Endemoniado Corazón «Alastor; Hazbin Hotel»
1. ¿Vivir? Para nada, yo prefiero morir
Todo comenzó con ese día. Ese día el cual el rumbo de mi vida cambió para siempre, el día en que tomar una decisión precipitada era de vida o muerte, el día en que toda mi alma se la había ganado un demonio y el día en que siempre supe que tendría que vivir de alianzas y traiciones...
Todo comenzó con el día de mi muerte.
Desde que nací, mis padres han tratado de mantenerme a raya, de enseñarme como eran las cosas cuando eras de "su clase".
Una señorita no dice malas palabras.
Una señorita no debe emborracharse.
Una señorita no debe vestirse como le plazca...
¡Tantas reglas estúpidas!
Reglas que al final no les sirvieron de nada porque no las cumplí.
Ellos no me dejaban vivir, así que no me quedó más opción que morir.
Era casi las 12 a.m, en la víspera de año nuevo. Mis padres esperaban que cumpliera con las normas y me comportara como "una jovencita de la alta sociedad". Vaya título de mierda me han puesto.
Diseñé un plan para acabar con mi propia vida, aunque por supuesto, tenía que disfrutar lo que me quedaba de vida. Primero, me escapé de casa y fui a un club nocturno con mis amigos. Segundo, provocamos una pelea y llegó la policía, para nuestra suerte logramos salir; ebrios, pero salimos, aunque los de azul se los llevaron y logré huir de ellos.
Ahora toca la fase final.
Dejar a mis padres en la humillación total.
Entré al vestíbulo de nuestra mansión sin ningún interés en querer eliminar el olor de whisky de mi ropa. Los invitados giraron a verme con una curiosidad y desdén inmensos.
Mis padres, Adelaine y Hunter, los anfitriones y los putos centros de atención, quedaron impresionados y enojados por mi osadía.
Adelaine (Mamá de Vicky)
*La mujer forzó su sonrisa.* No se preocupen, damas y caballeros, tenemos algunos inconvenientes pero podemos arreglarlo. *Ella intenta calmar a la chismosa multitud, aunque sabe que ya están hablando mil y un cosas sobre nosotros.*
Hunter (Papá de Vicky)
*El hombre, por otra parte, me tomó del brazo con brusquedad y me alejó de los invitados.* ¡Victoria, ¿Qué mierda crees que estás haciendo vestida así?! ¡¡Maldición, y ese olor, te he dicho mil veces que una joven ebria es de muy mal gusto, mucho más para tu familia!
Victoria Pelham
*Me libero de su agarre.* ¿Y tú crees que a mí me importa lo que digan de ustedes? Mientras peor se vea, mucho mejor. *Contesté con altanería, viendo como su rostro enrojecía más por su ira.*
Adelaine (Mamá de Vicky)
¡¿Quién te crees que eres para hablarnos así, pequeña mocosa?! ¡¡Tú a nosotros nos respetas, mientras vivas bajo nuestro techo, nos vas a obedecer!!
Victoria Pelham
Ya no me quedaré aquí...
Los empujé a un lado y me subí a una de las mesas con una copa de vino en la mano.
Victoria Pelham
¡Si me permiten su atención, damas y caballeros, tengo algo que contarles! Y que seguramente a ustedes les va a encantar... *me reía por lo bajo, ansiando el momento con mucho anhelo.*
Hunter (Papá de Vicky)
¡¡No te atrevas a hacer nada estúpido!!
Victoria Pelham
Oh, créeme, he querido hacer esto desde hace mucho tiempo...
Victoria Pelham
¡¡Escuchen todo el mundo!! *El público me mira atento.* Como ustedes sabrán, el señor y la señora Pelham deben ser unas figuras muy respetadas por todos ustedes, ¿Cierto? Pues déjenme aclararles algo. Ellos dos no son más que unos miserables farsantes.
