Alexander Meyer
Me casé con la mujer perfecta, era dulce; amorosa. Amaba cuidar de nuestra pequeña hija, mi trabajo me obligaba constantemente a estar fuera de casa, viajes de negocios, reuniones, juntas y mucho más.
Jamás volteé a ver a otra mujer, siempre la amé y le fui fiel a mi familia, un día volviendo de un viaje, mi vida perfecta se desvaneció cuando encontré a mi querida esposa, en los brazos de mi hermano, en nuestra propia cama, en nuestro lecho de amor.
Se congeló mi respiración, un dolor agonizante invadió mi corazón, ¿Cómo pudieron? ¿Tuvieron el estómago para hacerlo? La respuesta es sí.
Él no sabía dónde meter la cara, ella simplemente lloró y me suplicó que no la dejara, ser abogado me ayudó en esa situación, me divorcié y le quité la custodia de mi hija, la eché de mi casa y desde ese día Combatía mi dolor hasta hacer de mi corazón una piedra, ninguna mujer volverá a engañarme, me dedico a mi hija en mis tiempos libres y trato de hacerla feliz, a pesar de mi agonía.
Soy Alexander Meyer, tengo 31 años, divorciado y con una hija que necesita una niñera de confianza.
Anastasia Johnson
Amo la vida, amo a mis hermanos con quienes vivo desde que murió mamá de cáncer.
Fabio, Emma y yo somos muy unidos y nos apoyamos en todo, nos complementamos en todo, Fabio trabaja de editor en una pequeña compañía; Emma aun estudia en la universidad y yo trabajo de Enfermera en un hospital.
Mi trabajo es estar de guardia en guardia, no tengo tiempo de nada, ni siquiera para mi misma, sin embargo; lo he pensado mucho y decidí dejar mi curriculum en una agencia de trabajos y tengo grandes esperanzas de hallar algún trabajo que me diera un poco más de tiempo y vida.
Soy Anastasia Johnson, tengo 25 años y soy una chica muy explosiva, pienso muy poco para hablar, ya sé; es mi peor defecto, pero es lo que soy.
Una mañana muy temprano, mientras leía mis mensajes y correos entre ellos me encontré una cita de trabajo, salté de alegría, era como hallar una mina de oro; puesto que me urge cambiar de trabajo.
La cita era para las 11 de la mañana, en un bufete de abogados, lo primero que pensé fue que podía conseguir un puesto de secretaria, nada que ver a mi profesión, pero aprendo muy rápido.
Me arreglé lo mejor que podía y salí a tomar el autobús, ya que auto no tengo y caminar hace bien a la salud.
Llegando al edificio, me dirijo a la recepción, una señorita amable me hizo pasar a la oficina de un tal Alexander Meyer, el abogado que me va a entrevistar.
____ ¡Buenos dias!____ Saludé.
____ Buenos días, tú has de ser Anastasia Johnson __ Dijo él, mientras se coloca de pies.
____ ¡Sí señor! ____ Contesté con una sonrisa.
____ ¡Dios, que bella!___ Balbuceó.
____ ¿Perdón?____ Pregunté, haciéndome la desentendida.
_____ No nada, puedes tomar asiento___Dijo mientras hace la invitación con su mano.
_____ Bueno, dígame ¿para qué puesto aquí, me citaron? ___ pregunté confundida.
____ Bueno, en realidad no es para trabajar aquí, si no____ Antes de terminar la oración, él fue interrumpido por un hombre que estaba parado atrás de mí.
_____ Ya puedes retirarte Sebastián, gracias____ Dijo esa voz firme y serena que enseguida despertó algo en mi interior.
____ Ah, llegaste; bien los dejo___ Contratala____ murmuró Sebastián, mientras salía.
Me coloqué de pies y me di la vuelta, me encontré cara a cara con el hombre de mis sueños, apenas lo vi; mi corazón se exaltó dentro de mí.
_____ Toma asiento, señorita Johnson___ Invitó él, con cierto tono de un típico amargado.
Sentados frente a frente, él comienza a leer mi curriculum en silencio y con mucha seriedad.
Yo me encontraba ansiosa observando cada detalle de su expresión.
Unos minutos después, de un absoluto silencio, redirige su mirada hacía a mí.
