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Red Oscura

Prólogo.

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Por querer llevar más allá de mis posibles sueños periodísticos, hoy estoy en una oscura habitación siendo presa de mis propias ambiciones, de mis malas decisiones y de esa silla que añoraba sin saber que ese lugar jamás sería mío.

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Capítulo 01.

NOEL.

Estoy en mi comedor y mientras desayuno, terminó de redactar el último reportaje para enviarlo al departamento de análisis con la espera que sea aprobado.

Me consentre tanto que al ver el reloj de pared frente a mí, me di cuenta de que ya era muy tardísimo, me levantó bruscamente y accidentalmente tiro el poco café que aún quedaba en mi taza.

Guardo mi laptop dejando las cosas sin terminar tambien algunos documentos los meto en mi bolso, veo la mesa hecha un desastre y solo niego, [de regreso prometo limpiar], tomo mi bolso y salgo a prisa.

El taxi fue veloz porque se lo sugerí, se lo pedí de favor hasta que lo exigí.

Entre al gran edificio de los mejores canales de entretenimiento que hay en tele por cable, subí el ascensor muy agitada de tanto correr.

Presione el botón que me llevaría al piso doceavo, espere pacientemente mientras subía piso por piso, escuchando la tenue música que salía de los altavoces, estaba ansiosa por llegar y apenas iba en el sexto piso.

Mis manos comenzaban a juguetear al igual mis piernas, vi por dos ocasiones mi reloj y estaba entrando a la tolerancia de llegada.

Maldecía mil veces por no haber tomado la primera opción que paso por mi mente que era subir por las escaleras, después de la larga espera por fin las puertas se abrieron.

Salí corriendo, al llegar a mi pequeña oficina, estaba en ella el director del noticiero matutino, al verme me indicó que me sentará frente a él.

— hola señorita Villanueva, llega cinco minutos sobre la tolerancia, sabe, ¿qué se significa eso?— Suspire y asentí— me alegra que allá leído las reglas, así que se le será descontado un día de salario por su falta de compromiso con la empresa.

— entiendo señor Casablanca— el director me sonrió, se levantó y estaba a punto de irse cuando le volví a hablar.

— señor, disculpe que le insista en esto, pero usted, ¿podría ver una nota de la que e investigado por semanas? — él giró, me vio por un momento, checo la hora en su teléfono y al fin asintió.

— tiene solo dos minutos— sonreí y de inmediato saque mi laptop y la encendí.

— será más que suficiente señor Casablanca— de inmediato abrí el archivo y le cedí la laptop, él puso sus lentes de lectura y se concentró.

En aquella nota que por semanas me había hasta desvelado, ya que el tema de los migrantes es un tema muy extenso, me debati en poner lo más importante, pero en realidad todo es tan interesante y a la vez tan triste.

Porque miles de personas salen de sus hogares con un sueño y una meta en mente que anhelan cumplir, pero en la travesía viven de la peor manera posible y hasta a veces tan inhumanamente.

Espere a saber que diría o la reacción que tendria por leer esa nota que me costó muchas desveladas, se incorporó, quito sus lentes y asintió, sin decir ni una palabra, dio media vuelta y antes de irse me habló.

— es una nota muy buena, mándela al departamento de análisis— y sin más salió sin decir una palabra más.

Bufe e hice lo que tenía que hacer desde que llegue, copie y peque el archivo y por correo lo envié al departamento.

La mañana fue avanzando entre correcciones de pequeñas notas que se publicarían en la revista de la televisora.

Tome café tras café olvidándome de ir a la cafetería de la empresa, al ver la hora ya faltaba solo media hora para salir, así que terminé lo pendiente, comencé a ordenar mi escritorio y a guardar mis cosas.

Estaba tan concentrada guardando mis cosas cuando al sonar mi teléfono me hizo brincar del susto, al ver la pantalla y ver que era mi hermano de inmediato abrí la línea.

📲 Hola pequeña.

📲 Hasta que te acuerdas que tienes hermana Marcel.

📲 Disculpame Noel, pero estuve muy ocupado en mi trabajo por eso no te he hablado.

📲 Esta bien, bueno y, ¿a que debo tu llamada?.

📲 Estoy en la ciudad, de hecho estoy por hospedarme.

📲 ¡Marcel! , sabes que no tienes que hacer eso, mi casa es tu casa así que allá te espero, ¿ok?.

📲 Esta bien, por eso te quiero mi pequeña Noel.

📲 Ya deja de decir eso, sabes que los hermanos se apoyan, nos vemos.

Nos despedimos y corte la llamada, termine de recoger mis cosas, colgué sobre mi hombro mi bolso y salí de mi oficina.

Subí el ascensor y mientras llegaba al vestíbulo, recordé la llamada de mi medio hermano, él en este momento era la única familia que tenía, ya que papá falleció tres años después de que mi madre partiera de este mundo.

