La oscuridad era lo único que Lucie podía sentir. El silencio era absoluto, un vacío eterno que la envolvía completamente. De repente, una luz cálida comenzó a rodearla, trayendo consigo una sensación de paz y renovación. Lentamente, abrió los ojos, encontrándose en un lugar completamente desconocido.
Lucie: (susurrando) ¿Dónde estoy?
Estaba en una habitación lujosamente decorada, con cortinas de terciopelo y muebles antiguos. Se incorporó lentamente, notando que su cuerpo se sentía diferente, más pequeño, más joven. Se levantó de la cama y caminó hacia un espejo grande y ornado. La imagen que le devolvió el reflejo no era la suya. Era la de una niña, tal vez de unos siete u ocho años, con cabello rubio y ojos azules.
Lucie: (tocándose el rostro) Dafne Le Blanc... (recordando la novela) He reencarnado en ella.
Una mezcla de miedo y determinación llenó su corazón. Sabía lo que le esperaba en el futuro si no hacía nada. La villana que sería asesinada sin piedad. Pero ahora, con su conocimiento de la trama, tenía una oportunidad única de cambiar su destino.
Lucie: (decidida) Esta vez, no seré una víctima de la historia. Voy a escribir mi propio final.
Decidió que seguiría la trama original por ahora, observando y aprendiendo, mientras planeaba cuidadosamente sus movimientos. Tenía que asegurarse de que los protagonistas se enamoraran como debía ser, pero también debía encontrar la manera de ganarse el respeto y la confianza del gran duque Daemon.
Días después, Lucie se adaptaba a su nueva vida como Dafne, tratando de comportarse como una niña normal, pero con la mente siempre alerta y analizando cada detalle.
Sirva, la doncella: Señorita Dafne, su té está listo. ¿Le gustaría tomarlo en el jardín?
Dafne: (sonriendo) Sí, Sirva, eso sería encantador. Gracias.
Mientras paseaba por el jardín, Dafne no podía dejar de pensar en su situación. Sabía que en algunos años más, su vida cambiaría radicalmente, y debía estar preparada para cuando llegara ese momento.
Dafne: (para sí misma) Tengo que conocer mejor a los personajes. Solo así podré manejar las situaciones a mi favor.
Pasaron los años, y Dafne observaba desde lejos la creciente relación entre la joven protagonista y el príncipe heredero, rememorando la trama original y su papel en ella. Un día, mientras paseaba por los pasillos del palacio, se topó con el príncipe y la protagonista.
Protagonista: (sonrojada) Buenos días, señorita Dafne.
Príncipe: (fríamente) Señorita Dafne.
Dafne: (con una sonrisa cortés) Buenos días. Espero que tengan un excelente día.
A medida que los días pasaban, Dafne se fue ganando la confianza de los sirvientes y algunos nobles del palacio, mostrando una personalidad amable y astuta. Sabía que cada pequeño cambio que hiciera podría afectar la trama original, pero estaba determinada a no ser la villana de la historia.
Dafne: (para sí misma) Debo ganarme la confianza del gran duque Daemon. Él es la clave para cambiar mi destino.
Finalmente, el día llegó. Dafne debía partir de su casa para encontrarse con su futuro esposo, el joven gran duque Daemon, conocido por ser un mujeriego. Mientras se preparaba para partir, su corazón latía con fuerza, pero no por miedo, sino por la emoción de lo desconocido y la esperanza de un futuro diferente.
Dafne: (mirando su reflejo en el espejo) Estoy lista. Daemon, prepárate, porque no soy la joven dama presumida que todos creen. Soy más fuerte y decidida de lo que imaginan.
A la mañana siguiente del baile, la luz del sol se filtraba por las ventanas, llenando la habitación de Dafne con un cálido resplandor. Mientras se preparaba para el día, su mente volvía a la noche anterior y a su encuentro con Daemon.
Sirva, la doncella: (entrando con una bandeja) Señorita Dafne, su desayuno está listo. ¿Cómo se siente esta mañana?
Dafne: (sonriendo) Gracias, Sirva. Me siento bien, lista para lo que me prepara el día.
Sirva: (mirándola con admiración) Escuché que impresionó a muchos anoche, incluida su prima Melissa.
Dafne: (suspirando) Los rumores no tardarán en circular, pero debo seguir adelante con mi plan.
Después de desayunar, Dafne decidió acompañar a su padre al palacio para seguir relacionándose con los nobles para cambiar la opinión que tenían de ella y al llegar decide dar un paseo por los jardines del palacio para no ser obvia entre los nobles. Sabía que tarde o temprano se encontraría con más personajes clave de la historia, y quería estar preparada.
Mientras caminaba entre las flores, escuchó una voz familiar.
Elena: (alegre) ¡Dafne! ¡Qué sorpresa verte aquí tan temprano!
Dafne: (sonriendo) Buenos días, Elena. Me alegra verte.
Elena: (mirándola con curiosidad) Estuve hablando con el príncipe Alexander sobre ti. Él sigue siendo escéptico, pero creo que con el tiempo verá tu verdadera naturaleza.
Dafne: (con determinación) Haré todo lo posible para demostrar que no soy lo que dicen los rumores.
En ese momento, Alexander apareció detrás de Elena, con su expresión habitual de desdén.
Alexander: (fríamente) Señorita Dafne.
Dafne: (cortésmente) Príncipe Alexander. Espero que tenga un buen día.
Alexander: (mirándola con desconfianza) Veremos. No estoy convencido de tus intenciones.
