(Ciudad)
(Apartamento)
Nicolás: si mamá. Mañana estaré allá, yo también te quiero, adiós (hablando por teléfono)
Cristina: con quién hablabas por teléfono
Nicolás: hablaba con mi mamá. Le estaba diciendo que ya estaba todo listo para que volvamos a mi pueblo
Cristina: yo todavía no estoy segura de volver a tu pueblo
Nicolás: porque mi amor
Cristina: porque es un pueblo muy aburrido. Aparte estamos viviendo muy bien aquí
Nicolás: si mi amor, pero yo quiero volver al lugar donde crecí y nada me haría más feliz que viviéramos allá
Cristina: no lo sé
Nicolás: hagamos algo. Vamos pasamos un tiempo y después decidimos, si de verdad vivimos allá o seguimos viviendo aquí en la ciudad, te parece
Cristina: me parece perfecto mi amor (beso)
Nicolás: vas a ver qué te va a gustar mi pueblo
Cristina: cuando nos vamos a casar
Nicolás: nos vamos a casar muy pronto. Tienes que tener paciencia
Cristina: me preocupa que me dejes por otra mujer
Nicolás: mi amor eso nunca va a pasar
Cristina: estás seguro
Nicolás: estoy seguro (beso)
(Bosque)
Luciana: estás son las yerbas que necesita mi tía para hacer su pócima. Un árbol de manzanas, sería bueno llevarlas porque en la casa ya no hay nada que comer, pero está muy alto, voy a tener que subirme al árbol (hablando sola)
(Subiendo rápidamente al árbol)
Luciana: agarre las manzanas. Como pude subirme tan rápido a este árbol, que extraño (hablando sola)
(Casa en el medio del bosque)
Adela: les traje comida para que no pasen hambre
Soledad: gracias por ser tan buena con nosotras Adela. En esta casa ya no hay nada que comer y con lo que ganó vendiendo pócimas no alcanza para la comida
Adela: lamento mucho lo que están pasando. Pero no sé preocupen siempre que pueda les traeré comida
Soledad: una vez más gracias. No sé que haríamos mi sobrina y yo sin ti
Adela: de nada, tú sabes que yo las quiero mucho
Soledad: estuve pensando y esto ya no puede seguir así
Adela: a qué te refieres
Soledad: voy a buscar al padre de Luciana. Para que él se haga cargo de ella
Adela: porque vas a hacer eso
Soledad: lo hago por mi sobrina. Quiero lo mejor para ella, no quiero que siga viviendo en la intemperie, se que ella estara mejor viviendo con su padre
(Mansión Pérez)
Alejandra: ya prepararon muy bien la habitación de mi hijo y la de su novia
Sirvienta: si señora
Alejandra: perfecto, ya puedes retirarte
Sirvienta: si señora
Alejandra: No veo la hora de que mi hijo vuelva
Martina: todos lo extrañamos. Pero hay algo que es muy evidente
Alejandra: que es evidente mamá
Martina: tu preferencia hacia él. Quieres más a tu hijo que a tus hijas
Alejandra: claro que quiero más a mi hijo
Martina: porque hija
Alejandra: porque es el hijo del hombre que más ame. Por eso lo quiero más
Martina: entonces no amas a tu esposo
Alejandra: tú sabes bien que no mamá. Yo me casé con Salvador solo por su dinero, además él tampoco me amo
Martina: porque dices eso
Alejandra: porque estoy segura de que él tuvo otra mujer y por eso vino muy cambiado desde que hizo aquel viaje hace años
(Habitación de Ana María)
Isabella: mañana viene nuestro hermano (feliz)
Ana María: que bueno
Isabella: no estás feliz
Ana María: para que estarlo si él, siempre ha Sido el hijo más querido por nuestra mamá
Isabella: en eso tienes razón. Porque nuestra mamá no nos quiere
Ana María: no lo sé. Y ya no me importa
Salvador: cómo están mis niñas
Isabella: papá (abrazo)
Salvador: hola mi amor y tu hija no me vas a dar un abrazo
Ana María: claro que sí papá (abrazo)
Salvador: las quiero muchísimo
