pienso que estas con otro por eso no quieres salir conmigo – dios… ya empieza de nuevo con eso.

Cosa negativa de él, era inseguro.

-¿Cómo puedes pensar eso? Solo estoy contigo no con nadie mas y sabes perfectamente lo mucho que te quiero pero no puedo estar todos los días de fiesta, tengo que madrugar y si no descanso no me entero luego de nada en las clases no me puedo permitir bajar de notas – de verdad que intentaba que lo entendiera pero era imposible en ese plan.

-Lo que digas Amanda siempre es el mismo cuento nada cambia – se levanta de malas maneras tirando la bandeja a la basura marchándose molesto.

Todo esto era difícil para mi, pasábamos momentos buenos muy tiernos y bonitos pero luego estaban estos que se podían evitar si el me comprendiera.

Al salir del instituto me fui al taller de mi padre viendo como mi madre estaba ocupada con el papeleo.

Los ayudaba hasta las seis mas o menos depende de los clientes que tuvieran después me iba a casa para hacer las tareas y estudiar.

-Cariño te veo muy callada, ¿Te metiste en algún lio o te sucedió algo? – me pregunta mi madre preocupada.

-No mama estoy bien no te preocupes – le contesto quitándole importancia.

-Entonces mi vida, ¿No te pasa nada? – coloco las piezas nuevas que habían llegado.

-Nada mama ya sabes cosas del instituto sin importancia...

-¿Ya te he dicho que mientes fatal? Me di cuenta que no te acompaño hoy Adam hasta aquí – entonces la observo.

No se quedara tranquila hasta que vea que esta todo bien.

-Tuvimos una discusión tonta – le contesto.

-¿Te hizo algo? – se pone rápido en alerta.

-No mama Adam nunca me haría daño fue una tontería por mi culpa es todo – le digo intentando que no se pusiera nerviosa.

Lo que ya faltaría es que ella se pensara cosas que no eran ciertas.

-No hay nada que no se pueda solucionar hablando con la otra persona, tomate un día libre ir al cine o a dar un paseo por el lago y hablen de ese problema que según tu no tiene importancia, la comunicación es muy importante en una relación hija – por eso y por muchas cosas más amaba a mi madre.

Ella siempre estaba ahí para darme consejos cuando más los necesitaba.

-No creo que ahora sea el mejor momento para hablarlo en estos momentos no querrá hablar – me sincero, no es la primera vez que lo intento hablar y el no me contesta.

-Hablarlo mañana tranquilamente cuando os veáis y si no también puedes ir a su casa así le sorprendes y le ofreces salir a comer algo al centro o lo que mas te apetezca – me sugiere mostrándome una gran sonrisa.

-Tienes razón gracias mama – corro hacia ella dándola un beso.

-De nada mi vida ahora quiero que sonrías estoy segura que mañana estará todo solucionado – asiento volviendo a mi trabajo colocando las cosas estando mas tranquila que antes.

Iba a arreglar nuestra pequeña discusión, mañana mismo iría a su casa y todo se solucionara.

Pero no me imaginaba que con esa acción todo cambiaría…

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Amanda

Adam

Ariel (Mejor amiga de Amanda)

Capítulo 2

Al llegar a casa después de haber cerrado el taller ayude a mi madre a preparar la cena, ambas estábamos agotadas así que juntas terminaríamos antes.

Cuando termine de preparar los ingredientes la deje en la cocina haciendo lo demás subiendo a mi cuarto para darme una rápida ducha ponerme mi pijama cómodo y hacer las tareas que aún tenía pendientes y cenar.

Al terminarlas encendí mi portátil, dispuesta a escribir mi primera novela que estaba escribiendo por Wattpad, para ser la primera ya tenía mi cantidad de lectores que me animaban a subir más capítulos.

Pero últimamente… cuando me ponía enfrente de mi teclado y escribía terminaba borrando todo porque no me convencía.

Suelto un suspiro cuando releo lo que había escrito pulsando la tecla de borrar viendo como las palabras desaparecían de la pantalla quedándose el documento Word en blanco.

¿Qué demonios me estaba pasando?