_____ ¿Eres enfermera?____ Preguntó.
____ Sí____ Contesté.
_____ Bien mucho mejor, vamos con las cosas claras; el puesto es para cuidar de una niña de seis años, acompañarla, tenerle mucha paciencia, dedicarle atención exclusivamente a ella, ayudarla a asearse, acompañarla en todo y en cada paso que dé, el sueldo es diez veces más de lo que te pagaban en este hospital.____ Explicó, yo solo oí la última palabra, que el sueldo era diez veces más. Con eso mantengo al vecindario, no claro que no es broma, pero es una muy muy buena oferta.
_____ pensé que el puesto era de secretaria señor___ Dije, no sé por qué dije eso.
_____ ¿No te interesa el trabajo? Puedes dar el paso a otra que está esperando a ser entrevistada señorita___ Dijo él, deprisa y se colocó de pies para despacharme.
____ No, no; si quiero el puesto___ dije, mientras me posiciono a su paso.
_____ Bien, toma asiento; firmarás el contrato y el puesto será tuyo____ Aclaró mientras buscaba los papeles.
Él deslizó los papeles sobre el escritorio, mientras miraba su celular con atención.
Yo tomé los tomé y los comencé a leer con absoluta calma.
Todos los acuerdos me pareció justo, excepto uno.
_____ No tomarse el lugar de la madre, y menos involucrarse con la familia de una manera que pueda llegar a ser íntimos.
Me quedé pensando, pues soy de excederme y cruzar los límites en cuanto se trate de dar amor a otras personas.
____¿Algún problema, señorita Johnson? ____ Preguntó él, mientras estaba en lo suyo.
_____ No, ninguno está bien; solo por curiosidad, ¿por qué se abstiene en que la niña no sea íntima a alguien? Sí es que prácticamente convivíremos, y es imposible no agarrarnos cariño____ Expuse mis pensamientos.
____ Tú estarás allí para ella como niñera, no como amiga, ni como madre solo serás una persona más del servicio y nada más ____ Aclaró.
_____ Está bien, si así son las cosas así serán____ Contesté y firmè el contrato.
_____ Bien, puedes retirarte te espero mañana a las siete de la mañana en esta dirección____ Dijo sin pestañear ni siquiera tomarse el tiempo de mirarme a los ojos.
Anastasia Johnson
Mi reloj sonó a las cinco de la mañana, hice mis necesidades; me arreglé y me apresuré a salir temprano y así llegar a horario, tomé el autobús y luego el tren hasta llegar al pueblo en dónde estaba ubicada esta increíble mansión.
Mansión de Alexander Meyer
____ Buenos días, ¿señorita Johnson? ___pregunta el ama de llaves.
____ Buenos días, si señora soy yo___ Contesté amable.
___ Adelante, por favor____Dijo ella, dulcemente.
Cuando ingresé en aquella casa por primera vez, me quedé asombrada por lo enorme y lujosa que era, es una mansión gigante, muy amplia y hermosa.
Le seguí el paso a la señora, mientras mis ojos vagaban alrededor.
Llegamos a la cocina en donde este hombre desayunaba, mientras leía el periódico con una cara seria.
____ Buenos días, señor____ Saludé.
____ Buenos días, señorita Johnson, por favor Luisa enséñale los horarios, la casa y todo lo necesario, me voy____ Informó mientras recogía el maletín y no pude evitar sentírme molesta.
____ Oiga señor, usted podría tomarse el tiempo de por lo menos, presentarme a su hija___ Exigí.
Él frenó sus pasos y quedó tieso por un momento, tomó un respiro, se caminó hacía a mí y dijo:
____Usted no está aquí para decirme lo que tengo que hacer, ¿Le quedó claro?
____ Usted es muy poco amable___ Murmuré bajo dientes.
_____ ¿Perdón?____ preguntó incrédulo.
____ No dije nada señor, puede irse____ Contesté, despertando su demonio interior.
En su rostro expresó enojo; sin embargo, se abstuvo de decir algo y se fue.
Unos minutos después, Luisa me enseñó toda la casa para luego presentarme a la pequeña Lucía.
____ Mi niña, Buenos dias___ Susurró Luisa con mucha ternura.
La niña abrió los ojos y me miró.
