En una vida pasada fui Marisol un nombre ahora lejano, llevo en este mundo varios años, tengo un pequeño restaurante en el camino a la frontera, aquí una vez llegue huyendo de mi destino, sin saber que hacer, ahora todo ha tomado un giro inesperado.
Todo inicio una noche donde salía de la universidad, mi hermano debía mucho dinero y alguien tenía que pagar, sufrí mucho para lograr graduarme, sería la mejor chef del mundo y todo termino ese día.
Corrí lo más rápido que pude, intenté defenderme, pero obviamente no lo logré, a pesar de estudiar mucho tenía un pasatiempo, es el de leer novelas, esas novelas que te hacen viajar a otros mundos, perderte en la lectura e imaginar una vida diferente, desear estar ahí...
Solo ten cuidado con lo que desees, estoy en una novela donde la Villana logra casarse con el duque Carter, esa noche lo droga y solo así logra tenerlo, el duque como caballero se casó con ella, dejándole claro que solo era por lo que pasó, que nunca tendría sentimientos hacia ella.
Cuando el reino entro en conflicto, el duque conoce a su verdadero amor, así la villana hace todo por no perder a su esposo, en uno de sus intentos la protagonista sale lastimada, ella es condenada por su propio esposo, muere por la espada de aquel hombre que amo y que la llevo a perder la cordura.
Esa noche se cumplió, solo algo fue diferente, el duque está profundamente dormido a mi lado, yo entré en pánico, pero no puedo siquiera moverme, dios que ha pasado, yo estaba huyendo, ahora un hombre muy atractivo está a mi lado... ¿Quien es?
Al ver el medallón en su cuello reconozco el escudo, él es el duque Carter, a quien la villana perseguía, proceso todo en mi cabeza, los recuerdos de ella siguen en mí, estoy somnolienta ella también toma la droga, por qué su defensa fue que a ambos los habían engañado, eso jamás lo supo el duque, ella planeó todo muy bien incluso como serán descubiertos.
intento tomar mi ropa para salir de la cama, cuando siento que me jala a la cama.
-A donde crees que vas, que carajos paso, tú lo planteaste.
-No, yo no fui no se que pasó, por favor suéltame, me iré, haremos como si nada hubiera pasado, desde ahora no te conozco, ni tu a mi, si te veo no ye hablaré, bien, me voy.
-Que? ** que le pasa, si claro**
El jala a la cama para acá ar encima de ella.
-Que demonios estás diciendo *No entiendo*
El joven duque toma su ropa y se cambia, solo lo veo, no se que hacer estoy confundida, debo pensar bien que hare, lo escucho hablar, pero no le pongo atención, cuando volteo nuevamente él ya está con su ropa.
-Te queda claro.
-Que? Que cosa?
-Responderé como el caballero que soy, supongo que eso es lo que buscas, eso sí será con condiciones jamás te amare, quieres ser Duquesa, está bien lo serás, cámbiate con calma, nadie me verá salir.
El joven duque se pone su capa y sale, ella sigue en shock.
-Pero que demonios se cree, maldito desgraciado, ha, pero ni creas que yo voy a casar contigo, antes muerta, no muerta no, mejor me voy.
Al cambiarse a él se le cae el medallón de su cuello, lo tomo y es de oro, no piensa regresarlo.
-Sorry guapo, pero necesito dinero, mucho dinero, estás... La verdad si estás muy bien, pero aprecio más mi vida, asi que bye yo me voy, fue un excelente servicio, no lo viví, pero tengo los recuerdos y uff... Mejor me apuro, luego me consigo otro.
soy la hija de la familia Harris, la baronesa Eliana Harris, criada como noble y consentida por sus padres, ellos desafortunadamente murieron en un accidente hace tres años, se quedó sola y fue ahi donde empezó su obsesión por el duque Carter, su administrador le robaba y ella jamás se dio cuenta, estaba a punto de la ruina y fue por eso que también planeo todo.
Voy a mi casa, que está ya con pocas cosas, ni siquiera tengo doncella, pero ahora debo irme, solo debo planear mi viaje, lo primero sera sacar el dinero que escondió el administrador y por suerte sé dónde está.
La novela lo describe años más tarde, como fue que el administrador robo y dónde escondió el dinero.
Al día siguiente, va con su caballero al sótano de la mansion, ahí en un escondite hay tres baúles uno de joyas, uno de monedas de oro y otro de plata.
-Mi señora es una fortuna, con eso no es necesario irnos.