Elena: (regañándolo) Alexander, dale una oportunidad. Dafne no es como dicen los rumores.
Alexander: (suspirando) Lo veremos con el tiempo. Pero no causarás problemas mientras yo esté cerca.
Dafne: (serena) No tengo ninguna intención de causar problemas, príncipe Alexander.
La conversación fue tensa, pero Dafne mantuvo su compostura. Sabía que ganarse la confianza de Alexander sería un desafío, pero estaba decidida a intentarlo.
Mientras continuaban su paseo, Elena trató de aliviar la tensión hablando de temas más ligeros.
Elena: (sonriendo) ¿Te gustaría unirte a nosotros en una cabalgata esta tarde, Dafne? Será divertido.
Dafne: (sonriendo) Me encantaría. Gracias por invitarme.
Elena: (entusiasmada) ¡Perfecto! Será una excelente oportunidad para conocernos mejor.
Alexander: (mirándola con cautela) Estaré vigilando.
Dafne: (asintiendo) Lo entiendo, príncipe Alexander.
La tarde llegó rápidamente, y Dafne se encontró en los establos del palacio, preparando su caballo para la cabalgata. Elena y Alexander ya estaban allí, junto con algunos otros nobles.
Elena: (feliz) ¡Dafne, ven! Este es tu caballo. Es muy dócil y confiable.
Dafne: (acariciando al caballo) Gracias, Elena. Estoy segura de que nos llevaremos bien.
La cabalgata comenzó, y mientras cabalgaban por los vastos terrenos del palacio, Dafne aprovechó la oportunidad para observar y aprender más sobre los personajes que la rodeaban.
Elena: (riendo) Dafne, ¿te has adaptado bien a la vida en la capital?
Dafne: (asintiendo) Sí, ha sido un cambio, pero estoy disfrutando cada momento.
Alexander: (interrumpiendo) Espero que no sea solo una fachada.
Dafne: (mirándolo directamente) No lo es, príncipe Alexander. Estoy aquí para quedarme.
A medida que la tarde avanzaba, Dafne y Elena comenzaron a hablar más en profundidad sobre sus vidas y sueños.
Elena: (soñadora) Siempre he querido viajar más allá de las fronteras del reino. Ver el mundo.
Dafne: (sonriendo) Yo también. Hay tanto por descubrir.
Elena: (mirándola con admiración) Eres diferente a lo que imaginaba, Dafne. Me alegra que estemos teniendo esta oportunidad de conocernos mejor, después de la última vez que nos vimos.
Dafne: (con sinceridad) Gracias, Elena. Yo también lo aprecio.
Alexander observaba la conversación con una expresión pensativa. Aunque seguía siendo escéptico, comenzaba a ver un lado diferente de Dafne.
Alexander: (en tono más suave) Veremos cómo se desarrollan las cosas. Pero no bajaré la guardia.
Dafne: (asintiendo) Entiendo, príncipe Alexander. Solo pido una oportunidad para demostrar mi verdadero carácter.
La cabalgata terminó y, al regresar al palacio, Dafne sintió que había dado otro paso hacia la integración en la vida de la capital. Sabía que aún había mucho por hacer, pero estaba determinada a seguir adelante.
Esa noche, mientras reflexionaba sobre los eventos del día, Dafne se sintió más segura de su plan. Cada interacción, cada conversación, era una oportunidad para cambiar su destino y el de aquellos que amaba.
Dafne: (para sí misma) Este es solo el comienzo. Debo seguir adelante, sin importar los desafíos.
Al día siguiente, Dafne se despertó con una nueva determinación. Sabía que debía continuar acercándose a las personas clave de la historia, especialmente a Daemon.
Sirva, la doncella: (entrando con una bandeja) Señorita Dafne, ¿cómo durmió anoche?
Dafne: (sonriendo) Muy bien, Sirva. Gracias.
Sirva: (curiosa) Escuché que tuvo una cabalgata interesante ayer.
Dafne: (asintiendo) Sí, fue muy instructiva. Creo que poco a poco estoy ganando la confianza de Elena y Alexander.
Sirva: (con admiración) Estoy segura de que lo logrará, señorita.
Dafne: (con firmeza) Eso espero, Sirva. Hay mucho en juego.
Después del desayuno, Dafne decidió visitar a su padre en su despacho. Sabía que las decisiones importantes se tomaban allí, y quería estar al tanto de todo.
Padre: (sorprendido) Dafne, qué sorpresa verte aquí tan temprano.
Dafne: (sonriendo) Quería hablar contigo, padre. Saber cómo van las cosas.
Padre: (con orgullo) Todo va bien, hija. Estoy impresionado con cómo te has manejado hasta ahora.
Dafne: (seria) Gracias, padre. Pero aún hay mucho por hacer. Quiero estar involucrada en las decisiones importantes y aprender más tanto de economía, política y militar.
Padre: (asintiendo extrañado) Entiendo, Dafne. Tu madre y yo siempre hemos valorado tu opinión. Puedes asistir a las reuniones si lo deseas y estudiar lo que quieras así tendrás más ventajas.
Dafne: (agradecida) Gracias, padre. Quiero estar preparada para cualquier desafío.
Con la promesa de estar más involucrada, Dafne se sintió más segura. Sabía que cada paso que daba era crucial para cambiar su destino.
Esa tarde, mientras paseaba por los jardines, se encontró nuevamente con Daemon. Esta vez, estaba solo, disfrutando de la tranquilidad, por lo que le pareció raro.
Daemon: (sonriendo) Dafne, qué sorpresa verte aquí.
