Conocí a una persona especial, que llevaba el cielo en los ojos y el infierno en los labios, bastaba una mirada para perderme en las estrellas, y un beso suyo para hacerme arder.
- Pero papá eso que dices no puede ser, yo no puedo hacer algo así
- Y porque no? Ambos sabemos lo que sientes por él
Años atrás
Marcus de la Rosa un hombre respetado por cualquiera que escuchase su nombre se encontraba de negocios en España cuando conoció a una mujer sorprendente linda, con actitudes de niña consentida que no hacían más que despertar su interés, esa mujer era Lía Villaseñor hija de uno de los nuevos socios Héctor Villaseñor. Héctor Villaseñor tenía dos hijos Víctor y Lía esta última estaba Por recibir una propuesta de Antonio Ruiz y Méndez hermano de Renata Ruiz y Méndez ambos hijos de Fernando Ruiz y Méndez. La familia de Fernando siempre había mantenido una posición económica envidiable eran de las familias más respetadas de España, pero el padre de Fernando había desarrollado un gusto por las apuestas y en una de esas apuestas perdió un castillo que había sido de su familia desde hacía más de 150 años. ese Castillo fue a parar a manos del padre de Héctor, se intentó de muchas maneras recuperar ese Castillo pero no hubo forma de convencer al hombre de devolverlo, no aceptó joyas, ni tierras, ni otras propiedades, Fernando al querer recuperar el castillo hizo un trato con Héctor, el castillo sería para el primer hijo de su hija Lía si su hijo enamoraba a su hija el castillo volvería a ellos sin necesidad de perder nada pues al contrario ganarían una unión entre ellos. Ambos vieron con buenos ojos el que sus hijos se unieran. Antonio había estado fuera de España desde hacía muchos años completando sus estudios. Cuando hubo terminado sus estudios volvió hecho todo un hombre que causó sensación entre las jóvenes amigas de su hermana. Lía y Renata no eran mejores amigas pero sí se llevaban bien pues se conocían desde niñas aunque Renata le sacará 3 años más, pues sus familias siempre fueron cercanas. Antonio mostró un genuino interés en Lía en cuanto se conocieron, convivían mucho y a Lía no le desagradaba Antonio pues era un joven muy guapo. Un día en la oficina se presentó Marcus de la Rosa un empresario famoso mundialmente tanto por ser un tiburón en los negocios, Como por sus aventuras. Marcus quería hacer negocios con Héctor y Fernando primero Busco a Fernando y este estaba más que feliz de recibirlo, hablaron un buen rato se hicieron las propuestas y quedaron en que cada uno revisaría su propuesta, una vez terminado el asunto de negocios Fernando invitó a Marcus a casa como su invitado, Marcus se negó, pero Fernando insistió tanto que no le quedó de otra más que aceptar. En cuanto Marcus puso un pie en la casa de Fernando quedó maravillado, pues era una finca muy bonita, le gustó que estuviese un poco alejada de la ciudad pero no tanto. entraron a la casa Fernando ya había hablado por teléfono para comunicar que tendrían invitados Así que su habitación ya se encontraba lista, Marcus fue a descansar un momento antes de bajar a cenar y conocer a la familia de su próximo socio, pues tenía que admitir que Fernando era un hombre muy inteligente y amable le había caído muy bien. Cuando llegó la hora de cenar este bajó al comedor vestido un traje formal color vino sin corbata y con dos botones desabrochados de su camisa blanca, en el comedor lo esperaba Fernando este se disculpó porque su hijo mayor estaba en una cena con su novia y dijo que su hija no tardaría en bajar
-Es un hábito en esa niña la impuntualidad, Ah no fuera para algo que ella quiera o le guste porque ahí sí madruga
Ambos hombres rieron al comentario hecho por Fernando
- Papá te he escuchado, siempre dices lo mismo cuando tienes visitas, una disculpa por el retraso
Cuando Renata vio a Marcus, se sintió palidecer, cómo era posible que hubiese un nombre tan guapo sobre la faz de la tierra debía ser su imaginación pues tanta perfeccion era irreal. Marcus era alto, Moreno, con unos ojos azules impresionantes, cabello negro y un cuerpo musculoso se veía muy bien trabajado, de facciones duras, cejas pobladas, pestañas rizadas, unos labios carnosos
- No te disculpes, además tu padre me estaba haciendo muy buena compañía
- Pero que voz - pensaba Renata
Todos pasaron a cenar y Renata no podía despegar los ojos de ese hombre, había algo en él, en su forma de hablar, en su forma de caminar, sus expresiones, es que tenía todo lo que ella siempre había deseado encontrar
- Es amor a primera vista- pensaba ella
La cena fue agradable y Renata se fue a dormir esa noche con una sonrisa enorme en los labios. A Marcus le había caído bien Renata era una chica algo callada Pero él había observado y tenía unos gestos peculiares Por así decirlo que le habían gustado mucho, pues personas de su clase no suelen hacer ese tipo de gestos o no al menos con invitados, que ella lo hiciera fue refrescante y le agradó mucho.
