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Linne: El Legado Del Clan Fénix

Dentro del Clan

La sala de reuniones de la familia Fenix era un lugar imponente y solemne, donde se respiraba el aire de la tradición y el poder. En la habitación se encontraban reunidos los miembros más ancianos y varones de la familia, los que ostentaban los cargos más importantes y los que tomaban las decisiones más trascendentales. Eran unos diez hombres, todos vestidos con trajes oscuros y elegantes, con rostros severos y adustos. Estaban sentados alrededor de una enorme mesa de caoba, sobre la que había un mantel blanco, una jarra de agua, unos vasos y unos papeles. En las paredes había retratos de sus antepasados, con marcos dorados y expresiones altivas. En una de las esquinas había una chimenea, donde ardía un fuego que daba un poco de calor a la estancia. En otra esquina había una puerta que comunicaba con el resto de la mansión.

La reunión había comenzado hacía una hora, y los temas que se estaban tratando eran de vital importancia para la familia, como lo que pasaría con el próximo heredero. Rhys, el elegido para liderar las próximas generaciones estaba sentado en un sofá que se encontraba en una de las esquinas de esa habitación, solo se había dedicado a leer una revista, ignorando por completo su entorno. No le interesaba participar en las discusiones familiares.

De repente, la puerta se abrió con un golpe, y por ella entró un hombre bastante apuesto de cabello oscuro y ojos marrones. Por su apariencia, su edad rondaba entre los 35 y 40 años. Detrás de él, venía un chico, con los mismos rasgos faciales, solo que él era albino, con cabello blanco y ojos color plata. Era evidente que se trataba de su hijo, aunque nadie lo conocía. La entrada del hombre y el niño causó un gran revuelo en la sala de reuniones. Los demás hombres se quedaron en silencio, mirándolos con sorpresa, con indignación, con desprecio. Algunos se levantaron de sus asientos, otros se quedaron sentados, pero todos mostraron su malestar y su rechazo.

Buenas tardes, señores - dijo el hombre apuesto, con una sonrisa arrogante y una voz firme.

¿Qué estás haciendo, Gabriel? - le preguntó uno de los hombres, cuestionándolo por su interrupción imprevista. Era el tío de Rhys, y el segundo al mando de la familia.

_ ¿Quién es ese joven? - preguntó otro, señalando al niño con desdén.

Este es mi hijo… - pronunció Gabriel, muy confiado, esperando unos segundos, como si estuviera pensando su nombre, antes de decirlo - Azrael. Ayuda de Dios.

¿Cómo te atreves? - gritó enojado otro, levantándose de su asiento y golpeando la mesa con su puño. - Es la segunda vez que pones un nombre muy pretencioso a uno de tus hijos. Las dos primeras fueron una decepción. - Se refería a las otras dos hijas de Gabriel, que habían sido expulsados desde una temprana edad de la familia por no cumplir con las expectativas.

Acabo de conocerlo. Resulta que una mujer con la que salía antes quedó embarazada de él y decidió criarlo sola. Parece que no podía seguir haciéndose cargo de él cuando empezó a manifestarse. Es por eso que estoy aquí hoy, para pedirles que eduquen a mi hijo como uno de los candidatos a sucesores. - Explicó Gabriel, sin inmutarse por las reacciones de los demás.

Rhys dejó caer la revista, agarrándolo por sorpresa sus palabras. No podía creer lo que estaba escuchando. ¿Gabriel quería que su hijo fuera el próximo líder de la familia? ¿Qué se traía entre manos?

Otro hombre comenzó a reír a carcajadas al escucharlo. Sigues siendo demasiado pretencioso, haciendo cosas que no debes hacer, como entrar con alguien que ni siquiera es reconocido por la familia a este lugar, y ahora también pides que de la nada le demos un puesto como heredero, sin siquiera conocer sus capacidades. ¿Solo porque eres el que maneja todas nuestras finanzas crees que tienes derecho a romper nuestras reglas? - Le dijo, burlándose de él.

