La historia casi siempre es la misma, un atractivo príncipe heredero, obligado a estar comprometido con una mujer que no ama, mientras que al conocer a la hermana de esa mujer, cae rendido de amor por ella, entonces su prometida, la villana, en este caso, Layla Amary, hija mayor del ducado Amary, enfurece al saber que su hermana menor y su prometido se gustan, así que al ver que la pareja quiere ser feliz junta, Layla comienza a acosar a su joven hermana, quien siempre es la inocente víctima y es rescatada por el valiente príncipe que enfrenta a su malvada prometida, incluso sus padres, defienden a la inocente protagonista, hasta que finalmente Layla intenta asesinar a la protagonista, cuando el príncipe por fin logra romper el compromiso, pero es detenida a tiempo, siendo condenada a una ejecución pública, donde todos la odian por querer asesinar a una joven tan inocente y amable.

Tras su ejecución, los protagonistas se comprometen, siendo la pareja más admirada por el imperio, pero antes de su final feliz, enfrentan diversos problemas, entre ellos, detener al hermano del emperador que desea tomar el trono y es conocido como el dragón de las espinas, debido a su facilidad de matar a su enemigo sin compasión usando su magia de espinas, pero los protagonistas lo enfrentan con astucia, ganando esa batalla, donde finalmente el emperador nombra a su hijo como emperador y la protagonista, al proteger el imperio, se gano la confianza del padre del príncipe heredero, y así tienen su final feliz.

Un cliché muy conocido, donde la protagonista es amada por todos solo porque es linda y amable, mientras que los villanos son considerados escorias solo porque ellos intentaron recuperar lo que les fue arrebatado, pues la villana Layla se preparó por años después del anuncio de su compromiso con el príncipe heredero. Layla era sociable, tenía influencia ante las damas de la sociedad, tenía talento para todo, incluso para la magia, pero luego, una dulce sonrisa de su hermana menor y su prometido la dejo por esta, además de que sus padres le decían que no debería actuar con enojo, pues con su reputación, fácilmente podría conseguir otro compromiso, es decir, favorecían a la hermana menor.

No querían ver lo mal que eso se veía, incluso a Layla le propusieron casarse con el duque Mondragon, el hermano menor del emperador, quien poseía un gran territorio y gran fama por haber sido el protector del imperio cuando años atrás se desató la guerra, incluso era él quien logro ganarse el derecho al trono, pero después de tres años de su matrimonio, él y su esposa no lograron concebir un hijo, su esposa también enfermo y se dijo que él, era estéril, cosa que nunca se desmintió, lo que hizo que la sociedad sintiera lastima por su esposa, quien murió por su enfermedad sin haber logrado dejar un descendiente y debido a esto, el emperador no quiso dejarle el trono, porque si era estéril, no tendría descendientes, por lo que se le entrego el trono al actual emperador, quien era el hermano mayor, pero sin ningún merito importante, ya que durante la guerra, nunca quiso ir a la batalla.

Layla por supuesto se negó a aceptar, "migajas" porque ella había estudiado y se había esforzado para ser la emperatriz, pero sus padres tomaron eso como un berrinche, así que fue en ese momento que Layla decidió asesinar a su hermana menor, pero todo falló y ella acabo siendo ejecutada. Hanna un día despertó siendo Layla Amary, justo cuando ella ya había sido comprometida con el príncipe heredero, al principio todo fue confuso, pero poco a poco se acostumbró a esa nueva vida, pero a diferencia de la verdadera Layla, a ella no le importa ese príncipe infiel, pues dentro de unos años, sabe que él y su hermana enamoran.

Aún así, ella siguió preparándose, dejando que todo pase con naturalidad, hasta el momento en el que ella deba de hacer su movimiento para cambiar su destino. Mientras ella se dedicaba a estudiar, sus padres consentían a su hermana menor, Felicia Amary, una niña de 10 años, mientras que Layla tenía 12. Felicia a veces buscaba a Layla y le pedía que jugará con ella, pero Layla solo le decía que se aleje, causando que Felicia llorará y buscará a uno de sus padres para decirle que Layla la había rechazado para jugar, esto llevaba a que el duque o la duquesa buscarán a Layla para regañarla por haber hecho llorar a Felicia.

