NovelToon NovelToon

Ruby, Princesa Celestial

Capítulo 1

 Ruby estaba muy nerviosa, hoy se enfrentaría a los emperadores más poderosos del mundo, a sus padres. Quería que la dejaran partir al imperio de Wern, donde las peleas abundaban y la gente de allí eran considerados animales por lo salvajes que eran, estaba decidida, iría a buscar sus propias batallas.

—No estoy de acuerdo Ruby ¿Por qué quieres viajar hasta ese lugar?

—Quiero encontrar mis propias aventuras padre, quiero crecer.

—Podemos crear una ilusión mejor para que entrenes Ruby —Habló Alessia, la emperatriz ya que estaba bastante preocupada por ella, aún era joven y no quería que pasara por experiencias tan traumaticas

—No madre, una ilusión ya no me sirve para entrenar, quiero vivir una aventura real... quiero demostrar que puedo luchar una guerra si quiero, como ustedes.

—Sabes que nosotros no la pasamos bien en nuestra juventud Ruby, pasamos muchas cosas malas por las guerras ¿Por qué arruinar la paz con la que vives?

—Sé que no la pasaron bien, pero gracias a esas cosas ahora son ustedes mismos, también quiero encontrarme.

—Creo que mi hermana tiene razón padres, tal vez podria acompañarla y cuidarla —Está vez habló Selim, el príncipe heredero y hermano de Ruby

—Por supuesto que no, tengo que ir sola, no tendría sentido sino —Ambos emperadores suspiraron pesadamente y tomaron una decisión.

—Aceptamos que vayas a Wern —Ruby saltó de alegría, pero su madre continuó —pero con la condición de que seas recibida como la única princesa de Estelar, así al menos nos aseguraremos de que estarás segura en ese lugar.

—Está bien, si ustedes lo creen necesario así lo haré —Ruby hizo una reverencia y abrazó a sus padres, estaba feliz de poder vivir su propia aventura.

 Más tarde comenzó a empacar todas sus cosas, envió a Sara, su dama de compañía, a guardar varios tipos de hiervas que podían servirle y todos sus trajes que utilizaba para entrenar, una vez que ya estaba lista empataron todo en un lujoso carruaje en donde solo iba Sara, ya que Ruby decidió ir en un caballo fuera del carruaje, le parecía muy incómodo.

—¿De verdad tienes que irte hermana? Vas a dejarme a cargo de todo esto solo

—Eres el heredero Selim, además estás más que capacitado para estar sin mi.

—Nuestros padres van a estar muy preocupados Ruby y... también yo.

—Eres tan sensible como un niño alteza, no te preocupes, volveré a casa algún día.

—No te tardes demasiado hermana, este palacio no es lo mismo sin ti. —Ambos hermanos se abrazaron y finalmente Ruby salió rumbo a Wern

 A los ojos de su familia, Ruby era solo una joven inocente que debían cuidar, desde siempre la habían protegido, si bien ella era la mejor luego de sus padres y hermano, seguían viéndola como una niña. Todo lo contrario pasaba con cualquiera que conociera a Ruby, ella era la princesa del imperio pero nunca tenía reuniones de té o de la alta sociedad, al contrario, le gustaba meterse a las reuniones oficiales del consejo y encargarse de problemas de bandidos.

 La princesa se especializaba en todo tipo de venenos y antídotos, además de ser portadora de energía celestial y aprender artes marciales desde los 6 años; quien la veía solo podía temer, tenía un aura imponente y oscura a pesar de ser portadora de luz, le hacía honor a la temerosa energía de sus padres.

 Le gustaba usar colores oscuros y elegantes, todos los que la veían pasar sentían que estaban viendo a una villana entre ellos, aunque nunca había hecho nada para que la llamaran así, al contrario, siempre ayudaba al pueblo.

El viaje hasta Wern había sido muy largo, cuando llegaron sólo los sirvientes la recibieron, el imperio no se veía para nada mal, se veía lindo y elegante, no era como su hogar pero tampoco parecía ser lugar de "salvajes como todos decian"

 Los sirvientes hicieron una reverencia ante la princesa cuando Sara bajó del carruaje, la habían confundido con Ruby ya que ella iba en el carruaje.

—Princesa, por favor acompañenos. —Le habló el mayordomo a Sara que permaneció en silencio hasta que su señora se acercó.

—¿Y el emperador? Deberia estar aquí para recibir a la princesa —El mayordomo vio a aquella mujer elegante e imponente y creyó que era la escolta de la princesa

—Princesa, Anna la guiará hasta su habitación. Tú ven conmigo —Señaló a Ruby

—¿Yo? —Preguntó ella con una sonrisa sarcástica y siguió al viejo.

