Tiempo después…
-esto es una pésima idea –
Joshua estaba sentado sobre un neumático viejo, comiéndose unos cacahuates, Caleb era el que había tenía la idea, hace tiempo que Damián se había retirado de hacer carreras clandestinas, además el se había graduado de la universidad, ahora tenía otras obligaciones, por eso esto ya no era su prioridad.
-si no vas a ayudar mejor cállate – le respondió Caleb
Y eso hizo, se quedo sentado sin decir palabra, todo el tiempo solo observando, ni siquiera respondió a las preguntas que le hacían, el solo se quedo ahí, comiendo cacahuates y jugando en el celular.
Pero tuvo razón no fue la mejor idea, no teníamos previsto que vinieran tantas personas, al final todo se salió un poco de control, pero Joshua se tomo muy enserio lo que le dijo Caleb, y no se movió de donde estaba, al final quien llego fue Damián, y no venia nada feliz, las personas lo notaron y comenzaron a irse.
-¿en que estaban pensando par de idiotas? – nos dijo
-¿llamaste a Damián? - le pregunto Joshua a Caleb
- las señal aquí es una porquería, aquí donde estoy ni siquiera tengo – respondió mostrándole el celular, estaba jugando tetris, hizo eso por casi dos horas, no sé cómo no se le habían dormido las piernas a estas alturas
-Dominic, ve al auto, nos vamos – me dijo – y tu, limpia este desorden – dijo señalando a Caleb
Joshua se puso de pie, y se estiro – yo también me voy –
-ven aquí imbécil, tú te quedas conmigo – le dijo su mellizo
-olvídalo, me duele el culo de estar ahí sentado, además tengo sueño y hambre – respondió el
Pero Caleb le dio un ligero empujón
-¿Cuál es tu problema conmigo? – respondió Joshua
Yo solo los mire, desde hace días estaban peleando un montón, por lo general eran inseparables, así que no entendía cual era su problema, Damián solo los miraba era obvio que estaba hartándose de la situación también.
-si me hubieras ayudado desde un principio esto habría salido bien, pero no solo te dicaste a estar ahí sentado, y de paso llamaste a Damián – siguió diciendo Caleb
-basta ya, esto es ridículo – intervino Damián – tu qué haces ahí parado, te dije que te fueras al auto - me dijo a mi
-deja de tratarme como si fuera un niño- le respondí – ya voy a cumplir 19 – me fui al auto y los deje discutiendo, a los cinco minutos llego Damián, y se subió al auto no dijo nada en todo el camino.
Cuando llegamos a la casa se bajo sin decir palabra, molesto fui tras él y lo alcance en las escaleras.
-¿hasta cuando me vas a tratar como si fuera un niño? – le reclame
-hasta que madures y dejes de compórtate como tal, si querías hacer algo como eso, debiste haberlo hablado conmigo, ¿crees que es fácil organizar algo así? No sabes nada sobre eso, tanto tu como Caleb son unos inmaduros –
-¿y tú no lo eras? Tenias 17 cuando comenzaste, no te salió a la primera, no sé por qué ahora te crees con autoridad moral para decirme que hacer, eras peor que yo, así que ya deja de decirme lo que tengo que hacer no eres mi papá – deje A Damián con la palabra en la boca y me fui a mi habitación cerrando con un portazo.
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Encontré a Valentina, sentada en el sofá viendo televisión, cuando me vio entrar, se acomodo y me hizo señas para que me acomodara con ella, me recosté en el sofá y puse mi cabeza en sus piernas, ella comenzó a jugar con mi cabello.
