Era una tarde de verano como cualquier otra, en el reino de los dioses. El sol brillaba con todo su esplendor y los pájaros cantaban alrededor del viejo castillo del dios del amor; mientras que Cupido estaba sentado en una torre observando a los humanos interactuar entre sí. Cuando sin previo aviso en el mundo, ve a lo lejos a una pareja de jóvenes que estaban hablando en una esquina, al parecer salían del colegio por sus vestimentas y llama su atención la postura de la muchacha, se ve tímida, juega con su falda y mueve su pie de una manera extraña como si pisara hormigas imaginarias; en cambio el muchacho está muy seguro de sí mismo, le sonríe y sin perder tiempo le acomoda un mechón de su largo cabello negro detrás de la oreja, lo que hace que las mejillas de la muchacha cambien de a un color rojo intenso. Cupido presiente que ellos pueden tener un gran futuro juntos; entonces apunta a la mujer y con precisión dispara su flecha entonces acierta en su corazón.
⎯ ¡Perfecto, sigo siendo el mejor! ⎯ se halaga a sí mismo y prepara la segunda flecha; pero cuando le dispara al muchacho, este se agacha un segundo antes de que la flecha impacte en su pecho y solo roza su hombro.
⎯ ¡Maldición, fallé!.⎯ grita frustrado, pero luego se relaja al ver que él le da un suave beso y la joven lo abraza.⎯ Bueno al parecer el amor de ella será suficiente para los dos.
Cupido baja de la torre, recuerda que debe asistir a una cena con sus dos mejores amigos; Morfeo, el dios del sueño y Kreto el dios de las almas perdidas.
Todos en el Olimpo los conocen como “el tridente”, ya que son inseparables, muy unidos y hacen todo juntos; Por eso cada vez que hay alguna situación complicada se reúnen en el palacio de Kreto para hablar sobre el asunto y resolver cualquier inquietud que algunos de los amigos tenga.
Cupido, monta a su hermoso caballo, un semental blanco pura sangre, que heredó de su padre antes de que se marche al otro reino, al cual lo nombró Pegaso. Él acaricia su lomo antes de emprender el viaje y sonríe al pensar en los jóvenes de hace un momento y le habla a su fiel corcel.
⎯ Sabes amigo, presiento que Katarina será muy feliz, esa muchacha tiene un corazón noble.
El caballo relincha en una sutil respuesta, entonces apresura su trote para llegar a tiempo, ya que el ocaso amenaza con hacer su presencia. Cuando al fin el último rayo de sol desaparece en el horizonte, Cupido salta del lomo de Pegaso y sube corriendo las escalinatas del palacio, golpea la aldaba que reposa expectante sobre la puerta de roble macizo y espera ser atendido. Luego de unos minutos, Delia aparece en el umbral y abraza al joven dios.
⎯ Bienvenido.
⎯ Gracias Delia ¿dónde están todos?⎯ preguntó al entrar y ver el salón vacío.
⎯ Kreto está atendiendo a una joven y Morfeo se encuentra en el jardín.
⎯ De acuerdo, iré al jardín.
⎯¿Quieres algo de beber?
⎯ No, gracias.
⎯ Bueno niño.⎯ le habla con cariño.⎯ Estás en tu casa, iré a preparar la cena.
⎯ De acuerdo.
Cuando Delia se retira, Cupido se gira sobre sus pies y comienza a dar unos pasos para salir al jardín y encontrarse con Morfeo, cuando de repente del salón de entrevista sale corriendo una mujer y se tropieza contra su cuerpo. Ella se marea, siente que se golpeó contra un gran muro, entonces apoya su cabeza sobre el pecho musculoso de su salvador. Al levantar la vista ve a un hombre con mirada inocente y que irradia amor por todos sus poros, entonces cree que encontró una salida para su difícil situación.
⎯ Disculpe.⎯ pronuncia e intenta controlar las lágrimas que amenazaban por salir de sus ojos.
