Bela Cristina es una morena muy linda, de ojos penetrantes, boca carnosa y un cuerpo que provoca envidia en muchas mujeres.

Bela es una joven muy inteligente y dedicada,

solo que desafortunadamente no conoce la maldad del mundo y la conocerá de una manera muy dolorosa.

Bela nunca necesitó ejercer la profesión de abogada, hacía dos meses que se había graduado.

Bela Cristina 😍

Hoy hice una cena maravillosa para mi tía para celebrar su cumpleaños, hoy cumple 38 años.

Creo que su turno terminará más tarde porque ya es casi la una de la mañana y no ha llegado. Voy a ver una serie para esperarla.

Letícia (tía de Bela)

Su tía Letícia es la hermana menor de su madre, Bela se fue a vivir con ella a Brasil. Letícia, a pesar de ser joven, era viuda y siempre quiso que Bela encontrara el amor. Pero Bela no era ese tipo de chica que creía en los cuentos de hadas,

Su tía Letícia era enfermera en el hospital privado, y una noche, al regresar de su turno, Letícia sufre un accidente automovilístico...

Mientras tanto, en casa, Bela veía una serie.

Era alrededor de la 1:30 de la madrugada cuando suena su teléfono. Era un número desconocido.

Bela contesta.

Bela: Aló

Persona al otro lado de la línea: Aló, le habla María, soy enfermera en el hospital São Francisco, ¿podría hablar con Bela Cristina?

Bela: Sí, soy yo.

María: El motivo de mi llamada es que su número apareció como contacto principal en el teléfono de una joven que sufrió un accidente y falleció, si es posible, ¿podría venir a reconocer el cuerpo?

De repente, fue como si el suelo se hubiera derrumbado bajo mis pies, simplemente caigo de rodillas sin fuerzas para decir nada más que un sí, mi corazón dolía tanto, empiezo a sentir falta de aire y termino teniendo una crisis de ansiedad muy fuerte.

Bela no podía creer cómo el destino podía ser tan cruel con ella, había perdido a la única persona que tenía en la vida. Bela se cambió rápidamente, llamó a un taxi y fue directamente al hospital.

Al llegar allí, entró corriendo como una loca y fue directo a hablar con el médico. El médico le explicó que el accidente había sido grave, que el conductor que chocó contra el coche de su tía iba drogado y que su tía había muerto en el acto.

Bela se contuvo para no llorar, pues en ese momento tenía que ser fuerte para darle un entierro digno a su tía, que para ella era como una segunda madre.

Pasaron algunos días y Bela seguía de luto, se había encerrado aún más en sí misma, ya no salía de casa, se pasaba el día entero acostada. Sólo se levantaba para comer, bañarse o usar el baño, nada más. Estaba terriblemente deprimida, con la cara llena de ojeras porque no podía dormir bien por la noche, siempre se despertaba teniendo pesadillas con su tía, y lo que más le dolía era que no pudo despedirse de ella como es debido, si hubiera sabido que ese sería el último día de su tía, jamás la habría dejado salir de casa.

Acababa de tener otra pesadilla, se quedó tan angustiada que se fue a dar una ducha fría para ver si calmaba su cuerpo y su mente, y le vinieron a la cabeza varios flashbacks de su tía, en uno de ellos su tía le decía que tenía que vivir, salir a disfrutar, tomar decisiones equivocadas como todo el mundo, hacer amigos, tener una vida fuera de ese apartamento.

Pero el dolor por la pérdida de su tía, que le había dado tanto cariño y amor y que había ocupado el lugar de sus padres, había hecho que su mundo se viniera abajo.

Entre lágrimas, Bela decidió cumplir uno de los deseos de su tía, que era que saliera a divertirse al menos una vez en la vida, pero Bela no estaba de humor, pero decidió salir a tomar algo para distraerse un poco, ya que quedarse en casa le recordaba a su tía en cada esquina.

Bela llamó a un taxi y se fue a un bar al otro lado de la ciudad, un lugar al que no solía frecuentar, quería ir lo más lejos posible de casa.

Se sentó sola en una mesa, el camarero fue a atenderla y ella decidió beber un vino, pues no estaba acostumbrada a beber, así que hoy sería la primera vez.

Empezó a beber pero en lugar de olvidarse de la muerte de su tía, cada vez se acordaba más.

Después de unas copas de vino, Bela ya bastante afectada, cuando se iba a levantar para irse, llega un hombre misterioso preguntando si podía acompañarla.

Bela ni siquiera mira a la cara del hombre

Bela se negaría, pero recordó que su tía siempre le decía que saliera con hombres, que se distrajera, que viviera una vida normal como todas las jóvenes, que no estuviera siempre metida en un libro.

Bela dijo que sí.

Hombre misterioso: gracias por permitirme sentarme a tu lado, diosa mía, mi nombre es Heitor Vladimir.

Bela esboza una pequeña sonrisa sin gracia.

Bela: El mío es Bela Cristina.

Heitor: ¿Qué haces aquí sola? Te llevo observando un rato, pareces triste, ¿seguro que te has peleado con tu novio, tu marido?

Bela: Lo siento, no tengo ganas de hablar de mis asuntos personales con un extraño, pero si quieres disfrutar de la noche, siéntete libre, pero no tengo ganas de que me interrogue un extraño.

Heitor: Vaya, además de guapa eres una fiera, me gusta. Disculpa si mi pregunta ha sido demasiado entrometida.

Bela: Disculpa, me voy a casa, la noche ya ha terminado para mí.

Heitor: Permíteme al menos acompañarte a casa ya que no quieres hablar conmigo.

Bela: De acuerdo, ya es tarde y es difícil conseguir un taxi a estas horas.

Me levanto un poco mareada, ya que sólo he bebido unas cinco copas de vino, pero como no estoy acostumbrada, para mí ha sido mucho.

Heitor me ayuda a subir al coche, se sube al asiento del conductor, en cuanto entra me besa.

Fue una sorpresa porque no me lo esperaba.

Podría haberme echado atrás pero no lo hice, porque su beso fue tan bueno, tan bueno, que le permito seguir y le correspondo.

Siento calor porque nunca he dejado que ningún hombre me bese, él es el primero.

¡Esa sensación fue maravillosa! 😍

Sólo dejamos de besarnos cuando nos quedamos sin aliento.

Heitor me pregunta si podemos ir a un lugar más privado para continuar lo que empezamos.

Le digo que me da igual, que puede ser.

Mi mente me decía que me fuera pero mi cuerpo quería quedarse, la sensación de haber sido tocada era maravillosa.

Sólo quería que este dolor en el pecho desapareciera y haría cualquier cosa que me ayudara a olvidarlo aunque fuera por un momento.

Llegamos al apartamento a los 10 minutos.

Me lleva a un apartamento muy bonito y elegante, me pregunta si quiero beber algo, me niego, ya estaba bastante borracha.