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Perdí La Memoria

SOS

Osmara es una mujer de 25 años que vive en un pequeño pueblo lejos de la ciudad, su padre es dueño de un enorme rancho, su familia pertenecía a una de las familias más ricas del Estado.

Pero ella siempre fue una chica sencilla, aunque estudió en los mejores colegios del país, sus intenciones siempre fueron regresar a su pequeño pueblo y hacer una vida lejos de las grandes ciudades.

Sus padres siempre la presentaban con los hijos de sus amigos con la intención de que no cualquiera pudiera tener acceso a la fortuna de su heredera.

Osmara siempre rechazaba a sus pretendientes lo que había provocado que sus padres estuvieran enfurecidos con ella.

Su hermana Sofía era su único apoyo, ella pensaba igual que Osmara que un matrimonio se tenía que basar en el amor, no en mantener la riqueza de la familia.

Mientras Osmara camina por los pasillos rodeados de vegetación y rosas, molesta por la actitud de su madre de ofrecerla en matrimonio, su destino se acercaba a ella.

A la mitad de la carretera se encontraba un auto elegante deportivo, el hombre que lo manejaba miraba molesto el tablero y observaba la falta de gasolina en su auto, saco su teléfono, miraba molesto que no tenía señal, maldecía a su sirviente por no llenar el tanque de su auto.

Arick enfurecido, miraba a lo lejos esperaba que un auto pasará para que pudiera ayudarlo, pero las horas pasaban y no había rastro de vida humana cerca. Se percató de un pequeño camino, con temor decidió tomarlo y esperaba encontrar a alguien cuando el camino terminará.

La noche amenazaba con caer, Arick caminaba de prisa, llevaba varios kilómetros recorridos, de pronto escucho el trote de un caballo acercándose a toda velocidad, el animal llevaba una velocidad impresionante.

Arick alzó las manos y gritaba que lo ayudarán.

La chica que iba galopando el caballo giro a mirarlo.

Arick suplicaba detras corriendo que lo ayudara.

Osmara se detuvo, giro su caballo y se acercó al joven, el recuperaba el aliento después de correr desesperado tras ella.

- ¿quien eres?, dijo molesta Osmara.

El chico la miró molesto al ver la actitud de la joven.

- Me quedé sin gasolina en la carretera, llevo horas caminando para pedir ayuda, serías tan amable de ayudarme.

- No creo poder ayudarte, estoy escapando de mi familia, ¡no pienso regresar!.

- Solo necesito un poco de gasolina, contesto Arick.

La chica miró a lo lejos.

- Lamento no poder ayudarte, pero tengo que irme, tomó su caballo y se marchó a toda prisa.

- ¡por favor!, ¡ayudame!, gritaba Arick suplicando.

Se quedó parado mirando como se alejaba la chica, pocos minutos después otro caballo con un joven se freno frente a el.

- ¿Viste a un chica con un caballo negro?, preguntaba el joven con sombrero.

- Por favor, necesito ayuda, mi auto se quedó parado en la carretera, necesito gasolina, decía desesperado.

- ¿viste a la chica?

- ¿me vas a ayudar?, pregunto Arick.

- si la viste, te ayudo.

Arick sabía que no obtendría nada si no contestaba que si.

- Si la vi, dijo que tenía prisa y que no quería volver a su casa.

- Vamos te voy a llevar al pueblo ahí podrás conseguir el combustible que necesitas.

Arick subió al caballo con dificultad, no estaba muy familiarizado con los caballos.

Después de tomar fuerte la cintura del joven, el caballo corría tan rápido que Arick se aferraba al cuerpo del joven.

El joven comenzó a bajar la velocidad del caballo.

- ¿Jamás te has subido a un caballo?, dijo en tono burlón el joven

- vengo de la ciudad, ahí no tenemos caballos, contesto molesto Arick.

- ¿qué hace un citadino por estos rumbos?

- Iba a la ciudad pero resulta que me quedé sin gasolina.

- ¿No lo revisaste con tiempo?

- No, tenía prisa y ahora ya no llegue a mi cita y estoy lleno de tierra, tomando la cintura de un desconocido, susurro.