-Si pero es mejor alejarnos, si Bruno se casa conmigo, un divorcio es complicado si no hay justificación, prefiero irme, cometí una estupidez, que aún puedo solucionar, saca todo y vamos a esconderlo en otro lado, lo bueno es que el administrador no está, él está confiado en que aquí nadie baja.
-Debería acusarlo.
-Si, lo haré, no podrá pagar, disfrutaré de verlo sin nada.
Así esconden la fortuna en otro lado, al regresar a la casa, ahí está el asistente del joven duque.
-Baronesa, soy el asistente del duque Cárter.
-Pase, en qué le puedo ayudar?
-Mi señor mando los documentos que debe firmar para el matrimonio, será solo una pequeña ceremonia, sin lujos ni nada, está de acuerdo.
Ella sabe que eso es solo para humillarla, si eso quiere eso tendrá.
-Está bien, lo aceptó.
El asistente le deja los documentos y dinero, su caballero solo está confundido
-No te preocupes, nos iremos antes de que esto avance más.
En los siguientes días ella arregla los papeles en las oficinas administrativas, para ceder sus derechos y renunciar a su título, como nadie sabe lo que pasa con el joven duque no les extraña, ella tiene muchas deudas y esa es la manera de pagarlas.
-Baronesa está usted segura, debería conservar su título por lo menos.
-No, quiero irme al reino del sur, viajaré en barco, tendré una nueva vida.
-Bueno, pasaré con la Emperatriz para que los sellé, le avisaré cuando esté todo listo, así todo quedará resuelto.
-Muchas gracias, le pido que no diga nada, no quiero ser la burla de todos.
-No se preocupe, no diré nada
Al salir va aliviada, choca con otra joven que venía con Bruno, ella los ve y saluda, sabe que la joven es hija de otro noble, sin emoción ella sigue su camino
Bruno la ve extraña, ella siempre que lo veía, lo saludaba de manera diferente, se disculpa con la joven y va a alcanzarla, ella espera su carruaje, al no tener muchos sirvientes su caballero la hace de cochero.
-Qué haces aquí, veniste a acusarme?
-No exagere, joven duque, con quién lo acusaria, solo vine a dejar unos documentos de la Baronía.
-Debes estar conforme, serás una duquesa, es lo que querías o no?
-Si usted lo dice, por más que le diga que no tuve nada que ver, no me va a creer, dígame así será el matrimonio?
-Así cómo?
-Así, siempre me culparas de tenerse que casar con una simple baronesa, que no es tan hermosa como la joven que entró con usted.
-Ja, estás celosa, claro que así será, jamás te amaré.
-Bien, es bueno saberlo, con permiso, llegó mi carruaje, que tenga un buen día. **Idiota**
-Pero qué te pasa? **Que fue eso, esa mirada de indiferencia, me gusta hacerla enojar, es obvio que está feliz por el matrimonio**
Él continúa y regresa a las oficinas administrativas, ahí solo pregunta por la Baronía, el secretario le confirma que la baronesa solo dejo documentos.
-No mintió.
-Dijo algo excelencia?
-No, la baronesa tiene problemas.
-No, bueno ella está sola y es difícil, no tiene mucho dinero.
-Gracias * *No tiene dinero, daré la orden de pagar lo que se debe, de mi prometida nadie se va a burlar**
Un joven duque despierta por qué la puerta se abre bruscamente, es su padre quien llegaba a la ciudad, Bruno le mando un mensaje para que viniera a firmar los documentos de su compromiso.
-Tu pequeño bribón con quién pasaste la noche, quieres decirme con quién te vas a casar?
-Con Eliana Harris, no sé si ella lo planeo todo, pero debo responder, ella era virgen.
-Que tanto bebiste?
-Solo un poco, no se que paso, cuando me di cuenta ya estaba en esa habitación y no pude detenerme, ella también estaba drogada, iré a verla más tarde, necesito tu sello, ella es huérfana y tiene su propio sello, en eso no hay problema.
- Lo más seguro es que lo planeo, te persigue desde hace mucho, dijiste que no te interesaba, como es que ahora quieres el compromiso.
-No me interesa, pero ella está sola, puedo darle dinero si quisiera, eso sería peor, ella no tuvo la culpa tampoco.
Si el no cumple ella será señalada, no le gusta su forma de ser, pero no puede dejarla sola.
Solo se cambia y sale a buscarla a su casa, debe decirle que su padre está aquí, así será más fácil firmar el compromiso, la boda puede ser en unos seis meses, para que no sean tan apresurado.
Al llegar todo está tranquilo, solo hay una doncella, quien le dice que ella está en el jardín trasero.