Isabella: nosotras a ti papito
Ana María: papá tú te sientes bien
Salvador: si hija. Porque
Ana María: siempre que te abrazamos te sentimos muy frío
Isabella: es su temperatura corporal. Mi papá siempre la ha tenido
Salvador: sí. Es eso hija
Ana María: no lo sé, para mí eso no es normal deberías ir a un Doctor
Salvador: yo estoy bien no se preocupen. Como se sienten con la llegada de su hermano
Isabella: yo estoy feliz papá. Lo extraño
Ana María: lástima que yo no pueda decir lo mismo
Salvador: hija. Es tu hermano
Ana María: a mi Meda igual papá
(Casa en el medio del bosque)
Luciana: tía encontré manzanas. Hoy no pasaremos hambre
Soledad: claro que no mi cielo. Además Adela nos trajo comida
Luciana: de verdad
Soledad: si
Luciana: gracias a Dios. Tenía mucha hambre, después les daré las Gracias
Soledad: no puedo permitir que sigas viviendo en esta pobreza y pasando hambre, con todo el dolor de mi alma tendrás que vivir con tu padre. Después de todo él, es el culpable de la muerte de mi hermana lo mínimo que puede hacer, es hacerse cargo de ti (hablando en su mente)
Luciana: tía te pasa algo. Estás muy callada
Soledad: no me pasa nada mi cielo. Mañana vamos a ir al pueblo
Luciana: vamos a vender las pócimas
Soledad: no. Vamos a otra cosa
Luciana: que cosas tía
Soledad: mañana lo sabrás. Cambiando de tema, dónde encontraste estás manzanas
Luciana: las encontré encima de un árbol muy alto
Soledad: como las agarraste
Luciana: no me vas a creer tía. Pero subí de forma muy rápida a ese árbol
Soledad: enserio
Luciana: si tía. Y lo extraño es que no tengo raspones en mis piernas ni en mis brazos por haber subido tan rápido
Soledad: no es extraño. Eres muy habilidosa y eso te permite hacer ciertas cosas que son normales
Luciana: crees que eso es normal
Soledad: sí. Contéstame algo mi vida, has sentido sensaciones extrañas cuando ves a un animal o a una persona
Luciana: algo como que
Soledad: no lo sé. Quiero que me lo digas
Luciana: no he sentido nada tía porque me haces esa pregunta
Soledad: es simple curiosidad mi vida, solo es eso
(Ciudad)
(Centro comercial)
(boutique)
Cristina: voy a medirme este vestido. Me esperas aquí
Nicolás: si mi amor no te preocupes
Cristina: bueno. Ya vuelvo (beso)
Vidente: hola joven. Me permites leerte la mano
Nicolás: lociento señora. Pero no creo en eso
Vidente: deberías creerlo el destino puede ser muy impredecible. permíteme leer tu futuro
Nicolás: está bien. Solo porque usted insiste
Vidente: vas a volver al lugar donde creciste
Nicolás: si pero cómo lo sabe
Vidente: lo estoy viendo aquí. Está en tu destino volver a ese lugar, te vas a casar cierto
Nicolás: si
Vidente: ese Matrimonio no se va a llevar a cabo
Nicolás: porque lo dice
Vidente: porque vas a conocer a una mujer que te atrapará con su belleza
Nicolás: no me diga. Contésteme algo, yo me voy a enamorar de ella (risa)
Vidente: aunque te parezca gracioso. Si, te vas a enamorar de ella, aunque tienes que tener mucho cuidado
Nicolás: porque tengo que tener cuidado
Vidente: esta mujer de la que te vas a enamorar posee un lado oscuro y puede matarte a ti o a cualquier hombre que se le acerque
Nicolás: señora lo que usted me está diciendo es absurdo (risa)
Vidente: no es absurdo joven es lo que me aparece en tu destino aunque tú no lo creas
Nicolás: yo nunca voy a creer nada de eso
Vidente: cuando te pase todo esto te acordarás de mi. Solo puedo decirte que tengas mucho cuidado con la joven que vas a conocer, ella tiene un lado muy peligroso, adiós