Antes cuando me ponía a escribir las palabras salían solas y los capítulos me parecían interesantes, pero ahora nada me convence, es como si tuviera un bloqueo de escritor y si lo tenía miedo de que nunca desapareciera y por tanto no pudiera terminar la novela que con tanta ilusión me había animado a subir bajo un nombre que no era mío para que nadie de mi entorno me reconociera.

Me faltaba inspiración últimamente...

La tenía oculta estaba segura solo necesitaba soltarla, pero para eso me tenía que pasar algo interesante en mi vida.

¿Y si lo que necesitaba era experimentar cosas nuevas en mi vida para luego plasmarlas en mis escritos?

“Sin experiencias un escritor no es nada” me dijo una vez Ariel cuando estábamos en clase de literatura y al fondo el profesor estaba hablando de un libro conocido.

Necesitaba sentir sensaciones nuevas…

Termino rindiéndome un día más cerrando la pantalla de mi portátil mirando la hora en mi móvil.

Comenzaba a ser tarde pero no sé si esta noche podría descansar bien, tampoco me quitaba de la cabeza la discusión que había tenido con Adam.

No me había escrito en todo el día así que eso no ayudaba en nada a que estuviera más tranquila.

¿Mañana querrá hablar sobre el tema sin enfadarse?

¿Estará pensando en mí en estos momentos y en nuestra relación?

Por las horas que eran él ahora mismo tenía que estar ya en la fiesta.

No podía comportarse así cada vez que me negara a ir con él a una fiesta, no es que no quisiera ir con él, sino que mis circunstancias de tener que depender de mis estudios me impedían muchas cosas.

Además… no entendía cómo podía pensar que estaba con otro chico cuando no estaba con él, yo sería incapaz de hacer una cosa así, antes terminaría mi relación con él si ya no me gustara y luego saldría con él otro chico, haría las cosas bien.

Su inseguridad salía cada vez más a menudo cuando discutíamos por una cosa o por otra.

Miro el chat viendo que nuestros últimos mensajes habían sido de ayer.

Unos toques en mi puerta me asustan bloqueando mi móvil antes de que mi madre terminara asomándose.

-Cariño, ¿Qué haces despierta aún? Mañana tienes que madrugar… - miro esta vez el reloj digital que tenía en mi mesilla, tendría que llevar ya una hora durmiendo.

-Lo siento mama se me fue la hora – ella entra a mi cuarto acercándose a mi dejando un beso en mi cabeza.

-¿Aun estas dando vuelvas al tema de Adam? – me pregunta preocupada.

Pongo una mueca y decido negárselo para que no se preocupara más.

-No mama, es que… mañana tengo una prueba en sociales y estoy un poco nerviosa – me observa atentamente.

-Te saldrá genial estoy segura, ahora a descansar para que mañana puedas rendir… - deja otro beso, pero esta vez en mi mejilla y yo la abrazo por unos segundos.

Se despide y hasta que no veo como cierra la puerta no me siento en mi cama volviéndome a meter en el chat quedándome unos cuantos minutos mirando las conversaciones de ayer.

¿Y si le mandó un mensaje?

Sí, eso voy a hacer.

Mensaje para mí bebe 😘:

Hola bebe espero que estés pasándotelo bien en la fiesta mañana tenemos que hablar sobre lo de hoy, no me gusta que estemos peleados por una tontería.

Aunque escribo varias veces y borro el mensaje decido mandar lo último que escribí esperando a que me conteste metiéndome en las redes sociales viendo que había subido un par de historias estando en la fiesta con sus amigos del equipo teniendo todos en una de sus manos una bebida.

Había otra historia en la que salía el con dos chicas que eran porristas del equipo parecían modelos sacadas de una revista de ropa interior, eran hermosas y perfectas.

No era celosa nunca me lo había considerado pero un regusto amargo aparece en mi garganta cuando veo la tercera historia en que una de las mismas chicas tenía su brazo rodeado al cuello de Adam mientras ambos sonreían a la cámara.

¿Podría ser que el…?

No, eso no podía ser cierto, Adam no me haría una cosa así a pesar de que tuviera ese carácter fuerte.

Mi móvil suena avisándome que me había llegado un mensaje.