A Renata le gustaba mucho montar y tenía una yegua Blanca llamada nieve, fue un regalo de su padre, le dijo que toda princesa necesitaba un caballo blanco. Ella amaba esa yegua y no había ninguna mañana en que ella no cabalgara. Su sorpresa fue que en las caballerizas estaba Marcus pidiendo que le encillaran un caballo
- Buenos días Renata
-Hola, qué tal tu noche?
- Bien gracias hace años que no dormía también
- Me da gusto, te gusta montar?
- Es de mis actividades favoritas
- De verdad? También es una de las mías
- Quieres que vayamos juntos así me guías y no me pierdo
- Claro, Me encantaría
Ambos se fueron juntos y Renata habló mucho más de lo normal, le contó la historia de la finca, de los campos, de nieve. habló sin parar y para sorpresa de ella él la escuchaba, no solo fingía que escuchaba en verdad lo hacía, ella era muy poco sociable, pues le gustaba observar y veía que los hombres en su mayoría oían pero no escuchaban, pues aunque parece lo mismo no lo es, escuchar es oír lo que dicen y que te importe, sentir el interés, pero lo que había visto hasta ahora solo eran hombres a los que parecía que importaba lo que escuchaban pero en realidad hacían pequeños gestos de desagrado, que dejaban ver que les importaba una m***** lo que la chica decía. Ver a Marcus prestar genuina atención a sus palabras fue algo que le gustó aún más, todas sus mañanas Durante los días que marcus se quedó en su casa fueron iguales, ella realmente gustaba de su compañía y para Marcus era igual pues había congeniado con Renata, después de unas semanas Renata seguía emocionada con la compañía de Marcus, este ya había conocido Antonio y también le había agradado. Marcus se fue pues él vivia en otra ciudad pero prometió volver, pues como ahora tenía negocios con Fernando visitaría constantemente la ciudad y Fernándo insistió que cada vez que llegara se quedara en su casa y Marcus aceptó pues ellos le habían caído muy bien, toda esa familia pero en especial Renata. pasaron cuatro meses y Marcus volvió, la familia estaba reunida y Renata que estaba esperando con ansias volver a verlo, se habían hecho amigos y se mensajeaban a menudo, cuando Marcus llegó Lía estaba con ellos pues estaban decidiendo a dónde ir a bailar, cuando Marcus la vió quedó fascinado con la personalidad alegre, extrovertida y ligera de Lía eso sumado a su belleza y su despampanante figura quedó boquiabierto, ellos Lo invitaron a salir con ellos y él aceptó. En la discoteca donde estaban Lía ella tenía unas copas de mas y se paro a bailar, Marcus no había logrado quitar la vista de ella aunque se sentía mal pues era ella era novia del hijo de su socio, pero era imposible no hacerlo. Para Lía ver a Marcus en persona fue sorpresivo pues sabía exactamente quién era ese hombre y que él no despegara la mirada de ella la hacía sentirse muy bien pues sabía que Marcus no era cualquiera, en la discoteca se puso a bailar de una manera sugerente para provocarlo, cosa que parecía funcionar pues no despegaba su vista de ella y eso la animaba a hacerlo con más ímpetu, cuando Antonio fue al baño, Lía se acercó a Marcus y empezó a menear sus caderas en torno a él y logró ver una erección en su entrepierna, eso para ella fue un triunfo, se alejó y volvió a su lugar de nuevo. Renata por su parte estaba triste pues se había dado cuenta de cómo Marcos veia a Lía y de como ella coqueteaba descaradamente con él. Tiempo después Marcus y Lía empezaron a ver escondidas y Marcus cada vez estaban más deslumbrado por ella, su actitud de niña lo tenía loco por ella. Cuando se habló de un compromiso con Antonio Lía se