NovelToon NovelToon

EL ABOGADO DE MI CORAZÓN

Capitulo 1- QUITANDO EL VELO DE LOS OJOS.

NOTA DEL AUTOR

⚠️La siguiente novela relata relaciones toxicas, plasma maltrato emocional, violencia sexual, describe escenas de maltrato fisico. Si es sensible ante estos temas absténgase de leerla.⚠️

*Camila

Las largas horas de guardia de Camila terminaban en el hospital de aquella ciudad. Estiro su cuerpo desperezandose, y sonríe al imaginar regresar a los brazos de su amado que le juro amor a pesar de que ella no se sentia preparada para dar el siguiente paso. Él la entendió, sabia sus valores con que sus abuelos la criaron, por lo que no la presionaba a tener sexo si asi ella lo deseaba, esperará al matrimonio, eso lo habian hablado. Se quito la chaquetilla blanca y pulcra, guardo los calzados bajos y comodos con que recorria cada sala y pasillo, para que los pies no le dolieran, tomo una ducha antes de salir, a Joa no le gustaba tanto el olor a desinfectante que de ella fluia, se puso su ropa casual y se perfumo, miro su imagen una ultima vez en el espejo del baño de su oficina, salio tomando su cartera, maletin de doctora y se encamino a su auto. La imagen de su novio la mantenia con animo, penso en seder ante su insistencia, total hace mucho conviven, solo faltaban los papeles que legalicen su union. Sonrio sintiendo un cosquilleo al imaginar su sorpresa. Llego a su casa que quedaba en una zona urbana de viviendas familiares, todas blancas con techos azules, solo la fachada del frente se diferenciaba del resto, con una pequeña reja blanca y flores en las ventanas. Estaciono el auto afuera, mañana lo meteria en el garage, total en esa zona casi crimenes no habia. Camino a la puerta de entrada, abrio con cuidado, al ver la hora, su amado Joa aún debe de estar durmiendo penso siendo las siete de la mañana. Al ingresar un par de copas en la mesa de la cocina llamo su atención y una botella de vino vacia. A medida que se encaminaba por el pasillo a su habitación prendas tiradas como un descuido a lo largo, al ver un brasier en rojo su corazón se acelero, y los sonidos de gemidos por parte de una mujer la pusieron en alerta, sentia que no era real, que era una pesadilla y en cualquier momento despertará de ese horrible sueño encontrandose en su sala de descanso en el hospital. Le costo pasar saliva por su garganta, por mas que no queria creer, debia verlo con sus propios ojos, se aproximo sigilosa como ladrona en su propia casa, la puerta entre abierta de su habitación daban lugar a una luz tenue que proviene del interior y los susurros que se fueron haciendo cada vez mas audibles.

- SI... SI JOA... DAME MAS... ASI DURO. Gritaba la mujer con una voz chillona y jadeante.

- TE DARE DURO... TOMA... DIME QUE ERES MIA... GRITALO. Le exigia Joa con un tono agudo como a punto de acabar.

-SOY TUYAAA... SOLO TUYAAA... UNDELO MAS... MAS PROFUNDO... NO DEJES DE MOVERTE. Los comentarios asquerosos de la pareja invadian sus oidos. Abrio completamente la puerta viendo a su novio de pie penetrando a la mujer por el ano que estaba de cuatro en la cama. Miro incredula al rededor viendo en el suelo desparcido un consolador en forma de un pene en tono negro, unas bolas negras unidas por una soga, lubricantes destapados. Se ve que se divirtieron toda la noche con juegos sexuales. Vio a su novio con una expresión en el rostro que le resultaba irreconocible, con los ojos inyectados en sangre, clara prueba de haber trasnochado. Estaba aferrado a las caderas de una mal teñida cuyas raices negras eran claramente visibles que al verla, le sonrio diciendo.

- ES LA QUE VIENE A UNIRSE A LA FIESTA... HABIAS DICHO QUE CANCELO. Dijo la mal teñida, al decirlo Joa giro su rostro encontrandose con la cara de Camila mirandolo con odio, les tomo una foto y se giro sobre sus talones como rayo desapareciendo, Joa se desespero salio tras de ella poniendose como podia un Joggings. La alcanzo colocándose frente al auto de ella justo que se disponía a salir de ahi.

- CAMI... ESPERA... TODO TIENE UNA EXPLICACIÓN. Trato de escusarse.

-SAL DE ENFRENTE O TE PASO POR ENCIMA. Lo amenazo enojada.

- SABES QUE SOY MUY ACTIVO... TRATABA DE SATISFACERME EN LA DUCHA... PERO ANOCHE... NO SE COMO PASO. Se trataba de justificar pero el dolor palpable de Camila unas palabras no la sanan, lo que vio le rompió en mil pedazos su corazón. Hizo rugir su vehículo acelerando, Joa salto sobre su capot rodando al suelo. Ella condujo con los ojos lagrimosos golpeaba con bronca el volante.

" QUE ESTUPIDA FUI", " CAI UNA Y MIL VECES EN SUS MENTIRAS", " LAS SEÑALES ESTABAN ANTE MIS OJOS Y NO QUISE VER", hablaba para si reprochandose al recordar las veces que él viajo por su trabajo y al regresar en las largas conversaciones las preguntas que le hacia.

RECUERDO

- ¿CÓMO REACCIONARIAS ANTE UNA TRAICIÓN?. Le pregunto cuando caminaban de la mano paseando en la plaza.

