Apreciados lectores, esta es la historia de un personaje de poca participación en la novela VENDETTA; sin embargo, no es necesario leerla para seguir la narrativa.

Mariano Márquez, nuestro protagonista, es nativo de Caracas, la capital de Venezuela, su historia se entrelaza con la de Yaimara Maceo, una chica originaria de la ciudad Holguín, capital de la provincia homónima, ubicada en el oriente de la isla caribeña.

¿Por qué ASERE?, La palabra ASERE es un cubanismo que proviene del Abakua, derivado del Carabalí, un lenguaje del oeste africano. Asere es un saludo religioso divino, que podemos traducir como "Yo te saludo".

En Cuba pertenece al registro coloquial y es un vocablo lingüístico que para los cubanos significa amigo, hermano o socio, pero de una manera íntima. Decirle a una persona ASERE es decir: Amigo Mío, Hermano Mío, Persona Querida por mí.

Les recuerdo que sus comentarios y valoraciones son importantes para cualquier escritor en esta plataforma, así como sus likes.

Deseo disfruten la lectura.

^^^Lía Thiago 🌹^^^

PERSONAJES PRINCIPALES

YAIMARA MACEO

MARIANO MÁRQUEZ

LORETTA RINALDI

Miro el cuerpo desnudo de la mujer que yace dormida a un lado de la cama, en tanto cierro mi pantalón, observo que se remueve, tomo a prisa la camisa, mi chaqueta y salgo de la habitación a medio vestir antes de que despierte, nisiquiera recuerdo su nombre y eso es perfecto; mientras menos sepa el uno del otro, más claro es el mensaje.

Conduzco hasta mi apartamento y los recuerdos me llevan a años atrás, al momento cuando me convencí de la peor manera, que el amor de un hombre pobre es basura, me pierdo en mis recuerdos de ese día.

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Tomo las llaves del vehículo de mi cuñado Luciano y me dirijo a buscar a mi hermosa novia para llevarla a la inauguración de las bodegas de vino Tentazione Divina. Ha sido un gran día para mí, Davide, el esposo de Beatrice, me dió la noticia de que seré el director general y hoy también le propondré matrimonio a mi amada y espectacular Loretta.

Ella es una mujer muy bella, bueno por algo es modelo, es una castaña alta, de ojos color miel que me tiene muy enamorado desde que se acercó a mí por primera vez, por eso ahorré todo lo que pude y le compré un anillo no tan costoso como se lo merece, pero sí hermoso y lo más importante es que se lo daré con todo mi amor.

Paso a recoger a mi chica, bajo del vehículo para abrirle la puerta y me da la bienvenida con un beso en los labios y una gran sonrisa. Luce espectacular con un vestido color perla, no se imagina la sorpresa que le tengo y lo bien ataviada que está para la ocasión; mis manos tiemblan casi imperceptiblemente por los nervios, este será uno de los mejores días de mi vida, el otro será cuando la convierta en mi esposa...

Dan inicio a la inauguración con una degustación de nuestros vinos, mi hermana, mi cuñado, mi novia y yo, brindamos por el éxito de la nueva empresa, Davide Santoro toma la palabra y comienza el discurso contando acerca del surgimiento de la idea y no sé cuantas cosas más, porque estoy embelesado contemplando la belleza de Loretta, de pronto noto que la sonrisa de ella desaparece, pero no tuve oportunidad de preguntarle, porque enseguida escucho a Beatrice llamándome para presentarme como el director general de Tentazione Divina, el salón rompe en aplausos, subo el escenario para agradecer a todos y luego bajo emocionado, metiendo la mano en el interior de mi chaqueta para sacar el estuche con el anillo.

Mi hermana sabe lo que tengo planeado así que, despeja el área, me acerco a la mujer que amo con el corazón latiendo como loco y planto una rodilla al suelo mostrándole el anillo, pero mis palabras quedaron en el aire con las dagas que salieron de la boca de la persona que creí que me amaba.

—Quindi non sei un tuo parente straniero, ma un migrante affamato che è venuto qui per fare fortuna. Hai il coraggio di offrirmi un anello a poco prezzo? Pensi che sposerò un uomo affamato? (Entonces no eres su pariente extranjero, sino un migrante hambriento que vino aquí para hacer fortuna. ¿Tienes el coraje de ofrecerme un anillo barato? ¿Crees que me casaré con un muerto de hambre?) — veo el asco en su mirada y el desprecio de sus palabras terminaron de matarme —riesce a vincere qualche milione e poi ne riparleremo (logra ganar unos cuantos millones y luego hablamos nuevamente de eso.).

Y ahí quedé yo, de rodillas y humillado por no ser rico, ni pertenecer a una familia de abolengo.>>

Soy Mariano Márquez, un empresario venezolano que llegó a Italia gracias a la buena voluntad de mi amiga Beatrice y de su familia, aquí terminé mi carrera y me especialicé en enología*, desde hace seis años dirijo "Bodegas Tentazione Divina", empresa que he hecho crecer y de la que ahora también soy socio, mi única meta es hacer fortuna y no caer en las garras de ninguna mujer.

Armo un pequeño equipaje, para viajar a Roma por unos días, hay un congreso de enólogos** y como tal, además de ser la cabeza visible de la empresa, debo asistir.

Voy saliendo a tomar mi vuelo y siento mi móvil vibrar por un mensaje, ahora tendré que esperar en la terminal de vuelos internacionales...

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(*) Enología: es el arte, ciencia y técnica de producción de vinos.

(**) Enólogo: es el asesor técnico responsable de dirigir los procesos de elaboración del vino. Es el experto que supervisa en la bodega tanto la elaboración, el almacenaje, análisis, conservación, embotellado y comercialización del vino.

