Esta historia empieza con una hermosa joven que se enamora de un atractivo y amable hombre, ambos desean vivir su amor como cualquier otra pareja, pero, hay un problema, el hombre, un duque muy importante, esta casado con la princesa de un reino cercano, pero esta mujer es malvada y fría, pues incluso rechaza a su propio a su hijo, un pequeño de cinco años que anhela el cariño de una madre y un padre, puesto que pese a que el duque es amable con la joven que ama, a su hijo lo deja al cuidado de las nanas. Cuando la joven se entera de este problema, ella comienza a acercarse al niño, demostrándole el cariño de una verdadera madre, al ver esto, el duque comienza a acercarse a su hijo también, creando así un lazo familiar entre los tres, pero cuando la malvada esposa se entera de esto, comienza a acosar a la joven, incluso ante la sociedad la hace ver como una mujer que solo busca subir de estatus y por eso se ha dedicado a ser la amante del duque.

La princesa pronto se niega a darle el divorcio al duque, pues no piensa dejar que sea feliz a lado de su amante, aun cuando en realidad ella no ama al duque, pero no estaba dispuesta a ser una mujer divorciada, sería una vergüenza para su familia.

Así que un día manda secuestrar a la joven, para que se la lleven del país y la vendan a quien sea, ya que tanto le gustaba ser una amante, seguramente le gustará ser una esclava. Pero gracias a que el pequeño niño ve todo y se esconde, este le cuenta todo al duque, quien no duda en ir a salvar a su amada, entonces, presenta las pruebas de las maldades de la princesa y exige que sea castigada, además de verse obligada a firmar el divorcio. Pero al ser una princesa, ella solo es exiliada a una residencia a la salida del reino, donde permanecerá sin ver a nadie, solo veía a quienes custodiaban la mansión, porque incluso no tuvo doncellas. Y cuando se entera de que su ex esposo y aquella joven se casan, la princesa termina por quitarse la vida. Aunque esta noticia llega a oídos del duque, no le toma importancia, pues ahora era feliz con su amada y su adorable hijo, un final digno de un cuento de hadas.

Pero, ¿nadie pensó que los motivos de porque la princesa era mala?, ella fue obligada a casarse, a dar a luz a un hijo y vivir con un hombre que le era indiferente y solo la visito un par de veces solo para que ella le cumpliera en la cama, y tan pronto quedó embarazada, no volvió a verla, solo se acerco cuando el niño nació, recibiendo unas palabras de consuelo. Pero nadie se pregunto si ella era feliz, si estaba bien con la vida que le habían elegido. Por eso, se volvió un ser lleno de rencor y poco después se entera que su esposo, el que siempre le fue indiferente, ahora sonríe y era feliz a lado de una amante, porque si, por más que quieran decir que la protagonista era una joven dulce y amable, eso no impidió en que ella siguiera siendo la amante del duque. Por lo cual, tan buena no era, ¿quien se presta para ser amante?, hay que ser bastante descarada para aceptar eso. En fin, solo se fijan en la dulce historia de amor y no en los terceros.

En este caso, en Emma Werner, la princesa y esposa del duque, quien solo fue catalogada como una villana por querer alejar a la amante de su marido, aunque seamos sinceros, un hombre así, no valía nada, pero Emma solo quería salvar su reputación y no ser vista como un fracaso y una vergüenza si se divorciaba. Pero, ¿por qué se resalta la historia de Emma?, bueno, eso tiene una respuesta y es que, desde hace una semana, un alma del mundo moderno, ha reencarnado en el cuerpo de Emma, para esta alma, era algo impresionante e inesperado, jamás en vida imaginó que llegaría a reencarnar en el cuerpo de una mujer, en especial en el cuerpo de la villana de una novela que había leído antes de salir a su misión.