-Esto está bien, un restaurante será perfecto
estaba con una sonrisa que se borró al verlo llegar.
Él vio esa sonrisa, una que jamás había visto y se cuestiona por primera vez, si ella será diferente
- Quizás este matrimonio funcione, ella es bonita, tiene cabello rubio, sus ojos son bonitos, su cuerpo...
Dios que estoy diciendo.
Ella al verlo se levanta y lo saluda formalmente.
-No es necesario, por qué reías, planeas la boda?
-No, para nada, no dijo que sería sencilla
-*Solo dime qué quieres una gran boda y te la daré*
Quieres una gran boda en el templo, con desfile, una gran comida y un gran baile?
-Por supuesto que no, como podría yo exigir tanto, si con casarse es más que suficiente.
-Si tienes razón, te hago un favor, cualquier otro no te habría respondido como yo.
-Estoy tan halagada, gracias por su gratitud.
Ella hablaba con sarcasmo, pero Bruno no lo entiende así, él siempre ha pensado que ella lo ama, siempre lo ha demostrado, lo demuestra cada vez que lo ve, en los bailes, incluso si lo ve en la calle.
-Sé que tienes problemas económicos, debo ayudarte, así que te mandaré a mi asistente.
-No es necesario, mi administrador llega en unos días, él se hará cargo.
-Está bien, volviendo al tema de la boda, ve a la boutique, encargas tu vestido, eso sí, sin nada a juego, esas cosas no me gustan.
-Claro, iré en unos días.
-Entonces me voy, te mandaré los documentos para mandarlos al templo y el compromiso sea formal.
-Lo que digas.
Eliana solo le contesta sin emoción, solo espera el documento del palacio para poder irse, así la novela seguirá su curso, sin la villana en unos años él conocerá a la protagonista, se van a enamorar y se casarán, ella vivirá feliz.
Con todo listo, después de unos días, ella por fin recibe el mensaje del palacio, se alista y va, se sorprende al saber que pasará directamente con la Emperatriz.
-Majestad, no creí que debería verla.
-Baronesa, sé que está regresando la Baronía, además pide una auditoría, pero por qué se va?
-Majestad quiero una vida tranquila, la Baronía está en quiebra, no tengo dote, el título es solo un adorno.
-Puedo apoyarte si gustas, eres una mujer valiente, pero es tu decisión.
-Me iré majestad, sabe que si conservo la Baronía, tengo que casarme, quien se casara con una huérfana pobre, sin dote.
-Si lo dices así si suena lógico, bien te libero de la Baronía, tu título será retirado y solo serás Eliana Harris, las deudas sobre la propiedad serán pagadas con lo que queda, no te preocupes.
-Gracias majestad, me retiro.
-Ve con cuidado a donde sea que vayas.
-Al sur, quiero ir al sur.
-Ahí es bonito, mucha suerte.
Eliana les ha dicho a todos que irá al sur, así si alguien la busca no la encontrará, aunque nadie la buscará, solo será olvidada por todos.
Ella sale del palacio administrativo, ella por fin puede ser libre, libre de esta novela.
-Vivire una larga vida, pondré un pequeño restaurante, dónde nadie va a molestarme.
En la salida nuevamente se encuentra con Bruno que fue a buscarla y le dijeron que fue al palacio.
-Por fin te encuentro, la próxima semana será el anuncio oficial del compromiso, te traje los documentos para que les pongas tu sello.
-Joven duque, creo que debemos hablar yo...
-Si, sé que falta lo de la fiesta de compromiso, pero eso sería tedioso, solo préstame tu mano.
Él con un pequeño listón toma la medida de su dedo, ella sabe para que es, y si quizás...
-Supongo que te gustan las joyas extravagantes.
-Que? No, no es eso...
-No te preocupes mandaré a comprarte un anillo que puedas presumir.
-**Mandara a comprar?** Joven Duque, por favor déjame hablar
-No es necesario, nadie sabe lo que pasó, si le soy sincera no quiero un matrimonio así, le doy su libertad, puede usted buscar a alguien que le guste, me disculpo por mi comportamiento, sé que prácticamente lo acosaba, solo le pido que lo que pasó lo guarde como un secreto, yo olvidaré todo.
-Estás loca, solo ve a casa a poner tu sello, sé lo que debo hacer, es lo que querías y ahora lo tendrás.
Él ya no pudo hablar, Eliana rompía los documentos y se los botaba en la cara.
