Maried a los 9 años comenzó a trabajar. Ella salía todos los días a caminar por las calles vendiendo las empanadas que su mamá le hacía para poder comer toda la familia.
Muchas personas le compraban ya que sabían que era para mantener a sus hermanitos.
Ella se levantaba a las 5:30 de la mañana todos los días y a las 6 comenzaba a caminar vendiendo su producto.
Pero igual, tenía que regresar para irse al colegio a estudiar. Muchas veces regresaba a su casa en el medio día y encontraba a su papá ebrio, tirado en el piso de una pequeña sala, mientras su mamá lloraba en un rincón sobando con sus manos los golpes que su esposo le había propinado.
Maried después de trabajar y estudiar llegaba a su casa a atender a sus hermanitos: a darles la comida, a cantarles, bañarlos y amarlos.
Después de todo ese día lleno de trabajo tenía que limpiar la casa, lavar los platos, ordenar y cuando casi anochecía, su papá se despertaba y le gritaba: eres una basura, no sirves para nada, no me sirves como hija y casi siempre, se sacaba la correa y le pegaba mientras le gritaba que era una mala hija.
Así pasaba todos sus días... Luchando por mantenerse de pie para defender a sus hermanitos de sus indolentes y perversos padres
Un día Bárbara, su hermanita menor comenzó a llorar porque tenía hambre pero no había comida en aquella pobre casita y Maried, su hermana mayor, salió a pedir dinero en una esquina, pensando en comprar los alimentos que sus hermanos y ella necesitaban. Pero aquella tarde se vistió de gris cuando su papá la vió y se le acercó, estaba ebrio como de costumbre, y al ver que tenía recolectado algo de dinero, la golpeó hasta que sangró a través de su boca y rostro y le robó el dinero que con tanto esfuerzo estaba pidiendo para llevar la comida para su casa.
Cómo podía olvidar una niña de 9 años aquella tarde tan trágica? Cómo entender que su propio papá la golpeara y le quitará el dinero para alimentar a sus hermanos en vez de ser él, quien suministrara todo lo que ellos requerían? Y su mamá dónde estaba? Porqué razón ella no hacía nada por sacar a su familia adelante?
Después de mucho llorar sobre el pavimento en aquella triste esquina, se acercó una pareja que estaban observando atónitos aquella terrible escena y tomándola por uno de sus bracitos la levantaron. Ella secó sus lágrimas y les preguntó, en qué les puedo ayudar? Maried, aunque trataba de sonreír, no lo lograba ya que tenía mucho dolor por los puñetazos que le había dado su papá. Ellos, sacudieron el vestido de aquella hermosa niña, limpiaron su sangre y la llevaron a comprar alimentos para ella y sus hermanitos. Así que, después de aquella tarde tan terrible, la niña llegó a su casa con una compra de comida. Su mamá y hermanos al verla, jamás imaginaron todo lo que aquella niña tuvo que pasar ese día por amor a Bárbara, Ernesto, Vicente, Camila y Santiago... Sus amados hermanitos.
Muchas veces creemos que la vida es fácil y no nos detenemos a ver más allá o a pensar todo lo que alguien puede sufrir para conseguir una bendición...
Sus días transcurrían casi siempre sin ningún tipo de cambio, pero dentro de los días malos siempre hay otros peores.
Un sábado lluvioso su papá decidió irse a tomar su licor acostumbrado en su casa, ya que por la lluvia no podía estar en la esquina donde acostumbraba. Por tal motivo decidió recoger sus botellas e invitó a sus dos (2) amigos, a continuar bebiendo en su humilde casa. Y así fue... Aquella tarde llegaron los 3 más dos (2) botellas de aguardiente. Ellos estaban en la pequeña sala de la casa por la lluvia, mientras tanto la esposa y sus hijos estaban dentro de una habitación. Allí, colocaron música a alto volumen y cantaban a alta voz. Se reían a carcajadas, gritaban, bailaban, contaban chistes tontos y así transcurrieron las horas en aquella tarde lluviosa. Pero después de tres (3) horas sus amigos le dijeron "Eudin, tenemos mucha hambre, danos comida".
Él, en vista de que sus amigotes tenían hambre llamó a Zaydana, su esposa y a la hermosa Maried, su hija mayor (de tan sólo nueve (9) años) para ordenarles que hiciesen comida para él y sus amigos. Mientras tanto tanto Zaydana como Maried se miraron y le dijeron al oído que no había nada para hacer.