Y ahora ahí estaba, ha pasado una semana, y apenas esta logrando asimilar que ahora era Emma Werner, lo peor de todo, es que ya estaba casada y hasta donde sabe, ya tiene al hijo, al pequeño Luka. Según la doncella que la atiende, ella cayó de las escaleras y duro dos días en coma, durante esos días, su esposo no la fue a visitar, solo el pequeño niño fue una vez para preguntar por su mamá. Bien, ahora necesita hacer algo, y eso es, sobrevivir, no piensa seguir su papel de villana, al menos no tiene porque pelearse con una mujerzuela por un hombre. Si se lo piden, firmará el divorcio y pedirá una buena compensación para vivir cómodamente, después de todo aun es joven y hermosa. Mirándose al espejo puede ver una bella mujer de cabello albino y preciosos ojos verdes.

— mirenme, soy mucha carne para ese perro chimuelo.— infla su pecho para hacer ver más grande sus pechos.

Pronto tocan a la puerta y la doncella entra, avisando que el duque venía en camino, a lo que Emma frunce los labios, no esperaba encontrarse pronto con ese sujeto, apenas y se esta acostumbrado a esa nueva vida.

— dile que volví al coma, que no es necesario que venga.— se queja.

— pero seño...—

— para estar en coma se ve bien, esposa.—

Una voz masculina se deja escuchar en la habitación, era suave, pacífica, pero con ese tono cargando de sarcasmo. Emma voltea para encontrarse con aquel atractivo hombre de cabello negro y profundos ojos azules, sin duda era atractivo, este era el duque Gilbert Astley.

— guapo, lástima que sea infiel.— murmura para si misma.

—¿quien es infiel?— frunce el ceño.— ¿acaso me has visto con otra m...—

— a quien le quede el saco que se ponga.— se burla.— nisiquiera lo dije por ti y mírate, alterado, el que nada debe nada teme y estas muy desesperado por desmentir.— se cruza de brazos.

— ¡Emma!, lo que dices se puede malinterpretar. Vine porque me dijeron que despertaste, pero veo que andas de mal humor.—

El hombre se dio la vuelta, pero volteo para mirar rápidamente a Emma y ella se dio cuenta que la miro con cierta tristeza, lo cual le hizo extrañarse. Tan pronto lo vio desaparecer de la puerta deja salir un suspiro, eso fue, extraño.

— señora, no debió hablarle así, podría enojarse y dejarla sin su mesada, ¿que hará entonces?, no podrá llevar los víveres para los empleados.— menciona la doncella.

Esta era una mujer entre sus 40, ha sido la nana de Emma desde que era una bebé y por eso, Emma quiso que la acompañara cuando se caso, porque es la mujer en quien más confía y la ayuda a sobrellevar la soledad que vive en esa casa, nadie la entiende mejor que su nana Anne.

Emma se quedo pensando en lo que Anne le dijo y recordó que Emma solia salir al pueblito que estaba cerca de la mansión y repartía algunos víveres para las familias. Por lo visto, en la historia solo se menciona lo malo que Emma hizo en contra de la protagonista y no dicen nada, de lo bueno que ella hizo por otros.

— no te preocupes Anne, buscaré la forma de conseguir dinero sin depender de mi marido.—

Así cuando llegue el momento, tendrá con que sobrevivir cuando se divorcie y claro, aun piensa conseguir una buena suma por el divorcio.

...

◇◇◇◇◇◇

Si se dieron cuenta, si, esta es la historia de Emma, la hermana de Johan en la Villana Exiliada. Se me antojaba hacer una historia de comedia nuevamente y recordé a Emma con su particular forma de ser 🤭

Ya que por fin estaba asimilando su nueva vida, Emma decidió salir a dar un paseo por la mansión, necesita conocer a la perfección en caso de alguna emergencia, uno nunca sabe que podría pasar. Aprovechando la ocasión pregunto a su nana por la ubicación de la habitación de su hijo, lo cual sorprende a la mujer, pero la guía hacia el lugar, era hacía el lado sur de la mansión.