-no sé si fue buena idea que fueras ahí, debiste haberte quedado en casa, no es tu responsabilidad arreglar la vida de todos – me dijo dándome un beso en la frente
-¿Qué se supone que haga entonces cariño? Papá está recuperándose de su última cirugía en la rodilla, y Dimitri, casi no viene a casa, no está en su mejor momento, y para colmo, Caleb en lugar de ayudarme arrastra a Dominic a sus tonterías –
-¿a quién quieres que se lleve entonces? – Me respondió ella – tú no tienes tiempo, además cambiaste desde que nos casamos, eso no lo puedes negar, y por otro lado Joshua esta más perdido en su mundo que nunca, es difícil saber que está pensando –
-por dios esta familia me causa dolor de cabeza – le dije cerrando los ojos, ella comenzó a masajear mis sienes
-por cierto, mamá va a llegar el jueves, ella quiere comenzar a planear la boda – me soltó de la nada
-¡¿Cómo?! –me senté de golpe, hasta olvide que me dolía la cabeza
Ella se cruzo de brazos, y me miro, todos en esta casa, podrían tenerme miedo, o al menos respeto, todos menos Val - ¿acaso lo olvidaste Villegas? Mi madre dejo claro que después de mi graduación tendríamos que tener una boda como debe de ser, y mi suegro estuvo de acuerdo, me graduó el viernes, Damián –
-cariño, no he olvidado tu graduación, pero... -
-elige muy bien tus palabras Villegas, o esta noche duermes solo – me respondió ella
-yo te prometí que te daría la boda de tus sueños, y así será, pero, tu sabes que no soy del agrado de tu mamá – le respondí
Valentina se puso de pie, sé que no eres su persona favorita, pero me gustaría que al menos lo intentaras – Val se salió de la habitación y me dejo solo
Me levante y me fui a dar un baño, sentía que este día había sido demasiado largo, y ahora al parecer valentina ahora estaba molesta, pero su mamá era una persona complicada, que de verdad me odiaba, ella no me perdonaba que le hubiera quitado a su hija, como decía ella, su padre era más tranquilo pero nuestras relación tampoco era lo mejor.
Cuando salí de la regadera, la habitación seguía vacía, si bien estábamos casados ella conservaba su habitación y solía dormir ahí cuando tenía que estudiar, así que me puse la pijama y me fui a la cama.
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-me siento tan molesta Ivana, no sé si quiero tener esa boda, solo por darle gusto a mi madre – me dijo Valentina, estábamos en su habitación, mi trabajo en esta casa más que nada era algo así como ser su asistente, y cuando su amiga se fue al extranjero, ella se hizo cercana a mí, era agradable, tener a alguien de mi edad, para pasar el tiempo.
-entonces no la hagas – le respondí, mientras me miraba mis bonitas uñas, más temprano ese día ella me llevo al centro comercial con ella, y nos hicieron la manicura
-no puedo zafarme de eso tan fácil, si lo hago mi señora madre no me lo perdonaría, y creo que mi suegro tampoco, pero sé que esta boda solo será un estrés para mi, y para Damián –por cierto, ¿Qué hora es? – me pregunto sentándose, y quitándose la mascarilla de tela
Yo también me quite la mía, me sentía más bonita desde que hacia estas cosas con ella, además eran productos caros que ella compartía conmigo, si fuera con mi sueldo, yo no gastaría en esto.
-son las once y media – le respondí
-bueno dejemos esto por hoy, seguro Damián ya se acostó a dormir – me dijo bajándose de la cama
-ve a dormir, yo limpio esto –le dije, ella me sonrió y se salió, yo limpio todo, y por ultimo recogí el cuenco de helado para llevarlo a la cocina.
Cuando llegue a la cocina me lleve el susto de mi vida, Joshua estaba ahí, comiéndose un sándwich, casi a oscuras, últimamente pasaba mucho aquí, y eso solo hacia mas difícil para mí, la situación, pues hacía tiempo que me había dado cuenta que yo tenía un amor unilateral por él.
