Esta es la historia es como cualquier otra, un par de protagonista enamorados, que deben luchar contra las adversidades para poder ser felices finalmente. La protagonista es la chica linda y recién llegada al imperio, la cual capta la atención del príncipe heredero, quien ya esta comprometido, aún así, ambos comienzan a verse, al principio como amigos, el príncipe heredero ayuda a la protagonista, pues ella tiene intenciones de entrar a trabajar al palacio como asistente del primer ministro, si, en este mundo las mujeres tienen casi los mismos derechos que los hombres, aunque siguen existiendo los compromisos arreglados, tal es el caso del príncipe y es que la familia de su prometida es una de las más leales al imperio y su hija, aquella prometida, fue nombrada "santa" debido a su poder divino, ella demostraba astucia y un poder inigualable, por eso, incluso era favorecida por los emperadores, pues cuando la emperatriz se enteró del enamoramiento de su hijo, le reclamo e intento hacerle ver que lo que hacía no era lo correcto, pues ahora que las mujeres tienen mayores derechos, también se ha prohibido que los hombres tengan concubinas, eso se considera una ofensa para la familia de la esposa y ella esta en su derecho de divorciarse y quedarse con una parte de la fortuna de su esposo, además de que también el esposo se vuelve víctima de críticas ante la sociedad, algunos quienes han pasado por eso, han perdido incluso sus negocios e inversiones de sus socios.

Así que la emperatriz le advierte que perdería su prestigio si todo mundo se entera de la infidelidad y al no ser el único príncipe, su puesto como heredero, no está asegurado, si, el príncipe tiene un hermano menor, el segundo príncipe, quien posee el título de gran duque de Plezayes, un ducado extenso, que se asemeja al de un reino. Este ducado le fue dado debido a su desempeño en la guerra a la cual fue enviado para proteger al príncipe heredero, ¿por qué se hizo esto? Porque en realidad el segundo príncipe no es hijo de los emperadores, solo lo adoptaron cuando sus padres fueron asesinados, ya que en realidad es sobrino del emperador, hijo de la hermana de este, la cual se caso con el gran duque de Plezayes, un duque temido y poderoso, ya que descendía de las hadas sombra, cuyo poder venía de las oscuridad. La emperatriz odiaba a su sobrino, porque temía que un día quisiera tomar el trono.

Ante tal advertencia, el príncipe heredero, debe ser más cuidadoso, pues no puede romper su compromiso sin razón alguna. Aún así, él y la protagonista seguían viendo a escondidas, para cuando la prometida del príncipe se entera, comienza a pasar más tiempo en el palacio, haciéndole advertencias a la protagonista y asegurándose de hacerle saber que ella no es nadie. La propia villana hace saber a las mujeres de su círculo social que la protagonista anda tras su prometido y que no desea ser asistente del primer ministro, que solo entro al palacio para seducir al príncipe, debido a esto, el acoso contra la protagonista comienza. Pero siempre esta el príncipe heredero para protegerla, asegurando que ella solo es su amiga y no como se dice, es decir, la hipocresía en su máximo esplendor.

La villana logra convencer a la emperatriz de conseguir un matrimonio para la protagonista, pues la emperatriz tampoco estaba feliz de que su hijo vea a la protagonista. Así que consiguen que un Conde se interese en ella, aunque era un hombre mayor, aun no se había casado debido a su mala reputación. Aún así la emperatriz estaba dispuesta a entregarle en matrimonio a la protagonista. Para cuando el príncipe se entera, le reclama, no puede permitir que su amada sea entregada a otro hombre, menos a un desquiciado como aquel conde,

Durante este conflicto llega también el gran duque, quien estaba dispuesto a quitarle el título de heredero al príncipe, al haberse enterado de los rumores de una amante. Además consideraba a su hermano un cobarde al esconderse bajo las faldas de su madre para no ir a la guerra. Así, los protagonistas deben enfrentarse al posible matrimonio de la protagonista y al rival del príncipe por el trono. Pero durante el desarrollo de ambos conflictos y antes de que la protagonista sea llevada con su futuro esposo, la villana le hace la vida imposible en el palacio, es entonces cuando durante un ataque al templo por los enemigos del imperio, el emperador resulta herido y es la protagonista quien demuestra tener poder divino sanando la grave herida del emperador, los del templo al ver esto, deciden proteger a la protagonista y proclamarla la santa, título que le fue dado a la villana antes por sus poderes divinos, aunque ella al protestar, descubre que sus poderes ya no los tiene, siendo una especie de castigo por atentar tantas veces contra la protagonista.