Al llegar, dos doncellas jóvenes estaban sentadas en la puerta de una habitación, las cuales al ver a Emma, la miran con cierta molestia y nisiquiera la saludan.

— que falta de respeto hacia su duquesa señoritas.— las regaña Anne.

- nos disculpamos, no sabíamos que se trataba de ella, ya que nunca viene a este lugar.— responde una con molestia.

— aún así saben quien es, el señor la presento cuando se caso con ella.— le reclama Anne.

— pero son cinco años, nisiquiera recuerdo su cara.— se defiende la otra.

— basta Anne. ¿Donde esta el joven duque?— pregunta Emma.

— el joven duque esta estudiando ahora mismo.— señalan la puerta.

—¿estudiando?, es un niño, debería estar jugando.—

Emma abre la puerta de la habitación, viendo que el pequeño estaba tras un escritorio adaptado a su estatura, el pequeño era como versión miniatura del duque.

《Emma no dio a luz un hijo, más bien clono a su marido.》piensa.

Un hombre en esa misma habitación, lleva un libro en su mano, quien se había detenido de su explicación al verse interrumpido por la abrupta entrada de la duquesa.

—¿como se atreven a interrumpir mi clase?, he dicho que nadie debe de entrar, ¿quien te crees para interrumpir las clases del futuro duque?— señala a Emma.

— la madre del futuro duque.— responde con calma.— así que deberías tener más respeto.

El maestro la observa de arriba hacía abajo, en efecto por su vestimenta era una noble, pero el tiempo que ha estado ahí, nunca a visto a Emma.

— si claro, mejor váyase o informare esto al señor.— amenaza.

— profesor...ella...ella si es mi madre.— dice de manera tímida el pequeño.

— ya lo escuchaste, soy su madre. Y he venido para observar la clase.— pasa a sentarse en un sofá al fondo de la habitación.

El pequeño niño estaba sorprendido, su madre nunca se había interesado en ver sus clase o acompañarlo, mientras que el profesor parecía molesto, por lo que Anne se acerca a él y le explica la situación de Emma, sobre la caída de las escaleras y una repentina falla de memoria. Emma por su parte saluda con la mano al pequeño, quien solo agacha la cabeza de manera tímida.

《Esta mujer si que fue una terrible madre, ¿que culpa tiene ese niño de tu miserable vida?, bueno, no puedo juzgar, fue obligada a un matrimonio sin amor...》deja salir un suspiro, sus pensamientos son muy confusos.

Pero, ¿como haría para llevarse bien con el niño?, no sabe nada de niños, ¿que comen?, ¿de que se habla con ellos?, ¿cada cuando hay que bañarlos?, nunca tuvo hijos, así que no sabe como podría ser buena, "madre".

Al terminar las clases, Emma le pidió a las doncellas que preparan algunos postres y jugo, para que los llevarán al jardín, las doncellas estaban dudosas, pero Anne les pide que cumplan con la petición y que ella se encargará del niño. Anne se acerca al pequeño Luka para decirle que irán al jardín a jugar, aunque el pequeño parece dudar al ver a su madre ahí, aún así asiente y Anne le sostiene la mano para guiarlo hacia el jardín.

Emma los sigue desde atrás, aun pensando como debería llevarse con el niño, cuando de repente pisa la orilla de su vestido y esto causa que caiga de frente rodando por los tres escalones que daban al jardín.

— ¡ah!, mi maldita espalda...— se queja sobando su espalda.

Todos al ver esto se preocuparon, incluso Anne se acerca rápidamente.

— señora...r-rapido llamen un medi...—

— ¡no!, no hace falta, estoy bien Anne.— se sienta sobre el pasto.

El pequeño, algo dudoso se acerca a Emma y sostiene tímidamente la manga del vestido la albina.

— du-duquesa, lo siento, si no hubiera venido al jardín no se hubiera cai...—

Todos se espantan cuando ven a Emma levantar la mano, incluso Luka se encoge de hombros, pero Emma solo acaricia la cabeza del pequeño con cuidado.