Algunos se sorprenden, otros parecen incluso estar de acuerdo conmigo. Mientras tanto, mis padres vuelven a acribillarme con sus miradas, pero no me detengo.
Victoria Pelham
Además de farsantes, está muy claro que no saben esconder sus fachadas de un matrimonio feliz
Victoria Pelham
Él *Señalé al hombre que dice ser mi padre*, es un puto mujeriego. Siempre llega tarde a cualquier evento o reunión de suma importancia. Y se preguntarán el porqué... Bueno, yo les responderé eso.
Hunter (Papá de Vicky)
Victoria Gwendolyn Pelham Brown, que ni se te ocurra ninguna mierda *Escucho su amenaza susurrada, pero no me asusta.*
Victoria Pelham
¡Hunter Pelham, un hombre que jura y perjura amar a su esposa, SIEMPRE se complace a sí mismo metiendo su pito en el enorme culo de su cuñada!
Los invitados jadean en sorpresa en un acto unísono que me llena de satisfacción. Adelaine queda petrificada por tal revelación, y en un acto de reflejo, el mujeriego de mi padre toma el mantel apretándolo con fuerza.
Hunter (Papá de Vicky)
No sabes en lo que te estás metiendo, perra estúpida...
Victoria Pelham
¡Y más les vale que se aguanten, porque esto que diré se pondrá mucho mejor!
Doy un trago de la copa que traía en manos y prosigo.
Victoria Pelham
Adelaine Brown... Ni creas que vas a quedar impune
Hunter por un segundo desvía su vista hacia su esposa, quien ahora está notablemente asustada e intimidada.
Victoria Pelham
Esta señora es la envidia de muchas mujeres presentes en esta sala, las cuales no se molestan en disimular su descontento cuando la ven pasar; pero para poder darles algo con que reírse, les digo que Adelaine no es una santa.
En ese momento la perra engreída que dice ser mi madre me toma del tobillo, como si eso me fuese a detener.
Adelaine (Mamá de Vicky)
Una palabra más y te juro que desearás no haber abierto tu bocota!
Victoria Pelham
Como si te tuviera miedo, zorra. *Pisé su mano con mi tacón, haciendo que me soltara y chillara por el dolor agudo que le provoqué.*
Victoria Pelham
¡Adelaine es una prostituta, lleva a cualquier hombre a su cama sin importar que esté soltero o casado, ya que su esposo no la ha vuelto a coger desde su luna de miel!
Las mujeres inmediatamente comienzan a reír y a humillar a la pobre Adelaine, yo me les unía en su humillación. El rostro de la mujer se contrajo en una expresión de furia, mientras que su esposo mostraba visiblemente sus ganas de golpearme.
Hunter (Papá de Vicky)
¡¡Es todo!!
Adelaine (Mamá de Vicky)
¡¡Se acabó!!
Hunter (Papá de Vicky)
¡¡¡Pagarás por lo que nos has hecho!!!
Adelaine (Mamá de Vicky)
¡¡¡Maldita zorra!!!
Entre los dos, comenzaron a sacudir la mesa sin ningún ápice de cuidado. Su intención era hacerme caer, no les importaba si me hacía daño.
A ellos nunca les importé.
Ellos pagarán por dejarme total y completamente jodida.
Soy el Karma y empecé a cobrar
Marcaron las doce en punto. Hoy, primero de enero de 2023, han asesinado a alguien.
Hunter y Adelaine Pelham han asesinado a su propia hija, Victoria.
Victoria Pelham
¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO Y QUE TODOS SE PUDRAN EN EL INFIERNO!!!
Tambaleaba sobre la mesa, sin intentar mantenerme firme en mi lugar; di un paso en falso fuera de la mesa, y ellos aprovecharon ese movimiento para lanzar la mesa y hacerme caer. Aunque hubiese caído de culo al suelo sin ninguna dificultad, no me resistí y me dejé caer, conociendo mi destino.
