"Hay un tipo de tristeza que no te hace llorar.
Es como una pena que te vacía por dentro y te deja pensando en todo y en nada a la vez, como si ya no fueras tú, como si te hubieran quitado una parte de ti."
-Ismael Mejía
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-¡Cállate maldita bastarda! ¡Estoy harto de tus estupideces a diario, ¿no puedes hacer nada bien?!- la agarra del cabello mientras con la mano libre la abofetea- ¡Limpia este desastre! ¡Rápido!-grita furioso.
Otra vez está golpeando a mamá, por favor que ya pare, no quiero que la siga lastimando, pero mamá me dijo que no saliera del armario para que no me vea, cuando sea mayor haré todo lo posible para que mi mami no siga soportando todo esto, lo juro.
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Abro los ojos de golpe y me doy cuenta de que estoy en mi habitación, otra vez esas pesadillas aparecieron. Cierro los ojos nuevamente con la esperanza de volver a dormir, pero es imposible, así que me paro y voy directa al baño y me miro al espejo, dándome cuenta que estoy empapada en sudor, por lo que decido quitarme la ropa y darme un baño.
20 minutos después estoy fuera, miro el reloj y veo que son las 5:53, ni siquiera ha sonado mi alarma y ya estoy completamente despierta. Busco en mi armario y saco la ropa que me pondré para ir al trabajo.
Cuando me termino de vestir, regreso al baño para cepillarme los dientes, maquillarme un poco y peinarme, que es básicamente una coleta alta, como casi todos los días.
Salgo nuevamente del baño y me dirijo a la cocina para prepararme un licuado de avena con plátano y me preparo unos huevos revueltos con jamón. Termino de comer y lavo los trastes, miro la hora y apenas son las 7:15, tiempo récord, casi siempre salgo justa de tiempo. Tomo las llaves de mi casa y me dirijo a tomar el transporte urbano.
A las 8:08 estoy pasando por las puertas del bufete de abogados, en donde me recibe Ángela, la secretaria y recepcionista.
-Buenos días, señorita Sofía- me saluda con una sonrisa- Hoy si madrugó- añade riendo, aunque sé que no es un comentario mal intencionado
-Buenos días, Ángela, ya ves, me empezarás a ver más temprano de lo habitual, me temo, cosas del insomnio- respondo con un tono risueño y me dirijo a mi oficina después de ver a Ángela negar con la cabeza mientras ríe.
Abro la puerta y voy a mi escritorio, enciendo la computadora y reviso la agenda del día, en donde puedo notar dos reuniones con diferentes clientes, ambos por temas de divorcio y custodia de sus hijos, junto con tema de pensión alimenticia, hoy en día hay más gente llegando con estos casos, supongo que el matrimonio realmente no es tan bueno.
Después de revisar varios archivos que estaban sobre el escritorio, suena el teléfono y atiendo la llamada.
-Si buenos días, habla la abogada Sofía Alcántara-hablo a través del altavoz
-Buenos días, abogada Alcántara, soy la señora Victoria Noriega, solo llamo para confirmar la cita hoy a las doce del medio día- responde
-Claro que sí, señora Noriega, estoy al pendiente de nuestra cita y la espero aquí en mi oficina para seguir con su caso- nos despedimos y finalizo la llamada.
Miro la hora y ya son las 11:20, casi tres horas desde que llegué y ya avancé bastante con los pendientes que tenía del día, así que busco la carpeta con la información del caso de la señora Noriega y repaso todo para estar lista para cuando llegue la susodicha. Ella se estaba divorciando de su esposo, quienes han estado casados durante 36 años, al parecer el señor Noriega decidió avivar su vida sexual con una chica 20 años menor que él y había sido descubierto después de dejar su computadora encendida, dejando en evidencia muchos de los mensajes que había compartido con su amante, en los cuales había varios de ellos muy explícitos sobre sus encuentros.
A las doce en punto llama Ángela por el intercomunicador avisando sobre la llegada de la señora Noriega, a la cual le respondo que deje pasar.
