Esta novela tendrá contenido sexual explícito, infidelidad, lenguaje vulgar, violencia y maltrato. Si no te gusta ese tipo de contenido, ¡no leas!
¡Estás advertido!
Matías
Después de que mi esposa Mauricia, la única mujer que he amado falleció, no me volví a enamorar ni a tener intimidad con nadie más. Lo intenté, con mi prometida; sin embargo, no pude.
Me habían diagnosticado trastorno de estrés postraumático, provocado por la muerte de mi esposa. Según el psicólogo, era causado por la culpa que sentía, por mi insistencia para ser padres y mi principal síntoma era impotencia. No volví a pisar un hospital más que para atender a mi hijo.
Hace un año, me comprometí para darle una madre a mi hijo. Nunca sentí nada romántico por Camila, la hija de quien fue mi niñera. Crecimos juntos y cuando me casé, vino a vivir con nosotros como empleada doméstica. Estuvo con nosotros durante años e incluso ayudó a mi esposa cuando la ingresaron en el hospital. Fue la última en verla con vida.
Durante meses, cuido de mi hijo como si fuera suyo, mientras yo me sumergía en mi trabajo, lleno de angustia. Amaba a mi hijo, pero verlo me recordaba a ella. Habíamos esperado diez largos años para ser padres, y ella se fue sin conocerlo, dejándome solo.
Hace unos meses, mi madre me convenció para que fuera a ver a un psicólogo. Al principio me resistí, hasta que me di cuenta, de que necesitaba ayuda. No podía seguir sintiendo muerto en vida cuando tenía un hijo que cuidar.
Gracias a la terapia, comprendí que yo era el único que estaba perdiendo alejándome de Mauricio. Así que empecé a dedicarle más tiempo y atención. Salía temprano del trabajo, lo sacaba a pasear, a comer o íbamos a la casa de mi madre. Gracias a esto, note que Camila nunca estaba en casa.
Le pregunté a las empleadas y me dijeron que ella siempre se iba de compras. Descubrí que no se encargaba del niño, que a veces ni siquiera lo veía por días, lo cual me pareció sospechoso. Cuando nació se desvivía por él
Contrate a alguien hace dos meses para seguirla. No me sorprendió saber que tiene un amante, lo que sí me llamo la atención es que era casado. El detective también me consiguió información sobre el hombre en cuestión. Mirando las fotos de su esposa quede perplejo, ¿cómo se fijó en Camila? Teniendo esa mujer, ¡por Dios! ¡Era hermosa!
Su rostro era precioso, su cabello castaño, largo y lacio, llegaba hasta sus hermosas y curvilíneas caderas. A diferencia de mi alta y esbelta prometida, esta mujer era de menor estatura, posiblemente alcanzando poco más de un metro cincuenta. Sin embargo, sus proporciones eran excepcionales, con suaves curvas que se acentuaban por su estrecha cintura.
Sus grandes ojos marrones, sus labios perfectos y sus dientes impecables se tornaban aún más llamativos cuando sonreía. Su atractiva figura se insinuaba sutilmente bajo la modesta vestimenta que llevaba, no había ni una fotografía en la que llevara escote pronunciado o una falda por sobre sus rodillas
Era una pediatra, cuando revisé su nombre me di cuenta de que era la doctora que había atendido a mi hijo varias veces. Siempre que íbamos llevaba un uniforme con dibujos animados, una gorra a juego y una mascarilla. Todos esos accesorios ocultaban su hermoso rostro.
Compré un teléfono barato con un número diferente y le envié mensajes para decirle que su marido le estaba siendo infiel. Después de decírselo de forma anónima, me sentí mal porque no era la mejor forma de enterarse.
Cuando la vi frente a la puerta de la habitación, me alegré de haberlo hecho. ¡Era incluso más preciosa! Llevaba un vestido rojo ajustado de mangas largas. El escote era alto, aunque sus bonitos pechos parecían luchar por salir.
El vestido terminaba debajo de sus rodillas y se ensanchaba en la parte atrás siguiendo la curva de su precioso trasero, compitiendo por su largo cabello castaño por atención. Llevaba tacones negros, sus labios estaban levemente maquillados, en contraste con sus ojos marrones, tan brillantes y tristes
Me sorprendió cuando cierta parte de mi anatomía, que llevaba muerta años se tensó ante lo que veía, y trate de disimular. Estaba excitado con solo ver a esa mujer
Aldana
Caminaba con mis piernas temblorosas por el pasillo del hotel, volví a observar el mensaje para verificar el número de habitación 315. Alce mi vista al detener mis pasos frente a la puerta, debía tocar, pero no quería. Muy en el fondo de mi alma, tenía la esperanza de que fuera una broma.
