MI SOL. (Omegaverse Gl)
capitulo 1
Después de todo lo que he vivido no creo que suceda algo más. Joder ya tengo 18 años y hasta la vez me presento, muchos dicen que soy alfa otros omega, pero considero más la primera ya que no soporto el olor de los alfas en cambio los omegas son soportables.
karla Reyes
-¿Por qué lo digo así?- Pues porque se me hacen muy empalagosos en ocasiones.
Creo que con este pensamiento de futura alfa a nadie le gustaré.
karla Reyes
-Oh vamos karla, claro que si está demás ese pensamiento.
Me levanté de mi cama para alistarme para ir al colegio o matadero cómo yo le llamo, rutina de todos los días, pero hoy me sentía extraña; me dolía mucho mi vientre y no sé que ocurre.
karla Reyes
-Qué no sea justo hoy por Dios, no hoy que tengo exposición-
Me alisté y bajé pero en el pasillo se escuchaban sonidos, a parte que había un olor a alfa y omega en plena acción sexual.
karla Reyes
-Okay, esto si es traumante.
¡Ah! ¿¡Por qué a mí!?
No puede haber nada peor -bueno quizás exagero- que escuchar y oler a tu padre y madrastra. Así que mejor decidí irme rápido, antes de que mi madrastra salga como loca frustrada porque mi padre no le dio una buena follada y me culpe a mí solo por haber pasado en el pasillo.
lucia Reyes (Aduela de karla)
-karla ven a comer el desayuno está listo linda - mi abuela ya se iba acercando con el desayuno como todas las mañanas-
karla Reyes
-No abuela gracias, prefiero comer en el colegio no te preocupes -agarré mis pertenencias rápido, antes que mi madrastra pegara el grito del estúpido orgasmo-
Salí rápido de esa casa, si me quedaba más tiempo de seguro me tenía allí, obligándome a comer ese exquisito desayuno que ella prepara - comienza el arrepentimiento-
karla Reyes
-Me muero de hambre!
Iba caminando pero me dolía más el abdomen y comenzaba a sudar, solo espero de todo esto no ser omega.
-¿¡Se imaginan!? Ni si quiera cargo supresores. Y tener que aguantar a un montón de alfas hormonales sería lo peor.
Una vez en el colegio pasaban y pasaban las horas y yo seguía con lo mismo, pero esta vez sentía algo abajo y debo decir que nada bueno.
-¡Ya me asusté caray! -traté de levantarme y ver si salía sin que la licenciada lo notara, pero no, equivocado-
maestra
-Señorita karla es su turno de exponer así que por favor pase al frente -dijo acomodando sus lentes como toda licenciada sangrona-
karla Reyes
-Bueno -estaba exponiendo cuando de un momento a otro siento algo abajo, no era lubricante, sino, mierda soy alfa- Licenciada disculpe necesito ir al baño de urgencia.
Estaba sudando y mis compañeros me olían, ahí me di cuenta que mi olor estaba saliendo, coco con lluvia y una pizca de menta; ya parezco postre en invierno -al menos no está espantoso el aroma- Concentrate karla.
maestra
-Claro vaya rápido - dijo mientras me observaba atentamente pero igual pude fijarme de su mueca de disgusto-
En el camino me sentía peor, no entendía porque sudaba demasiado, solo sé que me caí al piso - vaya, primera vez me siento de lo mejor en éste-
Solo escuchaba un poco a lo lejos, murmullos o gritos desesperados.
...
-Licenciada hay una chica en el piso, ¿Qué hacemos? -
-que hermosa voz y su olor es delicioso, ¿Es producto de mi celo?-
¿Quién es esa chica? -No lo supe, ¿Saben por qué? Si correcto, porque me desmayé-
capitulo 2
Una mañana sin discusiones es como un regalo de la diosa luna para mí. Vaya que si era lindo despertar así -querida vida tráeme más días así te lo pido- a pesar de la corta y patética vida que llevo, sigue así.