Dafne: (sonriendo extrañado) Buenas tardes, gran duque. Que yo sepa esta es mi casa y solo estaba disfrutando del jardín.
Daemon: (se ríe pícaramente por obvio) Yo pensé que se encontraba en la fiesta de té que tiene tu prima en uno de los salones. ¿Te gustaría acompañarme en un paseo?
Dafne: (lo mira pensativa) Bueno ella y yo no tenemos buena relación, ya que soy de campo según ella, por lo que no invitó y no me interesa estar con señoritas engreídas. Me encantaría aceptar ese paseo.
Daemon la mira curiosamente y se ríe de lo dicho por Dafne. Le extiende el brazo para que lo acompañe en el paseo. Mientras caminaban, hablaron de muchos temas, desde la política del reino, estrategias militares, hasta sus intereses personales.
Daemon: (sorprendido) Eres muy diferente a lo que imaginaba, Dafne. Tienes una perspectiva interesante.
Dafne: (sonriendo) Gracias, mi señor. Solo intento ser yo misma.
Daemon: (pensativo) Creo que podremos ser buenos amigos, Dafne. Y quién sabe, qué podría pasar en el futuro.
Dafne: (mirándolo a los ojos) Espero que así sea, Daemon. Estoy aquí para quedarme.
La conversación fue profunda y significativa, y Dafne sintió que había dado otro paso importante en su camino.
A medida que el sol se ponía, Dafne sabía que el futuro era incierto, pero también lleno de posibilidades. Estaba decidida a seguir adelante, sin importar los desafíos.
Dafne: (para sí misma) Este es solo el comienzo. Debo seguir adelante, ser fuerte y astuta. Cambiaré mi destino y protegeré a quienes amo.
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Pocos días después, Dafne recibió una carta con el sello del gran duque Felix. Era una invitación para pasar un tiempo en su mansión junto con otros jóvenes de la nobleza, incluyendo a su hijo Daemon, Elena, Alexander y su prima Melissa, por un festival local. Esta sería una excelente oportunidad para fortalecer sus relaciones y avanzar en su plan.
Padre: (leyendo la invitación) Parece una excelente oportunidad para fortalecer tus relaciones y avanzar en tu plan, Dafne, solo mantente del joven gran duque no me gusta ese chico,
Dafne: (asintiendo) Sí, padre. Debo aprovechar esta oportunidad de cambiar esa imagen inventaron de mí. Y por qué no quieres que esté cerca del joven Daemon.
Padre: (sorprendido porque lo llamó por su nombre) Porque no me gusta por la fama que lleva y no lo quiero cerca de ti para que te haga daño, ya lo vi muy junto la última vez y hasta lo llamas por su nombre.
Dafne: (se ríe) Ay padre él y yo solo somos amigos, él fue el que me dijo que lo llamara así y que no fuera tan formal, no te preocupes confía en mí.
Padre: (La mira dudoso) No eso mi niña yo confio en ti, pero no en el y eso me preocupa (dice suspirando, dejando que se vaya Dafne de su oficina)
Dos días después, mientras la carroza avanzaba lentamente por el camino empedrado que conducía al palacio del gran duque Daemon. Dafne, ahora con diecisiete años, miraba por la ventana, su mente llena de pensamientos y estrategias. Sabía que su futuro dependía de su habilidad para ganarse a Daemon y cambiar el curso de la historia.
Finalmente, la carroza se detuvo frente a la entrada principal de la gran mansión. Dafne respiró hondo y salió, siendo recibida por una comitiva de sirvientes y por el propio Daemon. Él era aún más impresionante en persona: alto, con cabello oscuro y ojos intensos que parecían escudriñar su alma.
Daemon: (con una sonrisa cínica) Bienvenida, señorita Dafne. Espero que el viaje haya sido cómodo.
Dafne: (inclinando ligeramente la cabeza) Gracias, su excelencia. El viaje fue agradable.
Daemon: (señalando hacia el interior) Permítame acompañarla a sus aposentos. Tenemos mucho que discutir.
Mientras caminaban por los amplios pasillos del palacio, Dafne observaba cada detalle, memorizando el diseño y la disposición. Llegaron a una lujosa habitación, donde Dafne se detuvo y giró hacia Daemon.
Dafne: (mirándolo directamente a los ojos) Agradezco su hospitalidad, gran duque. Estoy ansiosa por conocer más sobre este lugar y, por supuesto, sobre usted.
Daemon arqueó una ceja, sorprendido por su actitud. Era evidente que no esperaba que fuera una joven tan segura y directa.
Daemon: (sonriendo levemente) Estoy seguro de que habrá muchas oportunidades para eso, señorita Dafne.
Con esa nota, Daemon se retiró, dejándola sola en sus nuevos aposentos. Dafne sabía que había dado el primer paso, pero aún quedaba mucho por hacer.
Los días siguientes pasaron en una mezcla de adaptación y observación. Dafne exploraba el palacio y sus alrededores, mientras mantenía una distancia prudente de Daemon, permitiendo que la curiosidad de él creciera. Pronto, tuvo su primera oportunidad de observar de cerca la posible relación amorosa entre la protagonista de la novela y el príncipe heredero.
Durante un paseo por los jardines, Dafne vio al príncipe y a la joven protagonista, Elena, sentados bajo un gran roble, conversando animadamente. Se escondió detrás de un seto, observándose sin ser vista.
Elena: (riendo) ¡No puedo creer que hayas dicho eso, príncipe Alexander!
Alexander: (sonriendo) Solo trato de hacerte reír, Elena. Tu sonrisa ilumina mi día.