Nicolás: que mujer tan extraña (hablando solo)
Cristina: mi amor ya me probé el vestido y me quedo excelente. Lo voy a comprar, te pasa algo
Nicolás: no me pasa nada mi amor. Ya te compraste el vestido
Cristina: si
Nicolás: perfecto. Vámonos
Cristina: vamos
(Horas más tarde)
(Cabaña en el medio del bosque)
Luciana: a dónde vamos a ir mañana tía
Soledad: mi cielo no me preguntes más. Conformate con saber que nos vamos de aquí
Luciana: si te pregunto es porque es muy extraño que de un momento a otro tengamos que irnos de aquí
Soledad: yo sé que es muy extraño para ti. Pero todo va a hacer por tu bien, confía en mi
Luciana: confío en ti tía
Soledad: todo va a salir bien. Tengo que buscar al padre de Luciana (hablando en su mente)
(Mansión Pérez)
(Habitación de salvador)
Salvador: María Clara. Que habrá Sido de ti todos estos años, lamento haberte abandonado, pero era lo mejor, yo quería que tuvieras una vida normal, tengo que salir a cazar (hablando solo)
Alejandra: a donde ibas
Salvador: voy a salir a caminar
Alejandra: últimamente haces eso todas las noches
Salvador: que yo sepa no tiene nada de malo
Alejandra: no tiene nada de malo. Lo que tendría de malo es que salieras con otra mujer
Salvador: no tengo ninguna otra mujer
Alejandra: estás seguro
Salvador: no voy a discutir contigo de esto
Alejandra: porque no me dices la verdad. Tuviste una amante y por eso ya no volviste a hacer el mismo de antes conmigo
Salvador: está bien. Quieres la verdad te voy a decir la verdad, si conocí a otra mujer y tuve algo con ella pero fue hace años
Alejandra: lo sabía. Eres un cínico, como pudiste engañarme todo este tiempo
Salvador: tú y yo estábamos mal en ese momento
Alejandra: eso no te justifica. Yo soy tu esposa y me debías respeto, quiero que me contestes algo, te enamoraste de esa mujer
Salvador: si me enamore de ella
Alejandra: (cachetada a Salvador). Eres un desgraciado, como pudiste hacerme esto a mí y a tus hijas
Salvador: a ti nunca te han importado nuestras hijas. Le diste más cariño a tu hijo mayor que a ellas
Alejandra: no estamos hablando si soy o no soy una buena madre. Estamos hablando de que me fuiste infiel con una mujerzuela barata, dime quien es esa mujer
Salvador: no te lo voy a decir. Y para que te quedes tranquila hace años que no la veo
Alejandra: aunque no te veas con ella. Me fuiste infiel y eso nunca te lo voy a perdonar
Salvador: ya no me importa. Igual nuestro matrimonio hace mucho tiempo que está mal y yo ya no te amo
Alejandra: si no me amas entonces porque sigues conmigo
Salvador: por nuestras hijas. Pero no tengas la menor duda de que algún momento nos vamos a separar
Alejandra: jamás te voy a dar el divorcio
Salvador: ya no hace falta que nos divorciemos. Ahora sí me voy a caminar solo
Alejandra: que me habrá querido decir con eso (hablando sola)
(Al día siguiente)
. (Pueblo)
(hostal)- (habitación)
Soledad: gracias a Dios. Pudimos quedarnos en este hostal, que es barato
Luciana: si, pero está muy bonito. Nunca nos habíamos quedado en uno
Soledad: que bueno que te gusta hija. Ahora quiero que te quedes aquí
Luciana: a dónde vas tía
Soledad: voy a hacer unas vueltas no me demoro. Quiero que me esperes aquí
Luciana: no puedo salir a caminar por el pueblo
Soledad: sí. Pero después por lo pronto necesito que te quedes aquí
Luciana: está bien tía. Te esperaré aquí
Soledad: bueno ya regreso mi cielo
Luciana: yo quería caminar por el pueblo. lociento tía por desobedecer, pero yo voy a salir (hablando sola)
(Conduciendo el auto)