Mi cabeza se ha golpeado con fuerza contra el espejo que tenía detrás.
Sentía que todo mi peso solo se cargaba en mis párpados, obligando a mis ojos a cerrarse.
Desearía poder verlos en este momento, ver esas caras de angustia y temor en sus rostros, ver mi propia sangre derramándose en su costosa alfombra, ver el horror en los rostros de sus invitados... Desearía poder ver y disfrutar de mi victoria.
Pero ya conocía este riesgo.
Sabía que al hacerlo, no podría celebrar como se debe. Pero no debería preocuparme de nada.
Por lo menos me han hecho un favor en adelantar mi pase a la libertad.
Una vez alguien me preguntó si me gustaba vivir mi juventud.
¿Y saben qué le respondí?
«¿Vivir? Para nada, yo prefiero morir»
Y eso fue lo que pensé cuando escuché mi último pensamiento vivo...
2. Los Vee's
Emily Rose (Escritora)
Holiwis! :D
Pasó por acá nada más para avisar que la apariencia de Victoria cambiará (el porqué, porque ya está muerta y en infierno, pos ni modo :v), entonces si les sale una 'Victoria' ya eso sería como que su forma humana. El que me entendió, entendió :v
Bueno, ahora sí, ¡A leer!
Ha pasado mucho tiempo desde que morí, tiempo en el que la oscuridad absoluta me consumió y de la cual no pude escapar.
...De verdad el suelo parece sentirse más delgado debajo de mí.
Inesperadamente, caigo al vacío.
Voy cayendo más y más al fondo de la oscuridad, hasta que poco a poco llego a divisar un cielo...
El suelo se hacía ver cada vez más, aproximándose, acercándome a toda velocidad.
Y choqué contra el piso frío del inframundo.
Bueno, en realidad caí en un contenedor de basura, pero era casi lo mismo.
Llevé una mano a mi cráneo, acariciando el lugar de la herida mortal, y no sé por qué, pero me siento... Diferente. Muy diferente.
Mi cabello, mis manos, mi cuerpo, todo mi ser había cambiado.
Con un cristal roto que encontré entre la basura observé mi reflejo, y me sorprendió lo que vi.
Mi piel se ha descolorido hasta ser de un blanco semi pálido. Mi cabello, antiguamente naranja en su totalidad, ahora posee colores naranjas y amarillos en sus puntas. En mi cabeza, traía pequeños cuernos, pero los oculté con la capucha de mi ropa. Mis ojos, negros y del color del fuego. Mis uñas se convirtieron en garras y mis dientes en colmillos. Sin dudarlo, era una demonio.
Salí del contenedor y procedí a explorar mi nuevo entorno.
O en este caso, mi nuevo hogar.
Al llegar hasta el otro extremo del callejón donde había aterrizado, admiré por primera vez el infierno en su máximo esplendor. No era para nada igual a como lo hacían ver en las iglesias, básicamente era como una ciudad común y corriente...
Claro, excepto por la parte en que hay montones de cuerpos mutilados en la calle.
Hay un reloj como el Big Beng marcando la hora. <<12:02 a.m, 365 días para el siguiente exterminio.>>
¿Exterminio? Supongo que tiene que ver con estos demonios muertos
Seguí el camino de cadáveres, andando sin un rumbo fijado. Honestamente, andaba en medio de la carretera, digo; de aquí en adelante, ¿Qué es lo peor que puede pasar?
Y me arrepiento de haber dicho eso.
De la maldita nada, una limusina (de un estilo muy infernal, por cierto) sale a toda máquina detrás de mí.
Algo en mi interior encendió esa señal de peligro inminente y giré sobre mis pies, viendo como el vehículo se acercaba más y más...
Se detiene justo a escasos centímetros de golpearme.
¡Ahora me van a escuchar!
