El amor es ese sentimiento profundo y duradero que nos une a otra persona y nos hace querer compartir nuestra vida con ella. No cuenta la edad, cuando los sentimientos fluyen de un momento a otro, aunque en ocasiones no sabes lo que pasa, con el tiempo se va aclarando todo.
Pero ¿qué pasa cuando sientes ese amor por la persona que conoces muy bien?, ¿qué escuchas como habla de sus sueños y metas a diario, los cuales te podrían alejar y por medio de eso no pueda fluir ese amor?, esa atracción incontrolable que desea fluir sin control y que solo un detalle lo detiene.
Aunque ambos sientan esa atracción y demuestren por medio de gestos que hablan más que mil palabras. Cuando no paran de mirarse, imitando los mismos gestos y acciones. Siempre buscando el contacto físico y que decir del interés a la vida de cada uno. A pesar de eso, muchas cosas influyen en sus vidas y el estar juntos aún más.
¿Qué tan difícil podrá ser controlar la atracción de dos jóvenes que llevan una vida entera de amistad y que ahora las cosas cambiarán totalmente?
No sería fácil seguir actuando frente a todos como si nada pasará, ellos sabían que nada sería igual después de lo sucedido.
—¡Eli!, únete— exclamó Noelia al ver llegar a Elisa, su mejor amiga.
Eli solo sonrió, colocando su morral en las gradas, así unirse al juego de voleibol donde estaban sus otros dos amigos, uno con su mirada puesta en ella. Detallando cada centímetro del cuerpo de la chica, como si tuviera días sin verla. Cuando únicamente quería verla, de la manera en que nunca lo había hecho. Cómo un hombre que desea a una mujer.
—Empecemos de cero, dos contra dos— propuso Elisa, desviando la mirada de Anyel quién sonrió, acercándose a ella.
—Uy no, Anyel es muy tramposo— se quejó Noelia.
—Tranquila Noe, esta vez no podrán ganar— aseguró Julián.
Anyel y Elisa se sonrieron, su complicidad iba más allá de solo un juego, como olvidar esa tarde, donde su amistad cambio drásticamente y ahora sus corazones latían sin control con cada mirada, cada rose de sus pieles y aún más, en cada acercamiento peligroso, donde esa atracción fluía sin control.
El juego estaba tenso, sus cuerpos sudados y aun así, no daban tregua alguna. Quedando el partido en un empate, un punto a favor de quienes siempre perdían contra ellos.
—No quisimos ganar— afirmó Anyel burlón.
—Ya quisieras idiota— respondió Noelia riendo.
—Fue divertido, ¿cuándo se repite?— indagó Julián contento.
—Tengo una prueba mañana, debo estudiar y descansar hoy— Anunció Elisa, dejándolos en silencio a todos, en esas palabras había un tema profundo del cual ninguno quería hablar.
—¿Si te aceptan te vas?— Decidió preguntar Noelia con una expresión de tristeza.
—Chicos, saben que mi sueño es poder obtener una beca en la mejor universidad de música, ser una gran pianista— explicaba Elisa con mucho anhelo.
—Lo siento, soy tan egoísta en no querer que te marches de mi lado— Confesó Noelia, palabras que también quería decir Anyel, pero no le salían.
—Los quiero mucho y siempre estarán en mi corazón, jamás los olvidaré— hablo Elisa con la mano en el corazón.
—Además, aún nos falta seis meses para salir— los consoló con eso, abrazando a Noelia.
Sin embargo, eso no tranquilizaba a Anyel, su sueño, la separaba de él y eso le dolía, su amiga de la infancia y que se convirtió en algo más sin darse cuenta, hasta que sus cuerpos hablaron más que cualquier palabra que pudieran decir, no esperó que eso sucediera justo cuando estaban listo para tomar rumbos diferentes.
2 semanas atrás
Entre confianza y seguridad de que sus vidas están unidas en una amistad inigualable, verdaderamente hermosa, con muchos sueños por cumplir juntos.
Cuyos sentimientos no eran capaz de fluir más allá o eso era lo que ellos quisieron sembrar en lo más profundo de su ser sin recibir cosecha que ellos no esperaban. Sin embargo, el destino no era fácil de manipular, sus vidas podrían estar destinadas a un amor inevitable.
—Eli, mi abuelo te espera para que toques esa melodía que le gusta— habló Anyel sonriendo con burla.
—Sonríes como si eso fuera un daño o maldad para Eli— refunfuñó Noelia, acertando sus palabras, ya que Elisa sonreía feliz.
—Es como si me dijeran a mí, que me encerrarán en una habitación con diez computadoras, ¿creen que lloraría?— todos voltearon los ojos.
—Deja de presumir que adoras vivir metido en esos aparatos— se burló Elisa.
¿Por qué no critican a Anyel?— reclamó Julián.
—Anyel los usa para generar dinero. Tú solo juegas tonterías— Argumento Noelia.
La tarde de amigos en un juego amistoso había finalizado, dándole entrada a sus clases. Realizar sus sueños, dependía del esfuerzo que cada uno dedicada para obtener sus becas, unos en la misma ciudad, mientras que otros, ya fuera del país.
Elisa y Anyel caminaban entre bromas, asegurando ya en sus manos esos sueños de la cual estaban trabajando tanto, hasta llegar a la casa donde eran recibidos con una sonrisa.
—Buenas tardes, señora Ysyuri— saludo con mucho respeto Eli.
—Niña, te he dicho que no me digas, señora, tantos años tratándonos y no dejas de verme como desconocida— reclamo la mujer amablemente. Eli solo sonrió y camino a la sala, donde ya estaba esa señora de 65 años, esperándola con una sonrisa para oírla tocar el piano.