Una hora y media más tarde mi clienta se despide luego de dejar en claro todos los requisitos que pedirá a la hora de reunirnos con su esposo y su abogado para dar por finalizado el matrimonio, y deseando no tener que ir a juicio, pues se alargaría mucho más el proceso.
A las 3:00 llega mi siguiente clienta, la señora Marilyn Mendoza, de 33 años, quien busca el divorcio de su marido, también por infidelidad, pero este no es tan sencillo, ya que tienen un hijo de apenas 6 años, ella quiere la custodia completa y exigirle al padre la pensión alimenticia correspondiente, sin embargo, como dije, no es tan sencillo, pues el padre quiere la custodia compartida, por lo que será necesaria la intervención de un juez junto con un psicólogo para que el pequeño pueda asimilar la separación de sus padres. Dos horas después de una larga discusión con la señora Mendoza, por fin se marcha, y no muy alegre, puesto que le he dicho que ya he solicitado una audiencia para el caso.
Cinco de la tarde y estoy saliendo de la oficina para marcharme a casa. Me despido de Ángela y media hora después estoy casa, lista para preparar el almuerzo, no sin antes quitarme todo de encima y ponerme algo mucho más cómodo.
Después de comer me siento en el sillón de la sala y enciendo la televisión tratando de decidir cual película poner, hasta que veo
Creo que el mundo está lleno de personas que sufren, sin embargo, podría decir que el sufrimiento es algo subjetivo, ya que cada quien lo experimenta de diversas maneras y por diferentes situaciones; por decir un ejemplo, hablemos de los niños en África, ellos sufren por las carencias materiales y todos sabemos lo horrible que puede llegar a ser el padecer hambre, pero también podemos hablar de un niño con todos los lujos posibles, pero sin la presencia de sus padres, son dos escenarios muy distintos, pero con el sufrimiento presente en ambos, y así también estos niños viven el sufrimiento a su modo.
Cuando recobro el sentido, me doy cuenta de que la película ya está por finalizar, así que mejor la apago y me voy a mi recámara, pensando en muchas cosas y a la vez en nada.
Me recuesto en mi cama, y sin saber cómo, me quedo profundamente dormida.
-¡¿Qué es esta porquería?! - avienta el plato al piso- ¡Ni siquiera los cerdos se tragarían esta mierda! - se levanta de la mesa rápidamente haciendo que la silla caiga al piso también- ¡¿A caso soy un chiste para ti? ¡¿Necesitas más golpes para tratarme como debes?! - grita mientras se acerca a ella
-¡No Cisco, por favor! Te prepararé otra cosa, lo que quieras, solo dime que quieres comer y lo haré ahora- habla entre lágrimas mientras noto como de reojo me mira y sé lo que quiere decir, tengo que volver al armario
-¡Tu mierda me quitó el hambre! Ve y tráeme una cerveza antes de que te dé una paliza- y antes de que pueda irme voltea hacia mí - ¿Y tú a donde vas, mocosa? ¿Quién dijo que podías irte de la mesa? ¡Siéntate y trágate esa porquería que preparó tu madre! - volteo a ver a mi mamá sin saber como reaccionar y antes de que pueda darme cuenta, él está en frente de mí- ¡A caso no me escuchaste estúpida! - me agarra del cabello y me arrastra hasta la silla, en donde hace que me siente- ¡Dije que te lo tragues! - toma la cuchara y me la mete en la boca llena de comida, así una y otra vez hasta que ya no queda nada en el plato, apenas y puedo ver con tantas lágrimas inundando mis ojos, pero puedo divisar a mi mamá parada viéndome completamente quieta, evitando decir algo que pueda enfurecerlo más.
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*Sonido de alarma*
Un día más para despertar, no puede ser.
Abro los ojos lentamente y volteo a ver mi celular, 6:30 am, así que la apago y con toda la pereza del mundo me paro y voy directa al baño. 20 minutos después estoy fuera y comienzo a buscar lo que me pondré hoy.
Y comienza la rutina hasta llegar al trabajo nuevamente. Saludo a Ángela y voy directa a mi oficina, enciendo la computadora, reviso la agenda y puedo notar que hoy tengo reunión con el resto de abogados del bufete *suspiro* un verdadero fastidio. Estas reuniones mensuales me tienen al borde de la desesperación, digo, no tiene nada de malo estar al pendiente de los compañeros, pero cuando hay muchas cosas por hacer, resulta una pérdida de tiempo.
