La diosa y madre de lobos, podía escuchar las súplicas de cientos de sus hijos.
Una guerra había empezado y las oraciones de sus seguidores más devotos eran escuchadas por ella, años atrás había intervenido, pero los lobos se olvidaban agradecer en muchas ocasiones.
Al inicio de los tiempos ella derramaba una gota de sangre sembrando su semilla en un vientre y bendiciendo a la familia de la criatura y a toda la manada.
Cuando su vida acababa todas las experiencias vividas de su semilla regresaban a ella.
Por milenios hacia lo mismo, cada cien años volvía a renacer para amar a una nueva pareja y ayudar a su manada, hasta que un día dejó de hacerlo y nadie nunca supo cómo o por qué.
Sus historias fueron pasando de generación en generación, hasta que todos tomaron esas historias por simples leyendas o cuentos de hadas.
"Seguirás sin hacer nada, muchos de los tuyos están muriendo" Dice Ryu, dios y padre de todos los dragones.
"No tienes nada más que hacer, esta guerra es tan absurda, uno de los tuyos la inicio. ¿No deberías tú hacer algo?" La Diosa lo mira molesta, siempre visita sus aposentos celestiales sin permiso, pero le agrada su compañía que simplemente lo deja pasar.
Ella escuchas ciertas plegarias y ayuda a su gente, sobre todo a los niños.
"Esta guerra lleva veinte años y aún no termina, me dije a mi misma que no volvería estar entre ellos, pero verlos sufrir por tanto tiempo no es entretenido" Dice mientras los ve a través de una fuente.
"Quieres decir que derramaras una de tus semillas, no sé si eso está bien, es muy arriesgado para ellos saber que estamos entre ellos y otros dioses podrían molestarse"
"Estás preocupado por mí o por ellos" Comienza a reír contagiando su felicidad al dios dragón. "No te preocupes, esta vez será diferente, voy a borrar todos los recuerdos de mi vida pasada con esta nueva semilla, estoy segura de que ella dará fin a esta guerra. ¡Además, ella nacerá siendo una adulta de veinte años! Como esta guerra tan absurda"
El dios Dragón observó derramar una pequeña gota a la tierra, muy pequeña pero poderosa gota.
Sin pensarlo él también derrama una gota de su ser celestial, y la diosa lo mira sin decir una sola palabra, pero su mirada podía decirlo todo.
"Uno de mis hijos inicio esta guerra, así que uno de los míos también ayudará en terminarla."
"Solo espero que no te arrepientas, lo acabas de hacer en mi fuente y solo yo puedo manejar el destino de tu semilla"
"Lo sé, y confío con que lo guíes por el buen camino y no te olvides de él"
La diosa suspira y acomoda uno de los mechones de cabello del dios detrás de su oreja, este toma su mano y antes de retirarse la besa y sale convertido en luz fuera del mundo de la diosa.
"Ya veremos Ryu, ya veremos" Se dice a sí misma con simpatía.
En el mundo terrenal, fuera en el bosque apenas amanecía, los primeros rayos de luz molestaban la vista de una hermosa dama.
La razón por la que la diosa reencarnaba por medio de su semilla, era porque amaba tanto a su gente que no le bastaba con enamorarse una y otra vez de diferentes maneras y con diferente persona.
Ahora tenía que instruir a esta nueva semilla para que no se perdiera y no sufriera, dado que no llevaba sus recuerdos pasados.
Al levantarse del suelo, no comprendía donde estaba o quien era, estaba completamente desnuda y confundida, no hasta que alguien se le presentó.
"Tú quien eres" Pregunta confundida.
"Yo soy tu madre por así decirlo, tu y yo somos una. No te asustes, tranquila, te nombraré Talisa, ese será tu nombre en esta vida"
"En esta vida, que quieres decir con eso, no entiendo madre"
"No necesitas entender por ahora, descuida hija mía, solo tienes que mirar al cielo y pedir de mi ayuda cuando no comprendas, yo estaré en la luna" acaricia su rostro y Talisa siente un amor intenso tras su toque caliente y reconfortante. "Dirígete al este, por ese lado alguien podría ayudarte con vestimenta y algo de comida, te daré ciertos conocimientos, ya que es tu primer día de nacida"
Con un dedo toca su frente y Talisa comprende el vocabulario y todo lo que una persona promedio debe hacer en su día a día y no ser tan ignorante como un bebé.
