ROMPIENDO LAS REGLAS :
Mi nombre es Mía Miller. Acabo de cumplir 18 años. Soy una hermosa adolescente. Tengo un novio que se llama Carlos. Vamos en la misma preparatoria y ya casi terminamos nuestros estudios. Mi mejor amiga se llama Laura, somos inseparables. Mi padre se divorció de mi madre, ya que no nos quería. Él salió adelante solo conmigo, es un hombre admirable. No hace mucho tiempo se acaba de casar con Sara, es una buena mujer y se porta súper conmigo, pero siempre me hará falta el amor de una madre. Mi padre tiene un viaje de negocios fuera de casa y no sé qué hará conmigo. No creo que me deje sola, no confía mucho en mi novio, la verdad, mejor dicho, no le cae para nada bien.
Papá: hija, pronto vendrá un viejo amigo a quedarse por unos días aquí, ya que acaba de llegar de Inglaterra y no ha comprado ninguna propiedad aún. Le ofrecí la casa mientras encuentra algo, solo espero que seas educada con él, por favor.
Mia: No te preocupes padre, ni que fuera tan mala como para hacerte quedar mal delante de tu amigo. Bueno papi, ya me voy a la escuela. Salúdame a Sara, nos vemos más tarde. Le doy un beso de despedida. ¡Chao! Voy llegando a la escuela, me encuentro con Laura y procedemos a entrar a clases.
Laura: No veo a Carlos en clases, ¿será que faltó? Aunque ahora que lo pienso, no lo creo porque vi su coche afuera.
Mía: Seguramente está con esos amigos vagos que tiene, ya se lo he dicho, no me gustan. Bueno, mejor prestemos atención a la clase o el maestro se molestará con nosotras y nos dejará más tareas para hacer en casa. Terminamos nuestras clases, me voy directamente a mi casa, entro y veo que tenemos visita. Saludo y todos voltean hacia mí.
David: hija, ven, ya te había hablado de mi amigo. Tú lo conociste cuando estabas pequeña, ven y saluda.
Mía: ¡Hola! Mucho gusto, me llamo Mía. La verdad es que no me acuerdo de ti. Espero que te sientas bien durante los días que vas a pasar en casa.
Estefan: Hola Mía, mira lo mucho que has crecido. Ya eres toda una señorita. Me llamo Estefan. Sé que te conozco desde muy pequeña, pero no me puedo acostumbrar a ver lo grande que estás.
Mia: miro a este hombre de arriba a abajo, me muerdo los labios disimuladamente. No puedo creer lo hermoso que está. No soy una niña, ya soy una mujer. ¿Mi padre no te dijo que acabo de cumplir la mayoría de edad?
Estefan: Si es cierto, qué pena, todavía te sigo viendo como a una niña, cuando ya he visto que no lo eres.
Mia: Bueno papá, voy a mi habitación. Tengo muchos trabajos que hacer. Chao, que estén bien. Se quedan en su casa.
Estefan: no creo que le haya caído muy bien a mía , en todos este tiempo cambio mucho, cierto, pero no importa. Trataré de llevarme lo mejor que pueda con ella.
David: Así, Estefan, tengo un gran favor que pedirte. Sé que puede sonar como un abuso de mi parte pedirte esto, pero no tengo a nadie más a quien pueda confiarle a mi hija. Tengo un trabajo fuera de la ciudad y no estoy seguro de cuánto tiempo me demoraré. No puedo dejarla sola y mucho menos con ese novio que tiene, no me gusta para nada. Sé que se pondrá furiosa si le digo que serás tú quien la cuide, pero no me importa lo que ella quiera en esta situación.
Estefan: no te preocupes, David. Yo cuidaré a tu hija como si fuera mía, y no tiene por qué darte pena, al contrario estoy muy agradecido contigo por el favor que me estás haciendo. No te lo había dicho, pero creo que estaré dando clases unos días en la escuela como sustituto mientras el maestro se recupera. Espero que esto no te importe.
David: no, para nada, eso es estupendo, así puedes estar más al pendiente de mía.
• Estefan: no te preocupes David yo cuidare a tu hija como si fuera mía, y no tiene porque darte pena al contrario estoy muy agradecido contigo por el favor que me estas haciendo , no te lo había dicho pero creo que estaré dando clases unos días en la escuela de mía como sustituto Mientras el maestro se mejora espero que esto no importe
•David: No, para nada. Eso es estupendo, así puedes estar más al tanto de mía. Bueno, Estefan, vamos arriba para que puedas acomodar todo en la habitación. Tu habitación queda al lado de la de mía. Cualquier cosa que necesites de ella puedes pedírselo, ¿ok?