Vicky
¡¿QUÉ MIERDA LES PASA?! ¡¡¿ACASO SE VOLVIERON CIEGOS AL MORIR O QUE?!!
La puerta del lujoso vehículo se abre y de el sale un demonio alto, muy alto (parece un poste de luz andante) y con apariencia de proxeneta. Sus ojos rojos cubiertos por unos lentes de corazones, con sombrero y un largo abrigo rosa.
Valentino
Vaya, Vaya, nunca te he visto por aquí. ¿Estás perdida, pequeña? *Me sonríe*
O sea, ya sea que soy una enana y eso, pero tampoco es para que me lo anden restregando en la cara.
Vicky
N-No. Definitivamente no me perdí.
¿Por qué hay algo que me dice que no confíe en este tipo?
Ay, ¿Qué más me da si continúo hablando con él? De todas formas, en el infierno ya no pueden matarte de nuevo, ¿Cierto?
[eso no era una afirmación, saben? XD]
Vicky
Bueno sí, acabo de morir
El demonio que parece proxeneta amplió su sonrisa, dejándome ver sus filosos dientes.
Valentino
Ya lo presentía. Y, ya que como soy el único que puede ser misericordioso aquí, ¿Me dejarías ser tu guía en el infierno?
Eso de misericordioso no se lo creo ni de chiste, aunque no pierdo nada con intentar. Además, ¿Qué es lo peor que puede pasar?
Vicky
¿No quieres algo a cambio?
Oigan, no soy estúpida, al hacer cosas así siempre hay algo turbio.
Valentino
No hay necesidad de hablar de eso por ahora, cariño. Ya lo discutiremos después. Por ahora, déjame enseñarte todo el pentagrama
Se acercó a mi dirección y me dirigió a su auto, donde al entrar me consigo con otros dos demonios.
Uno lleva un traje a rayas de un azul muy eléctrico y un televisor por cabeza.
La otra es algo enana (que va igualando mi estatura actual) y carga coletas. No es por nada, pero parece una muñeca macabra.
Velvette
*Despega la mirada de su teléfono para verme* Val, ¿Y esta zorrita quién es?
Vox
¿Ella no es algo... pequeña para tus jueguitos?
Ya, ¡Como me vuelvan a decir «pequeña», les voy a joder el culo!
Valentino
Tranquilos, ella es mucho más que eso.
No sé, siento como que no encajo aquí.
Vicky
...Okey, ¿Y tú piensas decirme tu nombre o tengo que adivinar? *le había comentado al de lentes*
Sonrió coqueto y se sienta a mi lado.
Valentino
Me llamo Valentino, linda. Ese de ahí es Vox y ella es Velvette. *Se apega más a mi, una de sus largas piernas va rozando con la mía* Dime, lindura, ¿Cómo te llamas? *Susurró con seducción en mí oído, enviando escalofríos por mi cuerpo. Luego toma un cigarrillo para después encenderlo y dar una calada del mismo*
Dudé un poco en responder, pero ya no tenía nada que perder si lo decía. Además, me agrada su confianza y seguridad, quizás no sea alguien malo, a pesar de que ya me suponía a qué se dedicaba.
Vicky
Victoria, pero tú puedes llamarme Vicky. *Las comisuras de mis labios se alzaron en una sonrisa juguetona. Le quité a Val el cigarro de la mano y le di una calada, acto seguido exhalé el humo restante, el cual curiosamente era de un color rojo vivo*
Vox
*Me miró con algo de desinterés mientras que se servía una copa de alcohol* Así que, Victoria, ¿Cómo llegaste aquí? Déjame adivinar, estuviste en el lugar y momento equivocado y te mataron por tu curiosidad. *Bebió de su trago*
Vicky
En realidad, yo me suicidé.
Vox escupió el licor abruptamente, con una muestra evidente de la sorpresa o quizás desconcierto en su rostro digital. Incluso la chica de las coletas puso toda su atención en mí (ya que mucho antes ni se molestó en cruzar palabra conmigo).