"Gracias madre" Dice contenta, y al intercambiar sonrisas la diosa desaparece en un destello.
Tal y como su madre le ordenó, camino al este por todo casi toda la mañana, después de cuatro horas sus pies estaban muy cansados y tenía hambre y sed.
A la distancia observa a un venado y los dos conectan, Talisa sin hablar se dirige al animal mentalmente pidiendo un poco de agua.
El venado se acerca a ella y la ayuda a llegar aún río. "Gracias amiguito, te debo una" acaricia al venado y este se va sin antes mover la cabeza para comunicar algo a Talisa.
Tenía tanta calor que una vez dentro del río bebió el agua fluyendo, tomó un baño rápido y volvió a caminar rumbo al este.
A los pocos minutos del río podía escuchar ruidos proviniendo de un lugar, sentía tanta felicidad que empezó a correr envés de caminar.
"Alto ahí, no te muevas o disparo" Dice un guardia desde arriba de la torre mientras la apunta con una flecha.
Todos los guardias corren a la puerta para ver a quien se dirige tan hostil y se quedan sin palabras al verla desnuda.
Y como no iba a llamar la atención, si sus cabellos eran blancos, casi plateados, su larga cabellera cubrían sus pechos y parte de su desnudez, pero sobre todo su mirada intensa y ojos dorados, cualquiera se perdería en esos ojos antes de su desnudez.
"De dónde vienes y porque estás desnuda" Pregunta Claus el beta de la manada.
"Lo siento, pero mi madre no me dio ropa, me dijo que ustedes me ayudarían"
Claus no está nada convencido con su respuesta pensando que tal vez es un enemigo tratando de infiltrarse en la aldea.
"Si no me dices de que manada vienes, entonces no me dejas más remedio que disparar"
"Por favor, no lo hagas, tengo mucha hambre y he caminado todo el día y me duelen los pies. ¡No tengo manada, lo juro! Es que..., apenas nací hoy"
Todos se confundieron aún más con su respuesta no podían tomarse a la ligera dejar pasar a cualquier.
"Tú qué piensas, es extraño que una mujer se presente diciendo tonterías" Le dice un guardia a Claus
"Déjenla pasar, y denle algo de ropa antes. Lleven la al calabozo, informaré al alfa para que el mismo la interrogue"
Un hombre desnudo despierta al sur de las montañas.
El viento fuerte golpeaba su rostro.
La Diosa se le presenta en lo más alto de las montañas, este se asusta y retrocede unos cuantos pasos.
"Tranquilo, soy una vieja amiga. Tal vez no me recuerdes, pero algún día todo tendrá sentido"
"Quién eres" Dice con los ojos muy abiertos.
"Seré tu madre sustituta, al centro del país hay una guerra, tú tendrás participé en esta guerra. Te daré los conocimientos suficientes para que sepas lo que está pasando, pero sobre todo, debes saber que eres un dragón"
Toca su frente como lo hizo con Talisa y este comprende de inmediato lo que es y lo que pasa a su alrededor.
"Qué debo hacer madre, por favor, necesito que me guíes"
"Lo siento, pero deberás descubrirlo por ti mismo, si te digo que hacer podría llamar la atención de otros dioses. Extiende tus alas y vuela hacia aquella montaña, de ese lado encontrarás a más como tú, ellos te darán la bienvenida, solo diles que el dios Ryu te mando"
"Él quien es él"
"Él es tu padre, tu creador, antes de nacer fuiste concedido con ciertas bendiciones, nadie más como tú existe en este mundo. Adiós hijo mío, cuando sientas que ya no puedas más dirígete al cielo y háblame, yo te estaré escuchando"
"Espera, madre"
La diosa comienza a desaparecer y desesperadamente corre para tocarla, pero este llega demasiado tarde.
"Tu nombre será Manu, recuerda" Es lo último que escucha mientras el viento arrastra su nombre"
Manu comienza a observarse, para ver como es, toca su rostro y después mira el resto de su cuerpo.
Mira la montaña de a lado y de la nada extiende sus alas convirtiéndose en un dragón, uno enorme.
