ADVERTENCIA: La siguiente historia contiene asesinatos, violaciones, una trama que se desenvuelve en el bajo mundo del narcotráfico, con lenguaje inapropiado. Si eres sensible a este tipo de historia, te recomiendo que abandones la lectura.
(La historia no ha sido editada, así que te encontrarás con errores de ortografía y de redacción)
10 Años Atrás...
Acuesto a mi hermanita de 5 añitos en la cama, me acurruco con ella y leo un cuento para que se duerma rápido; le encanta que lo haga y a mi me recuerda a mi madre que cada noche me leía y me acariciaba de la misma manera que lo hago. Ella murió el día que mi hermanita nació, lo recuerdo como si hubiera sido ayer.
Se me escapa una lágrima y me limpió rápidamente, miro a mi pequeña hermana, es tan hermosa, de tez blanca, sus mejillas siempre están rosaditas y tiene unos ojos preciosos de color verde como mamá, es la misma estampa de ella; su cabello rubio rizado, sus facciones y esos bellos pucheros que hace al dormir. Ella es todo lo que tengo, bueno, está mi padre pero es un borracho que nunca está en la casa y a mi me toca ir a buscar comida para alimentar a mi hermana y para mí, trabajo después de que salgo de la escuela. Pero no importa, ella no merece pasar por todas estas necesidades, y desgraciadamente las estamos pasando.
Escucho la puerta abrirse, sé que es mi padre que como siempre llega borracho y sin dinero, me levanto y aseguro la puerta, no quiero que entre y comience a gritar, me vuelvo a acostar, no oigo ni un solo ruido, se me hace un poco extraño; en el momento que llega, siempre viene directo a la habitación.
Escucho unos pasos que se detienen justo en la puerta, esta se abre abruptamente, cubro a Brook con la sabana y me levantó muy asustada cuándo veo a dos hombres de aspecto horrible, uno de ellos me coge por el cabello bruscamente y me tira al suelo, chillo del dolor, mis lágrimas empiezan a salir, entonces uno de ellos salta sobre mí, el mismo hombre me recorre con la mirada y me comienza a tocar las piernas.
*Estás preciosa, y tu serás mi paga por todo lo que me debe tu querido papito- dice recorriendo mi cuerpo con sus manos y relamiéndose los labios de una manera tan asquerosa, no puedo hacer nada, solo me salen las lágrimas y escucho como se ríen y disfrutan de ese momento... En ese momento donde perdí todo, mi mundo se acabó por completo, mi inocencia y dulzura se fue. Solo tenía 15 años, como era posible que me pasara eso a mí.
Me levanté como pude, me dolía todo el cuerpo, entré al baño, abrí el grifo; el agua fría salió, fría como la noche y el invierno. Me hice un ovillo en el suelo y lloré, lloré como nunca, en mi mente solo se aparecía ese hombre tocándome y haciendo todo lo que quiso conmigo, tenia marcas rojas en mis muslos, en el cuello y sangre en mi entre pierna, llore aún más fuerte, dejando salir el mal momento por el que acababa de pasar.
Salí tiempo después de estar ahí bajo el agua, me vestí rápidamente y empaque ropa de Brook y mía, la alce como pude, la envolví en una cobija y salí de la casa. No sabía donde ir, pero de algo estaba segura, era que no iba a volver a esta casa y, mucho menos iba dejar que le pasará lo mismo a mi hermanita . No eso nunca. Tenia poco dinero, pero podía pagar por una habitación en algún hotel o algo así.
Caminé y caminé hasta que me dolieron los pies, estaba totalmente oscuro y no había ni un alma por las calles, cuándo de repente, se acercó un coche deteniéndose frente a mí, me asusté y sostuve fuerte a Brook; un hombre salió, no me miró; solo abrió la puerta de atrás y un chico que conocía bien, bueno no tan bien, solo lo había visto un par de veces en la misma escuela donde yo estudiaba, me cogió del brazo y me hizo entrar al auto, No sabía que hacer, ni que decir. El miedo estaba apoderándose de todo mi cuerpo.
*A donde me lleva — Estaba tan nerviosa y asustada de que algo me pasará.. otra vez. Volteó la cabeza y me miró, era tan intimidante este chico, su mirada me provocaba un escalofríos por todo el cuerpo, temblaba de miedo sin saber donde íbamos.
*Vamos a mi casa - Fue todo lo que dijo.