- LE PATEARIA LOS HUEVOS... ASI SE LE VAN LAS GANAS. Le respondio divertida porque estaban jugando a preguntas y respuestas para hacer ameno el paseo. - Y TÚ ¿ CÓMO REACCIONARIAS?. Le consulto ella.

-EN MI LUGAR... EVALUARIA EL PORQUE... Y SERIA MAS COMPRENSIBLE. Le respondio y ella rio ante tal afirmación.

-NO TE CREO... CONOCIENDOTE TE VEO MATANDO A GOLPES AL QUE SE METIO CON TU PAREJA. Le afirmo ella.

- JA, JA... SOLO PROBABA CUANTO ME CONOCES. Le respondio divertido.

Otra vez cuando ella estaba en la cocina desayunando vio llegar a Joa nervioso de su viaje, entro sin notar que ella estaba ahi y le pregunto que le sucedia.

- Natalia... Natalia que me saca de quicio. Le respondio furioso. Esa tal Natalia era una compañera de trabajo a quien él juraba odiar porque le robaba los clientes, solo adjetivos orribles tiraba contra ella al decir

TREPADORA

BRUJA

HISTERICA

MAL PARIDA

Y muchos que ella no podia ni pronunciar.

- ¿ Qué fue lo que hizo?. Le pregunto Camila con curiosidad.

- NO... NADA AMOR... COSAS DEL TRABAJO. Le respondio.

Meses despues lo vio fumando con nerviosismo en el hospital caminando de un lado a otro.

-HOLA AMOR. Lo saludo con un beso y la miro sorprendido.

- ¿TENIAS GUARDIA?. Le pregunto como si aquello le incomodara.

-SI... YA SABES COMO ES... FALTA DE PERSONAL... Y AQUI ESTOY... ¿QUÉ HACES?. Le pregunto al verlo fumar, segun él lo habia dejado.

-NO... ESTE... ESTABA EN EL TRABAJO... Y NATALIA NO APARECIO... ASI QUE EL GERENTE ME PIDIO QUE VAYA A SU CASA A VER QUE LE PASO... NO CONTESTABA LAS LLAMADAS... Y AL LLEGAR... ENCONTRE LA CASA ABIERTA... Y ELLA TIRADA EN EL BAÑO CON LAS MUÑECAS ENSANGRENTADAS... LA TRAJE AQUI URGENTE. Explico nervioso.

-DIOS MIO... ESO ES TERRIBLE. Le respondio Camila con asombro. - EN QUE SALA ESTA. Le consulto como para ir a verla y ayudar.

- SU MEDICO YA LA ESTA ATENDIENDO... NO TE PREOCUPES. Se apresuro en decir, pero Camila se encamino a averiguar con el administrativo que le dio el número de habitación. Joa al verlo lanzo con bronca el cigarrillo siguiendo a Camila que caminaba rapido sin poder detenerla.

Camila ingreso viendo a una joven pelirroja con las muñecas vendadas dormida y el medico revisándola.

- Doctora Reina. La saludo al verla.

- Doctor Fuentes... ¿Cómo está la paciente?. Le pregunto preocupada.

- Por lo visto... El saber que tuvo un aborto espontáneo... Le afecto tanto que trato de acabar con su vida... Pero esta estable. Le respondio el medico, ella lo miro asombrada y miro con pena a la joven imaginando el dolor por el que estaba pasando. Al salir choco con el pecho de Joa que llegaba.

- ¿Qué te dijo el doctor?. Le pregunto con la voz cortada.

-Esta estable... ¿Sabias que estaba embarazada?... Pero tuvo un aborto espontaneo. Le dijo Camila y vio a Joa como su rostro se desfiguraba por la impresión.

- Sabes si tenia algun novio. Le consulto llamando su atención al parecerle, que él viajo a otro lugar con su mirada.

- Si... Un tal Matin... O Mario... La verdad no lo recuerdo... Voy a llamar por si alguna compañera lo sabe. Le respondio marcando en su celular para llamar.

Despues de ese acontecimiento nunca más escucho que nombrara a la tal Natalia. Hasta que en una fiesta del trabajo de él la volvio a ver, la joven relojeaba hacia ellos cada tanto, estaba en un grupo de chicas tomando cerbeza, gancia y todo lo que se le cruzaba enfrente y en un momento de la fiesta cuando todos estaban en la mesa para disfrutar del asado la joven se levanto con la copa de vino en la mano.

-BRINDO POR LAS PAREJAS... EN ESPECIAL POR JOA Y CAMILA ... QUE SE LOS VE MUY ENAMORADOS... ÉL SOLO LA ELIGE A ELLA... AL GUSTARLE LAS INGENUAS Y VIRGENES... QUE PUEDE MANEJAR A SU ANTOJO. Resito.

-NO HAGAS ESAS BROMAS. Le dijeron en coro como para que no tome en serio sus palabras, pero las senti muy sinceras, sus amigas no la dejaron continuar llevandola de ahi al decirle que habia tomado de mas y no sabia lo que decia.

-Nunca se recupero de su perdida. Le aclaro Joa sin importancia como si lo que dijo la chica no le afectara.

FIN DEL RECUERDO.

Volvio a la realidad cuando casi se come una camioneta de frente saliendo de la ruta y frenando de golpe, choco su cabeza contra el volante, por el shock de ver a su novio con otra no se habia prendido el cinturon.