– no es tu culpa, fui yo quien no se fijo donde caminaba.— sonríe.

Todos estaban asombrados por la reacción de la albina, ella siempre agresiva y se enojaba por cualquier cosa cuando estaba presente el pequeño. Anne ayuda a Emma a ponerse de pie y esta vez es ella quien toma la mano del pequeño.

— vamos, hay que comer muchos postres.— Emma lleva al pequeño hasta la mesa.

La mirada de los presentes estaba sobre ella, incluso Anne no podía creer que lo pasaba, pero le hizo soltar un suspiro de alivio, quizás este sea el momento que han estado esperando, el momento en el que Emma finalmente acepte a su hijo, después de todo, no es culpa del pequeño todo lo que ha tenido que vivir.

— y bien, Luka, ¿cierto?, ¿cuantos años ya tienes?—

— c-cinco duquesa.— responde agachando la mirada.

— mmm...¿duquesa?, se supone que soy tu madre, ¿por qué me llamas duquesa?— pregunta con curiosidad.

— u-usted me ordeno no llamarla madre...— responde mostrando una mirada triste.

— cierto, perdón, a veces olvido cosas. Y olvida eso de duquesa, esta bien si me llamas madre o mamá, como más te guste.— le pide.

El pequeño levanto la mirada por la sorpresa, pero podía notarse un cierto brillo de alegría en su rostro.

—¿d-de verdad puedo decirle madre?— pregunta emocionado.

— así es. — nuevamente le acaricia la cabeza.— escucha, lamento todo lo que ha pasado, tu mamá estaba muy confundida, pero espero me dejes visitarte más seguido, ¿puedo?

El niño estaba fascinado con las palabras de Emma, las doncellas presentes también se mostraban emocionadas y en cierto modo, aliviadas, ya que el pequeño siempre preguntaba porque su madre no lo quería, era tan lamentable y no sabían como responder a eso.

— s-si, yo quería que mi madre me visite más seguido.— responde emocionado.

— bien, entonces así lo haré. Ahora come.— le ofrece una cucharada de flan.

El pequeño duda un poco, pero finalmente abre la boca aceptando el bocado, se veía emocionado al recibir esa clase de atención de su madre.

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En una elegante oficina, un hombre mayor entra tras tocar un par de veces, quien estaba tras el escritorio, era el duque Astley, aquel hombre atractivo de profundos ojos azules. El hombre mayor, le informa que Emma ha salido de su habitación y la vieron ir a la residencia del pequeño duque, ante esto, Gilbert se pone de pie y decide ir hacía ese lugar, ya que anteriormente, cuando el niño se acerco a ella, lo rechazo y le grito cosas crueles.

La llegar puede ver a Emma dándole de comer al pequeño, así que rápidamente se acerca apartando la mano de Emma de Luka y tirando el plato de flan que tenía en la otra. El mayordomo rápidamente carga al pequeño, quien ya estaba asustado al ver lo que su padre hizo.

— ¿que crees que estás haciendo?, espero que no haya tenido nada ese dulce. — mira a todos.— y ustedes, ¿por qué la dejan darle lo que sea a joven duque?— pregunta molesto.

— ¿mira como lo has asustado?— Emma señala al niño que esta sollozando en brazos del mayordomo.

Gilbert mira al pequeño quien parecía apunto de llorar y asustado.

— señor, perdónanos, no hemos nada malo, el postre nosotras mismas lo hemos servido.—

Las nanas del pequeño se arrodillan ante el duque, ambas se veían asustadas y temblando.

— no vimos que el joven maestro estuviera en peligro, hemos estado atentas y la duquesa no ha hecho nada malo.— responde la otra.

Gilbert observa la situación, las doncellas presentes parecían preocupadas, las nanas temblaban de rodillas ante él, mientras que el pequeño solloza y logra liberarse del mayordomo dirigiéndose hacia Emma para sostenerse de su vestido.