⎯ No es nada⎯ responde Cupido sin dejar de observar cada detalle de la mujer que está entre sus brazos.
Es la mujer más hermosa que hayan visto los ojos del dios, en su larga vida. Ella parecía un ángel caído del cielo, sus ojos tenían un brillo especial y su aura cambiaba de color de manera extraña, su peinado recogido de una manera tan tirante dejaba al descubierto su perfecto y angelical rostro.
⎯¡Detente!⎯ la voz de Kreto retumbó en el palacio.⎯ Aún no hemos terminado de hablar y nadie sale del salón sin mi permiso.⎯ él estaba realmente molesto por la forma tan irrespetuosa de actuar de esa mujer.
⎯ Se equivoca, yo ya le he dicho todo.⎯ ella tapa su rostro llorando.⎯ ¡Ahora me voy!
⎯ Tú no puedes salir de aquí.⎯ responde cortante.⎯ ¡Guardias!⎯ Kreto comienza a gritar.
⎯ ¡Por favor ayúdame, no quiero morir!⎯ le súplica a Cupido y se aferra a su brazo.
Al ver la desesperación de la joven Cupido interviene.
⎯ Kreto, tranquilízate y dime amigo ¿qué sucede?
⎯ Está mujer, me está engañando. Su ángel guardián me informó que ha hecho cosas terribles y al entrar al salón confesó cada una de las atrocidades que hizo.
⎯ ¡Mentira! Soy una buena persona.⎯ ella se gira y mira a Cupido; entonces con su aliento lo seduce.⎯ Ayúdame por favor, no quiero ir al infierno, él me embrujó por eso mentí.⎯ ella sopla suavemente en la cara de Cupido y él queda completamente bajo sus encantos.
⎯ Kreto, creo que debes darle una oportunidad, deja que yo hable con ella y vea que fue lo que pasó.
⎯ ¿Tú?⎯ pregunta Kreto con incertidumbre.⎯ Esta no es tu área, no depende de ti tomar esta decisión. Además en el salón encantado, nadie puede mentir.
⎯¡Ves, tengo razón! ⎯ Centella se aferra a la cintura de Cupido.⎯ Él me hechizó para que yo confesara; pero te juro que todo lo que dije son mentiras.⎯ lo mira suplicando y continúa.⎯ Por favor ayúdame, tú eres un dios bueno y sabio.
⎯ ¡Ya basta! Cupido no tiene nada que ver con este asunto.⎯ Kreto está de muy mal humor.⎯ Tienes que cumplir con tu misión.
⎯ Kreto, si llego a ti es porque es un alma perdida, no tiene una sentencia.⎯ interviene Cupido luego de pensar por un instante.⎯ Solo te pido una semana, sí veo que todo lo que dijo el ángel guardián es cierto, yo mismo la entregaré al consejo y tú harás con ella lo que quieras.
Kreto mira a su amigo, es la primera vez que él le pide algo y no se puede negar, sobre todo porque nunca interfirió en sus asuntos.
⎯ Está bien, tienes una semana. Será tu responsabilidad cuidar que no se escape y si en ese tiempo descubres que no es cierto lo que me dijeron, yo mismo le daré la libertad que merece y castigaré a los responsables de calumniar a una inocente.
⎯ De acuerdo, tenemos un trato.
Los amigos estrechan sus manos en señal de conformidad, luego Kreto se retira de la sala y se dirige al jardín, dejando a la pareja a solas. La joven se aferra al brazo de Cupido y le agradeció con un beso en la mejilla.
⎯ Gracias, muchas gracias. Verás que todo es mentira y soy una buena mujer.
⎯ Eso espero.⎯ Cupido se siente extraño, sin embargo al mirar a sus ojos se tranquiliza.
⎯ Esto puede ser muy divertido.⎯ le susurra coqueta.⎯ Por cierto, mi nombre es Centella y por lo que oí, tú eres Cupido.
