¿Quién soy? , No espera, ¿tú quién eres?...
Abrí mis ojos y todo lo que podía ver era el cielo,el sol se reflejaba en ellos,me dolían un poco y los sentía arenosos. Solo podía escuchar el sonido de los autos a lo lejos me sentía aturdida,la brisa era agradable fresca,me senté y mis manos se llenaron de tierra todo lo que podía saber era lo que veía,no había más. No recordaba como llegué ahí o que fue lo que pasó,a mi lado había un árbol así que me arrastre para recostarme en el,trate de reconocer el lugar pero no pude,esto me consumía un poco,no tenía nada ni a nadie cerca y ví un letrero de comida así que fuí para conseguir algo de información, trate de pararme pero al apoyar mis pies sentía un profundo dolor me sentía súper cansada,por suerte me pude parar. Tarde al rededor de dos horas y media en llegar a algún restaurante cercano, ahí conocí a la señora Beatríz,apenas podía caminar así que en cuanto me vió corrió a ayudarme se veía demasiado preocupada fue atenta y me ayudo a curar mis manos estaban llenas de tierra y sangre molida, debo admitir que no cualquier persona lo hubiera hecho pero también fue raro;al cabo de un rato,al revisar mis piernas parecía tener un esguince así que amablemente se ofreció a llevarme a un hospital para saber que había pasado conmigo y si tenía familia o había algo más. Al llegar tomaron mis datos pero era poca la información que les pude dar,no recordaba nada y aún estaba como en trance veía cosas que no son por poco creí que estaba loca, aún así me atendieron y me quedé en la sala de recuperación aquí pase la noche. Todo lo que quería era saber mi nombre pero como era... Patricia?, Esmeralda... no, Susan;no lo sé pero tenía que recordar algo no podía seguir así,comencé a pensar en las cosas que traía puestas bueno mi blusa era corta y estaba un poco rasgada y muy sucia,mi pantalón estaba por completo roto y lleno de sangre,mi cara estaba herida pero cómo, no entendía porqué,pero había algo más no traía celular ni algo que pudiera reconocer pero, sí todavía tenía ese anillo tan brillante,bonito y sin ninguna idea de lo que paso. A la mañana siguiente me dijeron que para cualquier cosa que necesitará me atendería la enfermera Sonia, a decir verdad, tenía mala apariencia y podía sentir una sensación muy mala proviniendo de ella;era muy grosera,cada vez que le pedía algo solo decía "ve tu misma",pero que onda se supone que ese era su trabajo yo no tenía por qué mover un dedo,pero igual lo necesitaba así que se lo pedía a las demás enfermeras que pasaban por mi habitación,era una total bruja. No me dejaron ir,ya que estaba muy hinchado mi pie y querían hacerme algunos exámenes para descartar problemas psicológicos,pero yo sé bien que no estoy loca*.
Mientras dormía, tenía escasos recuerdos fragmentados de un hombre que estuvo a mi lado, de pronto sentí inquietud y me desperté de repente, mire a mi al rededor pero no había nadie, hasta la puerta de la habitación estaba cerrada; recordé algo que Sonia me dijo, que hará cierto punto es cierto, “estoy viva de puro milagro”. Esto puede sonar un poco raro pero desde el momento en el que me recibió note un colgante con un medallón rosa y una foto de una pareja dentro el, sinceramente fue extraño notar como de manera impulsiva se lo arrancó del cuello tratando de que no lo viera; puede que ella sepa algo, pero ahora es difícil saber con quien puedo contar.
Esta vez me levantaron unos gritos horribles, como si estuviera alguien estuviera sufriendo mucho; trate de pararme y me dirigí a la puerta que por suerte estaba abierta, pero al salir presencié como dos enfermeros llevaban a la fuerza a un civil indefenso al pasillo psiquiátrico, eso explicó los gritos. Luego de que ellos salieran por la puerta principal, entre con cuidado a aquella área para poder saber qué pasó; estaba muy solo y no sabía ni en qué lugar estaba ella, así que opté por abrir todas y cada una de las puertas hasta encontrar... ¡bingo!, puerta número 178. Decidida, entre lentamente para no causar revuelo y cuando ella me vio se dirigió a una esquina de la habitación, muy asustada, le pregunté si se encontraba bien a lo que ella respondió: ¿qué haces tú aquí? Estás satisfecha con que al fin ya estoy con el loquero, ¿verdad? Dime ¿qué le hiciste a mi hijo?. Creí que estaba loca, pero entre más me preguntaba más parecía que nos conocíamos desde antes; - disculpe señora, ¿de dónde nos conocemos?- , ví cómo sonreía y con tanta ignorancia me contesto: “ somos familia, o es que Richard ya te dejo por otra más barata? “, luego comenzó a reírse como loca, así que salí de ahí tan rápido como pude y entre a mi habitación.