— madre no hizo nada, solo vino a disculparse, dijo que quería venir a verme.— grita el pequeño entre sollozos.

Emma acaricia la cabeza del pequeño, mientras mira a Gilbert con molestia.

— ¿ves lo que haces?, ya lo asustaste, debería darte vergüenza, venir y asustar a todos con esa cara de gorila enojado.— le grita Emma.

—¿q-que has dicho?—

Gilbert parecía rojo de la ira, mientras que los presentes solo agacharon la mirada tratando de no reír. Emma carga al pequeño Luka bajo su brazo, como si se tratará de un pequeño costal.

— no quieras venir a hacerme como mala madre, cuando tú también abandonas a tu hijo. ¡Hum!—

Dicho esto, Emma se dio la vuelta sin soltar al pequeño, ella se marcha entrando a la residencia, mientras es seguida por Anne y las nanas del pequeño. Mientras que el mayordomo le pide a las doncellas una explicación sobre lo que ha pasado y estas le cuentan todo lo que presenciaron antes de que el duque llegará, algo que realmente extraña a Gilbert.

...

A Gilbert le resulta sospechoso que de la nada, Emma se haya acercando a su hijo así sin más, cuando durante mucho lo ha rechazado, así que mando llamar a Anne, ella es la que debe de saber que esta pasando y si no quiere hablar, tendrá que intimidarla para que lo haga. Anne no demoró en llegar y Gilbert sin rodeos le pidió una explicación de lo que paso ayer, la mujer estaba dudosa, no sabía si era correcto decirle, pero ve como el duque lleva su mano a la empuñadura de su espada y ella se inclina, explicando que desde que despertó del accidente, Emma ha estado actuando extraño, incluso en su forma de hablar es muy diferente, ha cambiado sus gustos en comida y suele elegir vestidos más simples y sin joyas.

— el médico dice que quizás se debe al golpe a la cabeza y que con el tiempo, podría volver a como era antes.— responde con tristeza.

— parece que eso no te alegra...— responde el ver la expresión de Anne.

— si le soy sincera señor, ¿no es mejor que se quede como ahora?, si su personalidad regresa, quien sufrirá nuevamente del abandono es el joven maestro.— responde Anne algo temerosa.

— lo que dices es cierto, se hará ilusión de una madre que lo quiere y de repente, esa madre lo volverá a rechazar.— menciona con preocupación.

— señor, tal vez lo mejor es alejar al joven maestro de la señora.— sugiere el mayordomo.

— eso no, no pueden hacer eso, ¿se llevarán al joven maestro?— Anne se preocupa.

Gilbert no responde esa pregunta, solo pide que se retiren y que pensará que hacer, aunque realmente no esta seguro si creer en las palabras de Anne, duda que Emma haya cambiado, siempre fue una mujer fría y sin instinto materno, desde que Luca nació se negó a verlo, siempre lo rechazo, aun cuando el niño la buscaba, ella lo alejaba. Gilbert deja salir un suspiró, porque lo que le preocupa no es el cambio de Emma, si no que el niño sufra nuevamente el rechazó, tal la opción del mayordomo es la mejor, podría enviar a Luca a una academia.

♧♧♧♧♧♧

Por otro lado, Luca estaba en sus clases de la mañana, Emma había ido a ver todo, aunque tan pronto iniciaron con historia, se había quedado dormida en el sofá, lo cual era una molestia para el profesor, pero no le quedaba de otra que soportarla.

Rato después, Emma despertó repentinamente poniéndose de pie mientras se mantiene firme como un soldado.

— no estaba dormido señor, estaba reflexionando señor.— grita.

Las nanas presentes se asombran por las palabras de Emma, quien va recuperando el sentido y recordando que ahora estaba en un extraño mundo y siente un tirón a la falda de su vestido, bajando la mirada. El pequeño Luca la miraba con preocupación.

— madre, ¿esta bien?, yo no quería despertarla.— menciona tímido.