•Estefan: no te preocupes, trataré de no molestarla, así que está bien. Bueno, como te conté, necesito ir al colegio para firmar el contrato, ya que este lunes empiezo a trabajar allí.
• David: Dale, Esteban, que todo te salga muy bien. Ojalá puedas quedarte a dar clases allí de forma permanente.
•Estefan: No lo creo, David. Sabes que esto para mí es un pasatiempo, no lo tomaría como algo permanente.
•Mía: Ojalá mi padre salga hoy. Necesito la casa sola ya que es la fiesta a la que me invitó Carlos. No me la puedo perder, se ve que va a estar muy buena y además, allí estará la estúpida de Valeria y no puedo dejar que sea la reina de la fiesta. Si mi papá no me da permiso, entonces me escaparé.
•David: entro a la casa, subo las escareas y toco la puerta de mia. Mía abre y le digo que esta noche se quedará sola con Estefan, ya que hoy tengo una cena de negocios y voy a ir con Sara. Por favor, pórtate muy bien con Estefan.
•Mía: dale papi, no te preocupes, me portaré mejor que un angelito. ¡Que te vaya súper bien en esa cena! Voy a darme una ducha y luego bajo para hacer cualquier cosa para comer.
Mía :bajo para ver si ya llegó Esteban, pero no lo veo por ningún lado, así que me voy a bañar para alistarme. Ya tengo claro qué ropa me pondré. Empiezo arreglando mi hermosa cabellera negra y continúo con un hermoso vestido corto negro, es muy sexy. Me maquillo y salgo muy despacio.
• Estefan:llego a casa y veo todas las luces apagadas. me resulta extraño que en un fin de semana mia se haya acostado muy temprano. Subo Tocó la puerta pero no recibo respuesta, empiezo a buscarla por toda la casa pero no encuentro rastro de ella.
•Mía : llegó un poco tarde a la fiesta, busco a Laura, la encuentro. Está con unos amigos. Le pregunto por Carlos y no sabe darme respuesta. Aunque la noto algo extraña, le pregunto: '¿Qué te pasa, Laura? ¿Tienes algo que decirme?'
• Laura: Lo siento, Mía. La verdad es que sí pasa algo, pero no sé cómo decírtelo sin lastimarte. Sabes que te quiero mucho y me duele cuando te pasa algo.
•Mía: ya déjate de tantos rodeos. Laura, dime lo que tengas que decirme por favor, ya me estás preocupando.
• Laura: Lo que pasa es que Carlos está con Valeria en la habitación de al lado y entraron besándose. Sé que esto te está doliendo, pero esa clase de hombre no vale la pena. No quiero que te vayas y le des la oportunidad de comprobar que puedes seguir adelante sin él. Tú eres una persona mucho mejor que ellos dos.
• Mía: no voy a mentirte y decirte que no me duele esto, pero no les demostraré que estoy mal por eso. Así que vamos a tomar hasta emborracharnos y no acordarnos de nada.
•Laura: Así se habla, amiga. Vamos a tomar y a bailar, que la vida solo es una.
•Mía: Tomamos hasta ya no poder. Ni siquiera me acordaba de lo que me había hecho Carlos. Laura me lleva a casa, abro la puerta con mucha dificultad. Voy entrando cuando me encuentro cara a cara con Estefan. Estaba en pantalones para dormir y sin camisa. Lo miro fijamente y le digo con dificultad por el alcohol: '¡Qué hermoso eres, Estefan!'. Me le lanzo y le doy un beso muy caliente. Él me sigue y, de un momento a otro, caigo dormida.
•estefan: Salgo de mi habitación porque siento que están abriendo la puerta, pienso que es mía ya que se escapó de casa y no sé a dónde fue. No quise llamar a David para no preocuparlo e interrumpir su cena, ya que es muy importante para él. Mía viene entrando y la veo caminando con mucha dificultad. Me acerco y huele mucho a alcohol. La voy a ayudar a subir y ella me sorprende viniendo hacia mí y dándome un beso. No sé cómo reaccionar y sin darme cuenta le sigo el beso. Para ser sinceros, besa muy bien. De un momento a otro cae dormida en mis brazos, la llevo a la habitación y la acuesto.