Dafne recordaba esta escena de la novela. Era uno de los momentos cruciales donde la relación entre Alexander y Elena comenzaba a florecer. En la trama original, Dafne había interrumpido esta escena, tratando de atraer la atención de Alexander. Esta vez, decidió quedarse en las sombras, permitiendo que la historia siguiera su curso.
Dafne: (pensando para sí misma) Es mejor así. Debo asegurarme de no convertirme en un obstáculo para ellos.
Mientras continuaba observando, Daemon apareció detrás de ella, sorprendiéndome.
Daemon: (en voz baja) ¿Qué haces aquí, escondida, Dafne?
Dafne se sobresaltó, girándose rápidamente para enfrentar a Daemon. Su expresión era una mezcla de sorpresa y desafío.
Dafne: (susurrando) Solo estaba disfrutando del jardín. No sabía que necesitaba un permiso especial para ello.
Daemon miró hacia el príncipe y Elena, luego volvió su atención a Dafne, sus ojos llenos de curiosidad y una pizca de diversión.
Daemon: (sonriendo) No, no necesitas permiso. Pero es curioso que hayas elegido este lugar, precisamente cuando ellos están aquí.
Dafne levantó la barbilla, decidida a no dejarse intimidar.
Dafne: (con firmeza) Simple coincidencia, supongo. Pero ahora que lo menciona, es interesante observar cómo se desarrolla su relación.
Damon la miró durante unos largos segundos antes de sonreír y asentir.
Daemon: (dándole la espalda) Muy bien. Pero recuerda, Dafne, las coincidencias no siempre son lo que parecen. Ten cuidado.
Con eso, se alejó, dejándola sola una vez más. Dafne respiró hondo, sintiendo la tensión y el desafío en el aire. Sabía que Daemon estaba observándola de cerca, y tenía que ser cuidadosa con cada uno de sus movimientos.
Mientras se retiraba del jardín, Dafne reflexionaba sobre la situación. Tenía que encontrar el equilibrio perfecto entre seguir la trama original y hacer los cambios necesarios para asegurar su supervivencia. Cada paso debía ser calculado, y cada acción, cuidadosamente planeada.
Dafne: (para sí misma) Daemon... no eres tan diferente a como te describían en la novela. Pero esta vez, la historia será distinta. No seré una villana, seré la autora de mi propio destino.
Finalmente, llegó el día del festival. Al ser invitada de la mansión del gran duque Felix, Dafne fue recibida con cortesía, pero no pudo evitar notar las miradas de desdén de algunos de los invitados, especialmente de su prima Melissa que se había acercado con su grupo de amigas.
Melissa: (con una sonrisa sarcástica) Dafne, qué sorpresa verte aquí. Pensé que preferirías quedarte en el campo, lejos de la sociedad.
Dafne: (manteniendo la compostura) Melissa, siempre es un placer verte. Estoy aquí para disfrutar del festival y pasar tiempo con la familia.
Melissa: (riendo) Oh, claro. Pero ten cuidado, Dafne. La sociedad de la capital puede ser cruel, especialmente para una chica de campo.
Dafne: (mirándola directamente a los ojos) Estoy lista para cualquier desafío, Melissa recuerda que provenimos del mismo lugar y que soy mayor que tú por cuatro meses. Así que me debes respeto y no te preocupes por mí.
Se alejó ese grupo de víboras dejando a mi prima en vergüenza y roja de la rabia. Mirando como sus amigas se ríen disimuladamente de ella
Dafne:(pensamiento) ellas pensaban que me dejaría doblegar, no saben con quién se está metiendo, no voy a dejar que se repita la historia.
Elena, que había presenciado el intercambio, se acercó a Dafne y le ofreció su apoyo.
Elena: (susurrando) No le hagas caso, Dafne. Melissa siempre ha sido así. Vamos, disfrutemos del festival.
Dafne: (sonriendo) Gracias, Elena. No dejaré que me afecte.
El festival fue un éxito, lleno de música, danzas y comida. Dafne aprovechó la oportunidad para fortalecer sus lazos con Elena y Alexander, y para continuar ganándose la confianza de Daemon.
Daemon: (acercándose a Dafne) ¿Disfrutando del festival, señorita Dafne?
Dafne: (sonriendo) Sí, gran duque. Es un evento maravilloso. Le gustaría bailar esta musica
Daemon: (mirándola con interés) Me gustaría, pero no se bailar este tipo de música.
Dafne: (sonriendo) : No importa sigue mis pasos, te vas a divertir.
Lo toma del brazo y lo arrastró la pista de baile del festival, el Daemon ríe un poco avergonzado empieza a seguir los paso de baile de la pelinegra, a lo lejo esta Felix el padre Daimon asombrado por la dinámica de los jóvenes y conociendo a su hijo es incapaz de reconocerlo,por lo que se le está ocurriendo algunas idea de juntarlos y tener todo preparado antes de regresar a la frontera, ya que está seguro que Dafne es digna de ser la gran duquesa por su gran astucia y inteligencia, recordandole a su difusa esposa.
Daemon: (un poco agitado)Lo pase muy bien, espero que podamos pasar más tiempo juntos. Quiero conocerte mejor. Este baile era más difícil de lo que pensaba
Dafne: (sonríe un poco agitada) Me encantaría, mi joven Daemon. Estoy aquí para enseñarle a bailar mejor y estaré esperando su invitación para su territorio.
