Viktor Drago, un abogado de la mafia italiana de 38 años, ha dedicado su vida a mantener el control y el poder en su organización, así como a proteger a su apellido. Su visión del amor está limitada a la lealtad que debería tener y el vacío familiar, una vida llena de dolor y sin amor. Todo cambia cuando la conoce.
Liora, una colombiana de 20 años que busca un nuevo comienzo lejos de un pasado lleno de dolor, encuentra refugio y apoyo en Viktor. A pesar del miedo a involucrarse a un mundo nuevo, Liora se siente irresistiblemente atraída por Viktor, quien representa todo lo que siempre ha soñado.
¿Podrá su amor superar las pruebas y tribulaciones del mundo peligroso en el que viven? ¿O sucumbirán a las presiones y se rendirán?
¡Buenas!
Muchos besitos para quienes comienzan esta novela.
Quiero decirles varias cosas, entre esas que estoy emocionada. ¡Por primera vez luego de 4 años en la App pude hacer mi primer “cheque”!
Nunca lo había hecho y me siento orgullosa, no podría hacerlo sin ustedes.
Por esa razón esta historia para cada una de ustedes por hacer parte de mi sueño de ser escritora, mil gracias.
También las invito a buscar y ser parte de Luces, Cámara y Tinta.
Hice una entrevista con ellas y son personas con un proyecto increíble.
¡Muchas gracias! ¡Muchos besos también!
Liora
Dolor, un dolor punzante en mi costado, sentía tanto dolor que trataba de respirar correctamente, ¿qué estaba pasando? Cuando volteo a un costado veo debajo de un carro, un montón de zapatos, rojo, negro, azules, algunos tan comunes y otros tan elegantes.
Cuando trato de respirar siento un dolor agudo que me hace cerrar los ojos, quiero llorar del dolor, quiero gritar por este dolor. No estoy segura de cuanto tiempo pasa, solo sentí que fueron horas esperando algo, cuando vi a alguien con un casco azul, lo supe, estaba esperando que alguien me ayudará.
—Señorita, ¿me escucha? —Cuando trato de hablar, nada me sale, la miro asustada, pero la persona me tranquiliza —Todo estará bien, no se preocupe.
Por alguna extraña razón, le creo, respiro agitadamente, temblando, más dolor cuando me toca la cabeza, abro mi boca sin poder hablar, ella empieza hablar sobre términos que solo había escuchado en las series, no entendía nada y mi cerebro no era capaz de procesarlo del todo.
La ambulancia había sido algo más doloroso, los paramédicos hablaban como nadie llego, incluso cuando llamaron, ¿dónde estaba mi familia? Quiero llorar no solamente del dolor físico, sino del mental.
Yo no era nada, simplemente una herramienta más para las personas, una más del montón. Lo confirmé cuando empecé a escuchar todo, las personas hablaban cosas feas cuando crees que no escuchas.
—¿Por qué tuvo que tener ese accidente? No le hubiera pasado nada si me hubiera hecho caso —La voz de mi mamá, fue más doloroso —La casa está hecha un desastre porque ella no ha limpiado, ¿se demorará mucho para recuperarse? Tiene que volver a trabajar para yo conseguir más dinero.
—Es una idiota, si hubiera visto dos veces antes de cruzar no hubiera pasado eso, pero es una tonta —La voz de la que era mi amiga más cercana, todos mis conocidos la apoyaron.
—Ni dormida es bonita —Sentí una caricia en mi mejilla —Es solo una más —La persona que me gustaba estaba diciendo eso.
—Su familia y sus amigos, ni siquiera vienen a cuidarla —Era una enfermera, por el olor a hospital —Es triste, pero supongo que se lo merecía.
—Su hija, podría no despertar —El doctor estaba informando a mi familia sobre mi situación. De las pocas cosas que había comprendido, yo estaba en coma, por el golpe tan fuerte que se me había proporcionado en la cabeza cuando el carro impacto contra mí.
—¿Cuándo sabremos si se despertará? —Mi hermano menor es quien habla.
—No estoy seguro, podría pasar meses o años.
—¿Tanto tiempo? Ese dinero podría servir para el futuro de mi hijo, más no para ese vegetal.
—Creo que es mejor se retiren —No supe que había soltado una lágrima, hasta que sentí me la limpiaban —Siento mucho que hayas tenido que pasar por eso.
De cerca su acento era tan diferente, sonaba muy extranjero.
Así dormida, no sabía cuanto tiempo pasaba, no era consciente de nada a mi alrededor, solamente cuando entraban a cambiarme algunas cosas. La realidad era que no quería despertar, no quería seguir con la tormenta de mi familia, no quería seguir con esas personas que había llamado amigos, no era capaz de pasar por eso.
Tampoco dinero para huir e irme a otro país, no tenía para empezar una nueva vida, no la tenía, lamentablemente no tenía esa maldita oportunidad aunque quisiera.
Tal vez todos tenían razón, era mejor acabar con mi sufrimiento, acabar con esa agonía de ser perfecta, de tener que trabajar para cumplir los caprichos de mi mamá y mi hermano menor, tal vez todo estaría mejor si no viviera.
