📱Eres una descarada, maldita bruja... (entre muchos insultos, palabras hirientes y horribles)
Se escuchaba del otro lado de la línea telefónica a una mujer bastante molesta, insultando con todo su ser a la mujer de este lado de la línea, la cuál ya estaba bastante cansada de tantas llamadas insultantes por parte de Lisbeth, pero Abbi está vez optó por colocar el teléfono en alta voz...
📱 Responde desgraciada, no te hagas la sorda, dame la cara estúpida, recuerda que ese hombre con el que te revuelcas es mi marido... --Abbi respiro profundamente, pues en lo que abrió la llamada y escucho la escandalosa e insultante voz de la loca e insegura de Lisbeth despegó su teléfono celular de su oído y no se preocupó en responderle absolutamente nada, lo coloco en la mesa de la cocina mientras se servía un vaso de leche, pues en algún momento Lisbeth se tiene que cansar de hablar--
Con esta llamada ya Abbi había perdido la cuenta de todas las llamadas que solo esta semana le había realizado Lisbeth de varios números de teléfono, a los cuales Abbi bloqueaba al escuchar que la llamada se terminaba, pues ya había cambiado en tres oportunidades su número de teléfono, pero Lisbeth lo conseguía; claro y como no lo iba a conseguir si ella es la actual pareja del exesposo de Abbi.
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3 años antes...
Abbi Robles una esposa dedicada a su hogar y a su familia. Estaba casada hacía unos 6 años, tenía un esposo ejemplar según ella, pues se complementaban mutuamente. Abbi y Sebastián se casaron muy enamorados, 2 años después tuvieron a su hijo Miguel a quién le dedicaron su amor y su tiempo. Abbi trabajaba con su amiga y socia Alice en la Panadería, al salir de su primer turno pasaba por el colegio buscando a su pequeño Miguel que tenía 3 años de edad para luego ir a su casa, preparaba el almuerzo para su pequeña familia y luego regresaba a su trabajo, pues muy rara vez Sebastián no iba a almorzar, él siempre le avisaba cuando se demoraba o si no podía ir por algún percance, pero desde hace unos meses Sebastián había cambiado su rutina.
Abbi no le había prestado mucha atención a la situación, pues al principio asumió que era muy posible que su esposo estaba muy estresado por tanto trabajo que había tenido últimamente, que no le daba tiempo de llegar para el almuerzo o para la cena, los últimos tres meses estuvo de viajes constantes y solo se lo atribuía al trabajo...
- Buenas noches Sebastián! Amor como te fue hoy? --como siempre lo recibía cariñosamente con un abrazo y un beso en sus labios--
- Últimamente tengo mucho trabajo... --deja las llaves y su portafolio en la mesita de la entrada--
- Mi amor te voy a hacer un masaje para que te relajes... --mientras trato de ayudarlo a quitarse la chaqueta--
- Dejate de tonterías Abbi! --lo dijo en un mal tono que me quedé paralizada, no entendí que estaba haciendo mal, luego él se metió a la habitación para cambiarse, respire profundamente y pensé que de verdad tuvo muy mal día, fui a la cocina para terminar la cena--
- Amor! Te sirvo la cena? --digo de lo más cariñosa mientras voy entrando a la habitación--
- No! No quiero comer, Abbi no tienes nada más importante que hacer? --me dice en un tono bastante elevado, es la primera vez que me grita sin razón aparente... En una relación que puede ser más importante que atender a tu pareja? Me quedé un poco fría--
- Disculpa no te quise molestar! --se lo dije de lo más seria posible y salí de la habitación sin decir nada más--
Yo lo entiendo, que tal vez no tuvo buen día pero tampoco es para que se desquite conmigo; pase por la habitación de mi hijo quien desde hace rato ya se había quedado dormido, lo cobije bien, le di un beso en su frente, apague la luz y salí. Estaba en el cuarto de lavado no entendía que le sucedió a mi esposo, doblaba la ropa limpia mientras pensaba y no encontraba ninguna razón para lo que sucedió hace aproximadamente unas horas antes, las lágrimas no las podía controlar...
