Leah estaba en su habitación pensando en como decirle a su esposo que quería divorciarse, si bien el divorcio no era muy común en esta época ya era aceptable, siempre y cuando hubiera motivos y ambas partes estuviera de acuerdo.
El motivo, bueno ella podía alegar que era infertil, ya que llevaban tres años casados y aún no había herederos, bueno aunque para ser sinceras no había hijos debido a la poca participación de ella en el ámbito amoroso, puesto que solían dormir separados incluso en "esas" noches del mes.
Pero conociendo a su esposo, éste con tal de darle lo que ella pedía, sería capaz de aceptar la infertilidad de ella como pretexto, ahora en lo monetario no habría problema pues Dereck nunca utilizo la dote dada por sus padres así que estaba intacta y con eso podría mantenerse un tiempo en lo que el escandaloso divorcio se hacía noticia vieja.
Ahora el "pero" que había era Andrés, aunque él aseguraba amarla y darle el cargo de emperatriz una vez separada de su hermano, p, peroos emperadores y la corte real ¿lo aceptarían? ¿Andrés no sufriría alguna crítica por estar con ella, que además era su cuñada? O tal vez era mejor como él le dijo solamente teniendo el cargo de "concubina" estarían juntos y sin ninguna restricción o habladurías.
Otro "pero" era precisamente su esposo Dereck, el duque Schell, mejor como el lobo blanco imperial, debido a su característico cabello albino, pues solamente él y la emperatriz madre tenían ese color, puesto que ella era de otro país muy lejano y que incluso se decía ya extinto debido a las guerras que se desataron en dicho lugar, si bien Dereck la dejaba hacer lo que quisiera, el divorcio era un tema delicado y más porque también era parte de la realeza, así que muy fácil no iba a estar.
Pero todo esto se hubiera evitado de no haber sido por su padre, el marqués Lombrath, su padre quien era un acérrimo fanático de Dereck y era principalmente uno de sus simpatizantes para que él ocupará el trono, pero tenía que enfermar de una extraña enfermedad y que casualidad que el lobo blanco tenía en su poder dicha cura y como se ofreció la mano de la única hija del Márquez Leah Lombrath, quien se perfilaba como una de las participantes a princesa heredera.
-Mmm ahora que lo pienso, nunca se me dijo el nombre de la enfermedad, solo que era muy mala y provocaba erupciones en la piel y ya.
-Madam perdone que la moleste, pero ya va a ser hora de la comida y aún no se ha escogido el menú y…
-SSofí dile a la señora Robins que haga lo que al duque le gusta, aún no entiendo por qué todavía me pregunta esas cosas, además da igual lo que haga por qué todo le queda muy rico.
-Si madam, aahh y otra cosa en un rato más le traigo la correspondencia porque he estado ocupada con la lavandería y….
-Si esta bi… ¿cómo que lavandería? ¿quién te puso a cargo? Se supone que tú eres mi dama principal y no tienes por qué hacer eso, dime Sofí ¿quién fue? Y más te vale que no me mientas
-Yo, yo, (contestando nerviosamente y agarrándose el dobladillo de su mandil) fue la señora Fraga, pero mi señora no importa ya casi termino
-Pues Fraga me va a escuchar, por qué aún todavía soy la Duquesa Schell y ni crea que irle a llorar a Dereck la a salvar.
Dereck se encontraba en su oficina junto con Phill, su asistente y amigo de casi toda la vida, leyendo una de las cartas que su hermano Andrés le mandaba a su esposa Leah y en la cual le detallaba todo el "amor" que sentía por ella, pero entre líneas se podía leer que le pedía información acerca de los asuntos que Dereck manejaba.
-No lo se Dereck y créeme que aún no lo entiendo como terminaste casado con Leah, sé que desde que la viste te gusto y decías que te casarías con ella y vivirían muy felices, pero ¿no te sientes mal por ver como tu "esposa" (haciendo comillas) y tu hermano se ríen de ti?
-Phill, creo que preguntas cosas sin sentido (Dereck mostrando una sonrisa) y de hecho ya lo sabía todo desde un principio y sabía lo que Andrés haría cuando supiera que me casaría con Leah, así que esto mi querido amigo no es nada nuevo para mí, de hecho creo que lo que yo me imaginaba era algo peor.
-Por lo mismo Dereck no lo entiendo, digo que beneficio has obtenido en casarte con Leah, al contrario, has pagado todas las deudas del Marqués y aun así ni siquiera has tocado la dote que ella trajo y que mira que no cubre ni la cuarta parte de todo lo que has pagado.
