“Prestando mis Alas”

Una trágica situación ha llegado a la vida de Alana, una joven de 24 años que ha terminado la universidad de psicología, donde quiere retomar su especialidad en Tanatología.

Las amistades con las que ella ha mantenido durante su niñez, le demuestran en lado bueno y el lado malo que tiene la vida, sin embargo, la han puesto es una situación complicada por la confianza que tiene en otras personas haciendo que caiga en un abismo de sentimientos y emociones, donde no buscará respuestas a su dolor.

Momentos que nunca hubiera deseado tener que vivir, pero… en su camino pasará por dificultades que tendrá que aprender a salir adelante por si sola, como bien dicen por ahí: “Dios nunca te dará pruebas que no se puedan superar”

Bienvenidos a esta nueva historia de Romance, drama y suspenso. Tema principal: Superación personal, Amor, Pasión y muchos momentos que nos pondrán los bellitos de gallina.

Te invito acompañarme a esta nueva aventura donde los personajes se desenvolverán en situaciones donde cada uno tendrá que demostrar su versión de la historia.

Amigos lectores como saben es para mi un placer contar con cada uno de ustedes que me ha seguido a lo largo de las historias que he compartido con ustedes, saben que estoy agradecida con cada uno de lo que me siguen y los que no, les invito a seguirme en mi perfil de Novel Toon: Lucy Mom, para que no se pierdan la actualización de los nuevos capítulos.

Quienes me siguen desde los principios saben como manejo los capítulos, sin embargo por el tiempo que manejo, pueden variar los horarios:

Lunes a Viernes: A partir de las 6:00 pm horario México.

Sabado y Domingo: A partir de las 2:00 pm horario México.

Los capítulos especiales… se refieren al encuentro romántico que siempre lo he expresado muy explícitamente, por lo tanto esas partes no las voy a compartir en la aplicación de Novel Toon. Contamos con el Instagram de las novelas: Lucymomhistorias, donde se comparte parte del capitulo y se comparte en la imagen donde se pueden leer completos: SOLO LOS CAPITULOS ESPECIALES NO SE COMPARTEN POR NOVEL TOON. La aplicación constantemente nos ha hecho actualizaciones donde las reglas y restricciones han ido en aumento, para evitar que el capítulo no sea suspendido se ha tomado la decisión de tiempo atrás no incluir ningún tipo de contenido explicito. Recuerden: “HAY REGLAS Y TENEMOS QUE CUMPLICAR” eso es para evitar que la novela no las vayan a reportar.

Quiero en verdad recordarles con el corazón en la mano que su apoyo es muy importante para mi, no les voy a exigir que le den me gusta o que se unan, sin embargo para mi es una motivación saber que la novela les esta gustando. Solo les pido la verdad que los comentarios que me hagan sea con respeto, muchas veces me han crucificado en no hacer la novela como ustedes les gustaría. Les recuerdo la historia se va formando como vaya fluyendo la historia, tomo en cuenta los comentarios que ustedes me hagan, que si no los ven al momento, pero más adelante lo puedo involucrar… ¿Por qué les digo esto? La novela la voy escribiendo en mi respaldo y la voy adelantando poco a poco, claro que por el tiempo no puedo avanzar mucho pero todos los días trato de dejarles capítulos, les pido comprensión al ver si solo les comparto un capitulo o dos, recuerden que como escritora también tengo una vida.

Al final del capítulo siempre verán las etiquetas:

• Les espero en mi Instagram: Lucymomhistorias.

• Su apoyo es muy importante, dejen su me gusta, sus regalitos, comenten mucho. No se les olvide seguirnos en el perfil de Novel Toon, así les llegará la actualización de los nuevos capítulos.

Esto más que nada es por que en todas mis novelas lo pongo.

Sinceramente es lo único que les pido, su apoyo para mi es muy importante, si algo no les gusta de la novela, o no les parece la manera que se está llevando la novela, solo les pido que sigan su camino, muchas veces sus palabras nos hacen apoyadas, entendidas, nos motivan, pero cuando hay comentarios negativos, claro que nos hacen sentir que no es valorado nuestro trabajo. En verdad les digo, escribir no es fácil, nos lleva mucho tiempo, no es que estemos dedicadas a esto pero esta parte es la que queremos compartir con ustedes… un poco de lectura para dejar pasar todo lo que pudiéramos estar pasando con el día a día.

