Los resplandecientes rayos de luz de una hermosa luna llena azul iluminaban la habitación principal donde la princesa esperaba con ansias el regreso del guardián del norte, después de haber volado por primera vez con sus bellas alas ese nuevo mágico cielo al lado de Allen , él la había llevado a descansar unos minutos pues les habían anunciado que por la noche llegaría un pequeño grupo de ángeles enviados a darles la bienvenida
Mientras la princesa veía con plenitud el hermoso panorama que sus ojos podían apreciar suspiro de alegría esa hermosa sensación la hizo estremecer, coloco su mano sobre el cristal del ventanal cerro sus ojos y recuerdos del demonio púrpura y los guardianes del sur llegaron a su mente ,una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro, la calma que sentia su corazón era plena.
Tras unos minutos más el sonido de la puerta abriéndose la hicieron prestar atención hacia la entrada, vio a una joven doncella entrar y hacerle una reverencia, Miriam la correspondió.
_ buenas noches mi señora, me envió el señor Allen estoy aquí para servirle en todo momento _ dijo la joven.
Miriam sonrió y enseguida pregunto.
_¿ cual es tu nombre?_
_ mi nombre es Mabeth mi señora y yo la asistiré en todo lo que usted necesite _
Miriam hizo un gesto de gratitud.
_ bien Mabeth por el momento no tengo nada que quiera que hagas solo... ¿podrías decirme dónde puedo encontrar a Allen ?_ dijo Miriam.
_ el señor está en la sala de reunión, los consejeros han llegado y él está con ellos, el señor me envió para que le ayude a alistarse para la presentación mi señora _ respondió la joven
Míriam vio detenidamente la vestimenta que traía puesta, le parecía adecuada e inmediatamente dijo.
_ que tal su voy así, no le veo nada malo a lo que traigo puesto _
La joven doncella movió ligeramente la cabeza en señal de negación mientras sonreía.
_ no mi señora es noche de gala y para esas ocasiones se utiliza ropa adecuada _ dijo la joven y rápidamente se apresuró a asomarse al pasillo y hacer una señal para que un par de jóvenes entraran apresuradamente cargando varios vestidos todos en tonos claros y calzado para la princesa.
Después de colocar las cosas sobre la cama los jóvenes salieron de la habitación dejando a Mabeth con la princesa.
Después de unos minutos habían terminado, Miriam estaba por levantarse del tocador cuando Mabeth le dijo que aun le faltaba algo, la joven abrio un estuche y se lo mostró a Miriam, el cual al abrirlo en su interior contenia un collar con un hermoso zafiro, Miriam lo tomo y se lo entrego a Mabeth pidiéndole le ayudará a ponérselo la joven estaba por ponerle el collar a Miriam cuando en eso Allen entro y le pidió el collar a Mabeth ella rápidamente se lo entrego.
_ gracias Mabeth yo me encargo , ya puedes retirarte_ dijo con cortesía Allen mientras le colocaba el collar a Miriam
La joven asintió y salió de la habitación.
_ estás hermosa mi princesa _ dijo Allen mientras depositaba un pequeño beso sobre el cuello de Miriam.
Miriam se estremeció y sonrió, enseguida lo abrazo con fuerza.
_ te amo mucho mi hermoso ángel _ le dijo mientras le acariciaba el rostro delicadamente.
_ yo también te amo _ respondió Allen.
_ ven ya es hora, bajemos de una vez,no hay que hacer esperar a nuestros invitados, hay muchas cosas que tenemos que hacer y entre más rápido se resuelvan tendremos más tiempo para nosotros _ dijo Allen mientras llevaba de la mano a Miriam hacia la salida.
Miriam respiro hondo podía sentir los nervios recorrer su cuerpo, pero al ver a Allen caminar a su lado tan serenó se tranquilizó , sus miradas se cruzaron unos segundos, Allen sonrió tiernamente y apretó la mano de la princesa solo esa acción basto para que Miriam retomará valor pues con ese gesto del guardián ahora sabía que ya no estaba sola nuevamente respiro hondo y se soltó de la mano del guardián para aferrarse de su brazo de esa manera caminaron en silencio hasta llegar al salón principal a su llegada fueron recibidos como era de esperarse por la corte real.