- SEÑORITA ESTA BIEN. Una consulta de una voz masculina llegaban a sus oidos, salio del auto cayendo arrodillada sobre el pasto. - SEÑORITA... ESPERE. Le dijo el hombre y Camila solo se tomaba el rostro llorando amargamente. Al rato el hombre se aproximo con una botella de agua que mojo un pañuelo limpiandole la frente que le sangraba. - DEBE IR AL HOSPITAL. Le recalco afligido él al tratar de marcar a emergencias ella le paro la mano.

- Soy doctora... Mi maletin esta atras. Le indico, por lo que el hombre rapido lo extrajo alcanzandole y ella le indico que aposito ponerle por lo que lo hizo limpiándole la sangre que rodaba por su mejilla.

- SEGURA QUE ESTARA BIEN ASI... SE GOLPEO LA CABEZA. Insistio preocupado.

- Si... No se preocupe... Solo quiero llegar a la casa de mi abuela. Le dijo Camila, al oirla el hombre imagino que la anciana debia estar enferma y esperaba por ella.

-DEJE QUE LA LLEVE... LUEGO PIDA A LA GRUA QUE LE LLEVE SU VEHICULO. Le propuso por lo que Camila asintio, se sentia mareada y no podria conducir asi. Él la guio a su camioneta que estaba estacionada mas adelante. Él hombre venia atras de ella y vio cuando se salio bruscamente de la carretera. Tomo el maletin y la cartera del auto de Camila y le saco las llaves, dejando cerrado el vehiculo de ella.

*

*Marcelo

Marcelo conducia con una sola idea en su cabeza enfrentar a su novia, él habia salido a atender a un cliente en el interior y un mensaje de su vecina lo alerto.

#Marcelo... Escuche ruidos en tu casa... Pero vi tu reflejo con tu novia en la ventana... No sabia que regresaste antes... Pasa por casa a retirar tu correo. Fue el mensaje de su vecina.

Él venia sospechando, pero se borraba esa idea de la cabeza, no lo creia, la veia tan genuina con él. Para sacarse de las dudas le pidio ayuda a su amigo y este le paso una foto de enfrente de su casa y ahi estaba un audi estacionado. Tenia las pulsaciones a mil, los queria agarrar con las manos en la maza. Se disculpo con el cliente asegurando que surgio una emergencia y arreglarían todo el fin de semana. Se subio conduciendo segado por la ira, imaginando miles de maneras de darle su merecido.

Pero un vehiculo delante de él lo regreso a la realidad, al ver como salia de la carretera, frenando bruscamente ante unos árboles. Se preocupo y bajo a socorrer a los ocupantes, él no lo sabia, pero ese encuentro con Camila, sin saberlo, lo salvaba de cometer una locura.

Ella no lo miro casi, se la veia mareada y tenia un corte en la frente del cual brotaba sangre en cascada, se desesperó, no podia soportar eso, pero no era hora de flaquear, era el único que podía auxiliarla, se calmó al escucharla decir que ella era doctora, por lo que siguió sus instrucciones curándola, y con una botella de agua mojo su pañuelo limpiando el rostro de la joven.

Logro convencerla de llevarla, la noto angustiada y por lo que le dijo que hiba a lo de su abuela supuso que era por ella. Llegaron a un campo apartado, una hermosa estancia a quinientos metros de la ruta principal. Camila le agradece descendiendo de la camioneta y dirigiéndose hacia el porton grande. Vio como ella lo trepo saltando por encima y camino hasta la entrada de la hermosa casa rodeada de galería en un tono blanco y árboles floridos al rededor. Al asegurarse de que la atendieron prosigue su marcha.

Camila Basilia Reina de 21 años de edad, profesion Doctora Clinica. Tes tostada por el sol en un tono canela. Ojos color avellanas. Cabellos rubio oscuro. Estatura de un metro sesenta y cinco centimetros. Contextura delgada.

Capitulo 2- PRIMERA ETAPA DEL DUELO

* Camila

Me sentía devastada que ni pensé en preguntar el nombre del que me rescato, solo le di las gracias, me encamine hacia la casa de mi abuela, solo en ella encontraría la paz a mi roto corazón. Ella siempre ha tenido un buen consejo para brindarme, y gracias a ella he logrado llegar a donde estoy.

Trepo el gran portón, me da cosas meter la mano en el hueco donde guardan la llave, podría haber alguna cascabel metida, ya había pasado, muchos pacientes sufrieron su mordedura. Como el señor Jacinto Ramírez, seis veces fue atendido por mordedura de víbora.

La última que recuerdo fue justamente metiendo la mano en el hueco para sacar la llave de su portón, se le prende por el dedo índice de la mano derecha y se quedó el colmillo de la cascabel en su dedo. Hasta ahora lo lleva, sufrió mucho, no había antídoto que calmara lo que estaba sufriendo.

Llego a la entrada de la casa de mi abuela, tiene una hermosa galería amplia, de la cimera cuelgan Santa Ritas en tonos rosas. Llamo a la puerta y me atiende Julia la señora que es de la limpieza, una mujer regordeta en sus cincuenta años, le ha servido a mi abuela desde que tengo memoria.

-Hola Julia. La saludo con un hilo de voz y al ver mi frente, mi ropa manchada de sangre se tapó la boca de la impresión.

-¿Q-Qué te paso?. Pregunto titubeando conmocionada. La cruzo a lado y solo me dirijo a la cocina a tomar agua y un analgésico.

-Ya criatura bendita... Cuéntame. Me suplica y solo le hago gesto con la mano tratando de calmar mi agitación, me siento en la butaca alta de la isla de la cocina.