Decidí marcar el número de mi esposo y cuando la música de su celular sonó dentro de la habitación, mis dudas se disiparon.
Un hombre se detuvo junto a mí, lo miré y también estaba observando la puerta. Giró su rostro y nuestros ojos se encontraron. Es un apuesto rubio de ojos marrones, tiene una coleta en el cabello. Su nariz es cuadrada y sus labios delgados, lleva puesto un traje azul marino, con una camisa celeste que realzaba su gran tamaño y elegancia
_ ¿ya tocaste?_ me preguntó.
_ no.
_ yo voy a hacerlo si quieres, ¡puedes irte!
_ ¿Quién eres?
_ soy el futuro ex prometido, de la amante de tú…
_ futuro exesposo _ suspiró. Luego tomó una tarjeta de su bolsillo y me la entregó
_ si necesitas pruebas para tu divorcio. ¡Llámame! Tengo fotografías de los dos juntos desde hace dos meses, que descubrí su relación _ exclama. Mira hacia la puerta y golpea. Tras el quinto golpe, mi esposo, abre la puerta topándose con mi cara.
_ ca…cariño _ dijo Sergio muy sorprendido, su cabello castaño y corto está desordenado. Sus ojos azules me miran con sorpresa, solo lleva una bata blanca. El hombre que estaba conmigo lo empuja y entra.
_ Te enviaré la fecha que consiga del juzgado para divorciarnos _ menciono antes de irme, escucho que grita mi nombre detrás…
Lo conozco, sé que me seguirá para pedirme disculpas. No es la primera vez que me engaña… ¡Dios ya no sé cuantas veces lo hizo!
Por eso en vez del ascensor opto por las escaleras de emergencia y subo al techo del edificio. Me dejo caer en el suelo, a descargar mi llanto.
Matías
El hombre abrió la puerta y palideció al verla. Lo empujé y entre, ambos estaban desnudos. Mientras él, tenía puesta una bata, Camila se cubrió con la sabana, me miró desde la cama sin hablar. El amante salió detrás de su esposa y nosotros nos quedamos solos en la habitación.
_ ¿quieres decirme algo?_ le pregunto
_ ¿qué quieres que diga? _ me responde con altanería _ ¡ambos sabemos que no me tocas! Solo soy un reemplazo de la muerta _ me lastima su forma de referirse a mi esposa, se levanta y camina hacia mí _ mucho tiempo busqué ser igual a ella para conquistarte, sin embargo, aún sigo siendo una simple empleada, y yo ¡¡merezco más!! Y no lo obtendré junto a un hombre «impotente».
_ ¿por eso elegiste un hombre casado?
_ ¡pronto se divorciará! ¡Más ahora que sabe, que estoy embarazada!_ responde muy sonriente
_ ¡Pues acaba de irse detrás de su esposa!
_ quizás… Pero esa mujer no le puede dar hijos.
_ ¿Quién eres? ¡Te desconozco!
_ soy la futura esposa, del CEO de las empresas de construcción, ¡más importante del país! _ me río ante su ignorancia ni siquiera averiguó sobre él
_ primero debe divorciarse.
_ lo hará muy pronto.
_ Jamás me mostraste tu verdadero ser, ¿no es así?_ esta vez ella sonríe
_ ¡vete! _ me responde _ mañana pasaré por mis pertenencias.
_ mi abogado te entregará una residencia a tu nombre a cambio de los años que cuidaste a mi hijo _ le digo saliendo lugar.
Tomó el ascensor y veo al amante de Camila bajar del otro, si volvió significa que no la encontró. Llamo a mis guardaespaldas.
- ¿Vieron salir a una mujer con vestido rojo?
- no señor, no salió nadie del edificio con ese aspecto
Cuelgo la llamada, y un recuerdo de mi niñez me da la señal de donde podría estar. Cuando me enojaba subía al sector más alto, para que nadie me encontrara siguiendo mi instinto subí a la terraza del hotel.
Ahí la encontré sentada en el suelo, llorando con su hermoso maquillaje corrido. Me detuve frente a ella y le ofrecí un pañuelo.