Sé que esto no está bien, pero tan pronto descubrí lo que puede hacer, me di cuenta de que el asiento directamente puede ser suyo. Es todo lo que hemos estado buscando por años, el candidato a sucesor sombra. Puede que sus habilidades hoy no sean nada extraordinarias, dado que vivió como un normal toda su vida, pero estoy seguro de que puede mejorar si empieza su entrenamiento hoy mismo. - Respondió Gabriel, con una mirada desafiante y una voz convincente.

¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? ¿Puedes hacerte cargo de tus palabras? - Dijo el más anciano de la sala, que se encontraba en la punta de la mesa. El actual líder de la familia. Su voz era grave y autoritaria, y su mirada era penetrante y severa.

_Sí. - Respondió Gabriel, muy firme, sin bajar la vista.

_Rhys, retírate ahora mismo. - Ordenó el anciano.

Sin objetar, Rhys hizo una reverencia para despedirse y se movió hacia la puerta, pasando por al lado de Gabriel, y deteniendo su mirada furtiva en Azrael, haciendo que este se sintiera completamente nervioso. El chico le devolvió la mirada, con una mezcla de tristeza y anhelo. Cuando Rhys salió del lugar, cerró la puerta tras de sí, dejando a Gabriel y a su hijo frente al resto de la familia, que los miraban con hostilidad y recelo. La reunión estaba a punto de ponerse más tensa e interesante.

_Quiero ver las pruebas, que tan contundentes pueden ser para que menciones al heredero sombra justo en frente de Rhys. Que insolente eres - le recalcó el anciano, con un tono de reproche y autoridad.

Con gusto - dijo Gabriel, con una sonrisa en su rostro, y procedió a sacar una daga del costado de su cinturón.

¿Qué harás con eso? - señaló uno, preocupado, al ver el arma brillante en la mano de Gabriel.

_Verán, mi hijo hace unos días cumplió 18 y según un sueño que tuvo, una voz le había dicho que su tiempo se había detenido y junto a eso ella…  digo, él experimentó muchos cambios, entre ellos su cabello había empezado a crecer sin parar y lo otro es… - Gabriel estiró su mano boca abajo para que su hijo hiciera el mismo gesto, apoyándose por él. Una vez el joven colocó su mano sobre la de su padre, este procedió a hacer un gran corte en su palma, provocando un pequeño gesto de dolor por parte de su hijo.

Todos se quedaron pasmados en la sala al ver cómo la sangre empezó a caer en forma de gotas, y en segundos el sangrado se detuvo y la herida empezó a sanar, sin dejar ninguna cicatriz - No es la habilidad de sanación… esto es su capacidad de auto curarse como un ser inmortal, nada podrá matarlo, ni envejecerá como su sueño le señalo su tiempo se ha detenido, y sobre qué poder le tocó, aún no sabría decirlo bien, por eso quiero que inicie su entrenamiento, para ver qué poder desarrollará. También necesito que le den acceso a la biblioteca…

_Eso sí que no - saltó uno, negándose rotundamente - No cualquiera puede ingresar a ese lugar.

Las voces de todos empezaron a oírse al mismo tiempo, generando un completo caos que dificultaba entender lo que estaban diciendo.

_Orden, orden - alzó la voz el anciano, imponiéndose sobre todos los murmullos, haciendo que estos se detuvieran de una vez - Vamos poco a poco, nosotros mismos probaremos si Azrael es el candidato para ser el heredero sombra y si las capacidades lo preceden, veremos si le permitiremos el acceso a la biblioteca secreta. Niño, puedes salir, hablaremos con tu padre a partir de ahora, espéralo afuera.

Al salir, Azrael se apoyó por la pared más cercana a la puerta, levantando su cabeza hacia el cielo y cerrando los ojos, dejó salir un suspiro enorme de alivio, como si no hubiera podido respirar por mucho tiempo.

