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¿Merece El Villano Tener Una Segunda Oportunidad?

Capítulo I: Llámame Licenciada Silva

Eran las siete de la noche en la constructora Gutiérrez & CO y Paola Silva  aún se encontraba trabajando a pesar de la hora, aunque no quería hacerlo,  era necesario si deseaba ganar un ingreso extra por concepto de horas extras, además de que su inepto jefe, el director de finanzas William Green delegó en ella la responsabilidad de hacer el informe financiero trimestral el cual debía entregar a la gerencia general para su reunión que debía llevarse a cabo en una hora.

-¡Como odio a ese imbécil! – Murmuró Paola con indignación

Paola Silva, era una mujer de 27 años, sus rasgos eran exóticos, ojos pardos y almendrados, y tenía una larga cabellera, tan negra como el azabache la cual siempre le gustaba usarla recogida en una cola de caballo, y a pesar de tener un cuerpo muy curvilíneo y que se encontraba en buena forma física siempre usaba ropa muy conservadora como una manera de ocultar su belleza debido a que su jefe William Green le gustaba tocar de forma inapropiada a las empleadas bajo su mando

-No debí aceptar este cargo – Dijo Paola con frustración

Paola era una contadora pública de profesión y tenía una maestría en recursos y materiales financieros, trabajaba para la constructora desde hace cinco años, y prácticamente fue contratada cuando recién había obtenido su grado debido a sus méritos académicos, era una profesional en ascenso a pesar de que muchas personas no simpatizaban con su forma de ser, porque era muy reservada y no socializaba con sus compañeros de trabajo, y desde hace dos meses era la asistente del director de finanzas y cada día venir al trabajo se convirtió en una pesadilla para ella

-Pao, te ves muy cansada – Dijo el Sr. Green poniendo su mano sobre su hombro

William Green era el director de finanzas, un hombre de 60 años, y era evidente que debía jubilarse porque se negaba a  actualizarse con las nuevas tendencias de los mercados, el problema es que William tenía resistencia al cambio, aunque su mayor defecto era que se aprovechaba de las mujeres que trabajaba en el departamento debido a su posición de poder.

-Insistió en que necesitaba el informe para entregarlo a la gerencia esta noche – Respondió Paola con sarcasmo

Paola puso una expresión de calma a pesar del profundo desprecio y falta de respeto que sentía por este hombre en ese momento, debido a que su único objetivo era adquirir experiencia para luego encontrar un empleo de más prestigio y hacer que sus padres finalmente se sintieran muy orgullosos de ella.

-Puedo terminarlo por ti si antes me das un beso en la mejilla – Dijo William Green señalándole su mejilla

Por suerte Paola  había terminado el informe y lo acababa de enviar por correo a la gerencia general sin que antes fuera revisado por el inútil de su jefe, era muy difícil no sentir asco debido al lujurioso toque de su mano sin su consentimiento y sabía que debía detenerlo de inmediato porque estaba bajando su mano hacia la línea de su escote intentando llegar hasta su busto

-No hace falta Lcdo. Green porque ya terminé y le agradecería que en el futuro me llame Lcda. Silva – Dijo

Paola con mucho desdén

William Green se sonrió con lujuria porque estaba acostumbrado a estas respuestas, aunque sentía mucha confianza en sí mismo porque todas terminaban cediendo ante sus deseos con el fin de obtener regalos y beneficios adicionales de la empresa, William se relamía de deseo porque quería tocar su enorme y firme busto, y no importaba cuanto ella lo ocultara porque era evidente que tenía una buena figura a pesar de su look tan conservador

-Pao, si eres mala conmigo voy a hacer que te despidan, sin embargo, si te portas bien puedo ser muy generoso

contigo - Dijo William con una sonrisa desagradable

Paola finalmente llegó a su límite, y a pesar de que intentó soportar esta situación porque vivía sola y debía

pagar sus gastos y lo de sus ancianos padres, era demasiado insoportable la falta de respeto porque ella no era un objeto y no estaba en venta, su ascenso en la empresa se debió a sus competencias, y no a su cuerpo y cuando tenía sexo era solo por placer así que golpeó con fuerza con sus dos manos su escritorio, y esto sorprendió a Walter Green haciéndolo  apartarse de ella al instante.

