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Vendida Al Granjero Solitario

Capítulo 1

Conociendo a la autora

Soy Lúcia Helena, 39 años, casada, madre de una niña, mi mayor inspiración. Siempre me apasionó la lectura y la escritura desde muy joven cuando escribía versos y poemas.

“Comencé a escribir novelas por pasión, de ahí en adelante no paré más y amo lo que hago y seguiré así hasta el final de la vida si Dios me lo permite”

Mi frase en la vida es “puedo ir hasta donde yo quiera ir, solo hay que poner amor en aquello que hacemos”.

Sean bienvenidos a una obra más, en esta plataforma, espero que les guste y viajen en la historia de amor de Esther y León, buena lectura a todos. Buen día, buena tarde, buena noche.

Conociendo la nueva obra…

Esther Martins, 27 años, hija mayor de los Martins, familia respetada de la pequeña ciudad de campo donde grandes hacendados dominan la economía local. Una joven dulce, tierna con sus bellos pares de ojos negros distribuidos en mucha belleza y encanto que tendrá que someterse a un matrimonio forzado tras ser vendida por su padre, pequeño hacendado ahogado en deudas. Esther se verá en un juego de intereses, negocios donde descubrirá una gran y verdadera pasión por León, hombre solitario, cariñoso y rico.

💘

León Santiago, 35 años, hombre de negocios y dueño de una de las haciendas ganaderas más grandes de la región. Principal negociante de tierras y bovinos que la ciudad ha tenido, pero que vive en su enorme hacienda solitario y perdido en un sentimiento de abandono. León hará negocios con Elton Martins, donde tendrá a su hija como garantía de pago de deudas. El hombre guarda sentimientos por la joven con la cual se verá obligado a convivir tras sellar un acuerdo con el padre de la misma que cambiará su solitaria vida.

Conociendo a los protagonistas

Soy Esther Martins, hija mayor de los Martins, familia bastante conocida aquí en la ciudad de Campo Belo, nací y crecí en la hacienda de mis padres que últimamente no anda bien de finanzas, aunque mis padres no conversen sobre esas cosas conmigo sé que esconden algo de mí y de mis hermanas Ellen y Elis que son las chicas que más amo en esta vida.

Me gradué en veterinaria porque convivo con animales desde que nací y me enamoré de la profesión y la uso para ayudar a mi padre Elton a cuidar de los animales de aquí de la hacienda. Acabo de cumplir 27 años y quedarme soltera ya que terminé mi noviazgo con Marcos, mi profesor de facultad porque me enamoré, pero no coincidíamos en algunas cosas, por eso decidimos terminar.

El lugar que más amo es esta hacienda que es mi ambiente de paz y tranquilidad, y mis padres son mi puerto seguro y por ellos soy capaz de todo para verlos bien. Necesito conversar con ellos para saber qué está sucediendo porque siento que no es nada bueno.

Tarde de viernes, en la hacienda Martins Negrete...

*Esther* - Mamá, no sirve de nada que me oculten las cosas, no soy tonta y sé que algo malo está sucediendo en nuestra familia.

*Mara* - Tu padre y yo sabemos que no eres tonta Esther, pero no queremos que te preocupes por nada.

*Esther* - ¿Cómo no me voy a preocupar mamá? Soy hija de ustedes y me preocupo por todo lo que se refiere a los dos y a esta hacienda, habla de una vez doña Mara.

*Mara* - Nuestras finanzas no andan nada bien, hija mía, hoy haremos nuestro último intento para salvarla de la ruina.

*Esther* - ¿Cómo han dejado que esto suceda, mamá? Todo siempre funcionó tan bien hasta aquí.

*Mara* - Nuestras cabras no tienen tanto valor en el mercado así Esther, ¿viste la cantidad de haciendas existentes aquí en la ciudad de un tiempo para acá? Nuestros rebaños están siendo negociados a precio de banana y eso hizo que nuestras finanzas cayeran absurdamente.

*Esther* - Eso no es posible mamá, nuestras cabras son consideradas las mejores de la región.

*Mara* - Así como las de las otras haciendas, también hija mía, la competencia es aún mayor, Esther, la hacienda de los Bernardes está cada vez lucrando más.

*Esther* - ¿Se olvidaron de nuestras cabras, es eso?

*Mara* - Tu padre cree que es por cuenta del precio más accesible de la competencia.

*Esther* - ¿Qué vamos a hacer ahora mamá, pedir protección a nuestra señora?

*Mara* - Tu padre hará negocios con León Santiago, dueño de la hacienda Alvorada.

*Esther* - ¿Ese hombre extraño va a hacer negocios con mi padre?