- Ya llegamos, en la cabaña está el señor Domínguez el, te va a ayudar.

Arick bajo con dificultad del caballo, le dio las gracias al joven y entro a la pequeña cabaña.

El anciano lo miró asombrado de ver a Arick lleno de tierra con su ropa fina.

- ¿en qué puedo ayudarlo joven?

- Necesito combustible, mi auto se quedó a mitad de la carretera, ¿cree que podría ayudarme?

- Si claro, el anciano tomo un galón y lo lleno de combustible, le entrego una toalla al joven y le mostró el baño.

- Será mejor que limpie su rostro, mientras caliento el motor de mi carcacha, decía sonriendo el anciano.

Arick entro al baño miró su traje caro, se quitó el saco y la camisa, limpio su rostro y su cabello, sacudió su pantalón mientras maldecía en voz baja.

Salió del baño, el anciano le entrego una botella de agua y un pequeño emparedado de atún, el lo miró agradecido, aunque no estaba acostumbrado a ese tipo de alimento, su hambre se había apoderado de el, devoró todo el emparedado con rapidez.

El anciano y Arick se subieron al viejo auto, mientras el auto avanzaba Arick miraba el paisaje.

- ¿Le gusta nuestro pueblo?, preguntó el anciano sonriendo.

- No estoy acostumbrado a mirar paisajes así.

- ¿con tanta vegetación?, sonrió el anciano.

- Con tanta tierra, dijo él mirando sus zapatos caros arruinados.

- Creo que a usted no le harán falta zapatos.

El joven sonrió, entendió que el anciano se había dado cuenta de que era un hombre rico.

Cuando se acercaban al final del camino, se toparon con la chica y el joven que lo había ayudado.

- ¡La encontró!, dijo Arick molesto ya que recordó que la chica había sido descortés con el.

- Julio es el único que puede hacer entrar en razón a la niña, dijo el anciano sonriendo.

- Pobre amigo, debe ser fastidioso tener una esposa así.

El anciano se carcajeo.

- El moriría porque la niña fuera su esposa, pero los padres de la niña jamás lo iban a permitir, ellos no son como la niña.

Arick se quedó callado mirando a la pareja alejarse del camino.

relaciones complicadas

Después de unos minutos llegaron a la carretera, cuando se bajó del auto del anciano , Arick se dio cuenta que las cuatro llantas de su auto habían sido robadas, el anciano se quedó mirando al joven que maldecía y gritaba desesperado.

- Tranquilo, amigo. Mañana podemos conseguir sus llantas, no serán iguales, pero lo van a poder ayudar para que pueda llegar a la próxima ciudad.

- Necesito un teléfono, cree que pueda conseguir uno, aquí no tengo señal y mi móvil está sin batería, necesito cargarlo, decía desesperado.

- En el pueblo va tener señal joven y también contamos con teléfono.

El joven suspiro abrió la cajuela de su auto y saco su maleta, la subió a la camioneta vieja del anciano.

Arick estaba molesto, no pensaba en otra cosa más que despedir a su sirviente, el era el culpable de que estuviera en ese horrible pueblo.

En todo el camino el anciano y el permanecieron callados, las primeras estrellas de la noche se hicieron presentes.

El anciano estacionó su auto y le ofreció su hogar para que el joven pasará la noche.

- No es un hotel, pero le puedo ofrecer un lugar para que pueda pasar la noche, decía el anciano bajando del auto.

- Muchas gracias, le voy a pagar todas las molestias, el saco unos billetes, el anciano los tomó, saco un catre y lo coloco en la sala, le dio unas sábanas y una almohada, después lo invito a cenar.

- Pase joven a la mesa, tengo café y unos trozos de tarta de manzana.

- Muchas gracias, pero llámeme Arick señor Domínguez.

- Toma Arick, le entrego su taza de café.

- Gracias.

- ¿Era muy importante su reunión?, dijo el anciano mientras le entregaba un pedazo de tarta

- Iba a verme con mi ...

