NovelToon NovelToon

FAENA

PROLOGO

- Sigo sin creer todo eso que dice Teresa- dijo Cassie sentándose junto a Joel. Su vientre de 5 meses le funciona perfecto como reposa platos.

- Que no lo quieras entender\, es diferente cariño- Joel contestó mientras cambiaba los canales del televisor

- Es que piénsenlo bien\, desde cuando algo que ella dice tiene sentido

- No quiero hablar más del tema- interrumpí\, estoy cansado de darle vuelta al asunto.

- ¿Tú crees que Teresa tiene tanto dinero como el que dice que le pago?

- Sí- contestamos al tiempo con Joel.

- Ok- concedió- Voy a reformular mi pregunta. ¿Crees que todo lo que ella hizo es falso?

Una gran parte de mí quiere creer que nada es verdad, ayer era el hombre más feliz, y hoy todo se ha derrumbado, tengo que ser sincero conmigo mismo estoy dividido en dos:, la parte cínica de mí, aquella incapaz de relacionarse está a gusto con la situación es la excusa perfecta que mi cerebro estaba buscando para salir corriendo; y, por otro lado, esa parte de mí, la primera que habla, la primera que aboga por ella, que la ama está destrozado.

Unos golpes fuertes en la puerta nos interrumpen, escuchamos los gritos de Jade al otro lado.

- Ignórala- le dije a Cassie.

- No puedo dejarla ahí\, se escucha mal.

- No quiero verla- le repliqué.

- ¿La vas a dejar afuera toda la noche?-Joel me pregunto.

- En serio no la quiero ver.

Los golpes en la puerta no cesaban, si que se escucha mal, me duele cada vez que pronuncia mi nombre, mi hermana está esperando que yo haga algo. No va a pasar.

- ¡Fuera los dos!-nos ordenó Cassie\, yo hablaré con ella.

- No me parece que esté bien.

- ¿Crees que soy estúpida? -me encaró- Soy menor que todos ustedes\, pero sé diferenciar la realidad\, no es posible que todo fuera falso\, si quieres salir corriendo hazlo\, pero yo no lo haré\, quiero escucharla\, quiero saber la verdad.

Joel y no nos miramos en silencio, mi hermana es la persona más gentil del mundo, es muy inocente y siempre ve el mejor lado de las personas, es contraria a mí, ella confía ciegamente en los demás, por eso se aprovechan de ella.

- Entiende que…

- ¡Nada!- la juzgaste la primera vez que la viste\, y desde entonces sin importar lo que hiciera la criticabas\, y acéptalo\, es lo que te gusta de ella\, su rebeldía.

- No quiero que sufras.

- No quieres aceptar la realidad\, quieres buscar la manera de salir corriendo\, de huir de tus sentimientos y yo no soy así. ¡Fuera!

Señaló el balcón y nos miró, Joel seguía en silencio, caminó hacia el lugar señalado sin protestar, yo hice lo mismo. Mi hermana necesita escuchar la verdad, puede que yo también.  Escuche cuando abrió la puerta principal, los pasos de Jade eran pesados, seguro estuvo tomando, sus voces eran lejanas una par de minutos después Jade salió por la puerta del balcón, Joel y yo nos escondimos detrás de un sofá ella se inclinó sobre el muro hacia la calle, mi hermana la jalo del cabello.

- Compórtate.- le riño-¿Por qué tomaste tanto?

- No sabía que más hacer\, discúlpame\, no puedo hacer esto sin uno de estos- sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió\, mi hermana esta embarazada no debería fumar cerca de ella.

Jade bajó la mirada y vio su vientre, abrió los ojos cayendo en cuenta de lo que estaba haciendo.

- Perdóname\, perdóname- rompió el cigarro encendido con sus dedos y lo lanzó por el balcón -sigo haciéndote daño\, incluso a ti- dijo agachándose a la altura de mi futura sobrina - Si hago esto terminarás igual que yo. Un desastre\, ¿no?