Si ven que no contesto de inmediato, no es que no lo quiera hacer, solo que como les he comentado tengo una vida. Por lo general o es en la mañana o en la noche que les puedo contestar, si gustan mandarme mensaje en privado o por el Instagram también lo pueden hacer, siempre tendrán a su disposición alguien que las pueda leer.

Las imágenes me gusta compartirlas, ya que es la manera en que veo a los personajes, nunca me ha gustado dar descripciones de los personajes, imagen que se pone en el capitulo, es el personaje que estuvo en el mencionado.

Espero de todo corazón que esta nueva novela sea completamente de su agrado… Cualquier duda o que no encuentren los capítulos especiales, no duden en preguntármelo.

* POR AQUÍ NO PUEDO DECIR DONDE SE ENCUENTRAN LOS CAPITULOS ESPECIALES*

Como siempre espero que esta nueva historia sea siempre de su agrada como las anteriores…

Empecemos….

Alana Cavalli:

Abrí la puerta, cerré dejando reposar mi cuerpo en la puerta. Levanté la mirada hacia las escaleras, Rimbo bajaba las escaleras de manera tan rápida. Sonreí llegando hasta las ultimas escaleras…

Rimbo: Mami… Llegaste. Wooow, que hermosa te vez.

Alana: ¿Me veo muy hermosa?

Rimbo: si mami.

Saltó los dos últimos escalones llegando a mis brazos, lo alcé dejando un fuerte beso en su mejilla. Me abrazó con tanta fuerza jalando un poco de mi cabello.

Alana: Mmmm… que rico hueles.

Rimbo: Papi y yo vamos a salir.

Alana: Rayos…. Su partido.

Roman: Vaya, vaya.. ahora si que Dios me bendijo con una hermosa mujer.

Alana: En verdad.

Mi esposo tomó entre sus brazos a nuestro hijo dejando un beso en la mejilla dejando sobre el piso. Le dio una palmadita en su pompi sonriendo.

Roman: Ve por tus cosas, no se te olvide el botellón de agua.

Los dos miramos hacia donde nuestro hijo de 4 años salía corriendo desesperado en busca de su mochila, no fuera que su padre lo dejara y eso si que sería un llanto de nunca acabar.

Me abrazó con su mano atrayendo mi cuerpo hacia él.. sus labios iban rosando sobre mi mejilla. Dejando un beso delicioso sobre mi mejilla, otro cerca la comisura de mis labios, otro en mi cuello.

Roman: solo por que tengo compromiso y tengo que ir, sino te llevo a la cama y de allí no salir.

Sostuve su rostro entre mis manos, sus ojos tan hermosos dedicados a cada pensamiento que empezaba en mi día y terminaba en mi noche entre sus brazos.

Alana: Lo sé.

Roman: ¿Cómo estuvieron tus casos?

Respiré profundamente, entrelacé sus dedos con los míos, ser psicóloga y escuchar a los pacientes, me dejaba muchas veces un trago amargo, sus vidas que creían que eran miserables, cuando tenían muchas cosas por vivir.

Alana: Uno más que otro. Hay unas chicas que tienen trastornos alimenticios muy fuertes, les tuve que recomendar a los especialistas a sus padres.

Roman: Rimbo… hijo.

Rimbo: Listo papá.

Roman: Alana… ¿en verdad no te gustaría ir?

Alana: si esperas a que me cambie, voy.

Levantó su mano negando con la cabeza, señaló su reloj en forma que se le había hecho demasiado tarde.

Roman: Rimbo estará con los hijos de Kiara.

Alana: Me apresuro y voy. No he platicado con ella por dos días.

Roman: No te preocupes, descansa, lo necesitas, tanta terapia para esos pacientes, que puedes quedar igual que ellos.

Lo empujé en forma de broma… se acercó dejando un beso en los labios.

Roman: toma la ducha y te veo allí.