_Eso sí que es una gran primera impresión - dijo Rhys, acercándose sin previo aviso, sorprendiendo a Azrael.

La primera impresión para mí ya está sobrevalorada - le respondió Azrael, sin perder la apariencia de tranquilidad.

¿Por qué dices eso? - preguntó Rhys, algo confundido.

_Nada… olvida lo que dije - contestó Azrael, evitando dar más explicaciones.

_Hay algo mal, pareces triste por alguna razón - observó Rhys, con una mirada inquisitiva.

_Hay muchas cosas que están mal, pero supongo que no me queda de otra que caminar - dijo Azrael, con resignación.

_Ni que lo digas - dijo Rhys, mientras extendía su brazo derecho para hacer un saludo de apretón de manos - Me presento, hola, soy Rhys y soy la persona a quien intentas robar el asiento, apareciendo de la nada.

_Te equivocas - dijo Azrael, mirando desconfiado la mano de Rhys - El asiento que voy a tomar siempre estuvo libre - sonrió levemente, al saber lo que Rhys quería hacer al tocarlo, sin más le aceptó el saludo, esperando ansiosamente para ver su cara cuando este no pudiera ver nada…

Esa noche...

Cuando Ally usó su poder para sacarme antes de que mi pesadilla llegara hasta la casa, quedé varada en la oscuridad de ese inmenso bosque. Una pequeña luz se hizo presente ante mis ojos, revoloteando alrededor mío, sugiriéndome que la siguiera. Quizás eso también era el poder de Ally, intentando indicarme a dónde ir. Me cuesta admitirlo, pero en realidad estaba muy asustada de verla. Lo podía sentir, mi otra yo era mucho más fuerte, y no quería volver a sufrir ese dolor intenso que sentí cuando apareció en mis sueños. Por lo tanto, no podía volver, y pensando lógicamente, de nada iba a servir. Solo me quedaba seguir el camino indicado.

Llegando al lugar, la luz se detuvo. Saqué el documento que me había dado Rhys para comprobar que la dirección era la correcta. Estaba frente a una gran casa, demasiado ostentosa. La observé de lejos, escondiéndome entre los arbustos. No podía ir aún a golpear esa puerta. Vi el auto de mis padres adoptivos afuera de esa casa. Por los recuerdos que vi antes de despertar, ya podía entender por qué no podía confiar en ellos. Por eso, simplemente esperé afuera. Lo único que sabía es que la palabra de Rhys era de fiar.

Pasados unos diez minutos, vi salir a mis padres apurados por la puerta principal, junto a otro hombre que salía para despedirlos, cuando gotas de agua empezaron a caer del cielo. Me empapé por completo, esperando hasta que su auto desapareciera de vista. El señor también se mantuvo esperando hasta que, llegado el momento, dijo:

_ ¿Quién anda ahí?

Salí muy lentamente entre los arbustos, acercándome a él para que pudiera verme mejor. Él quedó completamente anonadado al verme y automáticamente corrió hacia mí, sacándose su abrigo para colocármelo. Lo vi justo frente a mí. En sus ojos parecía conmovido ante algo que era completamente imposible. Yo lo pude reconocer de mis sueños recurrentes.

_Sígueme, primero hablemos adentro - sugirió él, rodeándome con su brazo sobre mi espalda para indicarme el camino, brindándome un poco de su calor que provoco que mi temblor se detuviera.

Dentro de esa enorme casa, pude notar que no había ni una sola fotografía familiar, al contrario de la mía.

¿Cómo llegaste hasta aquí? - preguntó él, mientras yo intentaba ver más allá de la sala de estar.

Un amigo dijo que debía venir a este lugar - respondí.

_ ¿Quién es tu amigo? - inquirió él. A su vez que corría hacia el baño más cercano para pasarme una toalla.

Rhys Fenix - contesté alzando la voz para que me escuchara.