- No más autocompasión Jade\, habla ya- la persona que veo ante mí es distinta a la hermana que vi crecer estos 25 años\, esta es una mujer seria exigiendo respuestas.

- Perdón -la voz de Jade denotaba el alto nivel de alcohol que traía encima- Te voy a contar todo\, en serio\, es solo que no sé por donde empezar.

- Quiero saber todo\, desde el inicio -declaró con voz profunda mi no tan pequeña y frágil hermana.

Todo desde el inicio -repitió Jade- Ok. Todo empezó cuando…

I - CASUALIDAD

Busco mi asiento en el avión, viajó camino a mi ciudad natal, mi hermana me habló de su amiga Teresa, quien tiene un trabajo para mi, aunque no me ha dado mucha información, lo que me dijo es que una chica se interpuso entre su novio y ella, les  hizo terminar su compromiso, prometió darme más información cuando llegara, no suelo aceptar trabajos con tan poca información, pero es para alguien cercano, así que arme maletas y tome el primer vuelo, aprovecharé para visitar a la familia.

Un último trabajo y será el final, voy a concluir este episodio de mi vida. Se que dije eso hace tres trabajos, puede que solo me engañe a mi misma, pero quiero concentrarme en mi profesión de una vez por todas dejar todo atrás, esto es más como un favor a mi hermana y a su amiga.

Encontré mi asiento, por comprar a última hora tuve la mala suerte de quedarme en el asiento del medio, hay una señora mayor en el asiento hacia el pasillo y una chica que parece tener mi edad en la ventanilla. No pasaron más de tres segundos desde que me senté para que me hablara.

- Hola -saludo con nerviosismo.

- Hola -conteste cortes. Durante los siguientes minutos esperamos que todos los pasajeros terminaran de abordar y el vuelo inició. Es un trayecto corto\, apenas dos horas de camino\, no había tiempo siquiera de dormir. Cuando el avión empezó a moverse mi acompañante a la izquierda empezó a temblar.

- Esta es mi primera vez viajando en avión sola -dijo muy rápido\, se veía nerviosa.

- Pues ya estas grande para hacer escándalo mocosa -habló la señora junto a nosotras - No deberías viajar si no te gusta.

Nos miramos, ambas sin hablar decidimos ignorarla. Ella seguía parloteando sobre el comportamiento de la chica a mi lado.

- Me llamo Casandra\, pero puedes decirme Cassie\, siempre me han llamado así.

- Mucho gusto Cassie\, soy Jade -le sonreí y ella hizo lo mismo\, es una chica muy bella\, sus ojos azules están un poco vidriosos del miedo.

- ¿Te da miedo volar? -pregunte gentil.

- No es volar\, más bien me incomoda el movimiento de aterrizaje y despegue del avión. Bueno también me incomoda cuando hay turbulencia - dio un pequeño grito cuando el avión empezó a moverse con más fuerza.

- Niña ridícula\, deja tu drama\, ya estas grande -volvió a regañar la anciana a mi lado\, terminando con mi poca y limitada paciencia.

- Usted está grande para usar pañal y nadie se lo echa en cara- le contesté\, eso causó que mi acompañante nerviosa soltara la risa más contagiosa del mundo. La seriedad con la que miraba a la anciana se perdió y me reí con mi compañera de viaje.

Nuestras risas fueron opacadas por el sonido de los motores al despegar el avión.

- Gracias- me susurro al oído\, cuando alcanzamos velocidad crucero\, la señora a nuestra derecha fingía que estaba dormida\, así es mejor.

- No hay de que -conteste gentil- ¿por qué viajas sola si no te gusta?

- Mi novio y yo vinimos juntos\, pero tuvo una emergencia en el restaurante y tuvo que regresar.

- ¿Tu novio es chef?

- Si\, él es el chef principal\, yo soy la contadora y mi hermano mayor es el administrador del lugar.

- Qué chévere debe ser el ambiente.