Al ver en lo que se convirtió salta de alegría arriba de la montaña, mira a su izquierda y comienza a volar.
Arriba de una enorme montaña, habitaba una enorme nación con mucha gente y un castillo.
La gente no podía dejar de ver el cielo cuando logran ver la sombra de un enorme dragón.
Los antiguos dragones se habían extinguido, y solo quedaban híbridos, la máxima transformación en ellos eran sus alas y escamas en toda la espalda, solo el rey podía convertirse en un verdadero dragón, pero uno pequeño, del tamaño de dos personas, en la realeza él y su familia eran los últimos descendientes del linaje del primer dragón y ni podían permitir su extinción.
Manu comenzaba ser rodeado por soldados del reino, únicamente podían volar, aun así guardaban su distancia frente al enorme dragón.
El rey sale apresurado del castillo tras el informe del avistamiento de un dragón
Manu lo visualiza a la distancia, y cambia su forma aterrizando frente su majestad.
La guarda real se sorprende al ver que aquel dragón se transforma en un simple ser.
"Como te llamas, de dónde vienes. ¡No, mejor dicho, como alguien como tú estuvo escondido por tanto tiempo!" Pregunta el rey maravillado.
La reina seguía sin creerlo, extiende sus manos, y cae al suelo de rodillas.
Todos al ver su acción se arrodillan y se inclinan ante él, lo veían como a un dios y no se equivocaban.
"Me llamo Manu y acabo de llegar a este mundo hoy gracias a mi madre y a mi padre Ryu"
Tras escucharlo, el rey no tuvo más remedio que inclinarse y arrodillarse frente a la deidad.
El pueblo comenzaba a llegar, y al ver al hombre desnudo lo identificaron como su Dios por encima del rey, sin más se arrodillan ovacionándolo.
El rey retira su capa y lo cubre con ella, haciéndolo pasar a los aposentos del castillo.
En la manada Crescent Moon, Talisa era vista de manera hostil, a diferencia de Manu, ella era juzgada con la mirada.
Los miraba juntarse rápido afuera de su celda, la noticia de que una mujer hermosa y desnuda había llegado a la puerta, se divulgaba muy rápido.
Talisa llevaba puesto una camisa de un oficial de la entrada, aun así no la cubría mucho, y podían verse sus largas piernas.
Claus no tardó y la liberó casi en seguida. "Aún lado, dejen pasar. Si el alfa se entera de que dejaron su entrenamiento por andar de chismosos, no le va a agradar en lo absoluto.
Al escuchar al beta todos se echan a correr, Talisa no entiende muy bien la dinámica, pero al recorrer el gran patio de entrenamiento del palacio sonríe y saluda a todos ellos mientras pasa.
No era de extrañar, nunca habían visto a una mujer lobo con cabello plateado.
El rey de la manada comía un festín, había sido interrumpido por su beta, así que solicito ver al intruso mientras comía.
Talisa al llegar y presentarse ante al alfa, lo ignoró por completo al ver la mesa llena de platillos deliciosos.
Cierto instinto la hizo sentarse justo al lado del alfa.
El beta abrió grande los ojos ante tal acción.
Talisa no dudo y tomo un pedazo de pan con una mano, con la otra mano toma la pieza de pollo del plato del alfa mientras le sonríe.
Al pasar el primer bocado le dice gracias, dejando a los presentes en shock.
"Acaso esta mujer desea morir" Susurra Ezra el delta del Alfa Logan.
Logan pasa el bocado de su boca y mientras frunce el ceño mira a su beta con una cara de que carajos.
Golpea la mesa con el puño de su mano mostrando su enojo, y a pesar de que la mesa brinca Talisa no deja de comer y lo observa para ver porque hizo tal acción.
"Disculpa, tenía tanta hambre y no me presenté. Soy Talisa, mucho gusto" Le extiende la mano, pero el alfa se niega a tomarla.
Talisa la retira y se limpia en la camisa por la grasa del pollo, pero aun así no aparta la mirada al alfa.
"Dime Talisa, eres tonta o te estás haciendo" Le pregunta Logan.
"No sé de qué hablas, pero tonta no soy. ¡Y eso que apenas nací hoy!" Dice con la boca llena.