— ¿por qué es mi culpa? Yo tengo que estudiar e ir a mis clases, ¿es eso malo?— pregunta con total seriedad.

Sus padres se dieron cuenta que Layla había cambiado, antes agachaba la cabeza y se disculpaba con Felicia, esta vez no lo hizo e incluso expuso su molestia.

— dejen a mi nieta hacer lo que quiera, no la pueden obligar a jugar con Felicia, más bien Felicia debería de dejar de ser tan vaga y estudiar.— opina la madre del duque.

Felicia al escuchar eso, se esconde tras la falda de su madre y comienza a sollozar, alegando que ella no es una vaga y que si estudia. Pero la ex duquesa se mantuvo firme en su molestia.

— no pueden castigarla solo porque prefiere estudiar.— agrega la ex duquesa. — vamos Layla, es hora de tus clases de piano.

La mujer mayor se lleva a Layla de la mano, mientras que Felicia se queda con sus padres y no puede evitar llorar, diciendo que su abuela la odia. Esto causa molestia en los duques, pero aunque le reclaman a la ex duquesa, esta se mantiene firme y que si eso hará que Felicia la odie, esta bien, no piensa mimar en exceso a una sola niña.

.

.

.

— abuela, ¿por qué mis padres solo le dan favoritismo a mi hermana?— pregunta Layla.

Por supuesto, ella sabe porque, pero solo finge actuar como una niña, de ese modo, quizás pueda al menos tener a su abuela de su lado, de modo que sus padres no la molesten tanto con respecto a Felicia.

— no es así mi niña, solo que a veces los padres se enfocan en el hermano menor porque son los que necesitan más ayuda.— se excusa.

— ¿significa que los hermanos menores son tontos? ¿Por eso ella no estudia, porque no aprendería nada?— muestra una expresión de duda e inocencia.

La ex duquesa ríe por las preguntas de su nieta, pero le da la razón, aunque le pide que no diga eso delante de sus padres o se pueden enojar. Los días seguían pasando, Layla suele pasar tiempo con su abuela después de todas sus clases y en varias ocasiones han tratado de que incluya a Felicia, pero cuando se une a ella y hablan solo de problemas políticos, sociales o de libros, Felicia se aburre, haciendo berrinche porque no juegan con ella.

— ya te he dicho que dejes a Layla en paz, ella no esta interesada en los juegos, no la puedes obligar.— le reclama la ex duquesa a su nuera.

— Felicia es una niña, no pueden solo hablarle de cosas que le aburren y Layla es la hermana mayor, debería jugar con Felicia.—

— Layla también es una niña, debería darte vergüenza regañarla solo porque no le cumple el capricho a Felicia. Si siguen así hablaré con la emperatriz y pediré que me dejen llevarme a Layla a mi casa de campo.—

— es mi hija, no puede hacer eso, se lo dire a mi esposo, jamás podrás llevarte a Layla. — señala a Layla.— ve a jugar con Felicia.

—¿y porqué no va usted? Si quiere hacerla feliz, debería ser quien vaya a jugar con ella, si voy, no jugaré, solo me sentaré a ver como Felicia actúa como un simio sin cerebro.— responde Layla.

La duquesa se acerca rápidamente a Layla y le da una cachetada, la ex duquesa, Celestine, al ver esto, le grita a su nuera por lo que hizo, pero escuchan a Layla reír bajito y levanta la mirada.

— madre, con esto compruebo que no me aman, después no me culpen por no sentir simpatía por usted y su esposo.—

Dicho esto, Layla se da la vuelta, saliendo de aquel salón para dirigirse a su habitación, mientras que la ex duquesa y su nuera se quedan discutiendo, Felicia por su parte, solo llora desconsolada sostenida de la falda de su madre.

*****

— por tu culpa la abuela y mamá están peleadas.— le reclama Felicia.

—¿mía? Todo se ocasionó porque hiciste berrinche, si quieres jugar busca amigas o juega con tus nanas, yo no perderé mi tiempo con una mocosa estúpida.— ya la tiene harta.