-bonitas uñas – me dijo cuando puse el cuenco sobre la mesa
-gracias, nunca me habían hecho la manicura, aunque no quiero acostumbrarme tanto a las cosas que hago con Valentina, sé que si su amiga vuele probablemente se olvidara de mi –
-te complicas la vida por cosas muy vánales – me respondió y siguió comiendo
-¿tú crees? –
-no lo creo, estoy seguro – me respondió – las personas son muy complicadas – me dijo después, se puso de pie y dejo en la mesa, su plato solo con la orilla del pan, se tomo el resto de su jugo y también dejo el vaso sobre la mesa – necesito un cigarro – eso lo dijo mas para sí mismo que para mí – buenas noches – fue lo último que me dijo antes de salir de la cocina por la puerta que daba al jardín.
Recogí sus platos, y los deje sobre la mesa, y después me recosté contra la encimera, Joshua podía ser alguien de muy pocas palabras, a veces no sabía ni por qué me gustaba tanto, el pasaba mucho tiempo en esta casa, pues era algo así como el entrenador de Valentina, el siempre fue amable conmigo, y yo solía verlo en secreto cuando le daba clases a la esposa de Damián.
Pero hoy no esperaba verlo aquí, parecía algo molesto, quería preguntarle, pero no quería parecer entrometida, así que mejor apague la luz, y me salí de la cocina, mañana seria un día largo, era hora de ir a dormir.
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-¿Qué haces aquí, Filippa? – le dije, cuando llego al restaurante, tuve que salir para evitar que hiciera escándalo
-quería saber que no mentías –
-por favor dime ¿Cuándo te he mentido? – le respondí molesto
-tal vez no me mientes, pero me ocultas cosas –
-¿crees que es fácil estar contigo? – Le respondí – a veces eres agobiante –
Ella se aferro a mi brazo – tu sabes que nadie te va a querer como yo - me dijo
-solo vamos a casa Filippa, deja de hacer tanto drama – me odiaba por ser tan débil y no tener el valor de salir de esta relación, donde ella me amenazaba constantemente con hacerse daño.
Cuando desperté por la mañana note que Val dormía a mi lado, la noche anterior me tome un analgésico antes de dormir, y no me di cuenta cuando se metió a la cama, ella se removió y abrió los ojos.
-buenos días ¿Cómo amaneció tu cabeza? – me preguntó, sentándose y restregándose los ojos
-mi cabeza está bien – le respondió sentándome, me acerque a ella, el di un beso en la mejilla, ella no quería darme besos por la mañana antes de lavar sus dientes, así que ella me devolvió el beso en la mejilla también, se bajo de la cama, y se metió al baño, cuando salió, yo seguía sentado en el mismo lugar
-¿a qué hora llega tu familia? – le pregunte
-al medio día – me respondió - ¿Por qué la pregunta? – me dijo mientras se ponía ropa deportiva, mi parte favorita de las mañanas era verla desvestirse y vestirse delante de mi, me hacia querer lanzarla a la cama de vuelta, (a veces lo hacía)
-para irme a trabajar antes – le respondí con una sonrisa
-no seas así, has el intento al menos de llevarte bien con mi familia –
-lo hago cariño, pero ellos no me quieren, me tratan como si fuera un gánster –
-¿y no es eso lo que eres? –
-sí, pero eso ellos no lo saben –
Valentina negó con la cabeza y se salió, me levante y fui tras, ella, la seguí hasta el gimnasio, Joshua ya estaba ahí.
-¿Qué tú no tienes casa? – le pregunte
-si no vas a participar no estorbes – me dijo, y comenzó a hacer estiramientos con Val
Si en alguien podía confiar para entrenarla era él, tenía más paciencia que yo, así que los deje, y me fui a nadar un rato.
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Más tarde a la hora del desayuno, todos estaban en silencio, Damián y Dominic estaban enojados, Dimitri tenía resaca al parecer, Joshua era el único que desayunaba como si nada, Caleb llego al comenzar el desayuno y lo fulminaba con la mirada, esos también tenian sus asuntos sin resolver.