Con cada interacción, Dafne se acercaba más a su objetivo. Sabía que el camino sería largo y lleno de desafíos, pero estaba decidida a cambiar su destino y proteger a quienes amaba.
Dafne: (para sí misma) Este es solo el comienzo. Debo seguir adelante, ser fuerte y astuta. Cambiaré mi destino y protegeré a quienes amo.
Y así, con cada día que pasaba, Dafne se adentraba más en el juego de intrigas y romance, decidida a encontrar su lugar en este mundo que una vez solo existió en las páginas de un libro.
Durante el festival, Dafne se dio cuenta de que su prima Melissa la observaba con ojos críticos mientras ella conversaba y reía con Daemon. Pronto, Melissa comenzó a cuchichear con sus amigas, claramente molesta por la atención que Dafne recibía.
Melissa: (susurrando a sus amigas) ¿No es suficiente para ella estar detrás del príncipe? Ahora también va tras Daemon mi futuro prometido. ¡Qué descaro!
Amiga de Melissa: (riendo) Parece que Dafne no tiene límites. Primero el príncipe y ahora el gran duque.Ella no tiene dignidad se ve que es de campo por su libertinaje que vergüenza le traerá a su familia.
Dafne fingió no notar los susurros y continuó disfrutando del festival junto a Daemon, Elena y el príncipe Alexader. Sabía que los chismes eran inevitables, pero no dejaría que eso la detuviera. Sin embargo, no podía evitar sentir una pequeña punzada de preocupación. Sabía que los rumores podrían tener consecuencias graves.
A los siguientes días, el gran duque Felix estaba al tanto de todos esos rumores, investigó su origen de ellos pero aun así quiso aprovechar los rumores para forzar a su hijo Daemon a considerar un compromiso con Dafne, con la excusa de proteger la integridad de ambos.
Felix: (serio) Daemon, los rumores sobre ti y Dafne están fuera de control y conociéndote. La mejor manera de proteger su honor es aceptar un compromiso.
Daemon: (resignado) Pero, padre, todo esto es un malentendido. Dafne no ha hecho nada para merecer esto, ella y yo solo somos amigos.
Felix: (firme) No importa. La nobleza ya ha hablado. Debes proteger tu integridad. No puedo permitir que nuestro nombre se vea empañado por chismes.
Daemon: (suspirando) Está bien, padre. Haré lo que sea necesario. Pero esto no cambiará la naturaleza de nuestra relación.
Felix: (con una sonrisa) Eso lo veremos, hijo. A veces, las circunstancias inesperadas pueden llevar a resultados inesperados.
Ya Dafne estaba haciendo los preparativos para su regreso a casa, mientras hacía eso junto con su doncella ella notó las miradas de desdén y burlas de los nobles y los sirvientes, pero no les prestó atención; hasta fue llamada por el gran duque Felix a su despacho, quien le entregó una carta con el sello del emperador y el.
Felix: (entregando la carta) Dafne, entrega esto a tu padre. Es una cuestión importante.
Dafne: (intrigada) ¿Qué contiene la carta, su excelencia?
Felix: (mirándola con seriedad) Lo sabrás a su debido tiempo. Ahora ve.
Ella se despide del gran duque, pero antes de irse quería despedirse de Elena y Daemon ya que a este último no había visto desde hace dos días y estaba raro y al no encontrarlos se fue sin poder despedirse de ellos Dafne partió a casa con la carta misteriosa que le había entregado el gran duque.
Al llegar a casa luego de dos días de viaje, encuentra un ambiente muy pesado y no ve a sus padres hayan ido a recibirla solo estaba su prima y tío con caras de burla y el secretario de su padre quien le dice que el márquez la está esperando en su despacho, ella va tra el secretario ignorando a esas dos alimañas, cuando llega al despacho de su padre quien estaba siendo consolado por su madre, a ella le asombró ver a su padre tan molestos y cuando él la ve se acerca ella dejándola sorprendida al igual que a su madre, dándole una cachetada y con gritos e ira.
Padre: (enojado) ¡Confié en ti, Dafne! ¿Cómo pudiste? ¡Has perdido toda tu dignidad!
Dafne: (asombrada por tal cachetada) Padre, no entiendo que es lo que pasa, porque me hace esto.
Dice mientras se toca la mejilla lastimada, mirando con nervios a su madre y a padre ya que es la primera vez que le levanta la mano y le grita.
Padre: Me acabo de enterar que somos la burla de la sociedad, que te has revolcado con el joven gran duque y el príncipe acaso no tiene vergüenza, por esa razón querías ir a ese festival, para ir detrás de esos hombres .
Dafne: (lo mira con asombrada e indignada) Padre no puedo creer, que confies en esos rumores que solo son eso, rumores mal intencionados, lo que son desde mi regreso y mas de quien los crea, por lo que veo no soy una hija de confianza aquí le doy una carta que me dio el gran duques Felix
Al ver los sellos del gran duque y del emperador, su padre abrió la carta y quedó asombrado al leer su contenido.
Padre: (sorprendido) Él duque está al tanto de esos rumores y que eso es lo que son.
Dafne: Ves padre al menos el gran duque confirmó mis palabras
Padre: (Enojado) Y que quiere realizar una propuesta de matrimonio entre tu y el joven duque para callarle la boca a ciertas personas. El emperador ha dado su consentimiento.No aceptaré esta unión. Te han deshonrado. No hay nada más que decir. Vas estar encerrada en tu habitación hasta que yo lo diga, como si te tengo que envíar al magisterio para evitar eso o casarte con otro noble que no se el
Dafne: (abre los ojos al escuchar eso) Padre, esto no es justo. Déjame explicar, no puedo creer que me hagas esto, sin saber cómo me siento con todo esto. (dice con lágrimas en los ojos)
Ve a su madre que la ve con tristeza y angustia por todo lo que está pasando y sale del despacho de su padre dejándolo con las palabras en la boca, tirando la puerta con fuerza.
