Thalassia es una ciudad que se encuentra en el centro del mar, allí Poseidón reina y controla el océano entero, la ciudad de thalassia es la más importante en el reino, puesto que el mar es tan extenso que hay muchas más ciudades dónde viven las sirenas, hace Miles de años Leviatán había Sido desterrado junto a sus bestias marinas a las profundidades del océano, todos vivían en armonía y paz, puesto que el rey Poseidón era un gobernante justo.
Poseidón había conocido a una humana que cautivo su corazón, él se enamoró de ella, tanto que en ocasiones convertía su cola en piernas para poder pasar tardes con ella, tan grande fue su amor que la joven quedó embarazada, pero el destino fue injusto pues la familia de la joven al saber que su hija estaba embarazada y no quería decirles de quién era, decidieron enviarla lejos de la ciudad, privando a los jóvenes de poder continuar viéndose, y ocasionando un gran daño en el corazón de Poseidón al no poder conocer a su hijo.
Un evento sin precedentes ocurrió el día ocho de junio, pues el nacimiento de una pequeña sirena, y de un pequeño tritón, el cual era mitad humano, ocasionó que el cielo nocturno se vistiera de colores creados por un halo lunar, la luna se encontraba completamente llena. A la vista de todos, pero en especial de los seres del mar, ya que estos apreciaban está gran luminosidad pues era señal de que dos seres poderosos con destinos entrelazados habían nacido. Los rituales iniciaron, Miles de sirenas y tritones danzaban en la noche, pues, la luna había enviado a sus más prometedores salvadores, pues la profecía se había cumplido, incluso los peces bio luminiscentes danzaban iluminando el mar en todo el mundo, creando un evento mágico.
Hacía años, se profetizó que un poder oscuro se levantaría, pero que la luna enviaría a dos héroes que los liberaría de ese mal, estos dos jóvenes recibirían una marca en sus hombros, una media luna se formaría en sus muñecas una vez se encontrarán, porque el destino de esos jóvenes era conocerse un día y juntos librar una batalla sin presidentes.
En un pequeño arrecife una sirena daba a luz, una pequeña niña con los cabellos color lila nació, era hermosa en gran manera, sin lugar a dudas la diosa luna la bendijo con gran belleza, pero fuera del mar, en un pequeño apartamento una humana daba a luz a un pequeño niño con cabello azul, un color extraño para todos los que se encontraban en la habitación, pero la mujer sonrió, pues el niño gozaba de buena salud y gran belleza al igual que su padre.
Dieciocho años más tarde...
— Coralina, estoy muy orgullosa de ti, has llegado muy lejos en la guardia real, hoy serás la guardiana principal de Thalassia —
— Gracias madre, estoy lista para proteger a nuestra gente frente a cualquier enemigo, mi don será de gran ayuda —
La joven de cabellos lila, estaba emocionada, pues hoy sería nombrada guardiana principal de Thalassia, hacía años había recibido uno de los dones más poderosos otorgado por la diosa luna, quien la bendijo desde que nació, o eso era lo que todos le decían, en su hombro llevaba una media luna, como muestra de su bendición, era aclamada por todos en Thalassia, pues para todos era como una pequeña diosa.
Coralina, se había decidido entrar a la guardia real, era su deseo aprovechar su magia de hielo, la cual no era común en el océano, pero para coralina era muy útil, pues ella podía congelar todo a su alrededor, incluso el mar entero si se lo proponía, pero de algo podia estar segura, era que ese poder lo utilizaría para el bien.
— Que la diosa luna siempre te acompañe hija, y que todo lo que hagas sea siempre en protección y para el bien —
— Así será madre, pero vamos debemos llegar a la ceremonia, al fin me darán mi cetro de control de magia —
A los guardianes reales se les entregaba un cetro que les ayudaba a centrar toda su energía y lanzar su magia controlada, esto les permitía dar en el blanco a la primera oportunidad, y además no se cansaban tanto por gastar su magia.
