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La Omega más deseada

Manada y Omegas

Mi madre siempre me ha dicho que por ser omegas no quiere decir que no tengamos un papel importante en una manada o clan, hoy es mi día en que podré despertar a mi loba.

Mama me contó que cuando estaba embarazada tuvo que huir a este clan, jamás me reveló los detalles del porqué tuvo que hacerlo, pero siempre he pensado que debió tener sus razones. Cuando le he preguntado por detalles, ella muestra una expresión de profunda tristeza.

Nunca he pensado mal de ella, lamentablemente en la manada, no lo ven así consideran que es una desertora y actualmente aún existe una desconfianza de sí ella es una espía de otro clan.

Nuestra manada Los hijos de la noche, es uno de los clanes reconocidos en la montaña, cerca habitan los hijos del bosque y los hijos del río claro, todos esos clanes se llevan bien. Lejos de la montaña están otras manadas que son rivales, y en la manada sospechan que mi madre y yo somos de aquellos clanes rivales por nuestras facciones.

Acá todos poseen la piel morena, cabello negro o castaño oscuro, y hasta color rojizo. Mi mamá y yo tenemos el cabello dorado, y nuestra piel tiene un tono tostado o trigueño, mis ojos son de color verde y a diferencia de mi madre tengo el cabello rizado.

Cuando cumplí los 18 años note como me comenzaron a mirar algunos jóvenes de la manada, me regalan cosas o me ayudan con algún trabajo; sin embargo, eso generó que las chicas me miraran y me tratarán con desprecio. Así que opte por evitar lo más posible sus atenciones, al único que me gustaría darle más atención es a Derek Smith, el es Delta en la manada; existen diferentes grados dentro un clan, está el alfa, los Betas que le siguen al alfa, por lo general ellos toman muchos trabajos en conjunto, los gammas y deltas son los miembros fuertes y por último los omegas quienes están en lo más bajo. Seguimos órdenes y realizamos trabajos para todos, nos sentimos muchas veces como simples peones.

Mamá me insiste en que debo valorar cada labor que se reciba, no hay que despreciar nuestro origen. Mi sensación de estar insatisfecha viene con el hecho de que me gusta Derek, es muy difícil que un delta escoja de compañera a alguien de mi nivel, es mi mejor amigo y por años he abrigado la esperanza de que me corresponderá o sé dé cuánta de que le gustó.

Y hablando de él, aquí viene con Adriana, mi amiga:

- Hola Hada_ me da un cariñoso abrazo Derek

- ¿Cómo estás Hada?_ dijo Adriana con un beso

- Hola chicos, ¿de dónde vienen?_ les pregunté curiosa

- Bueno, escuchamos por ahí que nombrarán al nuevo alfa_ comentó Derek

- ¿De verdad? ¿Tan pronto?_ dije sorprendida

- Jajajaja nuestro alfa ya no tiene las energías y fuerzas de antes, además Dante ya no es un muchacho tiene 23 años. Es muy hábil y capaz de ser un buen líder_ agregó Derek. Él y Mike son buenos amigos del hijo de nuestro alfa.

El alfa de manada tuvo a su único hijo siendo ya mayor, por ende es lógico que tenga que hacerse el cambió.

- Vaya hoy es un día especial ¿no Hada? Tú tendrás tú primera transformación. No puedo creer lo rápido que pasa el tiempo, hace dos años tuve la mía y tú Derek, ¿hace cuánto fue?_ comentó Adriana

- jejeje no sé fue hace 5 años_ se rascaba su bello cabello castaño, sus ojos en tono azul contrataban bastante con sus facciones y tono de piel.

Es tan guapo cuando sonríe, pensé mientras él hablaba. Desde los 16 años me di cuenta de que estaba flechada, Adriana me decía que como aún era muy joven era difícil que me tomara en serio. Sin embargo, ahora las cosas eran diferentes... además despertaría a mi loba, ansiaba mucho que eso sucediera porque significaba que pertenecería oficialmente a la manada.

- Bueno estaremos ahí para ti mi querida Hada_ comentó con cariño Derek

- Estaré ansiosa esta noche_ dije sonriendo

Las horas mientras esperaba, me parecían eternas. Mamá me comentó que estuviera tranquila, que todo saldría bien y que está noche sería muy especial para mí.

