Candi redacta un anuncio en cierta aplicación (Loreto) con la finalidad de encontrar un caballero que esté dispuesto a pagar por sexo, ella una mujer de 50 años, muy bien cuidada, es una diosa. Le encanta el sexo, es muy fogosa, apasionada y lleva mucho tiempo sin tener pareja estable, así que decide encontrar una buena compañía que además le genere ganancias económicas, aunque no lo necesita ya que ella es una mujer madura, emprendedora, que tiene una magnífica reputación en el medio del Marketing.

Inmediatamente, recibe ofertas por su anuncio que dice: Madura busca pareja para pasarla increíble.

La mayoría de las respuestas a su anuncio son de jovencitos entre los 19 y 25 años y la verdad ella no está dispuesta a estar criando niños por lo que agradece el interés pero descarta los ofrecimientos

Transcurren las horas y llegan varias solicitudes pero una llama su atención, es una propuesta de un hombre de su misma edad que está más que interesado por conocerla.

Candi se ve tentada a continuar con el protocolo para saber si vale la pena quedar para un encuentro. Él pide una foto de ella (de preferencia sexy) y ella se toma una serie de fotos en lencería hasta que encuentra una que le llama la atención (la foto es en tanga y solo mostrando el trasero con las dos manos sujetándose de manera muy sexy y provocativa). Esa foto inmediatamente llama la atención de Hernán quien de inmediato queda con ella pactando la hora, el lugar donde se encontrarán y además los pormenores de la cita, ya que ella en todo momento ha pedido que siempre haya protección de por medio, aclarando que solo serán 2 horas y el encuentro tendrá un costo de $1500 por ese par de horas. Durante la sesión de fotos Candi decide masturbarse ya que el verse casi desnuda en las fotos la pone muy caliente, le hierve el cuerpo y toda ella reacciona a la necesidad de sentirse tomada por un hombre especial.

Se llega el día para el encuentro con Hernán. Candi se propone seleccionar su lencería y sobre todo la ropa que llevará puesta para desde el primer minuto enloquecer a su víctima del sexo. Esto de irse a encontrar con alguien desconocido es bastante peligroso, pero también da un toque de adrenalina que la tiene a ella muy cachonda con ganas de que ya empiece la acción, solo falta un pequeño detalle....conocerlo de una vez por todas ya que de verdad anda con muchas ganas de sentirse mujer, de sentirse deseada.

En el transcurso del día ambos comparten números telefónicos y así por medio del chat están más comunicados. Ya que por la aplicación (Loreto) era muy lento esto de saber de él. Ella le pide su número telefónico, lo agrega a sus contactos y se da cuenta de que no es un número conocido, ya que tenía la incertidumbre de que pudiera ser alguna vieja amistad o alguien cercano a la familia o del trabajo. Pero finalmente todo indica que no se conocen así que a partir de este momento todo va bien a excepción de que algo no salga como ella lo tiene planeado

Candi tiene cierto nervio porque finalmente reunirse con un completo desconocido es muy arriesgado, pero también le genera adrenalina que la tiene lista para llegar y darle tienda suelta a sus necesidades de mujer, además de complacer a Hernán en todo lo que quiera.

Se llega el día en que Candi y Hernán se van a reunir, se verán por primera vez y no tienen idea si se van a gustar, si tendrán química o si esto realmente va a funcionar.

Ella se ducha y comienza a ponerse una lencería roja que ha escogido para este momento, desliza unos leggings bien ajustados a su escultural cuerpo y una blusa ligera que deja entrever su marcada figura y ese escote le favorece bastante. Acompañada de accesorios, maquillaje ligero y cabello suelto a la altura de la media espalda. Se enfunda en unos tacones medios y se va a esperar a su cita en la Plaza que han designado para el encuentro previo.

Hernán por su parte hace una llamada a Candi comentando que va en un vehículo un poco clásico y pregunta si ella está de acuerdo en que se vayan en dicho vehículo. A Candi se le hace bastante raro el comentario sobre el auto, pero acepta sin mayor contratiempo, ya que lo único que desea es consumar el encuentro.

Mientras Candi está lista para conocer su cita ve un auto rojo, muy viejo pasar hacia el retorno y ahí entiende la llamada de Hernán sobre el detalle de su auto "clásico". Honestamente, el auto es casi una chatarra, pero finalmente ella está decidida a llevar a cabo el encuentro, ya que el hombre que maneja realmente luce muy diferente a lo que el auto representa.

Se acerca Hernán y Candi le hace una seña de que es su cita. Él baja del auto y le abre la puerta para que ella pueda subirse al "clásico", por dentro está peor, ya que es pura lámina el coche y no tiene ni manija. En fin esto ya comienza a desesperar a Candi que siente que algo no está bien con todo esto del auto y el porte que Hernán representa.

Se saludan ya dentro del auto y se dirigen al motel para consumar las ganas que tienen ambos de disfrutarse.