-El manual de normas y procedimientos de la empresa está en contra de la confraternización entre empleados, así que amablemente le pido que me llame Lcda. Silva – Dijo Paola conteniendo su ira

La razón para que Paola estuviera en tan buena forma física era porque ella practicaba capoeira y si  en la cabeza de este viejo verde existiera un poco de sentido común y no hubiera juzgado su expediente laboral basado únicamente en su apariencia física, sabría que lo que estaba haciendo en este momento era un terrible error.

-¿Qué pasa si no quiero hacerlo? – Preguntó William desafiándola

William Green era un hombre prepotente y sentía que tenía una ventaja sobre Paola porque era un hombre y a

pesar de su edad suponía que era más fuerte que esta delgada mujer, la cual apenas alcanzaba 1,65 metros de estatura.

-Luego no diga que no se lo advertí – Dijo Paola con una sonrisa muy cínica en su rostro

William Green aún no comprendía la magnitud de lo que estaba por ocurrirle, Paola se levantó de su silla y

adoptó una posición de ataque, lo cual tomó por sorpresa a su lujurioso jefe

-Intenté ser razonable con usted, pero veo que no comprende que cuando digo “no” significa exactamente eso

A pesar de su traje ejecutivo, Paola hizo la Chapa Baixa la cual consiste en una patada frontal con la planta del pie destinada a las áreas bajas del cuerpo como la rodilla, la espinilla o el pie, tomando la forma de un pisotón

descendente, y por suerte para William ella usaba zapatillas en ese momento y no sus tacones habituales o el daño para su pie sería más severo.

-Me las vas a pagar maldita perra – Gruñó William

Paola se sonrió con diversión mientras se preparaba para su segundo ataque porque sabía que solo tenía 05 minutos para darle una lección antes de que el personal de seguridad llegara a  la oficina y la escoltaran hasta la salida de la empresa o en el peor de los casos la llevarían a la cárcel acusada de agredirlo, y mientras William se retorcía de dolor Paola apenas estaba comenzando

-¿Quién es la perra ahora? – Preguntó Paola riendo como una persona enloquecida

Paola hizo otro movimiento conocido como Chapa Giratoria, la cual era una patada en la que la persona gira 180° antes de golpear con la planta del pie en una zona del cuerpo de tu oponente y aunque no era ético de su parte lo que iba a hacer, lo dirigió a su entrepierna

-AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH – Gritó William antes de desplomarse al suelo debido al dolor

-Ahora quién es la perra – Dijo Paola

Llegó el personal de seguridad de la empresa y estaban impactados debido a lo que encontraron en la oficina.

-Sé que tengo que irme – Dijo Paola tomando sus cosas

Paola fue escoltada por los agentes de seguridad hasta la salida de la empresa y todos mantenían su distancia por temor a recibir el mismo castigo que William Green.

-Paola estás suspendida sin goce de sueldo hasta nuevo aviso – Dijo Nereida, la gerente de Recursos humanos

Paola sentía ganas de llorar porque esto era muy injusto, ya que ella solo se defendió de un acosador

-No te preocupes Paola solo ve a casa y descansa, voy a plantearle tu caso a la gerencia general – Dijo la gerente intentando calmarla

Paola, debido a varios eventos que le ocurrieron en el pasado, era una mujer muy desconfiada y por eso no creyó en las palabras de la gerente de recursos humanos.

-Cuando se reúna con el gerente, dígale que voy a presentar cargos contra el Lcdo. Green por acoso sexual – Advirtió Paola

Capítulo II: Francisco un hombre muy amargado

William Green se quejaba de que sentía mucho dolor mientras recibía atención médica y el personal intentaba no reírse porque era evidente lo que ocurrió en ese lugar.

-Voy a denunciar por agresión  a esa perra – Dijo William muy adolorido

-Me encantaría ver como haces para justificar ante la policía que la estabas tocando de forma inapropiada - Respondió la gerente de recursos humanos

Nereida Gómez era la gerente de recursos humanos, y  observaba con mucho desprecio a William mientras este sostenía una bolsa de hielo sobre su parte privada.

-Está bien Nereida tú ganas no la voy a denunciar

Nereida simpatizaba con Paola, el problema es que ella debía mantener una postura muy neutral ante esta situación debido a la persona que protegía a este hombre.