A medida que llegaba la noche, me tuve que poner un ligero vestido de color blanco. El viento era frío, y comencé a temblar por el frío y una extraña emoción.

< Hadassa_ oí una voz gentil dentro de mi cabeza

- ¿Quién es?_ dije sorprendida por la sensación que me produjo

< Soy tu loba Nira, he ansiado este momento_ comentó

- Nira, que alegría me da oír tu voz_ estaba emocionada

< Bien es momento de que nos transformemos_agregó

Sentí un fuego en todo el cuerpo, mis huesos sonaban como si fueran a quebrarse y vino un dolor que me hizo caer al suelo. De rodillas en el suelo, sentí que no soportaba el dolor...

< Tranquila, confía en mi_ agregó Nira

De pronto mis manos se convirtieron en pies de lobo, mi pelaje tenía un lindo tono dorado.

- Es increíble Hadassa, eres una loba dorada_ comentó mi madre con emoción

Algunos me miraban con asombró...

Mi respiración era agitada, podía sentir los olores de una manera muy diferente a lo que había sentido antes. Cuando me transforme no estaba sola, como me sentía tan ansiosa por ver a Derek y Adriana, no me di cuenta de que estaba Dante, Mike, y el alfa con la luna de la manada. Todos se transformaron y aullaban a la luna para recibirme y darme la bienvenida al clan. Más tarde, cuando terminó la ceremonia el alfa dijo:

- Es una buena señal tener una loba dorada en la manada_ agregó

- Nunca había visto una, es increíble. Eres hermosa Hadassa_ comentó la luna y me dió un abrazo cuando volví a mi forma humana

Muchos me dieron la bienvenida con un abrazo o solo un apretón de manos, Dante se acercó y me miró de arriba abajo, solo asintió con su cabeza y se giró para irse junto a Mike, este último me dió un abrazo y lo siguió. Ambos miembros eran muy conocidos en el clan, Dante por supuesto por ser el futuro alfa y por lo apuesto que es, moreno, alto, cabello castaño oscuro, ojos grises y Mike tiene la piel morena, ojos color avellana, cabello negro, fornidos. Muchas chicas en la manda sueñan con salir o llegar a ser su compañera.

Yo simplemente estaba feliz de tener a Derek y Adriana juntos a mi lado, mi mamá por supuesto me ha apoyado desde siempre. Esa noche volvimos a mi cabaña y celebramos, por primera vez pude beber champagne, y Derek me sonreía como lo hacía siempre. Habían algunos invitados, entre ellos los amigos de Derek, Dante y Mike, algunos miembros y la luna.

Me fui a despedir de él cuando llegó el momento en que todo terminaba, llegué hasta la puerta de la calle:

- Derek yo... deseaba decirte o mejor dicho preguntar una cosa_ dije nerviosa

Quería declararme, comencé a recordar muchas ocasiones en que compartimos y la forma en que siempre me cuido, y me salvó de unas chicas abusivas.

- Yo también he querido hablarte mi querida Hada. Es algo que me ha costado mucho decirlo_ comenzó a decir el nervioso

¿Sería posible que él se me estuviera declarando en la noche más especial y única?

- Siempre hemos sido buenos amigos, he llegado a quererte y... no es fácil decir esto...

¡¡Está pasando!!, quería gritar de alegría

- Mi querida Hada. Estoy saliendo con... Adriana, no ha sido sencillo decírtelo porque tú y ella son amigas también. No quiero que te sientas desplazada por ello_ terminó de decir y me sonrió con dulzura

Quedé en shock, no sabía qué decir. Adriana siempre ha sabido lo que he sentido por Derek. ¿Cómo? Sentía que la tierra se movía bajo mis pies, el aire se me escapaba. ¿Esto estaba sucediendo realmente? Las siguientes palabras de Derek, se perdían, no sabía lo que decía. De pronto, un brazo firme y grande me sostuvo, me giré de pronto y vi a Dante detrás de mí.