- No lo creas\, algunas veces se pone pesado el ambiente\, mi hermano es muy exigente y mi novio es muy relajado lo que hace que con frecuencia choquen dejándome a mi en el medio de todos los problemas ¿Y tú en qué trabajas?

- Es una pregunta un tanto compleja -pensé bien antes de contestar- por el momento estoy trabajando en… Relaciones humanas- si esa es la mejor manera de explicar\, no quiero dar detalles y ella es una desconocida fácilmente podría decirle la verdad\, de esa manera no continuará hablando\, aunque\, a decir verdad el parloteo que mantiene no me molesta.

- Mmm ya. Alguien como tu nos servirá en el restaurante\, no hay nadie encargado de esa área\, a decir verdad -se acerco a mi oído\, como si nadie más la pudiera escuchar- yo me encargo del marketing y publicidad de la empresa también\, mi hermano es administrador y representante legal y en ocasiones hasta domiciliario y mi novio chef\, repostero y segundo representante legal\, tenemos una empresa pequeña y familiar\, no hace mucho contratamos más personal  para la cocina.

- Suena muy lindo -me miro raro- No me malinterpretes\, mi verdadero sueño es tener mi propia academia de baile y enseñar ballet.

- ¿Eres bailarina?- preguntó con asombro.

- Lo fui\, tuve un accidente y no continúe\, dicen que quienes no lo logran enseñan\, ¿No? Por lo menos como maestra seguiría cerca de mi pasión.

- Ya no me gusta el tema\, mejor que hable ella\, esto es muy personal\, es interesante como puede ser más sencillo hablar con un desconocido. Podría decirle cualquier cosa\, a fin de cuentas no la volveré a ver.

- Oye\, tú no tienes pinta de contadora.

- ¿A no?

- No\, la verdad tienes un aura de hippie de los 60´s- Mi comentario la hizo reír bastante.

- Si\,  mi hermano siempre me dice eso.

- Tu hermano debe ser muy listo.

- Lo es\, no digas que lo admití - levante mi mano como si jurara y asentí\, ella se rio- ¿Qué te lleva a un pueblo pequeño como el mío?

- De hecho\, nací en una vereda a unas dos horas de la ciudad

- ¿Cual?

- Vereda Lunia.

- Nunca he ido a ella\, tal vez vaya y te haga una visita.

- Voy a quedarme en la ciudad.

- Excelente\, podemos seguir viéndonos -se ve muy feliz con la idea- Claro si a tus amigos no les molesta que lleves una extraña.

- Tranquila\, me parece perfecto el plan\, no tengo muchos amigos esperándome.

- ¿Quién te espera entonces?

- Mi familia\, mis padres y mis hermanos.

- Que lindo\, a ambas nos espera nuestra familia.

- Si\, tienes razón- asentí\, el viaje continuó\, ella terminó dormida al parecer si había tiempo para dormir.

Pronto terminó el viaje y nos despedimos, ella me entregó una tarjeta y un bono de descuento en el restaurante, no le presté atención a lo que me entrego aunque tal vez pase con mis padres a conocer el lugar.

Emprendí camino hacia mi hogar, debía tomar tren para llegar debido a la lejanía del lugar a las afueras de la ciudad, a demás que no tengo vehículo propio para desplazarme acá, claro que antes pase por una tienda y compre unos dulces para llevarle a mis hermanos más pequeños, el viaje en tren inicio y me recordó a mis días en aquel lugar, cuando era más joven.

Mi padre me acompaño a sacar mi tarjeta personal para el tren, ya que había empezado con clases de danza y tres veces a la semana debería ir a la academia que quedada en el centro de la ciudad, estaba muy emocionada y orgullosa, había ingresado a  la academia con una beca tras ganar un concurso local, no podía estar más feliz en ese momento, mi padre por más que quisiera no tenía tiempo para llevarme y mi madre no podía dejar a los más pequeños solos, así que se determinó, tras mucho debate en casa, que a la grandiosa edad de 14 años podía ir sola; claro que en ese tiempo me sentía muy grande, casi como una adulta, no sabía lo mucho que estaba equivocada.