*Mara* - No entendí tu extraño hija mía, el señor León a pesar de muy joven es un hacendado muy competente en sus negocios, su hacienda es la más grande de la región.

*Esther* - Puede ser mamá, pero en las fiestas agropecuarias él siempre está muy serio, malhumorado, solitario.

*Mara* - Es su forma de ser Esther, León es un hombre muy responsable, no es casualidad que aún muy joven construyó una bella fortuna en cabezas de ganado y hectáreas. Él viene a hablar con Elton para que ambos hagan negocios juntos y quién sabe esto sea la salvación a nuestros problemas.

*Esther* - No sé mamá, pero si ustedes creen que esa es la solución los voy a apoyar porque sé que están intentando hacer lo mejor por esta hacienda.

- Tengo que apoyar a mis padres en lo que sea necesario porque sé que hacen de todo por nuestra familia, mi padre hace negocios con muchos hacendados de la región, pero con el señor León será la primera vez. No tengo nada en contra de este hombre, solo lo encuentro un poco diferente de los otros hombres por ser muy serio y autoritario.

- En realidad, yo medio que sospechaba que los problemas de la hacienda eran financieros porque las cosas medio que cambiaron aquí de un tiempo para acá. Esta conversación con mi madre sucedió en la cocina y de allí se pudo escuchar la voz del señor León llegando para conversar con mi padre...

Continúa...

*Vamos a embarcar en una historia de amor más, ¿qué esperar de este negocio entre hacendados y el futuro de todos?*

Capítulo 2

Mientras tanto, en la hacienda Alvorada

Soy León Santiago, hacendado de renombre aquí en la ciudad de Campo Belo. He conseguido reconocimiento por mi trabajo y las riquezas que adquirí a lo largo del tiempo. Heredé mi hacienda tras el fallecimiento de mi padre, ya que soy el único hijo de los Santiago, la familia más conocida y respetada de la región. Como patrón, soy un hombre rígido y exigente; como hombre, soy discreto y aislado, ya que no me gusta exponerme, pues no forma parte de mi personalidad, a menos que se trate de negocios.

Mis inversiones y ventas de ganado van muy bien, dicho sea de paso, hasta porque mi hacienda es la más grande en hectáreas y en la cría y venta de ganado. Tengo muchos empleados y, a pesar de todo, soy un hombre solitario, pero realizado profesional y personalmente. En el amor no he tenido mucha suerte, pues la única mujer que amé no nació para vivir en el campo, así que decidió dejarlo todo e irse a la ciudad.

Estoy a punto de hacer negocios con Elton Martins, un hacendado ahogado en deudas que, a pesar de todo, tiene los mejores caprinos de la localidad y buenas hectáreas para invertir. Pero lo que más me entusiasma para hacer negocios con él es su hija mayor, Esther, que es un encanto y de una belleza fuera de lo común. Sería maravilloso si ella viniera con este trato que haré con su padre.

*León:* - Su patrón me espera, tenemos una reunión privada.

*Empleado:* - Ah, sí, señor. El señor Elton le espera, por favor, entre.

*León:* - Gracias, muchacho.

- El empleado me permite la entrada abriendo la puerta de entrada de la hacienda, que, por cierto, es muy bonita y, como dije, muy extensa. Entro con mi coche y no tardo en llegar a la casa grande, donde me encuentro con otro empleado que ya sabe que he venido a hablar con el patrón.

*Empleado:* - Buenos días, señor Santiago. El patrón ya le espera en el salón.

*León:* - Gracias.

- Estaciono el coche y salgo mientras lo observo todo, porque es la primera vez que entro en esta hacienda, que además de grande es preciosa. El empleado me conduce hasta el salón donde, efectivamente, Elton Martins me espera sentado en su silla, y se levanta en cuanto me ve entrar en la sala.

*Elton:* - León, me alegro de que estés aquí. Pensé que no aceptarías hacer negocios conmigo.

*León:* - ¿Cómo no, Elton? Soy un hombre de negocios y nunca dejo a mis amigos en la estacada. ¿Cómo estás?

*Elton:* - Estoy bien, gracias. Tú, ya veo que te va muy bien, me enteré de tu última venta, mil cabezas de ganado no es para cualquiera.

*León:* - No es para tanto, Elton, pero hago lo que puedo para mantener el legado de mi difunto padre.

*Elton:* - Eso está bien. Por favor, vamos a mi despacho, aprovechamos y tomamos una de mis cachaças.

*León:* - Claro.

- Caminamos hasta el despacho, donde entramos enseguida y, en cuanto Elton cierra la puerta, nos sentamos, nos servimos una de sus famosas cachaças y, después del primer trago, el hombre empieza a hablar.