- Quería despedirme, mi madre está cansada. Su tacto se sintió extraño de pronto_ me miró extraño y luego aparto sus ojos a los de Derek

- Dante, yo me estaba despidiendo. Bueno, nos veremos mi querida Hada_ dijo Derek

- Buenas noches, Hadassa_dijo Mike con alegría besando mi mejilla. Dante lo observó serio

Me sentía tan abrumada de pronto, que todo me parecía en cámara lenta. No entendía que pasaba. La luna de la manada me daba un sincero abrazo:

- Disfruta de este momento mi hermosa niña_ dijo con cariño y afecto sincero

Yo solo le sonreí como si fuera una marioneta. No sé cómo logré llegar a mi alcoba, me tire a la cama y llore a mares. Sentía mi corazón destrozado, mi amiga me había traicionado y mi primer amor estaba saliendo con ella. Quería morir... ¿Cómo podría seguir? Seguí llorando hasta que me quede dormida...

Corazón roto

A la mañana siguiente, fui al baño, mi rostro estaba ojeroso y mis ojos se veían lamentables. No podía creerlo. No deseaba ver a ninguno de los dos, Derek no tenía idea de mis sentimientos y Adriana me había engañado.

Me lave el rostro esperando que mi aspecto mejorará un poco, me sujete el cabello en una coleta y me puse un brillo labial para que mis labios no lucieran opacos y secos.

Mi madre tocó la puerta del baño y me preguntó cómo estaba:

- Mamá necesito un café_ dije resignada, no deseaba contarle lo que pasó aún

- Hija quería avisarte que Adriana estará abajo, yo debo irme_ se despidió y bajo las escaleras

Rayos, pensé, no deseaba por nada del mundo ver a Adriana después de lo que sucedió. Baje las escaleras, estaba realmente enojada, me sentía una tonta por confiar en Adriana.

- Hola Hada_ dijo cuando me vio

- ¿Qué vienes a hacer Adriana? Acaso no te basto con quitarme a Derek, ¿quieres echarme en la cara que soy una tonta en confiar en ti?_ dije con enfado

- No quise que las cosas resultarán así. La verdad es que yo también sentía algo por él, pero no fui sincera contigo. Me di cuanta que me gustaba cuando mencionaste que te declararías, no sabía bien porque aquello me molestaba y ahí fue cuando entendí que Derek me gustaba. ¡Perdóname Hada! No deseaba lastimarte_ dijo queriendo tomar mi mano

- No puedo perdonarte Adriana. Debiste decirme que sentías algo por él. Hemos sido los tres amigos por años_ dije seria

- De verdad lo siento, pero no fue hasta que me dijiste que te declarabas que me di cuenta de mis sentimientos_ decía afligida

- ¿Y como fue que comenzaron a salir?_ pregunté

- Bueno, fue Derek ese día de tu primera transformación que se me declaró. No podía creerlo y yo no fui capaz de rechazarlo._ argumentó

Me dolía el pecho ante sus palabras, una parte de mí estaba enojada y otra, sentía pena. Quizás Derek siempre me ha visto como una amiga pequeña o como su hermanita.

Más que nada, había sido el quién dio el primer pasó con Adriana, hasta es posible que él siempre le hubiera gustado a ella y yo era la que estaba en medio. Además que más podía esperar si yo era un ¿Omega y Adriana era gamma?

- Debes darme tiempo Adriana_ dije finalmente como aceptando los hechos

- Oh querida Hada, gracias_ me dió un abrazo

Esa tarde debía partir al entrenamiento ya que había iniciado mi transformación, estaba el gamma Josh preparando a los nuevos, era un hombre de unos 40 años, cabello oscuro y algunas canas, su estado físico era evidente ya que su trabajo principal era entrenar a los miembros de la manada. Me llamo la principal atención que durante el entrenamiento había miembros antiguos y de experiencia en combate como Mike, Dante, Brendan, Carl e incluso la luna observando todo. Cuando termine la primera parte del entrenamiento me sentía realmente agotada, se acercó Mike:

- Hola bella, ¿cómo te sientes?_ dijo esto haciendo un gesto coqueto

- Hola Mike. No me llames así, harás que tus admiradoras me odien_ dije tomando un poco de agua de mi botella y echándome un poco encima por accidente.