Ella es expulsada del templo y estos se niegan a permitir que la nueva santa se case con el conde, ya que una santa solo puede casarse con quien ella quiera, eligiendo así al príncipe y como la villana ya no era apta para emperatriz por su mala reputación, se le concede el matrimonio, aumentando así el apoyo del príncipe heredero y el gran duque, furioso decide que debe seducir a la santa, para tener su apoyo, aunque en su intento, quien termina enamorado, es él.

Al saber del interés del gran duque hacia la santa, la villana enfurece, no era posible que dos hombres estuvieran enamorados de ella. Así que decide secuestrarla con ayuda del Conde, ya que este había quedado enojado cuando no se la entregaron, pero claro, el protagonista y el gran duque se enteran de todo y van a su rescaté, así, descubren quien apoyo al conde y tanto este como la villana son ejecutados, el gran duque, por amor a la protagonista olvida su ambición por el trono y los protagonistas por fin se casan, obteniendo su final feliz.

Y ahora, Celine, ha despertado en el cuerpo de la villana, Katerina Rosesky, quien apenas tenía 14 años, por lo que durante ese tiempo, ha tenido que adaptarse a esa nueva vida y sobre todo, vivir como una niña cuando en realidad es un alma de 25 años, quien murió por un terrible accidente, pero contar eso, ya no es importante, ahora ella debe decidir que hará con su nueva vida.

A sus padres les extraño que después de pasar días con fiebre, su personalidad cambió drasticamente, pasando de una niña caprichosa y mimada, a una seria y aplicada, dejo sus excesivas clases de etiqueta, para pasar a entrenar su magia y sus habilidades de pelea. A su madre le pareció molesto que hiciera eso, pero a su padre le hizo sentir orgulloso, así que lo permitió y su madre no pudo oponerse. La razón por la que su padre lo permitió es porque él aceptaba que las mujeres fuesen libres de hacer lo que desean sin necesidad de solo dedicarse a ser amas de casa. Aunque lo que ella no pudo evitar, es el compromiso con el príncipe heredero, ya que este se acordó hace un año atrás y justamente ese día, tenía que recibir la visita del príncipe. Katerina esperaba en el salón de té, aunque preferiría estar fuera haciendo algo útil.

— debes comportarte, no puedes causar una mala impresión, hoy es el primero día que su alteza te visita desde el acuerdo de compromiso.— hablaba su madre.

Esa mujer parecía ser la más feliz con ese compromiso.

— ¿cree que me importa impresionar al príncipe? Le recuerdo que el compromiso ha sido en contra de mi voluntad.—

— ¿como te atreves a hablarme así? Soy tu madre y me debes respeto.— golpea con fuerza la mesa.

El estruendo se escucha por el pasillo y Katerina se pone a sollozar.

— madre por favor no...me duele.— grita Katerina.

La marquesa se extraña por sus palabras, pero al escuchar el ruido de la puerta al abrirse, voltea viendo a su esposo, quien luce molesto.

— esposo, no es lo que cree yo...—

—¿que es lo que creo?, deja de molestar a tu hija, ella tiene derecho a elegir sus propias acciones. No estamos en la era donde las mujeres tienen que ser educadas solo para ser amas de casa, si ella quiere entrenar esta bien, el año pasado fue nombrada como santa, es importante que entrene su mana.— el marqués luce realmente molesto.

— esposo, no es eso, es que su alteza viene hoy y Katerina se ha puesto grosera. Ella debe de impresionar al príncipe.—

— ella no tiene porque impresionar a nadie, así se trate del príncipe. Sal de aquí.— le ordena.

La marquesa se va enojada y le frustra que ahora Katerina no haga lo que ella ordena.

— tranquila, no necesitas impresionar al príncipe, si él se porta mal, yo hablaré con el emperador.— trata de calmar a su hija.

— gracias padre, por eso te adoro.— muestra una sonrisa.

Al menos el marqués es un padre amoroso y comprensivo, pero si la marquesa sigue así de insoportable, lo siente por el marqués, pero tendrá que volverse viudo.

...

*******

Como ya solo falta poco para el final de La Villana Exiliada, aquí les dejo el primer capitulo de la nueva historia y espero también me acompañen a esta nueva aventura.

Después de aquel pequeño inconveniente, no paso mucho para que el príncipe llegará, era un joven de unos años mayor que ella, hasta donde recuerda, debe de tener 17 años. Cuando el príncipe entra, puede verse es un joven apuesto, con una sonrisa amable, cabello rubio y ojos azules, el hombre que toda mujer desearía.