Sus planes eran permanecer lejos de la historia y cuando los protagonistas sean felices, ella se retiraría tranquilamente, pero, el hecho de que Felicia le ocasione siempre problemas y que la duquesa la haya pegado, solo la hizo enojar, no le importa si Felicia solo es una niña, cuando todo comience, acabará con todos, disfrutará verlos sufrir.

— no soy estúpida, disculpate o le diré a papá.— responde molesta.

— adelante dile, así, al igual que a la duquesa, la estarás condenando a un final doloroso.— muestra una sonrisa maliciosa.

Felicia al verla siente un escalofrío, la mirada de Layla le estaba dando miedo, así que solo sale corriendo del lugar. Layla espera que con eso, deje de molestarla por un tiempo.

...

Dos años después...

Desde aquella vez que asusto a Felicia, ella se mantiene al margen, pero no falta que cuando se crucen en la mansión y si a Felicia le pasa algo, estando ella cerca, sus padres la hacen ver como si fuera su culpa por no, "cuidar de su hermana", Layla solo los ignora, pero en el fondo, ella solo esta esperando el momento para acabar con todos.

Ese día, Layla y Celestine, su abuela, visitaban el palacio imperial, ya que la ex duquesa fue invitada por la emperatriz a beber el té, cuando la duquesa supo esto y que Layla iría exigió que llevarán a Felicia, pero la ex duquesa le hizo saber que era una niña y no sabe comportarse, que si hace algo que ofenda a la emperatriz, su familia estaría en problemas, aún así la duquesa insistía, por lo que Celestine le puso una prueba a Felicia, se sentó con ella a la hora del té y le hablo de cosas comunes entre las señoritas, a lo que Felicia no supo ni que responder, aunque tiene 12 años, todo lo que la ex duquesa le pregunto, son cosas que las niñas ya saben a esa edad, como Felicia no sabía, se levanto de la mesa molesta, quejándose porque era todo aburrido, esto, solo hizo que Celestine le demostrará a la duquesa, que Felicia no estaba lista para acudir a una reunión importante.

Así que solo Layla pudo ir con ella, mientras que en la mansión Amary, Felicia se quedo haciendo berrinche porque no la llevaron a conocer a la emperatriz. Layla y Celestine llegaron al jardín de la emperatriz, donde la mujer ya mayor, los esperaba, Layla y su abuela hacen una reverencia, a lo que la emperatriz elogia a Layla por su saludo perfecto.

— no cabe duda que hemos elegido muy bien a la prometida del príncipe heredero.— menciona la emperatriz.

— me siento honrada de escuchar tan maravillosas palabras de usted, majestad.— inclina la cabeza, esto le permite ocultar su expresión en la cual frunce los labios con molestia.

— solo digo la verdad, es una pena que el príncipe heredero no este, me hubiera gustado que se conocieran.—

— en verdad es una pena, pero el príncipe heredero debe de tener sus ocupaciones y son de vital importancia para el imperio.— responde con una sonrisa, aunque por dentro solo puede sentir desprecio.

La ex duquesa y la emperatriz comienzan a hablar, mientras que Layla solo se limita a escuchar y responder cuando la emperatriz le pregunta algo, causando gran impresión en ella debido a sus conocimientos a tan corta edad. Después de la hora del té, la emperatriz las invito a caminar por el palacio, mientras le cuenta a Layla sobre la historia de la familia imperial, pero cuando habla del emperador actual, menciona que este se gano su lugar, no solo porque era el hermano mayor, si no, que también por ser el más audaz e inteligente, pese a haber sido el hijo de una concubina, mientras que el hijo de la emperatriz, al ser menor, no pudo ganarse ese puesto ya que era solo un salvaje adicto a las guerras. Layla solo piensa lo absurdo que era eso, en especial porque ella sabe como sucedió realmente y el porque el hijo de la ex emperatriz no pudo subir el trono.

— yo creo que el segundo príncipe es un hombre inteligente y valiente, porque se ha enfrentado a la guerra para poder traer al imperio, siendo joven, es digno de admiración.— menciona Layla mientras muestra una sonrisa amable.