Al salir se encuentra con el origen de toda esa discusión Melissa, observando la escena con una sonrisa maliciosa, se rió de la situación.
Melissa: (con malicia) Parece que finalmente recibes lo que mereces, Dafne.
Dafne: (furiosa) Esto no se quedará así, Melissa. Las mentiras siempre se descubren.
Melissa: (riendo) ¿Ah sí? ¿Y qué vas a hacer? Ya has perdido todo. Eres la burla de la sociedad y de seguro que te casaran con unos de los socios de padre y tío.
Dafne: (determinada y sonriendo con malicia) Ya verás. No me quedaré de brazos cruzados y es más, gracias a tu malicia me has ayudado inconscientemente a alcanzar uno de mis planes.
Se fue a su habitación dejando a una Melissa confundida por sus palabras
Esa noche, luego de Diana la madre de Dafne discutió con él marquez por las actitud y en la forma que actuó con su hija luego de que le había prometido de que iba actuar serene con ella cuando regresara a casa, ya que no confiaba en esos chismes y mas por ver las cara de burla de su sobrina y cuñado cuando contaban esos rumores con preocupación falsa, ella ya sabía que esos dos andaban en malos pasos desde hace ya tiempo y más como trataban a su hija, había tomado la decisión de ayudar a su hija, ya que su esposo estaba cagado para ver la verdad.
Diana fue a la habitación de su hija para llevarle la cena de ambas, ya que está segura de su hija no querrá ver a su padre y esos dos buitres que tiene como familia política, como ella mismo no los quiere ver por causarle daño a su niña.
Marquesa: (toca la puerta, preocupada) Mi niña puedo pasar, te traje algo de comer ya que no has comido algo desde que llegaste.
No escucha nada solo hay mucho silencio, hasta que escucha perilla de la puerta al abrirse sale una Dafne con los ojos hinchados.y rojos de tanto llorar, la marquesa se pone triste ver las condiciones de su hija y más cuando lo hinchado y morado que está su mejilla.
Marquesa: (triste toca suavemente la mejilla ) Oh mi niña, que injusto ha sido tu padre (dice abrazándola) si no se dejará influenciar por eso buitres él hubiera reaccionado diferente
Dafne que se sentía aliviada de ver a su madre y de que ella confiaba en su palabra y no en la de su prima la abrazó con fuerza
Dafne: Lo se madre, si mi padre no confiara ciegamente en ellos, nada de esto estaría pasando, vamos entremos a la habitación.
Ellas entran a la habitación para comer tranquilamente, mientras lo hacía Dafne Le contaba todo lo que pasó en el festival de donde posiblemente se podría haber comenzado el rumor, quién lo podría haber comenzado y más de lo que su prima le dijo de un matrimonio arreglado de posible socio de su tío
Marquesa:(indignada) Sobre mi cadáver voy a permitir que eso pase,si el quiere casar a alguien que sea a su hija que le queda bien el papel de zorra y buitre para eso viejos verdes y mató a tu padre si se lo permite.
Dafne:(asombrada, se ríe por las palabra de su madre) Hay madre que cosas dices, estoy segura que padre no haría eso de los viejos verdes, pero el tío es capaz de hacer cualquier cosa
Dafne le propuso a su madre un plan para escapar.
Dafne: (decidida) Madre, necesito tu ayuda para escapar. Aunque los rumores sean falsos, amo a Daemon y quiero aceptar la propuesta.Y poder escapar de los planes que mi tío tenga preparado en las semanas de viaje que tendrá mi padre
Madre: (dudosa) ¿Estás segura de esto, Dafne?, tengo miedo de que te pase algo
Dafne: (firme) Lo sé, madre pero es mi única oportunidad para cambiar mi destino.
Madre: (suspirando) Tu padre es muy necio que está cegado por las mentiras de su hermano, pero no puedo dejar que te arruine la vida. Te ayudaré.
Con la ayuda de su madre, Dafne escapó la semana en que su padre tenía que viajar a otro pueblo, prepararon dos carruajes donde iban las marquesas a hacer compras y necesitaba el otro carruaje era para traer sus compras pero en realidad era el escondite de Dafne y su doncella quien la acompañaba en ese viaje.Cuando llegó el lugar de destino de cambio el vestuario de doncella por uno elegante pero sencillo y se despidió de su madre con lágrimas dejándole todas las pruebas de que todos los rumores eran falsos, incluyendo el accidente de hace cinco años, que fue causado por Melissa. También reveló el fraude de su tío con unas minas fantasma y sus planes para matar a su padre que llevaba tiempo recaudando esa información solo necesitaba el momento oportuno y más aprovecho en destruir el acuerdo de la familia real con su abuelo para evitar posibles problemas futuros.
El padre de Dafne decidió regresar antes a casa por un mal presentimiento, al regresar ve la conmoción en su mansión al enterarse de la huida de su hija, y ve a su esposa discutir con su hermano y sobrina con unos papeles en las manos, y se asombra de que su hermano la empuja por el borde de las escalera, pero el llega a tiempo para para evitar tal tragedia.