La imagen no me pertenece. Es simplemente una guía para quien le gustan las fotos. Cada uno puede imaginar a los personajes como lo prefiera.
Aldana
Las luces de la ciudad son una hermosa vista para apreciar desde este lugar, aunque en este momento de mi vida son insignificantes. Es doloroso, quizás no tanto como la primera vez, pero la angustia y la impotencia están presentes.
¡Ya no más! ¡Debí escuchar a mi amiga! Si una persona te es infiel una vez y lo perdonas, él volverá a hacerlo… El pecho me duele al igual que mi garganta, ¿cómo me pude permitir llegar a esto? Sabía que todo estaba mal. Aun así, tuve esperanzas. Y seguí con él a pesar de todo.
Una mano me ofrece un pañuelo, interrumpiendo mis pensamientos y lo tomo sin dudarlo. Ahora soy una bola de mocos y lágrimas.
_ ¡no te veo afectado!_ le digo rompiendo el silencio minutos después, al hombre que hace unos minutos estaba junto a mí, frente a esa puerta.
_ estoy intentando parecer un caballero frente a una dama _ responde sentándose a mi lado.
_ ¿tienen hijos?_ le pregunto
_ yo sí, pero no con ella _ suspira _ tengo un niño de 3 años, con mi primera esposa murió luego del parto. Mi hijo se llama Mauricio, hace un año me comprometí con Camila… _ Me mira _ ese es el nombre de la mujer que estaba con tu esposo, fue mi empleada, después se volvió la niñera. Creí que era la mejor opción.
_ ¿aún no la olvidas?_ le digo refiriéndome a su esposa, noto su pesar.
_ No. ¡Nunca lo haré! _ suspira mirando el cielo _ ¿ustedes tienen hijos?
_ No… Mis trompas de falopio están atrofiadas, por lo que no puedo ser madre de forma natural… Ahora estábamos _ mi río _ estaba, haciendo un tratamiento para proceder con una inseminación artificial, ayer por la mañana me apliqué las inyecciones de HCG, él me había dicho que ya dejó las muestra de espermas la semana pasada; Sin embargo, hoy me llamó la doctora para informarme que mi esposo nunca se presentó en la clínica.. Por lo tanto, el tratamiento es inútil
_ ¡lo lamento!
_ yo lamento contarte algo que no preguntaste, ¡aun sin conocerte!
_ eso se soluciona fácil _ extiende su mano _ Matías Mantilla.
_ Aldana Miranda _ estreché su mano _ ¡lindo apellido!_ dije con burla
_ me lo han dicho _ él sonrió. Creo que nunca en mi vida tuve un hombre tan hermoso, tan cerca. ¡Dios es perfecto! _ mi apellido es motivo constante de burla, era peor en la escuela _ mi estómago gruñe interrumpiendo nuestra charla _ ¡parece que tienes hambre!
_ no he comido desde la mañana _ se levanta y me ofrece su mano, la tomo y me ayuda a levantarme _ gracias
_ conozco un lugar donde hacen comida casera, ¡muy deliciosa!
_ ¿dónde?
_ ¡en mi casa! _ vuelvo a sonreír
_ ¿cómo sé que no es un violador o un asesino?
_ ¿y yo como sé si usted no es una viuda negra?_ ambos reímos _ ¡soy un excelente chef! Lo juro _ cruza sus dedos.
Minutos después viajo en su auto como copiloto, nunca hice esto… Irme con un extraño que apenas conozco.
Estoy cansada. ¡Cansada de ser la buena esposa, buena hija, buena mujer! Mi madre enfurecerá y no me importa. Acabo de enterrar mi corazón, únicamente necesito sentirme viva y entender que se siente salir con alguien sin el corazón. Quiero saber que se siente disfrutar del sexo sin amor de por medio.
Como me dijo mi esposo las otras veces que me engaño «solo fue sexo a ti te amo» esa excusa ya no sé cuantas veces la escuche. Giro a mirar al hermoso hombre rubio detrás del volante, esta noche, arrojaré mi moral por la ventana y me aprovecharé de él
Nunca desee a un hombre que no fuera mi esposo, fue el único que me tocó. La idea de ser infiel siempre fue asquerosa para mí, crecí con las constantes infidelidades de mi padre y me juré nunca hacerlo.
Eran las una de la mañana cuando llegamos a un lujoso restaurante que está lejos de la ciudad. Sin duda si quiere puede matarme y desaparecer mi cuerpo. Podría irme, debería irme. Estoy haciendo la mayor estupidez de mi vida; sin embargo, no quiero. Necesito quemarme.