-Nada malo... Me salí de la carretera... Eso fue todo... Uno me auxilio... Y me trajo... Debo llamar a la grúa. Le cuento como restándole importancia.

- COMO NADA... DEBE VERTE UN DOCTOR... ESTAS MANCHADA DE SANGRE Y TIENES ESE APOSITO EN LA FRENTE. Grita agitada.

-Siempre sangra mucho cualquier corte ahi. Le aclaro. - Con unos analgésicos... Se me pasa. Le digo con calma.

-NO ME IMPORTA LO QUE DIGAS... YA LLAMO AL DOCTOR. Decidida toma el telefono fijo del pasillo marcando.

-He curado golpes similares... No hay nada de que preocuparse. Le aclaro, pero ya está hablando por telefono.

☎️Doctor Fuentes... Soy Julia... Camila sufrío un accidente... Tiene un golpe en la cabeza. Le conto preocupada.

☎️En diez minutos estoy ahi. Le respondio y corto.

- Y mi abuela. Le consulto.

-En el jardin... Pero antes cambiate... Si te ve asi se infarta. Me dice por lo que asiento dirigiéndome a tomar un baño.

Ingreso al baño, dejo caer el agua sobre mi al abrir la llave de la ducha, me relajo y miro el piso contemplando como el agua roja se va por el desagüe. Siento que mi cabeza me late, concluyo y salgo a cambiarme. Me pongo una remera blanca y un yin azúl, un par de zapatillas negras. En la casa de mi abuela siempre tengo un ropero con ropa como para mi. Salgo fresca como lechuga y en la sala estaba el doctor Fuentes con su chaquetilla blanca.

- CAMILA... POR DIOS... SOS DOCTORA... CONOCES EL PROCEDIMIENTO... NO PUEDES SER TAN DESPREOCUPADA CON TU PERSONA. Me reprocha revisandome.

-Es un simple corte... Rebote contra el volante. Le cuento.

- DE TODOS MODOS DEBES HACERTE UNA RADIOGRAFIA. Me dice y lo miro poniendo en blanco los ojos. - LOS GOLPES EN LA FRENTE Y EN LA NUCA SON LOS MAS GRAVES LA PERSONA PUEDE MORIR. Me dice serio.

- Lo se... Pero estoy bien... Un poco mareada... Tome un analgésico. Le comento.

-ERES MUY BUENA EN TU PROFESIÓN... PERO NO TE CUIDAS NI PREOCUPAS POR TI... SIEMPRE POR LOS DEMÁS... SI TÚ NO ESTÁS BIEN... COMO PIENSAS ALIVIAR A TUS PACIENTES. Me asegura serio, se tomó su tiempo en cerrarme el corte con una gotita y me aplico una crema. - TE DEJO LA PRESCRIPCIÓN... TE HARÁS LA RADIOGRAFÍA. Me ordena pasándome una nota hecha por puño y letra de él.

- Gracias doctor. Le dice Julia que se siente mas tranquila al ver que el doctor termino de curarme.

- Gracias. Le digo levantando la prescripción.

- ESTA MISMA TARDE TE LA HARÁS... O YO MISMO TE LLEVARE DE LA OREJA. Me dice y dibuja una sonrisa en mi labio imaginando que lo haga, niego con la cabeza y solo le respondo.

-Lo haré. Por lo que se marcha más tranquilo. Al irse suspiro pesado y me dirijo al jardín donde mi abuela atiende a sus rosas. La veo tan concentrada hablando con ellas.

" A ver preciosa... Te sacaré estos piesitos... Así tienes unos hijos preciosos... Estas hojas secas también te las quito... Te falta abono... Ya te lo pongo".

- Abuela. La llamo con dulzura.

-Mi niña preciosa... Ven a mis brazos... Deja que te vea... Estas cada dia mas bella... Te esperaba el fin de semana... ¿Paso algo?... ¿ Y esto?. Me pregunta señalando donde tengo la curita en la frente.

- Nada abuela... Un pequeño golpe. Le respondo con calma y beso su mejilla estrechandola en mis brazos.

- ¿Qué paso?... Se que ocurrio algo. Me asegura.

-Me conoces tan bien... Descubri a Joa en la cama con otra. Le digo con tristeza.

-TAN BUENO QUE PARECIA... SIEMPRE ATENTO Y EDUCADO. Le comenta sorprendida la abuela.

- Esta mañana sali de mi turno... Debia hacer un dia mas... Pero regreso mi compañera... Asi que no debia reemplazarla...Se ve que no me esperaba... Estaban en pleno cuando entre a la habitación. Le comenta con la voz ahogada.

-MI NIÑA... NO VALE LA PENA QUE DERRAMES LAGRIMAS POR ÉL... MEJOR AHORA QUE LO SEPAS... Y NO DESPUES DE CASADOS... TU MADRE ES UN ANGEL QUE CUIDA DE TI... ELLA ABRA PUESTO SU MANO PARA QUE SEPAS LA VERDAD. Le dice su abuela y Camila se le abraza a su abuela suspirando. Aunque queria odiarlo aún los sentimientos los tenia ahi, se habia ilusionado en un futuro con él.

-Vamos a comer... Aún no probe nada. Le dijo Camila cambiando de tema y su abuela asintio diciendo.

-ESO NO LO PODEMOS PERMITIR... DEBES ALIMENTARTE BIEN... ESTAS EN LOS HUESOS. Camila sonrio, para su abuela las regordetas eran señal de buena salud, ella en cambio tenia una fisonomia delgada, de vientre plano.