Estoy aquí desde que empecé a hacer mis prácticas de la universidad y me quedé aquí, tengo unos colegas muy buenos en sus respectivos campos y han sido muy respetuosos conmigo desde mi inicio, incluso me ayudaron en su momento para aprender mucho más en los tiempo de la universidad. Este bufete está compuesto por 7 diferentes abogados,incluyéndome. El director, Luis Herrera, especialista en el campo penal, Enrique Contreras y Julio Pereira, abogados civiles, Armando Medina, mercantil, Jorge Ocaña, laboral, y Pablo Ruiz, que al igual que yo es abogado familiar y a veces ejercemos lo internacional cuando hay que mediar con empresas extranjeras.
En fin, trato de avanzar en documentos que necesito para los casos que llevo y en seguida escucho la notificación de un correo, es el aviso de que la audiencia que solicité ha sido aceptada y la fecha es en la siguiente semana, así que en realidad no hay tiempo que perder.
Llamo a la señora Mendoza, le notifico sobre la fecha de audiencia, además de agendar una cita nuevamente con ella antes de presentarnos ante el tribunal. Cuelgo y me preparo para la reunión.
-Buenos días, señores- dice el director y voltea a verme- y señorita- empecemos esto, añadió antes de que todos tomáramos asiento.
-Yo tengo en puerta tres casos distintos de despido injustificado, uno de ellos es sobre una empresa grande, que no diré nombre, pero es sobre embarcaciones petroleras, así que ya sabrán de cuál estoy hablando, creo que es un trato cerrado y podré sacarles varios de cientos de miles de pesos, eso si no quieren difusión negativa sobre la explotación que le dan a sus empleados- dice Jorge.
-Oye, nada mal, yo estoy en una disputa de una empresa contra un hombre, en donde según se robaron la patente de un dispositivo que promete la innovación en los gráficos de los videojuegos- responde Armando y en seguida despierta mi curiosidad
-¿Pero de dónde sacan que la patente fue robada? No entiendo- pregunto y me mira al instante
-Bueno, no sé si se enteraron sobre la feria de invenciones que se llevó a cabo hace tres meses- a lo que negamos- bien, pues hace 8 meses, la empresa que estoy representando, inició la feria e hizo mucha publicidad sobre esta y se abrió la convocatoria, así como se dio la fecha y lugar en la que se llevaría a cabo dicho evento. Así pues, hace tres meses sucedió la feria y acudieron muchas personas a mostrar lo que tenían para ofrecer, y aquí es donde aparece el hombre del caso, llevó el dispositivo que les mencioné y lo mostró ante el director ejecutivo y demás inversionistas, hasta donde sé, ellos le pidieron una reunión para hablar sobre negocios y él aceptó. En medio de toda la plática, los inversionistas le ofrecieron una suma muy generosa por el dispositivo y toda la información que tuviera sobre este, este señor aceptó y días más tarde les entregó todo lo que le pidieron, sin embargo, este sujeto había tramitado la patente sin avisar y ahí fue donde comenzó el problema
-Wow, o sea que el tipo no se conformó con el dineral que le dieron por el invento, sino que también quiere sacarles más con la demanda, el robo de una patente no es broma por lo que sé- respondo sorprendida por lo que acabo de escuchar
-Así es, por eso es que estoy tratando de llegar al fondo de todo para ganar el caso, no voy a perder contra una rata- dijo Armando
La plática siguió sobre el caso de Armando, pues todos habíamos quedado intrigados ante el suceso, si bien estamos acostumbrados a lidiar con casos así, nunca dejan de impresionarnos las habilidades de las personas para sobrepasar la ley y aprovecharse de los demás. Todo esto me dejó pensando el resto de la tarde hasta que dio la hora de irme.
Me despedí de Ángela y casi 45 minutos después llegué a casa.