Cuando Eudin escucho la triste realidad de su casa, que no había nada de comida, se enfureció y sacó su correa para golpear a su esposa y su hija. Maried, al ver como su mamá gritaba por los terribles correazos que estaba recibiendo les pidió ayuda a los amigos de su malvado padre, pero todo fue en vano ya que ellos comenzaron a reírse a carcajadas al ver la escena de su amigo golpeando a Zaydana, y fue peor aún, ya que ellos, en vez de interceder, le gritaban que la golpeara más duro para que aprendiera a ser una buena esposa.
Pero aquella hermosa niña tenía como cada día, sus ojos llenos de lágrimas. Y al ver que ninguno hacía nada, fue ella quien se interpuso entre su madre y su padre; y qué crees que pasó? Aquella hermosa criatura con sus lágrimas en el rostro pudo detener a aquella fiera?
Pues no, y mientras su mamá estaba tendida en el piso de aquella humilde vivienda, ahora era su turno ante la correa de su papá. Ella escuchaba los gritos y llanto de sus hermanitos que se encontraban en una habitación y en medio de su tragedia no sabía si ellos estaban llorando por lo que estaban escuchando que les estaba sucediendo a ella y a su mamá o quizás lloraban porque también tenían hambre. Mientras su perverso padre la golpeaba, ella levantó su mirada, y vió como los amigos de su papá se reían y burlaban de ella. Y como pudo gritó: "papi no me pegues más por favor, yo saldré aunque esté lloviendo a buscar comida para que tus amigos se sientan bien y agradados por ti. Eudin, al escuchar de su hija lo que sería la solución para su vergüenza, se detuvo. Tiró a un lado su correa y le gritó: "al fin dijiste algo inteligente. Te salvaste porque te quería matar, no puedo permitir quedar mal con mis amigos por culpa de ustedes ".
En ese momento la niña se levantó del piso y le preguntó a su mamá si estaba bien... La abrazó y salió corriendo bajo la lluvia para cumplir su misión que era buscar comida para su papá, los amigos de su padre, mamá y hermanos.
Ella, mientras corría, miraba para todos lados buscando a quién veía para pedir ayuda pero era inútil, por la lluvia no encontraba a nadie... pero siempre al final del túnel oscuro podemos ver una luz.
Así que al observar a lo lejos pudo ver una luz encendida y corrió para allá. Al llegar era una casa que estaba abierta y allí adentro estaba una familia, que jugaba, reía, se abrazaban y ella al ver aquella hermosa escena, cayó arrodillada al piso anhelando tener una familia como aquella y recordó que en su casa nunca había experimentado un instante como aquel, su papá nunca ha tenido para ella un gesto de cariño ni de aprobación, abrazo? Menos aún. Es por esa razón que ella se esfuerza tanto para darles una mejor calidad de vida a sus hermanitos. De ella recibían los abrazos, el cariño, los juegos, la atención, la entrega, el amor y los alimentos. Cuando aquella familia vió a esa hermosa niña arrodillada y llorando bajo aquella torrencial lluvia, la tomaron, la cargaron y la adentraron a aquella humilde casa llena de amor. Ella los miraba a cada uno y pudo ver la ternura y asombro de sus miradas hacia ella.
El padre o cabeza de esa familia le preguntó quién era ella? Dónde vivía y porqué razón estaba en la calle habiendo tanta lluvia y soledad en ese lugar? Le hizo incapié en sus padres y su ellos sabían dónde se encontraba ella? Al ver que la niña no paraba de llorar la mamá de ese hogar la abrazó y le preguntó: "cariño cómo es tu nombre, no te preocupes, aquí nada malo te sucederá, nosotros estamos contigo y todo va a estar bien"... Wow, Maried se sintió tan indefensa y triste a la vez al darse cuenta que ella nunca escuchó de su madre unas palabras tan hermosas como aquellas. Y pensaba que le gustaría tanto tener una familia así, unida y llenar de amor.
Al levantar sus ojos vió a todos que la observaban con una gran sonrisa. Luego llegó una niña corriendo que le traía una toalla para secarla, otra le traía un trozo de pan y queso y el papá de esa casa le entregó una taza de leche tibia. Maried se levantó y los fue abrazando a cada uno y agradeciendo el gran bien que le estaban haciendo. Ella sentía que se llenó un enorme vacío dentro de su corazón.