Marquez: (furioso) Pero qué significa todo esto, porque estás haciendo todo esto no ve que casi matas a mi mujer
Marquesa: (asustada) Oh cariño qué bueno que estás aquí, no sabes lo asustada que estaba (dice llorando)
El marquez mira a su asustada esposa y trata de consolarla hasta que mira todos los papeles que tenía en su mano entre ellos hay una carta de su hija explicando el contenido de esos papeles y del porqué de su huida al ver las pruebas que había dejado, no podía creerlo. Se enfrentó a su hermano y a su sobrina.
Marquez: (furioso)¡Melissa, Edmond! ¡Quiero una explicación ahora mismo! ¡Malditos! ¡Han engañado a todos! ¡Incluso planeaban matarme!
Edmond: (fingiendo sorpresa) ¿De qué hablas, hermano? No entiendo...No sé de qué estás hablando. ¡Esto es una mentira!
Marquez: (mostrando las pruebas) No te hagas el inocente. Aquí está todo. Aquí están las pruebas de tus fraudes y tus planes para asesinarme, incluso de los tratos con el viejo conde, estaba vendiendo a mi hija en la semana que estaba afuera, no es de extrañar que mi pobre niña saliera desesperada de aquí sin poder pedir ayuda.
Melissa: (asustada) ¡No es cierto! ¡Dafne miente!
Marquez: Melissa tu te callas que ya me entere de fuiste tu la que armo todo ese escándalo y que fuiste la que ocasionó el accidente de hace 5 año que casi mata a Elena y a mi hija, no puedo creer que seas un ser tan odioso y oscuro desde pequeña, si ambas fueron criadas casi como hermanas, guardias llevense a esos dos a la cárcel, presentaré todas esa evidencia al emperador junto con los cómplices de mi hermano
Edmond: (desesperado) ¡Por favor, hermano, no hagas esto!
Padre: (con firmeza) Pagarán por lo que han hecho, deje pasar muchas cosas porque eras el único familiar que me quedaba y le prometí a nuestros padre que te protegería, pero tocaste lo más preciado para mi y eso no tiene perdón, el emperador se encargara de tu castigo, por que si es por mi los torturo y mato lentamente por el mal que le hicieron a mi familia. Pero primero, debo encontrar a mi hija y disculparme.
Edmond: (desesperado) Hermano, esto es un malentendido. Podemos solucionarlo.
Maquez: (frío) No hay nada que solucionar. Ustedes serán juzgados por sus crímenes.
Edmond: (rogando) ¡Por favor, no nos hagas esto!
Marquez: (decidido) Es tarde para súplicas. Deben pagar por lo que han hecho.
Dijo mientras salía de la mansión cojiendo un caballo, aun escuchando los gritos de esos traidores y de su esposa sin embargo, no pudo alcanzar a Dafne y al regresar a su mansión su esposa lo recibe con angustia
Padre: (arrepentido) Fui un necio. Debería haber escuchado a Dafne.
Madre de Dafne: (consolándolo) Ella es fuerte. Encontrará su camino. Cuando estés listo, podrán reconciliarse.Lo importante es que ahora sabes la verdad. Cuando estés listo, ella estará esperando.
Una semana después, luego de un largo viaje Dafne llegó a la frontera, siendo recibida por Felix y Daemon.
Felix: (amable) Bienvenida, Dafne. Tu habitación está lista. Mi hijo la acompañara a ella, me imagino lo agotada que debe de estar.
Dafne: Muchas gracias su excelencia por su consideración, trataré de no causarles problemas al joven gran duque.
Dijo despidiéndose del gran duque, mientras que seguía a Daemon entres los pasillos, al llegar a la puerta de su habitación ella se despide de él, pero Daimon la detiene y la mira detenidamente hasta que ve una marcas en su mejilla, Dafne ve en sus ojos un ligero brillo de peligro y desvía la mirada ocultando su mejilla con su abanico
Daemon: (escéptico) Nuestra unión será solo un contrato. No esperes amor de mi parte.
Dafne: (aceptando) Lo entiendo. Gracias por recibirme.
Luego de esas breves palabras ella entra en su habitación dejando solo al joven Daemon. La tarde siguiente, mientras Dafne paseaba por el jardín, su mente volvía a la conversación con Daemon. Decidida a no ser un mero peón en la historia, Dafne trazó un plan para ganarse a Daemon y asegurar su propia supervivencia. Sabía que cada movimiento debía ser estratégico, y la primera fase de su plan era demostrar su valor y capacidades.
Esa noche, durante la cena, Dafne se sentó junto a Daemon. La mesa estaba llena de los nobles y cortesanos más influyentes del reino. Era el momento perfecto para mostrar su inteligencia y habilidades. Felix y Daemon le hicieron preguntas sobre sus intereses y su niñez hasta la actualidad.
Daemon: (mirándola con interés) Dafne, cuéntanos sobre tu vida antes de llegar aquí.
Dafne: (sonriendo) Mi vida en la casa Le Blanc fue tranquila. Sin embargo, siempre tuve interés en la política y la administración, además de practicar la esgrima y la equitación. Creo que es importante que una dama esté preparada para cualquier eventualidad.
Los ojos de Daemon brillaron con curiosidad y sorpresa. No esperaba esa respuesta.
Felix: (intrigado) ¿Y cómo crees que esas habilidades podrían ser útiles aquí?
Dafne: (con confianza) Estoy segura de que puedo aportar nuevas ideas y estrategias para mejorar la gestión de sus tierras y fortalecer nuestras alianzas. Además, mi destreza en esgrima podría ser útil en caso de cualquier amenaza.
La mesa quedó en silencio por un momento, antes de que Daemon rompiera en una sonrisa.