-¿Cuándo me dijiste que llegaba tu familia? – me pregunto mi suegro
-llegan hoy al medio día, voy a ir a recogerlos y llevarlos al hotel –
-no es necesario que tu familia duerma en un hotel, esta casa tiene muchas habitaciones disponibles – me dijo mi suegro, y mi querido marido casi se ahoga con el café
-padre no es necesario, que seas tan amable, ya te dijo Val, que ellos se quedaran en un hotel –
-tu cállate – le respondió su padre
-ya oíste a mi suegro, cariño – le respondí – gracias suegro, aprecio mucho su ofrecimiento –
-no olvides que esta también es tu casa, tu familia puede venir cuando quiera –
-ya sabes que mis suegros me odian, y tú quieres traerlos aquí –
-eso es culpa tuya – intervino Dimitri por fin – nunca has hecho nada por ganártelos –
-¿y tú has encontrado algo? – le pregunto mi suegro, pues Dimitri estaba buscando a Vania, querían localizarla, y aun no daban con ella, era como si se la hubiera tragado la tierra
-estoy a punto de lograrlo, esta vez estoy casi seguro –
-eso ya no me interesa, me voy a trabajar – dijo Damián se puso de pie, y cuando paso por mi lado me dio un beso, y siguió de largo - ¿y ustedes dos que esperan? – le dijo a los mellizos, ambos se pusieron de pie y fueron con él.
Yo me sentí un poco fuera de lugar así que me puse de pie – yo me también me retiro, iré a ver a Nana, para que me ayude a preparar las habitaciones para los invitados.
Me dirigí a la puerta que daba a la cocina, y los deje solos, no quería estar en las conversaciones incomodas de esos tres.
Nana, es el ama de llaves de la familia, era una mujer muy apegada a las viejas costumbres, así que solía llamarme señora, intente que dejara de hacerlo, pero no lo logre, la única que me hablaba de tu era Ivana, pero solo lo hacía cuando estábamos solas, para los demás empleados de la casa era la señora Villegas.
-buenos días – les dije a todas –
-buenos días señora, ¿necesita algo? – respondieron al unisono
-me podrías decir cuáles son las habitaciones para invitados disponibles, mi suegro quiere que mi familia se hospede aquí – le dije a Nana
-usted no se preocupe por eso señora, yo me encargo –
-Gracias Nana, Ivana por favor ven conmigo, necesito tu ayuda en algo mas – ella se levantó y me siguió fuera de la cocina.
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Cuando llegue al departamento que solía rentar encontré un desastre, fui a la habitación y vi mi ropa en el piso, Filippa estaba esculcando entre mis cosas.
-¿Qué estás haciendo? –
-¿Quién es? – me preguntó
-¿Quién es qué? – respondí
-la tipa con la que me engañas, la dueña de esto – levantó la mano y me mostro un sostén
-eso es tuyo, eres la única que se mete aquí, lo dejaste hace meses, tan mal estas de la cabeza que ya ni reconoces tus cosas –
-quieres que me crea semejante estupidez, eso no me queda ni de chiste, ve el tamaño, es diminuto– negue con la cabeza esta mujer parecia haber olvidado que ella se hizo un aumento de busto y que eso solía quedarle.
-¿si admito que te engañe, terminarías conmigo de una vez? – respondí ya harto de la situación, ella jamás aceptaría que era suyo
Ella empezó a gritar y a chillar como hacia siempre que yo hablaba de terminar, me comenzó a dar manotazos, la tome de las manos para que dejara de golpearme.