•mia: amaneció el sol entra por mi ventana me despierta. Ni siquiera sé cómo llegué aquí. Me duele la cabeza, no recuerdo lo que pasó anoche. Entro en la ducha para darme un baño y ver si así se me quita la resaca. Termino mi baño, me cambio y salgo a buscar mucha agua, ando con mucha sed. Entro en la cocina y me encuentro con Estefan, él me mira de arriba abajo. Le pregunto si tiene algo que decirme y me responde.
•estefan: claro tenemos mucho de qué hablar. Por ejemplo, ¿por qué no estabas en casa cuando llegué? Tengo entendido que no tenías permiso para salir, y mucho menos para ir a una fiesta, ¿cierto? Y quiero que me digas por qué razón me besaste anoche. Aclárame todo, Mía, antes de que le cuente todo a tu padre.
•Mía: wow wow, espera ¿de qué estás hablando cuando dices que te besé anoche? Yo no recuerdo nada cuando tomo, así que si te falté el respeto, discúlpame. Te prometo que no volverá a pasar. Y por favor, no le digas a mi padre que me escapé ayer, te lo suplico. No sé qué hará mi padre si sabe esto. Pídeme lo que quieras para que guardes mi secreto.
•Estefan: esto no se trata de que me des lo que yo quiera. Aquí el problema es que te escapaste, te emborrachaste. No tuviste en cuenta que te pudo haber pasado algo. Sabes los peligros que hay afuera y si no le digo a David estaré traicionando su amistad y confianza, así que no me pidas eso. Está bien, puedo omitir que me besaste pero no puedo ocultarle que saliste a una fiesta sin su permiso. Así que discúlpame, tengo cosas que hacer y me voy.
•Mía: ¿Qué fue lo que hice anoche? Todo esto es culpa del imbécil de Carlos. ¿Y ahora qué hago? ¿Qué puedo hacer para que mi padre no se enoje tanto conmigo? Ya es mucho que Estefan no le diga a mi padre que lo bese, no puedo pedirle más nada. Me quedo en mi habitación todo el día, hasta que siento que llega mi padre. Salgo despacio y veo que está hablando con Estefan en la sala. Vuelvo a entrar a mi habitación para prepararme para el castigo que mi padre me pondrá.
•David: Hola Estefan, ¿cómo estás? Todo bien aquí en casa. ¿Cómo te fue en la escuela? Ya firmaste el contrato.
•Estefan: Hola David, qué bueno que estás aquí. Quisiera decirte que todo fue bien, pero creo que no te gustará nada lo que te voy a decir. Ayer llegué tarde a casa y vi que todo estaba en silencio. Busqué a Mía para asegurarme de que estaba bien, pero no la encontré en casa. Más tarde salí porque sentí que estaban entrando a la casa y la vi muy ebria, tanto que no podía caminar. La llevé a su habitación. Sé que no le agradará que te esté contando esto, pero es mi obligación como tu amigo. Trato de que no esté en peligro.
•David: estoy escuchando todo lo que Estefan me está contando. No puedo creer todo lo que hizo Mia solo en una noche que no estaba en casa. Subo y entro a su habitación. Ella me mira como esperando todo lo que tengo que decirle. Mia, quiero una explicación ya.
• Mia: Padre, lo siento. Sé que no debería haber hecho esto, pero ya no puedo cambiar nada. No sabes lo que pasó: Carlos me fue infiel con alguien que conozco. Sé que es una excusa barata, pero lo tomé así porque estaba dolida por todo lo que me hizo. Lo siento, papá. Esto no volverá a pasar, te lo prometo.
• David: Claro que no volverá a pasar porque desde hoy hasta que regrese del viaje, estarás castigada. Te vas a quedar con Estefan, te guste o no. Además, no podrás salir a ninguna parte si no se lo comunicas primero a él. Quiero que sepas que no quiero a ese tal Carlos aquí en mi casa. Así me hayas dicho que terminaron, ya no confío en ti, así que más te vale comportarte bien.
• Mia: Si padre, lo que tú digas. No tengo ningún problema con lo que acabas de decir, y esta vez sí es en serio que terminé con él. No volveremos jamás, eso te lo aseguro. Sé que ya no confías en mí por lo que hice, pero quiero que te vayas tranquilo a tu viaje de trabajo. Te prometo que me voy a portar bien, Esteban no tendrá quejas de mí.