- ¡Oh nena! Me matas cuando haces eso_ decía en tono sensual

Lo mire sorprendida al notar que estaba hablando en serio. No muy lejos podía ver a Derek mirando en nuestra dirección, no quería que me viera afectada por lo que me confesó ayer sobre su relación con Adriana, así que me obligue a prestarle atención a Mike.

- Vaya, no creí que mis acciones te causarán algo_ dije con interés a Mike

- Vaya que si. Eres muy hermosa Hadassa, no creo que ignores el hecho de que hay muchos en la manada que te desean_ comentó

No todos, pensé con tristeza, bueno al menos a quien me gusta yo no lo interesó en ese sentido, en realidad Adriana pertenecia a los gammas. Mire por encima del hombro si Derek me había visto, y pude notar que Adriana estaba a su lado. Debía superar mi enamoramiento temporal, pensé.

- Gracias por eso Mike. Es animador pensar que eso pudiera ser así; sin embargo, soy una Omega_ dije, entendiendo que mi realidad y mi lugar como Omega no puede ser tan superior.

No le di tiempo para que agregara o dijera algo más, volví a mi entrenamiento. Está vez mi compañero para realizar la maniobra de ataque era nada menos que Dante, el futuro alfa. Su expresión de fastidio en su rostro era evidente, realmente era guapo como escuchaba a menudo decir a las chicas. Sus labios gruesos, bien marcados y su mentón marcado le daban un aire tan sexy.

Mi imaginación estaba brotando con solo tenerlo de frente. Con razón todas estaban locas por él...

Me dirigí a atacarlo, sus ojos se veían feroces, pero no me intimido, mis manos iban dirigidas a sus caderas para tomarlo y botarlo como se nos enseñó. Está maniobra era muy efectiva para las lobas, ya que poseen menos fuerza, Dante puso resistencia y yo mirando con fiereza logré tumbarlo en el suelo. Él me sujeto y quedé encima de él... pude ver sus ojos perplejos, no entendía que había sucedido.

Me empujó de pronto, se veía confundido y molesto cuando me encontré con sus ojos:

- Dante, ¿estás bien?_ llegó diciendo asombrado Josh

Me miró y yo solo seguía teniendo dudas al respecto. ¿Se suponía que no debía botarlo? o ¿cómo es el hijo del alfa que debía ser más suave al realizar este ejercicio? En la escuela las chicas que me acosaban siempre terminaban yéndose porque las derrotaba o porque estaba Adriana y Derek para ayudarme. El recuerdo de ellos nuevamente hizo que me invadiera la tristeza.

- Hadassa, tu... ¿hiciste algo diferente para botar a Dante?_ preguntó Josh

- No, realice todos los movimientos que usted me enseñó. ¿Acaso estuvo mal que botara al hijo del alfa?_ comenté seria, mirando a Dante

Por más que me mirara con esa cara de enojó, lograría que me sintiera temerosa. Quizás mi actitud estaba demostrando falta de respeto.

- No es eso Hada... es solo que...

- ¡¡¿Como es que tú una Omega, lograste botarme?!! ¿Qué truco has usado conmigo? Nadie antes ha logrado hacerlo_ agregó Dante y sus ojos parecían en llamas

- ¿Nadie antes lo había botado? Bueno yo solo hice el ejercicio, es todo_ dije perpleja

- No te creo, pequeña omega_ dijo acercándose Dante, sus ojos grises estaban devorando los míos. Tenía una actitud muy hostil, la verdad es que me confundía.

- ¡¿Te sientes humillado porque una Omega como yo te ha dejado tumbado?!_ estaba harté de sentirme como si fuera poca cosa, quise devolverle su agresividad.

- ¡¿Qué has dicho?! ¡¿Humillado de que tuviste la suerte de haberme botado?!_ agregó irónico... ¿Acaso quieres provocarme, tú una Omega?_ dijo enojado

Antes de que las cosas se calentaran más, intervino la luna.

- ¡Es suficiente Dante! Es solo una joven, no deberías alterarte tanto por eso_ agregó ella

Tranquila Hada, recuerda seguir entrenando, ahora ve y descansa_ agregó con cariño

Derek y Adriana se quedaron observando de lejos, no parecían querer acercarse. Me levanté del suelo, dónde me había empujado Dante, él se había levantado, me observaba con recelo. Cuando pase por su lado decidí molestarlo como él lo había hecho conmigo:

- No veremos mañana en un nuevo entrenamiento_ le susurré cerca

Sus ojos se abrieron de par en par.