-ya basta Filippa, estoy harto y cansado de esto, solo terminemos de una vez –
-pero yo te amo – me respondió lloriqueando
-no, tu no me amas, solo estas obsesionada conmigo – me salí de la habitación y comencé a limpiar la sala, ella salió detrás de mí, y escuche un vaso romperse, me di la vuelta y tenía un trozo de vidrio en la mano
-si me dejas, me cortó las venas, lo juro-
Deje lo que estaba haciendo y fui hacia ella – dame eso - le pedí, tome el trozo de vidrio de un lado, intente quitárselo, pero ella lo jalo, provocando que yo me cortara la palma de la mano, la sangre comenzó a fluir enseguida, y ella retrocedió asustada
-Carlo lo siento – me dijo
-solo vete, llevate tus cosas cuando yo esté fuera, esto se acabo – le respondí, me metí al baño tome una toalla y la enrolle en mi mano, al salir tome mis llaves, el teléfono y salí del departamento dando un portazo, no me iba a quedar a esperar que me manipulara otra vez.
...****************...
-¿han sabido algo de Vania? –les pregunte mas tarde a Joshua y Caleb
Estábamos en el depósito, revisando el próximo cargamento el cual debía salir por la madrugada
-no te lo tomes a mal, primo, pero creo que deberías aceptar la ayuda de tu madre – opino Caleb – ella debe saberlo, si se lo dice a alguien será a ti –
-no le hables de madres ahora, que no vez que va a tener que lidiar con su suegra por un tiempo –
-ni me lo recuerdes Joshua, esa mujer me odia, se que Val quiere que haga el intento de llevarme bien con ella, pero no puedo perdonar como la trato cuando descubrió que estábamos casados, la mando a hacerse una prueba de embarazo, ya que ella juraba que nos habíamos casado por eso –
-si yo fuera tu suegra habría hecho lo mismo, ambos eran muy jóvenes– me respondió Caleb y después se salió dejándome con Joshua, seguía enojado por ser el último en enterarse qué Val y yo íbamos a casarnos.
-ahora que estamos solos me gustaría saber que pasa contigo –
-es mi padre, quiere que sea yo la cabeza de la familia cuando él se retire, eso es algo que Caleb quiere, no yo, a mi nada de eso me quita el sueño –
-así que era eso, sabía que tenías una razón para no ir a casa, no es que me moleste que estés en la mía, haces muy buen trabajo con Val, tiene más paciencia que yo, pero tienes que ir mas seguido a tu casa –
-no quiero cada que lo hago, papá habla de matrimonio, yo no quiero casarme –
-eso decía yo, y mírame ahora –
-pero contigo es diferente, tú estás loco por ella, yo no quiero estar con una desconocida por el resto de mi vida, además... –
Cuando Caleb entro, su mellizo se quedo callado, y volvió a cerrarse, quería sacar a Caleb de nuevo, pero sabía que ya no la sacaría nada mas a Joshua, lo vi en su expresión.
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La vista desde esta balcón era espectacular, estaba pensando si debía lanzar el brillaba que brillaba entre mis dedos, era lo único que Dana había dejado atrás ese día, antes de irse.
Después de esa noche creí que las cosas cambiarían, pero cuando desperté ella ya no estaba, nunca me dolió tanto que me dejaran como ese día, pude haberla buscado pero yo tenía mi orgullo y ella el suyo, además yo seguía casado con Vania, y esta seguía sin aparecer, así que me trague mi orgullo, y vine a ver a la persona que podía ayudarme, pues creía que mi aun esposa se escondía en esta isla.
-¿a qué se debe esta visita, tan inesperada? – pregunto mi madre, antes de que llegara a donde yo estaba, guarde el pendiente de nuevo
-necesito tu ayuda, Giovanna –
-si quieres que te ayude lo menos que puedes hacer es llamarme madre, ¿no crees? –
-te llamare madre, el día que me nazca hacerlo, además tu estas estado diciendo que sabes donde esta Vania, se que esperabas a Damián, pero él tiene otro asuntos, como su próxima boda religiosa, además Vania es mi esposa, yo debo arreglar esto –
-bien te voy a ayudar solo porque también estoy harta de este asunto y de verte con cara de perro triste por los rincones, suspirando por esa chica que te dejo, es un poco patético, querido –
-se que tu no haces nada de a gratis, así que dime de una vez ¿Qué es lo que quieres a cambio? – le pregunte
-es muy sencillo Dimitri quiero una invitación a la boda de Damián –
Sabía que mi madre no me lo pondría fácil, pero si tenía que venderle mi alma a esta mujer para deshacerme de Vania de una vez por todas, lo haría.