Nicolás: porque no puedo sacarme de la mente lo que me dijo esa mujer (hablando en su mente)
Cristina: Nico en qué piensas
Nicolás: en nada mi amor
Cristina: mi vida no soy tonta. Desde anoche has estado muy pensativo, que te pasa
Nicolás: no me pasa nada mi amor. Ya llegamos a mi pueblo, sigue siendo igual de hermoso cuando me fui
Cristina: sí. Que aburrido volver a este lugar, en cuanto nos casemos te convenceré de que volvamos a vivir a la ciudad, por nada del mundo viviré en este estúpido pueblo (hablando en su mente)
(Panadería)
Soledad: disculpe señor. Usted sabe dónde vive un señor que se llama Salvador Pérez
Panadero: si es el señor que conocemos todos creo que si
Soledad: puede decirme donde vive. Es importante para mí encontrarlo
Panadero: claro. Él vive con su esposa y con sus hijas en una mansión que queda a un kilómetro de aquí, para eso tiene que tomar un taxi
Soledad: muchas gracias, señor. Dios mío creí que iba a ser difícil, pero por fin se a dónde puedo encontrar al padre de Luciana, voy a tomar un taxi (hablando sola)
(Parque)
Luciana: que hermoso es este pueblo (hablando sola)
Thiago: hola. Me puedes ayudar
Luciana: claro. En qué quieres que te ayude pequeño
Thiago: mi cometa quedo atrapada en ese árbol y no tengo como bajarla
Luciana: tranquilo. Yo la voy a bajar, me subiré a ese arbol
Thiago: pero está muy alto
Luciana: no te preocupes. Yo tengo mucha habilidad para subir a ese árbol, espera un momento
(subiendo rápidamente al árbol)
Thiago: waoo
Cristina: voy a ir un momento al baño
Nicolás: no te demores mucho mi amor
Cristina: no te preocupes. Ya vuelvo
Nicolás: esa muchacha que hace subida en ese árbol. Se puede caer (Saliendo del auto)
Luciana: ya tengo tu cometa
Thiago: como te subiste de esa forma
Luciana: es una habilidad que tengo
Thiago: me enseñas esa habilidad
Luciana: ahora estás muy pequeño. Cuando crezcas un poco si te puedo enseñar, cómo te llamas
Thiago: me llamo Thiago y tú
Luciana: yo me llamo Luciana
Thiago: tu nombre es muy bonito
Luciana: gracias. El tuyo también es muy bonito, listo para agarrar tu cometa
Thiago: si
Luciana: aquí va (lanzando la cometa al niño)
Thiago: muchas gracias (feliz)
Luciana: de nada
Nicolás: señorita que hace montada en ese árbol
Luciana: estaba bajando una cometa. Pero ya me voy a bajar
Nicolás: si quiere le ayudo a bajar
Luciana: no se preocupe puedo bajarme sola
Nicolás: tenga mucho cuidado si
Luciana: no me va a pasar nada (Caída de Luciana) (grito)
Nicolás: señorita
(Caída de Luciana encima de Nicolás)
Luciana: discúlpeme
Nicolás: tranquila
(Miradas de atracción de Nicolás y Luciana)
(Afuera de la Mansión Pérez)
Soledad: muchas gracias, señor. Aquí es donde vive Salvador, ahora sí ya no tengo dudas de que mi Luciana tendrá una vida mejor (hablando sola)
Adela: Soledad
Soledad: Adela. Tu trabajas aqui
Adela: sí. Yo trabajo aquí, tú qué haces aquí
Soledad: aquí vive el padre de mi sobrina
Adela: no puedo creerlo. Mi patrón, el señor Salvador es el padre de Luciana
Soledad: si Adela. Tu patrón es el padre de mi sobrina y vengo a decirle la verdad
Adela: no puedes decirle la verdad al señor Salvador aquí
Soledad: porque no
Adela: porque aquí viven su esposa y sus hijas
Soledad: no me importa si su familia se entera. Él debió pensarlo bien antes de enamorar a mi hermana y matarla
Adela: el señor Salvador de verdad mato a tu hermana
Soledad: no exactamente, pero él la llevo a la muerte. Así que voy a entrar y le voy a decir la verdad a ese señor, así este su esposa y sus hijas