-Sabes muy bien que todo lo que hago tiene una razón válida y si es cierto que he estado pagando las deudas del marqués Lombrath, pero no lo puedes ver como una ayuda a mi querido suegro
-Por favor eso ni tu madre te lo cree (haciendo cara de disgusto) y mira que a la difunta duquesa le encantaba hacer chistes y tú digamos no eres tan chistoso
-Bueno, bueno un chiste a la vez ¿no? Pero no hablaré aquí de este tema aquí, ya sabes las paredes oyen y no quiero que el plan se venga abajo
-Tienes razón, entonces te dejo aún tengo que ir al anexo y verificar que la manada esté en condiciones para entrenar a los cachorros
-Ja, ja, ja ¿ahora quien te enseño a hablar así? Pero me gusta eso de la manada y cachorros, ándale vete a la madriguera yo en un rato más voy para entrenar un poco.
-Sabía que te iba a gustar (sonriendo Phill), bueno te dejo, sirve que practicas más chistes y planeas el siguiente paso para los lobos- termino Phill de decir y dirigiéndose a la puerta y sin mirar atrás salió.
Dereck suspiro y se dejó caer en el sofá que antes era ocupado por Phill y es que hablar con él acerca de Leah lo dejaba agotado mentalmente y ni hablar de la molestia que sentía cada vez que le echaba en cara su amor no correspondido , perocomo decía su madre en el corazón no se manda y cuando se enamora ni la razón entra y eso fue lo que a él le pasó con Leah.
Y sin querer evitarlo a su mente llego ese día en que visito de incógnito al Marqués Lombrath para hablar acerca de un golpe de estado, cuando en la terraza vio a lo que era un ángel, su largo cabello negro y su piel blanca que parecía un fantasma y esos ojos negros que brillaban con la luz del sol y allí supo de lo que madre hablaba acerca del amor y él cuál idiota cayó y redondo.
Pero quien se iba a imaginar que ese ángel se podría convertir en un demonio y que le haría ver su suerte y así estaba cuando escucho que alguien muy insistente tocaba la puerta de la oficina.
Leah estaba afuera de la oficina del duque y pensó que no había nadie porque no se escuchaba nada hasta que sin querer abrió solo un poco la puerta y pudo ver a Dereck recostado en el sofá y con los ojos cerrados y al parecer estaba de buen humor pues estaba sonriendo como pocas veces ella lo ha visto.
Extrañada por sonreír también, se recompuso y decidió volver cerrar la puerta y tocar ahora más fuerte y espero solo un poco hasta que de adentro le gritaron "un pase" a lo cual ella así lo hizo
-Disculpe Su Excelencia que lo moleste, pero quisiera hablar con usted acerca de las tareas de Sofí y Fraga
Dereck que aún estaba sentado en el sofá, apenas oyó la voz de Leah sabía que en los próximos minutos tendría un gran dolor de cabeza
-Leah ya te he dicho que cuando estemos solos puedes llamarme por mi nombre, no es necesario ser tan formales así que ahora ¿qué hay con tu doncella y Fraga?
-Bueno, Dereck, ejem, perdón, venía porque como dices Sofí es mi doncella personal y no me parece apropiado que Fraga la haga hacer otros quehaceres de la mansión que no tengan que ver con mis necesidades, así que quisiera que hablaras con ella para que no cuestione mis órdenes
-¿Y qué la puso hacer Fraga para que estés molesta?
-En la lavandería
-Mmm, bueno está bien, ahorita mismo la llamo y la reprendes- y yendo hacia el escritorio hizo sonar una campana e inmediatamente entraron unos guardias
-Díganos Su Excelencia- respondieron en coro los dos guardias
-Por favor, manden buscar a Fraga y tráiganla a mi oficina
-A la orden, Excelencia
Y así se retiraron los guardias dejando la oficina en un incómodo silencio, tanto Leah como Dereck no sabían como iniciar una conversación, ya que cuando se hablaban lo hacían para aparentar o para reclamar algo que casi era lo más común en Leah
— Ejem, ejem gustas tê o algo para tomar o comer Leah?
-Mmm, creo que te acepto el té, pero helado, digo si es que tienes
-Pues no tengo (rascándose la nuca y sonriendo) pero ya mismo lo pido
-¡No! no es necesario el te caliente esta bien
-Está bien- y así Dereck se dirigió a su mesita para hacer te para los dos y aunque no estaba tan caliente, se tomó un poco de tiempo para enfriar el té de Leah
-Aquí tienes, no sé si te agrada así de tibio porque yo lo prefiero bien caliente, ya que me hace no dormirme y me relaja- dándole una taza a Leah, quien inmediatamente sé lo llevó a los labios
-Mmm está bien así y nunca había pensado que este te supiera tan bien así de tibio
-Es que en realidad este te, se toma frío o tibio, pero a mí las cosas frías no me gustan por eso los tomo calientes
-¡Vaya!, ¿quién diría que al lobo blanco no le gusta el frío? Ja, ja,ja
Verla reír así para Dereck era como estar en otro plano en donde solo estaban ellos dos, sin obligaciones, sin Andrés y sin esos malentendidos que tanto él como su suegro habían hecho, pero no le importaba porque podía disfrutar de esa linda melodía que era la risa de Leah, hasta que a alguien se le ocurrió la brillante idea de tocar la puerta ¡boom!, se perdió el encanto pues Leah rápidamente guardo silencio.
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