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Hola, soy Hika.
¡¡¡¡Querid@s lector@s!!!! Sí que me tomó tiempo darle forma a esta historia. Gracias por la paciencia. El trabajo, el hogar, la familia, me dejaba con casi nada de tiempo para poder escribir. Tampoco, no quería darles algo apresurado. Dejaré el recordatorio del orden, ya que en esta historia habrá mucha interacción con los personajes anteriores. Espero que sea de su agrado :)
Solo ocuparé un pequeño espacio del 1er capítulo, para comentar que éste es el SEXTO libro de la serie. Les pondré la lista, para que puedan seguir la secuencia, ya que no tienen los mismos personajes principales, pero están entrelazadas. De esa manera no habrá confusión.
Entregando Mi Corazón 1 - Mi Hacker
Entregando Mi Corazón 2 - Mi SEAL
Entregando Mi Corazón 3 - Mi Agente
Entregando Mi Corazón 4 - Mi Quaterback
Entregando Mi Corazón 5 - Mi Doctora
Entregando Mi Corazón 6 - Mi Protectora
Recuerden que estaré atenta a sus pedidos de maratón y haremos unas dinámicas para las subidas de más capítulos. Sin más me despido y disfruten de la lectura.
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Vengo de una familia poderosa para el resto y amorosa para sus miembros. Es como una gran burbuja de seguridad y me encanta. Lamentablemente no todo es una burbuja en mi vida. Desde niña, he sido pequeña. No la más pequeña de mi clase, pero hay algo en mi que invita a los extraños a acercarse. Desde la infancia he desarrollado el miedo paralizante cada vez que alguien me toca el cabello, la cara, mi cuerpo o cuando simplemente se acerca y me olfatean. No importa que tan "inocente" sea el gesto, nadie debe venir a invadir tu espacio personal; mucho menos cuando eres una niña. Todos esos problemas eran sobretodo con las personas del género masculino. Será el hecho de que siempre me elegían para el papel protagonista femenino, que no habían niñas que se acercaran a mi.
Tengo entendido que mi abuelo se encargó de que en el nivel de pre-kinder no hubieran maestros masculinos; pero no podía hacer nada contra mis compañeros. Felizmente, tenía a mi prima mayor. Ella es la ídolo de todos los primos. Ella es más grande que yo, pero también era pequeña en ese entonces. Igual, no importaba. Todos los niños pequeños, se detenían con su sola mirada; y los grandes no intentaban mirarla. Imagino que fue por ese incidente, cuando tenía 5 años.
FLASHBACK
LILY 5 AÑOS
Ha pasado mucho tiempo, pero la profesora no me mira. Ella está trabajando en algunas cosas con las demás niñas, pero no se da cuenta que falta una: yo. Estoy sentada en forma de bolita, mientras los demás niños cantan "ahora ella es la muñeca que jugará conmigo". No sé por qué no quieren jugar con los carritos o los bloques para apilar o los soldaditos, como le gusta a mi primito Garreth. Me hago lo más pequeña posible, ocultando mis brazos y piernas, ya que a ellos les gusta tironear de mi. Mis ojitos me arden, porque quiero llorar, pero intento ser fuerte como Layla. Ella es la más fuerte de los fuertes. Ella siempre me dice, que levante la voz si quiero algo en el momento, que si me quedo callada nunca sabrán que quiero. Tomo mucho aire, cierro los ojos y grito.
- PROFESORA QUIERO IR AL BAÑO, POR FAVOR.
Mi grito sorprendió a todos, los niños se sentaron al suelo y las niñas se quejaron porque se malogró lo que estaban haciendo. La profesora me ve con enojo y no entiendo por qué.
> Entonces, ve. En silencio.
Aprovecho y salgo rápido del salón. Estoy sintiéndome bien por seguir lo que mi prima me dijo, hasta que llega uno de los niños que más me abraza. No hay nadie en el patio, de camino al baño, y él me abraza. Yo intento decirle que no, pero en lugar de soltarme, quiere cargarme. Ya no puedo aguantar y estoy a punto de llorar, cuando siento que me suelta. Me sorprendo y me doy cuenta que me soltó porque lo obligaron. Empiezo a sonreír, porque ahí está Layla, agarrando el cuello de mi compañerito. No sé que le dice, pero el niño llora y veo como empieza a mojarse su short y se forma agua debajo de sus pies. Luego, se va corriendo de regreso al salón. Voy corriendo y la abrazo. Soy muy feliz de tener una prima tan genial.
CONTINUACIÓN DEL FLASHBACK
× Lily, debes decirle a la maestra que no quieres juntarte con los niños.
Me dice con voz suave, yo la abrazo lo más fuerte que puedo.
- Ella hace cosas con las demás niñas, pero a mi no me hace caso. Siempre termino rodeada de todos los niños y me da miedo.
Layla toma mis brazos, para separarlos, se agacha a mi altura y me susurra.
× Nosotras somos distintas, primita. No eres una niñita tonta que se impresiona por cualquier cosa que hagan los adultos. Yo, igual. Mientras otras niñitas juegan con sus barbies casándose con sus kens, yo prefiero estar con uds y cuidarlos. Toda la familia nos queremos mucho y quiero que se mantenga. Entonces, vamos a tener que buscar una manera. Algo, para que dejen de pasar cosas que no nos gustan. Si tenemos miedo, entonces fingimos que no. No les demos el gusto de que pueden alterarnos. Muchos niños son crueles, pero no te preocupes. Yo seré la más cruel de todos.
Se levanta y me abraza fuerte.
× Te quiero mucho y siempre será así.
Se empieza a escuchar bulla en mi salón y sale la profesora muy molesta.