• David: eso espero, Mía. Ya hablé todo lo que tenía que hablar contigo. Mañana, cuando vengas de la escuela, ya no estaré aquí. Así que ya sabes, ten en cuenta todo lo que te acabo de decir. Sara ya está preparando la cena, así que espero que no hagas berrinches y salgas a cenar con todos.
• Mía: no te preocupes, ahí estaré. Mi papá sale de mi habitación y juro que quiero matar a Carlos, lo odio. Llamo a Laura para contarle todo lo que me pasó. Suena su teléfono y contesta.
•Laura: Hola amiga, ¿cómo te sientes hoy después de la borrachera que tuviste? ¿Estás lista para ir mañana a clases?
•Mia :amiga, no sabes lo que me pasó después de que me dejaras. Me encontré con Esteban y él dice que lo besé, pero yo no recuerdo de nada. Además, le contó a mi padre que me escapé y que llegué muy tomada. Mi padre me castigó hasta nuevo aviso y lo peor de todo es que lo deja al pendiente de mí mientras se va de viaje de trabajo. No sabes lo pésimo que ha sido este día, y además de eso, me siento fatal y me duele mucho la cabeza me siento morir no se que hacer com toda estacituacion.
•Laura: amiga, qué feo todo lo que te pasó. Créeme, has tenido un mal día. Lo bueno es que tu niñero está muy guapo. Yo, en tu lugar, no saldría de casa solo para verlo todo el día.
•Mia: Basta, Laura. No te voy a negar que está muy lindo, pero hasta ahí. Es todo estricto, con reglas. No me importa lo guapo que esté. Estoy arruinada ahora que estoy con él en casa, no podré hacer nada prácticamente. Bueno, Lau, tengo que irme. Ya es hora de la cena y mi padre me prohibió no asistir. No quiero que se moleste más de lo que está. Besos, cuídate. Nos vemos mañana en la escuela y te terminode contar todo .
•Laura: dale besos a tu amiga y trata de tranquilizarte, todo estará bien. Trata de estar bien con tu padre y no te preocupes. ¡Chao!
• Mia:Terminamos la llamada, bajo a cenar y me encuentro con todos en la mesa. Estaban esperándome. Me disculpo por haber llegado tarde, empezamos a comer y siento una mirada sobre mí. Volteo y era Estefan mirándome fijamente. Desvío la mirada y termino de comer. Le digo a mi padre que subiré a descansar ya que mañana tengo clases muy temprano. Mi padre me deja y se despide de mí. Doy las buenas noches a todos y subo.
•Estefan: miro a Mía mientras está comiendo. No sé qué me pasa con ella, pero no dejo de pensar en ese beso. Necesito hablar con ella, pero ni siquiera quiere mirarme. Sé que está molesta por lo que le dije a su padre, pero tenía que decírselo. Subo y toco su puerta, no responden, así que entro rápidamente. La busco y la veo en la ducha, se le veía una silueta hermosa. No pude quitar mis ojos de ella. Siento que alguien viene y entro al baño donde está Mía, ella me mira sorprendida. Le pido que no grite.
• Mía: Estoy duchándome y de repente alguien entra al baño. Me volteo y era Estefan. Lo miro y él me pide que no grite. Al poco tiempo tocan mi puerta, era mi padre. Me doy cuenta de que estoy desnuda, le grito que se voltee veo que el sonrie ligeramente, tomó la toalla y me cubro rápidamente. Le digo a mi padre que me espere un momento porque estoy bañándome. Voy y le abro la puerta, 'dime, padre'. que necesitas.
•David: hija, quiero hablar contigo. No sé si me pase al regañarte tan fuerte. Solo quería decirte que te amo mucho, y que si te regaño es por tu bien. Vine a despedirme bien de ti, porque cuando vengas a la casa mañana de la escuela, no voy a estar. Así que ven, dame un abrazo y descansa.
• Mía: no sabía qué responderle a mi padre de lo nerviosa que estaba. Él me hablaba pero no escuchaba nada de lo que me decía, así que le respondía vagamente ya que estaba tan nerviosa por esta situación. Mi papá me da las buenas noches y se va. Por fin puedo respirar. Voy rápidamente al baño y le pido a Estefan que me explique qué hace en mi habitación a esta hora.
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