Hace muchos años hubo una gran guerra donde un guerrero se reveló ante su rey. El guerrero logro convencer a demás súbditos cansados de la tiranía de aquel rey. Todos ellos se alzaron en armas y atacaron el gran palacio, pero el rey no se quedó con los brazos cruzados y respondió al ataqué.

Ambos lados se enfrentaron en una guerra que duró varios años en donde en ambos bandos había bajas, pero nadie cedía para perder.

La guerra culminó cuando aquel rey logró derrotar a los rebeldes y los expulsó de su reino, pero aquel guerrero juro regresar para terminar con lo que había empezado. Tras está amenaza el rey encerró al guerrero usando un sello mágico.

El tiempo pasó y el rey tuvo una hermosa hija que sería la heredera al trono, pero en plena celebración el reino fue atacado.

La gente corría y caía muerta sobre las calles del reino, las casas eran incendiadas y en un acto de desesperación el rey mando a su ejército a defender el castillo, pero el poder del ejército enemigo era más fuerte y se les hizo fácil acabar con los defensores.

El ejército enemigo llegó al castillo e Interrumpió en él; el rey en un acto de amor mando a su pequeña hija lejos del lugar. Un lacayo de confianza llevo a la pequeña a una cueva donde desaparecieron.

El rey murió a manos del general de aquel ejército y así la oscuridad tomo el control del reino dando inicio a varios años de tinieblas, pero existe una profecía que habla de la luz de esperanza para ese pueblo; aunque no se sabe con exactitud si esa profecía es real o solo un invento de los lugareños para dar esperanzas a un pueblo consumido por la tiranía de aquel rey.

Por otra parte, nadie pudo llorar la muerte de su antiguo líder y nada se supo de la reina, los rumores cuentan que sigue viva, pero encarcelada en la torre obscura.

El nuevo rey trajo paz y enseñanzas al reino y todo a cambio de tributos que se está obligado a pagar o la ley te castigará muy severamente.

Los habitantes optaron por creer que todo mejoraría (gran error). Algunos trataron de huir y no lo lograron, otros se resignaron y obedecieron cada ley impuesta por la monarquía.

Si preguntas por la reina, nadie sabe donde está. Algunos dicen que está viva y encerrada en una torre alejada del reino y otros que logro escapar para jamás regresar.

Sobre aquel sirviente y la pequeña princesa no se supo más; de hecho se convirtieron en leyendas ya que fueron los únicos que lograron escapar de aquella matanza sin ser vistos. Unos dicen que escaparon al bosque y murieron, otros que fueron capturados y ejecutados para demostrar que nadie está por encima del rey y algunos más dicen que escaparon al mundo mortal para refugiarse y vivir en paz ¿Quién sabe? Pero sólo el destino dirá si los caminos se volverán a cruzar.

Había un fuerte movimiento de camionetas militares que se dirigían a las afueras de la ciudad de Scarlet Wonder. Fuera de esta se encontraban en persecución dos autos a gran velocidad.

La persecución no duró mucho tiempo ya que el auto que perseguía impacto el costado trasero del auto perseguido haciendo que perdiera el control y volcara quedando con las llantas arriba.

Del auto que quedó en pie salió una chica que usaba unos lentes obscuros, camino al auto volcado y rompió la puerta del conductor con una fuerza descomunal. La chica tomó del cabello a la persona dentro de aquel auto y con fuerza y violencia la saca del mismo dejando ver a un hombre de una edad aproximada de 39 años.

La chica arrastró al hombre varios metros del auto tirando del cabello de este, posteriormente lo levantó y azotó sobre la arena.

— No debiste huir así — Dijo la chica mientras rodeaba al hombre.

— Tendrás que matarme ya que no voy a hablar — Dijo el hombre seguido de un escupitajo.

La chica se limpió y pateó fuertemente las costillas del hombre haciendo que gritara inmediatamente.

— Han copiado la anatomía humana demasiado rápido — Dijo la chica mientras pateaba la cabeza del hombre.

— Mátame de una vez — Dijo el hombre mientras sangraba.

— Lo haré, sólo calma, debemos hablar antes — Respondió la chica con ironía.

— Yo no tengo nada de que hablar contigo cazadora — Dijo el hombre aún arrogante.

— ¿En serio? — Dijo la chica con una sonrisa.

La chica saco una especie de bastón que hizo crecer un poco y de la punta salió una daga que reflejaba a la misma chica. La chica hizo un movimiento con ella y clavó la punta en la espalda del hombre haciendo que gritará aún más fuerte, pero aún así él seguía en su posición de no hablar. La chica volvió a clavar la “lanza” en el cuerpo del hombre, pero esta vez en la mano izquierda del hombre.

— Podemos hacer esto todo el tiempo que quieras — Dijo la chica con sarcasmo.

— Jamás hablaré maldita... hija... de... puta — Respondió el hombre con dificultad.

La chica siguió clavando aquella lanza en el cuerpo del hombre logrando que perdiera sangre, pero antes de que el hombre se desmayara por la falta del líquido vital ella se detenía y dejaba que el cuerpo del hombre se regenerara.