-Soy huérfana, sé que no tengo dote, y si yo hice que todo esto pasara es mi culpa y no sabes cómo me arrepiento, tú eres desagradable, arrogante, no quiero casarme con alguien así, a pesar de todo, quiero a alguien que de verdad sienta algo por mí, no a alguien que me haga el favor de casarse conmigo, así que yo también sé lo que tengo que hacer, me despido joven duque, no sellare nada.
Ella sube a su carruaje y se va, Bruno tiene que recoger los papeles.
-Dios ahora tengo que hacerlos de nuevo, está mujer que tiene.
-Tal vez tenga razón, Bruno nadie sabe que ustedes pasaron la noche, solo haz como si no hubiera pasado.
Su asistente estaba cerca y vio todo, ella se ve y se comporta diferente, la baronesa siempre estaba arreglada y cuando veía a su señor se le acercaba y tomaba su brazo.
-Ten, debes preparar de nuevo todo, iré a comprar algo que necesito, ella solo hace eso para llamar la atención.
Bruno va a la joyería, ahí hay algunas damas que lo ven, él lo nota y pide una sala privada.
-Joven duque que bueno verlo, en qué le podemos ayudar.
-Quiero ver sus mejores anillos de compromiso.
-Sí, tiene la medida de la dama?
-Si es este, le sirve así?
-Si, claro, será una hermosa mujer, lo felicito, ha decidido casarse.
-Si es muy bonita.
Bruno ve todos los modelos, primero elige unos anillos con diamantes muy grandes, pero termina comprando uno menos grande.
-Este, está bien, quiero este.
-Claro que sí, lo pondré en su estuche, lo pagará o mando la nota?
-Manda la nota.
Al salir ve a una pareja, ellos eligen anillos de boda, ahí se da cuenta de que tiene que venir con Eliana, ellos se ven felices.
-Mira amor estos se ven bonitos, ya fui a ver mi vestido, tu traje está a juego, gracias, siempre soñé con una gran boda, desde niña.
-Todas las mujeres sueñan con eso, tendrás lo que quieras.
Al darse cuenta de la presencia del joven duque ellos lo saludan, él solo se queda pensando en lo que escucho.
.
Bruno camina por la plaza ahí la ciudad tiene muchas tiendas, nobles y plebeyos por todas partes, ve la tienda de novias, los grandes ventanales con muchos modelos, él entra y todos se quedan mudos al verlo ahí parado.
-Buen día, joven en que le podemos ayudar?
-Los vestidos de novia van a juego con el traje del novio?
-Si, la mayoría lo elige así, depende de ustedes, la dama viene con usted.
-No, ella vendrá después, me puede mostrar algunos modelos.
-Cómo? Si claro.
La empleada está confundida, es raro ver a un hombre preguntar por los modelos, entran a un sala privada y le muestran varios dibujos.
-Joven cuando es su boda? Tenemos vestidos ya hechos y otros modelos que se pueden mandar a hacer tardan de dos a tres meses dependiendo de lo que solicite.
-Mi boda será en unos seis meses, me gustan estos puedes guardarlos, quiero que mi prometida venga a verlos.
-Por supuesto.
-El ducado Carter pagará por todo.
-Está bien, cuando su prometida venga mandaremos las notas al Ducado.
Él sale de la tienda y uno que otro noble se pregunta si él está por casarse, se preguntan con quién, si él no se acerca a nadie.
Mientras Eliana, prepara sus cosas, solo escribe una carta para Bruno, ya le dijo lo que siente, aun así quiere agradecerle, solo lo hace por compromiso y ninguno de los dos merecen eso, él seguirá insistiendo por qué dio su palabra, pero no es la verdadera Eliana y no le importa eso, deja indicaciones de que se la entreguen después solo si él viene a preguntar por ella.
-Yo no lo amo, este mundo es muy diferente, prefiero una vida tranquila.
Solo su fiel caballero la acompaña, el prometió cuidarla y así lo cumplirá, ambos van por el dinero y viajan al norte.
-Mi señora, está segura.
-Si, él no me ama, debo buscar mi propio destino, no es necesario que vayas, ten es la carta donde te libero y ...
-No mi señora yo voy con usted, se lo prometí a su madre, ella me salvó del orfanato y le debo mi vida.
-No es necesario, tu eres muy bueno, puedes encontrar trabajo en el palacio.
-Solo vamos, suba al carruaje, más adelante viajaremos con una caravana que va al norte, es segura, no se preocupe.
-Gracias.
Así empieza mi historia, lejos de la ciudad, iré al norte, ahí están las minas y tengo una idea de negocio, sin mí talvez la protagonista aparezca o el duque encuentre a alguien más, solo volteo a ver la gran ciudad, al fondo el gran palacio, es un mundo totalmente diferente, mi caballero va conmigo, él ahora es como mi hermano, sin título, solo dos plebeyos en este reino inmenso.
