Estrella Vans vivía una vida relajada e inmensamente feliz junto a sus padres, Carlos Vans y Daniela Lumbí. La empresa de su padre se ubicaba entre las mejores empresas de construcción del país. Don Carlos lo había logrado con grandes esfuerzos durante la mayor parte de su vida. Sin embargo, para él su mayor tesoro era su familia conformada por su fiel y cariñosa esposa y su amada hija, por ellas sería capaz de ofrecer su vida.
Don Carlos: Amor, sabes que mi felicidad está completa junto a tí y a nuestra hija, desde el momento que llegamos a este país me dediqué a trabajar con todas mis energías para que nada les falte a las dos.
Doña Daniela: Lo sé amor, y créeme que tanto Estrella como yo lo valoramos y te amamos.
Al entrar Estrella en la sala, ve una escena bastante familiar, sus dos padres bien abrazados y en amoríos, lo cual no es extraño para ella, pues esta imagen se repite muy a menudo en su hogar.
Estrella: Creo que me mudaré pronto de esta casa, con ustedes dos no se puede, les recuerdo que tienen una hija soltera, que nunca ha tenido novio...
Don Carlos: No es por falta de pretendientes, querida hija, ni porque tu mamá o yo te lo impidamos.
Don Carlos es interrumpido por el ama de llaves quien nerviosa se acerca para informar que dos oficiales de la Policía le están buscando. Sin esperar los oficiales entran y detienen a don Carlos bajo los cargos de lavado de dinero y conspiración en contra del gobierno del presidente de la República.
Don Carlos: ¿Lavado de dinero?, ¿Conspiración en contra del gobierno? Creo que aquí hay un malentendido.
Doña Daniela: Mi esposo no ha hecho nada de lo que se le acusa, estas acusaciones son falsas, él es un hombre honesto, con sus impuestos al día y cumplidor de la ley de este país.
Estrella: Aunque no seamos ciudadanos cumplimos las leyes y mi padre es uno de los mayores contribuidores en la economía de este país.
Oficiales: Eso no nos consta a nosotros, él queda detenido y si ustedes se oponen a la autoridad serán detenidas también. Deberían de buscar un abogado para el señor, porque lo va a necesitar para no podrirse en la cárcel.
Ambas mujeres lloran desesperadamente ante tal situación, mientras don Carlos es esposado y conducido a la patrulla y les alienta a calmarse y llamar al doctor Fernández, abogado de la empresa.
Al enterarse el doctor Fernández se dirige a la estación policial y hace todo lo posible, agotando sus conexiones que como abogado mantiene, para lograr hablar con don Carlos.
Don Carlos: Rafael ¿qué está pasando, por qué se me acusa de algo así? Paga una fianza para irme a casa mientras realizan las investigaciones, mi mujer y mi hija no están bien, sabes que ellas son mi mayor preocupación.
Rafael Fernández: Don Carlos como su abogado que soy se me está dificultando aún estar aquí con usted, las cosas no son tan sencillas, lo acusan de un delito muy grave y no admiten fianza, por lo tanto, no podrá salir por ahora. Pero, no se preocupe mantendré informadas a la señora y a la señorita de todo lo que pase.
Mientras tanto en la mansión Vans todo era un caos Estrella y su madre no se explicaban lo que estaba pasando, se les informó que algunas cuentas familiares estaban siendo congeladas y otras eran objeto de investigación.
Al amanecer, los ojos de ambas mujeres estaban muy hinchados y rojos por la noche de desvelo y de tanto llorar por su amado padre y esposo.
Estrella: Mamá el abogado dijo que no se nos permite ver a mi padre, ¿aun así quieres que vayamos? Tal vez logremos verlo.
Doña Daniela: Sí, quiero ir tu papá no ha comido desde ayer, quién sabe cómo estará, vamos hija.
Al llegar a la estación policial no se les permite ver a su familiar y son amenazadas para no hacer escándalo en los medios de comunicación, de lo contrario el reo pagará las consecuencias.