Baja y me abre la puerta. Toma mi mano, ayudándome a salir del vehículo. Yo solo lo observo, es un hombre encantador tanto físicamente como en el trato.
Entramos y de inmediato se quita el saco, me ofrece un delicioso vino tinto. Me sorprendo al verlo cocinar con la camisa celeste remangada, la tela se estiraba tratando de amoldarse a esos musculosos brazos.
Los primeros botones desabrochados dejan ver su pecho marcado… ¡Este hombre es la tentación en persona!
Después de cenar, conversamos sobre la comida. Es chef y dirige varios restaurantes, según me comentó, mientras habla yo solo me entretengo mirando sus labios, y su cuerpo como una depravada
Decido hacerle caso a esa voz que me dice, aprovecha el momento.
Te divorciarás, él lo hizo primero.
En un segundo me siento a horcajadas sobre él. Suelta un jadeo de sorpresa o ¿quizás de placer?
_ ¿estás segura de lo que pides?_ pregunta mientras acaricio su rostro admirando su belleza.
_ ¡lo estoy! Quiero saber que se siente tener sex@ sin amor, ¿me enseñarías? Quiero ser la mujer que hombres como mi esposo desean solo por una noche.
_ ¡Eres una mujer increíble! ¡No te menosprecies!
_ no me conoces. Quizás realmente sea una viuda negra _ digo con picardía, pero en sus ojos no veo diversión, sino deseo.
_ ¡No eres como ella! ¡No te rebajes!
_ no lo hago. Yo sé lo que valgo. Solo por hoy muéstrame que se siente tener sexo con un desconocido.
_ estas a tiempo de arrepentirte no es fácil para mí controlarme, ¡teniendo una hermosura como tú, sobre mí!
_ ¡por favor! _ murmuro sobre sus labios buscando seducirlo.
Ante su negativa lo beso pasando mi lengua por sus labios, lo escucho gemir y sus ojos me miran de una forma que jamás me miraron
Adoración… Admiración… Lujuria… Lascivia… Insisto moviendo mis caderas sobre él. Sonrío al sentir ese bulto debajo de mí y sus manos recorrer desde mis piernas hacia la falda de mi vestido.
Esta vez soy yo quien gime cuando sus largos dedos terminando en mis glúteos, donde aprieta con sus enormes manos.
Matías
Las probabilidades de que acepte es de cero. No es una mujer que se iría con cualquiera, la investigue, sé que el único hombre en su vida fue su esposo. Sin embargo, y para mi sorpresa, acepta. Durante todo el viaje únicamente observó la ventana en silencio. Decido ir al restaurante más alejado que tengo, tiene una hermosa vista hacia la ciudad.
La trato como a una dama admirándola desde lejos mientras cocino. Mis pensamientos se vuelve indebidos, por lo que dejo de mirarla. No puedo faltarle el respeto en este momento, ella está vulnerable, sería un bastardo si me aprovecha de ella
Aunque sé muy bien por qué la traje aquí, mi intención fue tenerla desde un principio.
Le sirvo lo que preparé, algo delicioso y rápido, unos fideos con camarones y verduras. Se recoge el cabello en una coleta alta y empieza a comer, por como devora todo se nota que le encanto. Algo más para sumarle a sus encantos, es un deleite verla comer.
Cuando terminamos de cenar conversamos un poco sobre nuestras profesiones. Me comenta que es médica pediatra, sé todo sobre ella, y simulo sorpresa para no quedar como un degenerado, lo cual es difícil no puedo evitar recorrer su cuerpo con mis ojos.
Recurro a mi autocontrol para no tirarme sobre ella y poseerla, desde que perdí a mi esposa, mi apetito sexual murió con ella hasta hoy.
Nunca desee a otra mujer… Me sentía culpable, sentía que si no la hubiera tocado, quizás estaría viva… Ella decidió que si tenían que elegir entre el niño y ella debían salvar a nuestro hijo y ¡así fue!
Llego al límite cuando se sienta sobre mí. Pidiéndome que le haga cosas indecentes, muero por obedecer, sin embargo, no quiero algo casual con esta mujer, ella merece más.