- Amor! Que haces aquí tan tarde? --siento sus fuertes brazos cruzarse en mi pecho y un beso en mi nuca--
- No lo ves? ...Estoy muy ocupada! --limpié mis lágrimas antes de que se diera cuenta--
- Abbi, amor ya es muy tarde mañana yo te ayudo con la ropa, ven ya vamos a dormir...
- Qué, ya se te pasó la molestia que tenías? --le digo poniéndome de pies frente a él--
- No te entiendo amor?
- Ah! Bueno! --se está haciendo el que no sabe o ya está loco?-- Entonces ya somos 2 los que no entendemos...
- Amor, de que estás hablando?
- Sebastián! Explícame que bicho te pico para que hoy descargaras tu molestia conmigo.
- No es eso, amor hoy tuve un mal día...
- Y por eso me vas a gritar?
- Disculpa mi vida, Abbi mi amor lo siento no volverá a pasar...
- Es que no volverá a pasar porque a la próxima... es preferible que te muerdas la lengua antes de abrir la boca --me fui hacia la habitación y lo deje afuera--
- Abbi, Abbi! --decia del otro lado mientras tocaba suavemente la puerta-- Mi amor abre la puerta, tengo que tomar una ducha, Abbi no me puedes dejar aquí --tome su toalla, la pijama, cobija, almohada, abrí la puerta y le lance todo encima--
- Sí puedo! ¡Además puedes dormir en la sala, en el cómodo y rico mueble. Buenas noches! Que descanse Señor Bianco. --cerre la puerta antes de que reaccionara y me fui a cambiar para dormir--
- Abbi, Abbi mi amor abre la puerta, mi vida déjame pasar, como crees que podré descansar en el mueble, Abbi ya no estés molesta conmigo, amor discúlpame... Amor lo siento hoy no tuve buen día... Abbi.
Me acosté de lo más cómoda en mi gran y espaciosa cama, al poco rato ya no escuche el toque en la puerta ni a Sebastián hablar... Aún ronda en mi cabeza su manera de actuar está noche y no entiendo... Pudiste haber tenido un pésimo día pero eso no te da razón para que otra persona pague los platos rotos. Mi día fue patético, mientras estaba en el trabajo mi menstruación bajo de lo peor que hasta me manche, tuve que lavar mi pantalón y quedarme encerrada en la oficina hasta que Alice me lo trajera seco, luego pase por mi tesoro y la maestra me comentó que un compañero le había mordido la mano, tuve que llevarlo cargado hasta nuestra casa para que dejara de llorar, prepare con mucho esmero y amor el almuerzo para mi esposo el cual no llego ni tampoco aviso, coloque unas cargas de ropa en la lavadora y ya para la noche cuando lo veo abrir la puerta principal, voy a recibirlo con tanto cariño y él me sale con ese desprecio... ¿Que estupidez le está pasando?
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...🌻❤️🇻🇪🤔...
Sebastián Bianco 32 años, moreno claro, cabello negro, ojos café con una estatura de 1,85 es dueño de un prestigioso bufete de abogados. Marina su madre es una mujer de 60 años, Danilo su padre tiene 65, Martin su hermano mayor tiene 36 años, felizmente casado con Gisell y con 2 hijos.
Desde que en aquella oportunidad vio a esa rubia pecosa cruzar ese pasillo principal de la universidad se propuso conocerla, pues ella tenía una encantadora sonrisa que lo atrajo desde el primer día. Un tiempo después ya eran novios y más adelante se casaron. A Sebastián le costó bastante conquistar a Abbi pues ella era una chica "diferente", ella solo le preocupaba sus estudios, no era fiestera, no tenía ningún tipo de adicciones y no le gustaba estar metida en problemas. Abbi viene de una familia de dos hermanos y ella es la menor.