-¡VALENTINA! – me llamo mi hermana pequeña, en cuanto me vio, solo pasaron unos meses desde la última vez que la vi, y ya la veía más grande, mi hermana menor Estela, era una excelente deportista, y era más alta que las mayoría de las chicas de su edad, además su cuerpo era el de una atleta, ella jugaba baloncesto desde la secundaria y lo hacía muy bien.
-por Dios Estela, cada vez que te veo estas más alta o yo me hago más pequeña – le dije abrazándola, mi madre venía detrás
-en lugar de estarse abrazando vengan a ayudarme con el equipaje – nos riño –a demás hay que pedir un taxi –
-mamá relájate, ya solucione eso –
Ivana apareció en ese momento con dos de los hombres que trabajaban para la familia -¿Dónde está el equipaje? – pregunto
-mamá dales las maletas –
-¿y estos quiénes son? –
-trabajan para la familia de mi esposo, mi suegro dijo que podían quedarse en la casa, hay suficiente espacio –
-no quiero incomodar y prefiero la comodidad de un hotel –
-mujer no seas mal agradecida – la riño mi padre
-no te preocupes madre, la casa de mi suegro es lo suficientemente cómoda, es mejor que un hotel diría yo, así que por qué no me siguen – mi familia no tenía ni idea de la riqueza y el poder de la familia Villegas, y yo se los había ocultado a propósito, quería que se hicieran a la idea primero, en lugar de tacharme de interesada
Dos camionetas nos estaban esperando, una era para el equipaje y la otra para nosotros, eso impresiono un poco a mi madre y la dejo callada un rato, además sin contar los dos escoltas que no seguían en motocicleta, desde una distancia prudente, desde mi secuestro en el pasado la familia Villegas no escatimaban en seguridad cuando se trataba de mi.
Cuando llegamos al camino privado que conducía a la mansión de la familia, los guardias que no seguían se nos adelantaron, así que al estacionar los autos, ambos ya estaban ahí. Nana nos estaba esperando, junto con otras empleadas, yo me quede esperando a que nos abrieran la puerta.
-¿Qué esperas para bajarte? – se quejo mamá, en cuanto me abrieron la puerta me baje, y la deje hablando sola
Mi familia bajo tras de mí y se quedaron bastante sorprendidos, mi suegro salió a recibirlos.
-mis queridos consuegros, sean bienvenidos a esta su humilde casa – les dijo
-creo que su definición de humilde es diferente a la mía – respondió Estela
-señora lleve a su familia adentro, yo llevo el equipaje – me dijo Nana
-gracias Nana, que esperan hay que entrar, mi suegro todavía no puede estar mucho de pie –
Mi suegro nos condujo a la sala, solo Dominic estaba ahí, sentado de malas, mirando al piso, era obvio que no quería estar ahí.
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Dominic
Estaba a punto de subir a mi habitación cuando mi padre me detuvo, y me mando de regreso.
-¿A dónde vas? –
-arriba- respondí de mala gana
-ve a la sala, vamos a recibir a la familia de Valentina –
-eso debería hacerlo Damián, son su familia política no la mía –
-no protestes y obedece, te has vuelto demasiado desobediente –
De mala gana me senté en la sala, y me negué a salir a recibirlos, cuando entraron a la sala, yo solo miraba el piso mientras, mi padre les daba la bienvenida, yo miraba la alfombra como si tuviera los secretos del universo, cuando levante la mirada, lo primero que vi fue a esa chica, era muy parecida a Valentina, pero era más joven, tenía un cuerpo bastante atlético, era más alta que Val, estaba usando unos shorts, y una playera de algún equipo de basquetbol, llevaba el cabello recogido en una coleta, ella miraba para todas partes menos a mí, tenía unas piernas espectaculares de alguien que hacia ejercicio con bastante frecuencia.