Antes que pasará algo más, tome mis cosas y me retiré, me llamaba mucho la atención que la luna de la manada me ha estado defendiendo. Llegué a casa, corrí a ducharme, comencé a llorar por qué sentía que las palabras omegas estaban marcadas en mi piel, ser Omega me obligaba a la humillación, a qué fuera poca cosa y a qué por serlo no fuera una buena opción de ser considerada la compañera de alguien más. Salí después de un tiempo del baño, me coloque un vestido muy ligero, mamá me decía que no lo usará afuera porque se trasluce, pero estaba en la casa, así que no habría drama.

Eran las 5, mi mamá llegaría a las 6:30, fui a la cocina a prepararme algo para comer, estaba en ello cuando escuché golpes fuertes en la puerta.

¿Quién podría ser capaz de ser tan grosero?

No me atrevía a abrir, tenía la sospecha de que sería Dante y no me equivoqué cuando abrí, venía furioso.

- ¿Qué quieres futuro alfa? ¿¡Vienes por una revancha?!_ dije con tono divertido

Me sentía mal para más encima tener que verlo a él. Desde que era niña, Dante era grosero y despreciaba a los omegas, los trataba como poca cosa, recordé que él era muy fuerte y hábil en muchas cosas. Quizás por esa razón se ha sentido tan superior, al resto, y que yo le haya derribado en mi primer enfrentamiento con él, lo molesto más de lo que imaginé. Y si a eso le agregamos que soy una simple Omega, debe ser lo más humillante. Sus ojos destellaban...

- ¡¿Crees realmente que por derribarme una vez me has derrotado tú, una simple Omega?!_ agregó con desprecio

- Si ese es el caso, ¿por qué venir hasta mi casa y molestarme?_ dije cruzando mis brazos mientras apoyaba mi cuerpo en el marco de la puerta

De repente, recordé como andaba vestida, no podía mostrar mi vergüenza. Quizás él no notará mi vestimenta con lo furioso que está conmigo. Luego vi que sus ojos, se dirigieron por mi cuerpo, tragó saliva un momento y luego me miró a los ojos:

- ¿Quieres seducirme?_ dijo

- ¿Qué?_ dije incrédula

- Ahora entiendo todo, has preparado esto de llamar mi atención ¿no es cierto? Pues aunque seas tan atractiva y que vuelvas locos a la mayoría, conmigo no te resultará pequeña Omega_ se acercó tan de repente que me asustó

- ¿Estás loco Dante? Yo una Omega, ¿buscó llamar tu atención? No crees que es absurdo, cuando yo bien sé lo que sientes por mi_ dije en mi defensa con enojo y buscando con que cubrirme. Este me tomo la muñeca, sentía su respiración profunda y como estaba muy cerca el aroma de su perfume.

- Deja de fingir que no te gustó. Todas las mujeres son iguales_ sonrió con picardía sus palabras me dejaron boquiabierta, se estaba acercando

Lo empujé con fuerza, al liberarme cerré la puerta. Dante nunca me ha tratado bien, ¿por qué ahora tenía la sensación de que me besaría? o ¿era mi imaginación?

- ¡Vete de aquí Dante! Tú no eres el que me gusta para tú información_ le grite desde el otro lado de la puerta

Luego por temor de que sucediera algo más, subí corriendo las escaleras y me encerré en mi habitación. ¿Me había vuelto loca acaso? No era como si Dante fuera a entrar y derribar la puerta.

Más tarde llego mi madre, baje para recibirla, me miró con atención y agregó:

- Espero que nunca te atrevas a salir con ese vestido_ comentó

- Lo uso solo en casa_ me puse roja al recordar que Dante me vio en él

- La verdad cariño, es que ese vestido hace que se vea todo tú cuerpo. Puedo ver tú ropa interior de encajé_ agregó mientras calentaba la cena

Yo seguí colocando los cubiertos, no dándole importancia a lo que sucedió anteriormente.