Mi matrimonio con Abbi es de lo mejor, nos entendemos y también dividimos las tareas, luego cuando nuestro hijo Miguel nació nuestra rutina cambio pero no me quejaba, pues Abbi no estaba trabajando, cuidaba por completo a nuestro bebé y se dedicaba a toda la casa, mi trabajo fue creciendo cada día más y más, mi asistente enfermo y yo me sentía bastante abrumado, ese día no fui a almorzar a casa porque teníamos un caso muy importante y no le encontrábamos la solución, al llegar a casa me sentía muy estresado y la verdad era que no quería que nadie me dijera nada y cuando Abbi me recibió yo ni siquiera tome en cuenta su agradable recibimiento, luego cuando me preguntó sobre la comida sin querer le grité, pero me di cuenta de todo lo mal que me porte con mi esposa esa noche pues ya ella me había echado de la habitación.
Se que no debí tratarla de esa manera, pues algo en mi pecho y mi mente me decía que mi esposa no tenía la culpa de mi mal día, pero ya lo hecho, hecho estaba ahora solo tenía que buscar la forma de disculparme; pase a la habitación de mi hijo, bese su frente y lo arrope muy bien, tome la ducha en el baño de la habitación de mi pequeño y luego me acosté en el cómodo mueble de la sala. Me desperté bastante temprano pues quiero sorprender a mi bella esposa con un rico desayuno, pero el sorprendido fui yo porque no sé en que momento se despertó y preparo todo, además ya nuestro hijo estaba vestido para llevarlo al colegio...
- Buenos días mi amor! --me acero a mi hijo que está sentado tomando su cereal y beso su cabecita, Abbi no me responde entonces me acerco a ella para darle un abrazo y el beso de buenos días, pero me esquivó-- Abbi? Amor aún estás molesta por lo de anoche? --ella ni siquiera me miró solo colocaba mi plato con el desayuno y luego preparaba la lonchera de Miguel-- Amor yo puedo pasar dejando al niño al colegio...
- Mejor no te preocupes! Pues a mí el tiempo si me alcanza para todo, especialmente para no tratar mal a las personas que no tienen la culpa...
- Mi amor vas a seguir con eso? Ya te pedí disculpas...
- Miguel ya termina tu cereal y ve a lavarte los dientes... --le dijo cariñosamente a nuestro hijo sin siquiera mirarme--
- Si mami... --Miguel se levantó y fue al baño--
- Entonces que? --digo al presionarla en el mesón de la cocina--
- Entonces nada! Mejor dame un permiso que yo si valoro mi tiempo.
- Abbi mi amor ya no estés molesta conmigo, ya te pedí disculpas...
- Yo también tengo derecho de molestarme, así que dame permiso que se me hace tarde, además te prepare el desayuno para que luego no digas que te fuiste a la oficina sin desayunar porque tú esposa está molesta contigo, espero que tengas mejor día que el de ayer...--me dice lo más suave posible para que nuestro hijo no presencie ningun tipo de discusión por nuestra parte-- ¡Miguel! Hijo ya vamos que se nos hace tarde. --le dijo para que se apurara en salir del baño--
- Voy mami. --Miguel tomo su morral y se acercó para darme un beso-- Te quiero papi.
- Te amo hijo, nos vemos más tarde --lo abrace y bese su frente--
Muy rara vez Abbi se molesta especialmente conmigo, lo más normal cuando está de mal humor es porque algo no le salió como quería o porque está en sus días, entonces prefiere prender la lavadora y saca ropa sucia de todos lados y así drenar su molestia. Abbi siempre tiene una hermosa sonrisa y alegra mis días con todo su amor.
Entonces como no pude preparar el desayuno voy a regresar temprano de la oficina para darle la sorpresa y preparar el almuerzo, pero se me complicó todo en la oficina y no pude regresar a casa a la hora del almuerzo.
Para la noche pase por una tienda, le compré un perfume, unos chocolates y unas rosas, pues eso nunca falla... Al llegar a casa, decidí tocar la puerta como cualquier visita, cuando Abbi abrió me coloque las flores en la cara...
- Buenas no... ches...
- Amor me disculpas --digo mientras retiro el ramo y lo estiró para entregárselo--
- Crees que con unas flores y chocolates te voy a disculpar tan fácilmente?