La emperatriz y la ex duquesa se quedan pasmadas ante las palabras de Layla, por supuesto, quien no parece feliz ante esas palabras de admiración es la emperatriz.

— p-por supuesto, pero eso no fue suficiente para ganarse el puesto.— menciona algo irritada.

Layla solo sonríe y cambia de conversación hablando sobre lo lindas que se ven las flores del jardín de la emperatriz, a lo que ella responde que esas fueron plantadas por la ex emperatriz y aún las mantienen vivas en honor a ella, en especial las rosas rojas, así que Layla camina hacia ellas notando que en un banco cerca de aquel camino, estaba un apuesto joven pelirojo, que al mirar a Layla, ella puede notar el bello color de sus ojos, así que ya supone de quien se trata. Layla hace una reverencia ante él y en ese momento es alcanzada por la emperatriz y Celestine, el pelirojo al ver a la emperatriz hace una leve reverencia.

— ¡oh! Duque Mondragon, no sabía que estaba en el palacio y que había venido a mi jardín.— menciona con cierta hostilidad.

— solo pase a ver las rosas de mi madre, agradezco a la emperatriz que aún las conserve.— responde de manera calmada.

Layla puede notar la tensión, debe de ser porque la emperatriz le tiene rencor a ese joven y él a ella.

— por cierto le presento a la ex duquesa Celestine Amary y la señorita Layla Amary, la prometida del príncipe heredero.—

Layla hace una reverencia y saluda con cortesía.

— madam, señorita, este es mi cuñado, el Duque Hades Mondragon, el hijo de la difunta ex emperatriz.—

— ¡oh! Que honor estar ante la presencia del comandante que guió a las tropas a la victoria, leí sobre usted y soy su admiradora.— menciona Layla con emoción.

Pero al darse cuenta que se emocionó de más, se inclina pidiendo disculpas por el vergonzoso momento, a lo que Hades solo ríe.

— no se preocupe, me siento honrado de ser admirado por tan bella jovencita.— responde de manera amable.

Layla lo observa bien, si la diferencia de edad entre ellos es de 10 años, significa que en ese momento debe de tener 24, y fue hace dos años en los que él perdió a su esposa y se difundió un rumor malicioso, perdiendo su puesto de heredero el cual fue tomado por el actual emperador.

— si nos disculpa Duque, las damas y yo, seguiremos nuestro recorrido.— se apresura a terminar la reunión.

Layla sabe porque la emperatriz se pone así, ya que esa mujer no quiere que Layla se acerque a él, pues aunque ella tenga solo 14 años, no significa que el duque Mondragon no pueda interesarse en ella, por lo que no le conviene, si pierde el apoyo de los Amary, el emperador pierde una gran parte de su apoyo. Pero Layla solo piensa que es absurdo, el duque Mondragon no esta loco como para interesarse en una jovencita de 14 años, pero nadie dice que ella, no puede interesarse en el duque, y es que ese hombre, entra en sus planes, él, es lo que necesita para tener influencias.

.

.

.

Después de esa visita, Layla era invitada en otras ocasiones por la emperatriz, por lo que Felicia insistía en ir, incluso la duquesa hablo con su esposo, para que este obligará a Layla a llevar a Felicia, cosa que Celestine no permitía, resaltando que Felicia no tiene la educación que se necesita, pero le dijo a la duquesa que si tanto quiere que la emperatriz conozca a Felicia, le hará una cita para que la duquesa la lleve, pero le advierte a su hijo, que si Felicia ofende a la emperatriz, las consecuencias caerán sobre él y la duquesa.

Y así, se arregló una reunión, la emperatriz accedió a recibir a la duquesa y a Felicia, pero Celestine le advirtió a la emperatriz que la duquesa tenia muy mimada a Felicia y que si llegase a pasar algo, que se quedaré de darle una lección a la duquesa, y justamente como Celestine predijo, el día de la cita, Felicia no hizo la reverencia correcta, ni saludo como debe de ser, incluso hablaba aún cuando no debería y al final tiro el té sobre el vestido de la emperatriz, culpando a la emperatriz por hacer que le sirvan el té muy caliente. La emperatriz furiosa le dijo que Felicia no tiene el derecho a entrar al palacio hasta que cumpla su mayoría de edad e hizo que la duquesa fuera castigada por la falta de educación hacía su hija, que no sabe nisiquiera las etiquetas básicas.