Este se presento de manera amable ante Katerina y ella hizo lo mismo, pasando a la mesa de té, donde el joven príncipe, no dudo en elogiar los postres, Katerina se mantenía tranquila y cuando el príncipe la felicitaba por sus buenas notas, Katerina agradecía de manera cortés. El príncipe puede notar el desinterés de la pequeña hacía su persona, era la primera vez que veía a una chica desinteresada en llamar su atención.

— supe también que fue nombrada santa el año pasado, debe de estar emocionada.—

— no, no veo ese nombramiento como algo emocionante.— responde de manera sería.

— quizas lo dice porque tiene mucha presión para usted, ¿cierto? Los del templo son estrictos.—

— el templo me ha enviado un profesor, pero no creo que sea tanta presión, al menos no por ahora.— responde con tranquilidad.

— si, me han dicho que es responsable en todo, creo que por eso no se le complica nada, por el contrario a mí, a veces es aburrido asistir a clases.— se queja.

— usted es el futuro emperador, es normal que sus clases sean complicadas, pero, ¿que clase de emperador planea ser?, debe de conocer todo sobre su país, etiqueta, estrategias de guerra y por supuesto, debe ser un espadachín experto.—

— no necesito ser estratega, la guerra no es para mí, en dado caso de haber una, mi hermano menor es quien será el comandante de las tropas.—

《Cobarde》pensó para si misma. Es obvió que es un debilucho, ella puede sentir un mana de muy bajo nivel.

— su hermano entonces será un valiente guerrero, es admirable que el segundo príncipe sea quien comande las tropas si hubiese una guerra.— menciona con emoción.

— no es para tanto, ser emperador tampoco es fácil, hay que tratar con nobles necios y poder tener grandes alianzas.—

Katerina no responde nada más, ella podrá tener solo 14 años, pero puede notar que el príncipe no soporta que su hermano menor sea quien lo opaque.

— tiene razón, pero en mi opinión, un emperador también debe saber como lidiar con una guerra, si no, ¿como protegerá a su país?, no puede solo depender de su ejército, debe ser un buen líder y guiar a sus tropas a la victoria.— habla con seriedad.

El príncipe se ve molesto por las palabras de la pequeña, nadie se podría imaginar que una pequeña sería capaz de dar en el orgullo de un príncipe orgulloso. Al ver que no puede argumentar nada más, simplemente menciona que se le hace tarde para una clase y que es importante, por lo que se retira rápidamente y enojado. La marquesa ve que el príncipe no demoró en irse, causando molestia, seguramente su hija hizo algo para hacerlo enojar. Pero cuando entra al salón, Katerina tenía la ropa mojada por el té y la taza del lado del príncipe, estaba rota sobre el piso.

— ¿pero que paso aquí? Seguramente fuiste grosera con el príncipe.— grita molesta.

— ¿está diciendo que es mi culpa? Le haré saber a mi padre esto.— habla con tranquilidad.

— no dirás nada, es claro que fuiste la culpable de que esto pasará. Ve a cambiarte y mañana mismo enviarás una carta de disculpas.—

Katerina solo le sonríe con burla a su madre y se baja de la silla para ir corriendo en dirección a la oficina de su padre, aunque su madre la alcanza y le sostiene del brazo, causando que la niña grite.

— basta, no molestaras a tu padre por una estupidez.— le riñe.

— mamá me lastima...—

—¿que es este escándalo?— el marqués abre la puerta.

De inmediato la marquesa suelta a Katerina, pero el marqués nota la ropa manchada de la niña, incluso su cabello se ve mojado.

— Katerina, ¿que paso? ¿No se supone que el príncipe vendría a la hora del té?—

— padre, el príncipe fue grosero y me aventó el té encima.— la niña se cubre los ojos con ambas manos mientras solloza.

— esposo, no le hagas caso, seguro ella fue grosera con su alteza, ya le he dicho que mañana debe enviar una disculpa.— se excusa la marquesa.

—¿no debería ser lo contrario? Es tu hija y excusas al príncipe por su actuar con ella, me parece que estas mal, no por ser el príncipe, se va permitir que haga eso, no me quiero imaginar como la tratará si se casa con él.— el marqués estaba furioso.