— ¿eh?, ¿ah?, no...yo, estoy bien, solo un mal sueño.— acaricia la cabeza del pequeño.— las clases han terminado, vamos al jardín.

Emma carga al pequeño como un costalito bajo sus brazos mientras camina, las nanas del pequeño le siguen, por supuesto están atentas a que Emma no vaya intentar nada malo contra el niño. Emma se detiene en el jardín y baja al pequeño, sentándose en el pasto en posición de loto.

— ¿que se puede jugar con un niño?, oye cloncito, ¿a que juegas en tus horas libres?— pregunta.

— yo...yo paseo por la mansión, meriendo, leo en mi habitación y una vez por semana como con el duque.— responde.

—¿una vez por semana comes con tu papá?— chasquea la lengua.— y dicen que la mala madre soy yo. — murmura.

El niño asiente ante su pregunta, aunque no escucho lo último que murmuro la albina.

— pero eres un niño, debes jugar, correr, subir árboles y ensuciarte con lodo.— es así como juegas los niños, ¿no?. No sabe mucho.

— no puedo ensuciar la ropa, es costosa y el duque se enojara.— agacha la mirada.

— por supuesto que se enojara y eso lo hace divertido.— ríe.

Se pone de pie y pide a uno de los sirvientes rasgar una zona del pasto para que se vea la tierra y a las nanas les pide traer agua, Anne quien iba llegando se extraña al ver lo que esta pasando y hasta se espanta al ver que su señora esta ayudando al sirviente a quitar el pasto en un parte del jardín. Ya que estaba listo, tiro el agua y se quito los zapatos para pisar y revolver todo, Anne pega un grito al ver esto, pidiendo a Emma que se detenga, pero solo recibe una bola de lodo en la cara, ante esto, Emma comienza a reír y le lanza también a las nanas, quienes se espantan, en especial al ver que Luca también ha recibido la bola de lodo en la ropa.

— si no quieren perder, más les vale tomar sus armas.— se burla Emma.

La albina le muestra al niño como debe de tomar el lodo entre sus manos para lanzarlo. Y así, minutos más tarde, el jardín se había llenado de risas, las nanas, Emma y Luca estaban todos sucios por el lodo, mientras que Anne estaba por desmayar al ver lo sucios que estaban, el duque quien había ido por Emma, no la encontró en su residencia así que fue hacia la del pequeño y al asomarse en el jardín, vio aquella impactante escena, Emma con el vestido lleno de lodo, al igual que el pequeño, su ropa, zapatos, rostro, cabello, todo estaba teñido de suciedad.

— pero que...¿que esta pasando?, ¿que significa todo esto?— grita molesto mirando a Luca.— y tú, sabes lo que cuesta esa rop...

Y ya no pudo decir nada, una bola de lodo impacto en su cara, todos voltean, había ido Emma quien lo tiro, aunque estaba molesta por los reclamos al pequeño.

— ¿que importa esa ropa?, tu clon se estaba divirtiendo, que seas un amargado, no quiere decir que él crezca igual.— le reclama.

Todos ahí se sorprendieron en como Emma le hablaba al duque y este se veía bastante molesto, mientras que su mayordomo le ayudaba a limpiar el lodo de su cara.

— Emma, no puedes mal edu...—

Emma tomo al pequeño bajo su brazo y comenzó a correr, las nanas no sabían que hacer, pero como el duque se veía muy molesto, solo optaron por seguir a Emma, la cual desapareció entre los arbustos del jardín.

— sabe señor, era la primera vez que veía reír tan feliz al joven maestro.— menciona el mayordomo.

Gilbert guarda silencio, mientras observa el jardín, había una zona toda llena de tierra mojada, el sirviente le dice al duque que fue la duquesa quien pidió hacer eso para divertirse con el pequeño.

....

Nota; la posición de loto, es esta, lo pongo así porque no se como explicar esa pose. 👇🏻