-bien dejen que haga las presentaciones formales –comenzó Val – este es mi suegro Braulio Villegas – les dijo a sus padres y a su hermana – y el es Dominic, es mi cuñado – yo solo respondí con un asentimiento de cabeza
-ellos son mis padres, Constanza y Guillermo Del Olmo, y esta es mi hermana menor Estela – dijo al final señalando a la chica a su lado
-buenos pues bienvenidos, ya fue suficiente de presentaciones, vamos a sentarnos a descansar un rato, deben estar cansados del viaje – les dijo mi padre
Mi plan inicial era irme después de las presentaciones, pero ahora estaba comenzando a tener curiosidad, por la chica sentada frente a mí que se negaba a mirarme, y que se aferraba al brazo de valentina.
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Damián
-Es hora de ir a casa, Damián tiene que ir a saludar a sus suegros – Caleb no había dejado de molestarme al respecto
-si vuelves a decir la palabra suegros, y voy a golpearte -le respondí
-par de inmaduros – Joshua nos dijo esto, pero cuando ambos nos dimos la vuelta hacia él, este había comenzado a correr, después se subió a un contenedor de basura y de ahí al techo de nuestro deposito
Ambos corrimos tras el, seguro vio algo, no estaba corriendo solo porque sí, me subí al contenedor de basura y después al techo, y lo vi, alguien corría por el techo y salto al tejado del viejo deposito vacio de al lado, Joshua fue tras, yo saque mi arma y los seguí, mientras Caleb nos seguía desde tierra, de repente el tipo se freno en seco, Joshua saco su arma para defenderse, pero no hizo falta pues el tipo desapareció, el tejado era viejo y no pudo con el peso de ambos, pues así como el sujeto cayo al interior, Joshua cayó tras él.
Yo seguí con cuidado hasta llegar a la agujero en el techo, me asome y los vi Joshua estaba sobre lo que parecían redes de pescar y un montón de basura, parecía ileso el otro sujeto no tuvo tanta suerte.
Salte al interior y caí al lado de mi primo, que al parecer estaba atorado en las redes, cuando Caleb escucho el ruido rompió el candado de la puerta de un disparo y entro.
-¿están bien? – nos pregunto
Ambos tosíamos por la cantidad de polvo que había en el interior – sí, estamos bien, no lo dejes que se vaya –
Caleb fue hacia el tipo, y yo seguí tratando de sacar la pierna de Joshua de entre las redes, me harte de tratar de desenredar, saque mi navaja y corte todos los hilos con los que tenía su pierna enredada, y lo jale hacia arriba.
-ese tipo no irá a ningún lado tiene una pierna rota, ¿necesitan ayuda ahí arriba? – nos dijo Caleb
-creo que si – respondí yo al ver que el pantalón de Joshua estaba roto, de debajo de la rodilla hasta donde lo cubrían sus botas, la sangre manaba, de una herida de unos tres centímetros que parecía algo profunda
-mierda – dijo Caleb al ver a su hermano – ya regreso – se bajo de el montón de redes y cosas viejas y salió del lugar
Ignoramos al tipo quejándose de dolor en el piso hasta que tuvimos a mi primo dentro del auto, habíamos pedido refuerzos, a si que en cuanto llegaron les di instrucciones y salimos de ahí.
Cuando llegamos a casa el médico nos estaba esperando, así que lo llevamos a la enfermería pues necesitaba puntadas, y una desinfección adecuada, yo estaba lleno de polvo, parecía que había rodado por el deposito, no podía ver a mis suegros así, pero Val no estaría feliz si llegaba a ducharme primero, aunque ella tampoco se pondría feliz de verme en estas condiciones.