Arick se quedó callado, en realidad no tenía idea que tipo de relación tenía con Verónica, la última vez que la vio discutieron, ella se marchó y a los pocos días ella lo llamo le dijo que lo extrañaba, el también la extrañaba. Vivir y compartir cuatro años tóxicos con ella lo hacían dependiente de Verónica, siempre era la misma situación, discutían, ella lo buscaba y el no dudaba en encontrarse con ella para tener una reconciliación muy pasional.

- ¿Es su pareja?, menciono el anciano

- si es mi pareja, vivimos cuatro años juntos pero es algo complicado.

- Los jóvenes de ahora con sus relaciones complicadas, susurro el anciano.

- ¿y la señora Domínguez?, pregunto Arick sonriendo.

- mi difunta esposa murió hace un año, dijo triste el anciano con sus ojos brillosos.

- discúlpeme señor, jamás fue mi intención incomodarlo.

- no pasa nada chico, pero cuando pierdes al amor de tu vida sientes que no puedes seguir y a veces piensas que solo está de viaje pero que pronto va a volver.

Pero la realidad duele.

Arick se sintió tan incómodo que trato de cambiar el tema para no afectar al anciano más.

- La tarta está deliciosa.

- Si verdad, era la receta de mi esposa, dijo de nuevo con tristeza.

- Muchas gracias por la cena, voy a llamar a mi familia, dijo nervioso, por lo incómodo que era mirar a un hombre sufriendo.

- Si adelante, contesto el señor limpiando las pocas lágrimas que salían de su rostro.

Arick le marco a su sirviente pero este no le contestaba.

Dejo mensajes amenazadores, pero no eran recibidos, supuso que el sirviente lo había hecho a propósito.

Le marco a su mejor amigo.

- Bueno Luca.

- Hola Arick.

- Amigo necesito un favor, estoy atrapado en un pueblo, mi auto se quedó sin combustible y al ir por combustible me quedé sin llantas.

- ¡Dónde, carajos estás?!

- No tengo idea de como se llama el pueblo, ahorita estoy en casa de un señor que tiene una pequeña bomba de gasolina, pero acaba de salir a despachar.

- ¿Pero estás bien?, ¿a dónde ibas?

- iba a ciudad Mendoza.

- ¿Qué carajos ibas a hacer en ciudad Mendoza?

- iba a verme con Verónica.

- ¡Con esa mujer!, ¡hermano estás loco, te recuerdo que ella te dejo!.

- No me dejo, solo tuvimos una pequeña pelea.

- ¡pequeña!, cabrón te avergonzó frente a todos.

- Ya me pidió disculpas.

- Eres un tonto, esa mujer está loca amigo no es buena para ti.

- Ella es la única que me entiende.

- necesitas conocer a más mujeres, hay muchas que mueren por salir contigo.

- La amo.

- No es amor Arick, es una obsesión, no voy a negar que la tipa es un culo de vieja pero no es una mujer estable.

- ¡Bueno ya!, deja de sermonear, quiero que mandes a tu chófer por mi, necesito salir de este lugar.

- El mismo destino hizo todo para que no llegarás a ella, piénsalo amigo, voy a llamar a Juan para que vaya por ti, mándame tu ubicación y cuando regrese de Austria tenemos que hablar.

- si claro, dile a Juan que se apresure no creo poder estar más tiempo en este pueblo.

- debería dejarte ahí, a ver si así aprendes la lección para no buscar más a esa mujer.

Arick molesto le colgó a su amigo, le mando su ubicación.

Luca seguía mándale mensajes que dejara de buscar a Verónica, pero el los ignoro, como podría dejar de pensar en Verónica si su último mensaje de ella fue una foto en lencería pidiéndole que la hiciera suya. Arick le marco a Verónica ella no le contesto, después le mando un mensaje, pidiéndole disculpas que llegaría mañana a ciudad Mendoza, ella no le respondió.

Después de varias horas, Arick se encontraba en la oscuridad de la sala, acostado pensando en Verónica, su teléfono sonó era un mensaje de Verónica.

*Bebé no puedo contestarte estoy en una reunión con algunos ejecutivos que quieren contratarme para que haga unos comerciales pero mañana nos vemos, me avisas en donde nos vemos y yo llego. Te necesito.

