Narra Dominic
Me Llamo Dominic Devil, pero me llaman Demonio Devil´s, la verdad creo que me sienta, no soy el tipo de persona que se describiría como buena, tampoco me considero tan demoniaco, pero suelo causar temor en las personas, desde muy niño me enseñaron que el amor fraternal o interpersonal es una basura, no conozco tal sentimiento.
− Señor Devil ¿cómo se describiría? – me pregunta una periodista luego de salir de un juicio por arrebatarle una compañía a un gran magnate de la tecnología
− La pregunta no es como me describo, la pregunta real es ¿Quién soy? – le aclaro
− ¿y quién es? – pregunta ella mirándome con coquetería
− Soy el diablo, no tengo compasión por nada ni por nadie, si veo una oportunidad la aprovecho, todo con tal de obtener más poder, no me interesa si las personas se dejan llevar por sentimientos vánales y estúpidos, yo pienso sin compasión, anteponiendo mis propias ambiciones sobre los demás – respondo
− Entonces ¿acepta que usted estafo al señor Hugo Smith? – interroga inquisitivamente la hermosa mujer
− Ya la justicia me declaro inocente, eso responde su pregunta – le respondo dejándola con la palabra en la boca
− Por acá señor Devil – me habla Baker mi guardaespaldas de confianza, señalando la camioneta blindada que me espera junto con otra al lado para mi seguridad
Subo a mi camioneta y David el conductor emprende camino con Baker de copiloto, miro mi reloj y ya voy tarde para una reunión importante
− El señor Bruno ha llegado de viaje y desea reunirse con usted en la noche – comenta Baker
− Estoy ocupado – respondo con desagrado
− El señor Bruno dijo que le importa un carajo si está ocupado o no, que lo espera sin falta en su casa esta noche – responde Baker con preocupación de sus palabras, pero se quién es mi abuelo y sé que lo obligo a darme esa orden
− ¿Sabes si estarán esa bola de carroñeros? – pregunto furioso por el resto de la “familia”
− No lo sé señor - responde Baker
− Ok – asiento
Llegamos a la oficina y hablo con mi asistente y con Eliot, quien se podría decir es mi amigo desde la universidad, por lo general me gusta rodearme de hombres, no me gusta tener las mujeres tan cerca. Mucho se dice de mí, incluso se han atrevido a decir que soy gay, la verdad es que tengo mis propias mujeres.
− Dominic he contactado con la junta administrativa de Smith technology, programe una reunión de carácter urgente para el día de mañana a primera hora – habla Eliot con eficiencia
− Perfecto, ahora solo necesito que busquen la persona adecuada para tomar la dirección de la empresa, recuerda que debe de ser alguien vulnerable, con familia y que sea honesto, eso en la manera de lo posible – sentencio, pues siempre me busco personas que tengan un punto débil por si se pasan de listo con mi capital
− Ya tengo un candidato – responde Eliot con una mueca de gracia
− Ok, envíame toda su información – ordeno
− Señor – es la voz de Baker entrando a la oficina
− ¿Qué sucede? – pregunto
− Señor, me he tomado la molestia de comprarle una botella de whisky Macallan para el cumpleaños de su abuelo – comenta Baker
− ¿es hoy? – pregunto
− Así es señor, ese es el motivo de su regreso – responde Baker y yo asiento con molestia de tener que jugar a la familia feliz
− Está bien, puedes irte – ordeno y lo veo salir
− Debo ir al club a organizar algunas cosas – dice Eliot saliendo detrás de Baker
Tomo copa Dalmore, mi whisky preferido, respiro profundo y trato de mentalizarme en la farsa de esta noche, luego me siento para trabajar, me concentro entre papeles y la laptop.
El día corre como la velocidad de la luz, son las 7 y ya voy tarde a casa del abuelo, acompañado de Baker y David, subo a mi camioneta y resoplo con frustración, cierro mis ojos por un momento y me sumo en un micro sueño
− “eres un estorbo, una basura con dinero, eres un maldito asesino – grita mi padre con odio mientras mi rostro se fija en la mujer que yace inerte en el suelo
− No fue mi culpa – grito con odio
− Me encargare de hacerte pagar con creces lo que acabas de hacer – sentencia mi padre
− No padre, por favor – grito mientras el me arrastra hasta una habitación diminuta en donde me encierra con seguro y apaga las luces
− Eres un demonio, ni tu madre te quiso – vocifera con odio”
Despierto sudoroso, pues mi pasado me perturba hasta en mis sueños, inhalo y exhalo para regular mi respiración
− ¿Desea que llame a su doctor señor? – pregunta Baker
− No, no es necesario – hablo en un grito
− Hemos llegado – habla David mientras estaciona en la entrada de la enorme villa
Espero que Baker abra mi puerta y bajo, acomodo mi corbata, sacudo mi ropa y camino con elegancia hasta el recibidor, cabe aclarar que aquí la mayoría de personal es masculino y que las pocas mujeres que hay salen temprano para no toparse conmigo, camino hasta la sala y ruedo mis ojos al ver a todos los carroñeros juntos.