Marcel y yo por extraño que parezca, pero tenemos una conexión especial, a pesar de que crecimos en casas diferentes, ya que mi hermano es producto de un desliz de mi padre.

A él lo conocí cuando apenas tenía quince y Marcel veinte, así que antes de que mi madre me tuviera, mi padre ya tenía a su primer hijo, pero fuera del matrimonio.

Así que desde ese día nos unimos, pues él me ayudo a salir y sanar cuando mi madre murió, siempre me apoyo incondicionalmente, y de la misma manera lo hizo cuando paso lo de papá.

Pero hace más de un año perdí comunicación con él pues las muchas veces que intente comunicarme no conectaba la llamada, así que deje de insistir, pero saber que está aquí en la ciudad me alegra, en verdad lo estañaba.

Bajé del ascensor, pase los sensores de seguridad y al salir di solo tres pasos cuando sentí unos fuertes brazos alzarme.

— ¡Marcel! — lo abracé y me enrosque como niña pequeña— no sabes cuanta falta me has hecho tonto.

— ya no llorarás Noel, estoy de vuelta y prometo quedarme por un largo tiempo.

Asentí sonriente, mi mente de inmediato proceso sus palabras y me pareció extraño, pero no le quise tomar importancia, me bajó y besó mi frente, entre lazo su mano a la mía y caminamos.

Intente formular una palabra, pero al ver la camioneta qué tenía mi hermano me quede en shock, sonreí y entendí que en su trabajo le iba bastante bien y me alegraba por él porque muchas ocasiones presencié lo difícil que era para él tener trabajo.

Subimos y el chófer nos llevó a mi departamento, al abrir la puerta la primera imagen que me recibió fue la mesa manchada con el café derramado.

— disculpa por el desorden, pero salí a prisa— Marcel sonrió mientras negaba, dejó su maleta sobre el sofá e intento ayudarme a limpiar— no, no, te ensuciaras tu traje y puedo notar que es caro.

Se quitó el saco, remango sus mangas y me arrebato la toalla para limpiar — quizás, pero no me importa ensuciarme y más si contribuí a limpiar un poco este desastre.

— gracias— él asintió y mientras limpiaba yo me puse a cocinar para cenar juntos.

Cenamos en total silencio mientras solo nos tomábamos de las manos, al terminar recogí y limpie, lleve a Marcel a su habitación y antes de salir me abrazó.

— gracias Noel eres una extraordinaria hermana, te quiero.

— yo igual Marcel, descansa— me despedí y salí de su habitación para entrar a la mía.

Donde al entrar solo me deje caer sobre la cama, estaba muy cansada y eso provocó que cayera en un sueño profundo, pero reparador.

Noel Villanueva.

Marcel Villanueva.

Capítulo 02.

NOEL.

Los primeros días cada noche que llegaba al departamento, el olor a comida casera me recibía, pues Marcel era un excelente cocinero.

Después de cenar terminaba en una charla con miles de anécdotas y vivencias cuando teníamos menos años, pero dos semanas después todo cambió, era raro encontrar a mi hermano en casa, llegaba a altas horas de la noche y por las mañanas ya no estaba, eso comenzaba a parecerme muy extraño.

Y más cuando una tarde que regrese de hacer las compras, me sorprendí de que había hombres parados al lado de mi puerta y otros más caminando por los largos pasillos.

Intente acercarme, pero esos enormes hombres me lo impidieron.

— no puede pasar, regrese por donde vino— levante mi ceja, intentando entender, ¿qué pasa?, y, ¿quién rayos son esas personas?. — señorita.

Me habló el hombre con mucha autoridad, algo que no me gustó — no, no me iré, esta es mi casa y voy a entrar aunque usted quiera impedírmelo— me acerque y ellos me taparon el paso, pero no desistí hasta que vi caer cada viviré que había comprado y eso me hizo enfadar —¡Marcel, Marcel!— comencé a gritar, hasta que la puerta se abrió y de ella salió mi hermano— ¿qué carajos sucede?, ¡Marcel! , ¿quiénes son ellos?, y, ¡¿porque me impiden entrar a mi propia casa?!

Me sonrió y vio a los dos gorilas y asintió, entré a la casa muy furiosa, me quedé en silencio y guarde lo poco que tenía aún en las bolsas de papel, recogí mi cabello y me prepare un sandwich.

— Noel, perdona por el comportamiento de ellos— gire a verlo y negué.

— estoy esperando una explicación, es lo mínimo que merezco Marcel, ¿quienes son esos hombres?.

— si lo sé Noel, — se acercó a mí y tomo mis manos— ellos trabajan para mí — Asentí y él comenzó a decirme que en lo que trabajaba era necesario tener protección y cuando le pregunté cuál era su trabajo, simplemente cambió hábilmente de tema y eso me dio a entender que no preguntara más, pues no obtendría respuesta ante mi insistente pregunta.

Los días pasaron y en el trabajo no tenía notificación de aprobación de la nota, eso quería decir que no les fue suficiente, seguí con mi trabajo un poco cabizbaja.

