La historia de Laura y Juan empieza cuando ella tenía 7 añitos y él 13 años.
Laura era parte de una familia muy amorosa y unida, sus papás Soledad y Pedro eran dos personas muy amorosas con sus tres hijos, Leandro de 13 años, Luis de 10 años y la hermosa Laura una niña de 7 años. Ellos fueron a vivir a una residencial, donde los tres pequeños harían amigos para toda su vida y donde tendrían una niñez muy bonita rodeados de amigos y momentos únicos sobre todo para Laura donde conocerá su amor platónico y que curiosamente el amor para toda su vida, pero tendría que pasar obstáculos y aprender a esperar pacientemente que cada cosa se ponga en su lugar.
Juan era un niño de 13 años muy coqueto y muy amiguero quien toda su vida vivía en la residencial donde dentro de poco llegaría una dulce niña que le haría conocer los sentimientos más puros que podría tener hacia una niña, pero también luchaba contra sus sentimientos porque para él solo era una pequeña niña muy tierna y bella, pero para su edad la veía muy pequeña.
Laura a sus cortos 7 años era una niña muy inteligente y demasiado consentida por todos, sus papás y sus dos hermanos, ella era la única mujercita, era consentida, pero no era malcriada, obedecía muy rápido cuando sus papás le decían algo o cuando alguno de sus hermanos le pedía algún favor, ella era carismática y le gustaban mucho los deportes, estudiaba junto a sus hermanos en uno de los colegios con mayor prestigio, sus papás eran de clase alta, pero ellos siempre les enseñaron a sus hijos a ser humildes, no presumían sus cosas y no malgastaban su dinero en cosas innecesarias.
Los tres hermanos eran muy unidos y los tres destacaban en los deportes, primero lo empezaba Leandro luego continuaba Luis y por último, Laura, ellos formaban parte de la selección de su prestigioso colegio.
Por otra parte, está Juan que a sus trece años se estaba convirtiendo en un jovencito apuesto, respetuoso, pero eso sí muy coqueto, era hijo único, sus papás también eran de clase alta y estudiaba en un colegio solamente para varones, también era un colegio de prestigio, no destacaba mucho en los deportes, pero si era bueno en matemáticas, vivió desde siempre en una residencial exclusiva donde habían otros jóvenes y señoritas que eran todos amigos, se reunían los fines de semana afuera de sus casas y jugaban a pesar de todos tener dinero ninguno de ellos eran malcriados.
Era un Viernes por la tarde y los jóvenes y señoritas habían salido de sus casas a jugar, pero realmente estaban ansiosos esperando ver quienes llegarían a vivir a una de las casas que habían desocupado antes una familia, ya sabían que la familia que llegaría era una conformada por cinco personas, dos esposos y sus tres hijos. También sabían que dos eran niños y una niña, todos los jovencitos estaban sentados afuera de una casa, justamente la casa que ocuparía la juega familia estaba frente a esa casa y lo lejos todos vieron como las rejas de la residencial se abrían para dar paso a una camioneta azul con un carro de mudanza detrás de ellos.
Eran las dos de la tarde y una familia estaba terminando de empacar sus cosas porque se mudarían de casa, todo era un desorden, pero siempre se escuchaban risas.
- Soledad: Chicoooos apurense con sus cosas, falta poco para que llegue el carro que se las llevará.
- Leandro: Mamá, necesito otra caja no entran todos mis libros y algunos trofeos.
- Soledad: Ya cariño, tu papá está subiendo algunas cajas.
En otro cuarto se encontraba la pequeña Laura, un poco nerviosa y emocionada por ir a su nuevo hogar.
Pedro había subido con algunas cajas y antes de ir a ver a sus hijos pasó primero por el cuarto de su princesa.
- Pedro: Hija, por qué estás sentada mirando a la ventana?
- Laura: Papi tengo nervios, hay niños con lo que podré jugar?Y si no hago nuevos amigos?
- Pedro: Tranquila pequeña, hay muchos niños allá y por supuesto que harás amigos, si eres una niña adorable.