 A Sara la instalaron en la habitación y le ofrecieron varios postres mientras que Ruby fue informada de donde dejar a la delegación que fue con ella.

—¿Y el emperador? —Ella quería hablar con él para ofrecer su ayuda en la guerra que se aproximaba, 5 reinos se habían aliado en contra de Wern.

—Disculpe que se lo diga así señorita, pero a nuestro emperador no le interesa conocer a la princesa, estuvo muy enojado cuando se enteró que vendría pero no pudo negarse debido al poder de su país.

—¿Entonces no le interesa?

—No

—Entiendo, ah por cierto ¿Cuál es tu nombre?

—Frederic

—Bien, Frederic, informa a tu emperador que quiero verlo ahora mismo

—¿Por qué vería a una guardia?

—Oh, claro, olvidé presentarme... yo soy Ruby Denisse Nordth Oslen, hija de Estelar y única princesa del imperio —el hombre al principio creyó que era una broma, pero luego comprendió el gran error que cometió

—Lo lamento alteza, fue todo mi culpa, como esa otra mujer bajó del carruaje la confundí con usted.

—Está bien, no hay problema, solo llama a ti emperador, hay muchos temas de los que discutir. —el mayordomo asintió rápidamente y se fue, más tarde avisaría a su señor de que la princesa quería verlo, aunque esta seguro de que se enojará por eso y no querrá recibirla.

 Por otra parte, Ruby fue a su habitación y se cambió, Sara ya tenía el baño listo por lo que se pudo relajar un rato, esperaba que a más tardar, por la noche ya pudiera ver al emperador para decirle cual era su plan para haber viajado hasta ese lugar.

.

.

.

Capítulo 2

El llamado del emperador jamás llegó, parecía ignorarla completamente, Ruby intentó contactarlo por una semana entera, pero no había caso, siempre decía que estaba ocupado o que no tenía tiempo para atenderla.

—Esto es inaceptable, no puede seguir ignorandome Sara

—Quizá de verdad esta ocupado mi señora, no se altere.

—¿Qué no me altere? Es obvio que esta ignorandome apropósito. —La princesa estaba enojada, al menos podía hacerse un tiempo de 5 minutos para verle el rostro y conocerla, pero no, el idiota simplemente la evitaba. "ya veo porque le dicen salvaje, no tiene modales" pensaba Ruby enojada.

—¿Y qué pretende hacer?

—Ya veras Sara, hoy no va a poder evitarme, definitivamente me encargaré personalmente de eso y dejaré de obligar al pobre Frederic a dar la cara por mi. —Sara solo suspiró y siguió a su señora, ella era una mujer impredecible cuando algo la molestaba, quien sabe que iría a hacer para que el emperador le prestara atención y contarle sus planes.

Más tarde, por la madrugada, Ruby se cambió para estar cómoda y fue por todo el palacio de forma en cubierta hasta la habitación del emperador, donde entró por el balcón.

—Fue demasiado fácil, que poca seguridad que tiene este hombre. —dijo ella en voz baja y se acercó al emperador que estaba durmiendo cómodamente en su cama.

—¿Qué quieres? —No sabía ni en qué momento pero ahora ella estaba sobre la cama con el emperador encima y una daga en su cuello, no pudo evitar sonreír por la situación, ahora entendía la razón de que fuera fácil entrar.

—Sabes que es muy difícil encontrarte no, emperador, estuve intentando contactarte la última semana —Gerald salió de encima de ella y se tapó con una sábana, ya que él dormía completamente desnudo. Ruby había notado eso y no puede negar que ese hombre tenía muy buen cuerpo y tamaño.

—No era necesario que entres a escondidas a mi habitación, dime princesa ¿Qué quieres?

—Creo que fue muy necesario, ya que me ignoras desde que llegué a este lugar, lo que quiero es algo bastante simple que te beneficiará más a ti que a mi.

—No estoy interesado en casarme —¿Qué? pensó Ruby

—JAJAJA —Ruby rió en voz alta ante esa respuesta, quizá por eso la estaba ignorando. —No busco casarme contigo, no eres mi tipo majestad ¿Por eso me ignorabas?

—Te ignoraba porque no quiero estar cerca de una princesa caprichosa —Eso había herido un poco el orgullo de Ruby, quien cambió ese semblante divertido y relajado por uno serio, era una energía digna de una emperatriz, pero eso a aquel hombre no le importaba, solo era una princesa caprichosa para sus ojos.

—Quiero participar en la guerra que se aproxima a tu imperio. —ahora Gerald rió un poco ante su petición.

—¿Por qué te dejaría participar? No voy a permitir que una princesa mimada distraiga a mis soldados.

—¿Así me ves? Te aseguro que ninguno de tus guardias puede estar en mi contra.

—Oh, ahora usas tu posición para amenazar, típico de alguien como tú.

