En las caballerizas de la grande y hermosa finca Mendiola, estaba María Mendiola, hija no de sangre, de Don Patricio y Doña Juana, se encontraba con Bernardo, hijo de Don Carlos y doña Benita, estaban disfrutando su amor, aunque así lo veía la hermosa chica, María era una bella joven de cabellos negros, ojos oscuros como la noche, de cuerpo muy sexy, Bernardo un chico alto, guapo, ojos color avellana, cabello castaño, muy bien parecido, su propósito era conquistar a María.

_ mi amor ya debo irme o mis padres van a sospechar

_ está bien hermosa, me encanta estar contigo, mañana quiero verte otra vez

_ trataré, te amo, nos vemos. Le dio un beso y se fue a su casa.

Bernardo no amaba a María, su propósito era conquistarla para luego dejarla, la familia de Bernardo los de la Vega, eran unos ambiciosos, que solo querían adueñarse de las tierras de la familia Mendiola.

_ ya termina de una buena vez con esa tonta de María, tu plan no está funcionando

_ papá, llevo semanas tratando de que María, me seda todo, pero no es fácil, ella quiere que nos casamos,

_ eso jamás, ya sabes que no podemos emparentar con ellos, yo solo quiero que ellos se larguen de aquí para poder adueñarnos de sus tierras

_, pero no entiendo por qué no papá, puedo casarme con ella y luego nos deshacemos de esa familia.

_ María era la hija de los verdaderos dueños de esas tierras, los verdaderos padres de esa mujer, tienen que ver mucho que la muerte de nuestros antepasados, está tierra no es como lo era antes.

_ nunca me has querido contar papá.

_ algún día lo hare, así que ya deja esa mujer y buscamos otra manera,

_ déjame intentar un poco más

_ está bien, solo un poco, si no funciona, buscamos otra manera.

 A lo largo de los años la familia Mendiola, siempre fueron adinerados, tenían una buena vida, los tatarabuelos de María, llegaron a ese pueblo cuando todo era montañas, era un lugar muy feo para vivir, pero ellos se pusieron manos a la obra y comenzaron a hacer siembras, a comprar ganado, y fueron prosperando, a los años la familia de la Vega, también llegó por esos lugares, se adueñaron de gran parte de lo que había, querían todo, querían sacar a los Mendiola, pero cada uno tenía un límite en sus tierras, lo que tenía la tierra de la familia Mendiola era una tierra más productiva, tenían lagos, riachuelos, muchos árboles maderables, en pocas palabras era la mejor tierra.

Un tiempo después la familia Mendiola descubrió, que en ese lugar la tierra servía para crear vasijas de barro, buscaron los medios para empezar a informarse todo sobre el tema y resultó ser muy productivo en su época, ya que la gente cultivaba mucho, pero no tenían dónde guardar y se dieron cuenta que las vasijas de barros eran buena para eso y muchas cosas más.

Llegaron a los enfrentamientos, porque la familia de la Vega, quemaban sus pastizales o en ocasiones, le cortaban las cercas y el ganado se salía, al punto que llegaban a las tierras de los de la Vega, ellos usaban eso como pretexto para entrar en polémica, haciéndose las víctimas de todo. Hubo un tiempo donde se desató una discusión y algunos hijos de ambas familias murieron porque sacaron armas y fue todo un caos, desde entonces todo ha sido pleitos y muerte.

_ hija donde estabas

_ viendo los caballos papá

_ no me gusta que estés tarde por allí,

_ papá esto, familia

_ Buenas noches familia

_ hola hermanito

_ hola enana,

_ no me digas así, además aunque sea enana como dices soy mayor que tú

_ si, como digas. María sabía que sus padres no eran los señores Patricio y Juana, cuando sus padres misteriosamente tuvieron un accidente en la carretera de regreso a la finca, María tenía siete años, y los señores González ya tenían a Juan y a Beto, años después nació Samuel.

María había heredado todo lo que su familia había dejado, aunque en la capital ella tenía más familiares, pero no estaban interesados en vivir en una finca, les gustaba más la ciudad y tampoco querían vivir cerca de los causantes de la muerte de sus familiares, ella con tan solo veinte años, sabía manejar todo en la finca, sabía hacer vasijas de barro, en el lugar había una enorme fábrica, tenían muchos trabajadores, ella pasaba horas en una pequeña parte de la fábrica que era solo para ella, donde hacía sus vasijas.

_ María, no olvides que mañana debes firmar, para que ya tu herencia pase a tu mano

_ papá, pero eso no importa, tú y mamá Juana están haciendo un gran trabajo, yo estoy bien así.

_ no importa hija, eso es tuyo y debes cumplir con la voluntad de tus padres.