Le mando una foto de sus labios.

Arick le respondió.

* ¿En donde me necesitas?

Veronica tardo en responder unos minutos.

* en mi cama bebé.

Arick sonrió, pensaba en todo lo que le haría a Verónica cuando estuvieran juntos.

Cerro los ojos, ese día había sido muy difícil y estaba tan cansado que se quedo profundamente dormido.

Curvas

Osmara y Esteban llegaron al rancho, acomodaron los caballos en el establo.

Esteban abrazo a Osmara. Ella comenzó a llorar en sus brazos.

- Era un idiota, no merece a una mujer como tú.

- Me molesta que mis padres, me estén comprometiendo como si yo no tuviera opción, soy una mujer libre.

- Lo eres, ya no llores. Mañana temprano toma el auto, ve a ciudad Mendoza, necesitamos recoger algunas cosas para el ganado y sirve que hablas con nuestros clientes.

Trata de distraerte y deja que tu padre se le pase el coraje. No era necesario que golpearas en la nariz al tipo.

- Es que no pude evitar querer golpearlo cuando me dijo que una esposa también tenía que ser buena en la cama y me miró mis pechos con lujuria, claro que tenía que darle un golpe.

- Estuvo bien, solo que era el hijo del mejor amigo de tu papá.

- ¡Es un imbécil!

- Descansa bonita, mañana tienes que salir temprano y pasas con Jorge para que te revise el auto, no te vaya a pasar como el ricachón que se quedo tirado en la carretera.

Osmara se limpio el rostro y salió de los establos, entro a la habitación y se ducho.

Hizo su maleta y puso su alarma para salir a primera hora.

Por la mañana Arick se levantó y escucho al señor Domínguez reírse, sintió interés de saber quién provocaba las carcajadas del señor Domínguez, se asomó por la ventana de la cabaña, el señor Domínguez limpiaba los vidrios de una camioneta nueva.

El joven salió y se acercó, pensando que tal vez el chófer de su amigo había llegado.

- Buenos días señor Domínguez.

- Buen día joven, sonrió el señor Domínguez.

-¿de quién es el auto?, le pregunto al anciano.

- De la señorita, Osmara.

Osmara cerraba la cajuela de la camioneta y camino hacia la puerta del chófer.

Arick al verla recordó que era la mujer que había sido descortés, la miró molesto.

El señor Domínguez cerro el cofre del auto y se acercó a la ventanilla del conductor.

- Ya está niña, espero que tenga buen viaje.

- Muchas gracias Jorge, espero que tengan todo listo para que pueda regresar rápido.

- Verás que si, pero ten paciencia.

- Siempre la tengo Jorge, pero las personas flojas no me agradan, decía Osmara sonriendo.

- Tendrás gasolina suficiente para ir a Mendoza y regresar, pero antes de salir de Mendoza no olvides verificar las llantas.

- Lo tomare en cuenta.

Arick al escuchar que el señor Domínguez pronunció Mendoza, no dudo en acercarse.

- ¿Disculpa, vas a ciudad Mendoza?, ¿crees que puedas llevarme?, te pagaré.

Osmara miró al señor Domínguez asombrada.

- Le robaron las llantas de su auto y está desesperado por llegar a ciudad Mendoza, le contó el señor Domínguez a Osmara.

Ella lo miró y lo reconoció.

- Eres el chico que me pidió ayuda ayer, discúlpame, pero ayer estaba algo molesta. Yo te llevo, dijo sonriendo.

Arick salió corriendo a la cabaña del anciano, tomó su maleta, Osmara abrió la puerta del copiloto, Arick se subió, le dio las gracias al señor Domínguez y le dijo que regresaría por su auto.

El señor Domínguez le contesto que no se preocupara que el lo cuidaría.

Osmara le decía adiós al anciano y arranco el auto.

En el camino, ella trato de romper el hielo.

- Llegaremos en dos horas a ciudad Mendoza, ¿vas a ver a tu familia?

- No, tengo negocios que atender, dijo Arick mirando el paisaje por la ventana.