Una vez con ropa y segura de todo decidí ir a la cocina para el desayuno, pero como dicen, todo lo bueno dura poco.
alejadra(madre de sofia)
-sofia a desayunar rápido -mi madre me habló desde la cocina-
sofia castillo
-Ya voy, no soy flash -le dije una vez sentada en la silla del comedor y rodando los ojos-
No mal piensen, no soy mal educada pero sé que después entenderán mi comportamiento.
Mi madre es omega y vivimos con su marido, es decir, mi padrastro -debo admitir algo, lo odio mucho- típico alfa aprovechado.
sofia castillo
-Está delicioso el desayuno madre gracias, será mejor que ya me dirija al colegio -dije limpiando mi boca con la servilleta y dispuesta a levantarme del comedor-
alejadra(madre de sofia)
-sofia, ¿Usaste neutralizador? -me vio con desagrado-
Vaya que doloroso que tu propia madre te observe de ese modo. Vi que el marido de mi madre se sentó en el comedor dispuesto a comer pero se quedó observando la situación.
sofia castillo
-No, no me gusta. A parte no tengo problemas con ello no estoy en celo madre.
Observé como mi padrastro me quedaba viendo mientras olisqueaba el aire -que repugnante, como lo odio- será mejor que si los comience a usar, no vaya ser que haga algo este estúpido.
Y mi madre no era tonta, sé muy bien que se fijaba de lo que hacía su querido amado. Que pena que no diga nada -realmente mucha pena madre-
Fui a mi colegio cómo todas las mañanas, me dirigía por las calles de mi vecindario, mi colegio queda cerca así que por eso no demoro mucho.
Debo admitir que adoro mi olor, es decir, me aman público. Encuentran mi olor relajante, delicioso y bueno a parte de los comentarios obscenos de alfas hormonales que son cero en mi vida.
Frutilla con un toque de dulce, sin llegar a empalagarte. Sin embargo, en mis celos no tolero el dulce -que patético no tolero mi propio olor- vergüenza a la sociedad omega.
Muchos dicen que no perciben mucho el olor de las frutillas, que solo mi predestinado/a podrá olerlo en su máximo esplendor. Qué ridículo, ¿verdad?
maestra
-sofia ayúdame a dejar estas cosas al departamento de colecturía -dijo la maestra dirigiéndose a mi pupitre-
sofia castillo
-Si licenciada vamos -me levanté para tomar los documentos que llevaba en sus manos y ella tomó otros más y así abandonamos el salón de clases-
En el camino todo iba bien hasta que un aroma a coco y lluvia -esperen algo de menta también- llego a mi olfato, es muy atrayente este aroma.
Caminé hasta ese aroma y vi a una chica tirada en el piso -vamos sofia concéntrate hay que ayudarla- pero vamos es casi imposible, esta alfa apesta a celo.
Sin embargo, así lo hice. Llamé a la maestra para que me ayude y así fuimos al departamento de medicina.
La dejé en la cama pero sentí que me tenían agarrada, era ella no me quería soltar -qué sucede no puedo estar más aquí, esta alfa está en celo y me hace perder la razón- nunca me sentí así.
enfermera
-Gracias Sofía puedes irte no es bueno que estés aquí, ella está en celo y puede afectarte por lo que veo -dijo la enfermera del colegio mientras inyectaba un supresor en el brazo de la chica-
sofia castillo
-Si doctora -salí del consultorio de urgencias y me dirigí a mi salón-
Caminé a mi curso y al llegar todos me quedaron viendo.
sofia castillo
-A caso tengo un bicho en el rostro, ¿Por qué me miran así?
Ellos desviaron rápido su mirada -que extraño-
Cuando me senté le pregunté a mi amiga el porqué me quedan viendo. Pero su respuesta me dejó en estado de shock, esa alfa impregnó su olor en mí al agarrarme del brazo.
¡Apesto a alfa en celo!
-Pero que le ocurre a esa chica, cree que es normal andar marcando con aromas a todo el mundo.