Coralina salió del arrecife, dirigiéndose hacia el palacio donde se llevaría a cabo la ceremonia, todos los que la veían la saludaban de inmediato y la felicitaban por su logro, mientras se dirigía hacia el lugar la pequeña marca en su hombro empezó a fastidiarle un poco y una sensación de que la observaban se instaló en ella, así que se detuvo un momento mirando hacia todos lados, pero no vio nada, hasta que sintió una mano en su hombro lo que hizo que reaccionara en defensa, derribando a su contrincante y colocando su mano en su cuello para lanzar una daga de hielo.
— Coralina, soy yo Silvana, perdón por asustarte —
— Tranquila, es mi culpa he estado muy inquieta estos últimos días, como si algo no me dejara avanzar, una sensación de que algo malo va a pasar —
— Deben ser los nervios por la ceremonia, nada de que preocuparse, seguro que después ya no sentirás nada —
— Eso espero —
Ambas amigas continuaron nadando hacia el castillo real, pues debían llegar a tiempo, mientras se alejaban una pequeña sombra salió de un coral. En el palacio real, todos los presentes se encontraban charlando y felices, menos el rey Poseidón, quien en esa mañana se había levantado más tenso de lo normal, y también añorando a aquel pequeño que no había dejado de buscar, pero que nunca conoció.
Durante años Poseidón enviaba a su más leal guardiana, la primera general Thalia quien era la madre de coralina, era la única que sabía de su aventura con una humana, y ella era quien se encargaba de ir a tierra firme en busca del pequeño, pero durante años de búsqueda, nunca dieron con su paradero, lo que enojaba y frustraba al dios marino, pues ni con todo el poder del mundo daba con su hijo.
Coralina, se encontraba disfrutando de la ceremonia, había logrado su sueño, al fin se convertiría en la guardiana real de Thalassia, la chica siempre había dicho que si la luna te daba un don era para usarlo para el bien, pues era el poder de ella lo que te daba la fuerza, usarlo para el mal solo era avaricia, y tu corazón era manchado por la ambición.
Coralina odiaba a todos aquel que hiciera el mal, por eso durante años se preparó para combatirlo, Poseidón había colocado un nuevo entrenamiento, el cual era de lucha, pero en tierra firme, en varias ocasiones los estudiantes son llevados hasta una playa solitaria, dónde hacen desaparecer su cola y realizan un entrenamiento cuerpo a cuerpo, muchos no entienden por qué si son gente del mar, deben aprender esto, pero para coralina Poseidón es muy inteligente y precavido, nunca se sabe si en algún momento les tocará luchar fuera del mar.
La ceremonia era tranquila, y todos los graduados fueron formándose para recibir su cetro, algunos se graduaban de guardias de thalassia, pero solo dos de los que se presentaban a la prueba, eran los que llegaban a ser guardianes imperiales, pues el entrenamiento era mucho más duro de lo que podrían imaginarse.
Mientras iban llamando a uno por uno, las sirenas y tritones aplaudían con alegría, y al fin llegó el turno de coralina.
— La sirena Coralina Tian, es nombrada hoy como guardiana imperial de thalassia, pasa a recibir su cetro. —
Coralina nadó hasta el lugar donde le entregarían su cetro y armadura, para defender a su nación y gente, todos aplaudían efusivos, la chica prodigio lo había logrado, tenían a una de las más poderosas guardianas y eso había que celebrarlo.
Una vez recibió su cetro bajo junto a su madre, pero todo en el lugar se volvió un caos, Miles de sombras negras se apoderaron del lugar, monstruos de las profundidades atacaban a todos los presentes, los guardianes se prepararon, entre ellos coralina, pero su madre le impidió participar.
— No coralina, aún no controlas la magia con el cetro, podrías congelar todo el lugar —
— Madre, quiero ayudar —
— Lleva a las sirenas pequeñas fuera de aquí, resguárdalas de este caos, ve coralina —
Coralina avanzó y llevo a todas las pequeñas fuera del lugar, debían protegerlas a todas, pero cuando salió del palacio, no dudo en voltear hacia atrás y vio como el castillo era destruido por una gran fuerza, entonces un enfurecido Leviatán se levantaba.