Estrella: Pero esto es una violación a los derechos humanos, mi padre es inocente, estas acusaciones son inventadas.
Doña Daniela: Por favor, se lo suplico no haremos escándalo, solo permítanos ver a mi esposo, queremos hablar con él.
Oficial: No es posible, de ninguna manera no lo podrá ver por el momento hasta que sea llevado a juicio.
Estrella: Mamá vámonos, será mejor volver y hablar con los abogados de la empresa.
Durante el retorno a casa doña Daniela analiza la situación.
Doña Daniela: Estrella debemos prepararnos, esto no es más que un complot contra la familia y contra la empresa Camsas. La empresa tiene muchos ingresos pues tu padre es un hombre muy inteligente y ha logrado acumular mucha fortuna. Trasladaremos todo el dinero que se pueda a cuentas que tenemos en nuestro país, y tú te irás para allá. Hablaré con el primo de tu padre para que te reciba y tú te encargarás de manejar el poco de dinero que podamos salvar.
Estrella: Mamá no me iré, no voy a dejar a mi papá y a ti, no puedo mamá.
Doña Daniela: No se trata de dejar o no dejar se trata de trabajar en conjunto, ahora más que nunca debemos apoyarnos, Estrella, yo me quedaré con tu padre, no permitiré que le pase nada malo.
Estrella: Está bien mamá, pero me iré solo si es necesario.
Pasó una semana y los medios de comunicación pregonaban en grandes titulares: EL INGENIERO CARLOS VANS, FUNDADOR Y PROPIETARIO DE LA EMPRESA CAMSAS HA SIDO APRESADO POR LAVADO DE DINERO Y CONSPIRACIÓN EN CONTRA DEL GOBIERNO DEL PRESIDENTE LINARES.
Todo se volvió aun más difícil, la policía resguardaba la mansión Vans con el objetivo de evitar que brindaran declaraciones a los medios de comunicación.
Doña Daniela: Estrella, mañana deberás irte al país X, esto cada vez está peor y temo que si continúas aplazando tu viaje no te dejen salir después.
Estrella: Me iré mamá porque creo que desde allá podré ayudar a mi papá, buscaré ayuda con las autoridades del país X, moverè cielo y tierra de ser necesario, pero ayudaré a mi padre. ¿Está todo listo en casa del tío José?
Doña Daniela: Sí, él te recibirá en su casa, estaremos en comunicación. Cuídate hija, no te preocupes demasiado y recuerda que también por allá contamos con el apoyo de la familia Varela. Tu padre tiene inversiones en la empresa de su buen y gran amigo Luis Varela, cualquier inconveniente los puedes buscar. Aunque no los recuerdes porque eras una bebé cuando nos trasladamos para acá, ellos sí te recuerdan y nuestra amistad es muy sólida.
Estrella: Así lo haré mamá, no te preocupes por mí, estaré bien, sé cuidarme, soy una Vans.
Por otro lado, en un hotel cinco estrellas se encuentra disfrutando de un delicioso bufete gastronómico Samuel Varela, un joven de 31 años y endemoniadamente atractivo. En esta ocasión está en un viaje de negocios, pues es el gerente en la empresa de su padre, la cual se dedica a la elaboración y distribución de aparatos tecnológicos. El ingeniero Varela presentará en un foro internacional el último invento de su empresa, la computadora portátil que promete una duración de carga de 8 horas, una memoria RAM que supera los 20 Gigabytes y un procesador que llegue a los 4 GHz, es una invención que está creando muchas expectativas en el mundo tecnológico.
Mientras piensa en los avances que ha tenido su empresa le llama la atención una pareja que pasa a su lado mientras se besan y acarician, las palabras que le dice la joven a su novio "amor, prométeme que estaremos toda nuestras vidas juntos", le trae ese recuerdo.