El tren se detiene, recojo mis pertenencias y bajo, el otoño ya se empieza a ver en los árboles, el bello naranja que tiñe las hojas me da mucha tranquilidad, sin duda no hay mejor época del año que está.  Mis padres no saben que voy en camino, este trabajo salió de imprevisto, ya le había dicho  a mi hermano Izan  por seguridad; tome mis cosas y empecé a caminar, la catedral quedaba a unos diez minutos caminando por lo que no me moleste en tomar un taxi, el único inconveniente era que quedaba sobre una colina así que el camino era de subida, había recorrido este camino millones de veces, y  nunca parecía ser tedioso, el camino adoquinado combinaba perfectamente con el ambiente, amplios prados se extendían hacia ambos lados de la carretera, el aire era más fresco y se alcanzaba a escuchar la pequeña quebrada que fluía desde la montaña.

De pequeña con mi hermano Izan solíamos salir de expedición, nos creíamos unos grandes aventureros y subimos caminando por la orilla de la quebrada hasta profundizarnos en la montaña, hasta llegar a una bella cascada en la que nos bañábamos, hubo una vez que nos demoramos mucho jugando, cuando llegamos a casa ya era de noche y pescamos un resfriado largo y como era de esperarse solo lo regañaron a él ya que es mayor que yo.

Llegue, mi hogar estaba tras altas rejas de metal, que delimita con un muro de altura media el terreno de la catedral y del orfanato; la catedral como siempre está abierta para quienes quieran ir a rezar de demás, note un par de personas  por lo que levanté mi maleta de ruedas para no hacer ruido. Entre un momento para agradecerle a Dios por el viaje y seguí hacia el fondo del terreno. Más allá de la catedral se alzaba un edificio grande, de tres pisos de color blanco, y varios metros de ancho, cada ventana tenia su marco color rojo y sus respectivas rejas de seguridad, nadie quería un accidente, en el centro del edificio estaba la puerta principal, era doble para abarcar el ancho del lugar y estaba pintada de color verde oscuro al igual que el techo, enmarcada por dos columnas coronadas cada una con un bello ángel y sobre la puerta escrito en concreto el nombre de aquel lugar al que llamaba hogar “Orfanato San David Lewis”  en  honor a un mártir del siglo XVII quien fue conocido como “El padre de los pobres”  un santo a quien nuestro anterior sacerdote quien fundo la iglesia y logro la apertura del orfanato para acoger niños que habían perdido a sus familias durante la guerra, apreciaba mucho ya que era de su país de origen.

Era miércoles por la tarde, a esta hora solo una de las puertas estaba abierta, al ingresar sentí el calor y la comodidad de estar en casa. El techo era alto, de frente se encontraba una elegante escalera doble de madera que se partía en dos al final en el segundo piso en sentido de cada ala de la construcción, en el primer piso, hacia la izquierda encontraba el comedor y la cocina, tenía espacio para más de cien niños aunque claro hoy en día ya no era necesario tanto espacio, a la derecha estaba la sala común, deje mis maletas a un lado de la puerta doble que había para ingresar y como era de esperar allí estaba mi familia.

- ¡¿Quién pidió un milagro el día de hoy?!- grite entrando en la estancia\, interrumpiendo la película que todos veían en silencio.

- ¡Jade!- gritaron alguno de mis hermanos pequeños mientras se abalanzaban hacia mi.

Entre abrazos y gritos vi a mi padre sentado en su habitual poltrona y a mi madre sosteniendo al pequeño Matías de tres años quien dormía plácidamente en sus brazos.

Ambos me miraron con emoción,  y al terminar de saludar a cada niño fui por ellos, primero me encontré con mi padre a quien le di un fuerte abrazo.

- Hija mía\, ¿por qué no avisaste que vendrías? Te hubiera ido a recoger.

- No fue necesario padre\, gracias.