Coralina quedó estupefacta, Poseidón y Leviatán peleaban, el sonido gutural del ser se escuchaba por todo el océano, Miles de guardianes se unieron a su señor para luchar con este monstruo, Coralina tomo a los pequeños y los llevo hacia las fortalezas criadas para estos casos, debía protegerlos. Cuando cerró la puerta y volteo hacia donde se llevaba a cabo la lucha Isabella alcanzó a ver cómo Leviatán enterraba sus garras en el abdomen de Poseidón, dejándolo al borde de la muerte, Coralina quedó en shock viendo todo lo que pasaba frente a ella. Poseidón estaba muerto, el océano acababa de perder a su líder. Como podían vivir de ahora en adelante. Todo fue un caos, pero Thalia la madre de coralina al ver un descuido de Leviatán, junto a sus subordinados, lograron hacer una herida grave en Leviatán, quien se retiró a las profundidades, pues si seguía luchando terminaría muerto. De inmediato todos corrieron a socorrer a su señor.
Poseidón al ver que su muerte estaba cerca le pidió a Thalia acercarse para charlar, ya Poseidón se encontraba en sus aposentos, pero los médicos no daban señales de su mejoría.
— Thalia, busca a mi hijo, él debe ser mi sucesor —
— Mi señor, nunca hemos dado con él, pero le prometo seguir buscando —
— Coralina, protege a coralina —
— Mi hija está a salvo, su hijo gobernará, pero debe hacer un edicto para que nadie pueda desobedecer sus órdenes —
— Rafit, lo tiene, él ya sabe todo, búscalo Thalia, por Thalassia —
Poseidón dio su último suspiro, todos en Thalassia estaban de luto, pero el consejo de sirenas se reunió debían encontrar al nuevo sucesor, no podían quedarse sin un líder.
— Necesitamos escoger entre los más capacitados eruditos — dijo uno de los tritones ancianos.
— Para nada, el líder debe ser fuerte para pelear — Está vez fue una sirena la que hablo.
Todos discutían sobre las cualidades del nuevo rey, Thalia cansada, se levantó y llamando la atención de todos los presentes hablo.
— El nuevo rey debe tener sangre real, debe ser hijo de Poseidón —
Todos murmuraban, pues ante todos Poseidón nunca tuvo hijos.
— Por favor Thalia, tú sabes que no hay ningún tritón con esas características — dijo una anciana sirena.
Todos apoyaban a esa sirena, hasta que Rafit ingreso, todos se sorprendieron de ver al secretario real allí, pero esperaron a ver qué era lo que iba a decir.
— En realidad se equivocan, si hay un heredero al trono, el rey Poseidón tuvo un hijo con una humana —
Todos se exaltaron, ¿Cómo podía su señor enredarse con una raza inferior? Eso no podía ser verdad.
— ¿Cómo osas decir semejante blasfemia de tu señor? Todos sabemos que un humano es una raza demasiado inferir, jamás debemos mezclarnos con ellos — El mismo tritón anciano del principio fue quien hablo.
— Usted dice que nuestro rey, mintió, porque él ha dejado este edicto, el cual debemos respetar, no hay ley que prohíba que un mestizo suba al trono y por favor, ni que fuera la primera vez que hay hijos de sirenas y humanos —
En la sala se habían formado dos bandos, uno donde aceptaban el edicto, y otro dónde no querían aceptarlo, la anciana sirena, observo el documento y al ver qué era auténtico hablo:
— El edicto es real, y la ley dice que se debe cumplir, pero solo se da un plazo de cinco meses, si el mestizo no aparece, se nombrará a otro como sucesor, es la ley y hay que cumplirla —
Todos al fin dieron su brazo a torcer, el anciano volvió a hablar.
— Bien, ¿Dónde está este mestizo? —
— Saldré mañana a tierra firme para traerlo —
De nuevo un gran alboroto se formó.
— Lo sentimos Tahalí, pero tu deber es quedarte, la gente confía en ti, si te vas el pueblo perderá la fe, envía a alguien más —
— Lo siento, pero es una misión delicada, debemos ser precavidos —
— Pues entonces envía a alguien de confianza, pero no podemos perder al rey y a su mano derecha al mismo tiempo —
— Está bien, buscaré a alguien adecuado —
La reunión dio fin, y Thali se dirigía a su hogar, debía decirle a coralina lo planeado. Al llegar encontró a coralina esperándola, apenas vio a su madre la abrazo y le pregunto sobre todo lo que pasó, pero noto a su madre tensa.