—¿Alguien como yo? Creí que decían que el emperador de Wern era inteligente, pero veo que solo eres un idiota engreído. —Antes de que el emperador pueda decir algo ella salió al balcón y se volteó a verlo. —Voy a demostrar que te equivocas conmigo. —Y sin más se tiró desde ese balcón, Gerald se acercó a ver porque estaba bastante alto, pero ya no había nada que ver, la princesa había desaparecido.

—Qué mujer extraña —dijo él antes de volver a acostarse, solo esperaba que esa mujer esté viva después de esa caída o sería un gran problema para él.

Al otro día, Frederic le avisó a Ruby que el emperador iba a estar todo el día con los soldados entrenando y hablando con ellos y que era su oportunidad para hablar con él y presentarse.

—Gracias Frederic, aunque ya nos conocimos ayer —el mayordomo quedó un poco confundido, no recordaba que ellos se hubieran visto ya.

—Oh, ya veo, quizá no es necesario que vaya hoy.

—Claro que es muy necesario, hoy mismo haré que ese idiota engreído se trague sus palabras. —dijo ella decidida y Frederic suspiró, en esos días que conoció a la princesa pudo darse cuenta que no es para nada como otras mujeres de su edad y menos como otras princesas.

Con gran emoción Ruby fue hasta donde estaba el emperador y todos los soldados la miraron con asombro, era una mujer tan hermosa como un ángel caído del cielo, al ver a sus soldados así, Gerald volteó y la vio fastidiado.

—Majestad, vine a acompañarlo el día de hoy en el entrenamiento —Dijo Ruby mientras todos estaban en silencio.

—No necesitamos su compañía princesa, estamos bien así.

—Sin embargo yo no estoy bien solo viéndolos entrenar y no hacer nada productivo, por eso vine a entrenar con ustedes

—¿Una princesa entrenando con nosotros? —Preguntó uno de ellos con curiosidad, esa mujer no parecía saber pelear.

—No moleste princesa, vuelva al palacio —Ignorando al emperador Ruby se acercó hasta los soldados y tomó una de sus espadas para luego decir con una sonrisa.

—Vamos ¿Quién es el primero? —El emperador la miró con molestia, pero al menos sabía como posicionarse con la espada. Ruby pasó su dedo por todo el filo de la espada causando que su sangre la ensuciara y volvió a sonreír

—Tú ganas, que alguno de ustedes la ayude a entrenar —ordenó él, un joven se acercó hasta Ruby y dio el primer golpe, ella lo esquivó con facilidad y en cuestión de segundos raspó su cuello ocasionando que un hilo rojo de sangre quedara grabado en su piel.

—¿Acabas de casi matar a uno de mis hombres?

—Tranquilo, la sangre no es de tu soldado. —El soldado pasó la mano por su cuello y era verdad, no era su sangre, era la que Ruby había puesto en la espada, parecía que esa mujer tenía un control perfecto de la espada a pesar de ser la primera vez que usaba esa.

—¿Cómo? —se preguntó el emperador mientras todos miraban embobados a aquella mujer tan hábil

—Te lo dije, soy buena en esto.

.

.

.

Capítulo 3

 Pasaron varias horas y distintos soldados se acercaban para luchar con la princesa, todos estaban sorprendidos por la admirable destreza y habilidad de la chica aunque ninguno de ellos pudo derrotarla, algunos de los soldados, los más egocéntricos decían que en un segundo la dejarían a sus pies, pero ninguno lo logró, todos cayeron rendidos a los pies de Ruby.

—Bueno, creo que ya es todo por hoy, princesa, volvamos al palacio —habló el emperador cortando con la diversión

—¿No se puede quedar un poco más alteza? Queremos seguir entrenando —dijo uno de los soldados a Ruby

—¿Puedo quedarme un rato más con sus soldados majestad? —A los ojos del emperador Ruby y sus soldados parecían niños queriendo jugar.

—No, dijiste que teníamos mucho de que hablar ¿Lo recuerdas? —Ruby suspiró derrotada y se despidió con una sonrisa de todos los soldados.

—Prometo que volveré para entrenar con ustedes mañana

—Eso no pasará —dijo el emperador mientras se iban

—Claro que sí —dijo Ruby en voz baja a los soldados para luego seguirlo, esa mujer había cautivado en solo un par de horas a tantos hombres.

 Una vez que ambos llegaron a la sala de reuniones se sentaron para hablar del acuerdo.

—¿Qué puesto pretendes en mi ejército? Una guerra no es un juego princesa.

—lo tengo en cuenta majestad, quiero llegar al puesto de general.

—¿Tener a una princesa extranjera de general para mi ejército? No suena del todo lógico ¿Por qué no vuelves a tu país y nos ahorramos todos los problemas?