_ ¡demos la bienvenida al príncipe Allen! Gobernante de este su reino, hijo de Miguel nuestro general de la milicia celestial!, ¡Y a la princesa Miriam ! portadora de la luz y el amor infinito hija de Gabriel nuestro mensajero de luz y la verdad _ dijo el heraldo
Una vez terminada las presentaciones Allen y Miriam cenaron en armonía y total calma con sus invitados y súbditos al término del evento. Miriam y Allen se dirigieron hacia lo alto del castillo ahí en una de las torres había un pequeño jardín con las flores y plantas más hermosas que jamás se podrían ver en la tierra, Miriam quedo fascinada con el lugar sonreía y abrazaba a Allen asombrada, mientras que el guardián solo la miraba con ternura y también sonreía, después de un rato Allen sujeto a Miriam de una mano la miro fijamente a los ojos y dijo.
_ Miriam hay algo que quiero pedirte y creo que este es el momento que he esperado por tanto tiempo._ Allen suspiro y soltó la mano de la princesa para poder sacar de uno de sus bolsillos un anillo con un hermoso zafiro incrustado que hacia juego con el collar que la princesa traía puesto.
_ dime mi princesa ¿aceptas ser mi esposa por la eternidad?_ dijo Allen mientras se ponía de rodillas esperando a que Miriam respondiera.
_ por supuesto que si mi hermoso ángel, ya lo soy, pero si quiero ser tu esposa nuevamente _ respondió Miriam.
Allen coloco el anillo en el dedo de Miriam depósito un pequeño beso sobre la clara piel de la princesa, se incorporó y dijo.
_ en realidad nunca has sido mi esposa mi princesa, nunca hemos estado casados
Miriam lo vio sorprendida.
_ ¿qué dices Allen?_ dijo Miriam
Allen sonrió mientras acariciaba el cabello de Miriam.
_ es verdad lo que digo , Miriam tú y yo nunca hemos estado casados, pero eso ahora cambiará, por fin serás mi esposa para siempre_ dijo el guardián.
_ pero yo recuerdo que si... yo lo ví en un recuerdo _ dijo Miriam.
_ ¿en un recuerdo? No princesa tú lo que viste no fue un recuerdo del pasado, lo que viste fue una visión de nuestro futuro que ahora está a punto de hacerse realidad, dijo Allen mientras buscaba los labios de la princesa
Así esa mágica noche la princesa Miriam y el guardián Allen con un beso apasionado sellaban un laso divino que los ataría uniendo sus vidas por la eternidad.
con un sentimiento de felicidad la princesa Miriam veía con total plenitud las hermosas formas luminosas que resplandecientes a lo lejos brillaban a un siendo de dia, eran nubes de varios tamaños y mas haya a la lejanía podía distinguir planetas de diferentes colores que brillaban con tanta intensidad , así con la mirada fascinada siguió admirando el paisaje mientras poco a poco llegaba la noche , pensó en que quizás podría distinguir a la hermosa tierra de entre esos variados planetas, hacia solo unos días que la había dejado atrás y ya la extrañaba , por varios minutos trato pero no pudo encontrarla.
Después de un largo tiempo cayó en cuenta que ahora estaba en un nuevo universo y que el sitio donde ahora se encontraba era completamente distinto a lo que conocía lo que ahora había visto le parecía extraordinario y de una belleza sin igual, mil pensamientos ocupaban su mente, pronto llegaría el día de su boda con el guardian Allen y mientras seguía maravillandose con tan hermoso lugar pensaba y pensaba en como decirle a Allen que a un después de haber fragmentado su alma en tres partes seguía recordando al demonio púrpura y a los guardianes del sur.
Pronto los astros que iluminaban el lugar comenzaron a desaparecer detrás de unas colinas a la lejanía para darle paso a un hermoso cielo nocturno con hermosas estrellas brillantes de colores, a la princesa ese nuevo universo le parecía tan mágico y divino, mientras duró su estancia en la tierra no recordaba ni una sola vez en todas sus vidas haber visto tales cosas tan maravillosas como las que ahora parecía vería para siempre, de pronto se sintió rodeada por los brazos del guardián estrechándola con fuerza hacia él, haciendo que todos esos pensamientos se disiparán al sentir el toque de su hermoso ángel.