Obligo a mis manos a quedarse quietas, en cambio, mi masculinidad se escapa de mi control, poniéndose firme ante el roce de sus nalgadas sobre mí. Llevaba años sin lograr excitarme ni siquiera con videos pornogr@ficos, bailarinas exóticas o mujeres que contrataba
Cuando me besa jugando, tentándome pierdo el sentido común y aprieto sus grandes nalgadas con mis manos debajo de su vestido acariciando su piel.
Nos besamos muy despacio descubriendo el sabor del otro, al cortar el beso, me observa acariciando mi mandíbula. Me acerco a su cuello besándola hasta el nacimiento de sus senos, mordiendo la tela la miro rogándole que me sirva.
Entiende mi señal, por como se lame los labios, antes de quitarse lentamente su vestido, liberando sus gloriosos pech@s para mí. No llevaba sostén, lo noté cuando sus pezones me saludaron al besarla.
Me prendo como un poseso a esa aureola rosada rodeada de piel lechosa y suave. Me volví tan loco que no sabía qué hacer por donde seguir, estaba desesperado por su cuerpo, por complacerla y que jamás me olvide, para que desee volver a mí. Solo a mí, solo conmigo
Me deleito con su desnudez, acariciando su piel, al mismo tiempo que ella besa mi cuello, quiero desnud@rme, aunque no quiero que se baje de mí.
_ Por favor foll@me_ susurra, ¿cómo le explico que yo le estoy haciendo el amor y no foll@ndola?
Sonará ilógico, estúpido e infantil, pero me enamoré de su fotografía al verla en persona mi cuerpo lo confirmo, ahora quiero ser el único para ella.
Desabotona mi camisa para después sacármela. Pasa sus manos por mi torso y mis brazos, me levanto con ella sentándola en la mesa donde todavía está la botella de vino vacía.
Desabrocho mi cinturón, seguido de mis pantalones ante su mirada atenta, quedándome en boxer. Verla sentada en esa mesa solo con una tanga negra es alucinante, no creí que este desastre terminaría así, aunque me alegra mucho.
_ ¿estás segura de esto? ¡Puedo parar en el momento que quieras! Aunque te aseguro que es lo que menos deseo
_ ¡no quiero parar!_ susurra acariciando mi abdomen y termino de desnudarme, me vuelvo a acercar a ella capturando sus labios otra vez.
¡El roce de su piel con la mía aumenta mi deseo, la coloco en el suelo para quitarle esa última prenda de algodón negro no es un típico conjunto sexy, pero en ella cualquier tela lo es!
La guio hasta sillón, se acuesta sobre él, me subo sobre ella, y recorro todo su cuerpo con mis labios adorándola, no sé, si pueda tener otra oportunidad para hacer esto.
Hundo mi rostro en su intimidad, observando como se sonroja, disfrutando de lo que le hago. Acaricia mi cabello, a los minutos la siento temblar y continuo al mismo ritmo hasta que relaja su cuerpo. Subo para mirarla, mientras entro en su interior suavemente besándola, para después terminar embistiéndola como un salvaje.
Cuando la escucho gritar mi nombre maldita sea. No quiero que esta noche termine, es hermosa, adictiva. Es erotismo puro mezclado con una belleza angelical
Matías
Estamos acurrucados conmigo sobre ella, en el incómodo sillón, por los grandes ventanales impactan las gotas de la lluvia que acaba de empezar, mientras nos miramos agitados.
_ Amo la lluvia _ dice y me vuelve a besar, con suavidad, luego me mira unos instantes más _ ¿te puedo pedir algo? _ pregunta mordiendo su labio inferior, dudosa
_ dime
_ me gustaría hacerlo bajo la lluvia _ sonrió ante su propuesta _ ¿podemos?
_ tú eres la que manda, solo pídemelo y lo haré _ me levanto tomando su mano haciendo que me siga, ambos seguimos desnudos.
Subimos por las escaleras hacia la terraza donde también hay varias mesas. Algunos comensales disfrutan de la vista y el aire libre
_ ¡es hermoso este lugar!_ menciona caminando, adelantándose, la abrazo por detrás apretándola contra mí. Jadea, al sentir mi miembro sobre su espalda otra vez preparado.
Beso su cuello, mordiendo por momentos sin dejar de masajear sus pecaminosas montañas, en tanto caminamos bajo la lluvia, que no es intensa, aunque sí constante. La llevó hasta una de las mesas.
_ sostente _ le ordeno y apoya sus manos en el borde.
