Denver

Han pasado siete años desde que fui condenado injustamente por un crimen que no cometí.

Fui sentenciado a 10 años de condena, pero actualmente desde que Emilio Sanabria, fue diagnosticado con cáncer quiso limpiar su consciencia ayudándome a reabrir mi caso..

Aunque al principio no quería aceptar mi Nancy, me convenció que era lo minimo que podía hacer el gran Emilio Sanabria. Luego de haber abandonado a mi madre sola con mi crianza y haberle dado la espalda cuando fui condenado con tan solo 17 años.

El señor Sanabria, a fallecido al igual que mi mamá, estando yo en prisión.

Aceptar su perdón no ha sido nada fácil, más al recordar todo lo que sufrió mi madre, sola con cáncer. Ella me hizo prometerle que no guardaría rencor.

Mi madre, creía que tanto dolor tendría alguna recompensa.

-¿Denver, estás listo?

Le sonrió a Cristian, al hablarle, mi gran amigo, el cual conoci en prisión.

Cristian, fue condenado a 25 años de condena de los cuales ya solo le faltaban 5.

Cuando entre aquí con mis sueños roto, mi vida destruida fue Cristian, fue quien me hizo darle un nuevo sentido a mi vida.

Y aunque me enseñó a odiar, es lo que me ha mantenido vivo en este infierno.

Dónde entrar condenado por violador, no es nada fácil.

Me hizo entender que aún tendría una oportunidad al salir en libertad, ya que era joven.

-¡Listo!, respondí.

Hoy vendría el abogado del señor Sanabria, a leer su testamento el cual me dejaba como su heredero universal con cierta cláusula.

Nancys, y Cristian, me han hecho entender que debo aceptar para poder rehacer mi vida fuera de aquí.

Mi caso va muy avanzado, se han evaluado hipótesis que no se hizo la primera vez.

Se necesitaba un culpable y todo arrojaba a mi culpabilidad. siendo el feminicidio un tema bastante controversial al momento.

Y el de Leanna, dió mucha controversia.

Había tenido actos sexuales el día de su asesinato por ser su pareja y estar en el momento y lugar equivocado la teoría fue que la asesine por celos.

Lenna Quiroz, subió al extraño y con su testimonio todo redactado por su abogado, me destruyó sin dudarlo 2 veces, me culpo del asesinado de Leanna, su hermana mayor.

Mintió, ya que ni la conocía, aseguro que la acosaba.

Lo único que logró mi abogado fue una condena más corta por ser procesado como un adulto.

Ahora iniciaba mi nueva vida y Lenna Quiroz, me pagaría con su libertad cada año perdido en este infierno.

Ese mismo día salí en libertad, con dinero y muchos contactos todo es tan rápido.

Di la orden a René, de tomar el caso de Cristian, y dejarlo libre.

René, el antiguo abogado de señor Sanabria, me explico todo lo referente a su herencia, pero lo único que quería ir por mi Nancy, era la única persona que me esperaba, mi tía, el único familiar que me quedaba.

-Investiga todo lo relacionado con Lenna Quiroz, quiero saberlo todo de ella, en estos últimos 7 años.

**Narrador**

A pesar de Denver, tener ya casi un año a cargo de la clínica Sanabria, era normal conseguirse con empleados que no lo conocieran.

Caminaba por la clínica, si a lo de él podría llamársele caminar. Deambulaba, perdido como a cualquier extraño en aquel gran hospital.

Tanto que en algunas áreas debí mostrar su carnet porque nadie sabía que Emilio Sanabria, tenía un hijo.

La verdad es que nunca lo tuvo, el nunca fue su hijo, en vida, lo era ahora después de su muerte por una muy mala jugada del destino.

Denver, no quería recibir nada que viniera de él. Su progenitor ya que nunca antes recibió algo de él, su padre; su progenitor Emilio Sanabria, él tampoco quería darle nada que viniera de él, al que era su hijo, aún siendo consiente de su existencia.

Su sola existencia dañaba su imagen de hombre intachable que a pesar de siempre andar envuelto en rumores de falda no pasaban de ser solo rumores.

Todo cambio cuando enfermo y descubrió a una de sus tantas mujeres engañándolo.

Necesitaba limpiar su conciencia luego de darle la espalda a la que fuera la madre de su único hijo cuando lo fue a buscar para que la ayudara a evitar que su hijo no entrar a prisión.

Transcurridos unos días de aquel doloroso encuentro Emilio Sanabria, fue a visitar a Denver, en prisión, para decirle en su cara que no quería ningún vínculo con un asesinó que no era su hijo.

Y nunca lo fue, que no mandara a su madre a intervenir por el que aprendiera asumir las consecuencias de sus errores y no arrastrará a nadie más con él.

En su enfermedad Emilio Sanabria, quiso remendar sus fallas, pero ya era demasiado tarde.

Denver, decidí aceptar su herencia como único heredero para poder rehacer su vida, salido de prisión sin futuro no sería fácil.