____ ¿Quién es ella? ___ Preguntó semidormida.
Me acerqué y me presenté:
____ Hola pequeña; mi nombre es Anastasia y estoy aquí para cuidarte.
____ ¿En serio?___ Preguntó abriendo sus ojos más grandes.
____ Sí corazón, un placer conocerte___ Expresé.
Ella se sentó y me abrazó de la nada, luego recordé las pautas de su padre. Sin embargo, no podría resistirme a tanta ternura.
La levanté de la cama y la ayudé a bañarse, enseguida conectamos y ese mismo día nos hicimos muy buenas amigas.
Al terminar el día, jugamos a las princesas con la pequeña Lucía, nos reímos y nos abrazamos mucho.
_____ No quiero que te vayas Ana, quédate conmigo esta noche___ Insistía la pequeña.
____ No puedo quedarme cariño, pero mañana estaré aquí muy temprano. Te lo prometo; te llevaré a la escuela, luego iremos a la plaza así como lo hicimos hoy ¿Sí?____ Le dije tratando de convencerla.
____ Está bien___ Contestó con carita triste.
____ Ven acuéstate, ya tienes que dormir____ Le dije, mientras la levantaba en mis abrazos.
____ Quiero ver a mi papi antes, no lo veo mucho___ Expresó ella con mucha tristeza.
____ ¿Quieres esperarlo?___ Pregunté, mientras veía en mi reloj que mis horarios ya habían sobrepasado.
_____ Sí, ¿Te quedas un rato más?___ Preguntó con tanta inocencia que no me pude resistir.
Narrador
Anastasia, se había quedado dormida al lado de la niña, pues estaba tan cansada por las tareas de ese día.
Por otro lado, Alexander había llegado y subía las escaleras creyendo que Anastasia ya se había ido.
Entró a la habitación de su hija, y las encontró durmiendo juntas. No tardó en decepcionarse de Anastasia, porque ella había cometido una falta en el contrato en el primer día.
Se acercó a ella despacio para despertarla; sin embargo, se detuvo por unos cuantos segundos observando la dulzura de su rostro mientras dormía, se Aclaró la garganta y habló.
____ ¿Señorita Johnson? ¿Señorita Johnson?
Ella dormía tan profundamente que no escuchó la voz, Meyer se molestó y le tocó el hombro suavemente.
____ ¡Señorita Johnson!___ Repitió una vez más.
Ella se asustó y se levantó de golpe y chocó contra su rostro.
____ Ay señor, discúlpeme ___ Expresó ella con ganas de reírse por el pequeño incidente.
____ Sígame en mi despacho ___ Ordenó él con seriedad.
Ella le sigue los pasos.
Una vez estando en el despacho
_____ Usted cometió faltas desde el primer día, así que no creo que sea la indicada para este puesto___ Bufó en voz baja.
____ ¿Cuál es su miedo señor? ¿Enamorarse de mí?____ Preguntó ella estando muy cerca de él.
Meyer se puso nervioso, pero no lo demuestra.
_____ Es usted muy atrevida, ¿No tiene educación? Me habla como si fuéramos amigos o conocidos___ Exclamó.
_____ Usted me contrató ¿Se acuerda?___ contra retó ella muy firme y sin titilar.
____Y también hay pautas que debe cumplir y no lo hace___ Gruñó.
____ Esas pautas son ridículas, ¿Cómo puede prohibir que no le tenga cariño a la niña?___ Reclamó con insistencia una vez más.
____ Usted es falsa, lo hace por su trabajo y porque gana dinero por ello, no lo hace porque le interesa___ Bufó bajo dientes.
Estas palabras hirieron a Anastasia, no obstante; tampoco pensaba dejarse humillar por él.
____ Su amargura con la vida no le deja ver más allá de sus narices, me voy de aquí y no pienso volver___ Respondió ella firme.
____ ¿Cómo se atreve a juzgarme?___ Preguntó con molestia.
____ Usted me juzgó primero, sin conocerme ____ contestó ella mientras iba de salida.
____ Si rompe el contrato tendrá que pagar, un millón de dólares por incumplimiento___ Amenazó Meyer.
Anastasia frenó sus pasos y se mordió los labios de enojo y se dio la vuelta.