Cenamos y conversamos, le narré sobre mi entrenamiento, mamá me miró preocupada.

- ¿Sucedió algo en tú entrenamiento?_ preguntó

- Bueno... ocurrió que tumbé a Dante en mi demostración del ejercicio_ dije preocupada

- Debí decirte antes, pero no es bueno que demuestres tú fuerza. Me imagino que te has dado cuenta de que no eres como las demás omegas de la manada, nosotras vinimos de afuera y... es bueno no llamar mucho la atención en ese sentido_ terminó de decir, sentía que deseaba revelar más información pero se abstuvo.

Desde hace años he sentido curiosidad por las razones y el porqué mamá tuvo que escapar conmigo cuando estaba en su vientre. Para cualquier mujer embarazada, tener que huir es un riesgo muy grande.

Algo me dice que es mejor que ella, algún día se sienta con la confianza de decirme. Debió suceder algo muy importante o grave, para que guarde el secreto.

- Está bien mamá, voy a buscar no llamar más la atención_dije para dejarla tranquila

Cenamos después con calma y a la mañana siguiente, mamá se fue temprano. Me quedé acostada un rato más, debía ir al entrenamiento a eso de las 10 así que podía levantarme un poco más tarde. Mi madre trabajaba en una cafetería cercana, así que salía con tiempo. Desayuné tranquila, me vestí con unas calzas deportivas, un top, una polera que me cubría, y una polera deportiva que hacía juego. Baje las escaleras, tome mi bolso, agua y llaves de la casa.

- Hola Hada_ era Derek quien me esperaba afuera

No habíamos vuelto a hablar desde aquella noche, evidentemente buscaba evitarlo para tener tiempo de aceptar su relación con mi amiga Adriana.

- Hola_ dije con sencillez

- No he tenido oportunidad de hablarte desde ese día_ dijo inquietó

¿Está todo bien Hada?

- Si Derek, es solo que necesito un tiempo para hacerme a la idea de que tú y Adriana salen y que... bueno ya seremos los tres amigos_ dije con calma, para que no se viera que había otra razón

- Oh Hada, siempre seremos amigos los tres, solo que habrá cosas distintas_ decía queriendo abrazarme y yo se lo impedí

- No Derek, ya no soy una niña pequeña. Es mejor que me trates diferente_ le sonreí con mucho esfuerzo

- En verdad, lo siento Hada. La costumbre de tratarte así_ argumentó nervioso

- Bueno Derek, debo ir a mi entrenamiento. Nos veremos_ dije cortando la conversación

No sabía cuanto más aguantaría si seguía conversando con él. Me fui corriendo, sentía que las lágrimas aparecerían, a la entrada estaba Dante esperando, me miró con detenimiento como si me analizará o ¿era que recordaba el vestido de ayer?

- Te estaba esperando_ dijo cuando me acerqué

El chico que Odio

Dante tenía una expresión que me resultaba difícil descifrar, ayer sucedió algo muy extraño. Quizás fue solo un malentendido, era difícil que un futuro alfa y más alguien que evidentemente despreciaba a los omegas quisiera besarme.

- ¿Por qué me esperarías?_ pregunté

- Bueno ayer argumentabas que volviéramos a enfrentarnos. Vengo a demostrarte que soy más fuerte y que puedo derrotar a cualquiera_ dijo acercándose a mí

- ¿Y qué propones hacer?_ dije con desafío, no me intimidaría

- Sígueme Omega_ dijo y fue hasta un lugar de entrenamiento, no había nadie más

- ¿Quieres que luchemos solos?_ pregunté

- ¿Me tienes miedo Hadassa?_ afirmó

- No le tengo miedo a nada, siendo Omega he tenido que lidiar con todo y todos quienes buscan aplastarme_ le respondí

- Muy bien, quiero que te enfrentes a mí ahora_ decía aquello mientras se quitaba la sudadera y quedaba con una camiseta que revelaba sus brazos marcados y musculosos

- Muy bien_ le seguí la corriente, me, quite mi poleron deportivo y quedé con mi camiseta que me cubría

Se ubicó en el centro de la lona de entrenamiento, Josh nos había enseñado desde que éramos jóvenes formas de combate básico. Yo me sentía confiada porque había sido buena, sin embargo, enfrentar a Dante quien se decía era el mejor en la manada, me ponía nerviosa.