Esa tarde cuando regresaron, Felicia lloraba desconsolada, mientras que la duquesa tenía las manos dolidas, porque la emperatriz hizo que una doncella le pegara cinco veces la mano con una tabla de madera y también envió una queja al duque, por lo que el duque esa noche, les grito a la duquesa y a Felicia por hacerle pasar vergüenza, mientras que en esa misma carta halaga a Layla por ser una jovencita con gran educación y que Felicia debería someterse a una clase estricta de etiqueta. La duquesa lloraba por sus manos adoloridas.

— tuvo suerte, no fue ejecutada. Ya todo el círculo social sabe de la vergüenza que Felicia hizo pasar a la familia.— menciona Layla con burla.

La duquesa solo se puso a gritarle, culpandola por no ayudar a su hermana, pero Layla solo la deja hablando sola.

.

.

.

Después de aquel incidente, dos días después el príncipe heredero se presentó en la mansión, pidiendo al duque le permitiera ver a Layla. El príncipe heredero, llamado Denis Mondragon, era un chico de la misma edad que Layla, con el cabello rubio y ojos verdes, era guapo, pero para Layla, el duque Mondragon era mucho más atractivo. Layla se presenta amablemente y hace que les sirvan té, incluso pide le traigan algunas galletas de avena sin azúcar, ya que la emperatriz le dijo que el príncipe no gasta de comer cosas tan dulces.

— veo que mi madre le informo de mis gustos.— menciona al ver las galletas.

— me tome el atrevimiento de preguntarle cuando supe que venía, quería que no se sintiera incomodo al no poder comer los postres dulces.— responde Layla.

— se lo agradezco, aunque no era necesario tomarse tantas molestias, después de todo, esta visita es obligada.— agrega un una expresión de molestia.

Layla cubre sus labios con el abanico en su mano, para ocultar que ha fruncido los labios; como si a ella le gustará ese compromiso, si por ella fuera lo habría envenenado y se acababa todo, pero, ¿donde estaría la diversión?

— estoy consciente de ello, alteza, pero, no podemos elegir con quien casarnos, ojalá yo tuviera esa suerte.— responde con una expresión de tristeza.

Contrario a lo que el príncipe creyó, ella esta mostrando tampoco estar feliz con ese compromiso, lo que le hace preguntarse el porqué, cualquier chica estaría feliz.

...

Intrigado por la reacción de Layla, pidió otra cita con ella, quería saber porque ella a diferencia de otras chicas, no parece feliz por el compromiso. Al llegar al ducado, la duquesa fue quien lo recibe junto a Layla y se muestra amable con ella, pero Layla solo la deja ser, hasta que el príncipe pide a Layla ir a caminar juntos al jardín, por lo que la duquesa debe quedarse; ambos caminan por el colorido jardín, mientras que desde la ventana, Felicia observa y al ver al príncipe, se le hace muy guapo.

— mamá, yo también quiero un prometido guapo, que sea un príncipe.— menciona Felicia a su madre.

— cuando seas grande lo tendrás.— menciona la duquesa.

Pero lamentablemente, la emperatriz no tiene más hijos varones, el príncipe heredero solo tiene dos hermanas, de la edad de Felicia. Pero, quizás si Felicia logra impresionar al príncipe, podrían cambiar a la prometida, pues esta segura que dentro de unos años, ella será una jovencita más hermosa que Layla.

.

.

.

— mi madre me comentó que le gustó el jardín de rosas del palacio.—

— es hermoso, las rosas me gustan, en especial las rojas, hablando de eso, su tío tiene ese color de cabello, lo vi una vez y su cabello es lindo.— responde Layla.

— así que lo conoce, aunque no es un buen hombre, todos dicen que es un loco de guerras.—

— no creo que sea así, además gracias a él, la guerra se terminó. Espero que usted también sea un guerrero valiente en un futuro.— sonríe.