Hoy no tenía muchas ganas de cocinar, así que decidí pedir algo por una app de comida. En lo que llegaba mi pedido me cambié de ropa y me senté en la sala, abrí mia redes sociales y comencé a chismorrear un poco. Me di cuenta que últimamente veía muchas personas irse de viaje, y me despertaron las ganas de realizar uno también.
Dentro de 3 meses me darían mis vacaciones, las cuales consistían de dos semanas y media, y ya quería empezar a planear que haría este año, pues siempre me quedaba en casa o iba a visitar a mi abuela Flor, la persona que era como mi mamá, pues ella me cuidó desde los 13 años y me ayudó a seguir estudiando. Le debo demasiado, por eso no me he ido de aquí, siento que tengo el deber de cuidar de ella, así como ella una vez cuidó de mí.
Sin darme cuenta, caí en la nostalgia y recordé un poco de mi pasado. Recordé a mamá, la mujer que una vez trató de cuidarme, pero falló en el intento. Todo se fue al caño cuando conoció a mi padrastro, Tomás Figueroa, apenas tenía 4 años cuando se casaron, y comenzó el infierno en casa. Nunca conocí a mi papá, supuestamente falleció poco después de que nací, pero no lo creo, jamás he visto siquiera una foto de él, y en cuanto hacía preguntas, nadie contestaba, así que con el tiempo dejé de preguntar, era más fácil así.
Salí del trance en cuanto escuché el sonido del timbre, me paré y fui hasta la puerta, era el repartidor. Agarré mi pedido y le agradecí al chico.
No sé si era el hambre, pero la hamburguesa me supo a gloria. Para cuando terminé mi comida, la película que puse ya llevaba más de la mitad, la terminé de ver y recogí la basura, me fui al baño en donde me cepillé los dientes y por fin pude acostarme a descansar. Mañana será otro día.
Está oscuro aquí, ya casi no puedo respirar, quiero salir, pero mami me dijo que ella vendría a avisarme cuando fuera seguro, pero ya ni siquiera escucho ruido, ¿será que él ya se fue? ¿mamá estará bien?
Muy lentamente abro la puerta del armario y me dirijo a la sala, tratando de hacer todo el silencio que puedo. Cuando llego puedo verla acostada en el piso echa un ovillo y temblando del llanto, así que me acerco y la abrazo, siento como se tensa ante mi tacto, pero en seguida se relaja. Minutos después se voltea hacia mí y me abraza.
-Por favor perdóname, mi bebé, esta no es la vida que quería que tuvieras, no es justo para ti verme así y pasar todo esto- me dice entre lágrimas- por favor perdóname- repite mientras me abraza más fuerte.
Puedo sentir su perfume, ese olor a vainilla mezclado con lilas, el olor a lavanda de su champú, olor a mamá.
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Despierto con lágrimas en los ojos y sudor en la frente, no sé hasta cuando voy a poder soportar todo esto. Los recuerdos de mamá llegan a mí como bombardeos y me quiebro, la extraño tanto.
Quedo tendida en la cama mientras las lágrimas salen como torrentes de mis ojos y siento que el aire se me escapa de los pulmones.
-Me haces tanta falta mamá, ¿por qué me dejaste sola en este mundo si fui una buena hija? Hice todo lo que me pediste y aun así me abandonaste ¡¿por qué?!- grité con todas mis fuerzas mientras golpeaba el colchón.
Veinte minutos después sentí que la presión en mi pecho disminuía de a poco, hasta que simplemente quedé viendo el techo con la mente en blanco, ya no me quedaban lágrimas, pero aún sentía el dolor en mi corazón, así como el dolor que se empezaba a asomar en la parte trasera de mis ojos. Revisé el reloj y apenas eran las 5:28, aún quedaba una hora para que sonara mi alarma, iba a acomodarme de nuevo para tratar de dormir, pero me acordé que hoy era la audiencia de la señora Mendoza, y ni modo, con toda la pesadez y desgane me paré y me fui al baño, me miré al espejo y en seguida noté mis ojos hinchados y rojos como el resto de mi cara.
-Genial, justo hoy que tengo que estar presentable- suspiro mientras me comienzo a desvestir y me meto a la ducha. Media hora después salga y me siento sobre la cama tratando de recobrar la compostura, estoy al límite.