Aprovecho para ingresar otra vez, sigue muy resbaladiza. Gime ante la intromisión, y se arquea más para mí, beso su espalda, comenzando a moverme. La vista de sus nalgas y su cintura me enloquece, más con las gotas de lluvia mojando nuestros cuerpos.
Agarro su coleta atrayéndola hacia mí y la escucho gritar mi nombre otra vez. No es una queja, más bien un ruego, ruega más placer. Placer que le provocan mis manos, mi piel, mi poll@ en su interior.
Acelero mis movimientos y percibo por sus temblores que ella llegó a la cima y de inmediato me pasa lo mismo
_ lo siento _ digo cuando terminamos, una vez más, igual de agitados que antes
Me percaté de que estirarle el cabello, quizás, no fue buena idea, gira hacia mí _ no pude resistirme la tentación de jalarte el cabello, te veías tan erótica _ no me deja hablar y vuelve a besarme.
_ ¡Fue perfecto! _ habla temblando, nos reímos y la beso de nuevo _ Ahora ¡por favor! ¡Dime que tienes una ducha! Necesito agua caliente_ la alzo llevándola hasta el baño de mi habitación. Donde enciendo la ducha para ella, mientras se baña salgo a buscarle algo de mi ropa, que le pueda entrar, ya que es muy pequeña.
Sonrío al mirarme al espejo y ver las marcas que me dejo en el cuello y el brazo, no recuerdo en que momento me mordió. Afuera se empiezan a escuchar truenos, y la espero en la puerta con una enorme y estúpida sonrisa en la cara.
Después de ella me ducho yo, mientras escucho que se seca el cabello. Al salir la encuentro dormida en el sillón junto a la cama, la alzo nuevamente para acostarla en mi cama.
Su cabello sigue un poco húmedo al parecer le ganó el cansancio. Me acomodo a su lado, abrazándola para dormir con su aroma. El aroma de mi champú y mi jabón en su cuerpo.
Aldana
Cuando abro mis ojos veo a este hombre durmiendo a mi lado, su enorme cuerpo me envuelve. Alejo los mechones rubios que cubren su cara. ¿Cómo es posible que esa mujer lo engañe? Es tan bueno en todos los sentidos.
Mi conciencia me recuerda que acabo de conocerlo, quizás solo aparentó para llevarme a la cama. Ciertamente no me importa. Ambos nos utilizamos y fue el mejor sexo de mi vida
Afuera aún llueve. El reloj en la pared me indica que son las diez y media del martes, por lo que tomo sus brazos y los alejo de mi cuerpo, intento levantarme; sin embargo, él me abraza más fuerte.
_ aún es temprano ¡duerme un poco más!_ susurra, apretándome fuerte y besa mi cuello.
_ ¡debo irme! Debo volver a la realidad _ le digo besando su rostro
_ entiendo _ suspira _ primero permíteme hacerte algo de desayunar
Se levanta con unos pantalones chándal color bordo oscuro y el torso desnudo, dirigiéndose hacia la puerta, regalándome una vista exquisita. Esta es la mejor estupidez que hice en mi vida.
Al quedarme sola me coloco mi ropa dejando la remera y el short que él me dio anoche doblado en su cama, veo que en su armario hay poca ropa. Miro mi teléfono sigue apagado, no lo encenderé hasta que esto termine.
Bajo por las escaleras, y él me ofrece una taza de café con leche, que recibo gustosa, cuando llego a la cocina. Veo unas tostadas con mermelada y, por otro lado, unos huevos revueltos.
_ no sabía que te gustaría, por eso prepare lo más rápido y común que se me ocurrió _ menciona sonriente, provocándome un cosquilleo en mi interior. ¿Está mal desear algo más que un acoston con el prometido de la amante de mi esposo?
_ Es perfecto, gracias _ respondo. Todavía no me creo que este adonis fue quien anoche, manejo mi cuerpo a su antojo. Llevándome a la cima del placer que nunca conocí.
_ ¿tu hijo no vive contigo? _ le pregunto tratando de aplacar mis deseos, recordando que menciono ser padre, pero no vi ningún juguete o ropa que me indique la existencia de un niño.
_ está con mi madre. Lo dejé ayer, le expliqué lo que haría, se supone que pasaré a buscarlo a las cuatro de la tarde, del jardín. Mi madre estaba feliz de saber que me libraría de Camila, nunca la quiso.
_ ¿no viven aquí?