Esta Arlo, quien es primo de mi abuelo y quien tiene 58 años, Arlo y su familia cayeron en una desgracia económica que los llevo a perder todo lo que tenían, por ende se vinieron a refugiar en el dinero de mi abuelo; también esta su esposa clara, que tiene alrededor de 45 años y que se casó con Arlo por dinero; de esa relación nacieron dos hijos, Joel y lucia; Joel quien se cree de la familia y me habla como su fuera mi hermano y a quien detesto, tiene 25 años y es un bueno para nada; Lucia tiene tan solo 20 años y hasta el momento sé que le gusta despilfarrar dinero como loca. También esta Vera, de 28 años quien es sobrina de clara y es huérfana desde los 15, de ella casi no sé nada, solo que le gusta estudiar y que se graduó de economía de una de las mejores universidades, vera siempre se le salen los ojos cuando me ve, ella es una mujer hermosa, solo la veo muy retraída, pero contrario a eso, me gusta las mujeres que no hablen y que solo asientan, menos palabras, menos problemas.
Narra Dominic
Me quedo viendo a una sexta mujer, la cual está al lado del inútil de Joel, no sé quién es, pero es una mujer joven y hermosa.
− Dominic, te estábamos esperando – dice mi abuelo con entusiasmo
− Hubieran comenzado sin mi – hablo con prepotencia
− Te ordene que estuvieras temprano – grita el abuelo mientras golpea el suelo con su bastón
− Así es Bruno, no me diste más opciones – le digo a mi abuelo, pues siempre lo he llamado por su nombre de pila
− Te voy a mandar a golpear si me sigues llamando así – sentencia el abuelo y yo ruedo mis ojos desacreditando su amenaza
− Dominic, querido primo, es una alegría verte – saluda Joel
− No puedo decir lo mismo – respondo con frustración mientras froto mi barbilla
− Eres un arrogante – espeta Arlo
− Tengo con que serlo, mientras que tu…, tú eres prepotente y presumido, pero no tienes nada propio de que presumir – hablo con altivez
− ¡Dominic! – exclama Clara haciéndose la sorprendida por mi actitud
− No sé porque Bruno insiste con mi presencia en este circo, hubiera preferido estar en mi cama – respondo molesto
− ¡Basta ya Dominic! – grita el abuelo – no ves que tenemos una invitada el día de hoy – dice señalando a la desconocida a quien miro y posteriormente ignoro
− Ya que lo has mencionado abuelo, les presento a mi novia, ella es Tessa Wilson – la presenta Joel
− Es un gusto Tessa, soy Bruno Devil, él es mi nieto Dominic Devil, lamento que tuvieras que presenciar la escena de hace un momento, pero comprenderás que toda familia tiene sus diferencias – se presenta el abuelo y luego excusa mi comportamiento
− Lo entiendo señor, es un placer conocerlo y déjeme decirle que mi padre le envía saludos - dice ella
− ¿tu padre…? – pregunta mi abuelo
− Si, mi padre es Will Wilson – dice ella con orgullo y me sorprende ver que el pedazo de inútil de Joel consiguiera tan buen partido, este se debe traer algo entre manos
− Oh, vaya, eso sí que es una sorpresa – dice el abuelo con sorpresa
− Así es abuelo, Tessa es hija del congresista Wilson y es una gran mujer, desea seguir los pasos de su padre – la elogia Joel
− No es así, por el momento solo estoy disfrutando de mi juventud – responde ella como si nada
− ¿disfrutar tu juventud…? Me imagino que vives igual que tu querido novio y te gusta gastar el dinero de tus padres – espeto – vaya manera de disfrutar – me burlo con una sonrisa sarcástica mientras ella me lanza una mirada asesina
− No es de tu incumbencia – responde Joel furioso al sentir que ataco a su novia
− Tienes razón, no es mi problema, yo solo digo que ese es el problema de esta sociedad, los jóvenes ricos solo saben malgastar, no piensan en nutrir su cerebro y solo piensan en “disfrutar” la vida – digo con fastidio por esos dos vividores
− ¡Dominic! – vocifera el abuelo
− No se preocupe señor, el caballero puede pensar lo que quiera, eso no me interesa, para mí el solo es un don nadie y un reprimido amargado – espeta ella
− Cuidado con lo que dices niñita, fíjate como le hablas a tus mayores – respondo molesto
− ¿mayores…? Dominic tienes tan solo 34 años y ya te crees que eres el más erudito del mundo – dice ella con una mueca de autosuficiencia y tuteándome
− Dejemos esto aquí, vamos a comer – dice clara sacándonos de aquel incomodo momento
Pasamos a la mesa, al tiempo que la supuesta novia de Joel y yo nos fulminamos con las miradas, tomo asiento a la cabecera de la mesa, tal cual lo hace el abuelo, dejo claro mi posición en este lugar y en esta frustrante reunión. Vera toma lugar a un costado del mío mientras que los otros toman sus respectivos asientos.
