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Amor Prisionero

Prólogo... Miedo a los ogros...

¡Papá, por favor, ya no me pegues!, Victoria clamaba para que su padre dejara de golpearla, él no tenía delicadeza, ella era una chica muy enfermiza, tantos golpes y maltratos habían minado su salud, pero eso no era motivo para que su padre vicioso, la golpeara cada que le daba la gana; eres una escuincla que no sirve para nada... ¿Crees que no me he dado cuenta de que flirteas con ese tipo?

Eso no es cierto, él solo me acompañó a la casa porque me ayudó con las bolsas del mandado, es todo, ya no me pegues...

Pascual, uno de los hermanos la desmintió... No es cierto, ella le estaba coqueteando, anda toda alborotada con él, hay que quitarle las ganas, aunque sea nuestra hermana, al cabo solo es una mujer; Socorro, la madre salió en su defensa, déjenla en paz, es su hermana, alejen esos pensamientos...

Tomó a su hija del brazo y se la llevó a su cuarto... ¿Ves lo que te pasa por coqueta?, nadie, ni siquiera tus hermanos te respetan...

¡Mamá!, yo creí que me defendías porque me querías...

¿Quién va a querer a una mujer como tú?, mírate al espejo, estás muy descuidada y eres una buena para nada... Aséate un poco y ve a hacer la comida, ya hace hambre...

Socorro salió del cuarto y entró al cuarto con su esposo...

Él se había quedado dormido después de la borrachera que se puso...

Así era la vida diaria en esta familia, los hombres maltrataban a las mujeres, Socorro se desquitaba con su hija de todos los golpes que le daba su esposo, pero no solo eso, Pascual y Jorge, hermanos de Vicky, y Mauricio, el padre, también le prodigaban tantos golpes como querían...

La salud de Vicky era precaria, muchas veces iba al hospital a que la curaran, ahí le decían que tenía que demandar a los agresores, pero ella no quería hacerlo, tenía mucho miedo de las represarias, estos hombres no se andaban por las ramas…

Al menos sus padres la dejaban ir a la escuela, ella iba a la prepa, las maestras le preguntaron qué le había pasado, pero ella ocultó la verdad y solo dijo, me caí y me pegué...

Nadie decía nada, todos sabían que su padre y hermanos la golpeaban, pero ella no decía nada...

Siempre estaba muy callada alejada de todos, ella quería estudiar, le atraía la idea de ser azafata, viajar por todo el mundo, y ganar su propio dinero, también soñaba con ser modelo, solo Dios sabe si llegará a cumplir sus sueños...

Todos los días era lo mismo... Vicky había hecho la comida, aprendió desde muy joven, no le quedó de otra, ya que nadie le daba de comer, desde que dio sus primeros pasos, casi que fue aprendiendo a valerse por sí misma...

Alfonso, el hijo de su vecina estaba enamorado de Victoria desde hace tiempo, pero no lo decía por temor al viejo ogro, sabía que era un cobarde, pero no podía hacer nada...

Los amigos de él le decían que si en verdad la amaba, que actuara como los príncipes de las telenovelas y la rescatara de las garras del ogro...

Aunque se lo decían de broma, él sabía que había algo de verdad en todo eso...

Simplemente, no se atrevía a desafiar al ogro porque aún no estaba seguro de si Vicky lo amaba igual que él...

No podía platicar con ella porque no había oportunidad, ya que sus padres la tenían vigilada constantemente, solo tenía un poco de libertad cuando iba a la escuela...

En realidad solo eran pretextos, porque Alfonso le tenía miedo al señor…

Estaba triste porque no se atrevía a sacar a Vicky de ese lugar de mierda...

¿Cómo sacarla de ahí?

Alfonso estudiaba en la UNI, él quería ser Ingeniero en sistemas... Él trabajaba y estudiaba, soñaba con vivir en un mundo mejor, formar una familia y tener un perro grande...

Solo esperaba cumplir sus sueños, la vida era muy dura, pero, él no escatimaría esfuerzos con tal de terminar su carrera, Alfonso estaba convencido que el que no estudiaba nunca pasaría de perico perro...

Por eso le echaba muchas ganas al estudio y al trabajo.

Maricela, una compañera de él en la universidad, se acercó a él porque lo vio muy callado... ¿Por qué sigues pensando en esa mojigata?, ella nunca va a salir de esa prisión, el papá de ella es bien anticuado y machista...

Ella estaba enamorada de Alfonso casi desde que eran niños, no perdía las esperanzas de conquistar su amor, pero era obvio que él solo la veía como amiga...

Olvídate de ella, yo te puedo dar la felicidad que buscas, solo voltea a mirarme...