Mi madre que había dejado al bebe en un moisés cercano vino hacia mi.

- Mi nena hermosa- me abrazo con fuerza- Qué milagro más bello has traído hoy.

- Amén madre.

Mi “padre” es el sacerdote de esta catedral, Morgan Castillo, lleva en frente de la catedral y del orfanato treinta años, los cuales noto hoy empiezan a verse en su rostro, él es un hombre mayor tiene sesenta años, aunque se ve mucho mejor, cuando le preguntan el secreto de su juventud suele contestar que cada uno de nosotros le quita un año de vejez, y realmente espero que sea cierto, el es el centro de nuestro hogar. Mi “madre” Matilde Clavel tiene cenicienta y cinco años y  llegó a nosotros tras hacer sus votos  y ordenarse en su vida católica, llegó junto a mi padre cuando el anterior sacerdote Armando Salinas se retiró.  Ella es una mujer bella de cincuenta años, desde pequeña se interesó en la vida religiosa y siempre amó a los niños lo que la llevó a querer cuidar de este lugar.

A causa del alboroto llegó Nina, sobrina de mi madre quien también está siguiendo sus pasos como novicia, tiene el cabello rubio oscuro y sus ojos grises como los de su tía; cuando me vio esbozó una hermosa sonrisa y nos fundimos en un gran abrazo.

- ¡Hermana!- gritó mientras nos abrazamos.

- Hermana - Le respondí- que alegría verte

- ¿Por qué no avisaste? Habría preparado una cena especial para recibirte.

- Quise sorprenderlos- hablé dirigiéndome a todos\, actualmente hay  veinticinco niños en el lugar\, el más pequeño es Matías de tres años y la mayor es Vanessa de diecisiete\, en un mes cumplirá la mayoría de edad.

Al rato pasamos al comedor a cenar, mi madre me preguntó si me quedaría con ellos; sin embargo, tenía un trabajo pendiente en la ciudad por lo cual me quedaría allí, eso la entristeció un poco por lo que prometí quedarme unos días con ellos, claro es lo hice mientras organizaba todo mi plan de trabajo.

II - PLANEACIÓN

El domingo mi hermano Izan, paso a la casa por lo que aproveche su visita, él tiene un apartamento en la ciudad y tal vez pueda ayudarme a ubicarme allá.

- ¿Entonces?- pregunté cuando caí sobre él\, mi hermano es muy alto\, por lo cual tuve que prácticamente saltarle sobre su espalda para agarrarme de su cuello- ¿Puedo quedarme un tiempo contigo?

- Ya te dije que ahora tengo un roomie ya no hay más habitaciones disponibles- contestó con cansancio. De todos mis hermanos y hermanas\, él es con quien más tengo confianza.

- Izan\, por favor no tengo donde más quedarme\, préstame tu estudio unas semanas\, no molestaré mucho.

- Jade- dijo con fastidio- Un mes- declaró.

- ¡Sí!- lo solté y le di un abrazo.

- ¿A todas estás -pregunto- Cuando vas a acabar con ese “trabajo”?

- Ya lo había dejado\, esto lo hago solo porque Andrea me lo pidió\, si no\, no lo  haría y lo sabes- solo por mi hermana rompería mi promesa de no volver a “mi trabajo”

- Si claro que ya lo habías dejado\, te creí.

Iba a refutar cuando el llanto de una niña me interrumpió, nos encontrábamos en la parte trasera de la “Mansión” forma cariñosa que teníamos para referirnos a nuestra casa, el día ya casi acababa, pronto empezaría a serenar y tendríamos que entrar, busque entre los juegos infantiles esparcidos por el lugar, ubicándome con el sonido del llanto hasta que llegue con Millie.

- Hola mi bebe hermosa - me agache y la acune- ¿que te paso amor?- limpie las lágrimas de su carita redonda\, mi pequeña Millie; sé que como hermana mayor no debería tener preferidos\, pero ella es mi bebe especial\, sus bellos ojos azules y sus rizos me tienen encantada

- Fue Fernanda -señaló con su pequeño índice\, mientras la susodicha se escondía tras un arbusto.