negó y dijo no amarlo, su padre no entendía la negativa de su hija pues veía que el chico moria de amor por su hija y su hija no era indiferente al chico, ella le dijo a Marcus lo que pensaba su padre y él se confeso le dijo que la amaba, que quería casarse con ella, ella no dudó en aceptar y al día siguiente se lo comunicó a su padre, este no estaba muy contento con las acciones de su hija pues esta tenía una relación cuando empezó a verse con Marcos, pero este tenía una fama y reputación que Antonio aún no lograba si bien le ganaba por varios años a su hija, eso no fue un inconveniente
- Dile que venga a hablar conmigo y después de escucharlo decidiré
-Gracias papá
Héctor llamó a Francisco para notificarle de lo que estaba sucediendo, si bien se disculpaba por el comportamiento de su hija, le dejó Claro que un matrimonio con Marcus era más conveniente que uno con Antonio, Fernando no podía permitir que eso pasara pues de esa forma perdería el castillo. Renata estaba con su padre cuando Héctor llamó y escuchó todo lo que hablaron, su corazón se terminó de romper Pues si bien ya sabía que a Marcus le gustaba Lía ella tenía la esperanza de que no fuera amor, subió a su habitación y rompió a llorar pues estaba por perder el único hombre que había amado y el único que amaría, esto último podía asegurarlo. Fernando no sabía qué hacer para evitar que Marcus hablara con Héctor, cuando Renata bajó él vio sus ojos rojos e hinchados, sabía que había llorado pues no era ciego y se había dado cuenta de los sentimientos de su hija, con eso en mente algo en su cabeza se aprendió
- Renata quiero hablar contigo
- Dime papá
Renata estaba atónita ante lo que escuchaba cómo era posible que su padre estuviera haciendo ese tipo de propuesta, Fernando le había propuesto que se llevara a Marcus de paseo lo emborrachara y se metiera en su cama, le dejó en claro que no es algo que le gustaría que ella hiciera pero sí lo hacía todos saldrían ganando, pues su hermano se casaría con Lía, él recuperaría el castillo y ella se quedaría con un buen recuerdo de su amor
- Me niego, me niego rotundamente hacer eso que dices, no lo haré, no me puedes obligar
- Piénsalo hija por favor, sabes que si no estuviera el castillo de por medio y la promesa a mi padre de recuperarlo jamás te pediría algo así
Renata se fue molesta a su cuarto por las palabras de su padre, estar con Marcus en el sueño para ella, Pero sabía que en eso se quedaría Pues él solo la veía como una buena amiga. Cuando Antonio se enteró él secundó la propuesta de su padre pues además del Castillo, él en verdad amaba a Lía y no quería perderla
- Una mujer que se va con otrao a la primera, es una mujer que no quiere estar contigo, porque no lo entiendes?
- Solo está deslumbrada, además es muy joven apenas tiene 19 años en cambio el ya es un hombre que casi le dobla la edad, tiene experiencia para envolver fácilmente las mujeres, si no lo crees solo mírate, te convertiste en una estúpida desde que lo conociste
- No tiene caso hablar contigo, yo podré ser una estúpida como dices pero sé aceptar cuando no me quieren en cambio tú
Dijo eso y se fue. Una tarde Renata recibió un mensaje de marcus para avisarle que llegaría a la ciudad por la noche
Mensaje :
Reno llegó en la noche a Madrid, tengo algo muy importante que decirte y me gustaría hacerlo en persona, Qué te parece si nos vemos en el bar de siempre?
Renata sabía que no le iba a gustar Lo que Marcus tenía que decirle pero aún así no se pudo negar y aceptó. Más tarde en el bar Marcus ya se encontraba ahí estaba bebiendo cuando Renata llegó
- Hola, cómo estás?