Daemon: (con admiración) Parece que hemos subestimado tus capacidades, Dafne. Estoy ansioso por ver cómo podrás contribuir a nuestra casa.
Esa noche, mientras se retiraba a sus aposentos, Dafne sabía que había logrado captar la atención de Daemon. Sin embargo, era solo el comienzo. Tenía que seguir demostrando su valía y ganándose su confianza y respeto.
Los días siguientes, Dafne se dedicó a aprender todo lo que pudo sobre la administración del ducado. Pasaba horas en la biblioteca, revisando documentos y mapas, y solicitaba reuniones con los consejeros y administradores para entender mejor la situación actual.
Una mañana, mientras revisaba algunos pergaminos en su estudio, Daemon entró, observándola con interés.
Daemon: (cruzando los brazos) Veo que te has tomado en serio tu promesa de contribuir a la gestión de nuestras tierras.
Dafne: (levantando la vista) Por supuesto, gran duque. Creo que hay muchas áreas donde podemos mejorar, y tengo algunas ideas que me gustaría discutir con usted.
Daemon se acercó y se sentó frente a ella, señalándole que continuará.
Dafne: (extendiendo un mapa) He notado que algunas de nuestras aldeas más lejanas tienen problemas con el suministro de agua. Propongo construir un sistema de canales que conecte los ríos principales con estas áreas. Esto no solo mejoraría la calidad de vida de nuestros habitantes, sino que también aumentaría la productividad de las tierras agrícolas.
Daemon la miró, sorprendido por la profundidad de su análisis y la practicidad de su propuesta.
Daemon: (asintiendo) Es una idea interesante, Dafne. Veremos cómo podemos llevarla a cabo. ¿Tienes alguna otra sugerencia?
Dafne: (sonriendo) También he estado pensando en establecer nuevas rutas comerciales con los reinos vecinos. Podríamos beneficiarnos enormemente del comercio de especias y seda, y fortalecer nuestras relaciones diplomáticas al mismo tiempo.
Daemon la miró con admiración creciente. Era evidente que Dafne no era solo una joven dama superficial; tenía una mente aguda y un fuerte sentido de responsabilidad.
Daemon: (con una sonrisa) Estoy impresionado, Dafne. Tus ideas son sólidas y bien pensadas. Creo que podrías ser una gran aliada en la gestión de este ducado.
Dafne sintió una oleada de satisfacción. Había logrado ganar un poco más de la confianza de Daemon. Sin embargo, sabía que aún había un largo camino por recorrer.
Esa tarde, mientras paseaba por los jardines, se sorprendió al encontrarse con Elena y Alexander. Esta vez, decidió acercarse y entablar conversación con ellos.
Dafne: (sonriendo) Buenas tardes, príncipe Alexander, lady Elena. ¿Puedo unirme a ustedes?
Elena le devolvió la sonrisa, mientras Alexander asintió cortésmente.
Elena: (amabilidad) Por supuesto, lady Dafne. Nos alegra su compañía. Me enteré de los problemas y rumores causados por Melissa. Me alegra ver que estás bien.
Alexander: (más amable) Descubrimos que fue Melissa quien causó el accidente en el lago, no tú. Lamento haber creído esos rumores.
Dafne: (con sinceridad) Gracias, príncipe Alexander, lady Elena. Hacen una bonita pareja, y me alegra que la verdad haya salido a la luz. ¿Cuándo llegaron?
Alexander: Mi padre me ordenó pasar una temporada aquí para conocer los límites de la frontera y establecer lazos con Daemon ya que él tiene un carácter fuerte y será uno de mis grandes aliados.
Elena: Y yo vine como la asistente de su alteza y también porque la emperatriz me pidió que lo vigilará, para evitar problemas con las cortesanas de aquí (dice avergonzada)
Alexander: (avergonzado) Hay no Elena tu sabe que no tiene porque hacer eso y que sería incapaz de hacerte sentir incómoda
Dafne: Oh chicos que lindos son, se ven lindos como pareja y si algun dia deciden hacerlo los apoyare a ambos (dice haciéndolos sonrojar a ambos)
Durante la conversación, Dafne se esforzó por mostrar su apoyo a la relación entre Elena y Alexander, haciéndolos sentir cómodos y valorados. Quería asegurarse de que ellos también vieran en ella a una aliada, no a una enemiga.
Más tarde, al regresar al palacio, Dafne se encontró con Daemon en el salón principal.
Daemon: (sonriendo) Parece que te llevas bien con el príncipe y su asistente.
Dafne: (asintiendo) Son personas encantadoras. Creo que es importante apoyarlos y asegurar su felicidad.
Daemon la miró con una expresión reflexiva.
Daemon: (seriamente) Aprecio tu sinceridad y tus esfuerzos, Dafne. Pero recuerda, este mundo está lleno de intrigas y peligros. Debes estar preparada para enfrentarlos.
Dafne lo miró con determinación.
Dafne: (con firmeza) Lo estoy, Daemon. Haré lo que sea necesario para proteger a quienes amo y asegurar nuestro futuro.
Daemon sonrió, admirando su espíritu y su valentía.
Daemon: (con respeto) Estoy empezando a creer que realmente podemos cambiar nuestro destino, Dafne. Juntos.
Con esa nota, ambos se despidieron, sabiendo que el camino por delante sería arduo, pero también lleno de posibilidades. Dafne estaba decidida a cambiar su destino y a forjar su propio camino, uno que la llevaría a un futuro brillante y lleno de esperanza.
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