Nuevamente le preguntaron que estaba haciendo en la calle con tanta lluvia y la hermosa niña les respondió: "es que en mi casa no hay comida y mis hermanitos están llorando y gritando porque tienen mucha hambre y mi mamá está enferma, no puede levantarse de la cama y mi papá se fue hace un tiempo y nunca más regresó. Claro, ella moría de la vergüenza de sólo pensar que sus padres son un desastre y que Eudin, su progenitor era un borracho incapaz de mantener a su familia y peor aún, que ella había tenido que salir a resolver ya que los amigos ebrios de su papá, tenían hambre y le habían exigido alimentos.
Ellos, al escuchar la triste de historia de aquella hermosa niña: que sus hermanitos lloraban de hambre, que su papá los había abandonado y que su mamá estaba enferma, encamada, se entristecieron, se miraron y el papá de esa familia de nombre Vicente le dijo: "tranquila niña linda que todo va a estar bien". El señor se levantó, tomó de la mano a Gaby, su esposa y se dirigieron a la cocina. En tanto, Maried estaba en la sala comiendo y jugando con los hijos de aquella hermosa pareja.
Al cabo de un corto tiempo salieron los esposos tomados de la mano y con una gran sonrisa en su rostro mientras Vicente, el papá llevaba en la otra mano una bolsa llena. Ella se preguntaba qué habría en esa bolsa?
Y le dijeron: "toma, ésto es para ti y tu familia, nos alegra mucho en el corazón poder compartir de lo poco que tenemos". Y ella, en ese momento no sabía qué hacer ante tanta nobleza. No sabía si reír o llorar, no sabía si abrazarlos o saltar. Y al mirar sus rostros de alegría y sin un poquito de mezquindad se alegró y decidió abrir la bolsa para saber qué productos le habían regalado?
Ella se sorprendió al ver que era más de lo que ella nunca había podido comprar a pesar de tanto trabajo y esfuerzo. En ese momento levantó sus ojos al cielo y con toda la ternura que se puede encontrar en un ser humano tan hermoso como ella les dijo: "salí buscando ayuda para darle comida a mis amados hermanos ésta noche y veo como la nobleza de ustedes me devolvió la esperanza y la alegría y además tengo para darle comida a mis hermanos varias veces. Maried se levantó, los abrazó y besó a cada uno y luego los tomó de las manos y les dijo: "les doy las gracias porque hoy me enseñaron la importancia del compartir, me enseñaron que debemos dar con alegría, que la familia unida lo puede todo y que es mejor reír que llorar. Gracias porque cambiaron mi tristeza por alegría ".
Aquella tarde, casi de noche se fue Maried complacida, feliz, alegre y con contentamiento en su corazón al ver que no todas las personas son malas, al contrario, hay mucha gente buena en el mundo. Iba feliz en camino para su casa.
Pero ahora, qué le esperaba a aquella hermosa niña en su triste realidad?
Aquella noche ya, después de tantas emociones vividas ese día buenas y malas, felices y tristes había llegado el momento de regresar a su casa, a su triste realidad. Maried iba muy complacida y alegre porque le llevaba comida a sus hermanitos, pero impotente de saber que esos tres (3) personajes, también se iban a beneficiar de los alimentos que ella había conseguido.
Caminó unas cuantas cuadras hasta que al fin llegó a su casa. Ella guardaba la esperanza de que su papá estuviese dormido y sus amigos se hubieran ido de allá, de su casa. Pero a medida que se fue acercando, comenzó a escuchar la música, los gritos, los aplausos y los malos chistes de aquellos seres.
Al entrar en su vivienda, se dió cuenta de que efectivamente continuaban allí. Eudin, el papá, al verla, se lanzó sobre ella y le quitó la bolsa que traía, claro, no era para ayudarla sino para poder observar cuidadosamente qué había dentro de la bolsa.
A medida que fue sacando todo lo que estaba dentro de la bolsa, sus amigos también se acercaron para observar. En ese momento, Eudin gritó: "Zaydana y Maried vengan a cocinar para nosotros".
Zaydana temblorosa se levantó y se dirigió a la cocina, cargando los dolores que aún tenía por los correazos, que horas antes, le había propinado su esposo. Maried, con mucha seguridad dejó a sus hermanitos encerrados en la habitación y caminó muy de prisa para la cocina ya que tenía que ayudar a su triste mamá, claro, ella lo hacía con toda su disposición.