"Así que naciste hoy" Comienza a reír y con el su beta y delta. "Se sincera, quien te mando, como sabrás hay una guerra de por medio y mató a cualquiera que quiera pasar a mi manada"
"Guerra? Pero mi madre no me hablo de ninguna guerra, y no digo mentiras, acabo de nacer hoy, al oeste del bosque. Mi madre fue muy clara, me dijo que siguiera el camino al este y que alguien me ayudaría con comida y algo de ropa. ¡Por cierto, esta camisa es bonita y fresca!"Dice incrédula y contenta mientras se desanima por la mancha en su camisa debido a la comida.
"Y quien es tu madre Talisa, y que propósito te dio" Intenta seguirle el juego
"Mmm.., no lo sé, no me dijo su nombre, solo se que ella y yo somos una misma, y mi propósito, sobre eso aún no lo descifró, espero de su ayuda y colaboración para saberlo, al menos eso espero"
Logan y el resto la miran sin creer ni una palabra, y la paciencia de Logan comienza agotarse.
Ezra siente que todo esté circo es una burla para su alfa y amenaza a Talisa con su lanza, poniendo la navaja filosa en su cuello.
Talisa suelta el pan de su mano y mira a Ezra con ojos sigilosos.
Nadie lo esperaba, pero Talisa fue más rápida que ellos, se tiró hacia atrás evitando la lanza, y sin previo aviso le arrebata la lanza a Ezra.
Logan se molesta y termina arrebatando la lanza de sus manos.
Talisa podía oír el gruñido de Logan, y por alguna razón agacho la cabeza en obediencia.
"Entonces quieres un propósito, yo te daré uno. ¡Claus, lleven a esta mujer al calabozo, mañana saldrá al frente del batallón! La uniremos con la manada de Luna Llena.
Logan era viejo y había adquirido experiencia a lo largo de sus años, pero el alfa de la manada Full Moon, era el peor de todos, tenía el carácter como el mismo demonio y nunca mostraba piedad.
"Listo, ya la encerré. ¿Por cierto, crees que se haya golpeado la cabeza? Es que su historia y forma en como se dirigía a ti, fue irrespetuoso, como si no supiera las leyes del orden, parecía una niña" Dice Claus confundido.
"Eso no importa, mañana por la tarde estará muerta."
"Qué pasa Logan, te quedaste sin guerreros" Dice el alfa de Full Moon y sus soldados comienzan a reírse.
Podían ver la cabellera de Talisa debajo del casco, pero cuando esta se lo retira deja a todos maravillados haciendo que dejen de reír.
"Aaa.., hablan de ella. Fui considerado y la dejé participar, no dejaba de joder, quería ir al frente con sus tropas alfa, y que más podía hacer, yo reconozco a un guerrero cuando lo veo, y ella se sacrificara por la causa" Dice Logan con descaro.
Era demasiado bella y una distracción para todos, pero cuando cruza miradas con el alfa de Full Moon sintió una chispa.
"Compañero" Talisa escucha el susurro de sus lobos inferiores.
Saac, el alfa de la manada Luna Llena estaba atrapado en sus encantos.
"Qué pasa alfa, le gusta mi guerrero. Que le parece, si sobrevive es todo suyo" Dice Logan mientras ríe.
"Es un trató, espero y cumpla con su palabra" Saac deja en total silencio a Logan, no esperaba que le tomara la palabra.
Saac entra a su tienda de campaña con el pecho agitado, su beta y Omega lo siguen, pues para ellos era algo nuevo su reacción.
"Qué pasó haya afuera, se que es muy hermosa, pero jamás habías actuado así" Le dice Aiden su beta.
"Su olor me vuelve loco, este idiota de Logan la puso al frente de la batalla. Muy pronto llegarán todos los heridos del batallón anterior y seguiremos nosotros"
"Eso quiere decir que ella es nuestra luna" Se miran entre ellos, tratando de pensar, si la mueven hasta la última fila se verá sospechoso y va en contra del alfa de cada manada.
"Si ella cambia de fila Logan podría matarla por desobedecer sus órdenes" Dice Lucas, delta de Full Moon.
"No hay de otra, tendré que ir al frente" Dice Saac muy a la segura"
"Estás loco, si mueres nuestra manada se debilitará y alguien más podría adueñarse de ella" Dice Aiden molesto.