Sostuvo su manita abriendo la puerta, los acompañé a la salida, su papá abrió la puerta de atrás alzando sentándolo en su sillita. Me acerqué poniendo su cinturón y sus cintillas de seguridad. Dejé un beso en su frente acariciando su cabello.

Rimbo: Te amo mami.

Alana: Te amo mucho más mi amor. Te veo en un ratito.

Cerré la puerta viendo a mi esposo, revisó su móvil haciendo seña que ahora si no podía seguir tardándose.

Roman: entonces… ¿irás?

Alana: Si, termino unos pendientes y te voy a ver.

Roman: Descansa… Te levantas muy temprano y luego tienes que estresarte con todo lo de tus pacientes. Por cierto, ve separando los días del viaje.

Alana: Ya están programados. Te amo amor.

Roman: Igual te amo. Cualquier cosa te llamo al móvil.

Se subió al auto, cerró encendiendo, empezaba dar reversa saliendo, levanté mi mano en señal de adiós, Rimbo pegaba su boquita en la ventana dejando huella de beso. Mandé un beso volado… respiré profundamente caminando hacia el buzón, metí mi mano sacando la correspondencia. Miraba algunos, como si Roman no lo hubiera tomado. Levanté los hombros sin importarme.

Entré a mi casa revisando la correspondencia, pasaba una y otra, me detuve en una que era de mi interés… dejé las demás sobre la mesa de estar abriendo el sobre…

Alana: Llegaste… dime que si eres tú.

Saqué la hoja empezando a leer. Di varios saltos de alegría y emoción… abracé el aviso más importante.

“Sra. Alana Cavalli de Melnilov… Por la presente nos ponemos en contacto con usted para la notificación de la aprobación de su solicitud referido al diplomado de su especialidad en el ramo de la Tanatología. Deberá presentarse a las instalaciones mencionadas y programar sus horarios… Atentamente… dirección General Tanatólogos Magisteriales”

Alcé la hoja dejando un beso en ella, tanto tiempo esperando esta oportunidad y aunque en un momento había puesto pausa a mi especialidad quería retomar lo que tanto me gusta. Ser Psicóloga en Tanatología no era fácil, si no te llegaba la propuesta sería demasiado complicado, además que los costos de la especialidad no todos podían cubrirla, pero este no era mi caso, tenía la herencia de mis padres que me dejaron cuando fallecieron y contaba con el apoyo de Roman.

Abrí mi bolso sacando mi móvil, la primera que tenía que enterarse era mi mejor amiga. Sin ella nada de esto lo podía lograr, siempre me motivaba en que tenía que hacerlo para superarme, con mi profesión si era suficiente, pero nada como la especialidad… una forma de ayudar a quien esté pasando por un mal momento en su vida.

Llamada:

- Alana… cariño.

- ¿Qué crees?

- ¿Estas embarazada?

- No… bueno no creo… pero tengo algo que decirte.

- A ver suéltalo… quiero saber.

- Me dieron la propuesta para especializarme en Tanatología.

- En verdad. Hermosa… Felicidades. Te lo mereces sabía que podías hacerlo. En un rato que te vea te juro que no te soltaré.

- En cierto, quedé en ir. Javier y Roman, tendrán motivos para anotar varios goles.

- Si, con eso que ya le di la noticia de mi embarazo. Con lo tuyo Roman saltará de emoción.

- Si amiga. Hubiera sido bueno estar a la par en un embarazo.

- Bueno cariño… Roman te lleva casi 17 años, claro que debió premiarte con un hijo más.

- No es tanta la diferencia.

- Solo tú no la percibes… 39 contra 23… ni se diga.

- Hay no digas nada así, me ha dado a Rimbo.

- Bueno… te veo entonces.

- Si en un ratito voy.

Terminé la llamada… tenía que apresurarme, necesitaba llegar y darle ahora si la noticia a mi esposo, no quería que pensara que no le cuento las cosas primero.

(…)

Acomodaba el vestido, se veía muy bien en mi cuerpo, necesitaba verme…

Alana: No… mejor unos jeans, sería mucho el vestido en un partido.

Entré al armario quitándome el vestido. El auricular de la casa empezó a sonar. Salí dejando caer el vestido sobre el piso, lo alcé con mi pie poniendo una playera dejando los jeans sobre la cama.