— ¿Que pasa madre? —
— Coralina, te voy a encomendar una misión muy importante —
— ¿De qué hablas mamá? —
Coralina estaba estupefacta, su madre le hablaba de que Poseidón había tenido un hijo, el cual estaba desaparecido en tierra firme, ¿Cómo era posible esto?, Poseidón y una humana, era algo bastante fuerte que aceptar.
— Coralina, debes ir a tierra firme y dar con el paradero del joven —
— ¿Cómo sabes que es un tritón, podría ser una sirena? Por lo que me contaste a la chica la separaron de Poseidón apenas supieron de su embarazo, ¿cómo sabes que no estás buscando el género adecuado? —
— Porque Poseidón, tenía una conexión especial con el pequeño, al parecer para los tritones es fácil dar con el resultado de género de sus hijos —
— Mmm, bien iré a tierra firme, pero debes decirme cómo es —
Thalia sonrió, su hija era una chica muy obediente y decidida, no había nadie mejor que ella para esta misión, por eso, la instruyó con los peligros con los que podría encontrarse en tierra firme, a pesar de los arduos entrenamientos en tierra firme, aún había cosas que coralina no sabía del mundo humano, sobre todo de lo peligroso que podría ser, pero confiaba en que la joven lo logrará.
— Recuerda solo tienes cinco meses para completar esta misión, sé que es difícil, pero confío en ti —
— Lo haré, partiré hoy mismo a tierra firme —
Coralina y su madre se abrazaron, la joven debía partir de inmediato, el tiempo apremiaba, no podían permitir que cualquier otro subiera al trono, por lo menos debían cumplir el último deseo de Poseidón, coralina preparo algunas cosas, como perlas y joyas del mar, si iba a tierra firme, necesitaría tener un sustento, así que vendería las joyas para ganar dinero, las joyas que llevaban eran únicas, así que serían un gran éxito en tierra firme, Thalia, salió a despedir a su hija, pues debía acompañarla fuera de Thalassia, allí coralina andaría hasta la superficie y llegar a la playa de la ciudad, dónde comenzaría su búsqueda.
Fuera de la capital del mar dos sirenas se despedían, para así iniciar la búsqueda del sucesor.
— Coralina, prométeme, que sin importar lo que veas, no darás marcha atrás en tu búsqueda —
— Te lo prometo, aunque no se a que te refieres —
— Sin importar lo que pase conmigo, debes traer al hijo de Poseidón —
— Mamá, no entiendo, ¿Qué pasa? —
— Temo que alguien quiera usurpar el trono, aprovecharse de la situación, por eso debes traer a ese joven, su destino es reinar y debemos cumplirlo, ¿entendido? —
— Si mamá —
Coralina acababa de prometer esto a su madre cuando de repente las aguas del mar se agitaron, una gran corriente separó a la joven sirena de su madre, coralina sentía la fuerza del agua que la arrastraba lejos, coralina volteo a ver a su madre y vio como guardias la apresaban, estaba atónita, ¿Por qué se llevaban a su madre? Vio como Thalia forcejeaba con los guardias, mientras veía a su hija alejarse, coralina trataba de regresar, pero era como si un fuerte brazo la arrastrará, hasta que salió a la superficie, allí vio una gran tormenta, que azotaba el mar, fuertes vientos soplaban, estaba oscuro y remolinos de viento se acercaban, coralina intento huir de la gravedad del mar, pero fue arrastrada por esta, perdiéndose en las profundidades.
En una playa cerca de la costa una joven se encontraba tendida en la brillante arena, su cabello morado y su gran cola hacían contraste con el paisaje del lugar.
La joven empezó a abrir sus ojos, y lentamente los recuerdos llegaron a su mente, vio a su madre ser apresada, luego la tormenta y en cómo todo se volvió oscuro de repente, pero allí estaba, en un lugar desconocido para ella. La joven escuchó risas que se acercaban, así que como pudo se las arreglo para esconderse detrás de unos matorrales del sitio, entonces dos jóvenes aparecieron, ambos parecían disfrutar de la compañía del otro, coralina curiosa, observaba el comportamiento de ellos dos, vio como unían sus bocas en un profundo besos y en cómo el chico bajaba sus manos hasta el trasero de la joven, eso la dejo desconcertada, en el mar no se veían este tipo de cosas.
