no eh permitido que puedas irte - se escucho el gruñido feroz de molestia en su garganta.

-no tengo planeado irme, no te asustes.

Dio un suspiro ante mi palabra, yo se que no me cree y debería ser en la persona en la cual confiar más yo se ...aun no me cree.

-la comida pronto estará lista, te quiero en cinco minutos.

Cinco minutos. Acostumbrada a su mando tengo que obedecer esa es la única regla

Injusto. Muy injusto.

La mesa ya lista, las velas prendidas. Comida por doquier con demasiada abundancia la cual es desperdiciada por los perros.

-siéntate- Ordenó

-Enseguida, Alpha.

Sus ojos se abrieron como platos dando me a entender que nunca eh dicho esa palabra, se le notaba sorprendido.

Yo lo se... porque fue lo suficiente como para estudiaré por un año entero tus expresiones.

-¿cuando te enamoraras de mi? . Pregunta

-nunca . Debes comprender, Eliot

Su puño se iba cerrando. Podia entender la rabia que estaba consumiendo, sus venas se marcaban en la piel, su ceño fruncido, lo hacía ver extremadamente sexy. Aunque no es mi tipo, para nada.

Me senté lejos se su presencia, en todo el comedor, temí ante su gruñido, su mirada me lo confirmaba todo sobrepasaba por encima de sus emociones. Porque la mayor arma letal de un humano es el odio y la repulsión.

- Aitana- Demanda.

-¿ Por qué no hacemos un pacto? en donde tú y yo nos daremos espacio, ¿Qué te parece?.

Su cara tenía con expresiones. Ya lo suponía sigue siendo el mismo imbécil desde el año pasado, no ah cambiando nada.

-¿ Qué tipo de juegos sucios quieres hacer? - él ya lo sabía- sabes qué pronto se aproxima la fecha de tu cumpleaño, haré una fiesta en ceremonia conmemorando tu mayoría de edad.

Trague en seco al oír esas palabras, la comida se me había quedado atorada en la garganta, señale mi cuello con el dedo índice señalando la ayuda que necesitaba por el no poder respirar.

Se lanzó hacia mi golpeando suavemente mi espalda, me sentía pequeña ante su grandeza.

-¡tose más fuerte!. Sentenció.

Al no ver reacción de mi parte, se notaba mi aire se estaba acabando ya solo me quedaba el último aire no podía seguir forzando a mi cuerpo a poder más.

Entonces sucedió lo que menos me esperaba, un golpe fuerte que me dejo sin el último aliento sin fuerzas.

Un trozo enorme de carne salió de mis labios estrellándose en cámara lenta hacia el suelo. Mi cara por fin estaba volviendo a tener color, mi respiración volvía rápidamente solo que mis pulmones se sentían pesados.

-¿te sientes bien mi luna? -toco mi rostro levantando lentamente mi mandíbula- si no te sientes bien podria llamar al medico ¿que dices? -me miró con ternura a los ojos hermosos ojos que hacen que tu piel se erizara.

- no quiero una celebración, estoy bien con festejarlo con mi familia. Exigí

-Aitana, sabes que no... - por su expresión podría darme cuenta que estaba hablando con Howard su lobo. Sus ojos estaban cerrados su ceño fruncido- bien ...solo porque festeras los 21, pero sabes que no saldrás ... .

Salir...ya casi se cumple un año desde que había cumplido los 20 años justo el día de mi secuestró ya pronto tendré los 21 una edad completa y joven para una mujer, por lo tanto si se aproxima mi fecha se cumple un maldito año con este demonio.

Aitana Madeleine. Si, ese es mi nombre, lo escucho de sus propios labios tono cereza.

-está bien -Resoplo.

-¿Quieres agua? -Habla con su mirada preocupante.

-estoy bien.

- no puedes andar por la vida estar fingiendo que estás bien, debes tomar agua y alimentarte.

Lobo manipulador y mandón, yo ni siquiera se puede respirar en esta casa. En estos días de encierro he aprendido a ser sumisa, aún así... no puedo que me manipule con su mirada "amorosa" una vez lo habías hecho y terminó todo mal, debo ser meticulosa.

Me acuerdo que me encerrabas si te dirigia una simple palabra como "eres una mierda", tu maldición fue quererme a tu antojo idelizando que sería sumisa ante tu presencia.

Eso puede suceder, pero la mejor forma de engañar a una persona es engañando al engañador o como dice el dicho "cosechas lo que siembras", tengo en cuenta unas frases más fuertes que ellas "a lo que se le resta se suma" ¿Sabes porque? . En esta situación actual todo lo malo es negativo pero se que en el futuro tendré algo positivo.

- sabes que mi estómago no se adapta y nunca se adaptara a tus reglas Eliot - mascullé con los nervios revolviéndome el estómago- puedes darle la comida a los perros.

Su puño se apretó, sus dientes hacían chillidos de la rabia. Su cabeza estaba inclinada hacia abajo como si tratase de controlarse, mi cuerpo tembló ante sus necesidades de obligarme a su merced.