Laura quedó más tranquila al escuchar eso y al obtener un beso de su papá en la frente, Pedro siguió al cuarto de Luis y ahí lo vio guardando sus cosas como le habían indicado, por último fue por Leandro para dejarle las cajas extras que había pedido, luego de dejar a sus tres hijos fue con su esposa para seguir moviendo algunas cosas.
Los minutos se convirtieron en una hora y llegó el camión que llevaría las cosas, uno por uno fueron bajando y veían como sus cosas eran colocadas dentro del camión, Leandro pedía de favor a los chicos de la mudanza que tuvieran cuidado con sus cajas donde estaban sus trofeos, Luis solo miraba que no se olviden de subir todo lo su cuarto y la pequeña Laura seguía emocionada desde que supo que habrían niños con los que jugar, ya que donde habían vivido antes no habían niños de su edad.
Los cinco integrantes de la familia subieron a su camioneta y fueron rumbo a su nuevo hogar.
Por otro lado, en la residencial donde pronto llegaría Laura se encontraban niñas y niños jugando, como era costumbre los fines de semana.
Se tenían dos grupos uno de chicos y otro de chicas, en ese grupo de chicos estaban Fernando de doce años, Jaimito de 12 años, y Juan de 13 años; mientras que en el de chicas se encontraban, Gloria de 11 años, Patricia de 10 años y Pamela de 9 años. Todos ellos se conocían desde siempre así que eran muy unidos, se juntaban para conversar y hasta jugaban algunos juegos juntos.
Todo ellos se habían reunido afuera de la casa de Patricia donde tenía un jardín y que justamente estaba la casa que muy pronto la ocuparía una nueva familia, sabían que vendrían nuevos niños así que estaban emocionados por agrandar su grupo de amigos, antes de ponerse a jugar todos ellos, chico y chicas, se sentaron a esperar como conversar un poco sobre sus días, mientras reían Juan veía abrirse las rejas de la residencial y como entraba una camioneta azul junto a un camión de mudanza.
La camioneta azul se estacionó en la casa que ocuparían y de ella bajaron Soledad y Pedro, los chicos al ver a los señores saludaron educadamente con un "Buenas tardes señores".
- Soledad: Buenas tardes chicos, un gusto me llamo Soledad y seré su nueva vecina junto a mis hijos, espero se lleven bien con ellos.
Dijo Soledad con una sonrisa en los labios al ver a niños tan educados, luego bajo Leandro con Luis y tímidamente saludaron al grupo de chicos.
- Leandro: Hola, me llamo Leandro, él es mi hermano Luis, yo tengo trece años y él diez años, espero que podamos ser amigos.
Los chicos se miraron y sonrieron Juan tomó la palabra para recibirlos amablemente.
- Juan: Hola chicos! me llamo Juan y tengo 13 años también, ellos son Fernando y Jaime ambos tienen 12 años y nos encantaría ser sus amigos.
- Fernando: Claro que sí! En estos momentos estamos acá afuera conversando un poco si gustan vengan para conocernos mejor.
Leandro miro a su mamá y ella asintió la cabeza dándole a entender que les daba permiso, pero justamente antes de irse con sus nuevos amigos del auto bajaba una tímida Laura y rápidamente se escondió detrás de su papá, todos los chicos y chicas la quedaron mirando, pero cuando Juan la vio le pareció la niña más tierna que había visto. Las chicas no perdieron la oportunidad y se acercaron a ella.
- Gloria: Hola! me llamo Gloria, ellas son Patricia y Pamela, tengo once años y Patricia diez, luego Pamela que tiene nueve años.
Laura estaba muy nerviosa, pero feliz de ver niñas de casi su edad y que ellas se acercaran, dejó el miedo a un lado y se asomó para presentarse.
- Laura: Hola, me llamo Laura tengo siete años y aunque soy más pequeña que ustedes espero me acepten como su amiga.
Las tres chicas sonrieron y fueron a darle un abrazo y al unísono dijeron Bienvenida.