− Supimos que fulminaste a Hugo Smith en la audiencia hoy – comenta Arlo intentando dañar la poca paz a la hora de comer
− Así es – respondo cortante
− No entiendo como lo haces, por lo general tienes la sartén por el mango, aunque no tengas la razón de tu lado – menciona Joel
− Astucia – respondo mofándome
− Me parece que eres un hombre muy inteligente y sabes hacer muy bien tu trabajo – menciona Vera con su cabeza gacha y yo asiento a su cumplido
− Querido primo, creo que eres genial – dice lucia intentando congraciarse conmigo, pero no le respondo nada
− Yo solo espero que todo lo que hagas sea legal – habla el abuelo con voz preocupada y yo le lanzo una sonrisa sardónica he insinuante
− Hablando de todo esto, quiero que sepas que Joel ha terminado su maestría y desea trabajar de la mano contigo – menciona Arlo ante la mirada expectante de todos
− ¡Eso jamás! – exclamo al tiempo que me levanto de la mesa y golpeo con fuerza en ella, todos me observan temerosos
− Dominic, es evidente que haces un magnífico trabajo, pero también debes aprender a delegar, no puedes hacerlo todo tu solo – menciona el abuelo
− Oh sí, claro que puedo – digo con furia
− Que yo sepa aun no te he heredado la compañía, por ende, soy el accionista mayoritario – dice con prepotencia el abuelo
− Tengo mis propios negocios, no necesito el dinero, pero soy el único heredero de este mega imperio que con tanto ahínco he logrado posicionar – digo con ira
− ¿yo no cuento? – es la voz de papá en mi espalda
− Lucas – saludo con sarcasmo a mi padre – tu solo eres una piedra en mi zapato
− Me hacía falta volver a casa, no sabes cómo extrañaba a mi adorado hijo – habla mi padre con ironía y yo le doy una sonrisa de medio lado expresando mi desprecio por el
− Lucas, creí que no vendrías – dice el abuelo con entusiasmo
− Hola, padre lamento demorar, pero estaba disfrutando de una excelente compañía – dice mi padre mientras estira su mano para dar entrada a una nueva conquista – ella es Marie – presenta a la joven, quien aparenta tener entre 20 y 25 años
− Tu nuevo juguete querrás decir – menciono con burla
− Es un placer conocerlos a todos – dice la susodicha mostrándose tímida, como si no conociera a las mujeres como ella, que les muestras la billetera repleta y abren las piernas con felicidad
− Al menos yo tengo una mujer, no como otros, que les gusta otra cosa y a escondidas – menciona papá haciendo referencia a los rumores sobre mi hombría, yo solo sonrió, si quiere ver lo hombre que soy se lo demostrare esta misma noche
− Dejen ya la pelea – grita el abuelo
− Tregua – dice papá extendiendo su mano falsamente, hago lo mismo, él se acerca y me susurra al oído – yo sé lo que eres – dice con odio
− Yo también se lo que eres, de tal palo tal astilla – espeto en un susurro inaudible para el resto de las personas, este es un mensaje solo para mi adorado padre
− Tío Lucas, te presento a Tessa Wilson, mi novia – presenta Joel con orgullo a su novia
− ¿Wilson dices…? ¿eres de la familia Wilson? – pregunta mi padre al tiempo que se acerca con coquetería para tomar la mano de Tessa y presentarse
− Así es señor, mi padre es Will Wilson – dice ella con orgullo
− Veo que tienes muy buen ojo sobrino – le dice papá a Joel y el deja ver su orgullo al escuchar el elogio de mi padre, cosa que jamás hizo conmigo
− Ven tío, siéntate a comer con nosotros – le dice lucia con falsa alegría, aquí todos sabemos el pésimo ser humano que es Lucas Débil
− Yo me retiro – digo mientras me levanto de la mesa para retirarme
− Necesitamos hablar, espérame – ordena el abuelo
− En ese caso iré a mi habitación – digo mientras limpio la comisura de mi boca con la servilleta y me levanto con elegancia para abandonar la mesa sin despedirme de nadie
− Es un hombre muy educado mi hijo – dice papá con burla para que todos rían de mí y se escucha las suaves risas de todos
− No tuve un padre que lo enseñara – digo dando la espalda ante el silencio incomodo de todos
Narra Dominic