YAIMARA

Giro la llave en la puerta para asegurar mi casita, esa que compartí con mi abuela desde que tengo memoria, bajo los cuatro escalones del portal, el sonido de los cascos de un caballo me indican que viene transporte.

—COCHEROOO— Grito para que se detenga y así comenzar mi recorrido, quiero despedirme de mi querido Holguín.

El coche se desplaza y tomamos la carretera a Gibara con rumbo al casco central, los demás pasajeros hablan entre sí, los vehículos automotores nos esquivan y yo solamente miro la vía con un nudo en mi garganta, porque no sé cuando pueda regresar.

Desciendo del coche en el parque San José y con la nostalgia de quién tiene el alma dividida, comienzo a caminar por el boulevard, quiero impregnarme la piel de mi Cuba, de sus olores, de sus sonidos, ver la gente caminar, unos con preocupaciones y otros como si no esperaran nada más de la vida.

Sin darme cuenta, llego al parque de las flores y me siento únicamente a mirar a mi alrededor, tratando de retener la ciudad en mi memoria; más tarde subiré a la Loma de la Cruz, para verla completa desde lo alto.

—Asere ¿Qué bolá?— escucho a un muchacho saludando a otro y encuentro nuevamente otra particularidad nuestra que voy a extrañar, nadie de habla hispana saluda así, solo nosotros que tomamos la palabra de saludo africana para darle una nueva connotación. Asere ¿Qué bolá?: amigo ¿Cómo estás?

No quiero irme, pero mi viejita unos días antes de morir, me hizo prometer que iba a buscar un mejor futuro y esta es la oportunidad; el dueño de una agencia de modelos que hacía turismo aquí me ofreció trabajo en Italia; después de mucho pensarlo y de confirmar que la propuesta de empleo es real, decidí arriesgarme y mañana dejo mi tierra.

No me despediré de nadie más que de mi vecina Elvia y su hijo Andrés, no tengo amigas ni novio, porque no creo en amistades de mujeres, ni fidelidades de hombres.

Mi padre cada vez que podía le montaba los tarros* a mi mamá y todos se los perdonaba hasta que ella se cansó y hasta yo caí en el paquete porque nos abandonó a los dos, de eso hace ya diez años.

Mi papá hace siete años se montó en una balsa para irse a los Estados Unidos y no supimos si llegó bien o se lo tragó el mar, así que a partir de ese momento sólo éramos mi abuela y yo, hasta que cumplí diecisiete, conocí a José y me enamoré de él. Al principio era cariñoso y detallista, pero después de un tiempo, me hacia escenas de celos y casi logró que dejara de estudiar, menos mal que el muy perro estando conmigo preñó a la que se hacía llamar mi mejor amiga y acabé con ese lastre.

Así que estoy clara, con los hombres un ratito, únicamente el tiempo que les dura la magia. No creo que haya uno solo que sea leal, estoy convencida de que, en muchos aspectos, no son más que un obstáculo para que una mujer alcance sus metas, por eso tengo el firme propósito de no tomarlos en serio.

Mi nombre es Yaimara Maceo, una mulata de veintidós años que quiere comerse al mundo sin deber nada a nadie, ni atarse a ningún macho...

Son las 4 de la madrugada en Cuba, el claxon del vehículo que me viene a buscar provoca que deje la taza de café a medio camino de mi boca, coloco la bebida sobre la mesa y tomo mis valijas.

Al pie de los escalones mi querida vecina Elvia y su hijo Andrés esperan para despedirse de mí, ellos son las únicas personas que saben cuál es el motivo y destino de mi viaje, le doy un abrazo a cada uno, les entrego las llaves de mi casa y abordo el taxi que me llevara al aeropuerto, mientras me encomiendo a la Virgen de la Caridad.

Todo el camino voy inmersa en mis pensamientos, no puedo negar que tengo más miedo que emoción ante este viaje...

Después de casi un día de viaje, llego a Roma, una vez en inmigración doy gracias a Dios porque me licencié en Lenguas Extranjeras y mi trabajo en el hotel me permitió tener más fluidez a la hora de comunicarme.

MARIANO

Estoy en la terminal tres del Aeropuerto Fiumicino de Roma, espero a mi amigo Mario de Freitas que viene desde Portugal por las mismas razones que yo, a lo lejos veo una cabellera castaña muy conocida, gira y descubro que es Loretta Rinaldi, la mujer que más me ha humillado en la vida y a quién más detesto, instintivamente llevo mi mano a aquel anillo de compromiso que me rechazó y lo uso colgado en mi cuello como un recordatorio de que nunca más me debo enamorar.

La muy maldita parece estar impaciente esperando a alguien, doy la vuelta para no verla y quedo como idiota al ver caminar imponente, arrastrando un par de maletas, a una verdadera hembra, una mujer piel canela de ojos verdes, delgada y alta con un cuerpo caribeño a todas luces, de esos que gritan peligro; por unos breves segundos nos miramos y la muy traviesa me guiña un ojo sin detener su cadencioso andar.

Le sonrío y la sigo con la mirada, no quiero perderla de vista, aunque ese guiño me da luz verde, en este momento no puedo ir tras ella porque el vuelo de mi amigo está por arribar; sin embargo, trato de acercarme para invitarla a algo después.

Ella parece buscar entre las personas y nuevamente freno en seco, cuando veo que Liborio Nurzia, la supuesta pareja de Loretta es quien la recibe.

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(*) Montar los tarros: en lenguaje coloquial cubano, ser infiel.