Sonrió cuando veo que el mensaje es Adam.

Mensaje para Amanda:

Mañana estaré ocupado, pero vale

Termino leyendo su repuesta varias veces sintiéndole distante y frío.

Mensaje para mí bebe 😘:

No te preocupes nos podemos ver en el instituto como siempre…

Oye que te parece si… damos un paso más en nuestra relación

Mando el mensaje esperando ansiosa su respuesta mientras aparto las sábanas metiéndome dentro de mi cama.

Mensaje para Amanda:

¿Un paso más? Si es lo que creo que es siempre te rajas en el último momento

Suelto un suspiro cuando leo su mensaje, me explique mal no me refería a tener sexo si no que creo que era hora de que conociera a mis padres, así también vería que no estoy con otro chico metiéndole más en mi vida porque presentarle a mis padres ya era un paso importante, por lo menos para mí.

Mensaje para mí bebe 😘:

No me refería a eso, lo siento no me explique bien…

Me refería a presentarte a mis padres creo que sería un paso importante en nuestra relación.

¿Qué te parece?

La letra de arriba donde ponía que estaba en línea desaparece por minutos mientras yo espero cada vez más ansiosa por ver que me diga que sí.

Pasan otros cinco minutos hasta que obtengo por fin una respuesta suya.

Mensaje para Amanda:

Vale, aunque no se si le caeré bien a tu padre

Su respuesta de nuevo estaba siendo distante, extraña, la verdad que me esperaba un poco de entusiasmo por su parte.

Decido dejarle unos minutos en visto cuando voy a mi baño para lavarme la cara y lavarme los dientes antes de volver a la cama.

¿Estoy siendo demasiado precipitada?

¿Ahora qué demonios debería contestarle?

Mi padre no le gustaba cuando un chico se me acercaba demasiado, pero esperaba que no fuera muy duro con Adam, el seria él primer chico que le presento y espero que sea el ultimo…

Mensaje para mí bebe 😘:

Perfecto

Entonces mañana nos vemos para hablar, estoy segura que le caerás genial.

Pásatelo bien pero no bebas mucho…

Solo pasan tres minutos cuando me vuelve a contestar.

Mensaje para Amanda:

Si estuvieras aquí no tendrías que estar preocupada de si bebo o no o si hago otras cosas…

Mañana quiero también hablar de otra cosa…

¿Cómo que de otras cosas? ¿Qué quiso decir con eso?

De nuevo esa sensación de malestar se hace presente.

¿Qué otra cosa también quería hablar?

¿Me iba a dejar por una tontería como no ir a la fiesta con él?

Ayy no…

Entonces cuando voy a dejar el móvil en la mesilla un nuevo mensaje suyo me llega.

Mensaje para Amanda:

Te quiero…

Cuando lo leo no puedo evitar sonreír sintiendo un gran alivio, porque si quisiera terminar con nuestra relación no me lo hubiera dicho.

Le mando el mismo mensaje, pero con un corazón rojo bloqueando mi móvil pudiendo dormirme estando más tranquila.

Mañana en el instituto todo se arreglaría estaba segura…

Narrador Omnisciente:

La música retumbaba por cada rincón de la enorme mansión de Ismael mientras las mesas estaban llenas de vaso de plástico y botellas de alcohol.

En uno de los rincones del salón estaba sentado Adam burlándose de algo con sus amigos del equipo mientras tomaba un gran trago de su vaso.

Una de las porristas más atractiva que se negaba a tener pareja para poder salir con todos los chicos que le gustase, se le acerco preguntándole si quería hacerse una foto con ella al cual este no se negó.

Después de la foto le ofreció a Adam su bebida aceptando bebiendo del mismo vaso volviéndose a sentar donde antes sintiendo como a los segundos la misma chica se le termina sentando encima de su regazo.

En ningún momento se inmuta vuelve a retomar la conversación con sus amigos mientras siente como la chica pasa su mano por su pecho abriéndole su chaqueta de cuero.

La fiesta sigue, cada vez bebe más y de tener a la chica en su regazo sin tocarla termina posando sus manos en su cintura rodeándola comenzando a decirla cosas al oído que en respuesta la chica termina riéndose.