____ ¿Dónde decía eso? ___ preguntó
____¿Usted leyó las letras pequeñas?___ Preguntó con aires de grandeza.
____ Típico de abogados___ Reclamó ella.
____ La espero mañana a la misma hora___ Ordenó él.
Anastasia salió del palacio llena de rabia, ya había salido tan tarde que los autobuses ya no recorrían la zona.
Luisa la veía desde la ventana de la cocina y la compadece.
toc toc, puerta.
_____ ¿señor?____ Se anunció ella en la puerta del despacho.
_____ Sí Luisa, pasa__ Contestó.
____ La señorita sigue en la parada del autobús y hace mucho frío afuera___ Comunicó ella.
____ Ese no es mi problema, Luisa___ Contestó Frío.
Luisa se retira y siguió en lo suyo.
A Anastasia no le quedaba de otra que quedarse en los establos del palacio.
Apesar del frío se quedó dormida hasta la mañana y con sus cabellos llenos de paja se levantó muy temprano, se sacudió la ropa y fue a tocar la puerta principal.
Narrador
____ Buenos días, Luisa ___ Saludó Anastasia con una pizca de vergüenza por traer puesto la misma ropa del día anterior.
____ Buenos días, Ana, ¿Te quedaste aquí anoche? ___ preguntó ella, sabiendo la respuesta.
____ Es que no venía el autobús___ Respondió, apenada.
_____ Ay pobre, ven pasa entra a ducharte antes de que el señor baje___ Le dijo Luisa, mientras la jala suavemente del brazo.
Anastasia entró a ducharse y se cambió por unas prendas que le había prestado Luisa, después ella salió a la cocina en dónde se encuentra con un muchacho quién se encontraba sentado en la cocina.
____ Hola, soy Robin___ Saludó el muchacho cautivado por la belleza de Ana.
Robin
____ Hola mucho gusto, soy Anastasia ___ Contestó ella con un estrechón de manos.
____ Ana, él es mi hijo___ Dijo Luisa.
____ Un gusto conocerte___ Expresó Ana.
____ Igualmente, perdona que te lo diga, pero eres muy bonita___ Expresó él muchacho, (Ana se sonroja).
En ese instante llegó Meyer mirándolos fijamente a los dos.
_____ Buen día___ Saludó sin apartar la vista de Anastasia.
____ Buenos días señor___ Dijeron los tres al unísono.
____ Señorita Johnson, hoy llevaré a Lucía a su chequeo mensual___ Comunicó Meyer, mientras esperaba que le servían el café.
____ De acuerdo señor, ¿Qué hago mientras?___ Preguntó ella confundida.
____ ¿No es usted la niñera? En el contrato decía claramente sus labores___ Recalcó.
____ Sí señor, lo entiendo; iré a alistar a la niña___ Dijo Ana, y se retiró inmediatamente.
En la habitación de la niña
____ Buenos días, hermosa ___ Susurró Ana, mientras le acomodaba el pelo.
____ Hola, si viniste temprano___ Respondió Lucía y se levantó con mucho ánimo.
Anastasia la abrazó y la besó, para luego ayudarla a asearse y vestirse.
Una vez listas, bajan a la sala.
____ Ya estamos listas ___ Informó Ana.
_____ Bien nos vamos____ Dijo Meyer, mientras se colocaba de pies, para dirigirse a la salida.
_____ ¡Papi! ___ Exclamó la niña, mientras corre a los brazos de papá.
Él no parecía corresponder igual.
____ Buen día hija____ Dijo apenas sonriendo.
Anastasia sentía muchas ganas de soltar lo que pensaba; sin embargo, se abstiene de opinar, para evitar una nueva discusión.
En el hospital
La niña se encontraba con la pediatra, mientras Ana y Alexander esperaban en la sala.
Estaban en un total silencio, hasta que ella rompe el hielo.
_____ ¿Usted no le demuestra muy a menudo a su hija que la quiere verdad?__ Preguntó Ana, despertando en Meyer una incomodidad.
_____ Usted se mete mucho en mis asuntos, señorita Johnson___ Respondió.
_____ Solo estoy diciendo lo que veo, señor____ Insistió.
____ Le voy a pedir con mucho respeto, es que no cruce las líneas, usted es una empleada y yo su jefe, valore su puesto cualquiera querría estar en su lugar___ Exclamó.