Llamada:

- Diga.

- Buenas noches, con el Sr. Roman Melnilov.

- Hola, no se encuentra en este momento, soy su esposa Alana.

- Buenas noches señora, me presento. Soy la Abogada Cira Celli, represento al despacho Bonnet & Qiuber y asociados. El motivo de mi llamada, es por una documentación que el Sr. Melnilov solicitó para modificación en relación a su testamento.

Levanté una ceja algo confusa a lo que me estaba diciendo esta abogada, no había hecho planes con él en hacer testamento, bueno ya tenía él uno, pero nunca me dijo que habría alguna modificación para ello.

- Amm, sobre que tema.

- Sra, el Sr Melnilov, hizo el dominio mancomunado.

- ¿Cómo?

- Si, de hecho trajo su firma ya que se notificó que usted no podía acudir ya que estaba fuera de la ciudad.

- Amm… ¿de que despacho me dijo?

- Bonnet & Qiuber y Asociados, si gusta puede pasar a revisarlos, ya están terminados y realizados los cambios, solo falta saldar el trámite y tendrá ya en sus manos su nuevo testamento.

- Claro… ¿de cuanto hablamos que hizo falta?

- 2,500 euros.

- Vaya… demasiado para un trámite.

- Son por los puntos modificados a un documento legal, el anterior queda invalido ahora que está liberado el nuevo.

- Paso a revisarlo.

Colgué el auricular, di varios pasos hacia atrás sentándome en la cama, ¿Cómo por que habría pasado todo a mancomunado cuando los dos teníamos acuerdos sobre nuestro dinero? Era nuestro patrimonio, más que nada de nuestro hijo, cada uno tendría sus cuentas apartes. Sostuve mi barbilla recordando si en algún momento tuve que firmar algo que él me había dado. Negué con la cabeza, no lograba recordar que haya firmado algo.

Dejé caer mi cuerpo sobre la cama, hasta parecía que el techo pudiera darme respuestas. La mayoría del dinero era mío, más bien mis padres nunca estuvieron de acuerdo que me casara con una persona mucho mayor, menos cuando supieron que me casaría aun siendo menor de edad, mucho tiempo estuve lejos de mis padres dando su lugar a Roman, hasta que en su lecho de muerte tuve la oportunidad de reconciliarme con ellos haciéndome acreedora de su fortuna. Fortuna que hasta la fecha la tenía para mi hijo.

Rodé un poco quedando boca abajo, dibujaba con mi dedo la sonrisa de Rimbo, era tan lindo, atraje una almohada abrazándola.

Alana: Te amo tanto mi amor.. no sé que haría sin ti… apenas tus 4 años y me has robado el corazón como no tienes idea.

Mañana mismo paso a ver ese tema con su abogado, espero que hoy me de las razones para no tomarme en cuenta y si lo hizo quería saber de que manera pude firmar y cuando lo firmé.

Cerré los ojos, sonreí sin darme cuenta que el sueño me estaba tomando entre sus brazos, que serían solo 5 min…

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Alana

Román

Rimbo

Roman:

Corría detrás de Rimbo que parecía no tener bajón de energía por el contrario, estaba tan feliz y emocionado.

Rimbo: Papá, patea la pelota.

Román: ayyy, te va.

Le di un golpe, mandando algo lejos, él corrió con su hermosa sonrisa. Llegó a la pelota pateando como todo un futbolista profesional.

Javier: Amigo.

Román: Hey, creí que ya no venías.

Los dos miramos hacia Rimbo que traía la pelota, se acercó saludando a Joan, se puso a su altura poniendo su mano sobre su cabeza dejando una buena distancia sin tocarlo.

Javier: Vaya, si que ha crecido este niño.

Rimbo: Mamá me da mucho Danonino.

Miró hacia los lados, levantándose, se acercó hacia mi extendiendo su mano, Kiara su esposa tenía unos meses de embarazo para ser exacto 6 meses, me acerqué a ella saludando de beso en la mejilla.

Kiara: Pensé que ya había llegado Alana.

Javier: Lo mismo pensé, se me hace extraño no verla.