Todos miraban a las 4 niñas, Leandro y Luis sonrieron de alegría porque su hermana era poco de hacer amigos, Soledad y Pedro se abrazaron al ver tan tierna escena, pero, por otro lado, estaba Juan que miraba con asombro a tan pequeña niña, no sabía que sentía, a las otras chicas las veía como sus hermanas, pero con esa niña tenía otro sentimiento como de querer protegerla y que nunca se ponga triste.
Soledad y Pedro les dieron permiso a sus hijos para que estuvieran afuera un rato mientras los chicos de la mudanza bajan todas sus cosas, era un residencial segura, cerrada con rejas y vigilada por dos vigilantes así que los padres quedaron tranquilos.
Ahí se encontraban los dos grupos de jóvenes y niñas.
- Leandro: Chicos les quiero presentar a mi hermana, se llama Laura, tiene 7 años dentro de poco cumplirá 8 años, es la menor de los tres.
Laura les regalo una tímida sonrisa y movió su mano de un lado para el otro en forma de decir hola. Fernando y Jaime le devolvieron el saludo mientras que Juan observaba detenidamente a la pequeña y se olvidó del resto de personas hasta que Fernando lo saco de sus pensamientos.
- Fernando: Vamos Juan! vas asustar a Laura.
Fue ahí cuando Juan recordó que no estaba solo, reaccionó y lo primero que vio fue la mirada de Laura viéndolo un poco confundida. Se acercó un poco a ella, puso su mano en su cabeza, revoloteó un poco su cabello que era liso al inicio y ondulado en la parte de las puntas.
- Juan: Hola Laura soy Juan, Bienvenida a la residencial espero que seamos buenos amigos.
Dijo él con una sonrisa en los labios. Laura le devolvió ese saludo solamente con una sonrisa y acto seguido se fue con las chicas para conversar.
- Gloria: Laura, cuéntanos tu hermano nos comentó que pronto cumplirás 8 años, cuándo es tu cumpleaños?
- Laura: el 16 de diciembre cumplo 8 años.
Patricia: Uhhh ya no falta nada y lo curioso es que mi cumpleaños es dos días antes que el tuyo.
- Laura: En serio?, que coincidencia!, y ustedes cuando cumplen años?
- Gloria: Bueno el mío ya paso, fue el 14 de octubre.
- Pamela: El mío fue el 14 de junio.
Mientras que las chicas se iban conociendo un poco más por el grupo de los chicos también estaban congeniando bien. Los dos hermanos estaban haciendo nuevos amigos y se les veía felices.
En la casa de los nuevos vecinos se encontraban dos padres mirando por la ventana como sus hijos se notaban tan felices, sobre todo su pequeña princesa que era un poco introvertida, pero se le veía conversar tan a gusto con sus nuevas amigas, que sus padres entendieron que tomaron una buena decisión al mudarse.
Pasaron las horas y los tres hermanos se despidieron de sus nuevos amigos, porque estaban cansados por el tema de la mudanza y aún tenían que ordenar algunas cosas. Cuando la pequeña Laura iba a entrar a su casa volteo hacia la dirección de Juan y le regalo una sonrisa, él la observaba porque le parecía una niña muy tierna.
Al día siguiente la familia se dedicó a ordenar entre todos las cosas que aún faltaban, Laura terminó rápido lo que debía hacer, al ser la más pequeña no le daban tantas cosas que hacer así que ella salió a su puerta y tomó asiento, al frente de su casa estaba la casa de Patricia, pero ella había dicho que saldría y regresaría en la noche, dos casas más a la derecha estaba la casa de Juan, ella miró hacia esa dirección y para su sorpresa Juan iba en dirección hacia ella, cuando llegó se miraron fijamente.
- Juan: Hola Laura, están tus hermanos?
- Laura: Hola Juan, si están, déjame les paso la voz.
Laura se levantó y fue adentro, lo cierto es que Juan no había salido con intención de ir a buscar a sus nuevos amigos, pero cuando vio a Laura sentada quería asegurarse de que estuviera bien y como cruzaron miradas, él no quería que ella se sintiera incómoda y fue por eso que camino hacia ella con la excusa de buscar a sus hermanos.
Leandro y Luis salieron para saludar a Juan y aprovechando una ayuda extra lo hicieron pasar para que les ayudara con algunas cosas.
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