- También te traje un perfume! --le digo con una pequeña sonrisa--
- No! --decia volteo para dejarme allí parado--
- Abbi, mi amor disculpa --le tome del brazo y la gire hacia mí-- Mi amor anoche no debí de tratarte así, mi vida tu no tienes la culpa de mi mal día, no se que me pasó, me segue y no me di cuenta de la manera como te hablé, mi amor perdóname...
- Esto no volverá a pasar, Sebastián espero que aprendas la lección y pienses muy bien como me vas a hablar especialmente cuando estés molesto por cualquier cosa, pero sobre todo cuando yo estoy ajena a lo que te haya pasado, entendido?
- Si mi amor...
- Bueno! Gracias por los regalos, pero igual te toca dormir en la sala. ¡Buenas noches! Que descanses...
Ella tomó los chocolates, el perfume, las flores y se metió a la habitación cerrando la puerta tras de ella, cuando voltee hacia el mueble ya tenía acomodada mi toalla, pijama, almohada y la cobija... Pues mi esposa es de un carácter bastante fuerte, pero muy adorable, sonreí. Voy a ver a mi hijo a su habitación para luego tomar la ducha y cenar porque seguramente mi esposa me dejó la comida servida y tapada en la cocina...
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...🌻❤️🇻🇪😊...
Abbi
Desde ese día Sebastián no me volvió a gritar, pues como castigo durmió toda la semana en la sala, así aprende a dominar sus emociones y a no pagar los platos rotos conmigo.
Los días fueron pasando... algunos lentos, otros rápidos, unos buenos y otros no tanto; unos meses más tarde mi matrimonio empezó a tener una baja...
- Abbi! Amiga tal vez Sebastián tiene un caso bastante complicado y por eso no ha llegado a casa en estos días...
- Alice por favor! No soy tonta, sé que hay otra cosa o mejor dicho otra mujer... --le digo en un tono melancólico apretando fuerte la taza de café y unas traicioneras lágrimas se me escapan, las cuales limpio rápido--
- No pienses eso amiga! Sabes que todas las relaciones tienen altas y bajas; mira nosotras ayer nos habíamos molestado y hoy mira como estamos hablando de tus dudas...
- Es muy diferente Alice... --mientras tomo su mano-- Nosotras aparte de ser socias en este local somos amigas y siempre tratamos de comunicarnos --respire profundamente-- En cambio, Sebastián es mi esposo, nunca se había quedado fuera de casa por tantos días y mucho menos sin darme alguna explicación creíble.
- Pero ya le llamaste? Tal vez tuvo algo que le impidió comunicarse contigo...
- Sí, claro que le llamé... Estaba preocupada por él, pero no me contestó y anoche me envió un mensaje diciendo que su celular se había quedado sin batería, que el auto se descompuso y no pudo regresar a tiempo.
- Ves allí lo tienes amiga. ¿No entiendo por qué tanta preocupación?
- Es que no lo ves Alice? Son puras excusas, no es la primera vez que Sebastián no llega a dormir...
Últimamente, Sebastián siempre llegaba cansado, otras veces ni siquiera llegaba a dormir, ya no me colaboraba con las cosas de la casa ni de nuestro hijo, no se preocupaba por ayudarme a hacer el mercado o por lo más fácil comprar las frutas o la merienda para Miguel, se volvió más distante en todos los sentidos, ya casi no teníamos intimidad, mejor dicho parecíamos un par de extraños las pocas veces que coincidíamos en casa...
- Sebastián! Te estaba esperando... --le digo al escucharlo llegar a casa, había preparado té para los dos-- Necesitamos hablar.
- Dime.
- Ven toma asiento --le digo mientras sigo hacia la cocina y servir el té-- Prepare té.