Supongo que él lo vio venir. Siempre oportuno - comentó él al aproximarse de nuevo hacia mi para entregarme una toalla. Sécate o te resfriaras sugirió esperando que tomara la toalla

 Lo mire unos minutos de pies a cabeza analizándolo, por alguna razon no me generaba ni una pizca de desconfianza, solo acepte su generosidad y le pregunte mientras me secaba mi cabello ¿Sabe usted por qué me mandó aquí?

Pensé que estabas muerta. Eso decía el informe del accidente - confesó él.

Ya veo. Me hago una idea con esas palabras. Recuerdo el accidente y esas personas que acaban de salir justo ahora son las que me sacaron del auto y me criaron como su hija. Lo que no puedo entender es cómo tratar de recordar el pasado me produce un gran dolor de cabeza - le dije.

Dicen que algunas personas borran parte de sus recuerdos para ocultar aquellas cosas del pasado que les causaron mucho daño - explicó él.

Supongo que quizás sea eso… ¿Usted es mi verdadero padre, verdad? - le pregunté.

Ese título aún no me lo puedo ganar, dado que me perdí gran parte de tu vida - admitió él.

Puede empezar a ganárselo desde ahora… - le sugerí, con una mirada fría - No siento ninguna especie de resentimiento hacia usted, sin embargo, espero que me ayude.

Por supuesto. Mi trabajo desde que naciste fue protegerte - afirmó él.

¡Qué bueno, porque desde hoy me he quedado sin lugar donde dormir! - exclamé.

¿Qué ha pasado hoy? - quiso saber él.

Pues resulta que tengo una hermana gemela que desea verme muerta, al parecer. No he tenido tiempo de preguntarle sus motivos. Rhys dijo que no debía sacarme el arete, solo de esta forma me escondería de ella. Además, que tampoco puedo usar ningún poder o la piedra negra volvería a romperse - le conté.

¿Espera, ¿qué dijiste? ¿Tu hermana también está viva? - se sorprendió él.

Sí, ella parece estar en la organización enemiga. Tiene el poder de anular poderes, por eso la guardan como un tesoro. Todo está aquí, en estos documentos. ¿Quiere leerlos? - le ofrecí, mientras sacaba el archivo negro de la cartera.

Lo leeré antes de ir a dormir - dijo el hombre - Puedes pasar, hay un cuarto de invitados arriba. Puedes tomar una ducha caliente para no resfriarte. También hay algunos pijamas que puedes usar.

Gracias… - murmuré.

Por cierto, ¿cómo es eso de que la piedra se puede romper si usas tus poderes? ¿Cuáles son? - me preguntó, con curiosidad.

No tengo idea… Solo sé que he imitado algunos poderes de las personas que hicieron contacto conmigo, usando sus poderes. Como un sanador que curó mi herida cuando era pequeña. Ahora cualquier herida se sana automáticamente, sin siquiera quererlo. He podido establecer una conexión telepática con una amiga, justo después de haber recibido parte de la energía de alguien que podía leer mentes. Y también esa amiga dijo que si me tocaba, ella podía aumentar sus fuerzas, anulando así las restricciones que mi hermana impuso sobre ella - le conté, recordando lo que había pasado.

La palabra clave aquí parece ser imitar. Quizás por eso la piedra se rompió. Cada piedra guarda la energía única de su portador, para evitar que el mismo tenga un desbordamiento de energía, llevando así al agotamiento de la misma. A su vez, esta protege al portador de alguien que puede anular sus poderes. Es por eso que Rhys dijo que ella no te encontraría si lo usabas. No puede robarte energía porque no podrá sentirla si la piedra te protege. La piedra se rompió porque asimilaste una energía que no era tuya en tu cuerpo, y la piedra no puede cargar con diferentes tipos de energía. Sería demasiado para ella. Se rompió tan pronto usaste un poder que desde el inicio no era tuyo - explicó él, con conocimiento. Aunque de verdad es un don algo inusual, debería observarte más para saber cómo funciona...