Maricela, yo no soy digno de ti, además yo estoy enamorado de Vicky...

Tú mereces alguien que no sea un cobarde como yo...

No digas eso, solo te falta un poco de valor, pero todo es cuestión de que te lo propongas...

Gracias, no trates de componer las cosas, soy un cobarde porque no logro vencer el miedo de enfrentarme a los ogros...

Alfonso, si en algo te puedo ayudar no dudes en hablarme, yo te apoyo en todo lo que decidas, sea lo que sea, y perdón por haberme expresado así de Vicky, no sabía cuanto la amas...

Está bien, no pasa nada...

Bueno, me voy, mis padres me esperan para comer, adiós...

Adiós, gracias por tu apoyo, si te necesito te busco, por lo pronto quiero arreglármelas yo solo...

Maricela se fue, y Alfonso se quedó quieto pensando qué hacer para liberar a Vicky...

*Autora*, la siguiente historia, es completamente sacada de la mente de su servidora, todos los nombres, personajes, y lugares son ficticios, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...

La historia de Victoria (Vicky)...

Amor, estoy embarazada...

Vieja estúpida, ¿cómo que estás embarazada?, ya tenemos dos hijos, ya no quiero más...

Pues yo no lo hice sola...

¡Plaf!, la bofetada no se hizo esperar, a mí no me hables así, ¿quién te crees que eres?

Tu esposa...

A, insistes, pues yo te voy a enseñar a respetarme...

¡No!, ¡no me pegues!...

Pero Mauricio no dejaba de golpearla, ella cayó al suelo, y él siguió golpeándola...

Unos vecinos la oyeron gritar y fueron a ayudarla...

Mauricio, al ver llegar a los vecinos huyó como un cobarde...

Inmediatamente, llevaron a Socorro al hospital...

Ella dijo a los doctores que se había caído por las escaleras, y se golpeó con el barandal al caer...

Los vecinos no la desmintieron, era su "rollo", ellos habían cumplido con llevarla, lo demás era cosa de ella...

Socorro tenía dos niños pequeños, de cuatro y tres años, el DIF (Desarrollo Integral Familiar) los recogió en lo que la señora salía del hospital...

El doctor que la checó la fue a ver, señora, esta ud embarazada, el feto sufrió un pequeño golpe, pero afortunadamente logramos detener un posible aborto, debe tener más cuidado...

Sí, doctor, me cuidaré en el futuro...

Estará aquí por lo menos una semana, en ese tiempo veremos cómo evoluciona su curación...

Doctor, no me puedo quedar aquí, tengo dos hijos pequeños...

No se preocupe, ellos están en el DIF, en cuanto ud salga de aquí podrá pasar por ellos...

Ok, gracias doctor...

Los doctores platicaban entre sí, yo no sé por qué hay mujeres que prefieren aguantarse los golpes antes que denunciar a su esposo...

Los golpes hacen que las personas más se enampren y esta mujer no quiere quedarse sin su esposo, aunque la mate...

Bueno, cada quien su "rollo", nosotros no podemos hacer nada sin una denuncia.

Y era verdad, Socorro no quería denunciar a su esposo porque mal que bien la mantenía, y no sabría qué hacer sin él...

Una semana después, Socorro salió del hospital, inmediatamente fue a recoger a sus hijos...

Ellos al verla corrieron a sus brazos... ¡Mamá!, gritaron ambos niños...

Mis niños, cómo los extrañé...

Vamos a casa...

Mauricio no se había vuelto a parar por ahí, había huido cual vil rata...

Esos días fueron de gran tranquilidad para todos, Socorro se puso a lavar ajeno porque sus hijos tenían hambre y no había dinero...

Las mismas vecinas le daban la ropa para que la lavara, le pagaban bien por eso...

Un mes después Mauricio volvió a aparecer, ¿tú?, ¿qué haces aquí?, preguntó un poco asustada...

Pues esta es mi casa, ¿no?, hazte a un lado, vieja fodonga, y dame de comer...

Está bien, Mau...

¿Acaso soy gato?, ¿por qué me dices Mau?...

Perdón, quise decir Mauricio...

Bueno, solo porque quiero comer, que si no, ¿dónde están mis hijos?

Ellos están con la vecina, jugando con sus hijos...

Bueno, allá déjalos, no quiero que estén molestando...

Está bien, Mauricio, no te enojes...

Mauricio comió con avidez, parecía que no había comido en años...

Voy a dormir, no quiero que nadie me moleste, ok...

Sí, no te preocupes.