- ¿qué tal su día majestad? - dijo Miriam mientras se giraba y quedaba frente al guardián.
Allen dio un respiro hondo y después respondió mientras se dibujaba una sonrisa en su rostro.
- pues hay tantas cosas que hacer que no sé por cuál empezar -
Miriam sonrió y enseguida busco los labios de Allen depósito un suave beso sobre ellos cuando termino le dijo que ya no estaba solo que ahora ella estaría a su lado para ayudarlo y resolver cualquier situación que se les pusiera enfrente, Allen la miro fijamente y asintió basto solo con una sonrisa para hacerle saber a Miriam lo que estaba sintiendo , enseguida la estrecho entre sus brazos respiro hondo mientras hundía su rostro en el cabello de Miriam.
La princesa no quería que hubiera nada secreto entre ellos el guardián ya había sufrido tanto tiempo por solo decidir ella sola, Miriam se soltó de Allen y se distanció un poco aclaro su garganta y prosiguió a declarar lo que sentía durante gran parte de la noche ella y él conversaron e intercambiaron sentires después de hacerle saber que aún recordaba al demonio púrpura y los guardianes de la tierra Allen vio entristecer ligeramente la mirada de Miriam él se levantó del sillón en el que estaba y fue hasta el lado de Miriam la tomo de las manos y la hizo levantarse de su asiento le tocó suavemente el mentón la miro directo a los ojos
_ princesa mía mira _ dijo Allen mientras señalaba hacia la ventana
Miriam confundida dirigió su mirada a la venta para después regresarla hacia Allen con la expresión de confusión lo vio directo a los ojos por unos segundos.
_ no te das cuenta en qué lugar estamos, ya nada puede separarnos ve, estamos en un lugar del tercer cielo _ dijo Allen mientras sonreía
_ somos los primeros de nuestra especie aquí en este sitio ,esta es nuestra tierra prometida, y la compartiremos juntos _
Miriam se limitó a solo sonreír y asentir.
Así de esa manera las dudas que tenía se fueron disipando de su mente, mientras pasaban los días hasta que la fecha para su unión con Allen llegó.
Cómo era de esperarse los Ángeles y Arcángeles más importantes del paraíso se dieron cita al reino de luz de la princesa Miriam y el príncipe Allen.
La princesa caminaba sujeta del brazo de Gabriel por una alfombra de pétalos luminosos de las más hermosas flores hacia el encuentro del guardián que la esperaba alegre y orgulloso al pie de un hermoso altar en compañía de Miguel la visión que Miriam había tenido en la tierra se estaba cumpliendo después de tanto tiempo por fin se veía al lado de su príncipe celestial vestidos de novios pero a comparación de aquella vez que solo fragmentos de imágenes que creía eran recuerdos ahora veía la realidad del panorama completo.
Allen la sujeto del brazo para guiarla el resto del camino hacia el altar.
Era ese preciso momento el que había visto hacía muchos años atrás, la ceremonia se llevó a cabo tal y como se esperaba por fin Allen y ella estaban vestidos de novios, se encontraban frente de un altar él le sostenía las manos a ella y amorosamente el le dijo sus votos de amor.
_ yo Allen te prometo a ti Miriam que cada día de mi existencia, con toda mi fuerza y mi poder, te amaré y te protegeré no dejaré que nada ni nadie, ni siquiera el tiempo pueda separarnos, , nuestro destino lo forjaremos juntos, siempre seré tuyo como tu mía, te prometo amarte desde hoy y para siempre por toda la eternidad._
De esa manera Allen y Miriam unían sus vidas por la eternidad vestidos de novios en la tierra prometida.
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Hola solo para recordarles como son Allen y Miriam.