— Esto es lo maravilloso de los seres como tú — Dijo mientras volvía a realizar su faena.

La chica disfrutaba bastante el torturar así al “hombre”, pero el sonido de motores de auto la alarte y decidió apresurar las cosas. Alzó la lanza y la clavó en el corazón del hombre, acto seguido este último se hizo polvo.

La chica escapó sin dejar rastro de lo que había pasado. Las camionetas llegaron al lugar, pero sólo encontraron arena y desolación.

Horas después la chica llegó a un templo muy alejado de la ciudad. Al llegar fue llevada a un salón enorme con estatuas de oro de varios santos a ambos lados del pasillo que llevaba a tres hermanos tronos y detrás del trono principal se encontraba una estatua de oro blanco personificando a una figura algo irreconocible que portaba un manto con estrellas, en una mano poseía el mundo y en el otro una balanza.

La chica se posó frente a los tres tronos y de las penumbras salieron tres hombres con sotana que tomaron lugar y miraron fijamente a la chica.

— ¿Y bien? — Dijo el hombre de la izquierda.

— Siguen negándose a hablar — Respondió con seriedad.

— ¿Y los restos? — Preguntó el de la derecha.

— Ya es polvo — Dijo rápidamente.

— Debemos seguir peleando para liberar a la humanidad de esas criaturas — Dijo el hombre de la izquierda.

— Pero... cada vez nos ganan más terreno — Le respondió el hombre de la derecha.

— Prepárate... habrá una entrega de un armamento en los muelles — Dijo el hombre del centro que por su túnica dorada era el líder.

— ¿Iremos por las armas? — Preguntó la chica.

— No... iremos por ese tal general — Dijo el hombre mientras se paraba del trono.

Ha pasado un año desde aquella guerra con esas criaturas extrañas, la ciudad pasó por un gran cambio y todo quedo como una pesadilla colectiva.

Erick se propuso mejorar la ciudad y darle una vida digna a todos sus habitantes. Tras este año todo cambió para él, no sólo por dentro, sino también por fuera. Su manera de vestir era diferente, su forma de hablar, también se alejó de su madre y hermana, y empezó a vivir dentro del tribunal.

Después de lo sucedido, Erick optó por no tener un consejo y ser el único capaz de mandar en la ciudad.

Su sueño por fin se hizo realidad y gracias a sus inventos la ciudad creció de manera abismal. La economía creció a números que nadie pudiera creer, los avances tecnológicos hicieron que todos tuvieran una mejor calidad de vida, pero a pesar de los avances existía un lugar que seguía igual a como era antes, el bosque seguía intacto y con más árboles en él.

Después de un año la ciudad estaba de fiesta, ya que era el aniversario del mandato de Erick y también el anuncio sobre el futuro de la misma.

El día marchaba de maravilla, las calles de la explanada principal se llenaban de gente que se acercaba para el gran evento.

El presidente se alistaba para dicho anuncio y mientras se terminaba de poner una camisa blanca entro una chica de unos 22 años, tenía una vestimenta formal y portaba un aparato digital en sus manos.

— Señor presidente — Dijo la chica.

— ¿Qué ocurre Aiko? — Respondió él mientras abrochaba los puños de su camisa.

— Todo está listo para su presentación — Agregó sonriente la chica.

— Perfecto... hazme un favor — Dijo él.

— Dígame señor —

— Cancela todas mis citas de hoy, quiero ir a caminar — Dijo con frialdad.

— Como ordene señor — Respondió la chica.

Eran las 3 de la tarde y ya estaba todo listo para el evento. Llegó un auto color negro y de ahí bajo el presidente Erick. La multitud lo recibió con aplausos y gritos, globos caían y las cámaras apuntaban a él.

— Buenas tardes, damas y caballeros — Dijo entre el medio de los gritos — Hoy estamos aquí para celebrar el primer aniversario del futuro — Agregó con emoción.

La gente gritaba emocionada por lo que decía el presidente.

— Y hoy... será un paso más para esta ciudad — Agregaba mientras miraba a la gente — Hoy nuestra ciudad será la más moderna de todas —

Erick guardó silencio por unos instantes y después tomó el micrófono y con un suspiro dijo:

— ¡He aquí el futuro! —

Erick señaló a una gran pantalla donde mostraba la gran innovación. En la pantalla apareció un comercial donde mostraban nuevas rutas de transporte y nuevos vehículos, pero lo más llamativo fue aquel viaje a la velocidad de la luz capaz de hacer llegar de un lugar a otro a las personas.

— Con esto nuestro comercio será más rápido y factible para todos nosotros — Decía Erick.

La gente gritaba con más emoción. El comunicado había terminado y Erick regresaba al auto, mientras la gente gritaba y celebraba, Erick salía del lugar con tanta prisa.

Mientras tanto desde la multitud una chica observaba el trayecto del presidente mientras se perdía entre las calles de la ciudad.