- Fer\, ven para acá- ordene\, eso de ser la hermana mayor a veces implica ser resolutora de conflictos infantiles.

- Jade\, fue sin intención. Además\, Millie no quería devolverme mi muñeca\, así que cuando se la quité ella se cayó.

- Entiendo Fer\, pero tú tienes ocho años y Millie cinco\, tú eres más grande y más fuerte que ella.

- Entiendo - dijo la pelinegra con voz de derrota.

- Y tu señorita -dije llamando a Millie quien se creía triunfante unos segundos atrás- Debes tener respeto por las cosas de los demás…

- Es que mi muñeca se dañó y…

- No me interrumpas señorita\, si tu muñeca se dañó podemos buscar una solución que no sea quitarle los juguetes a tu hermana\, así que ahora las dos se van a disculpar porque no vamos a permitir que conflictos tan sencillos como este alteren la paz familiar ¿o sí? -ambas negaron moviendo sus cabecitas y se disculparon\, una vez hecho eso salieron corriendo y riendo juntas\, ojalá los adultos reconociéramos nuestros errores\, nos disculpáramos y perdonaremos así de fácil.

La noche cayó y estaba en mi habitación organizando mis cosas para ir mañana al apartamento de mi hermano, estaba terminando de organizar cuando una cabecita rizada se asomó por mi puerta.

-¿No deberías estar durmiendo ya? Mañana tienes clase.

- ¿Cuándo vas a volver? -pregunto mi pequeña con voz  tierna.

- Estaré visitándolos pronto y si te portas bien puede que traiga un regalo único y especial -susurré junto a su oído para darle más dramatismo de secreto a mi promesa.

- ¿Una muñeca nueva?-alce los hombros fingiendo inocencia\, su mirada se iluminó y me abrazo las piernas\, por lo que me agache para quedar a su altura- Te extraño mucho -su tono de voz de bebe consentida me derrite el corazón.

- Yo también te extraño mucho bebe\, pero sabes que debo trabajar\, aunque tengo una idea\, ¿quieres quedarte conmigo esta noche?\, veremos una peli en mi celular y tengo un par de golosinas guardadas.

- Sus bellos ojos verdes me miraron con gran emoción\, entró corriendo y se lanzó en mi cama\, tirando la ropa que aún no guardaba.

- Perdón- dijo con una sonrisa pícara- Tienes que avisarle a Madre para que me deje quedar.

- Tranquila\, yo me encargo.

- Salí de la habitación y organice todo con Madre y me quede con mi bebe especial; ella cayó dormida a la mitad de la película\, la acomode con unas almohadas a su costado para que no se cayera y dormí plácidamente junto a ella. Llegó la mañana\, así que me despedí de la familia luego de tomar el desayuno; caminé hasta la estación del tren y me dirigí al apartamento de mi hermano\, debía dejar mis cosas para ir a reunirme con mi hermana Andrea y su amiga.

- Es que no puedo creer que él me haya hecho esto.

- Se quejaba Teresa\, la amiga de mi hermana mientras lloraba. Llevaba hora y media hablando\, no sé cómo no se cansaba\, mi hermana sostenía su mano mientras le pasaba otra servilleta. En resumen\, ella tenía un novio\, el cual la dejó por una mujer\, y antes de eso le fue infiel con ella. No me pareció un plan complicado\, si el implicado cambiaba tan fácil de mujer hacerlo caer no sería difícil.

- Cambiarme a mi Teresa Real por una cualquiera\, una pobretona aparecida es un insulto terrible -seguía lloriqueando

- Pues la verdad -intervine- No suelo tomar este tipo de trabajos. Eso fue una gran mentira\, es por mucho un trabajo muy sencillo\, solo que no logro fiarme de Teresa\, su forma de ser es muy contrario a su narrativa\, es como si hablara de la historia de otra persona\, no de la suya.