Se disculpa con sus amigos levantándose de su sitio uniendo su mano con la de la chica comenzando a avanzar entre la gente hasta llegar a las escaleras que daban arriba.

Terminan subiendo las escaleras juntos chocando con algunas personas que estaban enrollándose con otras hasta detenerse en una de las puertas, Adam sabia cada rincón de esa casa como si fuera la suya propia.

Abre la puerta dejando que pase la chica primero para después entrar él cerrando la puerta.

-¿Qué querías hablar? Ahora estamos solos y la música no es tan alta… - le dice Adam observándola como se mueve tranquila por la habitación.

La chica le sonríe cuando comienza a caminar hacia él deteniéndose cuando están demasiado cerca.

-¿Desde cuándo permite Adam que su novia le ponga los cuernos en su propia cara? – la pregunta de aquella chica le deja confuso.

-¿Qué? Eso no es verdad – suelta una risa de burla sintiéndose en el fondo como ese cabreo que tenia de nuevo por Amanda comienza a aparecer de nuevo.

Se alza la chica hacia el rozando su oreja hasta que le deja una pequeña mordida en el lóbulo.

Adam echa un poco su cabeza hacia atrás observándola quedándose sus labios muy cerca cuando la chica también se echa hacia atrás.

-Quiero que me folles – susurra sexualmente la chica comenzando a desabrocharse los botones de su camisa despacio.

En ese momento el móvil de Adam suena avisándole de un nuevo mensaje.

Saca su móvil metiéndose en el chat de su novia viendo el nuevo mensaje.

Yo también te quiero mucho Adam no sabes cuanto… ❤️

Vuelve a leer el mensaje en donde Amanda le explicaba que él había entendido mal que lo único que quería era presentarle a sus padres.

Aparta su mirada del móvil cuando siente la mano de aquella porrista en su paquete dándole un ligero apretón sonriéndole.

Guarda su móvil devolviéndole la sonrisa dando un paso hacia ella como un cazador que va directo a por su presa…

Narra Amanda:

Como todos los días mi despertador suena varias veces hasta que le apago quedándome sentada en la cama contemplando como los rayos entraban por la ventana.

-¡Amanda! ¿Ya te levantaste? – la voz de mi madre se hace presente como todos los días.

Sonrió negando con mi cabeza cuando me vuelve a llamar levantándome caminando hasta mi baño.

Hoy sentía que iba a ser un buen día, lo presentía por eso estaba contenta.

Al bajar a desayunar ya vestida mis padres vieron mi felicidad preguntándome cual era la causa, pero yo no les dije la verdadera razón.

Cogí mi bicicleta como todos los días pedaleando hasta el instituto.

Cuando puse el candado a la bicicleta y me fui hacia la entrada del centro mi sonrisa no duro mucho por dos razones.

La primera que algunas personas me miraban de reojo y empezaban a cuchichear, no entendía por qué y además nunca me había gustado ser el centro de atención.

Y la segunda era que Adam no estaba como todos los días en la entrada esperándome ni tampoco estuvo en ninguna de sus clases faltando una vez más.

Vi a la profesora que nos tocaba juntos la única clase que podíamos estar más tiempo, por supuesto me pregunto dónde estaba y yo no supe muy bien que responderla así que le contesté que estaba enfermo y pude ver la cara de decepción por parte de la profesora y como se dirigió a su mesa apuntando en su libreta que Adam había faltado.

Adam no estaba llevando una buena vida a pesar de que hiciera deporte, pero luego tenía el problema de ir a tantas fiestas y todas las faltas que acumulaba por faltar, se lo había dicho varias veces las consecuencias que terminaría teniendo, pero como siempre no le gustaba que se lo dijera y terminábamos discutiendo una vez más.

Cuando llego la hora del almuerzo me encontré con Ariel.

-Hola preciosa, ¿Que tal te fue con tú rey? – me pregunta cuando nos ponemos a la cola como todos los días.

Me encojo de hombros.

-Pensé que vendría teníamos que hablar, pero al parecer tendré esta tarde que ir a su casa – pongo una mueca.

-Cuando hay fiesta nunca viene al día siguiente Amanda, ¿Vas a ir a su casa? – me mira sorprendida.