Pero cuando llegué, me estaban esperando para poder inyectarme un tranquilizante; salí acostada en la camilla casi alucinando cosas que no eran ciertas o que no estaban sucediendo. En verdad no recuerdo qué fue lo que sucedió, me quedé dormida por un largo tiempo hasta que abrí los ojos y esperé a que alguien viniera pero nadie llego de hecho tuve que salir de ahí en ese mismo instante; me quede en la habitación donde hasta ahora me estaba quedando. Al poco rato me trajeron el desayuno, parecía que ya era de día ¿cuánto tiempo estuve dormida? no lo sé, así que tome uno de los cubiertos y esperé a que llegara la enfermera Sonia, era hora de saber lo qué pasaba.
Me escondí atrás de la puerta del cuarto mientras esperaba su regreso, cuando entró y cerró la puerta la ataque por la espalda poniendo el cubierto sobre el cuello y me di cuenta de que traía una cinta gruesa en uno de sus bolsos, la tome y la amarré a la silla de las visitas. Entonces entable una conversación con ella:
- Muy bien ahora dime, ¿de dónde obtuviste este collar?
- No te dire nada mocosa engreida.
- Ok, no te lo pediré más, tú vendrás a decírmelo.
Así que tuve que esperar todo un día sin darle nada de comer ni beber,forzándola de esa manera, pero no duró mucho para que ella me dijera todo:
- Está bien, te lo dire. Esa mañana antes de que te trajera aquella señora, yo estaba ayudando como recepcionista por que hubo mucha gente que venía por atención médica, era raro que hubiese tanto accidente en el mismo tramo de la carretera.
- Vamos continua!.
- Necesitó tomar agua para poder seguir contándote lo que necesitas.
- Aquí tienes...
-Gracias, muchas Gracias yo sabía que había mucha bondad en ti y te...
- Continua por favor.
- Si está bien. Bueno luego de hacer los informes del doctor Andrés, me topé con un muchacho igual de joven que tú y me dio el medallón, parecía que llevaba prisa como si alguien lo hubiera estado siguiendo todo este tiempo. Él estaba sentado en la sala de espera desde que cambió el turno el hospital, lo vi hablando con la viejecita que llegó hace 3 días, lo único que escuché de ellos fue que ella se tenía que hacer pasar por loca para que pudiera hablar con una tal “Yun”, al parecer solo le diría lo más importante para que lo pudiera recordar y encontrara de nuevo su camino hacia una venganza.
- Y sobre el medallón, ¿qué te dijo?.
- Sobre eso, solo me dijo que cuidara de él hasta la chica llegara, y justo cuando él salió, 5 minutos después llegaste tú y me sorprendió pensar en lo que el chico me había metido, por eso te trate mal por que no quería tener nada que ver contigo pero ahora que sé que eres tú de quien hablaba aquel muchacho puedo confesarte esto: “ el día 7 para el mes 7; un día, solo una noche; 5 picos tiene la estrella y 5 días te quedan; sigue la música hasta escuchar el final por qué sino lo haces sola te quedarás”. Muchacha tú sólo puedes entender esto así que te daré el medallón y cuando yo te lo indique saldrás por la puerta de emergencia, yo te veré ahí y juntas nos iremos para ayudarte a cumplir con lo que el destino te tiene preparado.
- Espere qué?, cómo sabré si esto está bien y todo eso fue lo que le dijo aquel joven?, eso es todo?.
- Escucha atentamente, se que tienes muchas dudas pero ahora entiendo lo que quiso decir aquel muchacho, yo solo te puedo guiar para que puedas obtener lo perdido, sin eso eres un pollito muerto muchacha, prométeme que estarás ahí, júralo!.
- Esta bien, estaré ahí pero con una condición, si nos vamos las 2 regresamos las 2 va?.
-Si pero no le digas nada a nadie.
-No, allá nos vemos.
Ella salió tan rápido de la habitación que ni cuenta me di, pero nunca tomamos en cuenta que alguien ya sabía nuestro plan e iba a jugar rudo con nosotras.
No sé si mis reflejos fallaron o pudo ser que notara a alguien escuchando,¿podría ser que aquellos enfermeros tuvieran algo que ver con todo esto?. Me acosté en la camilla para poder pensar más claro pero todo lo en lo que podía pensar era en el medallón; esos señores eran conocidos no solo por la enfermera sino también por mí, ahora que lo pienso todo tiene sentido.
Llegue el 7 del mes 7 a lo que he visto en la lista de revisión del psicólogo, también... el señor del medallón ya lo he visto antes, pero ¿dónde? , bueno podría ser...
Estaba pensado en detalles cuando uno de los enfermeros que llevo a la viejecita entro a la habitación:
- Me recuerdas no es así? (Le dije mientras buscaba como ganar tiempo y solo podía pensar en defenderme).
- Valla, parece que no todo se ha borrado de tu mente pero no te preocupes que de eso he venido a encargarme y esta vez me aseguraré de que no vuelvas a salir de ese maldito chiquero.