⎯ Así es. Ven vamos al jardín, a partir de ahora seré tu sombra.
Los dos salen al jardín, Kreto está hablando con Morfeo y cuando esté se da vuelta Centella lo mira de forma triunfal y una sonrisa maléfica se dibuja en su rostro; entonces se aferra con fuerza del brazo de Cupido. Él será su escape perfecto.
Durante la cena Morfeo, hablaba de trabajo y pedía consejos a sus amigos; pero ni Cupido, ni Kreto le prestaban demasiada atención. El dios de las almas perdidas estaba callado mirando como esa mujer interactuaba con Cupido, parecía que estaban en una burbuja y solo ellos dos estaban en la mesa. De repente un mal presentimiento se adueñó de su ser, haciendo que desaparezca su apetito por completo, su ánimo cambió abruptamente y ahora se arrepiente de haber hecho ese pacto. Si esa mujer es tan mala como dicen su amigo corre peligro a su lado. Cupido puede ser muy confiado y fácil de manipular.
Delia ingresa al comedor a recoger la vajilla, para así poder servir el postre; pero al ver el plato casi sin tocar de su amo le habla en un tono de reproche.
⎯ Kreto apenas probaste bocado, ¿acaso no te gusto la cena?
⎯ Por supuesto que me gusto, solo no tengo apetito. Gracias Delia.
⎯ Jajaja.⎯ ríe descaradamente Centella llamando la atención del resto de los comensales.⎯ Lo siento, pero es tan cómica la forma en que te trata. Me recuerda a cuando los niños son regañados por su madre.
⎯ Te recuerdo que estás a prueba y esta es mi casa. La manera en que Delia me habla, no es de tu incumbencia.⎯ Kreto se pone de pie y arroja la servilleta en la mesa.⎯ Cupido, llévate a esta mujer lo más lejos posible de mi vista, sino quieres que cambie de opinión y la mande a la hoguera.
⎯ De acuerdo.⎯ Cupido se levanta y agarra la mano de Centella y le hace señas para que se ponga de pie.⎯ Vamos, te llevaré a casa. Gracias por la cena, estuvo deliciosa.⎯ se despide y sale del palacio.
Cupido camina despacio hasta los establos, la luna brilla con todo su resplandor lo que facilita la visión y puedan seguir por el sendero sin complicaciones. Él está nervioso por alguna razón esa mujer lo altera y pone a prueba sus sentidos. Cuando llega hasta la caballeriza, ve a su noble corcel amarrado en un poste que lo espera pacientemente, camina hasta él y lo desata, acaricia su hocico buscando paz y hace que camine unos pasos hasta donde se encuentra Centella.
⎯ Ven, te ayudaré a subir.⎯ él le agarra de la cintura y la levanta como si no pesara nada y la sienta sobre el lomo del animal que se agita al sentir a la extraña.⎯ Tranquilo Pegaso, todo está bien, es una amiga.⎯ le habla Cupido a su semental acariciando su cabeza, para tranquilizar a la bestia que amenaza por salir y luego lo monta de un solo brinco. Su cuerpo está pegado al de ella y un cosquilleo recorre toda su hombría, es algo nuevo y vergonzoso lo que está sintiendo, así que se concentra en el camino y trata de evitar cualquier roce.
⎯ Iremos a mi castillo y durante la semana trataré de descubrir la verdad.⎯ le informa seriamente.
⎯ Gracias Cupido eres tan amable, te aseguro que no miento.
⎯ Eso espero, mi amistad con Kreto está en jugo.
⎯ No te preocupes, todo saldrá bien.
El galope suave de Pegaso y la brisa de la noche es perfecta para comenzar con el plan que Centella tiene en mente, entonces ella gira su cabeza y sus rostros están a solos unos centímetros de distancia, el corazón de Cupido palpita velozmente y su respiración se agita cuando ella levanta su mano y de repente toca su rostro.