- Gracias... --le doy su taza y me siento frente a él--
- A la orden... Sebastián esto no puede seguir así --se que mi corazón puede que salga muy lastimado con esta conversación pero es preferible aclarar todo antes de seguir con las faltas y las posibles mentiras--
- Abbi! --Sebastián ni siquiera me mira a los ojos, eso quiere decir que mis sospechas pueden ser muy ciertas, respire profundo, yo amo a mi esposo con todo mi corazón, pero si su sentimiento hacia mi ya no es el mismo es mejor que me lo diga aunque no esté lo suficientemente preparada para quedarme sin el amor de mi vida--
- Antes de ser esposos fuimos amigos --le sonrió nerviosamente-- Sebastián teníamos una buena comunicación, yo no puedo seguir esperando a que llegues y resulta que te desapareces por varios días y ni siquiera te dignas a avisarme...
- Lo siento Abbi, yo debí avisarte que no venía anoche...
- Ya tienes más de 3 meses que se te olvida avisar que no vas a venir a dormir, Sebastián yo soy tu esposa y merezco respeto...
- Tienes razón mi amor, no volverá a suceder, sabes perfectamente que tengo un caso bastante complicado y requiere que tenga que salir de la ciudad...
- Eso espero Sebastián! Espero que realmente sea un caso y no otra mujer porque de lo contrario es preferible que me lo digas de una vez...
- No Abbi! --se acercó para abrazarme-- Mi amor no pienses eso, te estoy diciendo la verdad...
Unas semanas después por fin mi esposo ganó el caso y pude disfrutar del tiempo de Sebastián nueva y completamente, entonces pensé que ciertamente me estaba diciendo la verdad aunque aún tenía mis dudas. Días después teníamos un almuerzo con unos viejos amigos y no llego, le estuve llamando y no me contestó en ningún momento...
- Tranquila Abbi! Tal vez Sebastián está en el juzgado y no puede contestar.
- Si, puede ser! --sentia una gran pena y una rabia a la vez pues Sebastián no me había comentado que tendría alguna reunión ni nada por el estilo, además que su agenda estaba despejada para ese día y en especial para ese reencuentro de viejos amigos--
- Abbi! Estás hermosa, cuéntanos cómo te va en la panadería?
Empezamos a hacer conversación, pero igual no pude olvidar el desaire que nos hizo mi esposo...
Los días pasaron y en vez de ser yo la que estaría molesta con él, era él el que no me hablaba.
Estaba haciendo unas cargas de ropa en la lavadora y me consigo con una mancha de labial en su camisa y un ticket de hotel en el bolsillo de su pantalón; entonces decidí revisar su estado de cuenta y allí descubrí que tenía varios gastos de hoteles de la ciudad, de restaurantes y de joyería...
- Se puede saber que significa esto? --le digo en lo que sale de tomar su ducha--
- Amor, es mi camisa... --me lo dice de lo más tranquilo--
- Sé perfectamente que es tu camisa, mejor dicho la que tenías puesta hoy.
- Si, por qué?
- Ya no me vas a ver más la cara de estúpida, recoge tus cosas y lárgate de mi casa... --una traicionera lágrima corre por mi mejilla--
- No te entiendo amor.
- Ah! No entiendes? --abrí la camisa dónde tenía la mancha y se la lance en la cama junto con los tickets del hotel y los estados de cuenta con los gastos sombreados-- No me mientas Sebastián --sentia que mi corazón se me iba a salir por la boca--
- Abbi, amor lo siento! Eso fue... Eso fue algo sin importancia.
- Algo sin importancia? --me senté en la orilla de la cama, él se arrodilló y tomo mis manos-- Sebastián algo sin importancia que ya tiene unos meses sucediendo?
- Mi amor, ya no va a volver a pasar... Te lo prometo --mientras besaba mi mano--
- Por eso era que no me tocabas? En estos últimos meses? --decía con un gran nudo en la garganta--
- Lo podemos arreglar mi amor...
- Eso crees? --me levanté y agarre el vaso de vidrio que estaba al lado de la mesita de noche y lo deje caer al suelo-- Arréglalo, trata de que quede como era antes... --Sebastian me miraba desconcertado-- Este matrimonio se acabó, si yo no soy suficiente para ti entonces tú tampoco lo eres para mi --me encerré en el baño--
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...🌻❤️🇻🇪😔...
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