La casa queda completamente sola, los muebles y demás artículos serán subastados para pagar lo que se debe.
Unos dias después llega el administrador, un hombre mayor que abuso de la confianza de Eliana, tomo unas vacaciones con dinero que no es suyo, la propiedad ahora pertenece a la corona, al entrar solo ve como revisan los documentos.
-Quiénes son ustedes? ¿Que hacen? Dónde está la baronesa?
-Somos del palacio, es usted el administrador, la baronesa solicito una auditoría sobre la propiedad, los libros ya fueron revisados desde hace algunas semanas cuando ella presentó la queja.
-Pero que significa esto.
-Significa que usted es un vil ladrón, detengalo y llévenlo al calabozo, ahí va a esperar su sentencia.
-No, no puede ser, debo hablar con la baronesa, ¿dónde está?
-Ella no está, renuncio a su título, ahora llévenselo
El administrador es llevado a un carruaje, va esposado y reclamando, Bruno llega y ve a muchos guardias, ya tiene los documentos, su padre se enojó por tener que firmarlos de nuevo.
-Pero, que pasa? dónde está la Baronesa?
-La baronesa abandono el reino, dejo todo en manos de la administración de la corona, renunció a su título y sus bienes serán vendidos para pagar sus deudas, como favor a la Emperatriz pidió una auditoría, al hacerlo el es el culpable.
-Que? por qué se fue? A dónde?
-No sabría decirle, ella solo dejo su sello, los documentos donde renuncia a todo y no dijo nada.
-Como es posible ** Y yo? ¿Acaso no le importa lo que pasó? No sé, si me siento aliviado u ofendido, ha rechazado mi propuesta, por qué se fue **
-Duque? Está bien?
-Heee, si estoy bien.
El joven duque tomó su caballo y salió a todo galope, ordenará que la busque, quiere una explicación y no descansará hasta tenerla.
Al llegar al palacio administrativo pide hablar con el secretario de la emperatriz.
-Duque que le pasa? Cuál es la urgencia?
-La baronesa Eliana renunció a su título y entrego la Baronía?
-Si, desde hace algunas semanas empezó el trámite, justo voy a los calabozos, dicen que traen al administrador, él es el culpable de la ruina de la Baronía.
-Pero ella dónde está?
-No lo sé.
Bruno le quita los documentos de la mano y ve la fecha de cuando ella solicitó la auditoría y los trámites, ve que es la misma fecha en la que durmieron juntos.
-Ella tenía planeado todo, acaso soy su burla, lo que dijo era verdad, no le importo nada.
Bruno está confundido y le regresa los documentos al secretario.
-Duque usted es amigo de la Baronesa?
-No, es solo que teníamos un negocio... ¿No dijo a dónde iría?
-A la emperatriz le dijo que iría al sur, quería conocer el mar, que tal vez tomaría un barco al reino vecino.
-Se fue? Gracias debo irme.
Bruno vuelve a salir a todo galope, va a su casa, está enojado y no sabe por qué.
Él entra furioso al despacho, se quita la capa y la bota al sillón, su asistente solo se sobresalta y entra para verlo.
-Que paso, te rompieron los papeles otra vez.
Lo dice en tono de burla, pero ve el rostro de Bruno y ya no dice nada.
-Cállate!!
-Bien, calma que pasa?
-Se fue, ella se fue.
-La baronesa, a dónde?
-Si supiera no estaría aquí, estaría con ella para recibir una explicación, se atrevió a burlarse de mí.
-Bueno ella te dijo que no quería casarse contigo, tú no le creíste.
-Ella decía amarme, se colgaba de mi brazo cada vez que me veía, me sonreía y ella... Ella fue la primera mujer a la que toque, ella me ha abandonado...
-La quieres, tienes sentimientos por ella, siempre te quejabas cuando la veías, te molestaba que te hablara, que te tocará, que cambio.
-No sé, estoy muy enojado, llama al capitán, deben buscarla, a mí nadie me deja, no pienso ser su burla.
-Bueno, nadie sabe del compromiso, nadie se va a burlar de ti.
-Soy un estúpido, fui a comprar su anillo, quería darle una boda más grande, déjame solo, no quiero ver a nadie.
-Que? Una boda grande, pero si tú no querías, dios! a caso estás loco.
El asistente salió, su señor se ve muy enojado, no sabe si en realidad si tiene sentimientos hacia la baronesa o es solo su ego herido, mejor optó por llamar al duque.
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