⎯ Eres maravilloso y tu rostro es tan hermoso.⎯ susurra antes de probar los labios de ese dios inmaculado. Cupido se sorprende y lentamente responde a su beso, pero al separarse, sus ojos tienen algo nuevo y es que ella se apoderó de su alma.⎯ Vamos es hora de llegar a mi nuevo hogar.⎯ le ordena y él obedece sin decir ni una palabra.
Al llegar al palacio Centella recorre todo el lugar, los empleados se sorprenden al ver a una mujer en compañía de su amo; pero ninguno se anima a decir algo al respecto y todos siguen haciendo su trabajo.
⎯ A partir de ahora, tú eres la dueña de todo esto.⎯ señala Cupido y baja la cabeza.
⎯ Lo sé y te lo agradezco.⎯ ella pasa una mano por el pecho de Cupido y con una de sus afiladas y largas uña, le hace una marca en su corazón, entonces grita.⎯ ¡Todo, todo esto es mío incluyéndote a ti!. Jajaja.⎯ ríe desquiciadamente y toma la mano del joven y suben a sus aposentos.
Al llegar al cuarto Cupido está en trance, así que ella le ordena que se desvista y se acueste en la cama, él obedece sin objetar y retira de su cuerpo hasta la última prenda que lo cubre, la noche es fría y con cuidado se recuesta en la cama y se cubre con varias mantas. Cuando al fin ella lo ve descansar sale de su cama, toma una vela y sale del cuarto. Camina por todo el palacio diciendo palabras indescifrables y el brillo de la llama del velón danza en sus ojos dándole un aspecto terrorífico, ella está encantando cada rincón del lugar con un manto de protección para que nadie le haga daño. Una vez que termina su faena se dirige al cuarto y se recuesta desnuda a lado de Cupido. Ambos duermen profundamente hasta el otro día.
A la mañana siguiente, el sol penetra a través de la pesada cortina que cubre la ventana del cuarto iluminando el rostro de Cupido, entonces él abre lentamente sus ojos, hasta que se acostumbra a la claridad del día, de repente siente que alguien apoya una pierna encima de la suya y cuando gira su rostro se encuentra con Centella que duerme muy relajada a su lado. Él se levanta atormentado, no recuerda nada de lo que sucedió la noche anterior; pero sabe que ahora está en problemas, deshonro a una mujer sin estar casados y él dejó de ser casto. Por instinto lleva su mano a la cabeza y luego toca su pecho buscando algún indicio, algún sentimiento que le haga recordar, pero no hay nada, solo ve una pequeña herida y no sabe en qué momento se lastimó.
Con más dudas que certezas entra al baño y se da un largo baño en la tina, cuando al fin se relaja toma la decisión de hablar con el consejo y tomar a Centella como su esposa, antes que descubran la verdad. Es lo correcto y es lo que debe hacer.
Al salir del cuarto de baño, Centella está llorando abrazada a sus rodillas y sobre las sábanas hay un manchón de sangre, él se da cuenta que también se siente culpable por lo sucedido; entonces lentamente se acerca se sienta a su lado y la abraza.
⎯ Cupido, nosotros estuvimos juntos y eso es un pecado mortal, ya no soy más pura.⎯ finge llorar angustiada.⎯ ¡Ahora Kreto no tendrá piedad de mí!
⎯ Tranquila, me haré responsable. Tú y yo nos casaremos y sé que con el tiempo seremos una familia.
⎯¿Hablas en serio?⎯ levanta su rostro y seca sus lágrimas.
⎯ Sí, te lo prometo.⎯ él se acerca a su rostro y ella lo besa. Una vez más sintió que su cuerpo estaba fuera de control y su corazón palpitó con desesperación, al separarse le confiesa.⎯ Creo que me enamoré de ti apenas tu cuerpo rozó el mío, siento algo extraño al estar a tu lado.