— pero esposo, el compromiso es importante, es la oportunidad para esta familia suba de estatus.—

— basta. Yo sabré lo que es importante para mi hija, y lo más importante es su seguridad.—

El marqués le pide a Katerina que suba a su habitación y ella así lo hace acompañada de dos doncellas, mientras que la marquesa se queda a discutir con el marqués, pues estaba sumamente enojada por como le quita la autoridad sobre su hija. Para ella es importante escalar, pues aunque la familia tenga prestigio, sigue siendo una familia de marqués y si Katerina se casa con el príncipe, podría subir de estatus y además sería conocida por ser la suegra del mismísimo príncipe heredero.

El marqués prefiere no seguir discutiendo y le prohíbe seguir culpando a Katerina por lo que paso, si el príncipe no supo respetar a su hija, para él, ese joven no la merece, ya que actuó de manera detestable, siendo que tiene 17 años y Katerina 14.

— tirarle el té encima, no es algo muy maduro y respetable. No se como puedes pensar que tu hija es la culpable.— le grita molesto.

— porque se ha vuelto una rebelde, debería de mejorar sus modales y su manera de hablar. Buscaré maestros más estrictos.— responde.

— no haría nada, mi hija tiene derecho a elegir, ya no estamos en esos tiempos donde podrías obligarla a ser la esclava de un hombre despreciable. Si sigues con esa actitud, me encargaré de romper ese compromiso.—

La marquesa guarda silencio y al no poder decir nada más, se marcha del lugar, pero estaba furiosa, incluso sus doncellas le dicen que el marqués esta siendo injusto con ella.

***

Katerina estaba en su habitación después de un baño y cambio de ropa, se tiro a la cama mientras reía, al subir las escaleras hace un momento, pudo escuchar como el marqués regañaba a la marquesa.

— esa mujer se lo merece, por ser tan fastidiosa.— sonríe con burla mientras que al mover sus manos una neblina fría se deja ver alrededor de éstas.

Era increíble poder estar en un lugar, donde la magia es posible, eso, le dará mucha ventaja en su camino a lograr su objetivo.

...

Una semana después, llego una invitación para Katerina, era de la emperatriz para reunirse con ella, quería conocerla y beber el té con ella, al saber de esto, la marquesa estaba más que feliz, por lo que no dudo en conseguir el vestido más elegante, aunque ante los ojos de Katerina, era más horrendo y con demasiados adornos. Katerina por su parte usa un vestido sencillo, aunque la marquesa quería que usará uno que ella escogió, pero para la niña era un vestido horrible y aunque la marquesa insistía en que lo usará, el marqués intervino, permitiendo que Katerina usará lo que ella quisiera.

Al llegar al palacio, son recibidos por las doncellas de la emperatriz, quien las lleva hacía el palacio de la rosa, residencia de la emperatriz, el marqués también iba con ellas, ya que la invitación era para la familia. Al llegar al salón, ya estaba la mesa lista con postres, la emperatriz estaba en su asiento, así que los tres hacen una reverencia ante la mujer con su respectivo saludo, aunque la emperatriz fija mejor su vista en la pequeña Katerina.

— adelante, tomen asiento. Lady Katerina, esta usted hermosa, no cabe duda que mi hijo es tan afortunado por tenerte como prometida.—

— gracias majestad.— responde de manera seca.

La emperatriz nota esa manera tan seca de responder, lo cual le hizo fruncir los labios.

— mi hija esta nerviosa, pero ella también se siente afortunada de ser la prometida del príncipe.— se excusa la marquesa.

Katerina solo mira a su padre, quien se ve molesto por como responde la marquesa, parece que la mujer esta muy interesada en quedar bien ante la emperatriz. Mientras ellas hablan, llega el príncipe heredero, así que los tres se ponen de pié para saludar con una reverencia.

— que honor que su alteza nos acompañe.— comenta la marquesa.

— me tome la molestia de invitarlo, será una agradable reunión de ambas familias, aunque el emperador no podrá venir.— se excusa la emperatriz.

— es comprensible, su majestad tiene muchos deberes.— responde el marqués.

—¿tampoco su alteza el segundo príncipe pudo venir? Siendo una reunión familiar me sorprende no verlo, y yo que quería saludarlo, su alteza el príncipe heredero me habló de él y admiro el valor del segundo príncipe.— no duda en expresar su admiración.

Quiere que sea evidente su mayor interés en el segundo príncipe y no en el príncipe heredero, lo cual parece funcionar, pues la emperatriz no luce nada feliz, aunque es obvio que nisiquiera lo invitó debido a que esa mujer no le interesa el segundo príncipe.