*Elton:* - Gracias por aceptar venir hasta aquí a hablar conmigo, sé que eres un hombre muy ocupado.

*León:* - Pero no cuando se trata de negocios, Elton, no puedo perder el tiempo.

*Elton:* - Bien, como ya sabrás, mi hacienda está pasando por una crisis, para mí no es fácil hablar de esto contigo, pero como somos hacendados y hombres de negocios, necesito saber si quieres hacer negocios conmigo.

*León:* - Sabes que no rechazo nada relacionado con los negocios y el dinero, pero ¿qué tipo de negocio quieres hacer conmigo?

*Elton:* - Necesito levantar mi hacienda, León. He pensado si estarías dispuesto a unir tu hacienda a la mía y que trabajáramos juntos para la mejora de ambas, aun sabiendo que te va muy bien.

*León:* - ¿Quieres unir nuestras haciendas para que la tuya pueda rehacerse?

*Elton:* - No veo otra alternativa para salvar mis tierras, León, aunque tenga que darte algunas de mis hectáreas como garantía para no salir perjudicado.

*León:* - ¿Está tan mal la cosa, Elton? Es muy arriesgado entregar parte de tus hectáreas para pagar una deuda.

*Elton:* - Estoy haciendo negocios con el mayor hacendado de Campo Belo, sé que no me arrepentiré.

*León:* - Mucha valentía la tuya, Elton, aunque piense exactamente como tú.

- Digo esto en el momento en que alguien llama a la puerta y los dos la miramos, ya que yo estaba de espaldas a ella, así que me giré. Como la puerta está cerrada, Elton se levanta y se dirige a ella para abrirla, pues cree que es algo importante, ya que es el dueño de la propiedad. La puerta se abre y su hija mayor, Esther, entra con unos papeles en las manos que entrega a su padre.

- Es imposible mirar a Esther y no admirarla, porque su belleza es algo fuera de lo común, esos ojos grandes, labios carnosos, pechos perfectos me hacen paralizarme en mis pensamientos, cuando vuelvo del trance al escuchar su dulce voz.

*Esther:* - Disculpa, papá, pero tu abogado ha traído estos documentos. Le informé de que estabas en una reunión importante y los recogí para entregártelos.

*Elton:* - Gracias, hija. ¿Recuerdas a León Santiago?

*Esther:* - Claro que sí, papá. ¿Cómo está, señor Santiago?

*León:* - Estoy bien, Esther, puedo decir que mejor ahora al verte.

*Esther:* - Gracias, con permiso, les dejo a solas.

*León:* - Por supuesto.

- Ella sale y, en cuanto se cierra la puerta, miro a Elton, que camina de vuelta a su silla y, antes incluso de que se siente en ella, hablo.

*León:* - Acepto hacer negocios contigo, pero no serán hectáreas lo que me des como garantía.

*Elton:* - No, ¿qué quieres entonces?

*León:* - Yo te doy el valor que necesitas para salvar tu hacienda, pero a cambio quiero a tu hija Esther.

*Elton:* - ¿Cómo así, quieres a mi hija?

*León:* - Quiero a Esther a cambio de la recuperación de tu hacienda.

- Digo esto y el hombre me mira sorprendido, sin dar crédito a lo que acabo de pedir...

Continúa...

Capítulo 3

Aún en la hacienda Martins con la astucia e insistencia de Leon

Como dije, no soy de rechazar negocios porque soy un hombre que vive de eso y no puedo perder el tiempo. Hacer negocios con Elton no estaba en mis planes ahora, pero pensando en general será un placer hacer negocios con él ya que la belleza de su hija me incomoda desde hace mucho tiempo. Sé que lo dejé en shock con la propuesta que acabo de hacerle, pero es la oportunidad que tengo de tener a Esther en mis brazos aunque sea como un acuerdo entre familias que nos lleve a la unión de las haciendas.

*Leon* - No entiendo su asombro, Elton, vine aquí para hacer negocios y acabo de proponerle uno.

*Elton* - Pero mi hija no está incluida en este negocio, ella no está a la venta.

*Leon* - Como sabe, soy un hombre soltero, hasta donde yo sé Esther también, piénselo Elton, me la llevo como mi esposa y salvo su hacienda, con la unión de las dos haciendas y el pago de la deuda.

*Elton* - No puede proponerme un absurdo así Leon, estoy endeudado, pero jamás aceptaría un absurdo de esos, ¿qué clase de padre sería si vendiera a mi hija?

*Leon* - Su hija estará muy bien cuidada Elton y su hacienda se convertirá en la mejor de la región, que Esther sea mi esposa será la unión de nuestras familias que de hecho es una gran idea.

*Elton* - Te volviste loco Leon, mi hija jamás aceptaría algo así.