⎯ Yo también me enamoré.⎯ lo abraza y una horrible sonrisa apareció en su rostro y finge ingenuidad al hablar.⎯ Solo espero que esto no te cause problemas.
⎯ No pienses en eso. Yo me ocupo de resolver este lío.
Por la tarde Cupido mandó a su mayordomo con un telegrama a cada uno de los miembros del consejo y esperaba impaciente que acepten su invitación, y más aún que perdonen su comportamiento y permitan casarse con Centella, para así enmendar el error de la noche anterior.
Cada uno de los miembros del concejo recibió la invitación y por la tarde confirmaron su presencia, aunque algunos estaban sorprendidos por lo que veían sus ojos y no podían creer que el dios del amor solicitara permiso para casarse. Solo había una forma de disipar las dudas y era asistiendo a la cena que se celebraría unas horas más tarde en casa de Cupido.
Kreto tenía el papel en su mano, lo leía una y otra vez y no estaba de acuerdo con está situación. Cupido quería casarse con esa mujer que solo llevaba unas horas en su vida, algo no encajaba en la ecuación y no se quedaría de brazos cruzados. Entonces tomó su corcel y galopó a toda velocidad hasta el palacio de su amigo, algo raro había pasado durante la noche para que él actuara tan impulsivamente.
Al llegar al castillo, de un salto baja de su caballo y corre por las escalinatas hasta la puerta principal, unos de los empleados lo recibe y le indica que varios invitados estaban en la sala. Al acercarse a Morfeo este tiene la misma duda que él.
⎯ Aquí paso algo extraño.⎯ comenta Morfeo.⎯ Solo pude cruzar con él unas pocas palabras y dice que se enamoró apenas la vio. Para colmo ella actúa como si fuera la dueña de la casa, no me deja acercarme a Cupido y le da órdenes a los sirvientes como si fuera la dueña de todo.
⎯ ¡No lo puedo creer, esto esta muy mal!
⎯ Observa y verás que tengo razón.
⎯ Tenemos que hablar con él.⎯ Kreto ve que Cupido está sentado en su trono y ella de pie a su lado y no deja que nadie se acerque demasiado.⎯ Vamos.
⎯ Es imposible, ya lo intente.⎯ le responde Morfeo.
⎯ Bueno, iré solo.
Kreto intenta llegar a Cupido, pero es imposible, Centella lo detiene y lo desafía.
⎯ Sino quieres ser expulsado de mi hogar, mejor mantente alejado de él.
⎯ ¡Tú no eres nadie para darme órdenes!
⎯ Te equivocas. Soy la dueña de todo esto y pronto seré la esposa de Cupido.
⎯ ¡Ya lo veremos!⎯ le responde Kreto y se acerca nuevamente a Morfeo.⎯ Tienes razón y por lo que pude ver él está en trance, no levanta la vista y su aura es extraña.
⎯ ¿Qué vamos a hacer?
⎯ Dejar que se reúna el consejo. Una vez que estén todos le contaremos todo lo que pasó anoche en mi casa.
⎯ ¿Estás seguro?
⎯ Sí, él es nuestro amigo y nos necesita.⎯ señala a Cupido que ahora le sonríe a Centella embobado.⎯ Esa mujer no me gusta y sí es cierto lo que dijo el guardia que la trajo hasta mi puerta, es una gran hechicera, por eso creo que Cupido no está con sus cinco sentidos activos. Él siempre mostro interés por Venus.
⎯ Lo sé, pero parece que se olvido de ella.
Los integrantes del consejo estaban reunidos alrededor de la gran mesa, cada uno expuso su punto de vista. El primero en hablar fue Kreto contando todo lo ocurrido convenciendo a la mayoría de que lo justo sería que Centella fuera puesta a prueba, como a las demás diosas y todos aceptaron esa opción; pero solo faltaba Venus para dar su veredicto. Ella estaba consumida por la tristeza y su percepción estaba nublada, se sentía confusa y lo asociaba al hecho de que su corazón se había roto en mil pedazos. No podía levantar la vista o sabía que sus sentimientos se revelarían ante los dioses supremos. Entonces simplemente hablo en un susurro.