Vox
*Tosió un par de veces, evitando ahogarse* D-Dices que... ¿Tú terminaste con tu propia vida?
Los dos compartieron miradas cargadas de extrañeza, mismas miradas que después se redirigieron hacia Valentino, mientras que el mencionado se mantenía ajeno a nuestra interacción con esa sonrisa leve pero atractiva que ya se me hacía típica de él.
Valentino
Les dije que era más que un juguete.
Vicky
¿Hay algún problema con eso? *Me pongo de brazos cruzados*
Vox
Ninguno. *Se incorpora nuevamente* El detalle es que suele ser algo poco común que los humanos vengan por voluntad propia al infierno.
Vicky
Pues, ya ven como cambian las cosas. ¿Te vas a tomar eso? *Sin esperar respuesta, le arrebaté la bebida de su mano y la acabé de un solo trago*
Vicky
*Le devolví el vaso vacío a Vox como si nada* Lo curioso de todo es que no pensé que acabaría aquí.
Velvette
¿Y entonces a dónde pretendías llegar?
Velvette
¡Espera, espera, no me digas!...
Velvette
¿Querías ir... al cielo?
Los tres demonios comenzaron a reírse. Sí, a reírse, aunque yo no le hallaba la gracia en ningún sentido.
Cosas de demonios, supongo.
Vox
Niña, no es por nada, pero...
Velvette
¡No hubieras llegado al reino de los cielos aún teniendo a Jesucristo tomado de la mano!
Valentino
Además, si lo piensas bien, las cosas son mucho mejores desde aquí abajo. *Me rodea con uno de sus brazos y su aliento alcanza mi oído* Lo comprobarás cuando lleguemos.
Vicky
Ahora que lo pienso, ¿Me dirás a dónde vamos? *Él solo puso un dedo entre mis labios como respuesta*
Al poco tiempo, los fui conociendo un poco más, así como también me he actualizado un poco más sobre el lugar.
Resulta y acontece que he caído en la Ciudad Pentagrama, hogar donde todas las almas llegan al morir. En el infierno dominan solo los seres poderosos llamados Overlords, demonios que tienen cierto control sobre los nueve círculos, puede decirse que son de la alta sociedad solamente que de un modo más... Demoníaco. Por lo que me dijeron Velvette se encarga de las tendencias modernas que influyen en el pentagrama, Vox; por otra parte, controla la tecnología moderna y todo lo que tenga que ver con ella (eso explica mucho sobre la cabeza de televisor). Y Valentino... Bueno, no me dijo nada sobre él, pero muy pronto lo sabría.
El vehículo fue desacelerando hasta detenerse. Los demonios salieron mientras hablaban entre ellos y antes de yo poder hacerlo miré por la ventanilla. Afuera se deslumbraba un grande y destacable estudio...
Valentino
¿Pasa algo, linda? *Se gira hacia mí al ver que no he salido del auto*
Vicky
Me trajiste ¡A un estudio porno!
Valentino
Linda, yo no haría nada que tú no quieras hacer. *Me acaricia el rostro con un deseo latente en su voz* Te dije que te iba a ayudar y eso estoy haciendo al traerte a mi hogar.
Vox
A menos que desees volver a las frías calles del infierno, estaré encantado de poder devolverte al basurero donde Val te encontró *El susodicho lo miró de mala manera. Obviamente, no le caigo bien del todo*
Valentino
Entonces... ¿Quieres acompañarme? *Extiende su mano hacia mí, mirándome expectante*
Siento una tensión abundar el aire, como esa sensación de que sabes que algo irá mal si tomas una desición precipitada.
Digo, muy pocas veces alguien se ofrece en ayudar si no es para su beneficio, y tengo claro que nadie pueda proponer ayuda a una nueva alma errante como yo.