____ Qué gruñón____ Murmuró Ana.
____ ¿Qué dijo? ___ preguntó molesto.
____ ¿Qué tan terrible pudo haberle pasado, para que sea tan amargado?___ Preguntó ella, pasando todos los límites.
____¿Usted no sabe cerrar la boca? __ Exclamó molesto.
____ ¿Y usted no sabe ser amable?
Los dos estaban sentados el uno al lado del otro, en una calurosa discusión.
____ Qué lindos, las parejas siempre discuten___ Dijeron unas enfermeras que iban pasando por allí.
Los dos se miraron el uno al otro y la conexión entre ellos fue de inmediato.
____ Papi, ya estoy lista ___ Interrumpió Lucía sentándose en el medio.
____ Que bien, cariño ___ Expresa Meyer al sonreír.
Luego de algunas horas regresaban a casa, la niña se durmió en los brazos de Ana en el camino, Meyer las observaba con atención disimuladamente; para luego negar con la cabeza.
Llegando a la mansión, Alexander tomó a su hija del brazo de Ana, ella fue invadida por su aroma y se sintió sumamente atraída por él.
Meyer subió a la habitación, y Recostó a la niña.
Llegada la hora de marcharse a casa, Anastasia tomó el autobús y regresó a su hogar.
____ Hola ___ Saludó Ana entrando a la casa.
____Hola nena, ¿cómo te fue? ___ Pregunta Fabio.
____Bien, sobreviviendo___ Responde ella sin ganas.
____ ¿Tu jefe es amable contigo?___ pregunta Fabio.
____ Todo lo contrario, es un amargado___ Contesta.
____ Más le vale que te trate bien, porque te juro que voy y le bajo los dientes____ Expresa Fabio en modo broma.
____ No te preocupes, todo estará bien; es cuestión de adaptarse, la niña es un encanto____ Dijo ella.
Fabio
____ Ana, no sé por qué tomaste la decisión de firmar ese contrato con ese millonario presumido; ojalá sepa tratarte bien____ Exclama Fabio.
____ No te preocupes, todo estará bien hermano___Contesta ella, mientras se retira para tomar una ducha.
____ Hola____ Saludó Emma saliendo de su habitación.
Emma

____ Hola, Enana ¿descansaste?___ pregunta Fabio.
_____ Sí, lo necesitaba; escuché a Anastasia llegar____Responde Emma.
_____ Sí llegó con unas ojeras, para mí que se la pasó mal y no quiso contar___ Expresa, conociendo muy bien a su hermana.
____ No te preocupes ya la conoces, no se dejará intimidar por nadie, es muy brava____ Responde Ella.
____ Sí eso sí, la conocemos bien en esa área___ Dijeron al unísono entre sonrisas.
Anastasia se acostó y se durmió hasta la mañana siguiente que se despierta llena de energía.
_____ Buenos días____ Saludó ella a sus hermanos que se encuentran en la cocina con el desayuno listo.
____ Buen día, vaya te veo contenta; necesito un abrazo___ Dijo Emma.
_____ Uy Enana, que cariñosa, te extrañé ____Responde Ana con un beso.
_____ Yo igual, siempre te extraño; este trabajo nuevo es lo mismo que la anterior ____ Reclamó Emma.
_____ Todo va a mejorar, no te preocupes ____ Prometió.
_____ Espero que te dé días libres___ Se queja Emma, en lo que toma su vaso de jugo.
Anastasia se despide con un beso de sus hermanos y sale rumbo al trabajo.
Ella llegó a destino y se encuentra con una mujer extraña en la puerta principal.
____ Buen día___ Saluda Anastasia.
_____ Buenos días, ¿Trabajas aquí?__ pregunta la chica.
____ Sí, soy la niñera ___ Responde Anastasia.
____ ¿Me cuentas como está la niña?___ Pregunta la mujer insistente.
____ Perdona señora, yo tengo prohibido dar esa información___ Responde Ana.
_____ Por favor___ Insiste la mujer desesperada.
Anastasia, niega con la cabeza; pero a la vez le dio pena y la hizo pasar al ver a la mujer muy triste.
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