Un Mes A Tu Lado
Capítulo 1
Elena Baez
Buenos días señora Sprouse. Soy Elena, la chica que contrató para cuidar la casa
Sra Sprouse
Oh, Hola nena. Gracias al cielo llegaste pronto. Resulta que el vuelo se adelantó
El chófer de la elegante camioneta negra se encargaba de subir las maletas de los señores Sprouse.
Elena Baez
Claro. ¿Podría repetirme los detalles?
Sra Sprouse
Mi esposo y yo estaremos fuera un mes. Queremos que te quedes en nuestra casa, ya que eres hija de los señores Baez sabemos que eres de fiar.
Elena Baez
Entiendo. ¿Algo que deba saber?
Sra Sprouse
Nada. Solo tienes que ocupar el lugar. Por cierto, mi hijo Cole está por llegar de un viaje también, sería bueno que se hagan compañía
Elena pensó: ¿si su hijo se queda en casa, por qué tengo que hacerlo yo también? Supuso que serán cosas de ricos.
Elena Baez
Bien, no hay ningún problema. Que tengan buen viaje.
La Sra. Sprouse se despidió con la mano y se subió a la camioneta, la cual pronto emprendió la marcha.
La hermosa casa deslumbró por un momento a Elena.
La señora ya le había explicado cuál sería su habitación, pero ella dudaba que fuera aquella. Estaba perfectamente acomodada y si la de ella era así, no podía imaginar la habitación principal.
Como ya casi eran las ocho de la noche, comió algo rápido luego de dejar sus cosas en la habitación y darse un baño y se fue a dormir.
Al día siguiente repitió la acción. Se dio una larga ducha y se vistió para salir:
Se preparó un desayuno rápido, limpio lo que ensució y se encaminó a la puerta. Pero cuando estaba apunto de abrir la puerta alguien más lo hizo por ella. Un chico mucho más alto que ella, llevaba puesto unos lentes de sol y ropa invernal. Su cara de sorpresa no parecía alegre.
Cole Sprouse
¿Quién eres y qué haces en mi casa?
Capítulo 2
Cole Sprouse
¿Dices que mi madre te contrató para cuidar la casa en su ausencia?
Cole miraba a Elena, intentando deducir si mentía o no.
Elena asintió por milésima vez.
Cole Sprouse
¿Por qué haría algo como eso? Ambos sabían que llegaba hoy
Elena Baez
No tengo la menor idea. Pero el asunto no es conmigo, yo solo cumplo con el trabajo que me dejaron.
Cole miró a Elena de arriba a abajo y frunció el ceño.
Cole Sprouse
Ya se por qué estás aquí. Creo que deberías irte
Elena Baez
¿A que te refieres con que sabes por qué estoy aquí?
Cole tomo una honda respiración, frustrado. Lo único que quería era darse una ducha y descansar.
Cole Sprouse
Son cosas que no te incumben. Ya te pedí que te marches.
Elena Baez
No. Me contrató la señora Sprouse no usted.
Cole Sprouse
¿Y qué? ¿Es por el dinero? Te lo daré para que te vayas.
Elena quizás lo dudo un poco, necesitaba el dinero. Pero eso no estaba bien.
Elena Baez
Dije que no. No pienso moverme a no ser que su madre así lo pida.
Cole Sprouse
¡¿Por qué eres tan testaruda?!
Cole sacó su celular y marcó a su madre. Tras una larga llamada llena de reproches y muecas de enojo, volvió a guardar el celular en el bolsillo.
Cole Sprouse
Bien, te quedarás. Pero no quiero que me molestes
Elena se encogió de hombros en su lugar mientras miraba cualquier cosa que no fuera a él. Intentaba esconder su sonrisa victoriosa.
Elena Baez
Ya que estaremos juntos en la misma casa por un mes, ¿me dirán tu nombre al menos?
Elena puso los ojos en blanco. Lo rodeó para salir de la casa pero antes de que pudiera poner un pie afuera el chico habló:
Cole Sprouse
Soy Cole, aunque preferiría que no tengamos que hablar.
Ella sonrió satisfecha ya que el no podía verla.
Elena Baez
Soy Elena, por si algún día prefieres hablar conmigo.
Capítulo 3
Elena estuvo todo el día en casa de sus padres, incluso cenó allá luego de que su madre insistiera tanto.
Cuando llegó a la casa de los Sprouse, se encontró con la casa vacía. Dio un suspiro de alivio y subió a su habitación.
Estaba cansada, así que se relajó un poco. Cuando salió del cuarto de baño de la habitación con una bata envuelta en su cuerpo dio un respingo por el susto de verlo en su habitación.
Elena Baez
¿Y tu que haces aquí?
El chico miro hacia otro lado incómodo.
Cole Sprouse
Debes avisar cuando llegues. Creí que era alguien más.
Elena Baez
No te vi por ningún lado
Cole se demoró un poco en responder. Cuando lo hizo sonó casi como un susurro:
Cole Sprouse
Estaba en el jardín
Elena Baez
Vale, ¿puedes irte para que me vista?
Cole asintió y cerró la puerta detrás de él. Elena se puso algo cómodo y al salir, él aún estaba detrás de su puerta.
Elena Baez
¿Algo de lo que quieras hablar?
Cole Sprouse
¿Sabes por qué estás aquí?
Elena Baez
Si, para cuidar la casa. Creí que ya te lo había dicho.
Cole Sprouse
No. *suspira* Bueno si vas a estar aquí mereces saberlo
La curiosidad estaba acabando con ella. Casi le dieron ganas de agarrarlo por el cuello y obligarlo a hablar de una vez y sin rodeos.
Cole Sprouse
¿Quieres tomar algo?
Bajaron juntos y Cole le sirvió una bebida extraña de una botella cara, y otro para el igual.
El sabor del alcohol quemo por un momento la garganta de la chica pero supo disimularlo bien.
Elena Baez
¿Por qué tanto misterio?
Cole Sprouse
Soy un chico misterioso *dijo con aire coqueto*
La broma hizo que se le escapara una risa, por la cual se sintió tonta más tarde.
Elena Baez
Ya, bueno chico misterioso, ¿me dirás por qué estoy aquí o necesitas un poco más de suspenso?
Cole Sprouse
Un poco de suspenso no estaría mal.
Elena le dedicó una mirada asesina.
Cole Sprouse
Bueno, la historia es un poco extraña y después de esto vas a querer marcharte.
Elena le dedicó una mirada, indicándole que continuara.
Cole Sprouse
¿Sabes qué? Mejor te digo otro día
Elena Baez
¡Cole! Eres malo
Cole le guiñó un ojo y respondió:
Cole Sprouse
Y tú te ves muy tonta con ese pijama de unicornios
Elena enrojeció por completo y supo que era hora de huir. Ese chico estaba mal de la cabeza.
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