Se empezó a escuchar un pitido, los pasos fuertemente corriendo, una electricidad en mi cuerpo me hizo mover mi cuerpo fuertemente, el doctor de acento extraño gritando a las enfermeras, estaba teniendo un paro cardíaco.
—¡Otra vez! —Mi cuerpo vuelve a sentir esa electricidad y eso me hace tratar de abrir los ojos, pero no soy capaz, mi cuerpo descansa en la camilla —Es débil, pero está estable.
—No te rindas, por favor —Escucho la voz de ese doctor —Escuché que el culpable es la persona del carro, te darán dinero, pero no podrás reclamarlo si no estas despierta, si no estas viva.
Por un momento, siento la necesidad de contestarle, de decirle, que jamás me dejarán tener ese dinero, que de verdad no valía la pena.
—Mi hermano es abogado, yo haré lo posible para que puedas conocerlo, es un hombre muy ocupado, pero por su hermanito hará lo que sea —Una caricia en mi cabello —Traté de investigar de ti, trate de conocerte más, eres buena, demasiado buena para este mundo cruel.
Una semana después, volví a escuchar al doctor, pero esta vez con otra voz que era muy parecida a la de él, pero mucho más ronca, pero estaban hablando otro idioma.
—Dimitri, mi tiempo vale mucho y no creo que esa niña pueda pagar mis horarios.
—No seas malo, Vitya.
—No me llames así, aunque seas mi hermanito, odio que me llamen así. Soy Viktor.
—Solo ayúdame, si lo haces, te dejaré de llamar así.
—Dios, no creo que una familia sea tan mala —La voz del hombre se escucha bastante estresado.
—¿Este señor, quién es? —La voz de mi madre, me hace agitar mi mano nerviosa —Doctor, ¿quién es este señor? —No se escucha nada por unos segundos.
—Soy el hermano del doctor Drago, Viktor Drago, abogado especialista en penal.
—Doctor, ¿por qué permite que este hombre este cerca de mi hija? ¿Qué está tratando de hacer? Si quiere algo de dinero que se va a conseguir en el futuro, déjeme decirle que no tendrá nada, total ese donador anónimo está dando todo.
—Señora, no, simplemente estoy viendo que sucederá con la señorita García cuando despierte, el dinero que le corresponde.
—No tendrá nada, ella fue la idiota que paso sin ver.
—Usted y yo sabemos, que el conductor fue el imprudente.
—Eso jamás lo sabrá ella, yo me quedaré con el dinero y ella tendrá que darme más, porque venir hasta aquí es mucho dinero.
—Acepto el trabajo —dijo Viktor, con un tono frío y ronco. El sonido de mi corazón se aceleró, y el pitido en el monitor se hizo más rápido.
—¿Liora? —El doctor se escucha más cerca, ¡podría huir de mi familia! Podría conseguirlo, podría tener una mejor vida, ¡lo podría hacer!
Negro, negro, siempre ha sido negro todo este tiempo, pero por primera vez puedo ver sombras en colores, un montón de sobras en colores, menos una persona a mi derecha, se veía negra, no puedo evitar mirarla, cuando logro enfocar mi vista, lo veo, un castaño con unos ojos azule que me hace verlo fijamente.
Viktor
Mi familia siempre estuvo rodeada de muerte, éramos los abogados de estos, sin miedo a nada y a nadie, ¿qué es lo peor que puede pasar? La muerte nos necesitaba e incluso si quisiera destronarnos, sabían nuestras capacidades.
Mi padre y madre se conocieron de ese modo, al principio como socios, la princesa de las tríadas y el abogado de las tríadas, yo fui el término importante del negocio, mi hermano, en cambio, fue hecho con amor, porque al final se terminaron de enamorar.
Una tonta historia de amor, unos tontos creyendo que ahora podían ser felices.
Mi hermano, que me llevaba casi 10 años, fue diferente a mí que fui criado con indiferencia, simplemente el heredero del abogado del diablo, eso era yo. En cambio, Dimitri había sido el único que pudo elegir que hacer con su vida, siendo criado con tanto amor y nunca con la muerte, decidió ser doctor.
La felicidad de mis padres por ver el resultado de un niño tan lindo e inteligente, fue genial para ellos y ciertamente, era mi hermanito, el niño de la casa, no le tenía rencor a él, se lo tenía a mis viejos padres.
—Hermano, ¿no puedes venir a Colombia?
—¿Sigues haciendo caridad? Algún día vas a morir de hambre —Le contesto serio.
—Qué malo eres, sabes que por el dinero no tengo problema.
—Las ventajas de ser un Drago.
—Por esa razón necesito la ayuda del mejor abogado del mundo —Mi hermano tenía un lindo corazón, aunque muchas veces sentía que era un tonto y medio, pero otras veces quisiera tener eso mismo.
—Depende de cuánto me paguen.
—Tenemos un problema con eso, la mujer no tiene dinero.
—¿Es pobre? No necesito ese tipo de empleador.