-Sí, sí quiero que hablemos y solucionarlo no me queda más remedio – me muevo cuando la cola avanza.

-Mmmmm – muerde su labio por unos segundos antes de sonreírme. - ¿Vas a hacer algo de lo que quieras decirme amiga mía? – me pregunta divertida.

Pongo mis ojos en blanco sonriéndola.

-Qué mal pensada eres ehhh – nos reímos ambas. – Solo voy a hablar con él nada más, aunque tuve una idea y creo que antes de pasarme por su casa me pasare por esa tienda de videojuegos sé que ahí va a comprar muchos juegos para su PlayStation no ha parado últimamente de hablarme sobre un juego que quiere así que creo que la sorpresa y el regalo le gustara – se me había ocurrido en la clase de matemáticas.

-¿Tienes dinero ahorrado? – me pregunta a lo que yo asiento con mi cabeza. – Me alegro que por fin vayas a su casa y espero que de verdad lo solucionéis – la sonrió.

Nos toca coger nuestro almuerzo nos vamos al mismo sitio de siempre hablamos de diferentes temas hasta que el timbre suena y nos toca despedirnos de nuevo.

-Tengo una prueba ahora deséame suerte amiga mía porque la voy a necesitar – me dice cuando nos acercamos a la zona de las taquillas.

-Suerte Ariel sacaras dieces – la animo viendo su gran sonrisa en sus labios.

Le doy la espalda dispuesta a cambiar mis libros para ir a la siguiente clase cuando escucho de nuevo su voz.

-¡Amanda! – me giro observándola viendo como levanta ambas manos haciéndome un gesto provocando que mis ojos se abrieran de sobremanera. – Si al final pasa usar protección no quiero ser tía antes de tiempo – me tapo la cara con una de mis manos sintiendo como el calor sube a mis mejillas.

-¡Cállate eso no pasara! – siento como algunas personas que estaban cerca nuestra nos observan.

Dios mío… que vergüenza.

Ariel se ríe lanzándome un beso al aire marchándose por su camino.

Las siguientes clases pasan rápidas llegando el momento de la salida.

Saco mi móvil viendo que no tenía ningún mensaje de Adam.

Decido por llamar a mi madre para recordarla que iba a ir a la casa de Adam y pasaría la tarde con él, solo esperaba que hoy no tuvieran tanto trabajo en el taller y no necesitarán mi ayuda.

Mi madre no tarda ni dos minutos en coger mi llamada.

-Hola mi vida dime, ¿Qué pasa? ¿Necesitas que papa te vaya a recoger? – sonrió cuando la escucho, siempre se preocupaba como si fuera la primera vez que me animaba a llamarla.

-No mama, las ruedas de mi bici están bien solo te llamaba para recordarte que tenía pensado ir a la casa de Adam ya sabes para hablar con él, ¿Vais a tener mucho trabajo hoy en el taller? – le pregunto mientras por la línea escucho la voz de mi padre hablar con otra persona que sería un cliente. - ¿Mama? – digo al ver que no me contesta. – Oye que si me necesitáis puedo no se quedar otro día con él no pasa nada… - intento explicarla.

-No, no cariño no es necesario hoy tú padre y yo nos valdremos por si solos tú ves y arregla las cosas – sonrió de nuevo. – Las cosas hay que hablarlas y más en una relación…

-Mamaaa… - la digo cuando se por dónde quiere ir.

-¿Qué cariño? – se ríe. – A ver cuando no lo presentas como oficial mi niña está empezando a crecer… - deja caer.

-Ay ya mama tengo que irme antes a una tienda y después iré a su casa – cambio de tema rápido.

-Está bien mi vida te me cuidas, adiós – me manda varios besos.

Me despido de ella de la misma manera, cuando cuelgo quito el candado y me dirijo hacia la tienda de videojuegos.

Tardo un buen rato en llegar a la tienda y comprarlo porque había gente, pero merece la pena cuando vuelvo a subirme en la bicicleta dirección a la casa de Adam.

Dato importante nunca había ido a su casa sabia su calle y había visto la casa en una foto que tenía él publicada en sus redes sociales que salía detrás en un jardín.