Encargo a René, el que era el abogado Emilio, a contratar un detective privado que buscara sobre el paradero de Lena Quiroz, su verdugo quien lo mando a prisión por casi 10 años.

Los pensamientos de Denver, fueron interrumpidos por René, ahora su abogado de confianza quien pregunto sin mucho preámbulo

-¿Que harás está noche con Lenna?, le has dado trabajo, te aseguraste que entrara a la clínica teniendola cerca por 2 años y hoy al fin estarás frente a ella.

Denver, caminó analizando porque aún no concretaba que hacer solo tenía claro que quería destruir la vida de ella.

-Para Denver, alzó la voz René, hijo ya perdiste una parte de tu vida no pierdas el resto por una venganza sin sentido.

Denver, freno su caminar y regreso.

-¿Sin sentido? Apretó sus puños con tanta fuerza y su cara era firme como una roca

-No tienes ni idea de la pesadilla que he vivido estos 9 años, cuando mi único delito fue amar a Leanna, ¡Yo no fui!.

Ella perderá un poco de lo que yo perdí, ¡No te preocupes!, no haré nada que me regrese a prisión, porque mi condena ya la pague por adelantado, ahora solo cobrare lo que se me debe.

¡Esta noche inicia todo!

**Narrador**

Lenna Quiroz, hija adoptiva del matrimonio Quiroz, a sus cortos 18 años de edad, es una chica bastante madura para su edad, ese pasado doloroso que arrastraba la obligó a crecer antes de tiempo.

Una chica, bastante selectiva con su pequeño grupo de amigos.

Tenía una relación amorosa con Irán Diaz, un detective al cual conoció en una de sus visitas a prisión tratando de saber sobre el caso de su hermana.

Los años habían pasado y ya no era solo una pequeña niña sin criterio propio a la cual se le podría manipular, para hacer lo que se deseara.

Ahora le atormentaba hasta cierto punto la culpa de haber cometido un error, quería asegurarse de que no era así.

Así conoció a Irán, quien de a poco fue ganándose su confianza y haciéndola dejar aquel pasado tormentoso en solo los recuerdos.

-Bebe, prometiste que me dejarías arreglarte, Lenna, le sonrió a Mía, de solo imaginarse como la vestiria.

Mia, le eligió un vestido rojo por encima de las rodillas con mucho flequillos que caen en forma de encaje con la espalda totalmente descubierta.

Lenna, se veía tan sexy, se sentía poderosa al control de la situación, su maquillaje realzo tanto el verde de sus

ojos, su pelo negro todo recogido en una alta cola de caballo. Mia, insistió que no tenia sentido llevarlo suelto con su vestido descubierto en la espalda.

Sus tacones la hacían ganar algo mas de tamaño ni ella misma se reconocía al verse en el espejo.

Había sido traicionada por Irán, su gran amor.

Tuvimos una relación sentimental por un años, por el se fue a vivir a la ciudad ya que vivía a 2 horas de distancia con sus padres.

Quería poder tener mas tiempo con Irán, siempre creyó que la entendía cuando nunca le reclamaba exigiéndole más tiempo del que podía darle viviendo tan lejos.

Y trabajando todo el día en la clínica Sanabria, tenía un año trabajando en la clínica había conseguido el trabajo antes de empezar en la universidad.

Como cuestión de suerte uno de los doctores que le daba clase le ofreció trabajó en la clínica, estando en su relación con Irán necesitaba un trabajo para quedarse cerca de el.

Mía, siempre le advirtió que algo ocultaba, pero nunca presto atención hasta que encontró a Irán, en su oficina con la que era una de sus estudiantes.

La escena destruyó su corazón. Lenna, por segundo quedó congelada antes la imagen, no pudo soportarlo salió del lugar sin ser vista.

Ese día quiso darle la sorpresa por su cumpleaños, planeaba una noche romántica y dar el gran pasó con el hombre que amaba.

Fue ella la sorprendida.

Mía, la animaba a salir, a seguir con su vida, a seguir adelante, no valía la pena seguir estancada cuando fue ella la traicionada.

Lenna, aceptado salir con las chicas de la clínica, a una noche de chica, una noche loca en dónde todo lo que hicieran quedaría en esa noche de copas y algo más.

Recordó cuando lo enfrento, diciéndole que lo vio siendo le infiel con su estudiante en su oficina, el solo se rio.

-¡Pobre niña frívola! ¿De verdad creíste a qué esperaría tanto tiempo por ti? Solo esperaba a que cumplirás tu mayoría de edad, para qué aceptarás entregarte a mí.

-Nosotros los hombres tenemos necesidades y lo único que lamentare, es a la final no haber sido el primero, porque fue lo único por lo que te soporte tanto tiempo.

¡Solo eres una niña frívola!

Lenna, perdió el control y lo cacheteo recibiendo la cachetada de regreso.

-Largo! Grito Irán, bastante enojado.

-No pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo, si regresa es porque estas decidida a que te haga mujer realmente.