Por un lado, podría irme y seguir mi camino sola, aún teniendo que lidiar con los demonios con malas intenciones todo el tiempo y posiblemente acabando muerta sin haber llegado a la semana.
Pero por el otro, si me voy con Val, tal vez se atreva a hacerme algo de lo que aún no estoy enterada y me retenga en contra de mi voluntad, obligándome a ser su esclava o qué sé yo.
Al fin y al cabo, solo son teorías, nada concreto. Es como decían los humanos: “No juzgues a un libro por su portada”.
No me ha dado ninguna razón o señal que me haga desconfiar de lo que me dice, ¿Verdad?
Aun así, he de tomar las precauciones necesarias si quiero seguir viva en el infierno.
Tomé la mano de Valentino, aún con ese mal presentimiento en mi pecho y mi cautela presente. El más alto me sonrió satisfecho.
Valentino
Sabía que tomarías la decisión correcta. *Plantó un beso en el dorso de mi mano, y junto a sus aliados me dirigió al estudio pornográfico con ellos*
Y es entonces cuando lo deduje.
Valentino domina la lujuria...
...Y yo soy su siguiente víctima.
3. El Contrato
Emily Rose (Escritora)
Épale, llegué yo! B-)
Emily Rose (Escritora)
Me disculpan por ausentarme así pero lo importante es que ya actualicé (a pesar de haber desaparecido el fin de semana :v)
Emily Rose (Escritora)
Y otra cosa (Antes de que se me olvide :V)
Emily Rose (Escritora)
Voy a hacer como dijo Homero Simpson: “Esto se va a poner feo”
Siendo guiada por Valentino y por sus amigos, entré a lo que me supuse que era mi nuevo hogar.
Habían muchos demonios, tanto de empleados como espectadores o incluso como... Participantes activos.
Un escalofrío se cruzó por mi piel mientras unos pocos se volvieron a verme, unos con curiosidad y otros con nada más y nada menos que deseo recién acumulado. Realmente parezco como la pieza del puzzle que vino de más.
Valentino
*Val notó mi incomodidad y suavemente acarició mis nudillos* Tranquila linda, no te va a pasar nada mientras yo esté contigo.
Aún con eso, sentía que podía pasarme de todo mientras él está conmigo.
En unos cortos instantes, había perdido de vista a Velvette y a Vox, lo que me dejó más a la deriva del mar de emociones e inseguridades que Valentino me provocaba.
No sé cuándo ni en qué momento llegamos a otra habitación, ya que me había perdido con las luces y la música del estudio.
Val abrió las puertas de par en par y me dejó entrar primero, con un poco de nervios pasé al cuarto en pasitos cortos.
Sentía que todo lo que había allí dentro doblaba mi tamaño, ¿¡Por qué tuve que ser tan condenadamente pequeña?!
Vicky
...¿Qué hacemos aquí? *Las palabras salieron antes de que pudiera procesarlas*
Valentino
Linda, tenemos que hablar. *Se sienta en uno de los muebles morados que hay en la estancia*
Ya decía yo que se estaba tardando mucho.
Suspiré, para luego sentarme en el pequeño taburete frente a él.
Vicky
Por favor, ve al grano de una vez.
Valentino
*Alza una ceja simbolizando una pequeña sorpresa en su rostro* Eres directa, me agrada. *Vuelve a encender otro cigarrillo*
Valentino
Verás linda, tienes suerte de que haya decidido acogerte aquí. En el infierno no existen esas mierdas como la honestidad, bondad o empatía; a nadie le importa un carajo si no sabes qué hacer, ni siquiera a mí, aunque he decidido hacer una... Excepción por ti.
Valentino
Digo que puedo darte mi protección y cuidado, pero solo si haces algo por mí. *Sonrió, con sus dientes perfectamente blancos y un pequeño colmillo dorado asomándose*
Vicky
Antes de que digas eso, ¿Puedo pedirte algo más, ya que estamos negociando?