-William ve a tu casa y no hagas nada, solo espera hasta que el gerente tome una decisión sobre tu caso

William se sentía confiado porque sabía que no sería despedido debido a la persona que lo apoyaba, pero eso no quería decir que Francisco el gerente general no tomara represalias en su contra

-¿Entonces que voy a hacer? – Preguntó William

-Cumple con tu reposo y espera por mi llamada – Respondió Nereida

A pesar de la hora aún había empleados de la constructora trabajando y entre ellos se encontraba el gerente general Francisco Gutiérrez

-¿Por qué aun no ha llegado William Green a la reunión? – Preguntó Francisco con impaciencia

Francisco se encontraba reunido con los altos ejecutivos de la empresa y le llamaba la atención de que a pesar de recibir el informe del departamento de finanzas, su director aún no llegaba a la reunión.

-El  Lcdo. Green sufrió un accidente y tuvo que irse a su casa – Respondió la gerente de recursos humanos

Francisco observaba el informe que le enviaron y era exactamente lo que se esperaba, aunque evidentemente no lo hizo William Green

-Por suerte no lo necesitamos, ya que el informe que envió se explica por sí solo - Dijo Francisco con mucha irritación

La reunión transcurrió según lo previsto, y las perspectivas de la empresa no eran favorables, lo cual no sorprendió a Francisco porque era exactamente lo que quería

-Francisco, deberíamos apurarnos o perderemos la reserva que hice en el restaurante – Dijo su asistente personal en un tono muy íntimo

Todos los asistentes a la reunión se volvieron para observarla porque Francisco no permitía ese tipo de familiaridad de parte de los empleados y, por el contrario, insistía en que le llamaran gerente, era evidente sus intenciones ella quería dar a entender que eran una pareja

-Demos por terminada esta reunión, así que ya pueden irse todos a excepción de mi asistente – Dijo Francisco en un tono de voz muy frío.

Todos se marcharon rápidamente porque conocían el mal carácter que tenía Francisco, y estaba muy enojado en ese momento debido a la indiscreción de su asistente.

-Déjame comprender tu lógica por un momento

-Ya te lo expliqué Francisco, me confundí y cometí un error

- ¿Creíste que por tener sexo contigo durante un par de meses yo consideraría que somos una pareja? – Preguntó Francisco con indiferencia

-Francisco perdóname por mi indiscreción – Dijo la asistente

-Te dije que no me llames por mi nombre delante de las otras personas, sino cuando estamos en privado, creo que no te estoy pidiendo demasiado

Francisco era un hombre muy atractivo y lo sabía y nunca dudaba en usar su apariencia a su favor, y desde su divorcio de Miranda jamás volvió a tomarse en serio a otra mujer porque en el fondo albergaba la esperanza de que recuperaría a su exesposa.

-Francisco, no fue mi intención que los demás se enteraran de lo que ocurre entre tú y yo

-Corrección, lo que ocurría entre tú y yo, estoy muy decepcionado porque eres muy inmadura y no puedes separar lo profesional de lo personal

La asistente comenzó a llorar porque no quería que terminaran su aventura

-Francisco dame otra oportunidad por favor – Suplicó la asistente

-¿Crees que tus lágrimas van a conmoverme? – Preguntó Francisco

Francisco se sonrió con cinismo porque no creía en las palabras de esa mujer, la experiencia ya le había demostrado que la gran mayoría de las mujeres eran mentirosas y muy manipuladoras, y usaban el sexo y sus lágrimas para obtener lo que querían de un hombre y él nunca más volvería a ser engañado

-Aunque no lo creas yo te amo - Confesó la asistente

Francisco comenzó a reírse de su confesión de amor porque no le creía, ya que todas querían solo una cosa, y estaba tan cansado de esta situación que ya no sentía nada

-No te preocupes porque ya estoy tan acostumbrado a que siempre quieran ser la próxima señora Gutiérrez, que ya no me sorprende lo que hiciste, ahora por favor sal de mi oficina de una maldita vez – Dijo Francisco con disimulada ira

La mujer estaba al borde de las lágrimas porque sus compañeras se lo advirtieron que no se acostara con el gerente porque luego de eso él perdería interés en ella