—Mi niña, pensé que no vendrías, luego recordé que eres más fans de este piano que yo— bromeó la señora haciendo reír a todos.
Elisa, tomo asiento, acarició unos segundos las suaves (teclas) del viejo piano de cola _Steinway_), ella deseaba tener en sala de su casa uno algún día, su mayor y más grande anhelo, un sueño que sin duda deseaba cumplir.
La melodía (Valse Venice compuesta por _James Scott_) comenzó a sonar, escuchándose en toda la sala y gran parte de la casa, la señora cerró sus ojos, esa melodía sin duda lo transportaba a su juventud, esos lindos momentos que pasó junto a su amado, cada prueba, obstáculos y malos entendidos qué pasaron para ser feliz.
10 minutos fueron suficientes para que Elisa lograra llevar a la señora a su felicidad, a través de la maravilla de la música.
—Ya fue suficiente, abuela— habló Anyel, casi arrastrando a Elisa a su habitación.
—Todo cambiará entre ellos, cuando se den cuenta de que son el uno para el otro— murmuro la abuela, viéndolos entrar a la habitación de Anyel. Ysyuri sonrió, no le parecía una mala idea.
Anyel casi arrastró a Elisa a su habitación, estaba ansioso de mostrarle la noticia que había recibido, un regalo que deseaba darle a su madre.
—Espero que sea algo superimportante, para que casi me mates— Soltó Elisa de brazos cruzados.
—¿Recuerdas lo que te conté?, De que mi madre sueña con ser una maestra de niños— Eli asintió.
—Pues mandé un currículum al colegio hace un mes y llegó la respuesta— Eli coloco sus manos en la boca, esperando que su amigo terminara de dar la noticia. Su madre era muy amiga de ella, que trabajarán juntas, era sin duda el mejor regalo para ambas.
—Si la aceptaron— susurró casi con los ojos aguados.
—¡Aaaah!— Grito Eli Feliz, abrazando a Anyel, sin medir la fuerza de su cuerpo, ambos cayendo en la cama, sus cuerpos completamente unidos y sus labios aún más, un breve momento se miraron fijamente, al separarse por la gran sorpresa, aun así el poder del deseo y la curiosidad de probar más, le ganaron a Anyel, tomando a su amiga por el cuello para unir nuevamente sus labios, esa vez en un beso más profundo, sin importar lo torpe que estaba siendo ella.
El tiempo se detuvo, que eran amigos, ambos lo olvidaron. Solo se dejaron llevar por un beso sin querer, sin imaginar que sucedería y mucho menos que les había encantado al punto de no querer separarse. Aunque, la falta de aire los obligó.
Elisa se levantó como pudo, su cuerpo temblaba de los nervios y la excitación que le había provocado ese gran beso, sus miradas buscaban una explicación de lo que había pasado. Sin embargo, no la tenían, no sabían qué decir.
—Eli...— susurró Anyel acomodándose en la cama.
—Me tengo que ir, Noe va a mi casa para que hagamos una tarea, nos vemos— interrumpió ella, tomando su morral y saliendo a toda velocidad.
—Eli...— intento hablar la madre de Jean.
—¡Ya me voy Ysyuri, señor Roberto, tengo algo que hacer!— exclamaba Elisa, sin deseo que se vieran su cara roja como un tomate casi corriendo llegó a la salida, donde pudo tomar suficiente aire.
Mientras en la sala, Anyel era interrogado por la mirada de su madre y abuela.
—¿Paso algo?— curioseo su abuela.
—¿Qué le hiciste?— interrogó su madre.
—Nada, Noelia la espera para salir de compras— Alego él, muy calmado, regresando a su habitación, donde se lanzó a su cama con una sonrisa, miles de preguntas pasaban por su mente.
¿En qué momento comenzó a desear a su mejor amiga?, ¿De dónde le salió besarla con tantas ganas y deseo?
Con todas esas preguntas, también caminaba Elisa a su casa, su corazón latía sin parar, respiraba profundo en busca de más aire para sus pulmones.
—Te besaste con Anyel, Elisa, con tu mejor amigo, tu primer beso...— se iba cuestionando ella misma, sin poder procesar lo que acababa de pasar.
—¡ELI!— grito su amiga al otro lado de la calle, sacándola de sus pensamientos, pasaron un par de autos dejando que la chica cruzará.
—Justo iba por ti a casa de Anyel...— Noelia la detalló.
—¿Qué traes?, estás muy sonrojada— Elisa abrió los ojos muy grandes, como si en su frente estuviese grabado todo lo que pasó.
—¡Nada!_ exclamó muy nerviosa.
—¿Segura que estás bien?— cuestionó Noelia muy seria.
—Sí, sí, ya vamos a casa.— la calmó Elisa, no estaba preparada para decirle a su mejor amiga que se besó muy apasionadamente con su mejor amigo.
Ninguno de los dos, estaban preparados para anunciar lo que había pasado, cuyo accidente provocaría que todo diera un giro inesperado. Ese beso era un cambio a sus sentimientos, a sus deseos y sueños.
Holaaaaa ❤️
Gracias por el bonito apoyo que me han dado en todas mis historias.
Empecemos esta historia de amor, preparen esos corazones ❤️😍, esas lágrimas 😂😹
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Nota: Para mí, la lectura es un espacio que te lleva a imaginar, a recordar, a inspirarte y muchas veces a llenarte de valor.
Disfruten cada historia que leen, demuestren lo mucho que les gusta la historia con todo el apoyo que les brinda la app para apoyar.
Besitos 💋😘
Abracitos 🤗
Elisa Cardinali 17 años
Anyel Milán 17 años
Noelia Cabral 17 años
Julián Guedel 17 años
Los personajes principales ❤️
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