¿Qué hay con la herida que sanó? El que me curó lo hizo hace bastante tiempo - le pregunté, confundida.

Quizás aún queda algo de él en tu cuerpo, porque no usaste eso antes. Pero no creo que sea eso… Viendo tu cabello - dijo él, mirando mi pelo blanco y de un largo antinatural largo.

¿Qué pasa con él? - pregunté, tocándome el cabello.

¿Hoy es tu cumpleaños 18, cierto? - me preguntó

Sí - respondí, asintiendo.

Esto puede indicar tu despertar… ¿Tuviste algún sueño extraño antes? - me preguntó, con seriedad.

Sí… Después de recibir la visita de mi hermana, todo se volvió oscuro y vi un reloj detenerse a las 12. Y el susurro que decía que mi tiempo se había detenido - le dije, recordando el sueño.

Eso significa que te has vuelto una inmortal. Nada te matará, salvo otro inmortal. Ni envejecerás. Ni siquiera es un poder en sí. El curarte automáticamente es tu genética mítica - me reveló, con solemnidad.

¿Como sabes eso? hace un rato estabas dudando de lo que me pasaba y ahora estas tan seguro

_Hay cosas que puedo adivinar por así decirlo y todo eso se relaciona con lo que la familia Fenix lleva esperando durante mucho tiempo... quizás podamos averiguar más si te hago ingresar a ese lugar.

_Como sugieres hacer eso, necesito ocultarme, no creo que deba permanecer en esta ciudad.

Creo tener una muy buena idea... sonrió el, no podia descifrar lo que eso significaría, pero sentía que su brillante idea era una muy mala. _ Mañana hablaremos de eso por hoy descansa.....

El regalo del don de mi padre.

No pude dormir en toda la noche, pues ni cansancio tenía y mi cabeza estaba llena de pensamientos. Daba mil vueltas de un lado al otro, en ocasiones me golpeaba con la almohada la cara, para luego gritar mientras me ahogaba con ella. Me preguntaba qué había pasado en ese lugar que abandoné, ¿qué le pasó a mis amigos? Debería volver cuando salga el sol… aunque sé que no puedo volver a ver a mis antiguos padres. Después de todo, ellos me estaban manteniendo vigilada por la organización. En el último sueño que tuve, pude ver un flashback de mis memorias perdidas. Uno de los recuerdos que recuperé fue de cuando había cumplido 9 años, y los escuché a ellos hablando por teléfono. Ese día recibieron la orden de medicarme, y cada año empezaron a cambiar las pastillas, volviéndolas más fuertes con el paso del tiempo. Ellos me hicieron más débil, gracias a eso nunca pude llevar una vida normal. Todos siempre se burlaron de mí por ser tan débil, por no poder correr o jugar como los otros niños. ¿Qué puedo pensar de todo esto? ¿Alguna vez me quisieron de verdad? ¿Qué pasará con mis hermanos? Me rompe el corazón de solo imaginar que ellos se puedan llegar a enterar de esto. Sé cuánto me aprecian, porque yo también los amo, y no quiero que ellos queden atrapados en todo esto. A todo esto, ni siquiera puedo entender qué clase de emoción debería sentir, de pasar a tener una vida aparentemente normal, a tener una muy ajetreada en cuestión de segundos. No sé si estar abrumada, triste, confundida o enojada. ¿Y si es el enojo? ¿Con quién debería estarlo?

De tanto divagar en ese mar de pensamientos, apenas me di cuenta de que ya había salido el sol. Me lavé la cara y los dientes antes de bajar, para buscar a ese hombre. Él se encontraba preparando el desayuno, el olor a huevos revueltos y el jugo de naranja recién exprimido me despertó el hambre voraz que había estado tratando de ignorar. Hacía rato que no podía comer bien. Apuré el paso al bajar por las escaleras y me senté en la mesa, observándolo cocinar.