—¡Hermano! —Me regaña y me empieza a contar la historia de la pobre chica, porque era una niña prácticamente, yo le doblaba casi la mitad de sus años.
—No me convence demasiado tomar este caso, ella debería tener pantalones y enfrentar esa situación.
—No todos son Viktor Drago, que no le tiene miedo a nada —Cierro los ojos mientras me acaricio la cien, ¿debería tomar esta oferta? No le respondo mientras veo mi agenda, bueno, tenías unos días libres dentro de tres días, ¿debería intentarlo?
—Bien, iré a ver como es, si me convence, lo tomaré.
—¡Sí! —Mi hermano festeja y yo pongo los ojos en blanco.
Exactamente en cuatro días estaba aterrizando en Colombia, mi hermano me había recibido demasiado feliz, creo que estábamos destacando demasiado, mediamos prácticamente dos metros y con ojos azules, la única diferencia es que yo tenía barba y mi hermano no.
El trayecto directamente al hospital, fue aburrido, tenía muchas que hacer, en un mes tenía una audiencia, debía perfeccionar lo que tenía. Era un hospital un poco mediocre, pero era lo que había, supongo que no me podía quejar demasiado.
—¿Entonces? ¿Dónde está tu protegida? —Dimitri me mira con los ojos entre cerrados.
—Es pequeña, la siento como una hermana menor y de verdad, ha sido feo como la tratan, escuchar como le decían fea o que era la culpable cuando pasaba la calle, cuando ese maldito neandertal fue el que estaba borracho y casi la mata.
—Explícame bien eso, ¿está en coma por un auto? De una deberían darle sentencia y una compensación.
—Exacto, pero la madre quiere quedarse con ese dinero —Mi hermano pone los ojos en blanco —Es una maldita señora que solo jode la vida y por lo poco que he investigado, la muchacha ha sufrido maltratado psicológico, la han tratado mal por ser mujer y la han explotado laboralmente, no permitieron que siguiera sus estudios en la universidad.
—Es una boba —Recibo un buen golpe de mi hermano, por algo nos habían enseñado defensa personal.
—No puedes juzgar los traumas de los demás, ¿me escuchaste? —Hago una mueca, pero asiento.
Me empieza a explicar toda la loca situación, no me estaba convenciendo este caso, era demasiado sencillo, cualquier tonto podría ganarla, sin embargo, cuando estaba dispuesto a rechazarlo sin disposición a rechazar, la mujer llego y solo hizo que la misma sangre amable de mi hermano corriera por mis venas.
—Acepto el trabajo —Sueno frío y seco, esta señora estaba loca e iba entendiendo que quería mi hermano, los ojos de Dimitri prácticamente brillaron, estaba feliz, cuando iba a dar la vuelta para abrazarme, la máquina que está con los latidos, empezó a pitar como loca y mi hermano de una, se acercó a hablarle.
—¿Liora? —Un nombre un poco extraño, abre los ojos, lentamente, su cabello estaba trenzando en una abundante trenza, era castaño un poco claro con la luz del sol, sus labios eran carnosos, su nariz sin exageraciones, sus ojos grandes me llamaron la atención, tenían un leve brillo, pero al tiempo, se veía como si una parte de ella se hubiera muerto.
—¡Dios mío! —exclamó la mujer con sorpresa, y rápidamente comenzó a hacer un drama, gritando y gesticulando al darse cuenta de que su hija había despertado. Pero Liora mantenía su mirada fija en mí, sin mover un músculo. Estuvo así durante unos segundos, hasta que levanté una ceja, preguntándome por qué me observaba tan intensamente. Justo cuando estaba a punto de preguntarle directamente, giró la cabeza hacia su madre con una mirada tan fría que incluso a mí me hizo estremecer. Era tan frío que ni siquiera yo podría dirigirle a mi familia.
No dice nada, ni siquiera acaricia, mi hermano retira a la mujer y le pone una luz en los ojos, la va revisando poco a poco, ella se deja mover por Dimitri, el menor de los Drago siempre había sido mucho más delicado, incluso ahora, trataba con mucha delicadeza a la chica que estaba en la cama de hospital.
En menos de dos horas, esto se llena de gente, pero Liora no les dedica ni una mirada, incluso sus amigos se sorprendieron de verla y le dieron palabras de aliento, sin embargo, su expresión no cambio, me sorprendía demasiado esa parte.
Cuando todos se fueron, mi hermano me explico que ella entendía todo lo que decían, que también había escuchado cada horrible que habían dicho de ella, que algo en su cabeza se había apagado por completo cuando asimilo toda la información ya despierta, por esa razón, le dijo que no necesitaba hablar.
Al día siguiente fui también, la vi con el cabello mojado, se lo estaba secando, tenía un vestido que le quedaba gigante, por un momento quede sin que decir, por primera vez en mi vida me quede sin palabras, podía afirmar que era linda, su cabello suelto y acabado de lavar hacía resaltar la belleza natural que tenía.
—No sabía tu talla, creo que exageré.
—Un poco, pero no me molesta —Sentí un cosquilleo al escucharla, ella se giró a verme, mi corazón empezó a latir fuertemente.
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