Ahí fue dónde todo comenzó, me ayudó, me dio ropa limpia, nos dio una habitación para las dos, nos dio comida, y al pasar el tiempo nos hicimos amigos, hablábamos de todo. Se me hacía raro que no viviera con sus padres y nunca los mencionara; Parker era muy reservado, después de 2 años de vivir con él, parecía mi hermano mayor, yo lo veía de esa manera, un día me contó toda la verdad, no lo podía creer; su padre era un mafioso y nos teníamos que ir a otro país porque estábamos corriendo peligro, no lo juzgue, no le dije nada y le hice caso en todo.
Llegamos a una casa donde solo había bosque, no había absolutamente nada más. Me enseño de armas, a pelear, a defenderme por si alguna vez ocurría algo, y así de a poco a poco me metí en ese mundo. Al principio fue un infierno, no voy a mentir. Golpes, heridas graves, drogas, armas, fiestas; de a poco me fui convirtiendo en lo que un día odié. Pero no me importaba, solo olvide y mate a la Maritza dulce, cariñosa, agradable y amable que era antes.
Presente...
*Necesito todo listo en 20 minutos, no podemos quedarnos mas tiempo acá, y trata de encontrar al idiota de Parker, llevo un maldito año sin saber nada de él- digo a Scott; mi hombre de confianza y mi mano derecha, lleva trabajando para mí desde hace cinco años.
*Como digas Becket, ya está todo listo, Brook ya está segura, así qué vámonos ya, y sobre Parker; se lo comio la tierra, no lo hemos podido localizar - dice, salimos hacia el auto. me abre la puerta de atrás subiéndose a mi lado, como siempre.
Nos siguen 4 camionetas negras iguales, vamos a la casa de seguridad, amenazaron con una bomba en un club privado que tengo, fue una advertencia y no tengo ni puta idea de quien fue. Tengo a Hanna investigando, es la mejor hacker del país, que digo; del mundo, es una maldita para rastrear y toda esa mierda, yo también soy buena para eso, pero no tanto como ella.
*Casi que no llegas mari, ¿que es lo que está pasando?, tu hombre - señala a Jeison con molestia - me sacó en medio de clases y me obligó a venir- dice con un tono molesto. respiro profundo. Esta chica de 15 años se enfada por cualquier cosa, es normal es normal, me repito en mi mente, así son los adolescentes.
*No pasa nada peque, te vas a vivir a otro lado, ya esta todo preparado, aquí está
tu nueva identificación, Jeison te llevará y te cuidará, óyeme bien Brook, no puedes salir sin él a ningún lado, ¿Entendido?- sentencio de manera dura, no puedo permitir que nada le pase.
*Bien, como digas - da medía vuelta y sube las escaleras.
Subí a mi habitación, no sin antes dar las instrucciones a todos, me duché, me puse mi bata y me acosté, pensé en hace diez años; lo diferente que era mi vida, y ahora que salí de ese maldito hueco; tengo mi venganza lista para cocinarse, sólo estoy esperando para dar mi siguiente paso... de tanto pensar, no me doy cuenta cuando caigo en los brazos de morfeo.
****
Me desperté por el rayo de sol que entró por la ventana, miré la hora: 7 am, a las 10 se va Brook, me levanto, me baño y me alistó, llevo un pantalón negro ajustado, un crop- top negro y mis botas negras, recojo mi larga cabellera en una coleta alta y salgo de mi habitación, hoy sera un buen día para ir de caza.
*Te extrañaré tanto, no se te olvide llamarme, te amo mari y cuídate- La abrazó fuerte, ella es mi talón de aquiles, mi pequeña Brook es mi vida entera, y siempre la voy a proteger de todo, Jeison irá con ella; es el hermano mellizo de Scott, confío en él ciegamente, siempre la ha cuidado muy bien.
*Te llamaré lo prometo, y ya vete- me sonríe y le doy un beso en su frente, sube al jet y desde arriba me despide con la mano..
*Es por tu bien peque, no te conviene quedarte conmigo, corres mucho riesgo- murmuré en voz baja, cuando el jet despega, me doy vuelta y Scott me ve con picardía, le doy un guiño, lo agarró de su brazo, caminamos en silencio y entramos al bosque...
Llegamos a la casa y me doy una relajante ducha, estaba sudada y un poco cansada, salgo al vestidor, me secó y me pongo un vestido rojo con una abertura de lado derecho, me gusta como me veo; me dejo mi melena rizada suelta, que llega hasta la espalda baja, me maquillo un poco y me aplicó un labial rojo mate. Me doy un último vistazo en el espejo y en mi reflejo veo una mujer sin miedo a nada, fuerte y poderosa, sonrío de lado y salgo.
Tengo una reunión con un italiano que pidió verme.... pues veamos que tiene para decirme y convencerme. Soy muy estricta con quién hago negocios; no lo hago con cualquiera, eso lo aprendí de Parker y pienso: ¿Dónde mierda se ha metido? Me cabrea cuando desaparece. Ya tendré tiempo para investigar.