Mientras comia un sanwich, Camila se comunico con los de la grua que le trajeron su auto cerca del medio dia.

Despues de compartir un almuerzo ameno con su abuela sentadas en la galeria recordando de cuando era una niña inquieta que andaba a caballo o corriendo atras de las gallinas. Se alisto y fue a hacer la radiografia, sabia que si no lo hacia el doctor Fuentes vendria por ella.

-VINISTE... YA ESTABA POR IR A BUSCARTE. Le dijo el doctor al verla.

-Aqui me tienes... Ya veras que no tengo nada. Le respondio Camila.

-Eso ya lo veremos. Le dijo acomodándose para hacerle la radiografia, una vez que concluyo, le indico que espere afuera.

Camila suspiro pesado mirando los mensaje que le envio de manera insistente Joa y de las llamadas perdidas. Ni se molesto en leerlas, ni le dio el visto, ni le devolvio las llamadas. Para ella ya no importaba, lo que hizo fue horrible, aún le atormentaban las imagenes de los amantes como perros alzados.

-CAMILA... SABIA QUE TE ENCONTRARIA AQUI. Aparecio Joa, de golpe en la sala de espera.

-ALEJATE... NO QUIERO SABER NADA DE TI. Le dijo segura.

-¿QUÉ TE PASO?. Le pregunto al verle la frente.

-COMO SI TE IMPORTARA... NO TE PREOCUPASTE EN DETENERTE A PENSAR LO QUE HACIAS AL REVOLCARTE CON OTRAS. Ofusco molesta mirandolo de reojo, con los brazos cruzados.

-Si me hubieras dado la atención que te pedia... Nada de esto hubiera pasado. Le dijo Joa, ella lo miro con los ojos muy abiertos.

-ASI QUE SOY LA CULPABLE DE TU ENGAÑO... YO TE EMPUJE A LOS BRAZOS DE OTRA... SEGUN TU LOGICA... NO ME HAGAS REIR... EL UNICO RESPONSABLE DE SUS ACTOS ERES TU. Le dijo molesta.

-Camila te amo... Mi vida sin ti no tiene sentido... Cometi un error... Lo se... Y me arrepiento de ello...Perdoname... Dame una oportunidad de demostrarte que en verdad eres todo para mi. Le dice Joa.

(La casa esta a su nombre, y es la que paga las cuentas, debo convencerla, pensaba Joa).

-NO... YA SE TERMINO... NO QUIERO SABER NADA DE VOS. Le aseguro energica Camila.

-A CASO TIENES OTRO. Grita molesto y Camila rie sarcastica.

-UNO MEJOR Y MAS ARMADO QUE TU. Le respondio.

La sola idea de que otro se halla acostado con ella lo enfurecio que se olvido donde estaba tomandola de los brazos la alzo a su altura, apretandola con fuerza.

-¡¿QUIÉN?!... DAME SU NOMBRE... ES ESE DOCTOR DEL SEGUNDO PISO... ES ÉL... VI COMO TE MIRABA. Escupe furioso en su cara.

-SUELTALA... QUE HACES. Interfieren los doctores al ver como la agarro y el de seguridad que aparecio corriendo lo saco a empujones.

-ERES MIA CAMILA... SOLO MIA. Gritaba furioso sacudiendose para safar del agarre del de seguridad.

-Camila... Ven. Le dijo el doctor Fuentes llevandola a su oficina acompañado por el doctor Diaz que intervino para salvarla.

-Es un maldito... Tratarte asi... Debes denunciarlo. Le dijo Diaz hirviendo de coraje.

En eso ingresa el de seguridad para verla.

-Doctora... Se lo llevaron a la comisaria... Debe brindar una declaración. Le dijo y ella asintio tomando agua para calmarse.

-TE ACOMPAÑAMOS. Le dijeron los doctores para salir de testigos.

En la comisaria Camila declaro como se dieron los hechos, como fue que llego hasta ese punto. Pero como se sabia solo quedaba como un registro mas. Al no haber heridos, ni muertos, no podian retenerlo. No valia el daño emocional que pudo ocacionar, al contrario, le aconsejaron a ella que se haga ver por un especialista. "Él deberia ir", penso en sus adentros.

Cuando cayo la noche se fue a la casa de su abuela a descansar, el director le daba permiso y que mañana retomara sus labores.

Joa despues de eso se desaparecio, muchos comentaban que se mudo a la ciudad a trabajar en la central de la empresa de la que era parte.

Camila paso un mes en poner en venta su casa, la que con tanta ilusion compro esperando formar una familia con Joa. Dos años de convivencia tirados a la basura. Se mudo con su abuela que la recibio con los brazos abiertos feliz de tenerla con ella.

Se concentró en su trabajo tratando de olvidar lo ocurrido. Una mañana al regresar a la casa, saludo a Julia que estaba en la cocina y busco a su abuela que siempre estaba en el jardín con sus rosas. A medida que caminaba hacia su encuentro una extraña sensación la invadió, prefirió hacer caso omiso y solo se concentró en la figura que estaba sentada de espaldas.

-Abuela. La llamo como siempre sin obtener repuestas. Se aproximó lentamente y la toco, al sentirla tiesa, comprobó su pulso y una helada gota recorrió su espalda. Su abuela estaba muerta.