⎯ Estoy de acuerdo, debe ponerse a prueba como a todas las demás diosas o semidiosas. Sí su amor es puro y sincero, no creo que tenga ningún inconveniente en pasar ese obstáculo.
⎯ ¡Malditos! Ya verán que pasaré esa prueba y después no podrán detenerme, seré una diosa.
⎯ Muy bien.⎯ Kreto se levanta de su asiento y le entrega una daga con serpientes en su mango, lo que llamó la atención de todos, ya que no era su típica daga con rosas.⎯ Te mandaremos al mundo de los humanos y para poder regresar debes entregarnos cinco almas de personas que hayan dañado a otro ser humano y merecen morir. Llegada tu hora tendrás que invocarme para regresar a este mundo.
⎯ ¿Eso es todo?⎯ le arrebata la daga y la guarda en su cintura.⎯ Verás que volveré más rápido de lo que te imaginas.
⎯ Eso lo veremos.⎯ un brillo especial apareció en los ojos de Kreto, ella sola había caído en una trampa.⎯ Tienes solo un año para cumplir la misión y conseguir que se cumpla el objetivo. Después de eso, si no logras superar la misión, deambularas por el limbo como un alma en pena o te sentenciamos a muerte.
⎯ No se preocupen, voy a regresar y viviré con mi amor para siempre.
⎯ Señorita, solo recuerda que todavía no tienes nuestra bendición para la boda.⎯ interviene uno de los dioses.⎯ Y que Cupido debe mantenerse casto o será castigado.
⎯ Claro que mi hermoso Cupido me va a esperar y aún es casto.⎯ ella descaradamente lo besa consiguiendo el enfado de muchos, pero era la única forma de que el dios siga bajo su encanto y no descubra su mentira.
Venus al ver tal escena se levanta de la mesa y sale de la habitación, controlando las lágrimas que amenazan por escaparse en cualquier momento. Morfeo no fue indiferente a tal situación y salió a su encuentro.
⎯ Venus, ¿estás bien?
⎯ Sí, solo que ya me quiero ir a casa. Toda está situación me parece muy extraña.
⎯ Ven, vamos a pasear por el jardín.⎯ Morfeo toma su mano y la guía hasta una fuente de agua que se encuentra lo suficientemente lejos para hablar.⎯ Lo siento, sé que no debe ser nada fácil estar aquí.
⎯ ¿Qué?¿de qué hablas?⎯ ella se sorprende.
⎯ Te olvidas que velos por los sueños de todos. He estado en los tuyos y siempre sueñas con el tonto de Cupido y una familia a su lado.
⎯ No digas nada.⎯ ella se siente descubierta.
⎯ No lo haré, para algo somos amigos. Pero ahora dime, tú la diosa del amor y la fertilidad has detectado si realmente se aman.
⎯ No puedo mentirte, desde que llegué siento como si estuviera algo bloqueando mi poder. No siento nada.
⎯ Eso es extraño.
⎯ Creo que es mi corazón, el que no me deja actuar con sensatez.
⎯ Creo que es algo más. Yo tampoco puedo detectar nada.⎯ Morfeo distingue la figura de Centella parada en la puerta que los observa, entonces la abraza y le murmura.⎯ Nos observan y no confío en ella. Cuídate mucho.
⎯ Lo haré.
Morfeo rompe el abrazo y se despide, quiere regresar a su hogar lo antes posible para intentar conectarse con Cupido aunque sea a través de algún sueño. Pero al igual que Venus algo interfiere en su mente y no puede llegar a su inconsciente. Frustrado, abre sus ojos, se levanta de su diván y piensa que ahora todo depende de Kreto. Él fue el único que logró separar por un tiempo a esa mujer de su indefenso amigo.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play