_Ya estás despierta - dijo él, manteniendo la mirada en lo que estaba cocinando.

_De hecho, no dormí nada - le respondí, con voz ronca.

_Me imagino, todo esto es una sorpresa, incluso para mí. Aún pienso que quizás esto sea un mero sueño. Que ustedes aún estén con vida… me es difícil procesarlo todo. No quiero imaginar lo que sería para ti - me dijo, con compasión.

_Ya has leído el archivo - le recordé, refiriéndome al documento que le había dado.

El señor se detuvo de revolver la sartén por unos minutos, para luego proceder a decir - Me siento muy apenado de no haberme dado cuenta antes. En ese tiempo - apagó la hornalla para acercarse a la mesa y servir en sus respectivos platos el desayuno - estaba… mejor dicho, vivo muy ocupado. Mi agenda está repleta de trabajo, y ni siquiera me puedo quejar, porque esa es mi obligación dentro del clan Fenix. Yo manejo todas las finanzas de la familia, incluso de los que están en otros países.

_¿No es eso demasiado trabajo? ¿Cuándo puedes respirar? ¿Mis padres adoptivos estuvieron trabajando para usted? - le pregunté, con curiosidad.

_ Si lo es, pero no puedo negarme. Ese es mi rol ahí. Sobre tus padres, estaba trabajando junto a ellos en un nuevo proyecto, y ayer teníamos una reunion pero de repente recibieron una llamada y salieron corriendo sin dar explicaciones....  En fin volviendo a lo que iba a decir, con una agenda así, apenas podía ver a mis hijas recién nacidas. Ni siquiera podía imaginar lo que mi esposa estaba pasando, o lo que les estaba pasando a mis hijas. Sé que no es una buena excusa, pero es así como pasó. Solo hasta que vi este documento, pude saber lo que pasó con ustedes. He fracasado… - dijo, al sentarse en la mesa, con tristeza. _

_¿Y qué harás para arreglarlo? - le pregunté desinteresada, mientras comía sin mirarlo a los ojos.

_Apoyaré a mis hijas en lo que quieran hacer… - me respondió, con determinación haciendo que algo dentro de mi se moviera un poco pero solo un poco.

_¿Y si debemos matarnos? - le pregunté, lo puse a prueba.

_No creo que esa sea la razón por la que vinieron a este mundo. Dios no es tan cruel - me dijo, con fe.

_Qué bueno, porque yo no iba a ser la que asesine, sino la que muera. Ella parece ser mucho mejor que yo. No he leído esos papeles, solo lo he mirado muy por arriba, pero lo sé en base a mi encuentro con ella en los sueños - le confesé, con angustia.

_Solo hay un lugar en el que puedes encontrar la información necesaria sobre lo que les espera a ustedes en el futuro. Ese es en la Familia Fenix - me dijo, pegando un bocado de la tostada.

_Si ahí sabían tanto de nosotras, ¿por qué no nos aceptaron desde un inicio? - le pregunté, con indignación.

_Porque son un par de viejos verdes que no pueden aceptar que una mujer tenga un mejor destino que ellos. Nunca había visto que presionen a los niños a manifestarse en los primeros años de vida. Estaban impacientes para que no fueran aceptadas. Desde que nacieron, presentaron las condiciones para que una sea la heredera Fenix y la otra la sombra Fenix, solo por el hecho de ser gemelas opuestas, la señal pura del equilibrio en el universo. Alzaron las expectativas para que estas cayeran rápido al no presentar ningún poder, y de esa forma dejarlas descalificadas para el puesto. Las cualidades que deben tener o la función que deben cumplir es algo desconocido, incluso para el más anciano del clan. Solo la sombra podrá tener acceso a la información que nadie puede acceder - me explicó, con resentimiento.

_¿De qué se trata eso? - le pregunté, con curiosidad.