_ está bien, papá

_ solo no olvides que debes mantenerte alejada de la familia de la Vega. Ella trató de ignorar eso, ya que ella estaba enamorada de Bernardo, y él siempre le decía que ellos no eran culpables de lo que sus familiares habían hecho en un pasado, y ella también lo creía así, por lo tanto, tenía su amorío con Él.

_ Nena creí que no vendrías

_ estaba esperando que todos durmieran

_ vengo a despedirme

_ y eso porque?.

_ debo ir a la ciudad, ya sabes cosas que mi papá me pide que haga, pero volveré en unos días

_ está bien, pero no me olvides

_ no cómo crees, si eres muy importante para mí.

Esa noche como las anteriores, se entregaron al amor, Bernardo la hizo suya una y otra vez, fue como si no hubiera un mañana, a ella le gustaba estar en los brazos de su amado, le gustaba sentirse especial, ya que él así la hacía sentir, aunque en casa le recordaban siempre cuidarse de esa familia, cuando llegaba la noche ella olvidaba todo eso y se entregaba con pasión, y con mucho amor, porque ella amaba a Bernardo, ella estaba decidida a contarles a la familia González su relación con Bernardo, pero estaba esperando que él le pidiera matrimonio, esperaba con ansias que él se decidiera, sin saber que ese día nunca iba a llegar, porque las intenciones del chico no eran para nada buenas y pronto lo iba a descubrir.

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Aquí estoy mis querid@s lectores, con una nueva historia, deseo que puedan acompañarme pero que sobre todo sea del agrado de cada uno de ustedes.

En los años que los bisabuelos de María vivían, se enfrentaron mucho con la familia de la Vega, los primeros en atacar a la familia Mendiola fueron los de la Vega, el deseo de poder y la ambición los llevaron a matar a varios integrantes de esa familia, el deseo era acabar con todos para poder apoderarse de sus tierras.

Muchos tíos, primos y hasta los abuelos de María fueron asesinos, fue una noche trágica, una de tantas, muchos años después ocurrió otro enfrentamiento y ambas familias se volvieron a vestir de luto, al punto que los vecinos y gentes del pueblo, nombraron la finca de los Mandiola, ACELDAMA " Campo de Sangre".

María aún tiene familia en la capital, primos, tíos, y medios hermanos, hijos del primer matrimonio de su padre, tienen buena relación con ella, Raúl, Felipe y Carmen, tienen su propia fortuna herencia que la difunta madre de ellos le había dejado, aman a su hermana, pero no les gusta estar en aquel lugar, ya que les recuerda a su difunto padre a quien armaron mucho,

_ debemos ir a visitar a María

_ si Carmen, he pensado que fuera bueno ir, aunque sea unos días

_ Sabías que Bernardo está saliendo con la hija del señor gobernador

_ ese maldito solo quiere posición y poder, él no la ama y lo peor es que la pobre de Prudencia no se da cuenta.

Bernardo viajó a la capital, el gobernador quería unir a su hija en matrimonio con el chico, claro que para la familia de la Vega sería bueno, por eso, don Carlos quería que su hijo ya terminara de insistirle a María con el tema de las tierras, ya buscaría otra manera de deshacerse de la chica.

_ buenas noches

_ hola mi amor volviste

_ mi hermosa Prudencia, si volví mi amor

_ papá quiere hablar contigo

_ sabes sobre qué?

_ sí, quiere que nos casemos, dice que está pasando el tiempo y quiere nietos

_ lo esperaré, vamos al despacho

Cierto era que Prudencia estaba enamorada de Bernardo, pero él no, solo le importaba su dinero.

El padre de Prudencia llegó, el señor Valentino, gobernador, dueño de muchos negocios, con una gran cuenta en el banco y Prudencia era su única hija, heredera de todo.

_ buenas noches, muchacho, ¿cómo estuvo ese viaje, cómo están tus padres?

_ todo bien, señor Valentino, me mandó a llamar, usted dirá

_ quiero que te cases con mi hija, ya llevan unos años de novios y creo que es tiempo de que tú y ella se hagan cargo de lo que un día le quedará como herencia, yo no duraré mucho, estoy viejo y quisiera aunque sea ver un nieto correr por esta casa,

_ no diga eso, aún lo veo fuerte aunque esté mayor,

_ si, pero nunca se sabe, entonces que? ¿Te casas?

_ si señor que Prudencia, escoja la fecha y nos casaremos.

Habían pasado dos meses desde que Bernardo se había ido a la capital, hacía un mes que se había casado, María seguía en la finca y tenía deseos de ver a su amado, no sabía nada de él.

Los hermanos de María fueron a visitarla, todo marchaba bien, La familia de la Vega se había ido una temporada a la ciudad por lo del matrimonio.