- Ven Hadassa_ me provocó

Comencé con algunos movimientos rápidos, evidentemente Dante era bueno, los evadía con habilidad, en uno de ellos me rodeo con sus brazos por mi cintura. Sentí una ligera cosquilla en la boca de mi estómago, lo atribui a qué me enfrentaba al futuro alfa.

Me tumbó al suelo y antes que me inmovilizara, rodee mis piernas en su cuello, estábamos muy cerca. Sus ojos estaban muy fijos en los míos, apreté con fuerza mis piernas, él también tenía mucha fuerza, ya que me levanto en el aire. En él forcejeó, caímos en la lona, yo encima de Dante, su rostro estaba enterrado en mi pecho y sus manos en mi trasero. Me moví con rapidez, mi respiración estaba agitada, Dante era la última persona que quería que me pasará esto. Me levanté de la lona, y me dirigía a tomar mis cosas:

- ¿Haces estás cosas para provocarme no es así?_ se levantó Dante

- Acaso no te das cuenta de que fue un accidente. Es lo mismo que sucedió ayer_ afirmé

- No Hadassa. Ayer tú me demostraste que tienes una fuerza fuera de lo normal_ comentó mientras se acercaba

- Bueno, no lo sé. Quizás tú ayer no estabas en tu mejor momento... Él me estaba mirando muy cerca.

- Haces que me vuelva loco_ se pasaba una mano por cabeza

- Bueno tú siempre me has odiado. Me lo has demostrado desde que tengo memoria.

- Ayer me gritaste que te gustaba alguien más, no es Mike ¿cierto?

- Eso es asunto mío. Además, soy una Omega lo olvidas, no puede gustarme alguien que es... _ sentía que la voz se me quebraba

- Estaba seguro de que ser Omega no te importaba_ agregó Dante hasta quedar de frente

Lo quise mirar con enfado, pero sus ojos grises tenían una expresión cálida. Me parecía tan extraña toda esta situación, de a poco voy recordando ocasiones en que Dante me trataba indiferente, cuando me hablaba con dureza o era grosero.

- ¿Qué quieres demostrarme? Eres mejor que todos en la manada. Tan malo es que ayer por casualidad te haya tumbado_ dije esperando que con eso quizás dejara de estar indignado, molestó, ya no sabía que, era lo que deseaba.

Sus ojos no dejaban de mirar los míos, realmente Dante era alto. Yo media 1.68 y el cómo 1.90... Se acercó más a mí, e inclino la cabeza hasta centímetros de mi rostro, sentí su aliento:

- Tú no lograrás hacer que me gustes, aunque sigas usando tus trucos_ me respondió

- ¡De qué trucos me hablas! Ya te dije que no me gustas, ¿¡acaso crees que estoy loca para fijarme en alguien como tú!?_ dije con enfado

- Jajajaja ese vestido, tu perfume y ponerme tus senos en la cara, ¿crees que soy tonto? Le haces lo mismo a todos para que hablen de tí y gustes de ellos_ comentó enfadado y me sujeto la camiseta

- ¡Suéltame Dante! Tú eras es que me estaba esperando, ¿y dices que yo lo provoqué? Y además, ¡me acusas de provocar a otros sujetos! Eres un cretino.Déjame ir ¿quieres?_ intenté que soltará mi camiseta, no quería seguir oyendo sus estupideces

Ya tenía suficiente, a penas me estoy reponiendo de que perdí el amor de mi querido Derek.

- Deja de hacerlo_ decía con voz ronca

- ¡Dante! ¡Suéltame!_ me confundía su actitud, era hostil y a la vez tenía en sus ojos una expresión que me hacía sentir inquieta.

Me sujeto con más fuerza, me levantó y al abrir mi boca en protesta, su boca cubrió la mía. Sus labios eran suaves, su aliento cálido, era la primera vez que me besaban, y el beso no era de quién siempre soñé.

Me desgarró la camiseta, agarró mi cintura y me apegó a su cuerpo. Sus labios devoraban los míos, lo empujé para qué me soltará, ya que sentí que sus manos subían hasta llegar a mis senos. Podía oír su rugido de lobo.