Roman: Ya saben, eso de trabajar para pacientes pobres no era algo que le deje tanto tiempo.

Javier: Bueno, es algo que le gusta.

No quería de perder de vista Rimbo, había muchas personas en el campo y ese pequeñito muchas veces se ponía a jugar solo alejándose.

Javier: No te preocupes amigo ahora veo a Rimbo. Es feliz con mi hijo.

Román: eso veo.

Javier se alejó, me di la media vuelta caminando hacia donde estaba mi maleta de ropa deportiva, me senté quitando los tenías que traía puestos, ponía las calcetas cuando Kiara se sentó, la miré de reojo levantando la mirada hacia mi hijo, Javier y Kiara eran los mejores amigos de mi esposa Alana, así que la confianza era muy significativa.

Kiara: Ya 6 meses.

Román: Creí que le dirías a tu esposo.

Kiara: Estas loco, prefiero que no sepa nada.

Llevé a mis labios el botellón de agua, lo aparté asintiendo con la cabeza, los miré sin perder la atención de ellos. Miré por ambos lados, no quería que nadie nos escuchara.

Román: Este fin de semana tengo un viaje de negocios.

Kiara: Lo sé, tú hijo y yo estaremos felices, tendré que decirle que iré a visitar a mis familiares.

Román: el fin de semana solos tú y yo.

Kiara: Por lo menos por el embarazo no dejo que me toque… ¿Tú con Alana?

Negué con la cabeza sonriendo, acomodaba la calceta poniendo los tenis tacos del juego, Javier se divertía demasiado con los niños, levanté mi mano señalando hacia donde estaban.

Román: Tú hijo y el mío serían los hermanos que se necesitan.

Kiara: No seas tonto, Rimbo, nunca sería parte de la familia, Alana nunca va aceptar en dejártelo.

Román: Kiara, me subestimas, tengo ya todo arreglado para que cuando te decidas en dejar a Javier hago lo mismo, pero con mi hijo, no se te olvidé que Rimbo es más mi hijo que el de Alana. Si, sigo haciendo el amor con Alana, es mi esposa.

Rodó los ojos levantándose, se había enfadado, terminé de ponerme el otro taco, me levanté siguiendo donde ella se estaba yendo, esas escenitas de celos sabía que me molestaban demasiado. La sostuve del brazo jalando hacia uno de los locales que estaban en privado, abrí la puerta dejando un poco entreabierta, si escuchaba a Rimbo llamarme saldría rápido.

La solté cruzando mis brazos. Negué con la cabeza, ella solo se acercó a una de las mesas reposando su cuerpo en la orilla de la mesa.

Kiara: ¿Por qué tienes que seguir haciendo el amor con ella? No la amas, nunca la has amado.

Román: ¿Qué sabes de mis sentimientos? Alana es mi esposa, es la madre de mi hijo.

Kiara: Ni te ha podido dar otro hijo.

Román: Sabes que no he querido volver a embarazarla, así que Rimbo es nuestro hijo, con lobque hicimos y mi esperma se creó, ella ni enterada, además con Rimbo me basta, ya con el que viene en camino son dos.

Levantó sus manos golpeando sus piernas, negó con la cabeza demasiado molesta.

Kiara: Dinero es lo que le sobra a Alana, tú y yo sabemos que es por eso que te casaste con ella, pero desde que me viste no dejas de mirarme, de provocarme.

Ella daba pasos lentos demasiado seductora, se acercó a mi acortando la distancia, sus pechos rozaban con mi brazo, bajé los brazos, enredé mis dedos en su cabello atrayendo hacia mi, sus manos se fueron hacia mi cabeza enredando sus dedos, jalaba con tanta pasión que Kiara era con la que realmente me quería casar, pero por cosas del destino conocía Alana sabiendo lo que ella pudiera representar en mi vida, moría por poseerla hasta llevarla al altar, con Kiara hoy por hoy habíamos retomado cosas del pasado.