Maximiliano
Estoy en el club en un reservado, tengo una reunión con Maritza Becket, una reconocida narcotraficante, me sorprendí un poco por lo joven que comenzó en el negoció; hace dos años, ¿Cómo una chica tan joven está metida en esto?, me pregunto. "Tampoco es que seas viejo" me digo mentalmente, y es verdad; tengo 28 años y comencé desde los 18 cuando mataron a mis padres, eso es lo que me trae a este lugar, a reunirme con esa mujer, no me gusta hacer negocios con chicas, pero, Bruno, mi hermano la investigó y tenemos un objetivo en común: Demmon.
Es el Maldito hijo de puta que traicionó y mató a mis padres, ella lo ha estado buscando, no sé con qué fin, pero pronto lo averiguaré.
—Mira, ahí viene la chica y esta más que buena. - Exclamó un eufórico Bruno, alzo la vista y tiene razón, es una mujer preciosa; de tez blanca, su cabello es rojo y rizado, le llega hasta las nalgas, tiene un muy buen cuerpo, con varios tatuajes en sus brazos y cuando camina veo otro en su muslo derecho. El tamaño de sus senos esta más que bien, ni mucho ni poco y con ese escote... su abdomen es plano, ancha de caderas. Se acerca más y veo su rostro: Es una diosa. Sus ojos son grises, tiene una mirada que no expresa nada, pero intimida a cualquiera, sus labios son carnosos y me los imagino sobre mi miembro dándome placer.
¡Joder!.
—Un placer señor Lombardi, dígame ¿qué me puede ofrecer que ya no tenga?. Verá, no tengo mucho tiempo y para mí, vale oro - dice cuando llega a la mesa, su voz es fría y directa, le hago ademán para que tomé asiento y así lo hace.
—Directa señorita Becket, usted y yo tenemos mucho en común, más de lo qué cree, le suena el nombre: Demmon- digo, la miro a los ojos y me sostiene la mirada, hace un gesto de molestia cuando escucha ese nombre.
Sus ojos grises se nublan y ya no son grises, son de un color indescifrable; sus pupilas se empiezan a dilatar de furia, se levanta abruptamente de la silla, subiéndose encima de la mesa, me agarra por la camisa y me pega quedando a escasos milímetros de su rostro.
—¿Qué mierda quiere? Dígame de una buena vez- Escupió furiosa, con los dientes apretados y tensa. La miro a los ojos y le sonrío con malicia.
—Lo quiero muerto y usted me puede ayudar, se que lo ha estado buscando y yo también. Tengo que saldar una cuenta que tiene pendiente conmigo, unamos poder y lo encontraremos más rápido - Le digo, me suelta de golpe, se baja y se para frente mío, extiende su mano, me levanto y la estrecho.
—Está bien, vaya a está dirección- Es todo lo que dice, el hombre con el que vino, qué se había mantenido en silencio, se levanta y me pasa un papel, lo tomo, se da media vuelta y se va, para en la puerta por unos breves segundos, vuelve su mirada a mí, sonríe de lado antes de marcharse.
—Interesante- murmuré, me levanto y salgo con Bruno, para ir al casino.
Maritza
Salí echa una furia de ese lugar, y es que Hanna tiene mucho que explicar, cómo mierda sabe de Demmon el Italiano que está buenísimo. Tuve un orgasmo con solo su voz. Es todo un Dios; sus ojos son de color azul profundo como el mar, castaño perfectamente peinado, alto con esa camisa negra tallada a su buen trabajado cuerpo, con varios tatuajes en su cuello.
Oh, mierda, lo descarto, no me acuesto con socios, de hecho, llevo mucho sin sexo. Volviendo al tema importante, necesito saber que tipo de cuenta tiene que saldar con ese hijo de puta.
—Estas segura que no es una trampa Becket- dice Scott seriamente.
—Ya lo sabremos- digo, resopla molesto
—Como sea, ya llego la mercancía, iremos a verla- Asiento con la cabeza y nos dirigimos a la bodega. Al llegar, la verificamos, todo está en orden, la pruebo y es perfecta; es la mejor del mercado y lista para entregarla a los dilers, quiénes son los encargados de venderla.
Llegamos a la casa, fui directo a ducharme, me cambié, llamé a Brook; hablamos un rato, me contó de la nueva escuela y de lo mucho que pelea con Jeison. Después de hablar un rato con ella, tiré el teléfono a un lado y me acosté, a los pocos minutos quedé profundamente dormida.
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