-Francisco, por favor, prometo no volver a hacerlo

-Mañana no es necesario que regreses a la empresa, recursos humanos se pondrá en contacto contigo

La mujer que antes estaba llorando ahora puso una expresión de enorme ira, lo cual no sorprendió a Francisco

-Maldito imbécil, espero que te pudras en el infierno - Gritó la asistente

-Si cariño allí nos vamos a encontrar ambos, pero por ahora debes irte y necesitas cerrar la puerta al salir – Dijo Francisco con indiferencia

Se escuchó un fuerte portazo cuando la mujer salió de la oficina, y Francisco sonreía mientras ella no dejaba de quejarse, poco después entró a la oficina nuevamente con su carta de renuncia y la colocó con brusquedad sobre su escritorio

-Mientras seas un niño de mamá jamás vas a encontrar a alguien que realmente te quiera y deseo que Miranda nunca aparezca – Dijo la mujer con mucho resentimiento

Francisco la observó lleno de mucho desprecio y luego de que ella saliera de la oficina aventó un vaso de vidrio contra la pared

-¿Miranda, porque eres tan cruel conmigo?, ¿Acaso no te importan nuestras hijas? – Se preguntó Francisco con mucha impotencia

Francisco se dio cuenta de la hora y sabía que sus hijas Sofía de 05 años y Jazmín de 03 años ya estarían durmiendo, con mucho pesar se dio cuenta de que solo compartía tiempo con ellas los fines de semana, las amaba mucho el problema es que cada vez que Sofía le preguntaba por su madre y no tenía una respuesta que darle la culpa de que ella las hubiera abandonado debido a lo que le hizo lo agobiaba mucho

-Es momento de ir a casa – Dijo Francisco con resignación

Francisco llegó a la casa de sus padres y por suerte estos no esperaban por él, entró en la habitación de sus hijas y las besó en la frente, revisó que estuvieran cubiertas con sus mantas y se sentó en el suelo mientras las observaba por un par de horas para vigilar su sueño

-Miranda, mi amor, por favor regresa – Dijo antes de desplomarse en su enorme cama

Paola caminó durante mucho tiempo intentando contener las ganas de llorar, aunque tenía sus ahorros además de su liquidación, sabía que eso no duraría mucho y cuando amenazó a la gerente de recursos humanos con demandar solo se trataba de un momento de ira porque ella no podía pagar los costes legales de un abogado

-No entiendo por qué no puedo quedarme callada – Se dijo a sí misma

Paola no dejaba de pensar en sus padres, los cuales apenas subsistían con sus pensiones de jubilación y ahora había perdido su empleo, en su estado no sabía cómo pudo llegar hasta su casa, se desplomó en su cama y estuvo llorando hasta quedarse dormida

Al día siguiente Francisco se levantó muy temprano y desayunó con sus hijas, y el ambiente entre los tres era muy animado por eso cuando llegó el momento de irse a trabajar Jazmín se aferraba a sus piernas intentando detenerlo

-Papá tiene que irse a trabajar, pero te prometo regresar temprano – Dijo Francisco.

Francisco se despidió de sus hijas y como siempre esto era algo muy difícil, el problema es que debía ir a la constructora, además de que necesitaba saber qué había ocurrido con William Green, marcó la extensión

del departamento de seguridad y se sonrió cuando le contaron, decidió ver las grabaciones de la cámara y no paraba de reírse

-Finalmente, ese viejo verde encontró la horma de su zapato – Dijo Francisco con diversión

Capítulo III: La nueva asistente de Francisco

Francisco Gutiérrez, un hombre de 32 años, era el gerente general de la constructora propiedad de su familia, y escuchaba las palabras de Nereida la gerente de recursos humanos de la empresa y tenía sentimientos encontrados mientras leía con interés el expediente de la empleada que ella le entregó.

-¿Podrías explicarme por qué esta situación escaló hasta este punto? – Preguntó Francisco con mucho enojo

Nereida Gómez era una mujer en sus cincuenta y estaba muy nerviosa mientras explicaba la razón por la cual Paola golpeó a William y se frotaba constantemente las manos porque era evidente el enojo que sentía Francisco en ese momento.