Valentino
*Sus ojos rojos mostraron un leve destello de sorpresa pero lo disimula* Bueno, creo que podría considerarlo, pero eso depende de lo que me vayas a pedir y los límites que tengo para dártelo. *Se inclina un poco más hacia delante sonriendo*
Les dije, voy a tener mis precauciones con Valentino.
Vicky
Además de tu protección y cuidado, quiero tener el mismo nivel de poder y estatus que tú.
Valentino
*Su sonrisa desaparece* ¿Y tú para qué quieres eso? *Su voz se escuchó neutra e inexpresiva en toda la habitación*
Vicky
*Me encogí de hombros* Nunca supe lo que se siente tener poder ni ser respetado o temido por la comunidad, así que quiero experimentar.
Obviamente, quiero el poder para resguardarme de Val por si algo me pasa. ¿Ven lo astuta que puedo ser? B)
Vicky
Solo quiero eso, a cambio de lo que tú quieras.
Valentino
*Parece pensarlo* Mm, algo difícil pero no imposible...
Valentino
¿Segura que no pretendes utilizar ese poder en mi contra? Porque te aseguro que no te conviene hacerlo.
Vicky
No lo haré, Val. Puedes confiar en mí. *Sonreí con esa convicción falsa, de la cual se ocultaba la maldad de mis intenciones*
Valentino
*Recibo la misma sonrisa que le he dado* Muy bien, linda. Tenemos un trato.
En sus manos hizo aparecer un contrato con todas nuestras condiciones y términos junto con una pluma dorada.
Tomé el bolígrafo entre mis dedos, aún insegura de mi elección. Tengo la jodida sensación de que todo irá mal si logro firmar, pero para mi suerte; no estamos negociando con mi alma, así que aún tengo la posibilidad de escapar si todo se va al carajo.
Sellé el pacto con Valentino.
Valentino
Verás que no te arrepentirás de haberlo hecho, mi dulce Vicky. *Hizo desaparecer el documento de nuevo* Ahora, eres una de los Vee's.
Y tenía razón. A partir de ahí, me sentía diferente; o bueno, más de lo que ya era. Me sentía... Poderosa.
Valentino
Ahora, es momento de cobrarte el favor.
Vicky
Ah, cierto. Bueno, ¿Qué es lo que quieres de mí?
Los ojos de Val resplandecieron como si le hubiesen regalado su juguete favorito.
Valentino
Sencillo. Quiero que trabajes para mí.
Vicky
...¡¿Aquí!? *Pensé que me pediría otra cosa y no ser su empleada sexual*
Valentino
Es más fácil de lo que crees, solo tienes que complacer al público.
Vicky
¿Y cómo piensas que voy a hacer eso?
Valentino
*Se recuesta en el sillón, mirándome lujurioso* Tú dime. Si caíste aquí entonces no eres una santa. Demuéstrame lo que sabes y te irá bien.
Suspiré mientras me levantaba y me quitaba la chaqueta dejándola en la sillita, quedando únicamente con el vestido vinotinto despampanante.
Me alejé un par de pasos para luego girarme al demonio.
Vicky
¿Cómo sé que no pasará nada cuando lo haga?
Valentino
Linda, el sexo es parte del trabajo. Un día les bailas y al otro te follarás a quien te lo pida, y claro, siempre y cuando tenga dinero en el bolsillo. Pero si no puedes con la tensión...
Vicky
*Volví a dar un corto suspiro* Está bien, lo haré. Pero no esperes que lo que pase ahora se repita.
Valentino
*Vuelve a sonreír con sorna* No prometo nada, pero puedo intentar.
[Inserte Favorite de Isabel LaRosa]
El leve y repentino sonido de la música inunda la habitación, envolviendo nuestro ambiente con un ritmo más íntimo y sensual.
Respiro hondo, y empiezo mi parte del contrato.
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