Socorro le tenía mucho miedo a su esposo, cada que se enojaba le pegaba, ella estaba embarazada, aunque ella no quería tener otro bebé, ¿para qué?, no quería que viniera a este mundo a sufrir...

Una semana después de aparente tranquilidad, Mauricio le dijo a Socorro... ¿Aún sigues embarazada?

Ella le contestó un poco tímida, sssí...

Pues más te vale que sea varón, porque si es una vieja, olvídate que sea bien recibida en esta casa...

Si ya de por sí no aguanto a tus hijos, si es una vieja, menos... Adiós, voy a trabajar...

Socorro no dijo nada, fue a entregar la ropa a las diferentes vecinas, con el dinero que le pagaron fue a comprar algo para hacer la comida, para cuando llegara su esposo...

Sus hijos la tenían sin cuidado...

Estaban muy descuidados, y tenían hambre, dejen de llorar, tengan, cómanse este pan...

Los niños dejaron de llorar, y se fueron a jugar, ya con el pan se habían contentado...

Las palabras de su esposo retumbaban en su cabeza, "pues más te vale que sea varón, porque si es una vieja, olvídate que sea bien recibida en esta casa"...

Un suspiro muy grande, salió de Socorro...

Ella ya no deseaba tener más hijos, pero ya no había nada que hacer, este ya venía en camino y no había marcha atrás...

Días después, ¡Socorro!, ven aquí...

¿Qué pasa Mauricio?...

¿Cómo que qué pasa?, quiero que me des lo mío... Mauricio jaló a Socorro hacia sí, y de un tirón le arrancó la ropa, y sin que ella pudiera evitarlo, la poseyó de una manera cruel, ofensiva y violenta... Cuando quedó saciado, ahora lárgate, no sirves para nada, y menos con esa panza que ya se te empieza a notar...

Socorro salió de ahí completamente humillada, pero aún así no dijo nada...

Esto era todos los días, él la tomaba y luego la humillaba diciéndole que era una fodonga y que no era lo que él hubiera querido, pero se conformaba porque no había de otra.

Socorro salía del cuarto llorando, su esposo era muy cruel con ella...

Para él, la mujer valía menos que nada, y su esposa menos que nadie...

Este hombre había crecido así porque así lo habían educado sus padres, y a ellos sus padres, etc.

Era cruel y despiadado, él creía que lo que hacía estaba bien, y por eso maltrataba a su esposa...

Este hombre no tenía corazón, lo que él ordenaba se hacía y punto... Estuviera bien o no.

Nace Victoria...

Socorro tenía miedo de dar a luz a una niña, no quería que sufriera maltrato por parte de su esposo...

Además, ella también estaba un poco amargada y ya no quería tener más niños, ese embarazo no le gustaba para nada... Había pensado en un aborto, pero sin dinero qué podría hacer...

Dios mío, por favor sácame de este problema...

Varios meses después se llegó la hora de dar a luz, por un tiempo breve Mauricio se portó como todo un hombre y llevó a su esposa al hospital, en su cara se dibujaba la incertidumbre por saber qué traería, ya le había dicho que no quería ninguna mujer, era exageradamente machista porque así lo habían educado a sus padres...

Señor, espere afuera, le dijo el doctor...

Mauricio obedeció y se fue a sentar en la salita...

Fuera lo que fuera de todos modos Mauricio ya no quería tener más niños, ya con los dos que tenía era suficiente...

No tenía para mantener a tanto niño ganaba muy poco donde trabajaba, además, la mayor parte del tiempo se la pasaba tomando y ahí se le iba todo el dinero...

Socorro hacía lo posible por sacar adelante a la familia, se ponía a lavar ajeno, claro toda malhumorada, si por ella fuera hubiera aventado todos los huerquillos al DIF, no quería estar batallando, a ella no le gustaban mucho los niños que digamos...

Pero se aguantaba porque como decía su suegra, nadie la mandó a andar abriendo las patas (así le decía la suegra, que conste)...

*Flashback*... ¿De manera que tú quieres casarte con mi hijo?, eres muy poca mujer para él, ¿qué le puedes ofrecer?, eres una mosca muerta...

No diga eso señora, nosotros nos amamos...

No eres el tipo de mujer que le gusta a mi hijo, eres una simplona...

Y no pienses que te voy a ayudar con tus hijos, nadie te manda a andar abriendo las patas...

Señora, ¿no sé por qué dice eso? De verdad que yo amo a su hijo...

Ni siquiera tienes nombre, eres una cualquiera que viene de la calle, no pienses que te voy a aceptar como nuera...

Socorro no decía nada, estaba preocupada por la manera de actuar de su suegra, lo malo es que ponía a su novio en su contra...