Bernardo pasaba muy ocupado en la compañía que su suegro le puso a administrar, llegaba a casa cansado, pero siempre atendía a su esposa, quería darle el nieto a su suegro, Prudencia era una mujer celosa, posesiva, en ocasiones se ponía histérica porque Bernardo llegaba tarde, él había llegado a sus límites, ya ni la soportaba, en ocasiones se acordaba de María, la deseaba, ya que era una mujer muy apasionada, se entregaba con amor, la deseó.

Ese mismo día se fue a la finca, quería verla necesitaba verla, tomó sus llaves y se subió a su auto para ir hasta donde ella estaba.

María supo de la llegada de Bernardo, y no tardó en ir al lago, sabía que él iría por ella allí.

_ mi amor, tanto tiempo

_ nena, te extrañé

_ Por qué no había venido?

_ he estado muy ocupado, debo volver mañana

_ Por qué tan pronto?

_ por asuntos de mi papá, mi familia volverá mañana aquí, pero yo estaré un tiempo en la ciudad, te prometo volver pronto.

Bernardo y María esa tarde hicieron el amor, el lago tenía una pequeña casa de descanso y allí María se entregó a su amado, ella amaba mucho a Bernardo, no le importaba nada más que estar con él.

_ cuando nos casemos te cederé todo. Bernardo abrió los ojos de sorpresa

_ querida, dame tiempo, sabes que es difícil para nuestras familias está relación,

_ lo sé, pero ya quiero vivir contigo

_ María por favor, ten paciencia, hay cosas que debo resolver, además ese poder me lo puedes dar sin estar casados.

_ lo sé, pero quiero que sea así. Bernardo no dijo nada más y volvió a hacerla suya.

Bernardo volvió a la ciudad, a su vida normal, al infierno de matrimonio, ya que así lo llamaba, no soportaba a su esposa Prudencia, pero tenía que aguantar si quería seguir teniendo lo que tenía, una vida lujosa.

Había pasado un mes y medio desde que Bernardo y María se había visto, ella comenzó a sentirse mal, en ocasiones se sentía cansada, con mucho sueño, y a veces vomitaba, se dio cuenta de que su periodo no había llegado, tendría que hacerse una prueba, pero no le diría nada a sus hermanos y mucho menos a Don Patricio y a Doña Juana.

Muy temprano se fue a la ciudad, iría a hacerse unos exámenes, no podía hacerlo en el pueblo, ya que todos se darían cuenta, cuando fue a la clínica le hicieron los exámenes y por la tarde tendría que ir por las pruebas, después se fue a la mansión de sus hermanos.

_ hermana y ese milagro

_ milagro hermanita, ambas rieron

_ que te trae por acá

_ vine a hacer unas cosas y pase a verlos, Raúl y Felipe dónde están?

_ tenían una junta, estarán aquí por la tarde.

_ en la tarde debo salir, pero volveré me voy a quedar unos días,

_ está bien, si quieres te acompaño

_ no tranquila hermana, no tardaré, quiero que cenemos juntos.

María se fue, la clínica en búsqueda de los resultados de los exámenes, al llegar se le fue entregado los resultados, los cuales abrió con mucho nerviosismo, pero a la vez feliz pues si salía positivo, sentía que Bernardo se casaría con ella, cuando los abrió y leyó, se dio cuenta de que estaba Embarazada.

_ POSITIVO, dijo para sí.

_ sé que Bernardo se pondrá feliz, debo buscarlo y decirle sobre este embarazo. María estaba feliz, tenía que contarle a sus hermanos, ya no podía seguir ocultando su relación con Bernardo, quizás un hijo cambie todo pensó ella.

Al llegar a la mansión Carmen estaba esperando por María para preparar una rica cena, para ellas y sus hermanos, tenían tiempo de no verse y querían disfrutar como hermanos.

_ Qué tal te fue?

_ bien, ahora les cuento

_ y cómo está la familia González?

_ están muy bien

_ hermana, lo que si creo es que Beto, gusta de ti

_ no cómo crees, ellos son mis hermanos,

_ si pero no de sangre, y no está mal que le des una oportunidad si él te la pide

_ no creo hermana, él tampoco me ha dicho nada, si es atento y me cuida mucho, pero solo eso.

Era cierto que Beto estaba enamorado de María, pero nunca se había atrevido a decirle algo, él sabía que ella solo lo ve como hermano, pero aun así él algún día tomaría valor y le diría lo que siente por ella.

La cena estuvo lista, María puso la mesa mientras que Carmen buscaba la vajilla para servir, una familia millonaria que tenía muchos empleados, pero ese día era especial, porque tendrían a su pequeña hermana en casa, y querían hacer algo hecho por ellas, para sentirse más en familia.