Me dirijo al armario y, muy a mi pesar, elijo lo que me pondré el día de hoy.
Dejo la ropa sobre la cama y me dirijo a la cocina, saco unos cubitos de hielo del congelador y por los siguientes 5 minutos me los froto alrededor de los ojos para desinflamar un poco; cuando termino, comienzo a prepararme un licuado de avena con plátano y fresas junto con un sándwich de jamón con queso y un poco de vegetales. Termino lo que me serví y regreso a cepillarme los dientes, me maquillo un poco, pongo accesorios y me pongo lo que elegí de vestimenta.
Hoy será un día productivo y con suerte, tendré la delantera en este caso.
Reviso la hora y son las 7:20, estoy lista para irme. Casi 40 minutos después estoy pasando la puerta del despacho, y como ritual diario saludo a Ángela con la mejor sonrisa que puedo y ella hace lo mismo. Al llegar a mi oficina comienzo a verificar todos los documentos pertinentes que llevaré más tarde y trato de concentrarme, si bien no será una audiencia pública, siempre me pongo nerviosa antes de presentarme con el juez, todo lo que diga tendrá una consecuencia, y más vale que sea a mi favor y de mis clientes. Cuando me doy cuenta ya son las 9:15 de la mañana y llamo a la señora Mendoza, ella me confirma la asistencia y quedamos de vernos justo en el juzgado.
A las 10:15 estoy llegando y 5 minutos después, visualizo a mi clienta.
-Buenos días, abogada- me saluda la señora Mendoza
-Buen día, Marilyn, ¿está lista para entrar?
-Sí, aunque estoy un poco nerviosa- confiesa
-Lo entiendo, pero todo está cubierto, tranquila
-De acuerdo, entonces entremos
Con el nerviosismo latente entre nosotras, entramos al juzgado y nos registramos para hacerle saber al juez que ya estamos aquí. Diez minutos después, un guardia nos hace pasar a la sala donde se llevará a cabo el juicio, y para nuestra sorpresa, el abogado de la contraparte junto con el susodicho, aún no han llegado, así que esperamos durante los siguientes 20 minutos hasta que escuchamos que las puertas se abren, dejando ver a quienes estábamos esperando.
-Muy bien, ya que estamos todos los presentes, por favor demos inicio a esto- dice el juez- abogados, por favor acérquense.
Los dos nos acercamos hasta el juez con nuestros respectivos documentos.
-Buenos días, su señoría- decimos al unísono
-Buen día, señores- responde el juez- entonces, según veo, este es un caso por un tema de divorcio incausado en donde hay un tema de adulterio por parte del demandado, así como una petición de custodia completa por parte del demandante, ¿es correcto?- nos mira a ambos esperando respuesta
-Así es- respondemos
-Muy bien, solo para dejar en claro, ¿quién es la parte demandante y quien la demandada?
-Yo soy la representante de la demandante, la señora Marilyn Mendoza- respondo y el juez asiente
-Yo represento al demandado, el señor Ernesto Duval
-Muy bien, denme las pruebas que van a presentar y vayan a sus lugares.
Dejamos los documentos que nos solicitó y ambos volvemos con nuestros clientes.
-Inicia la sesión- dice el juez mientras hace sonar su martillo- abogada de la demandante, por favor presente el caso
Me paro y comienzo mi relato, recordando todo lo que me platicó la señora Mendoza en nuestras reuniones y lo que estuve ensayando en los días anteriores para no dejar escapar ningún detalle.
-Así bien, en las pruebas que le presenté, puede ver varias fotos en donde se le ve al señor Duval de la mano de su amante, así como besos y visitas en diferentes moteles de la ciudad, se puede apreciar claramente la matrícula del vehículo y también estoy presentando un documento donde avala que la matrícula pertenece al señor. El matrimonio se llevó en acuerdo a los bienes mancomunados, así que mi clienta pide la repartición de los bienes que le corresponden, así como la custodia completa de su hijo de 6 años y la pensión alimenticia por parte del padre.