Solo esperaba no equivocarme….

Media hora más tarde en él que hago una pequeña parada en comprar agua por el camino termino llegando al vecindario de Adam.

Bajo la velocidad observando cada una de las casas a cuál más modernas y grandes.

Cada casa o más bien mansiones estaban decoradas con muchas flores y cositas de decoración quedando preciosas, en pocas palabras eran increíbles…

Freno despacio cuando me encuentro con la misma casa que vi en las fotos de Adam, la misma entrada el mismo buzón, el mismo jardín decorado, pero fácilmente me podría equivocar porque casi todas tenían el mismo estilo.

Me bajo de la bicicleta avanzando por el pequeño camino de piedras dejándola apoyada en un árbol poniendo el candado como puedo, aunque no creo que estas personas necesiten robar precisamente una bicicleta, pero igual me aseguro que está bien sujeta.

Subo los pocos escalones avanzando hasta la puerta deteniéndome cuando estoy a punto de llamar al timbre.

¿Y si esta no termina siendo la casa de Adam? Pasaría de nuevo mucha vergüenza…

Termino cogiendo una gran bocanada y sin pensarlo más pulso el timbre dos veces.

¡Demonios Amanda solo era necesario llamar una vez!

Me regaño a mí misma asegurándome que mi falda está bien estirada y mi camiseta también, sí, no me había pasado por casa para cambiarme él uniforme.

Pasan unos minutos y la puerta no se abre, vuelvo a llamar, pero nada…

¿Y si no ha vuelto aún de la casa de Ismael?

Suelto una respiración brusca rindiéndome dando la espalda a la casa dispuesta a bajar los escalones e irme a casa.

Ya hablaría en otro momento con él supongo…

Pero entonces escucho detrás de mí como la puerta se abre y un carraspeo se hace presente.

Despacio me doy media vuelta encontrándome con un hombre alto, bastante alto tan alto que me podría sacar tres cabezas por lo menos.

Trago saliva fuerte observándolo quedándome congelada y a la vez embelesada cuando mis ojos se mueven por cada rincón de su cuerpo.

Me fijo en sus músculos, tiene unos brazos y hombros fuertes luego bajo hacia su pecho viendo que tenía una camisa blanca con los primeros botones desabrochados dejando al descubierto un poco de su piel morena.

Subo de nuevo mi mirada deteniéndome en sus labios y por alguna razón siento como una oleada de calor enorme recorre todo mi cuerpo como nunca la había sentido acompañado de un escalofrió cuando contemplo sus labios gruesos, tan gruesos que te dan ganas de besarlos y mordisquearlos.

Y sus ojos… sus ojos se parecen mucho a los de Adam solo que mi novio los tenía de color negros y este hombre los tenía tan azules que al momento te hechizaba con solo mirarte.

Su pelo era oscuro y tenía unas manos enormes que podían rodear cualquier cosa mientras que sus venas se marcaban dándole un toque más sexy.

Tiene una barba de unos cuantos días, pero ni eso hacia ocultar su belleza….

Parecía un dios griego que había bajado a la tierra para crear caos.

Tenía algunos rasgos de Adam, pero más mejorados como si eso hubiera sido posible hasta ahora que lo estoy viendo con mis propios ojos.

Salgo de mi trance cuando veo como suelta una pequeña risa metiéndose ambas manos en sus bolsillos de su pantalón echos a su medida, siendo elegantes.

-¿Hola? – dios su voz… como si más perfección no existiese en un humano tuvo que hablar demostrándolo que se superaba aún más, teniendo una voz malditamente ronca y sexy. - ¿Quién eres?

¿Qué quién soy?

Creo que ahora mismo se me había olvidado hasta de cómo se hablaba…

¿Pero quién era este hombre?

Lo vuelvo a observar con lentitud y entonces mi corazón comienza a latir demasiado rápido por segundos.

No…

No puede ser…

¿Era un hermano de Adam que no sabía de su existencia hasta ahora?

Mi Instagram donde podréis estar informadas de todo: @mishistoriascontadasenpapel

Amanda

Adam

El hombre con él que se encontró Amanda que la dejo embelesada 😏

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