Míriam se encontraba en el techo de la torre más alta del castillo después de haber sobrevolado el territorio junto a Allen se había quedado a solas, a apreciar el celestial paisaje desde lo más alto, las olas rompían con fuerza en las lejanas tierras que estaban más haya las cuales a un no había sobrevolado pero que ansiaba con poder hacer lo más pronto posible, no deseaba hacerlo sola pero desde su llegada a ese lugar Allen y ella gran parte del tiempo se la pasaban dentro del castillo conociendo cada detalle del nuevo universo que ahora tendrían que proteger.
A pesar de que ahora estaba con su bello ángel algo dentro de su corazón no la dejaba estar tranquila del todo presentía que algo estaba a punto de pasar, pero no tenía ni idea de que podría ser, pues ahora estaba en el paraíso lejos de la maldad de la humanidad y del infierno estaba inmersa en sus pensamientos cuando sintió el cálido abrazo que Allen le hizo con sus suaves alas blancas, Miriam quedo atrapada entre las alas del guardián se giró para quedar frente a frente y sonrió.
_ ¿ qué estás pensando mi reina hermosa?_ la sorprendió Allen.
_ yo ... Miriam suspiro, yo solo estoy pensando en que habrá más halla en aquellas tierras donde las olas rompen _ contesto Miriam
Allen sonrió y mientras besaba a Miriam en la frente respondió.
_ talvez en unos días más podríamos ir a echar un vistazo, te lo prometo mi amor _
Miriam asintió y se abrazó con fuerza de él ,cerro sus ojos y respiro hondo, su rostro estaba en el pecho del guardián y podía escuchar su latir
_ ¡te amó mucho mi hermoso ángel!, prometo no apartarme de ti nunca más _ dijo Miriam con sentimiento
_ lo sé mi amor, lo sé _ respondió Allen abrazando más fuerte a Miriam.
De esa manera la ahora reina Miriam fue perdiendo poco a poco la noción del tiempo pues en ese nuevo lugar el tiempo parecía no transcurrir de la misma manera que en la tierra o en cualquiera de los tantos infiernos existentes .
Una noche mientras Miriam dormía entre los brazos de Allen un sueño la hizo despertar con una extraña sensación, vio que Allen dormía profundamente, con mucha cautela se levantó lentamente de su lado no quería despertarlo, se dirigió hasta una de las enormes ventanas que daban al balcón principal de la recámara miró a traves del cristal era una noche lluviosa en el reino vio como las gotas de agua chocaban contra el, durante un rato estubo ahí de pie viendo por el cristal mientras recordaba su sueño.
Después de un rato Allen sintió el vacío en su cama abrió los ojos y notó la ausencia de Miriam se incorporó lentamente la habitación estaba casi en penumbra pues los luminosos astros del lugar habían sido opacados por las nubes y la lluvia a un así distinguió la silueta de Miriam observando por la ventana, se dirigió en silencio hasta su lado al tocarla sintió como Miriam se había asustado pues ella estaba tan hundida en sus pensamientos que no noto su presencia acercándose hacia ella.
_ perdón si te asusté_ dijo Allen mientras rodeada a Miriam con sus brazos y le daba un beso.
_ ¿ qué pasa, no puedes dormir? _ dijo Allen.
Inmediatamente Miriam suspiro sonriente
_ ¿ dime sucede algo?_ cuestiono Allen.
Miriam solo negó con la cabeza.
_ solo estaba pensando que ya llevamos un buen tiempo sin salir de aquí y me preguntaba si de verdad somos libres o si este castillo es nuestra prisión eterna _ dijo Miriam.
Allen simplemente sonrió mientras acariciaba el rostro de Miriam pensaba en lo que acababa de decirle.
Allen busco los labios de Miriam para besarlos, Miriam cerro sus ojos y se dejó llevar por sus sentimientos Allen guío a Miriam hacia la cama sin dejar de besarla la recostó y entregándose a la pasión hicieron el amor.
Después de haber se entregado al amor Allen contemplaba la belleza de su reina que dormía profundamente entre sus brazos , las palabras de Miriam seguían en la mente del guardián, él suspiro y pensó que si de esa manera sería su vida al lado de la mujer que amaba no le importaba estar en un prisión eterna
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