—Mire, no vine aquí por usted, vine porque quiero ayudar a su país y porque conozco a los que se enfrentan a usted y créame, no me agradan para nada

—¿Sabes quienes están en mi contra?

—Si, el rey Herald tercero de Encastia, Tarye de Germano, Jersey de Gals, Ferz de Lastan y Daks de Vfare. Conozco a cada uno de ellos, son todos hombres ambiciosos y desagradables, excepto Tarye, no se porque participa en esta guerra.

—Qué curioso, vino informada princesa

—¿Creía que vendría a un país que esta a punto de entrar en guerra a ciegas? No soy idiota, además me da curiosidad.

—¿Qué cosa?

—Como sobrevive a tantos ataques. —Ignorando esa curiosidad de Ruby, Gerald volvió a hablar.

—No puedo darle ese puesto de la nada.

—Por eso quiero que me vea entrenar, le aseguro que soy mejor que cualquiera de sus soldados.

—Veo que tienes poco orgullo —dijo sarcástico el emperador

—Pronto va a darse cuenta de que digo la verdad, solo asegúrese de que sea antes de partir.

.

Los días pasaron, Ruby sin falta iba a todos los entrenamientos y conversaba con los soldados, ninguno de ellos pudo hasta ahora derrotarla y hablaban entre ellos de lo buena que era. Por otro lado, los nobles que llegaban al palacio por distintos asuntos ya hablaban sobre esa mujer que se quedaba en el palacio del emperador y andaba entre los soldados, las esposas de ellos comenzaron a hablar sobre cómo el emperador había contratado a una mujer para satisfacer al ejército antes de la guerra y así inventaron tambien otros rumores sobre el motivo de su estadía, el emperador obviamente se enteró de lo que se estaba diciendo y mandó a llamar a Ruby para hablar con ella.

—¿Eso es lo que dicen? Que creativas que son esas mujeres

—Hasta ahora no saben su identidad, pero si se enteran quizá sea un problema para su reputación —Él aún no se había rendido en quitarse a esa mujer de encima y quizá así lo lograría.

—¿Cree que no sabía que algo así pasaría? No me interesa lo que se invente de mi, si me disculpa, estoy algo cansada y me gustaría volver a mi habitación —Ruby se levantó y se fue sin siquiera hacer una reverencia.

Ella estaba molesta, el emperador a pesar de su esfuerzo aun quiere sacarsela de encima, obviamente se dio cuenta de eso y aunque él no había inventado ese rumor sabía que le convenía que se dijera algo así ¿Cree que se sentirá presionada? Se equivoca, pensaba Ruby, ella había llegado a Wern para ayudar y en cambio lo único que obtiene son prejuicios estúpidos.

—¿Le preparo un baño relajante alteza?

—No, ya puedes retirarte Sara —La mujer asintió e hizo una reverencia antes de irse.

—Está bien, mamá me dijo que algo así pasaría y que no iban a aceptarme fácilmente a pesar de mi título. —La verdad es que ya llevaba un mes en ese lugar y casi no tuvo avances lo cual la frustrada un poco. Ruby suspiró y se acostó a dormir, al otro día decidió no ir al entrenamiento, quería salir a despejarse de todo un rato.

Salió muy temprano con ropa cómoda y en secreto para que no la molestaran, no tenía ganas de ir con guardias.

Paseando por la capital y un pueblo cercano se dio cuenta que todo era muy hermoso, la gente se veía feliz y las calles llenas de vida, no había indicios de salvajismo como todos decian, las flores de colores abundaban y los niños corrían y jugaban. Un niño que pasaba sin querer chocó a Ruby y la hizo caer, pero rápidamente se disculpó y la ayudó para luego seguir jugando con sus amigos.

—Hermosa señorita ¿Quiere probar nuestros dulces? —Un señor algo mayor que tenía un carrito de dulces se lo ofreció.

—Claro, gracias —Ella tomó el dulce y aunque él hombre se lo había regalado le dejó unas monedas en forma de agradecimiento.

Wern era un lugar realmente hermoso, lleno de vida y solo podía pensar en que si algo sale mal toda esa gente que hoy está feliz, los niños, todos podrían ser asesinados por los ejércitos enemigos y eso la angustiaba. Estuvo todo el día paseando y cuando estaba oscureciendo fue al bosque a ver las estrellas, algo arriesgado considerando que podría haber bandidos en la zona.

Por otro lado, el emperador pidió ver a la princesa para proponerle un puesto diferente pero que quizá le interesara, pero fue informado de que ella había salido temprano y que aún no regresaba.

—carajo —Gerald estaba preocupado, pero según él estaba preocupado solo por las consecuencias que tendría su país si esa mujer es asesinada.

.

.

.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play