_ bueno ahora sí nos vas a contar que andabas haciendo. Dijo Carmen y Raúl y Felipe pusieron su mirada en María también estaban curiosos con saber a qué había ido María.

María se puso algo nerviosa, ella sabía que ni sus hermanos, y demás familiares, iban a aceptar un matrimonio con alguien de la familia de la Vega.

_ bueno la verdad, quiero que sepan que estoy enamorada, tengo una relación. Hizo silencio

_ de verdad hermana? Con quién?. Dijo Raúl el hermano mayor

_ desde cuando? Y por qué no habías dicho nada?

_ si hermana, cuéntanos y no es que no estemos de acuerdo, ya que sabemos que eres adulta, trabajas, y tienes todo lo que mi papá te dejo, pero no nos habías dicho nada, pero igual te apoyaremos.

María sabía que sus hermanos eran muy comprensivos con ella, a pesar de que son medios hermanos, siempre la han querido mucho, la madre de María se ganó el corazón de los tres hijos del primer matrimonio de su esposo, eran una familia muy feliz, así que nunca hubo diferencias entre ellos, pero tenía miedo decirles con quién tenía una relación y sobre todo contarles que está embarazada de uno de los enemigos de su familia.

_ hermanos los amo, ustedes son mi vida, pero quiero ser sincera, estoy embarazada. Los hermanos Mendiola. abrieron los ojos de asombro. _ y estoy en una relación con Bernardo de la Vega.

Raúl le dio un fuerte golpe a la mesa con el puño, Felipe se puso de pie, y Carmen solo agachó la cabeza, María sabía que se le vendría un tremendo sermón y una negativa de sus hermanos.

_ como demonios pudiste hacernos esto, tú sabes que esos desgraciados son los culpables de la muerte de papá y de tu madre que también fue como nuestra madre, que te pasa María? Dijo Raúl

_ yo no puedo creer lo que acabo de escuchar, tú sabes lo que va a pasar, sabes lo que dirán nuestros demás familiares al saber de todo esto? Dijo Felipe

_ nosotros no somos culpables de lo que pasó, él me ama y yo también. Decía María con lágrimas en sus ojos.

_ esperen un momento. Dijo Carmen y todos la miraban, esperando que tuviera que decirle ella al respecto._ María es cierto, no es nuestra culpa, pero ellos son nuestros enemigos, ellos mataron parte de nuestra familia y son unos desgraciados, tanto así, que Bernardo te vio la cara.

_ porque dices eso, no lo conoces

_ hermana, perdóname, pero la que no lo conoce eres tú, porque él está casado.

María sintió que el piso se le abrió, y que estaba empezando a caer en un abismo, el corazón se le partió en mil pedazos, no podía creer que sus hermanos estaban diciendo todo aquello para separarla de su gran amor.

_ estás mintiendo, él me ama, llevamos tiempo de relación, y muestra de eso es que estoy esperando un bebé de él.

_ escucha María, somos tus hermanos y jamás te diríamos algo para dañarte y aunque no estamos de acuerdo con esa relación, no inventariamos tal cosa.

_ es cierto lo que dice Carmen, ese maldito solo se aprovechó de ti, algo quería y por lo visto no era amor, quería perjudicarte, y ahora mira lo que está pasando, y si está casado con Prudencia Soto, la hija del gobernador.

María no pudo más y se desmayó, era tan grande para ella lo que acababa de escuchar, que eso provocó el desmayo, los hermanos corrieron a levantarla y llevarla a su recámara.

_ llama al doctor

_ si Raúl, y también llamaré a los señores González, deben venir y saber lo que está pasando

_ si, pero no le digas nada, se lo diremos cuando estén acá, solo diles que María se puso muy mal.

Felipe marcó a la finca, los señores González al escuchar que María estaba mal, no tardaron en alistarse para ir a la capital.

_ que pasó, ¿por qué van de prisa y con esas maletas? Preguntó Beto ya que era el único que estaba en ese momento en la casa.

_ hijo, es tu hermana, María se desmayó, Felipe nos acaba de avisar, así que vamos para la ciudad, nos pidieron que fuéramos.

_ yo voy con ustedes.

Los señores González, junto a Beto se fueron a la capital, el ama de llaves de la casa había quedado encargada de avisarle a Juan quien estaba viendo los sembradíos, y a Samuel que estaba en el colegio, después ellos también se irían a la ciudad, María era muy importante para ellos y aunque no fueran familia de sangre la amaban.

El médico atendió a María, el doctor supo del estado de la chica, así que les dijo que ella tenía que guardar reposo, y no podía tener ningún tipo de impresión, ya que en ese estado podría afectarle.