- No... No, no... Abuela... ABUELA...¡¡ABUELA!!!. Grito entre llantos llamando la atención de Julia que aparecio como rayo y se abrazo a Camila llorando al saber lo ocurrido.

Camila Basilia Reina con sus 21 años tenía la difícil tarea de ocuparse del velorio de su querida abuela Doña Maria de los Santos, una mujer que a sus 70 años, dejo este mundo ocupándose de su jardín de rosas que tanto veneraba, en memoria de su querido esposo, una mañana de invierno cuando la lluvia regaba su campo cubierto de naranjos. Cubría sus rosas para que el frío no las secara, esa tarea la cumplía sin descanso, a diario. Concluyo el artículo en la página de decesos. Camila arrugó el periodico en sus manos conteniendo el llanto que amenazaba nuevamente en salir.

-SEÑORITA REINA. Llamo su atención el de la funeraria haciendole entrega de la hurna que contenia las cenizas de su abuela como habia sido su voluntad y que las disperse en su jardin de rosas como hizo con los de su esposo.

Camila ahogando el llanto retenido en su pecho acepto las cenizas en la pequeña hurna que le entrego el señor Ferreira dueño de la funeraria y amigo de la familia.

Estando en la casa aún sin poder asimilar la partida de su abuela, que fue como una madre para ella, se dejo caer en el sillon, en el cual su abuela Maria se mecía y le contaba sus anécdotas que ella tanto apreciaba oír.

La lluvia aún regaba el paisaje cuando escucha que golpean la puerta de entrada. Miro la hora y marcaba que era medio dia. Se incorpora secandose las lagrimas con un pañuelo, abrazada a la hurna, se dirige a paso lento, mientras los golpes se escuchan con mas insistencia. Al estar frente a la puerta resopla como queriendo borrar la agonia que sentia. Abre encontrandose ante una figura alta con un sobretodo negro y un amplio paraguas que cubria su rostro.

-Buenas. Dijo Camila con la voz cortada y temblorosa.

-BUENOS DIAS. Respondio una vos grave y ve que cierra el paraguas sacudiendolo, dejandose ver por primera vez un hombre alto de cabello corto prolijo de un rubio oscuro y unos ojos celestes profundos, con una barba bien prolija que cubria la mitad de su rostro.

- CON LA FAMILIA REINA. Pregunto. Camila titubeo de los nervios abrazando la hurna de su abuela con fuerza.

-Asi es. Fue lo que pudo decir.

-Me deja pasar... Debo informarle un asunto familiar. Comento el hombre.

-¿Usted quien es?. Le pregunto temerosa.

Él hombre al verla abrio los ojos contemplando su rostro, suspiro pesado, estaba ante ella nuevamente, la recordo con añoranza, ella no lo reconocio, no se acordo de él, y claro como hiba hacerlo si ese dia casi no lo miro, ni pregunto su nombre.

Capitulo 3 SEGUNDA ETAPA DEL DUELO

*Marcelo

(Recuerdo)

Me perdí en mis pensamientos esos breves segundos recordando un par de meses atrás cuando ayude a una doctora joven y atractiva de un accidente que sufrió, la había mirado a detalle, aunque estaba manchada de sangre su hermoso perfil sobresalía. La contemplé por última vez cuando me dio las gracias y se despidió, ella no llego a preguntar mi nombre ni casi me miro, y era comprensible acababa de golpearse duro la cabeza y se la veía mareada, todo así, me sorprendió ver como trepaba ese portón y que luego agarrara su maletín y cartera haciendo pasar por las aberturas de las maderas acomodadas en forma horizontal. Proseguí mi camino, más tranquilo, por alguna extraña razón lo que me apresuraba en llegar a mi casa se me había pasado. Por el contrario, llegué y me fui a beber con mi amigo que me paso la foto, él me palmeaba la espalda a modo de consuelo, pero me perdí en mi copa, pensando más calmado que hacer, idee un plan, no avise de mi llegada a mi novia, ni lleve la camioneta a casa, mi amigo me dejo una cuadra antes, a medida que llegaba vi que aún seguía el Audi gris estacionado afuera. Le reste importancia ingrese a mi casa como siempre, me dirijo a mi cocina y saque una cerveza de la heladera sentándome en la silla a leer mis mensajes, apoyado en la mesa, en eso escucho como un cuchicheo y al rato aparece Olivia arreglando su cabello y luciendo un vestido a tiras, se ve que era lo primero y más rápido que encontró, la relojee sin darle importancia.

-AMOR... ¿POR QUÉ VINISTE?. Pregunto agitada.

-Es mi casa. Le respondí sin quitar los ojos de mi celular, me incorporo dirigiéndome a mi habitación.

-Espera... Te preparo algo de comer. Se ofrece tratando de frenarme, como nunca, ella siempre se queja al no gustarle cocinar. No le hice caso, ingrese de golpe al cuarto y veo a un tipo grandote morocho poniéndose un yin gastado. No voy a negar que me hirvió la sangre del coraje, pero me mantuve firme. Me giro a mirar a Olivia y veo su expresión de preocupación.

-Hola. Saludo al hombre que me mira como esperando un golpe. - Ya que te vas... No te olvides de ella. Le digo serio y solo asiente tomando sus cosas y cruzando a mi lado.

-Marce... Yo... Ella trato de formular alguna frase y solo le hice señas de que se vaya. Vi como los dos se subieron al audi quemando las llantas. Tome mi teléfono y llame para que vengan a desinfectar la casa y de paso quemen las sabanas. Así fue que termine mi relación.