Socorro, ¿qué le dijiste a mi mamá que está muy enojada?, lo noté al llegar... Mauricio creía todo lo que le decía a su mamá...

Yo no le dije nada mi amor, ella es la que se pone a decirme de cosas...

Eso es mentira, mi madre es incapaz de hacer algo semejante, ella es muy buena persona...

Está bien, vamos a olvidarnos del asunto, no quiero tener problemas con ella ni contigo...

Mira Socorro, desde ahorita te digo que para mí, mi madre es todo en la vida, no quiero que le digas cosas ni que te pongas al tú por tú con ella porque si me das a escoger obvio escogería a mi madre...

Pero Mauricio, ¿por qué dices eso?, si yo no le hago nada, ella vino y me empezó a decir que yo era muy poca cosa para ti...

¿Y eso te molesta?, es la verdad, ¿de qué te quejas?

Si yo me voy a casar contigo es porque quiero tener una mujer, pero de ninguna manera creas que vas a valer más que mi madre, además, si me da la gana me caso contigo y si no, nada más te tomo, ¿y qué?

De verdad amor, yo no quiero tener problemas con tu madre, yo hago todo lo que tú quieras pero por favor, vamos a casarnos como debe de ser...

Déjame pensar si me da la gana casarme contigo, la verdad, ya se me quitaron las ganas...

Eres tan poca cosa que ningún hombre se atrevería a voltear a verte, antes di que yo te voy a hacer el favor...

Socorro se quedó callada, en el fondo le tenía miedo a ese hombre y si ella cortaba con él era capaz hasta de matarla...

Socorro ya no supo qué decir, Mauricio interpretó su silencio como que ella estaba de acuerdo en ser solamente su amante...

Entonces es eso, no quieres casarte conmigo nada más quieres que hagamos el amor, ¿verdad?

¡Mauricio!, ella se sintió muy apenada...

¡Bah!, ni te fijes no es cosa del otro mundo...

Y vaya que sí lo hizo, tomó a Socorro sin haberse casado con ella, a la fecha ellos seguían juntos pero sin estar casados, los dos hijos que tenían ni siquiera estaban registrados, no existían para el mundo...

Mauricio les hacía poco caso a sus hijos, estos iban creciendo sin el amor del padre y con una madre toda amargada que los golpeaba sin ningún motivo, porque como su esposo la golpeaba a ella, ella se desquitaba con sus hijos...

Parecía un círculo vicioso, tú me pegas yo les pego a ellos, ellos lloran, y así, no había ni quién los defendiera, pobres niños tan chiquitos, de cuatro y tres años...

Todos esos recuerdos permanecían en la mente de Socorro mientras estaba en la cama del hospital tratando de dar a luz, para ella era una gran satisfacción que su suegra se haya muerto hace un año, ya no la soportaba...

Su esposo se había vuelto más enojón y la maltrataba casi todos los días, antes ahora durante el embarazo ya no la golpeó, pero estaría muy enojado si fuera una niña la que naciera...

*Fin del flashback*...

Señora, ¿me escucha?, puje por favor...

Socorro hacía lo posible, sudaba copiosamente, los dolores eran tan terribles que sentía que se desmayaba...

Puje señora, puje, su bebé ya viene en camino siga pujando...

Socorro hizo un esfuerzo sobre humano y rato después nació el bebé...

Felicidades, señora, es una niña, pesa 3 kg 100 g y mide 50 cm...

Para Socorro fue como un balde de agua fría, ella no quería una niña... Su esposo la iba a matar a ella junto con la niña...

"Dios mío, ¿y ahora qué voy a hacer?, Pues bueno, Victoria, prepárate para los golpes de la vida"...

"Eso te sacas por querer nacer a fuerza, te hubieras quedado en otro lado, no en mi vientre"...

Doctor, llévese la niña no quiero verla, y por favor, no le diga a mi esposo que es una niña yo se lo diré cuando salga de aquí...

Lo siento señora ya se le dio el informe...

¿Ah sí?, ¿Y cómo reaccionó?

No lo sabemos, en cuanto se lo dijimos él se fue...

"Dios mío, no quiero ni pensar en lo que me depara el destino con esta niña"...

Bueno, señora, por lo pronto, nos llevaremos a la niña, de rato la traeremos para que la amamante...

De ninguna manera pienso hacer eso, no la voy a amamantar...

¿Por qué no señora?, es su hija...

O sea, quiero decir no por el momento, no me siento bien...

La verdad es que Socorro estaba muy preocupada, no sabía lo que pensaba hacer su esposo...

Socorro le tenía mucho miedo, no sabía defenderse de su esposo porque él la golpeaba mucho...

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