*Leon* - Creo que en este momento soy su última opción Elton, sé que otros hacendados jamás harían negocios con usted por ser mezquinos y miedosos, su deuda es gigantesca, ¿quién estaría loco como para hacer negocios con un hombre descontrolado y completamente endeudado?

*Elton* - ¿Cómo sabes que mi deuda es gigantesca?

*Leon* - Soy un hacendado de negocios Elton, no firmo nada antes de conocer dónde voy a pisar, investigué todo sobre esta hacienda y su situación, confieso que me admiré con todo lo que están pasando porque sé que siempre ha sido un hombre muy organizado.

*Elton* - La competencia aumentó Leon, dejé de ser el único hacendado que cría y negocia cabras.

*Leon* - También lo sé Elton, por eso estoy aquí dispuesto a ayudarlo, su hija es extremadamente hermosa, la observo desde hace mucho tiempo, será un buen negocio se lo garantizo.

*Elton* - ¿Qué crees que ella pensará, cómo se sentirá? Haré de mi hija un objeto de intercambio, ella no se merece eso.

*Leon* - Esta es la única propuesta que tengo para usted, Elton, vine aquí dispuesto a un acuerdo y este es mi precio. Entregarme a su hija será mejor que perder todo esto aquí y que usted y su familia terminen en la calle.

- El hombre se levanta como un loco y anda de un lado para otro pensando en mi propuesta, vine dispuesto a esto porque tengo el ojo puesto en su hija desde hace un tiempo, creí haber cerrado mi corazón al amor, pero en cuanto puse mis ojos en Esther todo cambió y hoy tuve la certeza de eso en cuanto entré en esta oficina.

- Permanezco sentado esperando que el hombre diga algo y esta demora me pone nervioso porque como dije no me gusta perder el tiempo, cuando Elton va hasta la puerta la abre llamando a un empleado.

*Elton* - Francisco, pídele a tu patrona que venga aquí por favor.

*Francisco* - Como usted diga, patrón.

*Elton* - Gracias Francisco.

- Vuelvo a cerrar la puerta y volviéndome hacia Leon le digo.

*Elton* - Espero estar haciendo lo correcto Leon, me sentiré un monstruo haciéndole esto a mi hija, pero si no lo hago mucha gente saldrá perjudicada al correr el riesgo de vender esta hacienda.

*Leon* - Eso no ocurrirá Elton, le dije que salvaría su hacienda y soy un hombre de palabra.

- Digo eso en el momento en que alguien llama a la puerta y entra, sé que se trata de la esposa de Elton quien pregunta al entrar en la oficina.

*Mara* - Con permiso, ¿pidió que me llamara, querido?

*Elton* - Sí te pedí, Mara, por favor cierra la puerta.

- Mi esposa me mira sin entender y al verme con semblante preocupado hace lo que le pedí cuando le hablo.

*Elton* - Querida, él es Leon Santiago como sabes.

*Mara* - ¿Cómo está Leon? Es un placer tenerlo aquí en mi casa.

*Leon* - Gracias señora Martins.

*Elton* - Querida, sé también que tienes conocimiento de que haré negocios con él para salvar nuestra hacienda, estamos llenos de deudas y para no perder esta hacienda recurrí a Leon.

*Mara* - Leon, nuestra hacienda está en una mala situación y necesitamos mucho de su ayuda, sé que es un gran hacendado y...

*Elton* - Tranquila querida, espera a que termine... Leon aceptó ayudarnos, pero pidió una condición para ello.

*Mara* - ¿Y qué condición es esa, Elton?

*Leon* - Su hija, señora Martins, me caso con su hija Esther y salvo su hacienda.

*Mara* - ¡Pero qué payasada es esta! ¿Aceptaste este absurdo, Elton?

*Elton* - ¿Qué quieres que haga, Mara? ¿Que pierda esta hacienda después de venderla a precio de banana y que nuestros empleados, nuestras otras dos hijas...?

*Mara* - ¿Cómo eres capaz de hacer una propuesta así, Leon? Mi hija no está a la venta.

*Leon* - Nunca dije que ella estuviera a la venta, señora Martins, pero la quiero como mi esposa, soy un hombre solitario y llevo tiempo tras Esther, ¿quiere o no quiere salvar esta hacienda?

*Elton* - No es cómodo para mí tampoco, Mara, pero no tenemos otra alternativa.

*Mara* - Están los sentimientos de nuestra hija, Elton, casarse con alguien que no ama para salvar a su familia es un sacrificio demasiado grande.

*Leon* - Mi propuesta está hecha, quiero a Esther como mi esposa o su hacienda irá a la quiebra...

Continuará...

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