- Espero todo te resulté bien en tus negocios.

- Yo también, dijo Arick sonriendo.

Volvieron a quedarse callados. Esta vez Arick decidió iniciar un poco de conversación.

- ¿por qué estás alejándote de tu familia?

- No me estoy alejando, solo voy a buscar unas cosas a la ciudad, sonrió.

- Pero ayer, estabas decidida a dejar todo atrás.

- Si, ¡mi madre me estaba ofreciendo a un chico como si fuera una vaca!, dijo molesta.

- ¿cómo vaca?, respondió Arick sin entender la expresión de Osmara.

Osmara comenzó a reírse.

- Es una larga historia, le respondió.

- Tenemos mucho tiempo, dijo Arick.

- No creo que te interese, respondió Osmara.

El sonrió.

- No es de mi interés, pero te veías muy molesta y tengo curiosidad de saber que fue lo que hizo que fueras grosera con un pobre hombre que pedía ayuda.

- ¿pobre hombre?, con traje caro y zapatos de miles de pesos, no eras un pobre hombre que necesitará la ayuda de una pueblerina, que tal si solo querías hacerme daño.

Arick sonrió de nuevo.

- ¿Entonces no me vas a contar por qué no tenías tiempo para ayudar a un hombre?.

Osmara termino accediendo y lo miraba algo molesta.

- Mis padres estaban en una reunión con algunos de sus amigos y me presentaron a uno de sus hijos, mi madre comenzó hacer comentarios que me parecieron incómodos, sentía que me estaba ofreciendo para que el chico se animará a invitarme a salir, pero al final, el chico hizo un comentario que me molestó, dijo que no está acostumbrado a salir con chicas de pueblo pero que si yo sabía hacer tortillas a mano con eso se conformaba.

Claro que me ofendí, sé hacer tortillas a mano pero soy licenciada en negocios internacionales e ingeniero agrónomo, tengo una maestría en avances tecnológicos para la ganadería y agricultura. Para mi madre mis estudios no significan nada.

- ¿Entonces ningún hombre está a tu altura?

- Aún no tengo pareja, pero no es por qué no acepte a ningún hombre, solo que ...

Osmara se quedó callada, no quería parecer cursi al comentarle a Arick que ella solo quiera a un hombre que la ame y que siempre respete su trabajo.

- ¿solo que?, quieres alguien que te deje ser.

- Si, sonrió Osmara. No quiero ser solo una esposa que atienda la casa, mi padre no confía en mí, tengo miles de proyectos para mejorar nuestra empresa, el siempre dice que no le cuadran. Suspiro recordando el rostro de su padre desconfiando de ella.

- Tal vez necesitas imponerte más, tomar el control.

- Tal vez.

Las curvas en la carretera comenzaron a ser más cerradas, Osmara las corría como una experta, Arick comenzó a sentir náuseas, tapo su boca y comenzó a sudar.

- ¿Estás mareado?, le pregunto Osmara.

Arick solo pudo mover la cabeza en señal que si, se sentía mareado.

Lo que le causo gracia a Osmara.

- tranquilo cierra los ojos, respira profundo, pronto voy a salir de las curvas.

Arick sentía que le faltaba el aire.

De pronto Osmara se freno a un lado de la carretera y le entrego una botella de agua.

- Bebé un poco, ella bajo la ventana para que el aire frío ayudará un poco a relajar a Arick.

Arick bebió un poco y se sintió mejor.

- no tenía idea que para llegar a ciudad Mendoza tenías que pasar tantas curvas cerradas.

- Si, es el camino más corto, sonrió Osmara.

Tal vez con algo de alimento en tu estómago mejore las náuseas, me imagino que no has desayunado.

- no.

Ella sacó un recipiente de su bolsa y se lo entrego.

- Come, es fruta.

- Pero es tu desayuno, no gracias.

- Yo ya desayuné, pero Esteban siempre se preocupa por mi y me prepara algo para el camino. Pero te hace más falta que a mí.

Arick abrió el recipiente y se comió toda la fruta. Osmara seguía manejando, en poco tiempo entraron a la ciudad de Mendoza.

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