Camino por el largo salón y llego al corredor para luego subir las escalas para la segunda ala de la mansión
− Señor, ¿desea que le lleve una copa de Dalmore – pregunta Henry, el hombre de confianza del abuelo y prácticamente el que me crio
− Si – digo sin saludar o mencionar otra palabra educada
Llego a mi habitación y me tiro en la cama mientras froto mi cabeza, siento que el dolor habitual amenaza con salir a la luz, cierro los ojos, pero sin dormir, eso es algo que no me gusta y menos en esta casa que está llena de recuerdos perturbadores de mi infancia
− Con permiso – es la voz de Henry – aquí tiene señor – dice pasando la bandeja con mi copa y unas pastillas para el dolor que solo él sabe notar en mi rostro
− Gracias – hablo con suavidad
− De nada señor, si me permite darle un consejo… – habla Henry con paciencia esperando que le permita opinar
− No te lo permito – vocifero antes de que comience con sus sabios consejos que para nada aplico o escucho
− Pues me tomo el atrevimiento de decirlo, aun a sabiendas que puede despedirme. Pero creo que no debería dejarse descomponer por su padre, no lo vale, yo le enseñe cosas mejores que lo que él le hubiera enseñado – dice Henry con certeza y un poco de cariño en sus palabras
− Lo sé – respondo
Él se retira y yo recibo una llamada, es Eliot, el único que podría llamar amigo, si es que mi forma de ser deja cabida a esa palabra y a todo lo que conlleva
− ¡joder! ¿Dónde andabas? Llevo todo el día buscándote – dice Eliot con desesperación
− ¿Qué sucede? – pregunto con desespero
− Es Zaharan, nuevamente volvió – dice Eliot
− Ese maldito mafioso me las va a pagar – digo con furia
− Dice que, si no le devuelves su mujer, que el mismo acabara contigo, le pedí a los de seguridad que lo sacaran, pero unos de sus amigotes amenazo con un arma a Goliat, esto casi se vuelve un campo de batalla, menos mal Zaharan se fue dejando solo una amenaza, pero esto se nos está saliendo de las manos
− ¿Cómo esta ella? – pregunto
− Temerosa – menciona
− Dile que no se preocupe, que le buscaremos otro lugar para quedarse, que no tenga miedo – le pido
Mia, es la antigua mujer de Zaharan un hombre con origen árabe y que trafica drogas en la ciudad y que cree que puede monopolizarme, lo que él no sabe es que yo soy el mismísimo diablo, y que no pienso dejar a Mia sola en esto, ella es un gran elemento que me ayuda a administrar mi club privado.
− Te aconsejo que le busques solución a esto – dice Eliot y luego cuelga la llamada
Me levanto y bajo al comedor esperando que la odiosa reunión acabara, bajo con sigilo y al levantar mi pierna para bajar el ultimo escalón, tropiezo con la deslúmbrate rubia que cae al suelo
− Lo lamento – se disculpa el juguete de papá
− No te preocupes, lo importante es que no estes lastimada – le hablo con mi voz ronca y coqueta
− No, no…, no creo – dice ella con su voz jadeante y sin apartar la mirada de mis ojos
− Oh, oh – jadea y pasa sus manos por mis hombros como en señal de querer otra cosa
Me paro y la ayudo a levantar mientras acaricio la piel que tiene desnuda, la pongo contra la pared, su espalda contra mi pecho, roso su cuello mientras mi mano levanta su corto vestido y sigue acariciando su cubierta intimidad por la fina tela, ella jadea y busca mis labios, pero sería asqueroso besar una mujer como esta, odio el contacto bucal, pero más aborrezco mujeres superficiales como esta, solo quiero darle una lección a mi amado padre.
− Ven siéntate aquí, quiero ver que no estes lastimada – le digo mientras le ayudo a sentarse
− Si, si claro – responde ansiosa
Le ayudo a sentarse y reviso su tobillo, que obviamente está sano, pero comienzo a subir mi mano por su pierna
− Tienes una piel muy suave, quisiera acariciarla y que cubriera mi soledad – le coqueteo y ella jadea al ver como mi mano no detiene su camino, en cambio abre un poco más sus piernas, llego hasta el encaje de su panty y la acaricio por encima de aquella tela
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