— eso intento, pero no creo que sea necesario entrenar tanto, además cuando sea emperador, pasaré más tiempo en una oficina.— deja salir un largo suspiro.

— debe ser aburrido pensar eso, ya que usted suele viajar mucho.— sigue la plática.

— por eso ahora aprovecho viajar, después casi no podre.—

Ya que estaban hablando de viajes, el príncipe le cuenta sobre los lugares en los que ha estado, aunque puede notar que Layla se muestra algo aburrida. Así que la invita a la biblioteca del palacio, donde puede encontrar infinidad de libros, en especial de magia pues le han dicho que Layla suele practicar. En la biblioteca, Layla agarra varios libros de magia, aunque cada mago se especializa en un elemento, no significa que no se pueda con otro, pero eso requiere una gran cantidad de mana si quiere manejar dos o tres elementos, por eso, la mayoría busca especializarse en una sola y crear varios hechizos a base de este elemento.

—¿ha elegido su elemento? Yo soy bueno con la magia de fuego.— presume.

— aún no, todos tienen sus ventajas y desventajas, pero me gusta practicar diversos hechizos.— responde.

Pasaron la mayor parte del tiempo en la biblioteca y Denis le permitió a Layla llevarse algunos libros, después de todo, suelen tener dos iguales. Ella agradece, al menos el príncipe es útil con eso.

.

.

.

El tiempo paso, Felicia estaba feliz, porque ya ha cumple 17, era momento de su debut y ahora podría ingresar de nuevo al palacio, esta vez, la duquesa ya le contratado maestras de etiqueta, para que Felicia pudiera lucirse y dejar encantada a la emperatriz, esperando con eso, opacar a Layla.

Layla por su parte, celebro su debut hace ya dos años, donde fue el centro de atención porque Denis fue quien la acompaño, pues hasta ahora, ambos tienen una relación pacífica, ya que Layla se ha portado bien con Denis, pero sabe perfectamente que se acerca el momento en el que él se fije en Felicia, además, aunque no existiera Felicia, nunca sentiría nada por él, ella posee una edad metal mayor, por lo que a sus ojos, Denis puede tener su misma edad, pero para ella, es muy joven y no le gusta su personalidad, es demasiado pacífico.

Esa noche todo estaba listo en el palacio para recibir a las debutantes y todas estaban emocionadas, porque el príncipe prometió elegir a una para bailar una pieza, aunque este comprometido, es un gesto de amabilidad hacía las jovencitas debutantes. Todos iban llegando, los Amary fueron presentados, siendo Felicia el centro de atención al ser quien hace su debut y entra del brazo de su padre, al verla, siendo una joven muy linda y sonriente, varios chicos parecían estar deslumbrados por ella, acercándose a saludar a la familia y presentarse ante Felicia, pero ella solo era amable, rechazando sus invitaciones al primer baile, Felicia estaba decidida a tener su primer baile con Denis.

Layla se aleja de sus familia, quedándose alejada de todo, justo cerca de un conocido muy especial, Layla lo saluda amablemente y este le corresponde el saludo, siendo Hades Mondragon, ese conocido.

— ¿acaso el duque vino para sacar a bailar a una señorita?— pregunta divertida.

— no, son demasiado jóvenes para mi, además, seguramente ha escuchado los rumores, dudo que algún padre quiera casar a su hija conmigo.— menciona casi en susurro, solo para que Layla escuche.

— los rumores son eso, más no son la verdad. Quizás pronto escuche también rumores de mi, me pregunto si el duque los creerá.— levanta su vista para observarlo a los ojos.

— ya veremos.— responde.