Adela: espera
Soledad: suéltame
Adela: no puedes armar un escándalo y precisamente hoy que viene el hijastro de mi patrón
Soledad: lociento Adela
Adela: vamos a hacer algo. Yo busco al patrón y le diré que estás aquí, te parece
Soledad: está bien
Adela: bueno. Voy a buscarlo, pero tú esperas aquí, no vayas a entrar a la casa
Soledad: no te preocupes. Adela si ese señor se niega a recibirme dile que si no viene, yo revelaré lo que él es
Adela: y que es mi patrón
Soledad: no te lo puedo decir. Pero dile eso
Adela: sí. Espérame aquí
Soledad: Dios mío. Que ese señor no se niegue a recibirme
(Parque)
Luciana: una vez más discúlpame por caer encima de usted
Nicolás: no se preocupe. Te lastimaste
Luciana: no
Nicolás: que extraño pensé que tendría alguna herida
Luciana: no tengo ni una herida estoy bien
Nicolás: me alegra mucho, señorita. Yo soy Nicolás Gómez (sonriendo)
Luciana: yo soy. De dónde viene ese olor
Nicolás: de que olor habla
Luciana: es un olor muy dulce
Nicolás: no siento ningún olor. Creo que tengo algo en el cuello
Luciana: (Mirando el cuello de Nicolás)
Nicolás: me cayó una hoja pequeña
Luciana: ese olor dulce viene de él. Dios mío que me pasa porque siento que quiero morder su cuello (hablando en su mente)
Nicolás: está bien
Luciana: sí. Yo me voy
Nicolás: espera. No me va a decir su nombre
Luciana: lociento pero tengo prisa. Adiós
Nicolás: señorita. Que mujer tan hermosa (hablando solo)
Luciana: Dios mío que fue eso que acabo de sentir. Creo que mejor me voy al hostal antes de que llegue mi tía
(Mansión Pérez)
(Habitación de Salvador)
Adela: patrón se puede
Salvador: claro, Adela pasa
Adela: patrón lo buscan
Salvador: quien me busca
Adela: los busca Soledad González
Salvador: que. Soledad está aquí
Adela: si y necesita hablar urgentemente con usted. Está afuera esperándolo
Salvador: no puede ser. Pero que hace soledad aquí
Adela: vino a hablar con usted de algo muy importante y le mando a decir que si no va a hablar con ella, revelará lo que usted de verdad es
Salvador: yo también necesito hablar con ella. Dile que ya voy
Adela: si patrón
Salvador: porque habrá venido Soledad. Le habrá pasado algo a María Clara, tengo que salir de dudas (hablando solo)
(Sala)
Alejandra: tu hermano se está demorando
Isabella: cálmate mama. Ya llegará
Alejandra: a dónde vas Ana María
Ana María: voy a salir con mis amigas mamá
Alejandra: vas a salir precisamente hoy que viene tu hermano
Ana María: no exageres mamá. Yo me voy adios
Alejandra: Ana María
Isabella: déjala mamá
Alejandra: no cabe duda que esa muchachita cada día está más rebelde
(Afuera de la Mansión Pérez)
Soledad: porque se estará tardando tanto Adela (hablando sola)
Ana María: disculpe señora, pero quién es usted y que está haciendo aquí en mi casa
(Parque)
Cristina: dónde estabas
Nicolás: estaba en el parque. Le ayudaba a un niño a bajar su cometa
Cristina: y te caíste porque tienes un pequeño raspón en el brazo
Nicolás: si me caí. Pero voy a estar bien, esto me lo cura Adela, vamos que nos deben estar esperando
Cristina: vámonos (Subiendo al auto)
Nicolás: lástima que no pude saber el nombre de esa mujer. Están hermosa, su belleza me atrapó (hablando en su mente)
(Afuera de la Mansión Pérez)
Ana María: no se quede callada. Quien es usted
Soledad: yo vine a buscar trabajo como sirvienta señorita
Ana María: lamento tener que decirle. Que ya tenemos sirvientas y mi mamá ya no va a contratar más
Soledad: es una lástima señorita. Necesitaba el trabajo
Ana María: lociento mucho