-Gerente, usted sabe que no puedo despedir al director de finanzas debido a su madre – Dijo Nereida con frustración

Inés de Gutiérrez era la madre de Francisco y la principal accionista de la constructora y tenía a sus personas de confianza dentro de la empresa, las cuales le reportaban todo lo que ocurría y por desgracia no importa cuánto daño causaran porque de igual forma no podían despedirlos, William Green no solo era un empleado mediocre, sino que también era un depredador

-Eso lo entiendo, pero me podrías explicar ¿por qué no tiene a un hombre como asistente? – Preguntó Francisco

Nereida se sentía muy irritada y de no ser que aún le faltaba un par de semestre a su hijo para culminar sus estudios universitarios, renunciaría de inmediato porque el ambiente laboral de la empresa era muy tóxico desde que Francisco asumió la gerencia general de la constructora

-Porque dice que necesita “una asistente”

Francisco puso los ojos en blanco porque en lo que iba del año era el segundo escándalo por acoso sexual hacia una empleada que tenía que resolver por culpa del empleado protegido por su madre

-No te preocupes que voy a hablar con ese inútil – Dijo Francisco con desdén

Francisco no comprendía como Nereida pudo cometer ese error, la empleada en cuestión era una de las mejores del departamento y de no ser por la terquedad de su madre de que su amigo permaneciera en ese cargo fácilmente podría ser nombrada como directora de finanzas.

-¿Gerente que vamos a hacer con Paola? – Preguntó Nereida

Francisco se sentía en conflicto en ese momento porque no quería despedir a la empleada, y de hecho le parecía que podía serle de mucha utilidad, no solo porque era muy inteligente, sino porque todos sus compañeros hablaban mal de ella debido a que era muy maliciosa y reservada.

-Quiero que ella sea mi asistente personal – Dijo Francisco con decisión

Nereida no cabía de su asombro debido a lo que acababa de decir Francisco porque Paola no era una persona con un carácter dócil y tendría que lidiar con la insoportable Inés de Gutiérrez y la mala actitud de Francisco

-¿Está hablando usted en serio? – Preguntó Nereida con asombro

-Sí, después de todo mi aistente renunció ayer porque le tenía mucho miedo a mi madre – Dijo Francisco

El cargo de asistente del gerente general era conocido como la puerta giratoria porque todos renunciaban después de solo seis meses y un día, y el motivo era porque la ley establecía que recibirías una compensación

equivalente a un año luego de ese tiempo.

-Gerente, no creo que Paola sea la persona más adecuada para ese cargo

-¿Qué sugieres que hagamos entonces?, por como yo lo veo, esa mujer no va a aceptar una compensación y no quiero atraer más mala publicidad para la empresa

-Gerente entiendo por qué está a favor de esta solución, pero intentemos hallar otra

Francisco negó con la cabeza porque esta vez se encontraban de manos atadas e incluso no había garantías de que Paola aceptara este ascenso e insistiera en denunciar lo ocurrido ante las autoridades, no es que le importara mucho la suerte del protegido de su madre, pero como representante legal de la empresa tendría que asistir a audiencias ante el ministerio del trabajo y si Paola quería ser más incisiva incluso ante la policía

-No creas que me gusta mucho la idea de tenerla como asistente porque sé que ella pertenece al equipo de Felipe – Dijo Francisco

Francisco tenía un hermano de 31 años de edad llamado Felipe el cual era ingeniero civil y también trabajaba para la constructora, la rivalidad entre ambos hermanos era muy evidente para todos los empleados de la empresa de manera que se habían formado tres bandos, uno a favor de Francisco e Inés, otro en favor de Fernando el anterior gerente y padre de Francisco y Felipe, y un tercero compuesto por el personal altamente

capacitado a favor de Felipe y esta era la razón por la cual la empresa se encontraba financieramente en su peor momento.