Después de eso, se aleja, para ir a saludar a unos nobles conocidos suyos. La familia imperial es anunciada, por lo que todos hacen una reverencia ante su presencia. La emperatriz es quien da un breve discurso y felicita a las jóvenes por su debut, ya que no solo es darse a conocer ante la sociedad, también es su oportunidad de encontrar un buen prometido, para Layla era un desfile de carnes, viendo que perro se lleva el mejor filete. Denis busco a Layla, para decirle que después de bailar con una de las debutantes, bailará con ella, a lo que Layla no se queja, pero sabe que apenas baile con Felicia, se olvidará de lo que prometió. Finalmente se anunció el inicio del baile, por lo que se despeja la pista y el príncipe será el primero en elegir a que jovencita sacara a bailar. Él observa a todas, pero una especial llama su atención, una bella joven de cabello negro y ojos azules, esta era Felicia.

Denis camina hacia ella, ofreciendo su mano, Felicia feliz por esto, no duda en tomar la mano del príncipe, sintiéndose tan afortunada y la duquesa por supuesto que estaba feliz, su hija fue elegida por el príncipe para bailar. La música da inicio, abriendo ellos el baile, tras avanzar un poco la pieza, los jóvenes se acercan para pedirle bailar a las debutantes que no llevan acompañante y las que si, ya inician su danza. Denis por su parte, bailaba cómodamente con aquella chica sonríe y decía lo halagada que esta por tener su primer baile con él, ya que siempre fue su sueño bailar con un príncipe, lo cual causa que Denis se siente feliz por sus palabras y puede notar la diferencia entre esa chica y Layla, la cual suele ser indiferente.

Al acabar la pieza, ambos se separan y hacen una reverencia, aunque Danis le pide a Felicia quedarse cerca de él para hablar un poco, enterándose así que esa linda joven es la hermana menor de Layla, sabía que tenía una, pero no imaginaba que era linda y amable, sin duda la personalidad de ambas era totalmente diferente. La duquesa al verlos hablando, le menciona a su esposo, que Felicia es mucho más adecuada para el príncipe, pues Layla es demasiado fría, el príncipe se veía más divertido hablando con Felicia y no cuando esta con Layla.

— un cambio no se puede hacer, podría hacer enojar al emperador y a la emperatriz, recuerda lo que paso cuando conoció a Felicia.— le reclama.

— pero eso fue hace años, fue un error de niña, ahora nuestra Felicia es una niña bien educada.—

La fiesta sigue, pero todos pueden notar que Felicia y el príncipe han estado juntos por mucho tiempo, mientras que Layla, se ha quedado en una mesa en compañía de otras jóvenes, quienes suelen llevarse bien con Layla y no dudan en criticar a Felicia, asegurando que es una resbalosa por acaparar la atención del prometido de su hermana. La emperatriz desde su trono, también observa, lo cual la pone molesta, porque Felicia no le gustó para nada desde que la conoció años atrás. Además sabe por Celestine que es una niña muy mimada y su educación no incluye los temas necesarios para ser una emperatriz. Más tarde, cuando el príncipe y Felicia finalmente se separaron, ella camina por el salón hasta chocar con Layla, quien lleva una copa de vino, la cual obviamente cae sobre el vestido de Felicia.

—¡hermana! ¿Por qué lo haces?— grita Felicia.

Esto llama la atención de todos, por lo que la duquesa rápidamente se acerca, riñendo a Layla por manchar el vestido de Felicia.

— señorita Amary, ¿por qué ha hecho eso? — pregunta también el príncipe.

Ahora todos miran a Layla con desaprobación, así que aunque ella diga que fue un accidente, todos insinúan que esta celosa porque el príncipe no se alejaba de Felicia.

— la señorita Amary tiene razón, fue la señorita menor quien choco con ella, no fue algo hecho adrede.— explica Hades.

Todos se quedan en silencio, mientras que no saben que decir o hacer. La duquesa solo mira mal a Hades y a Layla.

— si solo fue un accidente, esta bien.— menciona la duquesa.

Tras decir esto, se lleva a Felicia, mientras que Denis dice acompañarlas al carruaje.

— ¿no debería disculparse con su prometida y escoltarla?— pregunta Hades a Denis.

Ante esto, los nuevos murmullos no se hacen esperar y es ha Denis a quien juzgan, así que le ofrece su brazo a Layla, pero esta no acepta y le pasa de largo. La emperatriz que observo todo, estaba molesta, sabe que ese incidente dará mucho de que hablar.

...