Eran las dos de la tarde y ya estaba lista para ir a la cafetería, pero en eso se abrió la puerta de mi oficina y era una secretaria, quizás de algún ejecutivo.

Me sonrió y entró a la oficina— señorita Villanueva, el director la espera en este momento en su oficina— asentí y salí tras de ella, subimos el ascensor hasta el piso dieciséis.

Caminamos por un pasillo interminable hasta que me dejó en aquella gran puerta color caoba, toque dos veces hasta que escuche la voz rasposa del director diciéndome que pasara.

Abrí la puerta, el señor Casablanca me indicó que me sentara — señorita Villanueva, su nota es muy buena, aunque aún sigue en proceso para ser aprobada— Asentí a sus palabras— pero tengo una propuesta para usted, para que haga más magnífica esa nota.

— y, ¿cuál es su propuesta?, señor Casablanca—, sonrió y asintió.

— para que su investigación sea mejor y más palpable, porque no camina los pasos que dan esas personas para alcanzar el sueño americano.

— pero, ¿como podría hacer eso?, señor Casablanca.

— muy fácil señorita Villanueva, usted se hará pasar por uno de ellos.

— es muy arriesgado, ¿no cree?.

— lo es, pero si usted decide hacer esa travesía, será cuidada todo el tiempo— solo Asentí sin responder, la propuesta era un poco alocada, yo amo mi profesión, pero no me arriesgaría a tanto.

— no sé que decir al respecto— lo vi asentir, abrió un cajón de su escritorio y sacó una carpeta y la deslizó hacia mí.

— piénselo, aquí estaría la recompensa por su arduo trabajo señorita Villanueva, yo sé que aspira a más, que ser una casa notas, ¿usted decide?.

Tome la carpeta y la abrí, al leer las letras grandes me sorprendí, era un contrato para el noticiero, era el sueño de todos los que entraban aquí al canal, desde hace tres años ha sido mi sueño ser la presentadora del noticiero matutino.

Leí cada cláusula y todo apuntaba que ese puesto por el que he soñado, sería mío, solo mío por más de cinco años, levanté mi vista y él solo sonrió— ese puesto la espera, solo si hace ese viaje como un migrante más, ¿está dispuesta?.

Me quede en silencio pensando y repasando lo que conllevaba todo esto, pero creo que valía la pena, he trabajado duro todo este tiempo y tener en mis manos en este preciso momento el contrato como presentadora era mi sueño hecho realidad, así que sonreí y no pensé más nada y solo asentí.

El señor Casablanca, se levantó y extendió su mano hacia mí y la estrechamos— es un trato señorita Villanueva, pero este contrato se firmará cuando usted regrese, ¿está de acuerdo?.

En verdad no me parecía, pero si me negaba quizás me arrebataría lo que es casi mío, así que nuevamente asentí sin responder más y me levanté.

— es ambiciosa señorita Villanueva, gracias por aceptar este viaje, en tres días se irá, una camioneta la esperará en la esquina de su casa y la llevará a su destino.

— gracias por darme la oportunidad de poder dar un gran paso— sonrió de lado, movió su mano dándome a entender que me fuera y así lo hice.

Regrese a mi oficina a terminar mis pendientes para irme a casa, al salir de nuevo me encontré con su secretaria y me entregó un sobre con las indicaciones.

Al llegar a mi casa, por extraño que parezca mi hermano estaba en el sofá viendo televisión.

— hola Marcel, ¿qué tal tu día? — le pregunte mientras quitaba mis zapatos para dejarlos en la entrada.

— bien, no me quejo y tu Noel, ¿qué tal tu día?.— suspiré y me senté a su lado.

— recuerdas de la nota que había escrito— él asintió— aún no la aprueban, ¿Puedes creer?, pero el director me ofreció un contrato por la misma si seguía de cerca su travesía.

— ¿su travesía? — se quedo en silencio, tomo su teléfono y envío un mensaje, levantó su vista y me sonrio— me parece bien, Noel— levanté mi ceja, estaba extrañada por su respuesta, pensé que me diría, ¡no! o ¡estás loca!, pero no— y, ¿cuándo te vas?.

— ¿por qué?.

— porque, si tú no estás aquí, yo tampoco estaré Noel— Asentí viéndolo ir hacia la cocina— ¿tienes hambre?.

Sonrei y asentí mientras me levantaba para seguirlo— en tres días me iré, Marcel, pensé que me dirías que estaba loca por lo que haré.

— jamás te diría eso, yo sé perfectamente que amas lo que haces y no sería raro que tomaras esa drástica decisión— lo observe mientras él preparaba la cena— ve a ducharte, cuando regreses todo estará listo.

Asentí, tomé mi bolso y me fui a mi habitación, donde me di un baño y prepare algunas cosas.

Al bajar todo estaba listo, me senté y cenamos en total silencio, ya que Marcel estuvo al pendiente de su teléfono nuevamente.

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