Diana Lopez (mejor amiga de sofia)
-sofia, no te acerques hueles mucho a alfa en serio, prefiero tu olor dulce, sabes que soy alfa y así seas mi amiga prefiero tu olor de omega -dijo mi mejor amiga expresando su malestar-
sofia castillo
-Lo sé, perdona Diana iré a ver cómo me deshago de este aroma.
Pero la verdad es que no quería. Ay diosa luna qué es lo que tramas en mi vida. ¿Quién es esa chica y por qué siento que la necesito?
capitulo 3
Estaba despertando poco a poco y me di cuenta de que no estaba en mi camita, aparte del tremendo dolor y necesidad que tengo de desahogarme -ya se imaginarán de qué hablo- jodida mierda, cuando iba a bajar mi mano en eso llega la enfermera.
enfermera
-Ni lo pienses chica alfa, en mi consultorio no - decía mientras me apuntaba con una inyección-
Bien eso es peligroso, muy peligroso. Aparte de que es una beta.
karla Reyes
-Discúlpeme, es que ya sabe necesidades - le dije mientras estaba oliendo mi mano-
Esperen, ¿Por qué hago eso?
enfermera
-Es por esa chica, ¿No es cierto? -me habló como si leyera mi mente, vaya que miedo-
karla Reyes
-¿Qué chica? Espere, ¿Es una o un omega el perteneciente de este olor? -hacía mis preguntas mientras me levantaba de la camilla despacio-
enfermera
-Es una omega, no me digas, su aroma te cautivó. Es entendible, muy tranquilizante -dijo mientras alzaba una de sus cejas-
Gruñi sin darme cuenta de que lo hacía hasta segundos después, estoy volviendome loca. ¿Desde cuándo yo le gruño a la gente?
alfa interior: -Pues sencillo, desde que yo existo humana tonta.
No puede ser, esto es lo que más temía. Ahora tengo que soportar tener en mi conciencia a una loba hormonal.
Alfa interior: -Que no se te olvide que la que casi se masturba aquí eras tú.
enfermera
-Tranquila soy beta, solo lo pregunto por ti, no porque ella me interese, así que tranquila -alcé mi mirada y la posé en ella, me olvidé que seguía aquí-
karla Reyes
-Si, me gusta mucho el aroma okay. Pero, ¿Por qué siento que quiero que sea solo mío? ¿Es por el celo mismo?
enfermera
-No sé en realidad. Solo te puedo decir que esa chica estaba igual, quizás sean pareja predestinada -lo dijo como si fuera lo más normal pero yo quedé paralizada-
¿¡Pareja predestinada!?
No puede ser en serio, ¿Yo tengo una? Tanta suerte tengo de ser la dueña de ese exquisito olor.
karla Reyes
-¿Quién era? ¿Me puede ayudar con eso?
enfermera
-No, no puedo, averígualo por ti misma. Nada mejor que un poco de acción a esta historia de amor.
Esta doctora si me está jugando la mente, bueno ya que, a buscarla por mi misma.
Ya estaba dirigiéndome a la salida cuando de nuevo hablo mi querida enfermera -nótese aquí el sarcasmo-
enfermera
-¡Ni creas que vas a caminar por los pasillos así!
karla Reyes
-¿Por qué? Ya me siento mejor.
enfermera
-No lo digo por tu olor, sino que aún estás en celo y no sería bueno, así que anda a tu casa ahora. Yo haré tu informe.
Y así fue, me dirigí a mi curso. Todos me quedaron viendo y las omegas de mi curso se me querían lanzar, carajo que regaladas aparte de de que odio sus olores, solo me gusta el de ella. El de la omega infiltrada.
Me di cuenta que mis compañeros solo percibían el coco y un poco la lluvia, ni por idea se les pasaba el aroma de la menta.
Llegué a mi casa y me recosté en mi cama, al menos ahora estoy tranquila y puedo descansar un rato, pero el celo me tenía con necesidad y más por necesidad de querer tomarla a ella.
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