-¿Por qué no pudieron llegar a un mutuo acuerdo?- preguntó el juez
-Mi cliente no está de acuerdo en la custodia completa, él quiere que la custodia sea compartida- responde el otro abogado
-Bien, ¿y qué opina la demandante de esto?- vuelve a preguntar el juez
-Mi clienta ha sido bastante clara en que el señor Duval no está muy presente en la vida familiar de ambos desde hace años, si bien se encarga de los gastos de forma completa, es muy raro que el señor esté en casa, solo asiste a eventos muy específicos como los cumpleaños, aniversario de bodas y alguna reunión entre familiares de ambos, así que el vínculo afectivo es casi nulo entre el niño y su padre- respondo
-Su señoría, si me permite hablar por mi cliente- dice el abogado del esposo- dentro de las pruebas que le entregué están los documentos firmados por la empresa del señor, en donde se aprecia que los viajes realizados han sido por trabajo, y como ya dijo la abogada Alcántara, el señor Ernesto se encarga de solventar al 100% los gastos del hogar y de la familia
-Sí, porque el señor Ernesto, desde el principio del embarazo, fue bastante claro en que no quería que mi clienta trabajara- digo
-A lo que la señora accedió sin ningún problema, inclusive después de dar a luz
-Eso no le da derecho al señor Duval de cometer adulterio
-¡Orden! - levanta la voz el juez- Puedo ver que en efecto hay muchas órdenes de viaje dentro la empresa hacia el demandado, y estos se prolongan inclusive más de una semana, ¿puedo preguntar a qué se dedica el señor Duval?
-Claro, mi cliente es arquitecto, esos viajes son para la supervisión de las obras que son fuera de nuestra ciudad.
-De acuerdo, y por lo que veo, no tiene un sueldo fijo, pero si es muy bien pagado. La ausencia del señor en casa en su mayoría es por trabajo, pero también veo que tiene tiempo para verse con otra mujer a escondidas. Bien, voy a programar una segunda sesión, en la que deberá de estar presente el niño y un perito en psicología para que lo analice, y con base a eso les daré mi veredicto. Se levanta la sesión.
El juez se retira y nosotros salimos de la sala.
-No te llevarás a mi hijo, te lo aseguro- dice el señor Ernesto
-Corazón, esto yo ya lo gané, quédate sentado mirando como me llevo lo único que quieres- responde Marilyn
-Señora, por favor no caiga en provocaciones- le digo mientras la tomo del brazo y salimos del juzgado- No vuelva a hacer eso, todo lo que usted diga puede ser utilizado y tergiversado en la siguiente audiencia, así que evite hablar con cualquiera de ellos dos, y menos sin mi presencia, ¿queda claro?
-Sí, discúlpeme, me dejé llevar por el enojo- me responde mi clienta y veo como se le cristalizan los ojos
-Descuide, solo es por precaución, pero en fin, tenemos que volver a reunirnos antes de la siguiente audiencia, yo le informaré de todo, hágale saber a su hijo que asistirá, pero no lo estrese y evite persuadirlo de cualquier cosa, el niño tiene que ser completamente honesto con el juez, o puede jugarnos en contra.
Nos despedimos y cada quien se fue por su lado.
Como no tenía más que hacer por hoy, decidí tomarme el resto del día libre de la oficina e ir a almorzar, ya eran la 1 de la tarde y me rugían las tripas, así que fui a un café que estaba cerca de ahí.
Al entrar, me recibió ese increíble aroma a café y me senté una de las mesas vacías del lugar, y pronto se me acercó un mesero para dejar el menú. Observé las opciones que habían de comer y finalmente me decidí por una baguette de milanesa de pollo con guacamole y verduras junto con un frappé de moka. Le hice señas al mesero y en cuanto se acercó le hice mi pedido.
Quince minutos después, mi orden ya estaba frente a mí, le agradecí al chico y empecé a comer. Mientras empecé a revisar mi celular para matar el tiempo. Una media hora después, terminé todo, pedí la cuenta, pagué y salí del lugar. Estaba llegando a la parada de buses cuando a lo lejos percibí una silueta, y me congelé, los vellos de los brazos se me erizaron y sentí mis ojos vidriosos. No, no podía ser él.
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