_ no _ fijó sus ojos en mí _ Este es mi lugar secreto donde me escapo del mundo, eres la primera en conocerlo _ sonreí feliz ante sus palabras.
Mi querida conciencia regresa a recordarme que solo fue una noche, que no me ilusione con algo que no se repetirá, (seguro no eres la primera que trae aquí)
Al terminar de llenar mi estómago le pido que me lleve hasta la clínica, mi turno empieza hoy a las 14, por suerte, porque si hubiese sido otro día, tendría problemas. Él se coloca otro traje, esta vez de color negro, luego subimos al auto. En vez de arrancar me mira
_ no podré hacerlo cuando bajes por eso te pido permiso ahora ¿puedo .. besarte? _ no le respondo, sino que me siento sobre sus piernas y lo beso, sus manos comprimen mi busto a cada lado _ esta se acaba de volver mi posición favorita _ susurra, moviendo su rostro en el centro de mi pecho
_ dijiste un beso _ exclamo al verlo subir mi vestido, y sin dudarlo lo ayudo a sacármelo
_ Con tu hermoso cuerpo, ¡es difícil conformarse con solo un beso!
Hace menos de 24 hs que lo conozco, sin embargo, este hombre me ha hecho sentir como una diosa, transformándome en una mujer que ni yo misma conocía. Presa de la lujuria que él me provoca, observo como aprieta mi cintura contra su torso, mientras posee esa parte de mi cuerpo que tanto me avergüenza por ser enormes, flácidas y llenas de estrías.
_ ¡por favor! Podemos hacerlo una vez más _ menciona jadeante mirándome con súplica _ ¡Prometo que será la última!_ asiento, sin perder tiempo, desabrocha sus pantalones y me acomoda uniéndose a mí, haciendo a un lado mi ropa interior.
Comienzo a moverme, como una loca, disfrutando de esa sensación de superioridad que me brinda. Su mirada me enciende aún más.
Acaricio su cuerpo sobre la tela, a diferencia mía, está vestido, su cuello es lo único que puedo lograr besar y morder. Comprime mis glúteos como si yo me fuese a escapar de sus manos
Alcanzo el clímax tan rápido que me sorprende, continuo con el vaivén un poco más hasta que él termina.
_ ¡por favor! Si quieres portarte mal otra vez, llámame a mí _ me besa _ no busques a otro, yo estaré para ti cuando y donde quieras _ Nos abrazamos esperando que nuestras respiraciones se calmen.
_ Está bien _ le respondo, dándole otro beso más _ serás mi lugar seguro para comportarme así
Me ayuda a vestirme y regreso sobre el asiento del acompañante nuevamente, por suerte siempre llevo protectores o estaría mojada con sus líquidos y los míos mezclados.
Pone en marcha el auto y decido romper el ambiente con algo de suma importancia, que debí pensar antes
_ disculpa, pero te puedo pedir que nos hagamos unos análisis de enfermedades de transmisión sexual _ se ríe sin dejar de mirar hacia la carretera.
_ Por supuesto, hablaré con mi médico.
_ no es necesario. Yo conseguiré la ordenes. Si te parece, ¡podemos hacerlo al llegar!
_ si te deja más tranquila lo haré.
_ ¡gracias! No te estoy juzgando, eres el segundo hombre con quien me acuesto, además de mi es… futuro exesposo, debo asegurarme de que no tengamos nada, ya que… Ya sabes… no sabemos si nuestras parejas nos contagiaron algo, quizás nos engañaron con alguien más.
_ ¡tienes razón! Si tú fueras mi mujer, nunca te hubiera engañado, eres hermosa en muchos sentidos _ ahí va otra vez esa satisfacción que me provocan sus palabras.
_ ¡Gracias!_ respondo
Minutos después estábamos en la clínica, por suerte, quien está en laboratorio hoy, es mi mejor amiga, la jefa de bioquímicos de la institución. Ella misma nos extrae las muestras de sangre y las procesa, tardará tres días el resultado, por lo que él se va.
En ese momento la señora preguntas, también llamada Romina, cierra la puerta y explota.
_ ¿quién es ese bombón? ¡Si me pediste esos análisis es porque te acostaste con él! Tú, ¿la esposa fiel!? ¿Qué paso? ¿Por qué Sergio me llamó ayer? Incluso fue a mi departamento a buscarte igual que tu madre y tu hermano.
_ ¿me darás tiempo para responderte?
_ te escucho _ se sienta y toma su taza de café
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