- ¿Eso querías no es así?_ agregó este a verme con los ojos agitados y una sonrisa se dibujo en su rostro.

- Si te vuelves a acercar, te voy golpear dónde mas te duele_ dije limpiando mis labios e intentado sujetar mis cosas

 - Jajajaja deja de fingir que no querías que hiciera esto. Desde hace unos años me has estado provocando_ agregó

- ¡No vuelvas a tocarme!_ grite con lágrimas

- Que excelente actriz_ no quise seguir oyendo o que tuviera ocasión de tocarme de nuevo. Le di una patada en sus partes y salí corriendo. Desde ese día en adelante evite toda la semana ver o encontrarme a Dante.

Lo único bueno de aquella situación tan desagradable, es que me hizo olvidar el asunto de Adriana y Derek, y que tampoco logré verlos.

Mi mamá durante esos días había tenido mucho trabajo, así que durante la tarde del viernes decidí ir a verla y tomar un café.

- Cariño, has venido a saludarme_ dijo cuando me vio llegar

Iba vestida con jeans, zapatos altos de taco y una blusa que enseñaba el vientre. Deje mi cabello suelto, había crecido de la última vez que me lo corte, me llegaba a la cintura.

-Te ves hermosa_ agregó ella con cariño y se sentó unos minutos para acompañarme

- La verdad es que me parezco a ti_ le bese la mejilla

Tuvimos una agradable conversación, y disfrute del café junto a su cinnamon. Ella regresó a su trabajo, mientras me terminaba lo que quedaba. No muy lejos, vi a Adriana que venía de la mano con Derek quien sonreía con entusiasmo. No recuerdo haber visto esa risa en él, pensé con tristeza mientras me terminaba lo que quedaba en mi taza. Me levanté con rapidez, no quería tener que charlar con ellos en estos momentos y aún evitaba volver a ver a Dante. Me fui por él caminó que daba por un sendero al bosque, me di prisa mientras caminaba en él, escuché risas de algunos jóvenes. Pase con rapidez, me di cuenta de que entre ellos estaba Mike, Brendan y otros dos muchachos, estaban bebiendo. Seguí caminando fingiendo no verlos, alguien me llamó, pero no preste atención.

- Espera Omega_ escuché a Brendan que se paró en medio del camino

- Déjame pasar ¿si?_ dije con disgustó

- ¿Con quién crees que estás hablando? ¿Acaso piensas que por ser atractiva te da derecho a hacerte la difícil?_ me sujeto la muñeca

- Suéltame, por favor no quiero gritar_ dije

- Si te portas bien y me besas, podría pensar en hacerte mi compañera_ agregó

- Mike por favor has que me suelte por las buenas_ dije conteniendo mi furia

- Hada ¿por qué no eres buena conmigo? Ahora me pides ayuda. Me he acercado a ti siendo amable, pero no pareces interesada, ¿acaso aspiras más alto? Brendan es Delta, y yo Beta. ¿No te gustaría ser mi novia? Yo te puedo reclamar_ decía también acercándose

Ambos estaban ebrios. No podría defenderme con todos, no entendía que les sucedía. Mike comenzó a tocar mi cabello y Brendan aún no soltaba mi muñeca, era claro que no razonaban con claridad. Sobre todo si me estaban diciendo que me podrían reclamar como compañera. Escuché un aullido fuerte no muy lejos, ambos me soltaron y se alejaron... Por el sendero salió Dante con una mirada asesina.

- Dante, ¿que sucedió?_ preguntó Mike

- Hada querida, ¿está todo bien?_ escuché a mis espaldas la voz de Derek

- Voy a mi casa. Permiso_ dije, quería retirarme de aquel lugar

Dante estaba en mi camino, sus ojos parecían que quería devorar a alguien.

- Hada déjame acompañarte_ decía Derek

¿Por qué venía solo? ¿No estaba hace unos minutos con Adriana? Deseaba irme sola hasta mi hogar. Dante se acercó a mi lado y me sujeto la mano, me tiro haciendo que lo siguiera.

- La omega viene conmigo_ aclaró mientras nos alejabamos

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