Mis manos apretaron sus piernas alzando con fuerza, caminé hacia el frente sentándola en la mesa, jalaba mi camisa hacia afuera, metió su mano masajeando un poco mi miembro, me besaba desenfrenadamente, me encantaba sentirla, levantaba su vestido, aparté las bragas entrando en ella, sus manos se aferraban a mi cuerpo, me volvía loco, empujaba con fuerza, sus piernas estaban bien enredadas en mi cintura, nada como hacer el amor con la mujer que ahora estaba en mis pensamientos.

Rimbo: PAPÁAA.

Me detuve acomodando mi ropa, Kiara se asusto mirando hacia la entrada, mi hijo salió corriendo, ella me sostuvo del brazo.

Kiara: Puede hablar..

Román: Suéltame.

Salí corriendo, miré por ambos lados y no lograba encontrar a mi hijo, miraba a los niños que estaban jugando divertidos.

Jugar: Román… ya va empezar el partido. ¿Listo para ganar? Veo que no vino Alana.

Pasé de sus palabras mi corazón latía demasiado rápido, mi cuerpo estaba teniendo falta de respiración al no lograr dar con él. Corrí del otro lado mirando hacia donde él iba corriendo con su pelota.

Román: RIMBOOO, HIJOOO, ESPERA.

Parecía que no me escuchaba, a pesar de ser pequeño corría muy rápido, agilizaba mi correr viendo que lo estaba alcanzando, arrojó su pelota al lado de la carretera. Negué con la cabeza. Estaban pasando muchos autos muy rápido.

Roman: HIJOOOO, RIMBOOOO ESPERAAAA…

Miró hacia su pelota corriendo tras ella, varios de los compañeros del equipo se dieron cuenta corriendo hacia donde estaba Rimbo…

Román: NOOOO, NOOOO CRUCES…

Corrió tras la pelota sin voltear a ver.

IIIIIIIIIIIIIIIIHHHHHHH!!!!! PLAAAAAAAFF!!!

Román: RIMBOOOOOO…

La visión se me estaba nublando al ver como se elevó su cuerpecito saliendo lejos de donde el auto lo había golpeado, el auto giraba sin parar.

Javier: ROMÁAAAAN…

Kiara: ROMÁN…

El auto se estrelló con tanta fuerza dando volteretas. Corría desesperado en ayuda de mi hijo que no veía que se movía.

Javier: ROMÁAAAAN…

Crucé la calle sin voltear…. Un fuerte dolor sentí en mis piernas que me golpeaba con fuerza…

IIIIIIIIHHHHHH!!!!!!!!!

Mi cuerpo cayó sobre la carretera, mis ojos podían ver el cielo de como las nubes iban moviéndose tan rápido… hasta ya no poder tener visibilidad de nada.

(…)

Javier:

Miré como había tropellado a Román, corrí hacia Rimbo que no se movía para nada. Kiara llegó donde estaba Román, pidiendo ayuda… vi que el auto donde habían chocado estaba tirando gasolina, tomé entre mis brazos a Rimbo, muchos estaban tratando de ayudar a la persona que estaba dentro.

Mujer: Ayuda… ayuda.

Javier: Kiara… toma a Rimbo.

Kiara: Román… Román…

Mi hijo corrió pero lo lograron detener por uno de mis compañeros, se iban acercando todos tratando de jalar la puerta donde se empezaba a quemar el auto.

Mujer: por favor… por favor… ayúdenme…

Todos jalaban con fuerza, los autos se iban deteniendo, los que podían ayudar, ayudaban.

Mujer: AYUDA… ME QUEMOOO. ME QUEMO.

Intentaban romper los cristales pero por dentro ya se estaba quemando todo… Levanté mi antebrazo cuando empezaba a estallar los cristales, tomé el móvil alejándome de la cercanía del auto… marqué a la ambulancia.

BOOOOOOOM!!!!

Mi cuerpo se fue hacia adelante, dejando caer el móvil lejos, varios se habían ido al piso… los gritos de la pobre mujer eran ensordecedores, el otro auto que había golpeando a Román ya estaba hablando a su aseguradora, pasé mi atención a Kiara que estaba llore y llore por él me acerqué al móvil rápidamente llamando una ambulancia. Aunque creo que varios ya lo habían hecho. Me acerqué a Rimbo viendo como tenía su cabecita con tanta sangre, uno de los compañeros que es médico se acercó revisando. Puso una de sus camisas debajo de su cabecita sirviendo de almohada.