Levanto las cejas abriendo en grande sus ojos mirando en mi dirección como si tratara a una de sus presas mostrando los dientes por si estuviera listo para atacar. Sus ojos eran de un amarillo carneci, Howard.

- Howard, controlate -Reproche. Que gran error.

Mi cuello empezaba a sentirse caliente, indicaba ...estaba llegando a la etapa de celo donde está aproximada a la fecha de mi cumpleaños y la conexión entre nosotros aún no es tan fuerte, pero aún faltan dos semanas debe esperar y aprender las cuestiones que la "diosa" nos indica.

Su lobo había tomado el control, sus pasos pesados se aproximaban a mi lentamente, con sus ojos llenos de lujuria viva.

Nose quién es más calentón Howard o Eliot. Ambos eran fuertes e incapaces de controlarse, es justificable que a ellos les resultaba vergonzoso mostrarse ante mi.

Con cada paso que daba me indicaba que lo estaba entrando. Más me llamaba la atención su enorme y abultado p3n3, no hablo sobre uno normal, hablo de uno verdaderamente enorme que te da escalofríos de solo verlo que resaltaba firmemente sobre su tela apretada...era tan ... extraño.

En cuestión de segundos me encontraba de rodillas en el suelo sorprendida por lo que veía, lose, no es la primera vez pero esto de verdad impresionaba haciéndome quedar boca abierta en posición de santa como si perjudicará estando así en restarle al cura.

- Calma -...- encuentra tu calma porque no seré yo la que te cure lobito.

<>

Dos hermosos gruñidos doblados al mismo lugar. Tremendos caninos y bellísimos dientes para desmembrar un hueso.

Tome unos tragos de agua, no podía con la presión. Me raspaba la garganta de tanto forzar.

Eliot me cargo hasta la cilla, no me gusta no soy una niña. Que puedo hacer...por más que me resista me terminará ganando.

-Te amo como un no tienes idea. ¡Joder te amo! ¡Formas una jodida capa de intensidad que me hace retorcer el estómago con orgullo! -...- perdóname si eh echo algo malo Madeleine. -Silencio profundo- es que yo...te amo.

No le creería nunca, solo me quedé asintiendo con mi cabeza, el podría decir lo que quiera pero ¿volver a confiar?. Al demonio con esas promesas que dijiste hacer en el año pasado.

Los ojos de Eliot se cristalizaron en profundo dolor, lo mire extrañada frunciendo mi ceño. Cómo era posible que llorara y al final y al cabo yo deberia de estar mal.

-no me rechazes...-llora y llora- es que...me duele -. Acercó su cuerpo para besarme, el instinto me ganaba. Corrí tras las escaleras, pero muy tarde cuando lo tenía sosteniendo mis tobillos-.¡Que no me rechaces!.

Ese grito me quedo paralizada, me daba miedo, no quería saber nada de él.

Era posible creerle si muere en este mismo instante tendrá la hermosa posibilidad de mi sangre derramarse por su amor. Es así ...que verdaderamente le creeré.

Mi tobillo se retorcía con dolor. Eliot estaba loco, me sostenía con fuerza bruta, como un animal.

Un animal loco por querer darte la muerte.

Estoy arta, me tiene cansada sus caprichos de amor. En el verdadero amor no se trataría de esto ni incluso la ocasión en la que me encuentro.

Pateé su cara para salir corriendo en dirección frontal, tenía mucho miedo, No estaba lista para ver su cara de enojo.

La fatiga me gano, me derrote sobre la cama por fin recostando mi cuerpo. Era hora de descansar.

¡Aitana!-. El fuerte golpe sobre la puerta- ¡Que me hablas maldita sea!.

No respondí.

-¿Porque ...?-...- ¿Porque no te habres a mi y me abrazas como debes de hacerlo; Porque no me amas?...

Me dió cierta pena escuchar sus enormes sollosos, los escuchaba perfectamente, aturdian mi cabeza dándome malestar.

El amor no se trata de una apuesta o de un ser que tenga que elegir a otra alma para que seas feliz.- Hasta que al fin hablé- Así que será mejor que dejes de luchar, no lo mereces. Eres pura escoria.

Me atreví a decir esas palabras, silencio absoluto había, se sentía la tensión entre nosotros.

- Abreme, no lo diré más - una voz tan hermosa y marginada con palabras vacías sin ningún significado honorífico.

No hable.

No me movi.

Solo me quedé observando esperando el momento para ver qué pasaría.

Y nada, el resultado de toda la tensión fue cuando derribo la puerta en solo utilizando la patada de su fuerza bruta.

-te lo advertí, y no moviste ni un solo musculo -y por las putas penas me daba igual- volverás a quedarte encerrada, espero así comprendas Madeleine.

Quedé con la palabra atorada en la garganta. Lo ví irse a enormes sancadas, me enojaba la idea de compartir habitación con el aún sin tener sentido todo lo que digo.

Solo que en mis pensamientos...suceden los recuerdos que me propone en días antes y ...afecta.