"No tengo opción, ella es mi compañera"
Logan miraba la mesa y el mapa en ella, debía prepararse, pronto llegaría el anterior escuadrón o lo que quedaba de él.
Sabía que no sería nada fácil, le habían comunicado que no solo había dragones combatiendo en la franja enemiga, ahora también había cíclopes entre ellos y estaban perdiendo.
Talisa sonreía menos, era un bocadillo para todos estos hombres, y como ella no sabía de sus intenciones únicamente les devolvía la sonrisa, aunque la de ellos era morbosidad, la de ella era gentil e inocente.
"Qué dices primor, te gustaría visitar el cielo conmigo antes de morir" Dice un soldado.
Talisa abre sus ojos con asombro, había recordado que su madre vivía en el cielo, aunque le parecía increíble que alguien pudiera llegar ahí.
"Tú puedes ir al cielo" Le pregunta asombrada.
El soldado pronto iba a contestar, pero la sonrisa le desaparece al escuchar en gruñido del alfa Saac.
"Alfa, a sus órdenes" Le dice mostrando respeto.
"Todos a sus puestos, ya vienen" Grita Saac con autoridad.
Talisa, no sabe qué sucede, pero en menos de lo que esperaba comienzan a llegar los heridos. Detrás del campamento había camillas y médicos para brindar apoyo.
Talisa siente como las personas pasan en cámara lenta al ver tanta sangre y cuerpos casi muertos.
"Aún lado, dejen pasar a los heridos, abran paso para los heridos" Grita una enfermera.
Talisa no deja pasar la oportunidad y se acerca para ver a los heridos.
"Madre, te pido que no me dejes morir este día" Le suplica mirando al cielo al ver lo que le espera.
Un chico muy joven de casi dieciséis años llega gritando mientras lo acomodan en una camilla.
El joven mira a Talisa y piensa que es un ángel, uno hermoso que terminara con su sufrimiento.
"Vienés por mí vedad. Estoy listo, ya puedo partir al cielo"
Talisa le sonríe y toma su mano, no puede siquiera pensar en dejarlo morir, no sin haber vivido lo suficiente para ser feliz.
"Tranquilo, hoy no morirás"
Le ayuda a quitar la armadura y mira la herida en su abdomen, podía ver los intestinos, su herida era muy grave, sin posibilidad de sobrevivir.
El chico grita espantado por verse.
Habían muchos heridos y todos los médicos estaban ocupados, al escucharlo gritar de manera desgarradora, muchos voltean para ver.
Talisa posó sus manos en él, sin apartar la mira de sus ojos.
"Hey, hey, mírame, por favor mírame. No grites, te prometo que dejara de doler"
El chico la mira a los ojos y por alguna razón sintió paz dejando de gritar.
Todos a su alrededor eran testigos del milagro, Talisa irradiaba una luz azul en sus manos, comenzaron asustarse y otros simplemente estaban sorprendidos.
El chico deja de mirar sus ojos al ver que ella se hace a un lado, ya no sentía dolor, todos los rasguños y heridas estaban completamente cerradas.
Se para de la camila y mira con asombro su abdomen.
Por poco y la abraza, pero Logan interrumpe para llevarla a la guerra.
"Vamos niña, no tengo todo el día, necesito que vayas al frente con los demás" La jala del brazo y Talisa les dice adiós a todos mientras les sonríe a heridos y doctores.
El médico a cargo siente la necesidad de ir tras ella, si ella atendiera los casos más graves tal vez no abría perdidas ese día.
Después de pensarlo, las enfermeras y otros doctores lo apoyan tras revisar al muchacho, no podían creer que lo sus ojos habían presenciado.
Cuando sale en busca de Talisa, se acerca a Logan para solicitarla y explicarle lo sucedido.
Ya era demasiado tarde, Talisa ya había partido a la guerra con Saac al frente.
Logan entro a la enfermería para ver al chico, pues se le hacía imposible lo que aquel doctor le decía. Al mirar la sangre en su ropa y la rajadura en su armadura, sus ojos brillaron al ver al muchacho sin ningún tipo de rasguño a pesar de haber regresado de la sanguinaria guerra.
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