Coralina, aparto la mirada, y vio su gran cola, así que usando la magia de su collar, hizo desaparecer su cola, pero entonces quedó completamente desnuda, la joven, volvió la mirada hacia los chicos y supo que debía cambiarse de ropa, así que escondida espero hasta que ambos jóvenes se desnudaron y se metieron al mar, coralina tomo el vestido de la joven y cuando se lo coloco decidió marcharse, entre más rápido cumpliera la misión, más rápido volvería por su madre.
Así que se adentró en la ciudad, entonces vio un mundo completamente diferente, artefactos que según les habían enseñado en la escuela se llamaban autos, y era un medio de transporte que usaban los humanos para movilizarse de un lugar a otro, también había personas que caminaban a toda prisa, al parecer siempre vivían con afán, edificios gigantes, y mucho ruido, lo cual la tenía muy sensible, sus oídos eran capaces de escuchar hasta el mínimo sonido, por eso cuando recién salió de la playa, sus oídos empezaron a doler, el ruido era demasiado, pero debía acostumbrarse, no sabía cuánto tiempo iba a durar en tierra firme.
"Ah, es demasiado ruidoso aquí, pero debo concentrarme para cumplir con la misión y volver con mamá"
Coralina resistió el dolor, y empezó a controlar los sonidos, y así fue acostumbrándose a los sonidos fuertes, de repente dejo de dolerle todo y el silencio envolvió el lugar, mientras ella agudizaba su oído, hasta qué logro normalizarlo, hasta que solo escuchaba los sonidos cercanos, el ruido de los coches o personas que pasaban hablando por teléfono.
La joven sirena caminaba admirando la ciudad, pero la gente la quedaba mirando extraño debido a que la joven iba descansa y despeinada, en un callejón, se escucharon gritos de una chica pidiendo auxilio, coralina de inmediato busco el lugar del sonido, dando con una joven que se encontraba encerrada, y dos tipos la estaban acosando.
— Ey, suéltenla de inmediato —
los tipos voltearon, y al ver a una joven menudita, descalza y despeinada, empezaron a reírse.
— Lárgate mendiga, aquí no hay lugar para ti —
Coralina, que no estaba acostumbrada a ese trato se enojó, y mirando a los tipos se lanzó al ataque, propina dile un puñetazo en la cara a uno de los tipos, quien cayó al suelo por la fuerza del golpe, el otro reaccionó, y con navaja en mano trato de lastimar a la chica, pero está lo esquivo y dando una patada en el aire también lo derribo, los tipos iban a volver al ataque, pero se escuchó la sirena de un auto de policía cerca, así que esto huyeron del lugar, la mujer que estaba allí, se acercó a coralina y le agradeció.
— Gracias no sé que hubiera pasado, si tú no apareces —
— No es nada, me alegro de que estés bien, debí irme —
— Espera, ¿A dónde vas? —
En ese momento coralina se dio cuenta de su situación, no tenía a dónde ir sus pertenencias las había perdido en la tormenta del mar, no sabía ni en dónde estaba. La mujer se dio cuenta de que la chica estaba perdida, así que se arriesgó a ayudarla, además, de esa forma le devolvería el favor.
— Mi nombre es Mía, ¿Tienes un lugar donde vivir? —
— No, acabo de llegar, por eso, no tengo donde quedarme aún —
— Y tus cosas, no me digas que te robaron —
— Las perdí, en el mar —
— ¿Tuviste un accidente en el mar? —
Coralina asintió.
— Ven debe verte un médico, así le hablamos a la policía para que busquen a tu familia —
Coralina pensó que quizás esas personas llamadas policías podían ayudarla a encontrar al hijo de Poseidón.
— Gracias —
— Vamos, debemos apurarnos, mi auto está un poco lejos, venía a buscarlo cuando esos tipos me atraparon —
La chica llevo a coralina, mientras charlaban, hasta que llegaron al hospital, allí ambas se bajaron e ingresaron.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play