-Entonces voy a llamarla para decirle que venga y hablemos sobre su decisión – Dijo Nereida

Francisco continuaba revisando el expediente de Paola y algo le llamó la atención y sonrió con malicia porque ya sabía cómo la convencerían de que aceptara el cargo

-Otra cosa triplica su sueldo – Ordenó Francisco

-Gerente eso es muy excesivo - Respondió Nereida

-¿Estás cuestionando mis decisiones? – Preguntó Francisco con frialdad

-Gerente el problema es que debido a la renuncia de varias asistentes ya nos excedimos en la partida para el presupuesto de compensaciones laborales de este año

-Tenemos a un director de finanzas entonces que halle una solución para este problema, como por ejemplo un recorte de su sueldo – Dijo Francisco

-Eso no le va a gustar – Respondió Nereida

-A mí tampoco me gusta ir limpiando sus desastres, y que se encuentre en una posición de poder no le da luz verde para aprovecharse de una mujer

Francisco era un mujeriego y un hombre de moral cuestionable, no en balde era considerado un villano, pero había una cosa que respetaba y era el consentimiento, si bien era cierto que había dormido con muchas

empleadas no solo se debía a que era muy atractivo sino a que todas aspiraban a ser su próxima esposa

-Voy a llamarla para que discutamos su propuesta

Francisco se quedó solo en su oficina, y aunque eran las diez de la mañana ya sentía un terrible dolor de cabeza, marcó la extensión de su asistente para luego recordar que esta había renunciado la noche anterior

-Este día no podría empeorar más – Dijo Francisco con resignación

Francisco maldijo mientras marcaba el número de teléfono de William Green y lo peor es que debía hablar con el empleado pervertido para advertirle sobre su cuestionable comportamiento y conociéndolo bien era un cobarde, por eso traería a la reunión al jefe del sindicato con el cual tenía muchas diferencias debido a que lo odiaba porque hace un tiempo se acostó con su esposa.

Paola recibió una llamada de la gerente de recursos humanos y se vistió de prisa porque deseaba encontrar alguna solución a su problema laboral

-¿Gerente de que quería hablar conmigo? – Preguntó Paola con interés

-Paola, debes saber que en el momento en que pateaste a tu supervisor en la entrepierna tu destino estaba

sellado – Le advirtió Nereida

Paola frunció el ceño porque este inescrupuloso hombre la tocó sin su consentimiento y ella no permitiría

tal falta de respeto

-¿Qué quería que hiciera?, ¿Estaría bien si abría mi blusa y le mostraba mis pechos para que los acariciara? – Preguntó Paola con sarcasmo

Nereida sabía que Paola tenía razón, el problema es que William era muy amigo de Inés de Gutiérrez, la hija del fundador de la empresa y no podían despedirlo.

-Paola, comprendo tu situación, pero es evidente que ustedes no pueden continuar trabajando juntos

-¿Entonces si me van a despedir? – Preguntó Paola

Aunque esa era la orden que dio Inés, ella no podía hacerlo porque Paola podía demandarlos por acoso sexual

y la constructora no se encontraba pasando por un buen momento financiero

-Paola cálmate por favor y escúchame lo que tengo que decirte – Insistió Nereida

Paola resopló con frustración porque necesitaba su empleo, pero no estaba dispuesta a ser humillada ni a convertirse en la amante de ese viejo pervertido.

-La escucho

-El gerente general te nombró su asistente

-Para eso mejor dime que me vas a despedir porque todo el mundo sabe que al gerente no le dura una asistente más de seis meses

-Paola, esta es una mejora en cuanto a tu cargo anterior y si no lo aceptas la única opción que tienes es presentar tu carta de renuncia

Paola sabía que esta era una sucia estrategia de parte del departamento de recursos humanos porque ella no podía alegar un despido injustificado si la estaba ascendiendo, el problema es que nadie quería ese cargo porque debían lidiar no solo con el mal carácter de Francisco Gutiérrez, el gerente general, sino también con la insoportable de su madre Inés de Gutiérrez

-¿Imagino que este cargo viene con una mejora salarial? – Preguntó Paola con frialdad

Paola era el principal sustento de sus padres porque ellos estaban jubilados, así que no podía renunciar a menos que encontrara otro empleo

-Por supuesto Paola, te vamos a triplicar el sueldo que estás ganando

Paola no lo podía creer porque no solo no la despidieron, sino que mejoraron su sueldo, lo cual resultaba una noticia muy inesperada.

-¿Dónde tengo que firmar para aceptar el cargo? – Preguntó Paola con interés

Las asistentes que hasta el momento habían contratado siempre tenían un objetivo en mente y deseaban ese cargo para intentar ganarse el corazón de Francisco el mujeriego , Paola, por el contrario, solo estaba interesada en este cargo debido al enorme salario que le ofrecían.

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