-¿Qué demonios te paso? – me riño mi padre al verme
-tuvimos un pequeño inconveniente con una rata –
La familia de mi esposa puso cara de asco, pero ella y mi familia entendieron el mensaje, ella se puso de pie vino a mí y comenzó a inspeccionarme
-¿tu estas bien? –
-yo sí, Joshua no tanto, pero ya está en la enfermería, ¿por cierto el depósito al lado del nuestro tiene dueño? Creo que habrá que repararlo, si no tiene dueño cómpralo – le dije a mi padre, este solo asintió
Mi suegra me miraba con tal cara de desprecio – hola suegrita ¿qué tal le va? –
-mejor que a ti por lo que veo – me respondió de mala gana
-cariño, porque no vas a darte un baño primero, pareces incomodo –Val prácticamente me empujo fuera de la sala – te amo, pero si no vas y te duchas en este momento, quiero el divorcio –
-eso jamás ardillita, primero, viuda que divorciada – en cuanto le dije eso me dio un manotazo y regreso molesta a la sala y yo subí a ducharme que buena falta me hacía.
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IVANA
Por la noche a la hora de la cena encontré a Caleb con una bandeja con comida, este se detuvo al verme.
-hey tu, espera –
-¿Qué necesitas? –
-¿puedes llevarle esto a Joshua? Es que necesito ir a casa mi madre me está volviendo loco, quiero decirle que su hijo está bien que deje de hacer drama –
-¿le paso algo a tu hermano? –
-nada grave, pero debe no debe moverse mucho al menos por hoy –
-dame yo lo llevo – le dije casi quitándole la bandeja de los brazos, estuve tan ocupada por lo de las visitas que no supe que Joshua se lastimo
Me pare frente a la puerta y toque – adelante – abrí la puerta con cuidado de no derramar nada
-¿por qué tocas idiota? solo entra – Joshua estaba leyendo un libro y no vio que era yo hasta que levantó la mirada
-creí que eras el idiota de mi hermano - dejo el libro sobre la mesa, estaba usando unos shorts, por eso note la gasa en su pierna justo debajo de la rodilla, y traía solo una camiseta sin mangas color blanco, sus brazos quedaban al descubierto.
Acomode la bandeja sobre la cama, y él se sento más derecho, yo me quede a un lado para ver si ocupaba algo más.
-¿Puedes darme un poco de agua, y las pastillas que están por allá? – me señalo la mesita que estaba frente al sofá, yo asentí y cuando se lo entregue me dijo
-gracias Ana – nunca nadie me había dicho así, Valentina me decía Iv, para abreviar, pero Ana, me tomo tan por sorpresa que me puse nerviosa y le eche el agua encima, y le moje su camiseta
-lo siento – le respondí y cuando el tomo el vaso yo corrí al baño por una toalla para secarlo, pero cuando volví me quede tiesa, Joshua se había quitado la camiseta y se estaba secando con ella, yo me puse roja como un tomate
-quita esa cara de susto niña, solo es un poco de agua no es para tanto, solo dame otra camiseta de ahí, debe haber alguna – me señalo el closet yo le di la toalla y me fui al closet, regrese con una y se la di
Pero cuando él tomo la camiseta sostuvo mi mano también -¿Por qué estas tan sonrojada? – me preguntó
Me zafé de su agarre – yo… Yo voy a traer más agua, ahorita vuelvo – fui tomé la jarra y me salí, me detuve en el pasillo sentía que se me salía el corazón del pecho, latía tan fuerte que me preocupaba que él lo hubiera escuchado, ¿y de dónde salió eso de Ana? Me pregunté en voz alta mirando hacia su puerta.
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Joshua
Vi a Ivana irse completamente sonrojada, ¿Por qué era tan linda cuando se sonrojaba? Me pregunté y sin querer me encontré sonriendo, fui un poco malo con ella, pero al menos había comprobado una cosa, yo no le era indiferente.
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