- Bueno relájate, ya que después pasará eso por qué no me cuentas ¿qué es lo que estaba haciendo allá?, ¿qué es lo que sabía que no querían que nadie más supiera?.
- Lo único que puedo decirte es que no te debes de preocupar por lo que fue, ahora eres nada y aunque recordaras algo solo te traería confusión. Así que déjame ayudarte a olvidar todo.
Él se abalanzó sobre mi queriéndome inyectar un suero para amnesia, pero no deje que se acercara ni un poco a mí. Fue dura la batalla hasta que pude quitarle la jeringa, le hice una llave mortal y con ello me dio chanza de poder inyectarle todo el suero; antes de que él quedara dormido por completo mencionó el nombre de “Aiden” con una risa nerviosa, me amenazo diciéndome que él me mataría si se enteraba de que salí viva de aquel hospital.
No me importo ninguna de las palabras que él dijo pero tampoco descarte la posibilidad de que alguien era lo suficientemente listo como para hacer el trabajo por si solo. Se dieron las 12:05 y era hora del cambio de turno, estaba esperando a Sonia en la habitación para saber que haríamos con este maldito pero no llegó, así que no me quedo de otra más que subirlo a la camilla y amarrarlo para que no saliera corriendo detrás de mí cuando despertara, también le tapé la boca, no quiero llamar mucho la atención cuando salga.
Salí de la habitación buscando a la viejecita para forzarla a decirme todo lo que tenía que saber, pero cuando volví a la habitación estaba hecho un desorden, de que lucho para que no se la llevaran y me puse a buscar alguna pista que me dijera su paradero pero todas las hojas estaban en blanco y la ropa estaba rasgada pero no era de ella parecía más de una mucama y al quitarle el relleno a la almohada noté un papelito muy pequeño que casi podría haberlo confundido con el algodón. Estaba apunto de abrirlo cuando escuché ruidos afuera de la habitación, salí de ahí tan rápido como pude y al llegar a la sala de estar me topé con Sonia.
Fingimos que me sentía mal, llegamos hasta la zona B, ahí pudimos hablar tranquilamente:
- Sonia por qué no llegaste, hubiera ido por ti ya que ahora se como utilizar un cubierto para defensa personal.
- Me retrase un poco, uno de los nuevos me pidió ayuda para llevar a una señora al área de reserva.
- ¿Área de reserva?
- Sí, ahí hay cuartos especiales para la gente que está a otro nivel de locura y me tocó ayudarlo a meter a una viejecita, a esa que te grito en cuanto te vió.
- ¡Lo sabía!, siempre has estado espiando cada cosa que hago, cierto?
- No, bueno si, pero todo era para saber a quién se refería el muchacho. Ahora lo qué haremos será sacarte de aquí y luego las dos nos...
- Espera, dijiste que se llevaron a la señora para aquellos cuartos verdad?, ¿pero por qué?
- No hay tiempo para eso, mira lo que haremos será lo siguiente tú...
- No, tenemos que ir por ella, no está loca y al parecer sabe mucho de lo que necesito saber. Lo qué haremos será rescatarla y luego la llevaremos con nosotras.
- Ay muchacha todo eso me suena a persecución por qué no mejor nos vamos.
- El muchacho al que ayudaste no te comentó nada?, por qué él está detrás mío y se que al ver a su compañero atrapado causará aún muchos más problemas; iremos por la señora.
- Esta bien pero primero tenemos que vestirte de enfermera para que puedas pasar desapercibida, creo que tendré que cortarte el cabello no importa?
- Si es para poder vivir, claro que lo haré. Solo quiero saber, ¿hasta donde me lo cortaras?
Bueno el uniforme me quedo muy bien y el cabello a medio cuello también. Es raro poder confiar en alguien que alguna vez te quiso hacer daño pero se que ella es parte clave de todo esto. Primero pase por la recepción para administrar la información, luego de checar donde, tome la carpeta de informacion y borre el registro que se había hecho en la computadora tal cual me explicó Sonia.
Pero tardé demasiado en borrarlos y llegó la recepcionista, tuve que inventarle algo para que me pudiera dejar en paz, pero seguía insistiendo en ver lo que estaba haciendo por suerte llegó un nuevo paciente al que se le tenía que atender con urgencia y aproveché para pasar desapercibida. Me escurrí entre los pasillos para que nadie sospechara y cuando estuve apunto de llegar a la zona B, me topé con aquel enfermero.
- Disculpa... Sara verdad?
- Si claro dime, (tuve que fingir ser nueva).
- Ya que eres de los nuevos ingresados por qué no me ayudas a llevar algunos documentos a la zona C para que los puedan archivar en la computadora.
- Em si, por supuesto solo debo checar que la información esté en la bandeja de todos y cada uno de los pacientes en esta zona; luego regresaré para ayudarte, si?
- Si está bien, te estaré esperando en la habitación 1748....
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