FIN DEL RECUERDO

La pregunta insistente de Camila le regreso a la realidad.

-¿Usted quién es?. Pregunto con la voz cortada nuevamente.

-Perdón... Soy el abogado Marcelo Prieto, representante legal del señor Pablo Goicochea. Al oír el nombre a Camila se le congeló la sangre, era el nombre de su padre biológico que hace años no veía, desde que su madre falleció debido a un tumor maligno. La dejo al cuidado de su abuela materna con tan solo diez años y él se casó nuevamente. Aún no podía perdonar lo que hizo, como pudo olvidar a su madre tan pronto, ni un año paso de que ella falleció y el se casó nuevamente, por más que la llamo para que viva con él se negó y al tener la edad suficiente se cambió el apellido al de su madre, no quería nada que la una a los Goicochea.

- Su padre solicita su presencia... Él esta muy enfermo. Fue lo último que escucho Camila sumergida en sus pensamientos, lo anterior fue como si de un zumbido invadiera sus oidos.

-Perdon... No lo escuche bien... Me lo repite por favor. Le pidio con un hilo de voz.

-Usted es la señorita Camila Reina... Hija del señor Pablo Goicochea... Su padre solicita verla... Antes de su final. Le aclara nuevamente el abogado Marcelo contemplando esos enormes ojos color avellanas pobladas de unas pestañas sobre un fino rostro tostado por él sol y unos labios carnosos rosados que temblaban como ocultando un dolor profundo.

-Comprendo... Pero... Mi querida abuela... Fallecio (Dijo en un suspiro y carraspeo para proseguir)... Y debo colocar sus cosas en cajas... Y... (Solloza secando con su mano una lagrima que rodaba por su mejilla).

-Yo la ayudaré en lo que necesite... Pero luego de que la lleve a ver a su padre. Insiste Marcelo. Camila lo mira guiándolo a que se siente en la sala, y posa la urna de su abuela en la mesa pequeña ante el sofá.

Ella se sienta enfrente con las manos cruzadas sobre sus piernas, inclinada hacia adelante mirándolo y suspira antes de hablar.

-¿Cuánto tiempo le queda al señor Goicochea?. Consulto Camila.

-No mucho lamento decirle. Le contesto con pesar, al ver que la joven acababa de perder a su abuela y ahora perdería a su padre. En el aire se respiraba la tensión del momento.

-Permíteme... Realizar una llamada... A mi vecino los Gimenez... Si pueden ocuparse de los animales... Hasta que regrese. Le comenta Camila dirigiéndose al telefono fijo que tenia en el descanso del pasillo.

-Sí... Tomate tu tiempo. Le responde Marcelo aflojando el cuello de su corbata.

Pasado unos diez minutos Camila regresa anunciando.

-Debemos dejarle de paso las llaves... Su casa queda al fondo... Iré a preparar un bolso.

-Lleva abrigo... Hace mucho frío. Le avisa Marcelo que mientras espera mira las fotos en la pared que contiene imágenes de Camila desde que era una niña.

(Camila de pequeña a caballo)

Y ve el titulo enmarcado del Secundario sobre un librero que contiene libros de medicina.

-Estudie medicina... Tenia la esperanza de curar a mi abuela... Pero... No fue posible... Ella falleció de un paro. Le comenta Camila al verlo con un libro en las manos.

-¿Aún sigues estudiando?. Le pregunta Marcelo cerrando el libro y devolviéndolo a su lugar.

- Nunca se deja de estudiar... Estoy haciendo las practicas. Fue lo único que respondió Camila suspirando pesadamente al contemplar una foto con sus abuelos cuando era una niña, la agarro guardando en su mochila.

La verdad que ella era muy inteligente por lo que la adelantaron por su capacidad de aprendizaje terminando a los quince años el colegio e ingresando a la Universidad. Su desempeño y dedicación fue todo gracias a la influencia de sus abuelos que le inculcaron que solo capacitándose lograría lo que desee. Toda su vida la paso entre libros que fueron sus unicos amigos, a pesar de ello se sabia comunicar con las personas, sobre todo con las mayores, tenia esa aura que hacia que él que le hablara terminara contándole hasta sus mayores secretos.

-Es interesante... ¿Y a qué universidad ibas?. Pregunto Marcelo ayudándole a llevar su bolso hasta su camioneta, abrigandola bajo su amplio paraguas.

- Estudie a distancia... Pero las practicas las hago en el hospital de aqui... Siempre necesitan una mano. Le cuenta Camila que encuentra en la conversación con Marcelo una manera de no pensar tanto en la perdida de su abuela que le provocaba mucho dolor.

-Yo también estoy ejerciendo hace poco mi profesion... Antes era asistente de un abogado conocido de la familia... Y ahora soy parte de su grupo de abogados... Tu padre me conoce de siempre... Al ser amigo de mi padre... Y ahora... Soy su abogado. Le cuenta Marcelo una vez que acomodo los bolsos y se subieron en la camioneta. Él evito aclarar que antes trabajaba para su hermano mayor y que pertenecia a su padre la firma de abogados.

-La lluvia no ha parado... ¿Vas a poder salir?. Le pregunto Camila preocupada al recordar el trayecto de tierra que debian recorrer hasta llegar a la ruta principal.

-Si... Es una todo terreno. Le avisa Marcelo con tranquilidad poniéndose en marcha una vez que se abrocho el cinturon. - ¿No te molesta si pongo música?... Eso me ayuda a no dormir. Le cuenta al sentir el cansancio pesandole en los hombros.