Efectivamente aquella noche, hubo una cena exquisita en aquella humilde casa, gracias a Vicente y Gaby, quienes sin tener ni lujos ni abundancia, le habían regalado de lo que tenían para su consumo a esa pequeña y gran niña Maried.
En la cena estuvieron Eudin, Zaydana, Maried, sus hermanos y también los dos (2) amigos borrachos de su padre.
Al terminar de degustar la exquisita cena, los amigos de Eudin se despidieron y se fueron. El papá se acostó en un sofá de la sala y Maried, su mamá y hermanos al fin fueron a dormir después de un largo día.
Aquella noche Maried durmió feliz, con su estómago lleno y abrazada a sus hermanitos a quienes tanto amaba.
Así, transcurria cada día de esa hermosa niña, quien a sus apenas nueve (9) años de edad, tenía sobre sus hombros muchas responsabilidades a cargo. Todos los días se acostaba a dormir muy agotada pero en paz, ya que sabía que gracias a su enorme esfuerzo sus amados hermanos estaban bien.
Pero es importante resaltar que a pesar de todas sus labores, Maried era una niña muy inteligente, aplicada y buena estudiante. Siempre era la mejor alumna de su aula... Ella resaltaba entre todos y brillaba con cada participación, exposición o interrogatorio que le hacían sus maestros. Ella se había trazado la meta de ser profesional, pero no cualquier profesional, sino una que fuera inteligente, humilde, sencilla y con principios y estaba trabajando en eso.
No conforme con ser buena estudiante, también era excelente hija y una hermana sin igual.
Así transcurrieron sus días hasta que llegó el día de su cumpleaños: 28 de agosto. Ese día desde muy temprano se despertó llena de alegría, cantando y revoloteando por toda la casa mientras su mamá hacia las empanadas para ella salir a venderlas.
Esa mañana era tal su grado de felicidad, ya que decía que era un año más vencido y uno menos para lograr su meta de ser médico. Ella soñaba con poder atender a sus pacientes con amor, bondad, dedicación, entrega y por supuesto, teniendo buenos conocimientos adquiridos. Es por eso que se esforzaba y esmeraba tanto, a pesar de tantas dificultades.
Vendió todas sus empanadas y salió corriendo para su escuela. Allá era muy querida por sus compañeros y compañeras de clases, por los maestros, por los directivos y también por el personal encargado del aseo del Instituto. Por esa razón, entre todos colaboraron y le hicieron una hermosa torta rosada, ya que era su color favorito. Además hubo refrescos, golosinas y pasapalos para todos. Aquel día fue inolvidable para Maried... Sin saberlo, le regalaron la fiesta más hermosa y cálida que nunca antes había tenido.
Ella le pidió a la maestra que por favor le guardara un poquito para compartirlo con su mamá, papá y hermanitos y así fue. Cuando terminó la celebración, ella se fue muy emocionada y sonriente para su casa a compartir con su familia torta, refresco, golosinas y pasapalos. Al llegar, abrió la puerta y gritó: "les traigo una sorpresa". Al escucharla todos salieron saltando de alegría y al ver a su dulce y angelical hermana la abrazaron, besaron y le cantaron su cumpleaños.
Y así, entre cantos, alegrías y sus seres queridos celebró sus diez (10) años, sin embargo todo fue felicidad hasta que llegó Eudin su papá, el cual al llegar y enterarse que estaba cumpliendo años le comenzó a gritar: "inservible, no eres importante para nadie, ojalá que crezcas rápido para que te vayas de aquí". Al escuchar sus dolorosas palabras ella abrazó a sus hermanitos y ese día se hizo un juramento a sí misma, de estudiar mucho y llegar a ser una médica importante y reconocida. Ella sólo quería dejar atrás el pasado, que tanto sufrimiento le había causado y sacar adelante a sus hermanos. Pensaba en ayudar a mucha gente y además en crear un centro de rehabilitación para atender a niños y mujeres víctimas de los hombres viciosos y maltratadores. Claro, todo eso era porque ella sabía lo que era padecer y sufrir por esas circunstancias; ella constantemente estaba sufriendo en carne propia el sentir que no pertenecía a aquel mundo.
Aunque suene, tal vez contradictorio, toda esa situación de dolor, abuso y violencia la estaba impulsando hacia adelante, a no querer repetir esa misma historia, al contrario, quería olvidar su pasado y ser luz en medio de un mundo lleno de tinieblas...
Se puede brillar en medio de la oscuridad?
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