Hernán estaciona el auto donde le indican y hace todo para poder estar a solas con su acompañante mientras tanto Candi sigue en el vehículo esperando a que le abran puerta, ya que no hay forma de abrir desde dentro.

Todo esto pinta muy mal así que Candi está muy incómoda con esto del auto chatarra (ella desde este momento así llama al auto de Hernán)

Por fin él abre la puerta y le extiende la mano para ayudarla a salir del auto. Suben unas escaleras y llegan a una habitación muy bonita, acogedora y llena de detalles que hacen olvidar el inconveniente del auto chatarra.

Se vuelven a presentar solo diciendo sus nombres y al darse la mano él la jala hasta tomarla por la cintura y comienzan a besarse, sin haber dicho nada más que sus nombres.

La comienza a tocar desde la cintura hasta las nalgas y ella comienza a responder con ciertos gemidos que hacen que Hernán de inmediato sienta como fluye la sangre hasta su entrepierna y algo va creciendo de inmediato que Candi puede sentir.

Esa reacción que el miembro de Hernán está sintiendo más los besos desmedidos y las caricias le indican a Candi que todo va muy bien. Ella se siente muy atraída por Hernán y se olvida por completo del bochornoso tema del auto chatarra.

Mientras tanto Hernán comienza a quitarle la blusa a Candi mostrando un busto de ensueño que se enmarca por ese brassier que ella porta. Candi es de piel blanca, es delgada, alta, pero tiene una figura envidiable que en estos momentos solo es de Hernán. Mientras tanto Hernán es un hombre alto, con buen cuerpo, bien trabajado en el gimnasio, es de piel morena. Solo un detalle extra está casi calvo y el poco cabello que le queda está empezando a pintar canas.

A Candi le gustan los hombres bien dotados pero lo que más llama su atención son los brazos fuertes y las manos marcadas (de esas que han trabajado y se les marcan las venas).

Hernán cumple todos los requisitos hasta el momento ya que es apasionado, besa delicioso, sus manos se mueven perfecto, saben dónde tocar y le da un buen uso a sus dedos, esto es increíble piensa Candi

Estando bien cerquita uno del otro, Hernán comienza a hacer uso de sus dedos y empieza a tocar entre las piernas de Candi, ella lo detiene y lo ayuda a entrar entre sus leggings para que meta mano y sienta la humedad que tiene desde el momento que empezó a sentirse tocada por este hombre desconocido

Esto de haber quedado con un desconocido para tener intimidad va muy bien, ya que Candi se siente deseada y ya quiere saber que más puede hacer este hombre con ella

De inmediato Hernán siente esa humedad y se calienta mucho más y empieza a quitarle su ropa para verla en lencería y esto va poniendo el ambiente mucho más cachondo, hay mucha pasión en estas cuatro paredes

Al tenerla en lencería la llena de besos por sus pechos, en las piernas, las nalgas son succionadas por esos chupetones que él le da y termina besando el vientre de Candi

La desabrocha el sujetador y puede apreciar unos senos frondosos, bien puestos en su lugar y los empieza a besar, a morder, a chupar y tocar con las manos y a exprimirlos de manera que ella solo se calienta más y para este momento ella quiere sentir a su hombre dentro

Sin embargo, ahora le toca a Candi empezar a descubrir que hay debajo de esas ropas tan elegantes de Hernán. Empieza por quitarle la camisa y se pueden ver unos brazos bien trabajados en el gimnasio, esos brazos que se antojan que te tengan bien abrazada... pensaba Candi

Ella empezó a besar sus pectorales y de inmediato se dio cuenta de que él lo estaba disfrutando, pero aún había más por descubrir, entonces empezó a tocar eso abultado que se sentía que se iba a salir del pantalón y decidió bajara cremallera y él en un movimiento sacó ese miembro que de momento hasta asustó a Candi por el tamaño. Pero era tanta la temperatura en esa habitación que ella simplemente bajo hasta ahí y metió todo eso a su boca para saborear eso que él le estaba ofreciendo

Así ella incada y él de pie empezaron a disfrutar de este encuentro que tenía aún para mucho rato. Aunque Candi tenía en mente 2 cosas: primero que solo serían 2 horas y que esto era solo un encuentro casual y la segunda y más importante que sería con protección

Entonces ella succionaba y entraba y salía usando su lengua y jugaba con ese miembro que estaba bastante grande y que solo la hacía enloquecer de satisfacción, ya que él decía cuánto lo estaba disfrutando y pedía más y solo decía no pares por favor. Así transcurrió un buen rato mientras ella hacia lo propio hasta que él se dejó venir en su boca y quedó satisfecho para botarla a ella sobre la cama haciendo de lado la tanga y besando esa parte tan íntima que seguía más húmeda por todo el placer que estaba dando y sintiendo Candi

Hernán simplemente metió su lengua y dejo fluir la pasión guardada que llevaba escondida Candi

Ella pedía más y él solo obedecía