Mi hermana le lanzó una mirada que no alcance a entender.

- Yo lo amaba\, nos íbamos a casar y el solo juego conmigo\, con mis sentimientos y mis sueños. Él solo me utilizó para sacarme dinero.

- ¿A qué te refieres? -aquello sí me interesó.

-  Teresa es hija de un comerciante local, del mejor en realidad -corrigió tras una mirada mortal de la implicada-  Víctor tiene un negocio el cual estaba en aprietos, por lo que contrataron a Teresa como publicista, lastimosamente las cosas no mejoraron por; cuando empezaron a salir ella le dio un dinero, una suma considerable a decir verdad y después que le entregó el dinero el cambio con ella, le terminó y apareció con su nueva novia.

- Víctor -  susurré\, ese nombre me persigue incluso en el día.

- Te pagaré lo que pidas.

- Aun así no estoy segura- dije y me levanté del lugar\, no tengo suficiente información.

- Veinte mil dólares- sentenció tomándome por la muñeca y devolviéndome hacia ella.

Me quedé mirándola directo a los ojos, su iris verde me miraba con intensidad, con determinación, incluso como si me retara. Teresa sin duda alguna es una mujer que no pasa desapercibida, es muy hermosa, alta, voluptuosa, su cabello color borgoña y su tez trigueña, la hacen destacar de la multitud, ello abonado a sus ojos grandes, ojos verdes como los de un animal salvaje. Su manera de vestir no es de mi agrado, considero que no hay que enseñar tanto para seducir, hoy viste una blusa azul con un profundo escote, la blusa es muy linda, le queda muy bien, y luciría perfecta si no la hubiera combinado con esa falda corta de jean, un pantalón la habría hecho lucir sexy y sofisticada, en fin no es que sea experta en moda para andar criticando. El hecho de que provenga de una familia adinerada la convierte en el deseo de cualquier hombre, entonces ¿por qué se encontraba ella así el día de hoy? ¿Por qué estaba frente a mí casi rogando por qué aceptará el trabajo? ¿Por qué si es seguro que cualquier hombre que quisiera estaría a sus pies en un segundo?  ¿Por qué ese tal Víctor es tan especial? ¿Realmente ella lo ama tanto? ¿Realmente le hizo tanto daño? ¿Realmente la engaño?

La oferta es más que tentadora, nunca me han pagado tanto por un trabajo, tengo algunas deudas que podría pagar fácilmente de aceptar su ofrecimiento, la individualización de las alcobas en el orfanato me costó un buen dinero que aún debo al banco, incluso podría asegurar las festividades venideras de los pequeños. Al ver mi indecisión pregunto:

- ¿Lo tomas o lo dejas?- ¿Lo tomo o lo dejo? Me repetía\, sentí su agarre aflojar\, iba a perder mi oportunidad.

Mire a mi hermana, sus ojos parecían prontos a salir de su lugar, como dos balas que me atravesarían en un santiamén; antes de llegar con su amiga me pidió que aceptara el trabajo, me pidió, casi rogó que lo hiciera, esta mujer Teresa es su única amiga y no quiere decepcionarla, al parecer le contó de mis anteriores trabajo y pese a mi estatus de “retirada” la convenció de que hablara conmigo sobre “una última vez”.

Antes de que su mano dejara la mía, la apriete con firmeza, mirando directamente a sus ojos;  verde versus café  y dije las palabras que ella tanto deseaba escuchar.

- Lo tomó -dije con firmeza. No sabía cuánto me arrepentiría de aquellas palabras.

Pase el resto de la tarde con mi hermana y Teresa, al parecer el tal Víctor no es más que un mujeriego, como hombre no se sale del estándar, le gustan las mujeres con grandes atributos y curvas pronunciadas, no es de extrañar que se viera atraído por Teresa; tiene un negocio familiar en el que ella invirtió, por lo demás la historia entre ellos fue lo más feliz del mundo hasta que una chica se atravesó en medio, sin importarle que ambos estaban comprometidos. Si bien la historia no me convenció mucho, ya había aceptado el trabajo y no había vuelta atrás.