- Hola Reno, bien Gracias, Wow Mirate estás preciosa
- Gracias
Respondió Renata sonrojada, Marcus le invitó una copa pero ella al ver que ya estaba muy tomado decidió no tomar, Marcus le dijo que Lía había aceptado sus sentimientos y que él no podía estar más feliz
- Quiero que festejemos juntos
Marcus bebió mucho, y Renata tuvo que pedir ayuda a uno de los meseros para meterlo al auto, cuando llegaron a casa le costó mucho esfuerzo llevarlo a su habitación pues pesaba mucho, cuando lo llevó a su habitación lo dejó en la cama, Marcus le dijo que lo ayudara a quitarse el saco antes de irse, ella lo ayudó y cuando estuvieron cerca, el aliento de él rozó la cara de ella y ella dejó salir un suspiro Marcus se inclinó hacia ella y poso sus labios sobre los de ella, Renata sentía que volaba sentir sus labios, el calor de su cuerpo, estaba nublando sus sentidos, para Marcus probar el sabor de los labios de Renata fue abrumador y la atrajo más hacia él tomandola de la cintura dio media vuelta y sin dejar de besarla la recostó en la cama y se puso encima de ella, Renata estaba envuelta en un remolino de sentimientos y sensaciones, cuando su conciencia reaccionó y se dio cuenta de lo que hacía estaba mal intentó apartarse pero marcus la besó de nuevo con mayor fuerza e ímpetu, Renata no puedo resistirse y terminó cediendo a sus sentimientos y terminaron haciendo el amor, para ella fue maravilloso aunque un poco doloroso Pues erá su primera vez y estaba más que feliz de que su primera experiencia fuese con el. A la mañana siguiente Marcus despertó con un dolor de cabeza cuando notó un cuerpo que descansaba en su pecho, recordó lo que había hecho, las caricias en el cuerpo de ella, sus lágrimas cuando él entró en ella, la calidad de su piel
- Qué he hecho?
Se movió un poco y Renata despertó, no sabía qué hacer ni qué decir, se levantó y se cubrió el cuerpo con la sábana
- Esto, sé que estaba borracho, pido por favor que me disculpes, no estaba en mis sentidos, sé que no es excusa pero
- No te preocupes, esto pasó por un descuido de ambos, lo mejor es olvidarlo y fingir que nada pasó
Marcus sintió molestia por las palabras dichas pero no lo demostró
- Me parece lo mejor, eres alguien muy especial para mí y no quiero que nuestra relación cambie por un error
- Un error, eso es lo que consideras la noche más maravillosa de mi vida- pensaba Renata
- No te preocupes de mi parte todo seguirá como si nada hubiera pasado
Renata se fue a su habitación y se metió a bañar mientras el agua caía por su cuerpo ella lloraba Pues ahora sería más difícil estar cerca de él
- Eres una tonta
No lograba dejar de llorar, cuando salió de las ducha se cambió y no quiso bajar a desayunar, ni a montar, solo tenía ganas de estar en su cuarto y llorar para aliviar un poco el dolor que sentía. Para Marcus no sabía cómo tratar a Renata después de lo que acababa de pasar. Por la tarde marcus se vio con Lía y estaba más distraído de lo normal acto que no pasó desapercibido para Lía. Después de un mes Lía y Marcus estaban ya a punto de hacer oficial su compromiso, mientras Renata estaba asustada Pues su menstruación no había llegado y ella siempre había sido muy puntual, la duda y la incertidumbre la estaban matando y fue por una prueba a la farmacia, mientras esperaba el resultado rezaba porque solo fuera un retrasó, pero cuando fue a ver el resultado y este fue positivo
- Ahora qué voy a hacer? Cuando mi padre se entere querrá saber quién es el padre, Y qué va a decir Marcus cuando se entere?
Llevó sus manos a su vientre, la conmoción no pudo evitar la felicidad que le invadía Pues estaba esperando un bebé del hombre que amaba
- No importa que tu padre no esté con nosotros, yo te amaré por ambos mi amor
Antes de que pasara más tiempo, ella sabía que un embarazo no iba a ser fácil de esconder Así que decidió decirlo por ella misma, nunca había sido una cobarde y no iba a empezar a hacerlo ahora.
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