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Flashback
Sosteniendo en sus brazos a una bella mujer mientras hacen el amor, la ropa de ambos esparcidas por el piso, y con la respiración agitada los dos se dedican palabras dulces y románticas. Samuel reconoce que es la primera vez para ambos y una inmensa alegría recorre su corazón.
Samuel: Amor, gracias por permitirme ser el primero para ti, te prometo que serás la única mujer en mi vida.
Karelia: Lo sé, amor, sé cuánto me amas y yo te amo también. Amor, prométeme que estaremos toda nuestras vidas juntos.
Samuel: Te lo prometo, mi reina, estaremos toda nuestras vidas juntos.
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Saliendo de su trance, Samuel siente un dolor en su corazón, pues le es difícil olvidar ese gran amor.
Samuel: Te amé tanto, Karelia, que aún me duele recordar. Ahora no deseo tener a alguien en mi corazón, no deseo que otra mujer llegue y se vaya haciéndome sufrir tanto dolor. Aunque mis padres me animan a casarme no me siento listo, si lo hago será para complacerlos a ellos y darles un heredero, pero no me volveré a enamorar. Por eso he dedicado mi vida al estudio y al trabajo, he logrado conseguir un doctorado y posicionarme en la empresa como gerente general, no por ser hijo del dueño, sino por mi esfuerzo. Simplemente, no quiero pensar en mujeres, ha sido difícil porque por donde voy no faltan quienes me coquetean de todas formas e incluso se han metido en mi cama, pero a mí no me interesa, hay una barrera de hielo cubriendo mi corazón y así se quedará.
Samuel recibe una llamada de su padre quien lo llama para preguntar cómo está yendo todo por ahí. Además, le comenta que según algunas fuentes informativas su amigo Carlos Vans está atravesando un duro momento en el país N, y que no ha podido comunicarse con Daniela, esposa de su amigo. Le comenta el deseo que tiene de viajar al país N para indagar personalmente lo que está sucediendo con la familia Varela.
Samuel: Papá, no te apresures, espera a que yo regrese y así averiguamos lo que está sucediendo y si es necesario viajar lo haremos, yo regreso en dos días espérame, papá.
De esta forma padre e hijo se ponen de acuerdo para indagar lo que está sucediendo con Carlos y su familia.
Mientras tanto Estrella llega al país X a casa de su tío José, en la entrada la recibe él y su esposa Frida.
Estrella: Tío, aquí estoy me alegra tanto poder verlos aunque me apena que sea en esta situación.
Don José: Estrella eres todo una jovencita preciosa, te pereces mucho a tu mamá. Tu tía Frida y yo estamos muy emcionados de tenerte aquí.
Frida: Sí, estamos muy alegres. Espero que nos disculpes por no poder recibirte a como se debe.
Don José: Lamentablemente, te tendremos que alojar en un hotel, pues es muy peligroso para nosotros que te quedes aquí por toda esta situación que está pasando. Pero no te preocupes yo pagaré tu estadía en el hotel el cual es uno de los mejores del país.
Estrella se queda paralizada en el lugar en donde está ante aquellas palabras y aunque quería darse la vuelta y decir que no necesitaba de su ayuda no podía porque no conocía el país y le sería difícil poder ubicarse y conseguir un hotel con tanto equipaje que lleva consigo.
Estrella: E_entiendo tío, no te preocupes la seguridad de tu familia es muy importante. Yo estaré bien.
Don José: Gracias hija, por ser tan comprensiva, si necesitas algo mi abogado estará a tu servicio.
Estrella: Gracias tío, no te preocupes, haces mucho por mí.
Estrella fue conducida al Hotel Princess por el chofer de don José, mientras ella apretaba su mandíbula por lo enojada que estaba con su tío y su esposa. Lo peor era que su padre siempre lo había ayudado económicamente y lo trataba como a un hermano, ahora ni siquiera alojó a su hija bajo su techo. Por ahora lo dejaría pasar.
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