_Una sombra tiene el trabajo de interventor, es el único que puede intervenir en el destino de los humanos para mantener el equilibrio, y todo lo que hay en esa biblioteca secreta, debajo de la casa principal del clan, servirá para ayudarlo. Además, antes de llegar al lugar, hay una piedra negra gigante de forma empinada que llega hasta el techo. Quizás tenga unos cinco metros de alto. De ahí salen los fragmentos para hacer las joyas protectoras del clan - me explicó, mientras apoyaba su mano en la mesa, muy cerca de mí, para que pudiera apreciar su anillo - Es por eso que es un lugar al que pocos pueden acceder. Solo el líder puede ir hasta esa entrada, y tomar partes de esa piedra para entregárselo a los nuevos miembros. Y solo la sombra puede ir más allá de ese lugar para llegar a la biblioteca secreta.

_Entonces, la única forma de saber lo que pasa con mi hermana y conmigo es entrando a esa biblioteca - deduje, con lógica.

_Sí, quizás ahí puedas encontrar por qué es que siempre una se termina debilitando cuando están juntas - me dijo, con seriedad.

_Si solo la sombra puede saber las cualidades que debe tener una sombra, pero para eso debe entrar a la biblioteca que solo se le permite a esa persona ¿como hacen para saber cual es el elegido? - le pregunté, con frustración.

_ Para elegir se busca uno con características especiales, casi con dones divinos, alguien como tu. Cuando todo el clan lo reconoce como tal le permite el acceso a ese lugar, la biblioteca sera quien decidirá si lo deja pasar o no.

_¿Cómo puedo entrar a un lugar que ya nos cerró las puertas?

_ Lo he pensado toda la noche y solo hay una forma de que te acepten más rápido… - me dijo, con una sonrisa misteriosa.

_No sé por qué, pero siento que esa idea no me gustará - le dije, con recelo.

_Debes ser una nueva persona, una que por lo menos entre en los estándares de esos viejos - me dijo, con convicción.

_Me tapé la cara con ambas manos, imaginando qué tipo de nueva persona debía ser - ¿Lo dices en serio? - le pregunté, con incredulidad.

_Son una familia bastante tradicional y machista, humanos al fin de cuentas. Deberías por lo menos encajar en sus estándares… - me dijo, con ironía.

_¿Me estás pidiendo lo que yo estoy pensando? - le pregunté, con horror.

_No sería difícil hacerte pasar por un hombre, incluso sería pan comido si haces uso de mi poder - me dijo, con confianza. Al finalizar de decir esto, deslizó suavemente su brazo justo frente a su cuerpo, sin tocarse, y antes de que este terminara de pasar, pude ver cómo su aspecto empezó a cambiar poco a poco, de la cabeza a los pies. Así, imitando desde el color de cabello hasta la forma de mi cuerpo, mi rostro y color de ojos, creó una copia perfecta de mí misma.

Quedé completamente aturdida al ver otra fotocopia de mí - ¿Qué es esto? - pronuncié, alarmada y algo agitada - Vuelve a como eras antes, que me das miedo - salté de mi silla, alejándome unos pasos.

_Este es mi poder, cambiar de forma y apariencia - dijo, muy triunfante, jactándose con una leve sonrisa en su rostro - Ves que es así de fácil - declaró, volviendo a transformarse en la persona que era antes.

_No creo que sea tan fácil, ¿qué pasará con mi piedra? - le pregunté, con duda.

_Solo necesito entregarte la mía, cargada con mi energía, de esa forma podrás conseguir no sobre esforzar tu joya - me dijo, mientras se sacaba el anillo de su dedo. Con un gesto, me indicó que le entregara mi mano. Cuando se la pasé, él procedió a colocarme el anillo en el dedo. Este, aunque me quedaba grande, mágicamente se adaptó a mí - ¿Ahora cómo quieres verte? Solo cierra los ojos e imagínalo. Deja que la magia haga el resto - me dijo, con una voz suave y misteriosa.

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