> ¿Qué pasó con Dylan? Dice que casi lo matan, cuando él solo quería jugar contigo.
Layla la mira muy seria y la maestra empieza a acomodarse el cabello.
× No es jugar cuando alguien no quiere que se le acerquen. También, profesora, no porque su hija pierda los papeles protagonistas contra mi prima, significa que deba hacerla a un lado.
La profesora empieza a ponerse blanca y me pregunto si eso es normal. Tal vez deba avisar a una ambulancia. Layla sigue hablando bajo y seriamente.
× Antes que esa noticia vuele y llegue a la dirección, seria bueno que les preste atención a todos por igual. De todas maneras, se lo haré saber a mi abuelo. Que tenga buen día, profesora. Llevaré a mi prima al baño.
Layla me lleva de la mano y vamos. Yo quiero ser como ella. Si ella me dice que debo fingir, seré la mejor fingiendo.
FIN DEL FLASHBACK
En estos momentos, que me viene ese recuerdo a la mente, no puedo evitar ponerme triste y molesta. Extraño mucho a mi prima mayor. Esa prima mayor que siempre jugaba con nosotros, que nos ayudaba a estudiar. Esa prima mayor, que no importa que le dijeras, te escuchaba como si le hubieras dado el secreto para la inmortalidad. Esa prima que fue alejada de la familia, porque alguien la separó de su mamá. Esa prima, que aún después de irse, tiene una forma de hacerte sentir cuidada. Eso es lo que hace y estoy segura que siempre hará: cuidarnos. Al menos a los primos.
Antes éramos muy respetados e, incluso, temidos; pero ahora con todas las empresas yéndose a la quiebra, las demás familias intentan pasar sobre nosotros. No sé cómo lidiarán los adultos esta situación, pero a los primos han intentado fastidiarnos en todo. Fotos trucas, videos montados, acusaciones de trampas, robo de notas. La palabra clave aquí es "intentaron". Layla, estoy segura que es ella, ha cambiado las fotos, los videos, las suspensiones con evidencias y las notas. Es por eso que me estoy acercando al podio para hablar como la mejor de la clase de secundaria, a punto de ir a la preparatoria, recibiendo muchas miradas de enojo y sorpresa.
Llego al lugar, bajo la cabeza, cierro los ojos, respiro hondo y la voz de Layla viene a mi cabeza "si tenemos miedo fingimos que no. No podemos dejar que vean que nos pueden lastimar". Levanto el rostro, sonrío como una ganadora de miss universo.
- Y se acabo la secundaria, amigos. Ahora solo queda salir al mundo y divertirnos, que es nuestro para gozarlo. Vamos con muchas ganas a cometer errores.
Lanzó mi birrete y todos me siguen. Me como todo ese miedo y ansiedad mientras le doy la mano a todo el mundo y abrazo a otros. En medio de esa maraña de gente, veo a la única persona que siento que ve a través de mi: Sebastian. Mi corazón no duda en bombear como loco, como siempre hace desde hace 3 años. Tal vez sea de antes, pero ahí recién me di cuenta. Me di cuenta que me gusta mucho.
FLASHBACK
LILY 8 AÑOS
Como todas las tardes, después del colegio. Nos vamos a la casa grande familiar, para hablar y jugar. Todos estamos riendo y le pregunto a Layla por Garreth.
× El abuelo lo está recogiendo, imagino que se entretuvieron con algo...
No continúa, porque Jazmin la interrumpe. Ella es la prima que le sigue en edad, pero no es muy abierta con todos, solo con Layla; y no me gusta. Siempre trata de acaparar su tiempo e interrumpe su comunicación con nosotros. Mientras intento pensar en más razones por la que no me gusta esta prima, se abre la puerta y entra el abuelo con un niño en cada mano: en la derecha Garreth y en la izquiera el niño más bonito que he visto...
Sacudo mi cabeza y me horrorizo. Yo nunca he pensado que un niño pueda ser bonito. Vuelvo a fijar la mirada. Con Layla ocupada con la pesada de Jazmin, debo tomar las riendas. Mi abuelo se va y lo veo con más detenimiento, veo lo delgado que está. A medida que avanzo puedo ver, por la abertura de su polo, que está golpeado. Nunca había visto ojos de diferente color, son muy hermosos, pero reflejan mucha tristeza los suyos. Debe tener 6 años, igual que mi primo, quién lo está jalando del brazo suavemente para llevarlo al grupo de primitos jugando. El niño solo empieza a mirar a su alrededor, con mucho miedo.
- Hey, Garreth. Suéltalo.
El aludido me hace caso y se para a su costado.
*- Hola, Lils. El es mi nuevo amigo, se llama Sebastian Crane. Sus ojos son geniales, ¿los ves? Se parecen a los de un robot...
El sigue hablando, pero Sebastian ya levantó la mirada, chocando con la mia. Veo como se tensa y me recuerda a mi. El miedo de que alguien se acerque. Tal vez sea por los golpes. Doy un paso atrás y me agacho, para que se sienta seguro. Eso hace que se relaje. Por algún motivo, ese niño no me da miedo. Me gusta esta sensación.
- Hola, Sebastian. ¿Mi primito te trajo contra tu voluntad?
Mientras Garreth sigue en su historieta de aventuras, sin escucharme, el niño contesta muy bajo.
* No. El señor que se fue habló con mi madre...
Cuando dice madre, tiembla. Mira a los alrededores y viendo que solo somos niños, vuelve a relajarse. No me gusta esto. Todos mis tíos son amorosos con sus hijos y sus sobrinos. No conozco otra forma de ser entre padres e hijos, pero viendo su reacción, no me gusta nada.
- ¿Puedes mirarme, Sebas?
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