— l-lady Katerina parece muy interesada en el segundo príncipe, sin embargo, expresar ese interés podría ser malinterpretado.— responde la emperatriz.

—¿por qué? ¿En verdad es malo expresar mi admiración, padre?— Katerina observa al marqués con tristeza.

— no lo es, majestad, mi hija admira la valentía de los caballeros, por eso le emocionada saber que el segundo príncipe entrena cada día para ser alguien fuerte que protegerá el país.—

— ¡oh! Claro, es su deber, aunque no son intereses que debería tener una dama, espero considere eso, lady Katerina.— responde la emperatriz.

— lo sé majestad, sin embargo, puedo admirar a quien yo considere digno de admiración, ¿cierto? Cada persona tiene derecho a tener sus propios intereses, si no, ¿que clase de mundo sería con todos intentando tener los mismo ideales?—

La emperatriz parecía molesta por las palabras de Katerina, pero decir algo más sería demostrar que le estaba afectando sus palabras. El príncipe también parecía molesto por las palabras de la joven rubia.

— Katerina, tus palabras son muy bruscas. Lamento su comportamiento majestad, me aseguraré de que su educación sea más estricta.— se excusa la marquesa.

— querida, Katerina solo expreso su pensar, eso no es algo que enoje a su majestad, ¿cierto?— interviene el marqués.

— cierto, esta todo bien, es bueno que piense por si misma.— responde la emperatriz.

La conversación seguía, aunque era la emperatriz y el príncipe quienes más hablaban con la marquesa. Así que Katerina le susurra algo a su padre y este asiente.

— si me disculpa majestad, quede de ver al ministro Smith, por un asusto importante, ¿me acompañas, Katerina? Habías dicho que querías saludar al ministro Smith y agradecerle por su regalo por tu nombramiento.—

—¿como se va ir, estamos con la emperatriz.— la marquesa mira con enojo a Katerina.

La joven chica, se pone de pie haciendo una reverencia.

— si me disculpan, iré con mi padre.—

— mi madre la invitó a beber el té, creo que es grosero irse.—

— también sería grosero no saludar al ministro, quien fue amable conmigo y quien será un gran apoyo a futuro, ya que seré la princesa heredera.— agrega Katerina.

Sin más que decir, Katerina se va con su padre, aunque la marquesa estaba furiosa por la manera en la que Katerina prefirió irse con el marqués. Ambos se alejan rápidamente, pero contrario a lo dicho por el marqués, solo es él quien se va hacía en busca del ministro, mientras que Katerina camina por el palacio en compañía de su escolta, una joven mujer quien se mantiene a una distancia adecuada.

Tras caminar por los jardines, llegan a la zona de entrenamiento militar, varios hombres estaban haciendo ejercicio, corren o tienen un duelo. Katerina observa todo el lugar, en alguna parte de ese campo, debe de estar la persona que busca, el aliado que ella necesita para lograr su objetivo, después de todo, el príncipe heredero, no tiene el trono asegurado y no es el único, que puede heredar el trono.

Tras observar por todos lados, un oficial se acerco a ella para preguntar si estaba perdida, pero la rubia solo pregunta por el segundo príncipe, ya que le gustaría saludarlo.

— dígale que la hija del marqués Rosesky lo busca.—

— ¿Rosesky? U-usted es la joven santa, ¿cierto? Que honor estar en su presencia.— el hombre hace una reverencia y se va rápidamente en busca del segundo príncipe.

Mientras que Katerina es rodeada por otros caballeros quienes la saludan, pues al ser nombrada santa, es un título importante y que profesa buena fortuna para el imperio. Aquel hombre no demora en volver y le pide seguirlo, mientras caminan, Katerina puede observar la zona, tras pasar el campo de entrenamiento, hay una especie de granero, el hombre le explica que ahí se cuidan y se crían a los caballos de las tropas y los que son usados por las personas del palacio, incluyendo a los príncipes.

Pero para distancias largas, había otra clase criatura, una especie llamada grifo, la cual es muy resistente y leal, perfectos para volar a largas distancias. Al verlas, Katerina quedo fascinada, eran criaturas hermosas. Quizás le pida uno a su padre, sería muy necesario tener una mascota así.

Tras una larga caminada, llegan a una especie de invernadero, al pasar, más adelante hay una mesa, donde ya la esperaba aquel chico que ella buscaba, era un joven de cabello oscuro y ojos rojizos.

Katerina sonríe y hace una reverencia, ante él, era justo el chico que ella buscaba, el aliado perfecto para sus planes, porque ella, si tendrá el trono.

...