Médico: Dios Santo… ¿Cómo pasó?

Javier: No tengo idea, solo vi correr a Román tras de Rimbo. Kiara… Kiaraaa…

Kiara: Hay… que llevarlo al hospital.

Hasta mi compañero se dio cuenta de como se estaba comportando Kiara. Negué con la cabeza tomándola del brazo, la levanté con cuidado de no lastimar a nuestro hijo.

Javier: ¿Qué te sucede? ¿Por qué tanto interés por Román?

Se soltó de mi agarre mirando hacia Rimbo, negó con la cabeza acercándose a Rimbo. Se puso de rodillas tomando su cuerpecito entre sus manos, lo abrazó arrullando.

UI UI UI UI UI IU.

UI UI UI UI UI IU.

Las personas se iban apartando dando paso hacia donde se encontraban, se aparcó bajando con camillas portátiles. Soltó el cuerpo de Rimbo jalando al paramédico hacia Román.

Kiara: Señor, por favor, sálvelo, es joven y tiene esposa.

Otro paramédico se acercó donde estaba Rimbo, los extintores de los bomberos iban arrojando el polvo hacia el auto que ya estaba demasiado quemado, no me quiero imaginar los familiares de esa pobre mujer, nadie sabía nada.

Me puse de cuclillas tomando mi móvil. Tenía que avisarle a Alana. El paramédico sostuvo mi brazo.

Paramédico: ¿Es usted el padre?

Javier: No, él es el padre (señalando hacia Roman) El es hijo de mi amiga.

Paramédico: Hay que llamar a la madre, que le diga que la veremos en el Hospital Hope.

Asentí con la cabeza, habían puesto oxigeno a Rimbo, le iban poniendo un catéter en su bracito. Lo levantaron los paramédicos. Kiara sostenía la mano de Román apresurada siguiendo a los camilleros, entrecerré mis ojos, desconocía la actitud de mi esposa hacia el esposo de su mejor amiga.

Pramédico: Señora tiene venir con nosotros, su esposo está en peligro.

Kiara se subió en la ambulancia, los paramédicos cerraron la puerta donde empezó avanzar, igual la de Rimbo.

Compañero: No lo puedo creer, pobre Alana, dos golpes en un solo día.

Pasé de las palabras de mi amigo, caminaba hacia el otro lado, miré la pelota de Rimbo, se me vino a la mente cuando Alana se la regaló, ella siendo una mujer formidable mirando por los demás antes que por ella misma. Me acerqué sosteniéndola, se iba desinflando por el calor que había llegado hasta ella. La dejé caer, mis ojos se llenaron de lagrimas, levanté el móvil mirando hacia la pantalla. Marqué su número… me estaba dando tono.

Bombero: Señor… Conoce a la mujer que iba dentro del auto.

Aparté el móvil negando con la cabeza.

Javier: No, la verdad todo pasó tan rápido.

Bombero: Le agradezco.

El hombre que había atropellado a román estaba demasiado nervioso, me acerqué apretando su hombro.

Hombre: el señor cruzó, tengo familia, no puedo ir a prisión. No puedo.

Javier: Puedo ser su testigo, sé lo que pasó y tampoco se me hace justo que lo culpen.

Los autos oficiales llegaron, se bajó un oficial acercándose hacia el señor.

Oficial: Nos reportaron que atropellaron a un menor y a un hombre.

Javier: si, el joven no tuvo la culpa, el hijo de mi amigo cruzó y, la mujer que iba en el auto perdió la vida. Román cruzó sin mirar y el chico que pasaba.

Oficial: Tomaremos su declaración.

Saqué la billetera, le entregué una de mis tarjetas al chico en caso que lo necesite, tenía que avisar a Alana y estar con su hijo mientras llegaba ella.

Javier: Cualquier cosa avísame, es mi numero.

Me aparté corriendo hacia mi auto. Abrí la puerta subiendo, lo encendí acelerando.

Lo que puede suceder en unos segundos, en un momento tan inesperado haciendo que la vida cambie por completo.

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