Me fui directo al apartamento de Izan, en la mañana había dejado mis cosas en el estudio de mi hermano, su roomie seguía dormido por lo que no me demore y salí rápido, ahora si tenía el tiempo de organizar mis cosas.. Cuando ingrese fui azotada por el bullicio de una voz gritando, el roomie de mi hermano estaba en la sala jugando no sé qué juego de guerra en una consola de videojuegos, conectado a la pantalla plana que cubría gran parte de la pared, tenía puestos unos audífonos sobre la cabeza, de estos salía un micrófono por el cual gritaba sin parar; a su alrededor había botellas vacías de gaseosa esparcidas por el lugar, empaques de comida chatarra,  en conclusión la sala era un desorden total . El apartamento no era muy grande, tenía tres habitaciones, dos baños, solo la principal tenía su baño privado, el cual era de mi hermano, el otro era el baño social, que compartiría, tenía un espacio de sala-comedor y una cocina pequeña, él espacio era realmente reducido, pero podía sobrevivir ahí sin problema.

Intenté saludar, el compañero no volteo a verme ni un momento, por lo que seguí hacia mi nueva habitación.  La habitación tiene el espacio justo para una cama sencilla, una mesa de noche, hay una ventana amplia que debe permitir buena luz en el día y un closet aunque no es que necesitara más que eso, no me quedaría mucho, el trabajo no será largo y prometí visitar a mi familia a menudo así que el lugar estaba bien para mí. Escuché a mi hermano llegar, por lo que salí a saludarlo.

- Ros - Intentaba llamar a la tierra mi hermano\, aun asi\, su amigo no volvía.

- Hola chiqui -me saludo mi hermano mientras negaba con la cabeza- Este nuevo juego lo tiene perdido\, es posible que ni siquiera se diera cuenta de que el día ya acabo.

- ¡Tierra llamando a Rosendo! -Mi hermano le quitó la diadema de la cabeza\, lo que hizo que su exportador se reintegrará al planeta tierra.

- Pero qué demo… -empezó a decir\, se detuvo cuando me vio\, miro hacia mi hermano desconcertado - ¿Llegó hoy? -preguntó con asombro.

-Te pedí que tuvieras el lugar organizado para recibir a mi hermana.

- Me dijiste que llegaría el lunes.

- ¡Hoy es lunes! Son las ocho de la noche\, estuviste todo el fin de semana jugando y todo el día de hoy.

Su compañero lo miró con vergüenza y luego a mí.

- Ros\, esto no está bien -dijo mi hermano con tristeza\, negando con la cabeza- Hablaremos después\, ella es mi hermana Jade\, que quedara unas semanas con nosotros mientras que ubica un mejor lugar.

- Hola - saludé cortes\, mientras extendía mi mano para saludarlo. Extendió con torpeza su mano hacia la mía.

- Mi nombre es  Rosendo\, pero todos me dicen Ros\, tú también puedes hacerlo -asentí\, su mano estaba caliente\, mojada y pegajosa\, viéndolo bien\, tiene un aspecto desastroso\, claramente es más bajo que mi hermano\, él mide como un metro setenta y ocho y Ros le queda al menos una cabeza más abajo\, unos doce centímetros menos\, su contextura es gruesa\, se nota que no cuida bien su salud física y sus ojos cafés se encuentran tras unas gafas pequeñas\, que reposan en la punta de su nariz\, su cabello negro no es muy  largo\, puede que con un poco de esmero luzca mejor\, a mis ojos no es nada agradable\, según lo que me dijo mi hermano es dos años mayor que él por lo que debe tener unos treinta y cinco\, la verdad se ve incluso mayor.

Con la excusa de seguir ordenando mi habitación logré escaparme del lugar, dicen que la primera impresión es la más importante y hoy sí que entiendo ese refrán, lo tendré muy en cuenta el día de mañana.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play