Salvador: hija que haces hablando con esta mujer
Ana María: nada papá. Le estaba diciendo que mi mamá ya no está contratando más sirvientas, cierto
Soledad: si eso era de lo que estábamos hablando
Salvador: bueno. Yo puedo recomendarla con un amigo, hija puedes dejarnos a solas
Ana María: si papá. De todas formas yo voy de salida
Salvador: perfecto, hija. Cuídate
Ana María: si
Salvador: que haces aquí
Soledad: vine a hablar con usted. Tengo que decirle algo muy importante
Salvador: vamos a hablar pero aquí no. Iremos a otro lugar
Soledad: como usted quiera
Salvador: vamos
Adela: Dios mío. Esto va a traer más problemas a esta familia (hablando sola)
(Hostal)
(Habitación)
Luciana: que hombre tan guapo. Porque puedo percibir su olor y porque sentí esas ganas inmensas de morder su cuello, Dios mío yo nunca había sentido esto (hablando sola)
(Mansión Pérez)
Alejandra: Mónica
Sirvienta: me llamo señora
Alejandra: sí. Donde está mi marido
Sirvienta: el señor Salvador salió. Con una mujer
Alejandra: cómo que salió con una mujer. Tu estás segura de eso
Sirvienta: si señora. Yo misma lo vi
Alejandra: esa mujerzuela que se metió con mi marido tuvo el descaro de venir a buscarlo. Pero que se cuide porque pronto sabré quien es y la voy a destruir
Nicolás: familia ya llegué
Isabella: hermanito que bueno que llegaste (abrazo)
Nicolás: hola hermanita. Estás hermosa
Isabella: gracias y tú estás muy guapo
Nicolás: sí. Y Ana María
Isabella: nuestra hermana salió con sus amigas. Tú sabes cómo es ella, pero estara feliz cuando te vea
Nicolás: nuestra hermana siempre ha Sido rebelde. Pero así la quiero, mejor dicho las quiero a las dos
Isabella: nosotras más te queremos a ti hermanito (abrazo)
Cristina: mi amor no nos vas a presentar
Nicolás: claro que sí. Se me olvidaba, hermana ella es Cristina mi novia y muy pronto mi esposa
Isabella: hola Cristina. Yo soy Isabella
Cristina: mucho gusto conocerte cuñadita. Nos vamos a llevar muy bien
Isabella: claro que sí
Alejandra: hijo (feliz)
Nicolás: hola mamá (abrazo)
Alejandra: no sabes cuánto te extrañe
Nicolás: yo también las extrañe. Mama ella es mi novia Cristina, nos vamos a casar muy pronto
Alejandra: me alegra conocerte Cristina
Cristina: igual mente señora. Nico me ha hablado muy bien de usted
Alejandra: bienvenida a mi casa que ahora es tu casa
Cristina: gracias señora
Nicolás: mamá y Salvador dónde está
Alejandra: salió con una mujer
Isabella: que. Mi papá tiene una amante
Alejandra: si, hija y lo peor es que la mujer esa, vino a buscarlo a esta casa sin importarle que aquí vive su esposa y sus hijas
(Pueblo)
(Cafeteria)
Salvador: aquí podemos hablar. Para que fuiste a buscarme a mi casa
Soledad: ya se lo dije. Tengo que decirle algo muy importante
Salvador: que es eso tan importante. Le pasó algo a María Clara
Soledad: mi hermana está muerta
Salvador: que
Soledad: sí. Ella murió después de dar a luz hace 18 años y fue por su culpa
Salvador: yo jamás hubiera querido que María Clara muriera
Soledad: eso debió pensarlo antes de enamorarla y meterse con ella sabiendo lo que usted es.
Salvador: yo la amaba y nunca le quise hacer daño pero tienes razón. Si no me hubieran convertido esa noche, esto jamás hubiera pasado, María Clara en dónde estés perdóname
Soledad: la única forma de que usted pueda reparar lo que hizo. Es haciendose cargó de su hija
Salvador: de mi hija
Soledad: si. Usted es el padre de mi sobrina, la hija que tuvo mi hermana y necesito que se haga cargo de ella
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