- La verdad... No tengo animos de escuchar nada... Pero si a voz te ayuda... Esta bien. Le comenta Camila con pena.

-Me cuentas tu historia... ¿Por qué no tienes el apellido de tú padre?... Asi, si me hablas, no me dormiré. Le dijo Marcelo. Camila suspiro subitamente antes de decir algo.

- Me crié con mis abuelos... Me gusta el aire libre... Despertar antes que salga el sol y contemplar desde mi ventana al sorsal cantando...

-Tienes una manera de contar... Que hace que lo este viendo... Me gustaría escuchar el canto del sorsal. La interrumpe Marcelo, Camila suspiro y prosigue.

-Disfruto de unos mates junto a mi abuela. Al decirlo Camila se calla abruptamente, aún para ella su abuela no se habia ido. - Disculpa... No me acostumbro a hablar en pasado de ella. Dijo acongojada. - Ve por ahi antes. Le indico al recordar que debian dejar las llaves.

-Te entiendo... Comprendo la perdida de un ser querido... No hace ni un año que mi madre falleció... Tuvo una rara infección en los pulmones... Que no lograron descifrar... Y en menos de un mes... Falleció con tan solo 65 años. Comento Marcelo tragando saliva, aún para él era dificil poder asimilar por lo que siempre se escudaba en el trabajo para no regresar a la casa de sus padres que sentia vacio sin su madre.

-Lo se... Es dificil... Yo jamás pude superar la perdida de mi madre... Solo trato de vivir el dia a dia... Pensando en lo que ella diria o aconsejaría... Tengo el diario de ella... Y cuando me siento muy triste... Lo leo. Le cuenta Camila a Marcelo.

-Se esta largamos muy fuerte... Tendremos que parar en algun hotel... Hasta que pase. Reflexiona en voz alta Marcelo mirando la lluvia.

-Acuerdate... Para en esa casa. Le indica Camila señalando hacia una muy elegante. - Debo dejar las llaves.

- Cierto. Le responde Marcelo, estacionando enfrente. Camila bajo cubierta con su sobretodo y corrio a la entrada tocando el timbre.

-CAMILA... MI MAS SENTIDO PESAME. La saluda el señor Gimenez abrazándose a ella y por atras la señora Gimenez que sin poder pronunciar palabra la abraza entre sollozos.

Marcelo observa la escena sintiendo la congoja que transmiten, notaba que Camila se mostraba fuerte pero sus enormes ojos color avellanas transmitía tristeza.

Era una joven de una belleza unica, una belleza de cuerpo y alma. No habia signos de maldad en ella, el poder hablar con ella resultaba muy facil, no era como las demas chicas, en su conversación podia sentirlo. Jamás le habia pasado. Marcelo sacude la cabeza en negación mordiéndose el labio inferior y suspiro pesado, no podia pensar en ella de un modo especial, no era posible, recién la conocia.

Camila regreso a la camioneta y subio apresurada para no mojarse quitándose el sobretodo.

-VAMOS (Anuncio en un jadeo)... Ellos cuidaran la casa mientras no este. Le comenta Camila en un tono pausado abrochandose el cinturon.

-¿Estás bien?. Le pregunta Marcelo posando su mano sobre la mano izquierda de ella.

-No... La verdad no. Le respondió Camila apretando los labios.

-Cuando paremos... Te invito a cenar... No se tú... Pero aún no comi nada. Le comenta Marcelo.

-Yo... Empaque un paquete de galletas... Para acompañar el mate... Si quieres preparo y te sirvo mientras.. Le invita Camila revisando su mochila que tenia en frente de ella.

-Me parece bien... ¿Son dulces o saladas?. Le pregunta Marcelo extendiendo la mano.

-Saladas... No soy tanto de lo dulce. Le responde Camila, entregandole un paquete abierto.

-Excelente... Si tienes salame seria esplendido. Comenta Marcelo probando las galletitas crocantes que le invito Camila.

-No... No llegue a empacar eso... Te invito el mate cuando lleguemos a la ruta. Le dice ella, viendo como sostenia el volante con ambas manos cuando el camino se torno mas dificil. Al llegar a la ruta Marcelo decide detenerse a un costado.

-No se ve para conducir asi. Suspira pesado Marcelo fricionando su muñeca derecha.

- Permitime. Le dice Camila, tomandole la mano y realizandole masajes con los pulgares a lo largo de toda la palma y de la muñeca.

- Eso se siente bien. Comenta Marcelo sintiendose aliviado.

- Con mi abuela aprendi hacerle masajes... Confieso que estudie todos los metodos para aliviarle sus molestias. Le cuenta Camila consentrada mientras lo masajea y le realiza lo mismo en la otra mano.

-En que rama de la medicina decidiste especializarte. Le pregunto con interes Marcelo.

- En traumatologia... Mi abuelo me inspiro a que elija... Debido a que en el campo no habia especialistas de esa clase... Cuando alguien se fracturaba algo... Que suele ser frecuentes por los trabajos en el campo... Se tenian que trasladar a la ciudad... Pero no muchos cuentan con los medios para hacerlo... Eso incluye el economico... Listo, espero que eso te alivie. Concluye Camila mirandolo directo. Marcelo se tomó las manos sintiendo alivio.

Afuera la lluvia vestia el paisaje y los reelampagos cubrian el cielo. Camila junto con Marcelo comparten unos mates esperando que se apacigüe.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play